Iglesia de San Zoilo en Navarra

 

 

 

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III.


 

Sobre el leonesismo del Libro de Alexandre


 

 

La lectura de las varias ediciones que en estos últimos años  han ido saliendo del Libro de Alexandre, despierta de nuevo el problema de nuevo el problema de la lengua original y la cronología del texto. Menéndez Pidal defendió tempranamente que era el leonés el dialecto propio de su autor; medio siglo más tarde, Emilio Alarcos Llorach concluía respecto del Alexandre al hacer la tesis doctoral: «Su lengua original era el dialecto castellano, aunque con algún arcaísmo precastellano».

Joan Corominas da el texto como escrito hacia 1250 en el oeste de León, e indica que a pesar del libro de Alarcos sigue creyéndolo leonés Menéndez Pidal; Fernando González Ollé por su parte lo recoge en tanto un poema de hacia 1249.

Hoy se sostiene a veces sin más, que las copias conservadas del Libro muestran una sustancial modernización del texto y su dialectalización; dar por resuelto no obstante el problema de esa dialectalización en los manuscritos no cabe razonablemente hacerlo. Estamos ante un asunto disputado, y los argumentos propuestos por Pidal y por Alarcos deberán repasarse uno a uno, prosiguiendo en su misma dirección y aumentándolos si es posible; nada más que tras esto puede con alguna verosimilitud llegarse a una propuesta fundamentada acerca de la lengua original del Alexandre.

Don Ramón Menéndez Pidal señalaba en El dialecto leonés cómo en el Libro resulta frecuente que el pronombre personal proclítico vaya separado del verbo (construcciones del tipo «si lo assi fezieres)»; luego al reseñar la publicación del manuscrito de París por Morel-Fatio fue enumerando los que creía leonesismos primitivos del texto, a saber:

      a)       El artículo elo, ela, elos, elas, aunque «O pone algún elo, ela que no es del autor».

b)       El infinitivo personal, al uso gallego-portugués.

c)       La tendencia a la terminación —io —ia átona.

d)       Los infinitivos en —er.

e)       El plural femenino —es, en vez de —as.

f)    El diminutivo en —ín, —ina.

g)       La falta de diptongación de la o breve ante nt.

 

Menéndez Pidal concluye «que el manuscrito O, a pesar de la intervención de uno o más copistas del Oriente de León o de la misma Castilla, conserva bastantes más huellas del habla original de Juan Lorenzo, es decir, del leonés occidental».

A todo esto Alarcos objeta —por ejemplo— que en los documentos que recogió Staaff «sólo aparecen dos terminaciones átonas —es», lo que realmente nos parece un indicio a favor del leonesismo del Alexandre, dado que la misma pequeña proporción aparece en los documentos y en nuestro texto.

Alarcos señala asimismo cómo distintos fenómenos presentes en él (las interpolaciones entre el pronombre proclítico y el verbo, y los rasgos antes enumerados en a), f) y g)), ocurren en Castilla también; no obstante, creemos que tal coincidencia en algunos hechos de leonés y castellano no quiere decir que el Libro no sea originalmente dialectal occidental. Sobre una coincidencia o fondo que puede ser común, parecen destacarse en el Alexandre huellas leonesas occidentales.

En síntesis queríamos advertir en esta Nota cómo no puede darse por resuelto —aunque a veces se haga así—, el problema de la lengua original del Libro de Alexandre, y por tanto no puede dejarse sentada la dialectalización experimentada por las copias. En segundo lugar subrayamos cómo deben tenerse en cuenta las objeciones hechas a la argumentación de Menéndez Pidal, aunque tales objeciones no siempre parezcan serlo; nuestro texto presenta una análoga frecuencia de algún uso con los documentos leoneses, y ofrece en sus usos rasgos asimismo leoneses, aunque sea con otras coincidencias.

El Libro de Alexandre en definitiva, se nos presenta en tanto un texto aún muy necesitado de análisis tanto filológico como lingüístico y literario. Algunos dicen que «menos semiología y más filología»; nosotros en este momento creemos que resulta oportuno decir, quizá con mayor justicia: «menos mala semiología, y más buena semiología y buena filología».

Por lo que respecta en fin a su datación, el Alexandre se encuentra bastante más próximo al Poema de Fernán González que a Gualterio de Châtillon; desde luego no parece muy de primeros de su siglo. A la cronología relativamente atrasada que sugieren —según hemos recordado— Corominas y González Ollé se suma López Estrada, quien lo sitúa hacia 1240.

Un hecho que apunta Lapesa es el del castellanismo debido al propio registro literario usado; en este caso nos encontramos con que el origen dialectal lateral resulta compatible con un dominio de formas castellanas: «El hecho de que autores y copistas —mantiene en efecto Lapesa— no generalizasen sus espontáneos usos dialectales, muestra cómo la recitación de poemas épicos,... había afirmado el predominio del castellano sobre sus vecinos,... que desde el primer momento evitan manifestarse plenamente en la literatura».

 

Título completo del artículo:

Lecturas .
I A propósito de Carlos García Gual, La secta del perro .
II Las estructuras novelísticas de la picaresca y The Grapes of Wrath .
III Sobre el leonesismo del Libro de Alexandre

 

 

LECTURAS.
III. SOBRE EL LEONESISMO DEL
«LIBRO DE ALEXANDRE»

 

Epos: Revista de filología, ISSN 0213-201X,
Nº 5, 1989, pags. 479-486

 

FRANCISCO ABAD NEBOT
Uned