7.EL MONJE Y SAN PEDRO


160 En Coloña la rica, cabeza de regnado,
avié un monesterio, de Sant Peidro clamado;
avié en él un monge asaz mal ordenado:
de lo que diz la regla avié poco cuidado.

161 Era de poco seso, facié mucha locura,
porque lo castigavan non avié nulla cura;
cuntio·l en est comedio muy grand desaventura:
parió una bagassa d’él una creatura.

162 Por salud de su cuerpo e por vevir más sano,
usava lectüarios apriessa e cutiano,
en ivierno calientes, e fríos en verano;
devrié andar devoto e andava lozano.

163 Vivié en esta vida en grand tribulación,
murió por sus pecados por fiera ocasión,
nin prisso Corpus Domini nin fizo confessión,
levaron los dïablos la alma en presón.

164 Sant Peidro el apóstol ovo d’él compassión,
ca en su monesterio fiziera professión;
rogó a Jesu Christo con grand devocïón
de su misericordia que·l ficiesse ración.

165 Díssoli Jesu Christo: «Peidro, el mi amado,
bien sabes tú que disso David en su dictado
que éssi folgarié en el monte sagrado
que entró sin maciella e quito de pecado.

166 Éssi por qui tú ruegas, fincada tu rodiella,
nin obrava justicia nin vivié sin manciella;
por la su compañía non valió más la ciella,
en cual él mereció posará en tal siella».

167 Rogó a las Vertutes Sant Peidro celestiales
que rogassen al Padre de los penitenciales
que quitassen est omne de los lazos mortales,
recudioli palavras como las otras tales.

168 Tornó en la Gloriosa, Madre del Nuestro Don,
e en las otras vírgenes que de su casa son;
fueron ellas a Christo con grand suplicación,
por la alma del monge ficieron oración.

169 Cuando vïo don Christo la Madre glorïosa
e de las sus amigas processión tan preciosa,
issió a recebirlas de manera fermosa:
alma que lo vidiesse serié bien venturosa.

170 «Madre —dixo don Christo—, yo saberlo querría:
¿qué negocio vos trae con esta compañía?».
«Fijo —disso la Madre—, a rogarvos venía
por alma de un monge de fulana mongía».

171 «Madre —dixo el Fijo—, non serié derechura
tal alma de tal omne entrar en tal folgura;
serié menoscabada toda la Escriptura,
mas por el vuestro ruego faremos y´ mesura.

172 Quiero fazer atanto por el vuestro amor:
torne aún al cuerpo en qui fo morador,
faga su penitencia como faz pecador,
e puede seer salvo por manera mejor».

173 Cuando udió Sant Peidro esti tan dulz mandado,
vïo que su negocio era bien recabdado;
tornó a los dïablos, concejo enconado,
la alma que levavan tolliógela sin grado.

174 Diógela a dos niños de muy grand claridat,
creaturas angélicas de muy grand sanctidat;
diógela en comienda de toda voluntat
por tornarla al cuerpo con grand seguridat.

175 Diérongela los niños a un fradre onrado
que fuera en su orden de chiquinez criado;
levola él al cuerpo que yacié mortajado,
resuscitó el monge, ¡Dios sea end laudado!

176 A la alma del monge díxoli la su guía,
el fraire, omne bueno, que ante vos dizía:
«Yo te ruego por Dios e por Sancta María
que tengas un clamor tú por mí cada día.

177 Otra cosa te ruego, que la mi sepultura,
que yaz toda cubierta de suso de vasura,
tú la fagas varrer por tu buena mesura;
tú lo cumpli, ¡sí Dios te dé buena ventura!».

 


 

Grabado de Ascensión Biosca Sanabria