Nació en Logroño en 1572. El año de su muerte pudo ser 1640. Sirvió como
Inspector General de la Armada Real Española y Fuerzas Navales Españolas
en Portugal.
Pensador político realista del XVII, perteneció al tacitismo,
movimiento que surge en el Renacimiento y cuya fuente de admiración e
inspiración es Tácito. Esta corriente tacitista entra en diálogo con
Maquiavelo y acepta su planteamiento realista de la política, pero busca
compaginar ésta con la moral, ya que la «verdadera razón de Estado»
necesita ineludiblemente de la virtud moral. Los «tacitistas» acuden al
autor clásico fundamentalmente para servirse de él e introducir
encubiertamente algunos aspectos del maquiavelismo, o bien, porque le
consideran el máximo expositor «de la realidad política tal como llega a
conocerla la razón natural» (Maravall).
Alvia de Castro publica en 1616 "Verdadera Razón de Estado. Discurso
Politico"; en 1621 "Aphorismos e Exemplos Politicos e Militares"; "Panegirico
genealogico y moral del Excelentmo. Duque de Barcelos" en 1628; etc..
Mientras permanece en tierras lusitanas escribe la obra "Memorial y
discurso politico por la muy noble, y muy leal ciudad de Logroño"
(1633). En ella rinde tributo a su tierra natal, "me ha parecido, dice
en su introducción, por hijo de V.S. y la obligación, que cada uno
tiene, según dice Platón, de servir a su patria, naciendo más para ella,
que para su bien particular, recoger en este Memorial...". Don
Fernando, en este mismo párrafo introductorio, lamenta "envio a V.S.
este sumario... que ayude a su justa pretension: y suplico reciba mi
buena voluntad, y animo, arto apesarado, que por las largas, y continuas
ausencias, que he hecho de ay, desde la niñez, que fuy a Salamanca...".
Confiesa que no pudo revisar toda la documentación debido a su corto
caudal y las obligaciones con su Majestad y la Patria "..si volviera ahi,
procurare con mucho gusto, y cuidado mio, apurar mas lo que aora apunto,
y recoger de nuevo lo que se hallare...".
Como
político y filósofo renacentista reclama se le permita adornar la verdad
con "cosas fingidas... no muy diferentes del asunto principal", para el
mejor conocimiento de este relato; claridad, juicio y verdad, "segun
dizen los Politicos son las partes que ha de tener la historia".
Comencemos, pues, esta lectura de nuestro pasado, siguiendo
el consejo del autor riojano "... sin la doctrina y el conocimiento de
las causas porque se hizo, o dexo hacerse una cosa, faltarà lo mas
principal, è importante, que se saca de las lecturas de las historias,
para acertar lo presente, y disponer lo venidero en nuestra
conveniencia".
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