Alero del edificio colindante con el Ayuntamiento de Santo Domingo de la Calzada en la Plaza Mayor.
 

 

 

1.- Introducción.

 

En su tesis doctoral, Creación literaria y autobiografía en Manuel Azaña, José María Marco Tobarra explica que, en el verano de 1926, el futuro Presidente de la II República Española se encontraba en Burgos formando parte de un tribunal de oposiciones a notarios. De esa estancia nos queda un cuadernillo titulado Castilla la Vieja: 1926. Se trata de una serie de apuntes breves tomados tras visitar Santo Domingo de la Calzada, Silos, Covarrubias, San Pedro de Arlanza y, en Burgos, el "Palacio de la Puta", los restos del palacio de la princesa de Éboli conocido popularmente como la "Casa de la Puta del Rey".

Observa acertadamente José María Marco Tobarra que este breve texto es testigo de la honda crisis personal por la que atravesaba Azaña en ese momento. Todo aparece teñido de tristeza e incluso de sordidez. Y añade que, además de esta impresión lúgubre, encontramos en este cuadernillo la fascinación que Azaña siente por lo popular en reacción a la "historia transformada en doctrina moral y en disciplina docente" que, según el autor de El jardín de los frailes, sus educadores intentaron inculcarle en El Escorial.

De su visita a Santo Domingo de la Calzada, Azaña nos dejó unas breves notas divididas en dos capítulos. Uno dedicado a Santo Domingo y otro dedicado a la procesión del entonces beato Hermosilla.

Tomo el texto de Manuel Azaña, Obras Completas, Ediciones Giner, Madrid, 1990, tomo III, p. 871. En la más reciente edición de Santos Juliá se encuentra al final del II tomo.

 

 

2.- El texto de Azaña.

 

1.- “Santo Domingo de la Calzada, cantó la gallina después de asada.”

 

El milagro:

 

Un matrimonio (iba a San Yago [Santiago]), con un hijo mancebo y guapo, posó en Santo Domingo. La moza de la posada se prendó del mancebo y le requirió de amores. El mancebo rehusó. Al marcharse, la moza escondió en las alforjas del mancebo unas alhajas. Ido, lo acusó de robo. Salieron en su alcance, le hallaron el cuerpo del delito y fue ahorcado. Los padres se llegaron de noche a la horca, a recoger el cuerpo de su hijo, y hallaron que vivía. Fueron en busca del alcalde, que estaba cenando un pollo, y diéronle cuenta del caso.

Se burló:

 —Cuando este pollo eche plumas y cante, vivirá tu hijo.

El pollo en la cazuela comenzó a echar plumas, se alzó y cacareó, vivo.

Tal es el milagro de Santo Domingo. En la catedral se conserva, en el hueco de un ventanal, un leño: “Madera de la horca del peregrino”.

Y tras una verja en una sobrepuerta, un pollo y una gallina blanca, vivos, que están allí desde la fiesta del santo (¿mayo?) hasta el otoño.

 

Primer devastador.

 

Santo Domingo rozó y taló los montes cerrados que cubrían la comarca. Todo lo hizo con una sola hoz. Lo cual es milagro. De la hoz se conserva en la catedral un fragmento, al que se tiene devoción. Pidiendo una cosa al santo, después de tocar la hoz y besarse los dedos, la concede.

 

En el trasaltar un Santo Domingo arcaico que parece un hombre de Cro – Magnon.”

 

2.- La procesión del beato Hermosilla, martirizado en el Tonkín.

 

La angosta calle de Santo Domingo de la Calzada. Cruz, pendones, la imagen del santo, barbudo y mitrado, a hombros de veintidós bigardos. En la plana unosdragoncillos chinescos. Efecto: siguiendo las andas el obispo de Calahorra, exactamente igual que el santo, mitra, barbas y ceño. El parecido es asombroso.

Seminaristas contritos. Clero. La banda de música. Una piña de beatas cerrando marcha.”

 

 

3.- Comentario del texto de Azaña.

 

Azaña, acompañado de Cipriano de Rivas Cherif, llega a Santo Domingo de la Calzada de la mano de su amigo y colaborador, el arquitecto y político logroñés Amós Salvador Carreras (Logroño, 1879 - Madrid, 1963), cuya esposa Josefa Álvarez Caraballo y Prieto poseía en la ciudad propiedades urbanas y rústicas. También las tenía en Villalobar, Tormantos, etc., y por todas ellas recolectaba de 6 a 8 mil fanegas de trigo. D, Josefa era dueña, además, en Burgos  de la finca agrícola conocida como la «Casa la Vega», e igualmente de algunas otras fincas en Gamonal y otras poblaciones.

Será también Amós Salvador el que, en esta misma estancia burgalesa de 1926, les anime a visitar las ruinas del antiguo Real Monasterio de Nuestra Señora de Fresdelval. Un monasterio jerónimo fundado en el siglo XV y situado en las cercanías de la ciudad de Burgos, concretamente entre las localidades de Villatoro y Quintanilla Vivar, que le inspirará a Azaña su novela inconclusa Fresdeval.

En Santo Domingo, Azaña se interesa primeramente sólo por lo más tópico y popular que es el milagro del gallo y la gallina. Encabezándolo por el conocido dicho popular, hace un novelado relato pícaro del prodigio y localiza la reliquia de la horca en la catedral.

Luego se interesa por el santo y con sarcasmo reduce su labor colonizadora y civilizadora a pura y simple devastación. Para él santo Domingo es un salvaje primitivo, un puro y elemental cromañón.

Añade Azaña, además, una anotación sobre la procesión del entonces beato Hermosilla.Azaña no siente ningún interés tampoco por la vida y obra de Jerónimo Hermosilla y Aransaez (Santo Domingo de la Calzada, 30 de septiembre de 1800 - Hai-Duong, Vietnam, 1 de noviembre de 1861).

Jerónimo Hermosilla, de muy humilde origen, tras aventuras y desventuras varias, logró su deseo de convertirse en misionero dominico en Tonkín, en el norte del actual Vietnam, desde 1829. En 1841 fue nombrado obispo de Tonkin, tras el asesinato de Ignacio Clemente Delgado. Jerónimo, durante 17 años, desde lugares aparentemente seguros, consiguió mantener, a pesar de todos los pesares, en plena actividad a su iglesia del silencio. Desde 1858 se escondía en cuevas para no ser apresado, desde donde escribiría sus todavía hoy admirables cartas de cautividad dirigidas a los católicos convertidos. Finalmente fue capturado junto a Valentín de Berriochoa y Pedro Almató Ribera por las autoridades vietnamitas tras la traición de un soldado apóstata, en la persecución que el emperador Tu Duc había decretado contra los cristianos. Fue torturado en una jaula de 1,20 m de altura y decapitado junto a sus compañeros en Hai-Duong el 1 de noviembre de 1861. Al ser acusado de ejercer labores de agente extranjero imperialista contestó que él se limitaba a predicar al Dios único y verdadero a los que querían escucharlo y a fomentar en ellos el deseo de hacer el bien y de evitar el mal, para beneficio suyo y de los demás.

Jerónimo Hermosilla es un ejemplo de genio organizativo, de fomentador nato del bien común y de defensor de la libertad de conciencia.

Pero nada de esto interesa a Azaña. En su apunte queda clara su visión de la, en su opinión, España negra y su atención alo popular. No se informa bien. El inteligente y muy bien formado e informado D. Fidel García Martínez(Administrador Apostólico de la diócesis de Calahorra – La Calzada de 1921-1927 y Obispo de la misma de 1927-1953) nunca llevó barba, ni apariencia parecida a la descrita.

Resumiendo, Azaña en su visita a Santo Domingo de la Calzada, se enteró de poco y lo que llegó a saber, lo entendió al revés. No es que le faltara capacidad intelectual o sensibilidad artística; lo que le sobraban eran prejuicios.

La tragedia del liberalismo español es que  casi siempre fue doctrinario y por lo tanto, autoritario hasta rozar los límites del puro totalitarismo. Azaña es un muy logrado modelo de ello. Azaña quería una España moderna y europea, pero creía que para ello España tenía que abominar de su historia, sobre todo de sus raíces católicas. Era la losa del sepulcro que le impedía resucitar, levantarse joven y plena de actividad vital.

No exagero. Voy a transcribir la última parte de estos apuntes del verano de 1926. Son las notas referidas a San Pedro de Arlanza y a la ciudad de Burgos. No tienen desperdicio. Fíjense en la posible identificación de Azaña con  Hipólito, una de sus creaciones literarias.

Véase el texto de Azaña:

 

“San Pedro de Arlanza. Al borde de un río en un hondo. Molino. Derruido todo. El primer potro, se mantiene. Angosto, hondo sombrío. Allí vive la dueña, sorda.

 

La desolación de las restauraciones imaginarias.

 

Hipólito, abrumado por las ruinas. Lo que pesa todo esto. Violentos impulsos de arrancarse esta grave dalmática.

 

El Palacio de la Puta, noble y gracioso convertido en cochiquera.

Relacionarlo con el ambiente moral burgalés, que es, en efecto, lo más típico y puro de la Castilla cantada por los patriotas. Se profesa aquí la religión nacionaloficial, y no otra. Esto es lo que da de sí la vieja tradición. Los sepulcros (Burgos). Ninguna vida. La comprobación es que Burgos se compone de capitanía, audiencia, gobierno etcétera, jesuitas, carmelitas, etcétera, y ruinas. Historia transformada en doctrina moral y en disciplina docente.

La francesada. El pendón de las Navas. Inglaterra nos separa de Portugal.

 

¿Cuándo ha sido vital este pueblo? La catedral. La capilla del Condestable. Orgullo y gracia. Poderío.

El sepulcro de Padilla en Fresdeval (sic), hoy en el museo.

 

Es un país estropeado por sus pobladores.

 

Las alamedas. Orillas del río. Las lavanderas. Es lo que dura. Brillo del sol en el agua. Silencio marginal.

Las redondas colinas y lomas de alrededor. La chopera del hospital.

 

Más historia: Teodorico en el Espolón. Los reyes del arco.

 

Es claro: Una noche, saliendo del casino varios jóvenes, oyeron la campana de la cartuja tocando a maitines.

            — ¿Oís? ¡Esa me llama! — y se entró cartujo.

 

También hay un portugués ilustre.

 

Lo que importa es la reacción de Hipólito. Una angustia, un dolor, una maldición , un desprecio, un rompimiento, un deseo de cometer una acción inmoral y bárbara.

Quería también librarse del afán restaurador.”

 

 

Azaña, “Castilla la Vieja: 1926”, Obras completas, t. III, Edi. Giner, 1990, p. 873.

 

 

 

 

 

 

 

De cómo Manuel Azaña Díaz visitó Santo Domingo
de la Calzada y no se enteró de casi nada

 

 

Antonino M. Pérez Rodríguez
Catedrático del IES “Lope de Vega” de Madrid