Azárrulla, aldea del valle de Ezcaray en La Rioja en las estribaciones de la Sierra de la Demanda

 
 

     En la presente lista se recopila una selección de los principales topónimos de origen euskérico que podemos encontrar a lo largo y ancho del territorio riojano. El volumen total de este tipo de elementos es, no obstante, mucho mayor, especialmente en la zona del Alto Oja-Tirón (Ojacastro, Valgañón, Ezcaray, Fresneda de La Sierra Tirón, Pradoluengo, etc), y para un mayor conocimiento del particular remito al lector a mi trabajo especializado sobre el tema.

     Señalemos igualmente el detalle de que, para realizar esta relación de nombres, se ha partido de un planteamiento geográfico en el que, además del territorio perteneciente a la actual Comunidad Autónoma de La Rioja, se han incluido municipios pertenecientes a espacios periféricos, como la “Riojilla Burgalesa”, la Rioja Alavesa, o las Riojas Navarra, Soriana y Aragonesa, que a pesar de pertenecer a comunidades diferentes, por sus características naturales y humanas pueden ser considerados también como espacios plenamente definibles bajo el concepto “Rioja”. (ver mapa)

     En concreto, el criterio general para definir el ámbito clasificable bajo esta denominación, ha venido siendo desde siempre el fluvial, considerando como espacio riojano al conjunto de pequeños valles cuyos ríos desaguan en el Ebro, y que se extienden desde el Tirón hasta el Queiles, a lo largo del Sistema Ibérico Norte (antiguamente denominado “Montes Idúbeda”), a los que se añade el espacio situado entre la Sierra de Cantabria y el Ebro (desde Las Conchas de Haro hasta el Ega), íntimamente ligado a las poblaciones vecinas de la otra orilla, y denominado tradicionalmente “Sonsierra Navarra”.

 

     

      

 

 

 

A

 

ÁBALOS

 

     Arana (Harana): “El valle”. De haran = “valle”, más el artículo singular -a.

 

     El Hoyo Volarán (Bolaran): “Valle del molino”. Se trata claramente de un compuesto con el componente haran = “valle, hondonada”, más un primer término que parece ser  bola / bolu = “batán o molino”. Nos encontramos pues ante una típica tautología (repetición de un mismo concepto dentro de un solo topónimo), en el que se juntan el romance hoyo (el cual en toponimia suele tener el valor de “hondonada” o depresión del terreno en general) con el término vasco haran.

 

     Zarabel: Podría tratarse de un nombre surgido de un hipotético *zara-beltz = “jara negra” (un tipo de arbusto).

 

 

ABLITAS

 

     Arapa: Tal vez no sea más que una simple variante de garapa = “racimo de uva que queda en la viña”, con aféresis de la G- inicial. El nombre aparece ya en la forma actual arapa en documentos de los años 1542 y 1822.

 

     Bajabón (Basagune): “Lugar de bosques”. De basagune = “lugar de bosques”, término aún vivo en el euskera moderno, y que se ha formado como un compuesto a partir de baso (en composición basa-) = “bosque”, y -(g)une = “lugar, espacio en general”.

     No es imposible de todas maneras una explicación alternativa a partir de basa = “lodo, barro, cieno”, ya que baso / basa- por un lado, y basa por otro, se confunden continuamente en el vocabulario y toponimia vascas, a pesar de sus diferentes sentidos.

 

     Ubeta (Ubeta):  “Las aguas” o también “El regadío”. De ureta = “las aguas” o “inundación, avenida de aguas”. El sufijo -eta presenta una cierta ambivalencia debido a su doble sentido de desinencia de plural (a través del cual podemos interpretar a ureta como “las aguas”), y a la vez indicador de “realización” o “acción” (así, ureta también puede ser entendido como “inundación de agua”), aunque en este contexto no hay duda de que el nombre define un lugar sometido a las avenidas del Queiles, así como a las actividades humanas de regadío. Por otra parte, el paso -R- > -B- / -G- no presenta ningún problema fonético, ya que ur =”agua” se deforma constantemente al formar compuestos en ub- / ug- (recordemos formas como ubarte, ubaran, ubar, etc…).

 

 

AGONCILLO

 

     Vinea Zamaka (Zamaka): “Leña”. De zamaka = “leña gruesa de árboles en general”. Es el último de los topónimos de aspecto vasco del año 1056.

     Zamaka es un término muy extendido en la toponimia tanto de La Rioja como de la zona navarra más próxima a ésta, tratándose sin duda del mismo zamaka que suele venir definido en los diccionarios como “rama gruesa que sirve de tronco en los montes”.

     Los paralelos en ámbito vascófono reciente son extraordinariamente abudantes: Zamaka en Arandigoien, Barbarín y Grocin (Navarra), Zamakidoi (< zamaka-idoi = “laguna de leñas”) en Gallipienzo, Zamakadia (con el sufijo abundancial -di) en Aberin,  Zamakazeta (con abundancial -tza y desinencia de plural -eta) en Oteiza, Zamakola (con ola = “cabaña o chozo pastoril”) en Dima (Vizcaya), etc.

 

 

AGUILAR DE CODÉS

 

     La Gorgoz: Recuerda a expresiones como gorgots / gorgotz = “conveniente, adecuado”, y gorgotx / gorgoitx = “envoltorio del grano del lino”, pero es difícil saber a qué hacen referencia a nivel toponímico. Es posible que esté relacionado con garkotx = “nuca”, que en toponimia tiene el sentido de “punto elevado”.

 

     Vidajo: Documentado como Vidaxo en 1705, y Bidaxo en 1725, parece una forma ya bastante castellanizada de *bidatzu = “caminos, lugar de caminos”, quizás con el valor aproximado de “encrucijada de caminos”, o algo parecido.

     No obstante, tampoco se puede descartar una etimología alternativa a partir de *bide-aso = “camino mayor”, que parece estar presente en el nombre del conocido Río Bidasoa.

 

 

AGUILAR DEL RÍO ALHAMA

 

     Cañada Tarra: Parece estar relacionado con la voz vizcaina tarro = “encañada, barranquillo”, la cual se trata de una simple variante con la clásica T- inicial (producto de extracciones analógicas en compuestos, así como de restos de antiguas consonantes perdidas) del común arro / arru = “hondonada, foz, barranco”, del que por cierto Mujika da una variante suletina en la forma arra.

 

     Gutur (Gotor): “Terreno abrupto, áspero”. De gotor / kotor = “fuerte, duro, robusto”, concepto que en toponimia describe terrenos muy empinados y con salientes pedregosos (en euskera actual kotor = “peñasco, terreno escabroso”, mendi kotor = “monte empinado, rocoso”).

     Se observa el típico cierre vocálico riojano -O- > -U-, el cual en este caso es bastante antiguo, ya que el topónimo aparece como Guturr en 1276, habiendo dado lugar también al vecino Valdegutur. De hecho, en el propio euskera se observan evoluciones de esta misma raíz hacia fonetismos similares, pues el verbo kuturtu = “forzar, obligar, someter”, no es más que el resultado de una extensión del concepto de “fuerte, robusto” de gotor / kotor, lo que revela la existencia de antiguas variantes del término con -U-.

     El mismo término se repite enGotor (provincia de Zaragoza, junto a Calatayud), así como en Guturribai (= “río del costarral”) de Galdácano (Vizcaya).

 

 

AJAMIL DE CAMEROS (ATXAMIL)

 

     Ajamil de Cameros (Atxamil): “Despeñadero”. De atx / (h)aitz = “peña”, y amil / anbil, componente que suele expresar la idea general de “rodar, marchar pendiente abajo”, y que ha dado lugar a gran cantidad de compuestos como harramil = “peña suelta que rueda monte abajo” (harri / harr- = “piedra, peña”), elurramil = “avalancha de nieve” (elur = “nieve”), uramil = “arroyada, riada” (ur = “agua”), e incluso formas aún más curiosas comogarramil = “llamarada que se escapa del fuego (gar = “llama”).

     Aunque un compuesto en la forma *atxamil tal cual, no se encuentra documentado en la lengua vasca moderna, sí que aparece en el diccionario de Mujika un verbo aitzamildu con el sentido de “despeñarse, desriscar”, que se deriva inequívocamente de un antiguo *(h)aitzamil, construido de la misma manera que harramil (recordemos que harri y (h)aitz / atx son sinónimos), lo cual prueba con relativa seguridad la traducción del topónimo.

     En efecto, Ajamil se encuentra bajo el monte de Las Quebrantadas, cuyo vértice es el pico de Piedra Mujer (1.427 m.), y que parecen ser en gran medida las versiones romances de la misma idea que transmite el nombre primitivo del pueblo.

 

     Las Alcortas (Alkorta): “Los establos de ovejas”. Algorta o alkorta es un genérico muy extendido por la geografía del mundo vascófono antiguo y moderno, resultado de la unión de ardi (en composición simplificado en art-) = “oveja”, y gorta / korta = “cuadra, establo”. En este caso se observa el añadido posterior de una -s de plural romance.

     Existe un topónimo similar en Fresneda de la Sierra Tirón.

 

     Aranzago (Arantzago): “Allende”. De (h)arantzago = “allende”, término construido a partir de (h)arantz = “hacia allá”, y el sufijo de comparativo de superioridad -ago = “más”.

     Se trata efectivamente de un rincón que, desde el punto de vista del pueblo de Ajamil, queda oculto detrás de las faldas del monte Piedra Mujer: es decir, se sitúa al otro lado de esta montaña.

     La idea general de lugares que se encuentran “allende, al otro lado” goza de una enorme extensión en la toponimia de cualquier lengua, y en el caso riojano se repite en el antiguo nombre de la Sierra de la Demanda, “Alandia” o “Arandio”, que es otra forma vasca de expresar el mismo concepto.

     Señalemos como curiosidad queAranzago tiene el interés filológico de aportarnos un testimonio de la presencia del sufijo comparativo de superioridad vasco -ago dentro del corpus toponímico riojano.

 

     Torremuña: Amuña es un antiguo antropónimo vasco que significa “abuela”. Como ejemplos de la documentación medieval acerca de la localidad podemos señalar formas como Tor de Amunia en 1044, y Torramunna en 1198.

 

     Las Urdantes: “Las pocilgas”. De urdande / urdantei = “zahurda, pocilga, cochiquera”. El nombre se ha castellanizado añadiéndole el pluralizante castellano -s y perdiendo la -I final, aunque este último detalle, como se puede ver, también sucede en el habla vasca.

 

 

ALBELDA DE IREGUA

 

     Garrón: ¿Vendrá tal vez de *ugar-une = “lugar de barros”, como en el caso de Ugarrón (Navarra)?

 

     Harat Albelda: Durante la Edad Media existió una aldea cercana a la actual Albelda, que aparece con formas como por ejemplo Harat Albelda en 1060, Haratalbelda en 1196, y Arat en 1151, Uilela Darat en 1151, Farataluelda 1292, Arratalbelda 1464, y Artaalbelda / Artalbelda / Artarabelda en 1465.

     Aunque Albelda se trata de un nombre árabe (o al menos fuertemente arabizado), cabría la posibilidad de que el componente harat- fuera de origen vasco, y estuviese relacionado con términos como harat / hartara = “allá”, o haratago = “más allá”. Harat-Albelda sería por tanto algo así como la “Albelda que está más allá”, es decir, una especie de barrio o aldea vecina del mismo nombre pero situada un poco más allá de la aldea central.

     También se podría pensar en la presencia aquí del ubicuo término riojano la rate = “zona de leñas”, formando un compuesto del tipo *La Rat(e) de Albelda. En todo caso, todas estas ideas deben mantenerse todavía en el terreno de la hipótesis, aunque disponemos de otros ejemplos muy expresivos de híbridos vasco-arábigos como Benifederra / Beneguerra (Ezcaray).

 

     Río Iregua (Erroka): “Barranco, arroyo”. De *erroka / *eroka, variante de erreka = “arroyo, regachuelo”. La existencia de esta forma se confirma cuando analizamos en detalle la amplia familia de términos emparentados con erreka, como (h)erroka / herronka / herrenka / herreka = “fila, hilera, línea”, variantes de lerroka / lerraka / lerrunka = “en fila, en hilera”, areka = “acequia, zanja, cuneta”, y arenka / erenka = “fila, grupo” (que confirman la existencia de formas en -R- simple), que son derivados de voces como lerro = “fila, línea, raya”, o erron = “fila”, kerro-kerro = “en fila”. De hecho, aunque erreka esté en la actualidad estabilizado con el sentido principal de “arroyo”, en principio no significaba otra cosa que “surco, zanja”, y por extensión “línea, raya”, como sus variantes arraka = “hendidura”, erka = “surco”, errekada = linea, renglón, fila”, etc. En origen todos estos términos deben de ser derivados de los antecesores directos de voces como arro / arroka = “barranco, hondonada”, y erren = “interrupción, corte”.

     La denominación del río riojano aparece con gran variedad de formas a lo largo de la Edad Media, y de hecho es posible seguir su evolución fonética con gran precisión. Con la forma “Erroca” tal cual se documenta en el año 931, Eiroka en 924, Irriguam hacia los años 917-925, rivo de Iroga 1040, Iruega / Iroga 1044, Iroga 1054, Erueka 1063, Eiroca hacia 1094-1108, Iroga hacia 1100, riuus de Eroga 1135, Hiroga 1165, Eyrocam 1167, Iroca 1185, Iruega 1187, Iregua 1187, in Riuo Iroce 1200, etc.

 

 

ALBERITE

 

     Valdegastea (Gaztea): “Valle de Gaztea”. Se trata de una hondonada que debió de pertenecer a un individuo llamado Gaztea, nombre personal relacionado con García, y que deriva del euskera gazte / *gartze, más el artículo -a = “el / la”: gaztea = “el joven, el muchacho”. En la Edad Media gozó de tanto éxito, que pasó también al francés bajo la forma garçon = “muchacho”, y al occitano en Gastón (nombre personal).

 

 

ALCANADRE

 

     Soto de Gorria: En 1156 se nombra la existencia de un “Sotho de Gorria” situado en la aldea de Aradón, junto a Alcanadre, que parece la versión euskérica del “Salto Roio” del mismo lugar citado en un documento escrito alrededor de 1067.

     Para explicar el nombre hay que pensar que, o bien el adjetivo “rojo” se refiere a una característica del entorno (gorri en toponimia suele transmitir la idea de “pelado, raso”), o bien se deriva del apelativo de un antiguo dueño del lugar, gorria = ”el rojo o pelirrojo”, el cual es, por cierto, muy habitual en la onomástica riojana medieval. Véanse a este respecto los varios ejemplos que analizo en el capítulo dedicado a la onomástica.

     De todas formas, es bastante difícil decidirse por una de las dos explicaciones, así como entender el motivo de que la forma euskérica sea cronológicamente posterior a la romance. En este caso la mano ultracorrectora de un escriba pudo traducir la primera cita, que tal vez se correspondía con un primitivo *zaldu-gorria, parcialmente conservado en la segunda referencia.

 

 

ALESANCO

 

     Irache (Iratze): “Helechal”. De iratze = “helechal, lugar de helechos”. El nombre de este lugar, perteneciente en la actualidad a Alesanco, podría ser el continuador de otro que aparece citado abundantemente en tiempos medievales, como Sancta Maria de Iraggi en 1069, Iraggi en 1076, Irasce en el s. XII, e Yrachi / Yrache en 1494, aunque hay quien lo sitúa junto al puente de hierro en Arenzana de Abajo.

 

     Hoya de Zubia: En un testimonio de 1494 se documenta la existencia de un lugar conocido como “Foya de Subya”, cercano al monasterio de Cañas. Su traducción no plantea ningún problema a partir de zubi = “puente”, con el típico artículo singular -a.

 

 

ALESÓN

 

     Balza (Baltza): De baltza = “negro” (dialecto vizcaino), utilizado como apelativo para personas, por lo que es posible que se trate del apodo de un antiguo propietario del lugar, aunque no hay que olvidar que en toponimia el concepto de “negro” o “montenegro” se suele utilizar para describir parajes cubiertos de un denso manto de vegetación de color oscuro, como son encinas y sabinas, aunque también para definir vaguadas umbrías y sombreadas.

 

 

ALFARO

 

     Graccur(r)i: “Villa de Graccho”. De Graccho = nombre de tribuno romano que conquistó la región en el año 179 a.C., y (h)uri / (h)urri = “villa, lugar poblado”. Se trata junto con su predecesor Ilurci, del más viejo topónimo documentado en La Rioja, así como la palabra euskérica más antigua que se conoce, ya que esta fecha es muy anterior a los nombres que aparecen en las estelas aquitanas —la mayoría de ellas de los siglos I-III d.C.—. Además resulta ser una prueba de gran valor para demostrar que el tipo de construcciones tan habituales en toda la toponimia riojana de “Nombre de propietario” + (h)uri = “villa” es claramente de origen prerromano —y por tanto también la presencia del euskera en la comunidad—, y no simple resultado de repoblaciones medievales de vizcaino-alaveses en la Edad Media. Graccur(r)i se asentaba en el actual término alfareño de las “Eras de San Martín”.

 

     Zurruqui (Zorroki): “Ramulla de encina”. Del antiguo término *zorroki, que sólo ha sobrevivido en la forma vizcaina txorroki (la TX- inicial es una marca de diminutivo, siendo seguramente la forma en Z- la primitiva) = “hojas de encina que se dan al ganado”.

     En efecto, quedan aún en el lugar pequeñas formaciones de encinas achaparradas, que antaño sufrían un intensa explotación para pastos y leñas, pero que en la actualidad gozan de protección por su gran valor ecológico.

     El topónimo ha experimentado el habitual cierre vocálico O > U que se produce en toda La Rioja.

 

 

ALMARZA DE CAMEROS (INCLUYE RIBABELLOSA)

 

     Peñas de Admuel o Azmuel (Armol): González Bachiller piensa que el nombre se relaciona con la planta denominada “armuelle”[i]. Sin embargo, a la vista de las características del lugar, una asociación con el euskera armol = “pedregal” (de (h)ar-, variante en composición de(h)arri = “piedra, peña”), parece más que razonable.

     La evolución fonética *armol > *admol > admuel es sumamente fácil, ya que se debe simplemente a una confusión -R- ~ -D-, típica del euskera, y a una diptongación romance -O- > -UE.

 

     Velandia (Belandia): Quizás se trate del nombre de una persona propietaria del lugar. En efecto, en un documento de 1486 se menciona a un tal Velandia de Santo Domingo de La Calzada. Si así fuera, hay que señalar que Velandia puede ser interpretado comobela-handia, con bele / bela = “cuervo”, y handia = “grande”, es decir, literalmente “el gran cuervo”, concepto nada extraño en la psicología antigua de la lengua vasca, donde los apelativos derivados de diversos animales son relativamente frecuentes.

 

 

ANGUCIANA

 

     Río Ea:  Una derivación a partir de (h)ega / (h)ego = “ala, alero”, pero en toponimia “ladera”, sería bastante posible, recordando por ejemplo el caso del río navarro Ega, que debió de recibir su apelativo de algún lugar costanero por el que pasaba.

     Sin embargo, una explicación alternativa mediante la voz e / ehe = “lejía, agua de la colada”, a la que se le habría añadido el artículo singular -a, sería sumamente interesante, pues nos evita tener que plantear la caída de la -G- intervocálica de la hipótesis anterior, y además ideológicamente cuadra perfectamente con un contexto preindustrial, en el que el lavado de ropa y cacharrería de cocina se realizaba en los mismos cursos fluviales.

 

     Oreca (Goreka): “El llano”. De oreka / ordeka = “llano, liso, equilibrio”. Actualmente la palabra oreka define en euskera la idea de “estabilidad” o “equilibrio”, mientras que el concepto de “terreno llano, explanado” se ha fijado en su variante ordeka. No obstante, ambas formas no son sino simples alternancias fonéticas de un mismo término original[ii].

 

     Zarra: “Escoria”. De zarra = “escorias de hierro”, y también “cosas viejas en general”. Es una variante del anciano adjetivo zahar = “viejo” (documentado ya desde hace dos mil años).

 

 

ANGUIANO

 

     Gastelupe (Gaztelupe): “Bajo el castillo”. De gaztelu = “castillo”, más el elemento -pe = “bajo, debajo”.

 

     La Irantia: Se podría plantear la derivación de este nombre a partir de un hipotético *iran-teia / irantegia = “establo de chivos castrados”, con *iran, variante de iren = “castrado, macho cabrío castrado” (obsérvense las oscilaciones fonéticas irendu ~ irandu = “castrar”, que implican la existencia de una variante dialectal *iran), más el clásico tei / tegi = “cualquier tipo de chozo o establillo para guardar animales”, el cual puede deformarse en -TI.

 

     Vizcarrín o Vizcarain: En principio parece un antiguo derivado de bizkar = “loma, ondulación del terreno”, más otro elemento que podría ser gain = “cumbre, extremo”, aunque no está del todo claro.

 

 

LOS ARCOS (ARKUETA)

 

     El de Los Arcos resulta un caso sumamente interesante, ya que en la actualidad su toponimia de raíz euskérica solamente tiene una presencia testimonial, y sin embargo, en cuanto se echa mano de la documentación antigua, surge todo un amplio corpus de nombres vascos. Esta situación revela una vez más el intenso retroceso de la lengua vasca por todos los costados.

 

     Los Arcos (Arkueta): Acerca de cuál fue el nombre euskérico de la población existe una larga polémica, resumida perfectamente por M. Belasko[iii]. Tal vez la teoría más aproximada a la realidad sea la que propuso hace años Jimeno Jurío, y que fue apoyada después por Irigoyen, que consideraba a la expresión «Ponte de Arqueta» registrada en el fuero de Estella, como la forma vasca para denominar al lugar. La equivalencia vascuence-romance arkueta = los arcos es absoluta, y parece por tanto muy lógico dar por correcta esta explicación, aunque el tema queda pendiente de la aparición de otros testimonios que confirmen la idea, ya que de momento su presencia en exclusiva en el fuero de Estella abre un margen de duda.

     Lo que si parece bastante seguro es que la forma «Urancia» de la crónica del Pseudo Turpín —actualmente vasquizada a nivel ortográfico en «Urantzia»—, debe de hacer referencia a otro lugar.

 

     Carasol de Guissalza (Gisaltza): topónimo de 1712, derivado claramente de gisaltza = “aguas salobres, saladas”.

 

     Larra: “Prado”. Topónimo de 1611. También podría tratarse de una variante de larrate / la rad, ya sumamente deformada.

 

     Lope Errdara: Aparece en una cita de 1395, y hace referencia sin duda a una persona hablante de romance, ya que erdara es la expresión utilizada en euskera para definir las lenguas diferentes a ella, y especialmente las romances.

     Este caso sería de gran interés, ya que indicaría que por aquellos años una persona hablante de romance era lo suficientemente poco habitual, como para ser individualizado por los euskaldunes. Esto podría indicar un uso mayoritario de la lengua vasca en la zona.

 

      Olibadoya (Olibadoia): “El olivar”. De oliba = “olivo”, el sufijo abundancial -doi / -dui, más el artículo singular -a. Aparece como Olibadoya en 1707, Olibadoia en 1712, y Libadoya en 1894.

 

     Roitegui (Erroitegi): “Grajera, lugar de cuervos”. De *erroitegi = “lugar de cuervos o grajas” (de erroi = “cuervo, graja, ave carnivora”, y tegi = “lugar”). Aparece documentado como Raytegui en 1395, Roitegui en 1439 y 1600, y Roytigui en 1472, teniendo un buen paralelo romance en «La Grajera» de Logroño.

 

 

ARENZANA DE ARRIBA

 

     Laturra (Iturri): “La fuente”. Parece ser una más de las muchas formas fuertemente alteradas, que se documentan a lo largo de toda La Rioja del antiguo iturri. El segmento inicial LA- lo mismo podría ser el artículo femenino romance, como el último resto de un primer componente desaparecido.

 

     Valdarba: Híbrido romance-vascuence a partir de val = “valle” y arba = “leña, rama en general”.

 

 

ARMAÑANZAS

 

     Larbea: Acaso de*harbea = “el (lugar) bajo la peña”, con añadido del artículo singular castellano la, aunque también se puede pensar en *larrabea = “bajo el prado”, o “prado bajo”. Tampoco se podría descartar una derivación desde el romance la albea = “cauce fluvial”.

 

 

ARNEDILLO

 

     Humineta: Umin / urmin tiene en euskera literalmente el sentido de “hidropesía” o “retención de líquidos”, y aunque en este ejemplo quizás se haya utilizado para describir un lugar cargado de humedad, no está del todo claro su uso en toponimia. Tal vez sea mejor partir de una forma primitiva para el topónimo del tipo *hur-mineta, considerando un sentido inicial para min de “lengua o brote”, que le cuadra bastante mejor que el de “enfermedad” que se le da en el compuesto umin, traduciendo pues el nombre como “los manantiales”.

 

     Barranco Larrasca: Podría derivar de larraska / larrazka = “pequeña dehesa acotada, pastizal, terreno inculto y costanero, aprovechable para pasto”

 

     Ziburra: Teniendo en cuenta el habitual cierre vocálico -O- > -U- que se da en muchos topónimos riojanos, en este caso quizás debamos retrotraernos hacia una forma primitiva *ziborra, relacionada con el euskera zilborra = “la barriga, vientre”, que en toponimia puede tener el valor de “cerro” o “colina”. Tampoco hay que perder de vista un término como zimurra = “la arruga, el doblez”, que describiría un terreno fragoso y empinado, lo cual cuadra perfectamente con el emplazamiento de este término, ya que se trata de un profundo barranco entre laderas empinadas. Por último, no hay que olvidar zidor / txidor / txigor / ziur = “sendero”, que primitivamente significaba “estrecho”, y que, ante las características del lugar, tiene muchas posibilidades de estar en el origen del topónimo.

 

 

ARNEDO

 

     Las Arañas: Parece tratarse de una adaptación a la fonética y morfología romance del euskera arcaico *haraina = “el valle, la hondonada”, antecedente del moderno harana, y presente en varios puntos de la toponimia navarra.

 

     La Guerra, Alto Guerra, y Trasguerras: Pequeña serie de topónimos que portan el componente guerra, el cual podría tratarse de una última resultado muy deformado por la fonética romance del euskera gorria = “rojo/a, pelado, carente de vegetación”.

 

     Peña Isasa (Isasa): “Ulagar, escobar”. De isasa / isats = “ulaga, retama, escoba, arbustillo espinoso de flores amarillas, y en general cualquier clase de arbusto espinoso”.

     Actualmente existen dos peñas conocidas con este nombre, situadas justo a ambos lados de la población de Préjano, por lo que es posible que en principio la expresión se utilizase para designar a toda la comarca, que aparece cubierta de un manto de vegetación seca y espinosa, adaptada al árido clima local.

 

     Planarraga: Aparece como Plana La Raga en 1863. Podría ser un apellido, apodo o referencia a la población navarra del mismo nombre, aunque si se tratase de un topónimo original, su traducción sería sencilla a través de *larra-aga = “donde el prado”.

 

 

ARRÚBAL (HALUBARRI)

 

     Arrúbal (Halubarri):“Noval, terreno nuevo”. De al(h)or / alur (en composición alo- / alu-) = “pieza, terreno agrícola”, y barri = “nuevo”.

     En documentos medievales aparece como Halubar 1079, Helubar 1121, Aluhar 1162, Eluuarr 1177, Haluuar 1200, Haluar 1205, etc, aunque es la forma más antigua Halubarri (1042) la que nos da la clave para la interpretación del topónimo, y la que además nos indicaría que el término vasco alhor / alur, presentaba en tiempos antiguos una H- inicial, derivada de la consonante inicial que portaba originalmente (recordemos la existencia de la voz íntimamente emparentada zeldor = “planicie, llanura”), y que sin embargo en el habla moderna ha desaparecido sin dejar rastro. Igualmente, la alternancia E ~ A de las formas Helubarr / Haluvar parece ser la traslación del fenómeno que se observa también en los términos euskéricos arlo / erlo, del mismo significado y origen que alor / alhor.

     En el ámbito navarro, contamos con abundantes ejemplos del compuesto alorberri, en la toponimia menor de lugares como Larraun, Oláibar o Arce.

 

     La Ibaya (Ibaia): “El río”. De ibai = “río”, más el artículo singular -a.

 

 

AUSEJO

 

     Almandegui (Almandegi): Antigua aldea de Ausejo, en la que parece verse bastante claro el componente -degi = “lugar”, siendo el primero más problemático, aunque podría ser el mismo de Almándoz (Navarra), donde quizás subyace una variante del antropónimo germánico Armando. Otra interpretación alternativa a partir del euskérico(h)armendi = “monte de piedra”, es igualmente posible. También se podría pensar en amanda / armenda = “almendra”.

 

     Valdemingañas: “Val de puntas”. Mingaina = “la punta de la lengua”,  por extensión “punta en general”.

     A la vista de lugares como el Cerro Mingaña en Ezcaray, parece claro que este término fue usado para nombrar elevaciones del terreno. Observamos por tanto, un nuevo ejemplo de integración en el léxico local romance de antiguos elementos del vocabulario vasco.

 

 

AUTOL

 

     Casa Rizandia: Quizás de *harritza-handia = “el gran pedregal”, con harritza = “pedregal, peñascal”, handia = “grande”, más el artículo singular -a. El lugar se sitúa bajo una serie de pequeños cerros resecos, donde se encuentra el paraje de La Pedregosa, detalle que parece confirmar esta etimología.

 

     Turrax o Turras (Iturri-atx): A la vista de los muchos ejemplos que aporta la toponimia de La Rioja Occidental, en los que el viejo iturri = “fuente” evoluciona hacia formas como iturra o turra, parece que en este caso también nos encontramos ante una evolución similar. La duda únicamente reside en si la terminación en -AS / -AX es consecuencia del añadido de la desinencia de plural castellano -s, o si, por el contrario, podemos pensar en otro componente también euskérico, atx = “peña”, que habría constituido un compuesto como*iturri-atx = “peña de la fuente”.

     Turrax es un término sumamente amplio, que incluye zonas llanas y colinas pedregosas, en uno de cuyos rincones se encuentra el término de La Peñaza, justo entre los lugares del Carasol de Turrax y los Cabezos de Turrax, punto del que además parte un barranco, por lo que parece que en efecto, una etimología que incluyera el término atx sería plenamente coherente con las características de la zona.

 

 

AZUELO

 

     Alto de Arguín: Seguramente de *hargain = “cumbre de piedra, cumbre de la peña”.

 

     Las Coguchas (Kokotza): “Las cumbres”. De kokotz / kukutz = “cumbre, cúspide, extremo de una montaña o cerro”, más el artículo singular -a. Formas como cogucha, cucuchas, cucuza, cocucha, coguza, etc, están muy extendidas por la toponimia riojana, especialmente en la zona de Cameros.

 

     Sierra de Ioar: Desde hace ya un tiempo se ha extendido la explicación que el nombre Ioar, en origen empleado solamente para definir una zona concreta de la Sierra de Codés, podría derivar de joare = “cencerro”, pues una de las cumbres de la serranía se denomina en efecto Peña de los Cencerros. No obstante, da la sensación que Ioar es el último resultado ya bastante alterado de un antiguo topónimo, que en origen pudo presentar un aspecto ligeramente diferente. Sin ir más lejos, podríamos pensar también en iyoera / ioera / igoera = “subida, ascenso”, e incluso en joarri = “piedra arenisca”.

 

 

 

B

 

BADARÁN (BADARAN)

 

     Badarán (Badaran): “Val de prado”. Del euskera vizcaino bedar / *badar = “hierba, herbazal”, y (h)aran = “valle, hondonada”.

     El término “bedar” suele apocoparse en la forma beda- para formar compuestos, dando lugar a palabras como bedatse = “comienzo de la hierba, primavera” (atse = “comienzo”), bedaxka = “matojo” (sufijo diminutivo -xka), bedaur = “chufa” (ur = “avellana, y también fruto en general”), bedaro = “momento propicio para cortar hierba” (aro = “época, momento”), etc. De ahí que no haya ningún problema para plantear un antiguo compuesto *bedaran = “valle de hierba” como origen del topónimo. El paso de bedaran a badaran es fácilmente explicable por una típica asimilación vocálica E-A-A > A-A-A (es decir, los sonidos en -A- fuerzan a la -E- inicial a convertirse en otra -A-), con un paralelo muy similar en el caso de los topónimos que portan el componente zalaia en la comarca de Ezcaray, el cual es equivalente exacto del euskera actual zelai = “prado”.

     El paralelo más exacto de este topónimo dentro del mundo vascófono actual es el Bedarán de Leiza (Navarra), que da nombre a un río. En Leza (Rioja alavesa) se registra también el topónimo Vadaranduri, que parece ser el mismo que Badarán más el componente (h)uri = “villa, ciudad”. La -D- se explicaría en este caso por un fenómeno de repercusión fonética, que tiene paralelos en casos como Azkendaran de Albistur, Guipúzcoa, derivado de azken y haran = “último valle”, o el Barranco de Arandilun (Baquedano, Navarra), derivado de haran + ilun = “valle oscuro, umbrío”.

 

 

BAÑARES

 

     Arpide (Arpide): “Camino de piedra”. De arri (en composición ar-) = “piedra”, y bide (tras consonante -pide) = “camino”. En algunas citas se le denomina “Alpide”, lo cual es una evidente deformación del nombre original.

 

     Turburu (Iturburu): “Manantial”. De iturburu = “manantial”, concepto claramente derivado de la naturaleza rica en manantiales de la localidad. En las listas de Antonino González aparece también como Turbur o Turburo, aunque es evidente que éstas son formas secundarias adaptadas a la fonética castellana. Recibe este nombre un pequeño regachuelo.

 

     Ubarra (Ubarra): “El barrizal”. De ubar = “lodo, barro, agua turbia de riadas y crecidas”, más el artícuklo -a = “el / la”. Concepto íntimamente relacionado con la características geográficas del pueblo de Bañares, y similar en cuanto a su forma al Ubarra de Alesanco.

 

     La Zaballa (Zabala): “La plana”. De zabal(h) = “llano, llanura”, y el artículo singular -a. Se observa la típica adaptación romance mediante el sonido palatal -LL- del grupo vasco -LH-.

 

     Zaldo (Zaldu): “Soto”. De zaldu = “soto”.

 

 

BAÑOS DE EBRO

 

     Juarrón: Parece una castellanización sumamente avanzada de zuhar = “olmo”, el cual tiene paralelos en las varias localidades castellanas denominadas Juarros.

 

 

BAÑOS DE RIOJA

 

     La Remuga (Larremuga): No está del todo claro si estamos ante un compuesto de larre = “campo, prado”, y muga = “frontera, mojón fronterizo”, o más bien se trata de una formación romance, con el prefijo iterativo re-. En todo caso, es segura la presencia de la forma muga.

 

     Mendigurría (Mendigorria): “El monte rojo”. De mendi = “monte”, y el adjetivogorri = “rojo”, que en toponimia suele definir habitualmente lugares pelados o carentes de vegetación. Presenta el clásico cierre -O- > -U-, que en el caso del elemento gorri tiene un paralelo típico en el nombre de Calahorra, primero pronunciado como Kalagorri, y después como Calagurri.

 

     Ollavida (Olabide): “Camino de cabañas”. De ol(h)a = “chozo o cabaña pastoril”, y bide = “camino”. En este ejemplo se verifica el habitual paso romance -LH- > -LL- (Ol(h)auri > Ollauri, etc).

 

 

BAÑOS DE RÍO TOBÍA

 

     Vadiello de Scamgarram: Así se nombra a un paraje cercano a Baños en 1076. A pesar de lo peculiar que puede resultar su ortografía para el lector moderno, no hay ninguna duda de que el nombre sería pronunciado como *changarra. Changarra en efecto, se utiliza en el habla riojana actual para denominar a los cencerros en general, y especialmente los que tienen mal sonido. No obstante también podríamos pensar en el euskera txangarra, diminutivo de zangarra = “el fuerte o robusto”, apelativo que tal vez fuera el del propietario del pequeño vado que allí debió de existir, lo cual tendría tal vez otro paralelo basado en una misma estructura en el famoso “Soto de Gorria” de Alcanadre. Véase lo dicho acerca dezangar en el apartado Sangarrén de Cervera del Río Alhama.

 

 

BARGOTA

 

     Arbanta: Parece que deriva a través de una intensa contracción de *arba-haraneta = “los valles de ramas”, aunque también podria tratarse de un diminutivo con el sufijo-anta del mismo arba = “rama”. Se mantiene en la forma actual desde 1632. Se repite en Valcarlos y Tulebras.

     Como posibles paralelos señalemos el Arbaraneta de Etxarri, y el Arbaranzulo de Ziordia, ambos en Navarra. De la simplificación -NETA > -NTA disponemos de un excelente ejemplo en el Araneta de 1645, que evolucionó al Aranta actual de Garzain (Navarra).

 

     Biurco (Bihurko): “Retortillo”. De bihur = “torcido, retorcido, curvado”, más el sufijo de diminutivo-aumentativo arcaico -ko. Bihurko debió de ser un genérico habitual en el habla vasca de La Sonsierra, equivalente aproximado del concepto romance de retortillo / tortillo, o “pequeño lugar en el que se produce la curvatura del terreno, especialmente debido a la forma de los cursos de agua” (por ejemplo, Río del Tortillo Ciudad Real). En este caso debe de hacer referencia a la curvatura que presentan los barrancos de Cornava y Biurco al juntarse en este punto. Se repite en Laguardia.

 

 

BASCUÑANA

 

     En principio no parecen haberse conservado topónimos euskéricos hasta la actualidad dentro del municipio. La localidad se sitúa en la zona baja y llana de La Riojilla, en la que la romanización temprana, y el establecimiento posterior del Camino de Santiago hicieron desaparecer pronto la lengua vasca, al menos como lengua principal.

     De todas maneras, como el propio nombre del pueblo indica, el lugar debió de ser habitado en origen por gentes de habla vasca, ya que en la Edad Media el gentilicio vascones / bascones tenía el sentido de “vascoparlante”, y la forma primitiva de la aldea debió de ser *Vasconiana = “villa de vascones”.

 

 

BELORADO (INCLUYE AVELLANOS, PURAS DE VILLAFRANCA Y SAN MIGUEL DE PEDROSO)

 

     Aunque la zona llana alrededor de la población de Belorado, y la mitad norte del municipio carecen de toponimia euskérica, el municipio es bastante amplio, y en su extremo meridional, de características más montuosas, aparecen claramente topónimos de tipo euskérico.

 

     Carrascal de Areis: Citado en 1049, se corresponde con areitz = “roble”, —variante arcaizante del extendido haritz—, que en la zona parece haber significado más bien “encina, carrasca”.

 

     Balza (Baltza): “El negro”. Lo mismo puede hacer referencia a una característica del terreno, que corresponder sin más a un antiguo antropónimo, siendo tal vez más probable lo segundo.

 

     Barbíjaro (Garbi-saro): “Sel o dehesa del raso”. De garbi = ”limpio”, en toponimia zona rasa, claro”, y saro = “sel, terreno de paso en el que descansa y se alimenta el ganado”. Aparece ya en 945 como Garuissaro.

 

     Cruzaraña: Seguramente “el valle de la cruz”, con (h)araina, variante arcaizante deharana = “el valle”.

 

     Viña Ellosa (Elhortza): “Espinal”. Aunque en la actualidad no se conserva toponimia euskérica en las inmediaciones del casco urbano de Belorado, en citas de 1025 se habla de una tal “vinea Ihosa”, que en 1188 se transcribe como “Bina Ellosa”, situada en sus proximidades, y derivada muy razonablemente de un primitivo *elhortza = “espinal” (elhorri = “espino”).

     La pregunta que nos surge al momento es si no será este misterioso *elhortza el nombre vasco primitivo de la aldea de Espinosa del Monte, que se asienta muy próxima a Belorado, siendo el origen de la denominación el hecho de que la citada viña quedaba en dirección hacia aquella población desde el punto de vista de Belorado.

     Existen en efecto muchas posibilidades de que esta idea sea correcta. Los indicios de una denominación medieval doble romance-vascuence para varias de las aldeas de La Riojilla son bastante abundantes, siendo un tema que ya ha sido iniciado por investigadores como Gómez Villar[iv] y Peterson[v].

 

     Ezquerrarana (Ezkerrarana): Tal vez “el valle de una persona apodada Ezkerra”, haciendo referencia a un antiguo propietario del lugar. También se puede pensar en ezkar = “arce”, lo que implicaría una asimilación vocálica E- -A- > E- -A-, aunque no sería en absoluto descartable que se tratase de un topónimo que realmente hacía referencia a la vecina población de Ezquerra, cuyo nombre deriva seguramente de un antropónimo.

 

 

BERCEO (BERGEGIO)

 

     Arancilla (Aranzila): “El valle hondo”. De (h)aran = “valle”, zil = “hondo, hueco, hondonada”, más el artículo -a. El elemento zil se repite mucho en la toponimia riojana, y parece ser una simple variante del más extendido zilo / zulo = “agujero, hondonada”, que debió de evolucionar hacia una especie de adjetivo que expresaba la idea de “hueco, vacío”. En Mujika encontramos expresiones como gaztaiña zil = “castaña huera, vacía”, variante de zilaka, y también de zilla = “enclenque, débil”, que indican la pervivencia del término.

     González Bachiller prefirió no obstante, relacionar a los topónimos que portan este componente en La Rioja Alta, con el latino cella = “granero, almacén”[vi].

 

     Iriez (Eretzu): “Laderas”. De eretz = “ladera”, y el abundancial -tzu. Antigua posesión del monasterio, que aparece como serna de Eriez en 1063, y Eriezo en 1105.

 

     Fuente Turrios (Iturriotz): “Fuente fría”. De iturri = “fuente” (a menudo apocopada en turri), y hotz = “frío/a”.

 

     Corrales de Urre: Tal vez de urre = “oro”. A cierta distancia hacia el sur se encuentra La Mina de Oro, término con el que acaso podría estar relacionado, aunque tampoco es descartable que este topónimo se trate de una deformación de urri = “punto elevado, cúspide, cumbre”, e incluso podría venir simplemente de orre / orri = “enebro, matorral espinoso”.

 

 

BERGASA

 

     Fuente Velacha: Parece que la fuente ha conservado el nombre medieval Belatxa, variante del viejo aquitano Belex, en euskera actual belats = “corneja, graja”, pero en origen “oscuro, adusto, severo”. El tal Velacha habría sido pues un antiguo propietario de la fuente.

     En el apartado dedicado al antropónimo prerromano Attas se analiza más en detalle la formación de este antropónimo.

 

 

BERGASILLAS BAJERA

 

     Ligüerri: Podría tratarse de la voz navarra liguerri = “linar” tal cual (recordemos que en euskera la grafía “gue” siempre se pronuncia como “güe”), aunque el fuerte estado de deterioro fonético que presentan los topónimos euskéricos de la zona nos hace pensar que quizás sea realmente un antiguo derivado de gorri = “rojo” (por ejemplo un hipotético *hili-gorri / *huli-gorri = “villa roya”) que habría experimentado la clásica diptongación castellana -O- > -UE-.

 

 

BRIEVA DE CAMEROS

 

     Aizondos o Aizondas (Haitzondo): “Junto a la peña”. De (h)aitz = “peña”, y ondo = “junto a “.

 

     Aizpuru (Haizpuru): “Peñasco”: De (h)aitz-buru = “cabeza de piedra, peñasco”, con el clásico ensordecimiento -B- > -P- tras sibilante, típico del euskera.

 

     Cuesta El Dape (Aldape): No hay ningún problema para considerar que estamos ante un primitivo *aldape = “bajo la cuesta” (en la actualidad evolucionado hasta aldapa = “cuesta”), aunque también “cuesta o declive en general”, que ha experimentado un sencillo proceso de etimología popular, adaptando el nombre a un sentido romance, con el falso artículo “el”.

 

     Irazas (Iratza): “Helechares”. De iratza = “helechar”.

 

     Fuente Torrioza (Iturriotza): “La fuente fría”. De iturri = “fuente”, hotz = “frío/a”, y el artículo singular -a.

 

     Fuente de Turrubia (Iturrobia): “El hondo de la fuente”. De iturri (en composición itur-) = “fuente”,(h)obi = “hoyo, hondonada”, y el artículo -a = “el / la”. No es descartable que se encuentre aquí el elemento ubi = “vado”, pero teniendo en cuenta el paso habitual riojano O > U, es preferible relacionar la terminación del topónimo con (h)obi.

 

     Zubizarra (Zubizarra): “Puente viejo”. De zubi = “puente”, y (t)zar = “viejo, destartalado, grandazo”, más el artículo -a = “el / la”. ¿Será éste el equivalente euskaldún del *bhrēwā céltico (el cual también significa “puente”, como su variante gala brīvā), que pudo dar lugar al nombre de la población camerana?. El detalle de que el topónimo describa literalmente la presencia de un “puente viejo”, podría ser bastante significativo en este aspecto.

 

 

BRIÑAS

 

     Arana (Harana): “El valle”. De (h)aran = “valle”.

 

     Cerro Mendigorria o Mendigorna (Mendigorria): “Monte pelado”. De mendi = “monte”, ygorri = “rojo”, pero con el sentido metafórico de “pelado, carente de vegetación”.

 

     Moscate (Moscate): “Portillo del pico”. De mosko = “pico, punta, extremidad”, y ate = “portillo, lugar de paso”.

 

     Riarán (Harriaran): “Val de peñas”. De harri = “piedra, peña”, y haran = “valle”.

 

     Zaco (Zako): “Hondonada”. De sako / zakon = “hoya, hondonada o depresión del terreno”. Es un lugar perteneciente más bien al municipio de Haro.

 

 

BRIONES

 

     Arizabel o Arisabel (Aritz-sabel): “Cerro de encinas”. De (h)aritz = “roble”, aunque en esta caso hará referencia a la encina,, y sabel = “barriga, vientre humano”, que en toponimia se emplea como metáfora para definir una ondulación del terreno.

    Aritz con el sentido de “encina” se registra en el vecino San Asensio, mientras que el uso de sabel en toponimia se repite también en el Marisabel de Ollauri.

 

     Arzendime (Artzai-mendi): “Monte de pastores”. De artzai = “pastor de ovejas, y por extensión pastor en general”, y mendi = “monte”. Esta traducción ya fue defendida por Irigoyen[vii], aunque tampoco es rechazable una interpretación alternativa a partir de artza = “pedregal”, o incluso desde aritza = “robledo, encinar”. Esta última hipótesis se ve apoyada por el hecho de que al lado de este lugar se encuentra Arizabel. En todo caso el topónimo pertenece a una serie de nombres circunscritos a esta región, entre los que se ha producido el complejo paso fonético -mendi > -ndime / -ndeme. Véanse a este respecto Uzandeme en Gimileo, y Réndime en San Asensio.

 

     La Igarra (Legarra): “El cascajo”. De legar = “cascajo, grava”, más el artículo singular -a. De todas maneras, igarra tal cual tiene sentido en euskera como “el seco”, y también “bajamar”, lo cual, teniendo en cuenta que el lugar se encuentra en un meandro del Ebro, sería relacionable con la idea de “zona en la que se han retirado las aguas, zona de tierra firme”, por lo que la deformación del primitivo topónimo pudo realizarse en función de otros elementos también euskéricos[viii].

 

     Larra: “Prado”. De larra / larre = “prado”.

 

     Marure (Maruri): “Villa de Maru”. De Maru = “moro, moreno” (préstamo del latín maurus = “persona morena” al euskera, que ha dado lugar a otras variantes como mauru,mairu, maru, etc…), y (h)uri = “villa”. Ha transmitido también su nombre a un arroyuelo que pasa por la zona.

     Aunque actualmente se asocie la idea de “moro” a la de individuo de origen magrebí, lo cierto es que en un principio este término era un simple adjetivo para definir personas, animales o vegetales de color oscuro, siendo el término “moreno” un derivado suyo. Parece ser que el apelativo Mauru / Mauruko se extendió en el mundo vascoparlante como nombre propio de personas, encontrándonos en Vizcaya con otro pueblo también denominado Maruri, así como con los riojanos Marcuria y Maurucuri, en Cervera y Haro respectivamente.

 

     Mendiguerra (Mendigorria): “Monte pelado”. De mendi = “monte”, y gorri = “rojo”, pero en toponimia con el sentido de “desnudo, pelado”. Aparece ya citado en el diccionario de Gobantes (1846).

 

     Orreturre o Urreturre (Urriturri): “Fuente de oro”. De urre = “oro”, e iturri = “fuente”. Habría sucedido en este caso lo mismo que en el anterior Orizabal, con una evolución urre > orre.

     Si bien ésta es la explicación más razonable, ante la profusión en la toponimia romance de topónimos del tipo Hontoria (< *fonte aurea), así como el paralelo del Urreturre de San Millán, tampoco sería imposible que el primer componente fuera orre / orri = “enebro”.

 

     Réndime (Errimendi): A la vista de su forma antigua, Rimendi, Irigoyen concluye que debe de tratarse de un antiguo *herri-mendi = “monte comunal”[ix]. De todas maneras, tampoco se podría descartar una derivación a partir de *larre-mendi = “monte de prados”.

 

     Zamaca (Zamaka): De nuevo el clásico topónimo derivado de zamaka, que como ya hemos señalado repetidamente significa “zona de leñas”.

 

     Zazuri: Seguramente de *itsats-huri = “villa de retamas o arbustos espinosos”.

 

 

EL BUSTO

 

     Báscones: El étnico indica presencia de gentes vascófonas en tiempos medievales.

 

 

 

C

 

CALAHORRA (KALAGORRI)

 

     Bea (Ibia): “El río” o “el vado”. De ibai = “río”, o ibi / ibei = “vado”, más el artículo singular -a. Según Solano Antoñanzas[x] el nombre que aparece en 1036 en un documento navarro como Ibia, podría corresponder precisamente a la vieja aldea de Bea, situada en las inmediaciones del actual pantano del Perdiguero. En 1154 aparece una cita en la forma Beia que parece corresponder al mismo lugar.

     La evolución *Ibaia > Beia > Bea es fonéticamente aceptable, aunque la forma primitiva pudo ser un *ibeia, de similar sentido, que permitiría explicar incluso mejor el aspecto posterior del topónimo, y que parece encontrarse presente en varios topónimos similares.

 

     Calahorra (Kalagorri): “Cabezo pelado”. De kale / *kala = “cabeza, cráneo” y gorri = “rojo”, el cual presenta en toponimia el sentido de “pelado” o “áspero” (recordemos ejemplos muy típicos como Mendigorria o Aizkorri).

 

     Iassa: Así se transcribe el nombre de uno de los barrancos de la ciudad en 1132. Aunque parece ser un elemento ya propio del habla local romance, lo incluimos aquí por ser un ejemplo antiguo y muy significativo de una de las palabras de origen euskérico más universalmente extendida por toda La Rioja, y que tiene por origen el término jasa = “aguacero, chubasco” (en última instancia el verbo jaitsi = “bajar, descender”), además de su variante lats = “arroyo, regachuelo de aguas torrenciales”, sumamente extendido también por la toponimia del área vascófona.

     La presencia de una -SS- doble en Iassa incluso podría estar indicando una pronunciación todavía de tipo euskérico con la -TS- primitiva (y tal vez un uso real de la lengua), motivo más que suficiente para insertarlo en esta lista. En el capítulo dedicado al léxico riojano ampliamos la información acerca de esta palabra.

 

     Nava de Iruña: “Nava de la ciudad”. Se trata de un topónimo registrado en un documento de entre los años 1125-1146, que presenta la grafía “Naua de Irunia”. A nivel lingüístico presenta un gran interés, ya que aporta un ejemplo de un término sumamente extendido en la geografía de habla vasca, cuyo caso más famoso es el de Pamplona-Iruña, y que en La Rioja se repite en la población de Uruñuela, derivado en diminutivo de la variante uruina. Por otra parte, por los mismos años que en el caso calagurritano, se documenta en San Pedro Manrique (Rioja soriana) un topónimo similar: “Nava de Uruña”.


     La Marcú (Malkor): “El cerro”. Se denomina La Marcú a una pequeña elevación arcillosa y pedregosa que surge al sur de Calahorra, justo sobre el pantano de El Perdiguero. En citas anteriores el lugar aparece como Malcur (1758), por lo que, aplicando la conocida evolución fonética riojana O > U, no hay ningún problema para reconstruir el topónimo original en la forma *Malcor, y relacionarlo con el término euskérico malkor = “monte, terreno escabroso, elevación del terreno en general”.

     Citemos como paralelos los lugares denominados Malkor de Zugarramurdi Berro, Azanza (Navarra), etc.

 

     Sorbán: Éste es nada menos que el topónimo medieval más antiguo atestiguado en Calahorra, ya que aparece en un documento del año 1045 redactado a los pocos días de la reconquista cristiana de la ciudad, y exactamente con la misma forma de hoy en día: Sorbán. En lo etimológico podría tratarse de una forma ya contraída de un antiguo *sorba-haran = “valle de sorbas”, siendo las “sorbas” un tipo de fruta muy abundante antaño, que incluso se cultivaba en algunas partes, y que también parece haber dado lugar a topónimos vascos como Zurbarán, Zurbaran-barri, etc. Contracciones tan fuertes no son nada extrañas en toponimia; ahí tenemos por ejemplo el caso del topónimo de Leránoz (Navarra) que en 1783 aparece como Zubiaran (de sentido transparente como “valle o vaguada del puente”), que en la actualidad se ha deformado a Zubrián, o el Zarduarana de 1785, derivado al moderno Sárdoan o Sárduan de Villanueva de Aézkoa.

     Por otra parte, tampoco sería imposible que se tratase de un topónimo en -anus derivado de un “fundus” latino, lo que lo acercaría a nombres como Zurbano (Álava). Existe también otro lugar denominado Sorbán en Tulebras (Navarra).

 

 

CAMPROVÍN

 

     Mahave (Mahape): “Bajo el cerro”. De mahai = “mesa”, pero en toponimia “meseta o pequeña elevación del terreno en forma de escalón”, y el elemento -pe / -be = “bajo, debajo de”. Éste es otro ejemplo de cómo la falta de conocimiento en materia de terminología euskérica arcaica, lleva a cometer errores en el análisis de la toponimia riojana, puesto que se ha querido explicar al nombre de esta pequeña aldea primero a través del árabe muhabbab = “rico en grano”, y después a partir del nombre personal también árabe Muabb = “amado”, olvidando que una de las variantes más antiguas atestiguadas para este topónimo es Mahape (1049, 1062, 1086 en dos ocasiones, y 1087), lo cual nos conduce hacia una etimología de tipo euskérico. Además de éstas, podemos citar otras ya similares a la actual: Mahab 947, y entre 1094-1108, Mahave 1076, Mahabe 1050, 1086, 1087, y 1092. La sonorización -P- > -B- debe de ser producto de la fonética romance.

 

 

CANALES DE LA SIERRA 

 

     Collado de Gutia: “El pequeño”. O bien es un apelativo de alguna persona propietaria del lugar (es un apodo bastante frecuente en la documentación medieval riojana), o bien hace referencia a algún detalle del terreno de pequeñas dimensiones.

 

     Fuente Ibieta: “Los vados”. De ibi = “vado”, y la desinencia de plural -eta. También podría tratarse perfectamente de un anterior *ibaieta = “los ríos” —lo cual sería incluso más coherente con el hecho de que se trata de una fuente—, ya que da la sensación de que ibai e ibi no son más que variantes desdobladas de un mismo término originario.

 

     Zaldo (Zaldu): “Soto”. De zaldu = “soto”.

 

     Zuguidea: Parece algo así como “camino de la leña”, con zur = “leña” (en composición algunas veces se deforma en zug-), y bide = “camino”. La -G- de todar formas no presenta apenas problemas, ya que puede ser sin más una deformación de la anterior -B-.

     No obstante, podemos plantear una etimología alternativa con el sentido de “camino del puente”, ya que en algún texto aparece la variante zugi[xi], con el sentido de “puente”, y una evolución *zugi-bidea > zugidea es relativamente sencilla.

 

 

CANILLAS DE RÍO TUERTO

 

     La Ubarra (Ubarra): Otro ejemplo del clásico ubarra = “agua de crecidas, agua con fango”.

 

 

CAÑAS

 

     Armendia: En una cita de 1490, se registra un término en esta población que aparece con las variantes Armediana, Amediana, Armendia y Armendiana. Una interpretación desde*ar-mendi-arana = “el valle del monte de piedra” sería factible, aunque tal vez nos encontremos ante un caso más de villas romanas en -ana, con un primer término de tipo onomástico, que habría sido formado acaso a partir de un derivado del latín armentum = “ganado”.

 

     Zaballos: Se trata seguramente de una adaptación del euskera zabal(h) = “plano, llano”, con la clásica adaptación romance -LH- > -LL-.

 

 

CASALARREINA (NAHARRURI)

 

     Arrepidi: “Calzada”. De (h)arri = “piedra”, y bide / bidi = “camino”. Dentro de la lengua existe el compuesto (h)arpide tal cual para designar la idea de “calzada” o “camino con firme de piedra”.

     Aparece en 1251 entre los diversos topónimos del área del despoblado de Jubarte, como “pandero de Arrepidi”, debiéndose entender aquí “pandero” en su sentido arcaico de pequeña loma o elevación del terreno.

 

     Baiben: “Debajo del río”. De ibai (con frecuencia pierde la I- inicial en los compuestos, soliendo aparecer como bai-) = “río”, y behen = “lo más bajo, debajo”, superlativo de behe = “abajo, debajo”, del cual tenemos otro buen ejemplo de uso en toponimia como equivalente del más frecuente barren / barrena, en el topónimo pamplonés Landaben ( < “bajo la landa o campo”), muy mencionado actualmente por su polígono industrial. En este caso el sentido de Baiben, más que “bajo el río”, puede ser el de “al otro lado del río”, ya que este tipo de formaciones tienden a presentar tal significado en la toponimia euskérica actual.

     Sea como fuere, el lugar aparece registrado como Baiben o Bayben en 1336.

 

     Gorostori: “Villa de acebos”. De gorosti = “acebo”, más el clásico (h)uri = “villa, lugar poblado”, el cual se deforma en muchos casos en la terminación -ORI. Aparece en esta forma en la lista de 1251 que desgrana los principales topónimos del área del viejo despoblado de Jubarte.

 

     Hurcarcea (Hurkartzea): Topónimo del despoblado de Jubarte, que se cita como la Fontaniella de Hurcarcea 1251. Aunque en la actualidad no existe en el habla viva una forma *hurkar tal cual, su sentido primitivo es perfectamente reconstruíble, a partir de (h)ur = “agua”, y el sufijo de acción verbal -karre (variante del más común -tzarre / -sarre), presente en voces como bilkarre = “asamblea, reunión”, o hilkarre = “matanza”. En este caso el primitivo *hurkarre habría sido un sinónimo del moderno urte = “avenida de aguas, arroyada”, lo cual concuerda perfectamente con la ubicación del lugar, ya que como observamos en la cita medieval, se trata de una fuentecilla. La terminación -tzea es el resultado de la suma del sufijo abundancial -tza / -tze más el artículo singular -a.

     Dentro de la toponimia riojana este mismo componente se repite en el Ucarce de San Millán de la Cogolla, teniendo un paralelo en el Úcar de Navarra. Debió de tratarse de un genérico de uso extendido.

 

     Issasparri: “Espinal nuevo”. De itsas = “mata espinosa en general” (aunque muchas veces se suele concretar en la retama), y barri = “nuevo/a” (con ensordecimiento -B > -P tras sibilante, fenómeno típico del euskera). Aparece en la lista de 1251, haciendo referencia sin duda a una antigua zona de cultivo o pastos, para entonces abandonada, y que se habría cubierto de matorral espinoso.

     Es posible que *itsasparri tal cual fuera un antiguo genérico, empleado para definir terrenos baldíos, invadidos por formaciones espinosas tipo garriga, maquia, landas de brezo o argoma, etc, ya que se repite en varios puntos, como por ejemplo en el Chazparria de Ezcaray, o el Chazperri de Mendigorría (Navarra).

 

     Naharruri: “Villa de Navarro”. De nahar / nafar = “navarro”, más el componente (h)uri = “villa”.

     Naharruri es el antiguo nombre de Casalarreina, el cual según la tradición fue sustituido por el actual en tiempos de la reina católica, debido a que a sus habitantes les sonaba ya muy extraño el nombre de su propio pueblo. La documentación medieval acerca de la población es sumamente abundante, y salvo meros cambios ortográficos, suele ser muy similar en todos los ejemplos: Naharruri en 967, 1098, 1104, 1098, 1210, 1257, 1336 y 1488, Navarruri en 1156, Nafarruri en 1070, 1071 y 1199, Naharrori 1251, Naharrury 1324, Naharruly 1492, este último con el clásico fenómeno de disimilación -RR- + -R- > -RR-  -L-.

 

     Xemenuri: “Villa de Jimeno”. De Xemeno / Ximeno / Scemeno = nombre de varón muy extendido en tiempos medievales, más el abundante (h)urri / (h)uri = “villa, lugar poblado”. Se trata de un antiguo despoblado situado entre Cihuri y Casalarreina, que se nombra como “varriolo Scemenurri” en 1070, y Semenohuri en 1095.

 

     Zamaca (Zamaka): Uno más de los varios ejemplos de zamaka = “zona leñera”.

 

 

CASCANTE

 

     Lor: Antiguo despoblado, que podría tratarse de una simple contracción de lehor / lior = “seco” (que también se produce en el habla y toponimia de las zonas vascófonas modernas, por ejemplo en egileor > egillor = choza para el ganado”), siendo una expresión que se utiliza muchas veces para designar la “tierra firme” frente al mar o zonas inundadas. En efecto, la vieja aldea de Lor se situaba a orillas de la laguna que porta su mismo nombre. El nombre se documenta siempre en la misma manera desde 1124 hasta la actualidad.

 

 

CASTAÑARES DE RIOJA

 

     Lucea (Luzea): “El largo”. De luze = “largo”. Da la sensación que este nombre no es sino el último resto de un topónimo que en origen llevaba algún sustantivo delante, quizás hegi / hei = “colina”, ibi = “vado”, o algo parecido.

 

     La Zaballa (Zabala): “El llano”. De zabal = “llano, llanura”, y el artículo singular -a.

 

     Zamaca (Zamaka): “Zona leñera”. Nuevo ejemplo del muy extendido localismo riojano zamaka.

 

 

CASTILRUIZ

 

     Valtarro: Parece un híbrido romance-vascuence de valle, y tarro = “encañada, barranquillo”.

 

 

CASTROVIEJO

 

     Arrondo (Arrondo): “Junto a la peña”. De harri = “piedra, peña” (en composición (h)arr-), y ondo = “junto a, al lado de “.

 

     Larrando (Larraondo): “Junto al prado”. De larra / larre = “prado”, y ondo = “junto a”.

 

     Zaldo (Zaldu): “Soto”. De zaldu = “soto”. Da nombre al río Zaldo.

 

 

CELLORIGO

 

     Arrangurria (Arangorria): “Valle pelado”. De (h)aran = “valle”, y gorri = “rojo”, en toponimia “pelado, áspero”. Debe de tratarse de una evolución aran- > arran- como consecuencia de la influencia de la -RR- doble de gorria, ya que el lugar ya aparece en 1213 como Arangurria o Aragurria.

 

     Galarraga (Galarraga): “Tronco seco”. De galar = “tronco muerto que queda en el monte”, y el sufijo de lugar -aga.

 

     Arroyo Izarza (Lizartza): “Fresneda”. De lizar = “fresno”, y el sufijo abundancial -tza. Parece ser que en el curso de los siglos el topónimo ha perdido su L- inicial por desgaste.

 

     Peña Otaza (Otatza): “Argomal”. De ote (en composición ota-) = “argoma, tojo”, y por extensión cualquier arbusto espinoso de flores amarillas como las retamas, más el sufijo abundancial -tza.

 

     Regutia (Larregutia): En 1213 se registra un término de este nombre en la zona, que podría venir de *larre-gutia = “el campo pequeño”, “el pradillo”.

     No obstante, el nombre parece ser el mismo que en la actualidad se presenta con las formas Tarragutia, Terragotia, Terragutia y Laguna de Trengutia. Aunque no hay duda alguna del significado de gutia, el primer elemento es más dudoso.


     Zarata (Zarate): “Portillo de la jara”. De zara = “jara, arbusto achaparrado, zona boscosa”, y ata / ate = “portillo, lugar de paso”.

 

 

CENICERO

 

     Higate (Higate): “Paso de la cuesta”. De ika / ige = “cuesta”, y ate = “portillo, lugar de paso”. Similar a Igay en Logroño.

 

 

CERVERA DEL RÍO ALHAMA (INCLUYE LAS POBLACIONES DE RINCÓN DE OLIVEDO, LAS VENTAS, VALVERDE, CABRETÓN  Y VALDEGUTUR)

 

     La Albotea: “La finca”. Albotea es un término específico del léxico cerveraño, empleado para definir pequeños terrenos o fincas. Véase al respecto lo que decimos en el capítulo del léxico riojano sobre esta palabra, derivada posiblemente del euskera albo = “lado, zona”.

 

     Barranco de Guaiz (uhaitz): “Arroyo o barranco”. De uhaitz / ugaitz = “arroyo, curso de agua en general”. Se trata de una típica tautología. También se pronuncia “goaiz”. Por otra parte, la G- inicial es coherente con la variante roncalesa del mismo término eguatxa, así como con el término Guarre de la vecina Corella.

 

     Río Igea (Etxea): Todavía se denomina así al Río Linares en la zona de Rincón de Olivedo y Las Ventas, apareciendo por primera vez este nombre en la célebre donación de Cameros de 1366, donde se registra “la casa de rrio de xea”. Para más información al respecto, véase el apartado dedicado a Igea.

 

      Marcuria (*Maurukuria): “La villa de Mauruko”. De Mauruko = “morillo, morenillo”, nombre antiguo de varón muy extendido por La Rioja, (h)uri = “villa, lugar poblado”, más el artículo -a = “el / la”.

     Se trata de un lugar situado a medio camino entre Cabretón y Cervera, antiguamente ocupado por pequeñas corralizas de pastores, y en la actualidad cubierto de invernaderos de champiñones. El topónimo a nivel filológico reviste un gran interés, ya que ha sido compuesto a partir de un nombre medieval que porta un elemento prestado latino (maurus). Todo ello indica una presencia muy tardía de la lengua vasca en esta zona —la más oriental de La Rioja—, lo cual resulta un dato de gran importancia, ya que en principio se podía pensar que en este punto se debió de perder la lengua en época romana, y sin embargo topónimos de este tipo nos hablarían de una gran capacidad de supervivencia de la lengua. Tal vez el euskera perduró aquí hasta los inicios de la Reconquista, principalmente entre pastores y gentes que pasaban la mayor parte del tiempo en la montaña, en condiciones de bilingüísmo con las hablas romances locales que serían mayoritarias en las grandes poblaciones de los valles.

 

     La Rate (Larrate): “Rad, terreno que se mantiene sin labrar para que crezca arbolado para leñas y madera”. Del euskera larrate < larra-arte = “terreno baldío, abandonado, praderío, entre matorral”, el cual ha debido de originar el término riojano “rad” de similar sentido, tan abundantemente extendido por la toponimia de toda La Rioja. En este caso el topónimo tiene interés por conservar la -T- sin sonorizar a -D-, lo que revela tendencias arcaizantes.

     Aparece como Larrate de Vinuelas en 1254.

 

     Peña del Saco (Sako): “Peña del barranco”. De sako = “barranco, hondonada”. Se trata de un cerro rocoso que brota justamente en medio de la gran hondonada que conforma el encuentro del río de Añamaza con el Alhama. La presencia de varios pozos del río en la base de la loma, contribuyen a aumentar la sensación de una especie de gran islote fluvial en el fondo del barranco. Etimológicamente es muy similar al topónimo Zaco en Haro, situado también en una hondonada que forma el Ebro.

     Gracias a la documentación del vecino monasterio de Fitero, contamos con una amplia documentación acerca del lugar: El Sacco en 1156, Penna del Saco en 1254, y Peña del saco desde 1655.

 

     Sangarrén: “Fundio de Sangar”. De zangar = “recio, fuerte”, utilizado posiblemente como nombre de varón prerromano, que parece estar presente en una inscripción de Sofuentes (Zaragoza), y el sufijo latino -anus que señala antiguos “fundus” o explotaciones agrícolas romanas. Como vemos, el topónimo ha sufrido un intenso desgaste en su parte final, con cierre vocálico -A- > -E-, y pérdida de la vocal final.

     Este término reviste una gran importancia filológica, ya que porta un viejo antropónimo aquitano (= protovasco), y casi con toda seguridad relacionado con el euskera zangar = “bravo, robusto, valiente, fuertote”. Estaríamos pues ante un viejo antropónimo prerromano de la zona, que podemos sumar a la lista de nombres de este estilo documentados en estelas del alto Cidacos como Agirsar, Onse / Onso, o Sesenco.

     El topónimo se repite en una población del mismo nombre próxima a Huesca, y también en Navarra en la pequeña aldea de Sengáriz (antiguamente Sangariz, que es por otra parte virtualmente idéntico a la forma en genitivo latino con la que aparece el antropónimo en la inscripción de Sofuentesdonde se lee SANHARIS), y en el despoblado de Changa(r)riain en Añorbe.

 

 

CIDAMÓN

 

     La Zaballa (Zabala): “La plana”. De zabal = “llano, explanada”, más el artículo -a = “el / la”. Se observa la clásica adaptación romance -LH- > -LL-.

 

 

CIHURI (ZUBIHURI)

 

     Foyo de Berriquia: Así aparece en 1492 el topónimo que actualmente se denomina Berriquia a secas. Véase lo que comentamos al respecto en el comentario acerca del mismo nombre en el apartado de Cuzcurrita de Río Tirón.

 

     Cihuri (Zubihuri): “Villa del puente”. De zubi = “puente”, y (h)uri = “villa, lugar poblado”. Sin duda hace referencia al célebre puente romano que caracteriza el lugar. La documentación antigua del nombre de la población es verdaderamente exuberante: Zufiuri en 947, 1052, 1098 y 1184, Zufior en 1077, Zofiuri o Zufiori en 1095, Sotihori 1121, Zofiuri 1163 y entre 1181-1199, Zohifuri 1196, Zophiuri 1199,  Zuhuri 1299, etc.

 

     Gastiture: En el registro de 1492 aparece un paraje de este nombre. Lo más razonable parece pensar en un *gatz-iturri = “fuente de sal, salada”. La evolución -TZ- > -ZT- es muy frecuente en el euskera, y la terminación -E suele ser la habitual adaptación romance de la -I vasca, mientras que la -R- simple tampoco presenta grandes problemas, si tenemos en cuenta la anciana alternancia -R- ~ -RR- del euskera (como en Graccurri / Gracchuri, o la población vascona de Iturissa, similar a la forma iturritza = “fuentes”).

 

     Horrutia: En 1492 aparece este lugar como Forutya u Horrutya. Parece muy razonable pensar en un *hurrutia = “allende, zona al otro lado de un punto determinado” (forma primitiva con H- del moderno urrutia, cruzado quizás con horrainti(a) del mismo significado), como antecedente original vasco del topónimo.

 

     Hozturi: En citas de 1088 y 1095 se nombra una población denominada Hozturi en el primer caso, y Ozturi en el segundo. Parece derivar simplemente de *hotz-huri = “villa del frío” (hotz = “frío”), con la típica evolución fonética vasca -TZ- > -ZT-.

 

     Maurucuri (Maurukuri): “Villa de Mauruko”. Aparece como Maurucuri en 1163, Mauricuri en 1196, Morucuri 1199, Murucuri 1209, y Morcori en 1347. Merino Urrutia asocia también la forma Morico de 1075 con este despoblado.

     En principio no habría problema en descomponer el topónimo en un *Mauruko-huri = “villla de una persona llamada Mauruko” (Mauruko = “morico, renegrillo”, con el sufijo de diminutivo vasco arcaico -ko). Una estructura muy similar a este topónimo parece repetirse en el Marcuria de Cervera del Río Alhama.

 

 

CINTRUÉNIGO

 

     El Res: Puede ser un derivado ya sumamente deformado por la etimología popular romance de larraitz = “baldío, erial”, aunque recuerda también a topónimos como Resa (Calahorra).

 

     Zaramilla: Parece ser una adaptación mediante el sufijo diminutivo romance -illa del elemento euskérico zarama = “basura, desperdicios”, pero también “llovizna” y seguramente en origen “lodo” o “agua fangosa”. Se sitúa en efecto en un barranco. La documentación acerca del lugar es abundante, y además plenamente coincidente con la evolución fonética -L- > -R- tan típica del euskera (lo que implica una forma originaria *zalama para esta palabra): Çalamiella en 1254, Çaramilla en 1528, Caramilla en 1532 y 1550, Zaramilla a partir de 1829.

     Como paralelos en ámbito vascófono podemos dar el Zalama de Echávarri, o el Çalama documentado en 1620 en Allín, encontrándose ambos de Navarra.

 

 

CIRUEÑA (ZUROINA)

 

     Cirueña (Zuroina): “La viga”. De zur = “madera, leño”, oin = “pie, base, puntal”, más el artículo singular -a. Zuroin tal cual se documenta en el diccionario de Mujika, aunque lo más habitual es el término parcialmente emparentado zurtoin. Posiblemente el topónimo haría referencia a un gran árbol, alto y llamativo, que se destacaría por elevarse solitario en algún punto de la zona. Los topónimos con el componente castellano viga referentes a grandes troncos de chopo que destacan en un lugar abierto son habituales en todo el territorio riojano, y de hecho todavía se conserva dentro del léxico riojano este término con el sentido de “chopo blanco[xii]”, así que parece lógico que el zuroin euskérico fuera su antecedente y equivalente con este sentido.

     Otra opción sería pensar que el nombre hacía referencia tal vez a algún mojón o indicador geográfico, lo cual es compatible con lo señalado.

     Aunque todas las citas antiguas de esta población aparecen con la -I- firme (Cironia 972, 1024, 1044, 1173 y 1193, Ceroniam 1052, Cironiam 1056, Cyrueina 1191, Cyronia1193, Cirueño 1277 y Çiruenna 1287), la evolución -U- > -Ü- > -I- se deduce de una cita de 1153 referida a la vecina Ciriñuela, en la forma Zuroinolam. A pesar de ser ésta la única que presenta el fonema -U-, debe de tratarse sin duda de una última variante del nombre primitivo de la población, ya que la evolución fonética a partir de esta forma es la más lógica.

 

     Larre: “Prado”. De larre = “prado”.

 

 

CLAVIJO

 

     Umbelarrá (Unbelarrate): Podría ser una contracción de mun(o) = “colina”, be = “bajo, debajo”, y larrate = “rade, zona dejada para el crecimiento de leñas”. Es decir “La rade de debajo de la colina”.

 

 

CORELLA

 

     Araciel (Arakil): “Soto, zona de leñas”. De arakil / *arakeli / *arakail(i) = “rama de mediano tamaño”, aunque en origen debió de ser utilizado para definir sin más a la leña y zonas leñeras. En 1125 aparece citado como Aranciel, Arasyel en 1128, Aracel en 1152, Araciel en 1165, y Haraciel en 1560.

 

     Burcemay (Burzemai): El nombre se presta a ciertas dudas, aunque parece posible una derivación a partir de *bur, variante con B- inicial de ur = “agua, río”, y zemai, que en la actualidad significa literalmente “amenaza”, pero que etimológicamente se trata de una variante de zumai = “tronco de árbol, palo”. En conjunto podría interpretarse como “tronco del río”, o mucho mejor, “soto arbolado del río”. Dado que el lugar se sitúa justo en la misma orilla del Río Alhama, cabría plantear incluso una traducción alternativa como “(zona bajo la) amenaza de inundación”, pero esto no es muy seguro.

     A partir de términos como izpura = “pantano, balsa” parece posible deducir la existencia de una forma dialectal *bur (aunque podría tratarse también de una confusión de oclusivas), y de hecho, también el término de Guarre situado en el mismo municipio de Corella presenta una variante antigua con B-. Algunos topónimos relativamente próximos como Bureta y Borja (Zaragoza), o Buzarra, podráin presentar la misma variante, aunque otros como Ubeta / Ugueta (Ablitas), se ajustan a la forma euskérica actual sin esta B-. Sea como fuere, en 1546 el lugar se cita ya en la misma forma actual Burzemay, no registrándose variaciones desde entonces.

 

     Guarre (Uharre): “Zona de barros, barrizal”. De uharre = “agua turbia, agua de arroyadas, barro, lodo”. En 1570 aparece transcrito como Buarre, y desde entonces se mantiene en la forma actual Guarre sin cambios. Su relación con el término uharre ya fue identificada por Diego Pascual de Eraso.

 

 

CORNAGO

 

     La Aldamasa: ¿Acaso derivado de alda- = “ladera, costarral”? Podríamos plantear una protoforma *aldamatza = “laderas, costarrales”, con *aldama, variante de alda / aldamen / alde, y el abundancial -tza. El lugar, en efecto, se sitúa en plena sierra.

     Como posible paralelo, podemos citar el Aldama de Zuhatzu (Navarra).

 

     La Pelarra: Situada río abajo de Cornago, podría tratarse de un *pe-larra = “prado o campo de abajo”, con un paralelo en Pekotxeta (< *Peko-etxe-eta = “las casas de abajo”) de Navarra. Otra opción sería pensar en belarra = “la hierba, la pradera”, con ensordecimiento B- > P-.

 

     Zamacón: Se trata claramente de un aumentativo romance del antiguo zamaka = “leña gruesa, leña en general”.

 

 

CORPORALES

 

     Cuesta Utierre: Se podría pensar en una deformación del frecuente apellido Gutierrez, aunque también es posible una interpretación euskérica a partir de oterre = “monte quemado” (ote = arbusto espinoso montaraz, y por extensión “monte bajo en general”, erre = “quemado”), en el que se habrían producido los habituales pasos fonéticos -O- > -U-, y la diptongación romance -E- > -IE-.

     Como paralelo en zona vascófona reciente, podemos citar el Oterre de Narbarte (Navarra).

 

CRIPÁN

 

     Cripán: Aunque se trata de un topónimo surgido a partir del latino *Cyprianus, como bien dice Henrike Knörr[xiii], su evolución fonética revela la presencia de un sustrato vasco, por la conocida conservación del sonido K- incluso delante de -I- y -E-, a diferencia de la evolución romance -K- > -C- / -Z-. Bien conocido es en este aspecto el ejemplo clásico de la alternancia Markalain ~ Marcilla (Navarra).

 

     Oveaucuri: Entre los años 1274 y 1289 se documenta la existencia en la zona de Cripán de un lugar denominado Oveaucuri u Oveurri, analizable con cierta seguridad como derivado de *Hobeko-huri = “villa de Hobeko”, nombre medieval vasco que literalmente significa “mejorcito”.

 

 

CUZCURRITA DE RÍO TIRÓN (KOZKORRITA)

 

     Arraldia: Así aparece nombrado un lugar en la larga lista toponímica de 1492. No está claro si debemos pensar en un *arro-alde-a = “la zona de barrancos o regachuelos”, o bien es mejor plantear una explicación alternativa con (h)arr- = “piedra”.

 

     Berriquia (Berrikia): “El noval”. De berri = “nuevo”, el sufijo -ka de iterativo (o quizás de diminutivo, pudiendo entrar también perfectamente el -ki de material), y el artículo -a = “el / la”. En este caso se ha producido una conservación de la -E- frente a -R- (lo habitual en La Rioja es encontrar la forma occidental barri), tal y como también sucede con otros ejemplos como Berrobarrena en Ezcaray, todo ello debido a una cierta fosilización del término en su forma original.

     En cuanto a su significado, señalemos que todos los topónimos relacionados con la idea de “nuevo, noval” suelen hacer referencia a terrenos desbrozados recientemente.

     Aparece ya en la forma actual Berriquia en 1492, aunque asociado con la población de Cihuri.

 

     Campanate (Kapana-garate): “Portillo de la campana”. De kanpana = “campana”, y garate = “portillo, lugar de paso de montaña”. Puede hacer referencia a alguna antigua iglesia. Se documenta ya en 1380 un “camino de Campana Garathe”, en terrenos de Villalobar, pero que hace referencia sin duda a este lugar.

 

     Prado de Charpara (Txarpara): Seguramente de *txarpa-haran = “valle u hondonada de rebrotes vegetales”. Txarpa significa “renuevo vegetal, rebrote de un tallo”, y parece variante de txapar = “coscoja, mata espinosa y achaparrada, pequeño arbusto”. Charpara es otro de los topónimos de 1492.

 

     Cuzcurrita (Kozkorrita): Cuzcurrita pertenece a una serie bastante larga de topónimos acabados en -ita (Botorrita, Arroita, Zorita, Irurita, etc…), que no se corresponde con el diminutivo castellano, sino que en algunos casos parece el resultado de la deformación de componentes en un principio más largos como (h)egi / (h)ei / te(g)i = “lugar”, e incluso ibi = “vado, paso”, a lo que se añade la pérdida de la -E- de la desinencia -eta. Es decir, podríamos plantear una evolución general para algunos de estos topónimos del tipo: *-egieta > *-ei(e)ta > *-i(e)ta > -ita.

     Por otra parte, formas como Cuzcurrita, Cozcorrita y Coscurita se repiten con profusión por la geografía ibérica, siendo bastante aceptable pensar que su primer componente es el euskérico kozkor = “terrón de tierra, rastrojos, pedazos, restos variados de materiales, grava, cascajo”, aunque también se puede pensar kozkor / kuskur = “elevación del terreno, cabezo”.

     Una opción alternativa sería pensar en que la raíz primitiva del topónimo fue *kozkorri, con -I final típica de los participios verbales, lo cual nos daría un *kozkorrieta del mismo significado que acabamos de señalar, que evolucionaría fácilmente hasta el moderno Cuzcurrita. Pero hasta el momento no conocemos ninguna variante de este tipo dentro del léxico vasco.

     La documentación acerca del nombre es sumamente abundante: Coscorrita 947, 1104 y 1278, Coscorita 1124, Cozcorrita 1215, Coçcorrita 1257, Cozcorrita de Rrio Tiron 1373, Cuzcurrita 1450, Cuzcurrita del rrio Tiron 1484.

     Como se puede ver, el cierre vocálico -O- > -U- sólo se asienta tardiamente a partir del siglo XV.

     En ámbito vascófono, podemos señalar un posible paralelo en el Kuzkurruta de Etxonekoa (Badostáin, Navarra), derivado claramente de kuzkurruta = “cresta, ápice, punta”. Quizás la propia Cuzcurrita riojana sea el último resultado de un término similar.

 

     Arroyo y corral de Guisalza o Guizalza (Gisaltza): “Salitral”. Gisal = “agua salitrosa, yeso”, más el abundancial -tza. Sin duda define zonas del arroyo de elevada salinidad. También aparece en algunos casos como Guizalza, aunque se trata de una mera variante fonética. En 1492 se habla del “camino de Gisalca”, debiéndose leer en este caso la -C- como una -Ç-.

 

     Obilosa / Bilosa: Éste es otro de los nombres presentes en la lista de 1492. Recuerda fuertemente al término navarro sumamente habitual en toponimia u(r)bilos / ibilos = “confluencia de aguas”, al que se le habría añadido simplemente el artículo singular -a. Tiene un paralelo en el Obillosalde (= “zona junto a la confluencia”) de Larraun (Navarra).

 

     Relucea (Larreluzea): “El prado largo”. De larre = “prado”, y el adjetivo luze = “largo”.

 

     Rutia: Rutia es sin duda el continuador moderno del mismo topónimo que en 1492 aparece como Forutya u Horrutya, y que parece relacionado con urrutia  = “alende, al otro lado de”. La oscilación entre F- y H- iniciales que presentan las formas antiguas parece deberse a la existencia de aspiración.

 

     Segarriga: Seguramente ésta es la continuación moderna del antiguo Sagarroga, que se transcribe así en el documento de 1492. Es segura la presencia de sagar = “manzana”, y por extensión “manzano”, aunque la terminación es confusa.

 

 

 

D

 

DAROCA

 

     Daroca (Daroka): Parece relacionado con aroka = “Cáscara del trigo, paja que envuelve a la semilla de trigo”, el cual pertenece a una familia de términos mucho más amplia, entre los que está auka, que fueron empleados para expresar la idea de cursos fluviales que arrastraban restos vegetales y deshechos. La D- inicial puede deberse al añadido de la preposición romance de, o acaso deriva de un antiguo fonema perteneciente al mismo término euskérico. Además el término podría estar emparentado con el que dio lugar al nombre del Río Iregua (Eiroka en 924).

     Sea como fuere, el topónimo aparece desde sus primeras citas en la forma actual: Daroca en 1044, Daroka en 1060.

 

     Zorronvillo: “Anfractuosidad”. De zurrunbilo = “remolino”, aunque en toponimia más bien con el sentido de “lugar escabroso, abismo”. En Mujika se aporta una formazorrombilo que parece en parte mal transcrita, con el sentido de “rincón sin salida”, el cual morfológicamente es de estructura similar a la de zurrunbilo.

 

 

DESOJO

 

     Izárrula (Lizar-olha): “Choza del fresno”. La forma Hizarrula documentada en 1707 nos da la pista de que en efecto, el topónimo ha perdido la L- inicial a lo largo del curso de su evolución fonética. El cierre vocálico -O- > -U- sigue las clásicas reglas de evolución fonética riojana.

 

 

 

E

 

ELCIEGO

 

     Alto de El Espuro (Haizpuru): “Peña, peñasco”. De haitz-buru (contraído habitualmente en haizpuru) = “peñasco, peña que sobresale en un monte”, compuesto formado de (h)aitz = “peña”, y buru = “cabeza, punto prominente”.

     Clásico topónimo que suele hacer referencia a cantiles y prominencias rocosas bastante destacadas en el paisaje.

 

 

ENCISO (INCLUYE GARRANZO, LA ESCURQUILLA, NAVALSAZ, POYALES, lAS RUEDAS DE ENCISO, VALDEVIGAS Y EL VILLAR)

 

     Collado Andorra (Andorra): “El áspero”. De *andor / andur = “ruin, mezquino”, aplicado a la naturaleza del terreno, más el artículo -a = “el / la”.

     Topónimo que se repite tanto en el Principado del mismo nombre, como en una población turolense. La alternancia -O- ~ -U- es habitual en euskera, y es segura la existencia de una forma arcaica *andor con el sentido de “terreno quebrado, empinado”, derivado de gandor / gandur = “cresta, ápice” con pérdida de G- inicial.

     En los mapas regionales el lugar aparece siempre como Andurra, aunque se trata de un fallo de transcripción, ya que la pronunciación normal en el lugar es claramente con -O-. No se puede descartar de todas formas, que tal variante se haya debido a la pronunciación de algún informante que presentaría el clásico cierre vocálico riojano -O- > -U-.

 

     La Laturza: Podría ser un derivado de iturritza = “fuentes, fontaneda”, origen del Turza de Ezcaray.

 

     Moroquil (Morokil): El término morokil, entre otras cosas, transmite la idea de “espeso, embrollado”, así que en este caso podría haber sido utilizado como un sinónimo de sarri = “espesura, bosque, zona arbolada”.

 

     Fuente Picapaelorza: No está claro si el nombre hace referencia a un antiguo espinal (elortza = “espinal lugar de espinos”), o acaso se trata del apellido de un antiguo propietario del lugar.

 

 

ENTRENA

 

     Valgaroz: Puede ser un compuesto de garo = “húmedo, encharcado”, y hotz = “frío/a”, haciendo referencia tal vez a una hondonada donde se producían acumulaciones de agua o niebla fría. En efecto, el término garo / garu significó sin duda “humedad, agua”, como demuestra su derivado garuztatu / garaztatu = “regar, rociar”, con sufijo verbal -ztatu que expresa el concepto de “llenar de”.

     En Oteiza (Navarra), se registra un lugar denominado Garos, donde abundan los pozos y fuentes.

 

 

ESPINOSA DEL CAMINO

 

     La Onguiza: Aunque la presencia del sufijo abundancial -tza es casi segura, no está claro el sentido exacto del primer componente, ya que ongi tal cual significa “bien”. Tal vez haga referencia a la idea de “bienes” entendidos como posesiones o propiedades. Una explicación alternativa podría ser a partir de *iraungitza = “los (lugares) marchitos”, aunque resulta quizás demasiado rebuscada.

 

 

ESPRONCEDA

 

     Langui: Topónimo documentado desde 1700 siempre en la misma forma. Podría ser un último descendiente ya sumente alterado de *haran-hegi = “lugar de valles”, aunque no hay que olvidar la voz langi / langia = “lugar de trabajo”.

 

     Miguelenchi: Parece un diminutivo vasco del antropónimo Miguel.

 

 

ESTOLLO

 

     Bosticaduva (Bostikaduba): Se trata de un topónimo sumamente intesante de cara al conocimiento de fenómenos fonéticos del pasado, pues parece una variante local de ostikatu = “pisotear, dar patadas”, con un participio verbal en -(a)du que se repite en el vizcaino moderno como resultado de la fuerte influencia castellana, a todo lo cual se une lo que parece ser un fenómeno de armonía vocálica -U + A > -UBA, también netamente vizcaina moderna. Por último, la presencia de la B- inicial sería una supervivencia de la P- que en un principio portaría este verbo, si como afirman algunos deriva del latín posticus.

     A nivel de significado, podríamos interpretar a Bosticaduva aproximadamente como “la patada”, concepto muy extendido en toponimia[xiv], y que por ejemplo se repite en Aibar (Navarra) en el lugar de “La patada del buey”.

 

 

ETERNA (INCLUYE AVELLANOSA DE RIOJA)

 

     Aricha (Haritza): “Robledal”. Aunque haritz posee en euskera actual el valor de “roble”, parece que en algunos casos el término también fue empleado para nombrar a las encinas, árbol similar, pero mucho mejor adaptado al clima mediterráneo.

 

     Río de Mosquiza (Moskitza): Quizás de *moskiltza = “zona de rebrotes de árbol”, con moskil / muskil = = retoño de árbol, rebrote”, más el abundancial -tza, aunque no se pueden descartar otras raíces como moxkin / mozkin = “astillas, leñas, restos del corte de leñas”.

 

     Olleta (Olhaeta): “Las cabañas”. De olha = “chozo, cabaña pastoril”, más la desinencia de plural -eta.

 

     Ordoquia (Ordokia): “El llano”. De ordoki = “terreno llano en general”.

     Resulta curioso encontrar en una zona tan “occidental” dentro de la extensión histórica del euskera un término de características formales netamente “orientales”, es decir del área navarro-pirenaica. Quizás se trate de un arcaísmo o una peculiaridad que presentaba el dialecto local. En todo caso se documenta en 1752 con la forma actual Ordoquia.

 

     Pullarana: Seguramente de *puhuillu-harana = “el valle de hinojo”, con puhuillu / puhuilla = “hinojo, planta olorosa muy utilizada antiguamente como aromatizante”.

 

     Valturrate: Seguramente se trata de un híbrido entre el romance val, apócope de “valle”, y el euskera iturr(i)-ate = “portillo o lugar de paso de la fuente”.

 

     Zularna (Zulo-harana): “El valle de la hondonada”. De zulo (en composición frecuentemente zul-) = “agujero, hondonada u hoyo del terreno”, y harana = “el valle, la hondonada”.

 

 

EZCARAY (HAIZKARAI)

 

     Alandia: Ésta sería la forma primitiva del “Puente de La India”, puente a través del cual se iba desde Ezcaray a La Demanda, y en el que observamos claramente el efecto de la etimología popular. Alandia —presente en una cita de 1557—, o Arandio, variante de 912, es el nombre con el que se definía al menos una parte de la Sierra de La Demanda.

     Su etimología a través del euskera es sumamente transparente, ya que deriva sin más de haraindi = “allende, más allá, al otro lado”. La forma con -L- debe de ser un arcaísmo, pues la forma primitiva de este elemento fue *halaindi, mientras que la terminación en -O de la variante Arandio es sin más el viejo ablativo -tio (menditio = “desde o por el monte”), variante de -ti / -tik, que unido a gain = “cumbre, ápice”, produce gaindi, segundo componente de haraindi.

     Hay que pensar por tanto, que en origen el nombre se empleaba para definir el territorio ubicado al otro lado de los montes que rodean Ezcaray, en concreto el amplio espacio de la cabecera del Najerilla, y no exactamente toda La Demanda.

 

     Alcorza (Alkortza): En la actualidad a la palabra alkor tal cual se le da el valor de “mineral de plomo no fundido”, por lo que tal vez nos encontremos ante un lugar dedicado a la actividad minera, en el cual se acumulaban montones de mineral extraído de antiguas minas. El valle de Ezcaray ha sido en efecto una zona de actividad minera tradicional.

     Sin embargo, hay que recordar que alkor no es sino una mera variante de malkor = “roca, peñasco, zona escarpada, monte, elevación del terreno”, por lo que podría tratarse meramente de la descripción de una zona montuosa y rocosa sin más.

 

     Almicia (Almitzia): “El henar”. De almitz / albitz = “heno, planta de forraje para el ganado”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Anabiza (Anabitza): “Arandanedo”. De anabi(a) = “arándano”, más el sufijo abundancial -tza. En el documento de 1110 que nombra varios lugares del área de Ezcaray, se menciona de pasada un lugar denominado “pora Navicha”, donde se puede observar perfectamente una deglutinación de la A- inicial del topónimo originario.

 

     Aranzadia (Arantzadia): “El espinal”. De arantza = “espino”, el abundancial -di, y el artículo singular -a. Merino aporta la variante Aransaia, mientras que Antonino la forma Aranzaria. Morfológicamente es idéntico al Aransay de Ojacastro.

 

     Arrobia o Arrubia: “La cantera”. De arrobi = “cantera, lugar de piedra”, más el artículo -a. Puede que el Río Arobia documentado en 1534 haga referencia a este mismo lugar.

 

     Artequezpura, Arquetézpura o Tézpura (Arteko-ezpura): Seguramente “laguna de encinas”, con arteko = “de encina(s)”, y ezpura = “laguna, charca”.

 

     Ayabarrena (Aia-barrena): “Lo de bajo el lugar de Aya”. De Aia = “nombre de una zona, derivado deai = “cuesta, declive” y el artículo singular -a, más el elementobarren = “abajo, debajo”, similar en significado al extendido término riojano “bajera”.

     En cuanto a su documentación antigua, se registran las formas Yavarrena en 1488, y Yabarrena en 1752.

 

     Azárrulla (Atzarrola): “Cabaña de ovejas viejas”. De atzar / artzar = “oveja vieja” (compuesto a su vez de ardi = “oveja” y tzar = “vieja”), y ol(h)a = “cabaña, chozo pastoril”. Se verifican los habituales pasos de O > U y -LH- > -LL-. Éste es un buen ejemplo de las consecuencias negativas que para una correcta comprensión de la toponimia riojana puede llegar a tener el desconocimiento del euskera, ya que ha habido quien ha propuesto que este nombre venía del árabe “al-za`rûra” = “el acerolo”, lo cual es un claro error.

 

     Beneguerra: Parece lógico considerar que este topónimo es el mismo que aparece en una cita del año 959 como Benifederra. En tal caso se trataría del nombre de una persona, hijo de un tal *Hederra (en euskera literalmente “el hermoso, bello”), con el elemento arábigo Beni- (= “hijo de”) por delante. Ésta sería por tanto una de las varias pruebas que nos permiten pensar que la lengua vasca se mantuvo bajo dominación musulmana, y que ya estaba perfectamente asentada en el valle del río Oja mucho antes de que la conquistasen los ejércitos cristianos del norte, puesto que es prácticamente imposible que un repoblador se convirtiera al Islam en un momento de retroceso generalizado para aquella comunidad, y el tal *Beni-Hederra debió de ser por tanto algún señor local de época altomedieval anterior a la Reconquista.

     Existe también la  Fuente de Benederra.

 

     Loma Bizcarra (Bizkarra): “La loma”. De bizkar = “loma, cerro”, y el artículo singular -a. Evidentemente se trata de lo que en lingüística se denomina una “tautología”, es decir, la repetición dentro de un mismo topónimo de dos o más términos en diferentes idiomas, que hacen referencia a una misma característica del terreno.

 

     Chalezpura (Txalezpura): Tal vez “charca de terneros”, con txal / txahal = “novillo, ternero”, másezpura = “laguna, charca”. Seguramente se trata de un antiguo bebedero para el ganado.

 

     Chasparria o Chazparria: “Espinar nuevo”. De itsats (en composición itsas-) = “retama, mata espinosa”, barri (tras sibilante ensordecido en -parri) = “nuevo”, y el artículo singular -a. Además debe de ser el mismo que el Sasparria de 1465 de las ordenanzas de Ezcaray[xv]. Sin duda se refiere a una antigua zona de cultivo, después abandonada, en la que se formó una gran masa de matorral salvaje.

     Del estudio de la toponimia riojana se deduce la existencia generalizada de una raíz itsas- con el sentido específico de “zona espinosa, o cubierta de matorral áspero”, que se repite en diversos lugares, y se documenta ya en las citas medievales. Véase Chasquivela en Eterna, o Issasparri (1251) en Casalarreina.

     Tiene un buen paralelo en el Chazperri de Mendigorría (Navarra).

 

     Cila (Zila): Zil es un término que parece significar “hondo, hueco, hondonada”, pues se deriva de zilo = “agujero, hoyo, hueco”. El hecho de que en la zona exista una cueva parece asegurar esta traducción.

 

     Cilbarrena (Zil-barrena): “Bajo la hondonada”. De zil, variante de zilo = “hueco, hondonada, hoya”, más barrena = “bajo, debajo de”. Se sitúa en efecto en lo más bajo de una profunda hondonada.

 

     Escarrarana (Ezkar-harana): “El valle de los arces”. De ezkar = “arce”, y (h)arana = “el valle”.

 

     Escarzulla (Ezkartza-olha): “Cabaña del arcedo”. De ezkartza = “arcedo, lugar de arces”, y olha = “chozo, cabaña pastoril”. Se observa una vez más el típico cierre fonético -O- > -U-. Tiene como variantes Escarzuia y Escanzuia.

 

     La Ren de Esconovia (Azkonobia): “Tajonar o madriguera de tejones”. De azkon = “tejón”, y (h)obi = “hoyo, fosa”, más el artículo singular -a. El topónimo Escorobia que aparece en las listas de Merino debe de ser una mera variante fonética o gráfica de este mismo. Por otra parte, en los registros de Antonino González, aparece la forma Esconabia, que parece igualmente una mera variante del mismo topónimo. De hecho existe el euskera (h)abia = “madriguera, hoyo”, que podría haberse confundido y cruzado en el pasado con (h)obi.

     Disponemos de buenos paralelos en el Azkonobieta de Elgorriaga (Navarra), y el Azkonabieta de Elgeta (Guipúzcoa).

 

     Peña Escorria o Ezcorria (Haitzkorria): “La peña pelada”. De haitz = “peña”, más gorri = “rojo, desprovisto de vegetación, desnudo”, y el artículo singular -a. Se sitúa junto a Peña Colorada.

 

     Fuente de Esparriturri: En 1110 se menciona una fuente de este nombre, con la grafía “fuente de Sparriturri”, que parece provenir de espar = “estaca de madera”, e iturri = “fuente”. Tampoco sería descartable que el primer componente fueraesparru = “redil o cercado para el ganado”, aunque parece menos probable.


     Ezcaray (Ezkarai): “Peña alta”. De (h)aitz = “peña”, ygarai = “alto/a”. Sin duda es el antiguo nombre de la magnífica Peña de San Torcuato, la cual domina todo el valle en el que se asienta Ezcaray. Existe otro lugar llamado de la misma forma al sur del municipio, en terreno áspero y fragoso.

     De hecho, las formas antiguas no dejan lugar a dudas acerca de su etimología primitiva, ya que, además de aportar un buen ejemplo de la forma haiz- (así se presenta haitz delante de consonantes oclusivas como en este caso la G- de garai), en las grafías Haizcarra y Hazcarrahy de 1164, así como en Hezcaray de 1488, también podemos observar la -H- que primitivamente ostentaba garai < *garahi en ejemplos como el Ezcharaphi de 1074 y el Yzcarahi de 1110.

     Es decir, la fonética euskérica también aparece claramente representada en las transcripciones antiguas del nombre, lo que evidencia un uso práctico de la lengua, y que no se trata de meras influencias o préstamos.


     Galarcia (Galartzia): “Troncos secos”. De galar = “tronco seco de árbol que queda en pie en el monte”, el sufijo abundancial -tza, y el artículo -a = “el / la”, que al chocar con una palabra terminada en -A produce en dialectos vizcaino-guipuzcoanos (los mismos a los que se asociaba el riojano antiguo) la secuencia -IA.

 

     Galardea: Parece que este topónimo no es sino una construcción muy similar al anterior, aunque con el abundancial -di / -dei / -degi en vez de -tza. El hecho de que su terminación aparezca como -EA, se puede deber o bien a un proceso de ultracorrección, por el cual un antiguo *galardia es corregido como si se le quisiera eliminar una presunta armonía vocálica, o porque la forma original fue realmente *galardeia, y con el tiempo se ha perdido la -I- intervocálica.

 

     Peña de Gatatia: “El portillo de los gatos”. De gatu = “gato”, ate = “paso, portillo”, más el artículo -a, con armonía vocálica -E + A > -IA. El concepto hace referencia a un paso muy estrecho y difícil, y se repite en el Gatubide = “camino de gatos” de Osa (Navarra).

 

     Gatazpura: “Laguna o charca de gatos”. De gatu = “gato”, más ezpura / izpura = “charca, aguazal, laguneja”.

 

     Hermua: “El yermo”. De (h)ermu = “yermo, zona desierta”, más el artículo -a.

 

     Iluncia (Iluntzia): “La umbría”. De ilun = “oscuro”, el sufijo abundancial -tza, y el artículo -a. Este mismo lugar se denomina también La Umbría, lo cual no es sino una simple traducción del término euskérico.

 

     Inguelezpura (Ingelezpura): “Charca de ranas”. De ingel = “rana”, e izpura = “Charca, balsa, curso de agua”. Es posible que existiese una variante arcaica de esta última palabra en la forma *ezpura tal cual, aunque el aspecto actual del topónimo ha podido deberse también a un proceso de asimilación vocálica como *ingelizpura > ingelezpura.

     Se conoce también la variante Guindelezpura, la cual indicaría que debemos partir de un hipotético *dingel-ezpura, siendo dingel una forma alterada de ingel, relacionada acaso con la expresión dingili-dangolo = “bamboleándose”, que tuvo tal vez también el sentido de “saltar, a saltos”.

 

     Ignaricha: En 1110 se cita un lugar de este nombre, al que hay que leer como Iñariza, y que se corresponde casi sin duda con el euskera iñarritza = “brezal”.

 

     Laparcia (Lapartzia): “El zarzal”. De lapar = “zarza, matorral espinoso”, el abundancial -tza, y el artículo -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Lizardia o Elizardia: “La fresneda”. De lizar / elixar = “fresno”, el sufijo de colectivo -di, y el artículo singular -a. Presenta también la variante Lizarria, aunque ésta no es sino la consecuencia de un proceso de asimilación consonántica -RD- > -RR.

 

     Lucuturría (Luku-iturria): “La fuente del bosque”. De luku = “bosque”, iturri = “fuente”, más el artículo -a. Tampoco es imposible que provenga de laku = “lago”.

 

     Mallave (Mailabe): “Bajo el peñasco o cantil”. El topónimo porta la misma raíz que en los dos casos anteriores, pero con el añadido de be / behe = “bajo, debajo de”.

 

     Mallavia (Mailabia): “Bajo el cantil”. Idéntico al anterior, aunque con el añadido del artículo singular -a, que produce la armonía vocálica -E + A > -IA.

 

     Cerro Mingaña (Mingaina): “La punta”. Mingain en euskera quiere decir literalmente “punta de la lengua”, pero tal vez debió de adaptarse en toponimia para describir lugares muy puntiagudos o con elevaciones empinadas. Parece ser el mismo componente de Valdemingañas de Ausejo.

 

     Obícolla: Seguramente de *hobiko-olha = “chozo de la hondonada”, con hobi = “hondonada, vaguada”, la desinencia de genitivo-locativo -ko, y olha = “chozo pastoril”.

 

     Quiricia (Kiritzia): “El ulagar”. De kiri = “ulaga, retama, arbusto espinoso de flores amarillas”, el sufijo abundancial -tza, y el artículo -a = “el / la”, que al chocar con una terminación en -A de otro sustantivo o adjetivo da lugar a la secuencia -IA.

 

     Sagastia: “El manzanal”. De sagasti = “manzanal, plantación de manzanos”, más el artículo -a.

 

     Sandamendía, Sandemendía o Sardamendía: Da la sensación de que se trata del mismo lugar que en un documento de 1074, referido a la vecina zona de Pazuengos, presenta la forma Sendamendi, por lo que lo más lógico es pensar que estamos ante un “monte de la senda”.

 

     Sarrucia (Sarrotzia): “El lugar de deshechos”. De sarro = “deshecho, residuo”, el abundancial-tza, y el artículo -a. Se ha producido el clásico cierre vocálico riojano -O- > -U-.

 

     Torrespura: Lo más probable es que estemos ante un antiguo *iturri-ezpura = “laguna o charca de la fuente”.

 

     Turcia o Túrciga (Iturtzia): “La fontaneda”. De iturri, el abundancial -tza, y el artículo singular -a, aunque también podría estar presente la desinencia de locativo -aga.

 

     Arroyo y cerro de Turragua(s): Seguramente de *iturri-agoa = “la boca de la fuente, manantial”, con posterior pluralización romance.

     Disponemos de un paralelo en el Iturrago de Erroz (Navarra).

 

     Turrarana (Iturri-harana): “El valle de la fuente”. De iturri = “fuente”, y(h)arana = “el valle”. Presenta la clásica perdida de la I- inicial.

 

     Aldea de Turza (Iturritza): “Fuentes”. De iturri = “fuente”, y el sufijo abundancial -tza. Coincide en su nombre con una gran cantidad de topónimos de todo el mundo vascoparlante antiguo y moderno. Se registra ya en 1110 con la forma Iturricha, evolucionada después a Turça en 1580.

 

     Turzulla (Iturritza-olha): “Cabaña de las fuentes”. De iturritza = “fontaneda, fuentes”, y olha = “chozo, cabaña pastoril”. Podría tratarse de una cabaña que hacía referencia a la aldea anterior.

 

     Urdanta: “Pocilga”. De urdantei / urdande del mismo significado. Seguramente se ha producido un proceso de asimilación vocálica -A- -E- > -A- -A-.

 

     Urzalaia: “La pradera de agua”. De ur-zelai = “prado que posee una resurgencia de agua que lo mantiene verde incluso en verano”. Se trata de un término relativamente frecuente en la toponimia vasca, que aquí tiene su equivalente en dialecto riojano.

 

     Yarza (Ihartza): “Secarral, zona de matorrales resecos”. De ihar = “vegetal seco, marchito”, más el sufijo abundancial -tza. A veces la expresión ihar se utiliza también para denominar a especies en concreto como el arce, aunque en la zona este árbol suele denominarse ezkar / escarro. También existe una cita de iarza tal cual con el sentido de “juncal”, aunque esta última interpretación no parece tener paralelos en otros sitios, y podría tratarse de un error.

 

     Zabalaidoia: “La laguna de Zabala”. De idoia = “la laguna, la charca” y zabala = “la plana”.

 

     La Zalaya (Zalaia): “La pradera”. De zalai = “prado, pradera” (variante típicamente riojana del más habitual zelai), y el artículo -a.

 

     Zamaquia (Zamakia): Seguramente se trata del mismo zamaka = “leña en general”, con el artículo singular -a, y un proceso de armonía vocálica -A + A > -IA. Existe de todas manera una variante zamaki, del mismo significado.

 

     Zomicia: “El lugar de mimbres”. De zumitz = “mimbre, arbusto del que se obtienen varas para cestería”, más el abundancial -tza, y el artículo singular -a.

 

     Zorroquia (Zorrokia): Si no se trata de un compuesto con (t)oki = “sitio, lugar”, todo parece indicar que nos encontramos ante una forma antigua de txorroki = “ramas y hojas de encina que se dan al ganado”, el cual además se repite en el topónimo de Alfaro Zurruqui.

 

     Zorroza (Zorrotza): “Áspero”. De zorrotz = “áspero, empinado”, más el artículo singular -a.

 

     Zularna (Zularana): “El valle de la hoya”. De zulo = “hoya, hondonada del terreno”, y harana = “el valle”. Parece una especie de tautología.

 

     Zumazia (Zumatzia): “El lugar de mimbres”. De zumatze / *zumatza = “lugar de mimbres (arbusto del que se sacan varas para cestería)”, más el artículo -a.

 

     Zunarro (Zunarra): “El olmo”. De zunar = “olmo”. Este nombre al igual que en el caso de Tontorro, y también Txumarro de Munilla ha sido castellanizado.

 

     Peña Zurdiña: Seguramente de *haitz-urdina = “la peña gris”, con haitz = “peña”, y urdin = “azul grisáceo, gris”. Hará referencia al color grisáceo de la caliza.

 

     Zurrumbaria: Dezurrunba = “presa de un molino en el río, cascada”, más una terminación que puede estar configurada sin más por el abundancial -di, con confusión -D- ~ -R-, y el artículo singular -a.

 

 

 

F

 

 

FITERO

 

     Valdeguarro: En 1757 este paraje se documenta como Valde Hugarro, siendo un detalle que lo acerca notablemente a (h)ugar = “agua turbia, fangosa”, lo cual nos permitiría pensar en un primitivo origen euskérico para el nombre, que habría sido adaptado después a la fonética y morfología romance.

 

 

FONCEA

 

     Basagón (Basagune): “Zona boscosa”. Formalmente resulta idéntico al Bajabón que estudiamos en Ablitas.

 

     Fuentesaja: Parece que el topónimo porta el primer componente de Sajuela y Sajazarra, derivado de saila = “pieza o trozo de terreno dedicado al cultivo”.

 

     Marivindia / Marimindia (Marimendia): “El monte de Mari”. De Mari, nombre de mujer, y mendia = “el monte”. Podría tratarse del personaje mítico vasco del mismo nombre, que reside en montañas y grandes peñascales. Además en la alternancia -V- ~ -M- se puede ver todavía en vivo el proceso de evolución fonética típicamente euskérico B- > M- (mendi era en principio bendi).

 

 

FONZALECHE

 

     Garallo o Garaya: Topónimo aportado por Merino Urrutia, derivado de garaia = “el alto”.

 

     Fuente los Zabales: Castellanización de un antiguo  topónimo que portaba el componente zabal = “plana”.

 

     Zabaleta (Zabaleta): “Los llanos”. De zabal = “llano, plano, ancho”, más el sufijo pluralizante -eta. Se trata de uno de los escasos ejemplos de este sufijo en La Rioja, en cuyo dialecto local se usaba generalmente el más arcaico -tza. Ver Zabalza en Haro.

 

 

FRESNEDA DE LA SIERRA TIRÓN (INCLUYE LA POBLACIÓN DE PRADILLA DE BELORADO)

 

     Andorra: “El cerro”. De *andorra, variante sin G- inicial de gandorra = “la cresta, ápice, cúspide”. Término muy extendido en toponimia, teniendo en el vocabulario vasco un descendiente directo en el moderno andurra = “ruin, mezquino”, el cual ya ha sufrido una notable alteración de su significado primitivo.

 

     Arabiza o Anabiza (Anabitza): “Arandanedo”. De anabi / arabi = “arándano”, y el abundancial -tza.

 

     Hoyo Arizeta (Haritzeta): “Los robles”. De (h)aritz = “roble”, más la desinencia de plural -eta. El término haritz puede hacer referencia en esta zona al roble pirenaico o «rebollo», aunque también a la encina y el quejigo.

 

     Burgaiza o Burbaiza (Burgaitza): “El peñasco”. De burkaitz = “peñasco, gran roca que sobresale, despeñadero”, y el artículo -a. Parece que la fonética romance ha realizado la sonorización -K- > -G-, aunque no es descartable de todas formas que la forma original fuera con -G-, ya que etimológicamente el término vasco derivaría de *buru-gaitz = “gran cabeza, cabezón, gran prominencia”.

     Los paralelos en ámbito navarro son muy abundantes: Burkaitz en Areso, Burgaitzea en Erratzu, Burkaitz Aundien en Igantzi, Burkaitza en Arribe-Atallu, etc.

 

     Carecia (Karetzia): “El lugar de cal o piedra caliza”. De kare = “cal, piedra caliza”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a.

 

     Cabeza Eguilaz (Hegi-latz): “Monte áspero”. De hegi = “ladera, cerro, colina”, ylatz = “áspero/a”.

 

     Esquisa (Ezkitza): “Chopera”. Aunque al sustantivo euskérico ezki se le suele dar el valor de “tilo”, también posee el de “chopo” (árbol típico de las riberas), que parece el más lógico en el ambiente ecológico del Valle del Ebro.

 

     Isasa: “Ulagar”. De isasa / isats = “retama, ulaga, mata espinosa”.

 

     Lacua (Lakua): “El lago”. De laku = “lago”, y el artículo singular -a.

 

     Cerrito Larrea (Larrea): “El prado”. De larre = “prado”, más el artículo singular -a.

 

     Lizarraga: “Donde el fresno o la fresneda”. Según la mayor parte de los indicios, éste habría sido el nombre primitivo de Fresneda. En efecto, conocemos las citas de un lugar denominado de esta manera en 1022, que en otra mención posterior de 1030 aparece como Cizarraga, sin duda con asimilación consonántica L- -Z- > Z- -Z-. En 1869 todavía se documenta la existencia del Río Lizarga[xvi], y además el topónimo de Valgañón Vallizarga < *Valle-Lizárraga sigue conservando en la actualidad el viejo nombre.

 

     Peñumendía (Peñu-mendia): “El monte del peñón”. Seguramente el segmento inicial peñu- es una adaptación del castellano peña o peñón.

 

     Roy Mendia (Erroi-Mendia): “El monte del cuervo”. En el Libro de la Montería se cita este lugar, que en la actualidad se presenta en la forma Remendía. La derivación a partir de erroi = “cuervo” es sencilla, y más si tenemos en cuenta que en la misma cita, se indica que se encuentra en zona relativamente cercana al monte conocido como Oter del Cuervo[xvii].

 

     Sumicia (Sumitzia): “El mimbredo”. De sumitz / zumitz = “mimbre”, el pluralizante -tza, y el artículo singular -a. Es una continuación del término del mismo nombre de Anguta. La denominación «Acebo de Sumicia» que recibe el lugar en alguna cita, podría indicar incluso que en este caso la voz sumitz se utilizó para nombrar a otros árboles además del mimbre puramente dicho.

 

     Turrioza (Iturri hotza): “Fuente fría”. De iturri / turri = “fuente”, más el adjetivo hotz = “frío/a”.

 

     Urdantigui (Urdantegui): “Zahurda, pocilga”. De urdantegi = “cochiquera, lugar de guardar a los cerdos”. Aparece ya en el Libro de Montería de mediados del siglo XIII[xviii].

 

     Llano de Zabal: Una típica tautología, en la que se juntan el castellano llano, y el euskera zabal, del mismo significado.

 

     Zalaya (Zalaia): “La pradera”.

 

     Praderas de Zaldua: “El soto”. De zaldu = “soto, bosquecillo junto a los ríos”, y el artículo singular -a.

 

     Zulozea o Zuluzea (Zulotzea): Seguramente de *zulotzea = “”la hondonada”, con zulo = “agujero”, pero en origen “hondonada, hoya”, el sufijo de acción verbal y abundancial -tze, más el artículo singular -a.

 

 

FRESNEÑA (INCLUYE LA POBLACIÓN DE SAN CRISTOBAL DEL VALLE)

 

     Benaza (Benatza): “El cerro”. De *benatz / *benats = “elevación, cerro”, más el artículo singular -a. *Benats parece haber sido un genérico habitual en el pasado para definir zonas montuosas. Es un término relativamente frecuente en la toponimia de la zona, y goza de paralelos en la zona pirenaica, como Benasa (Leire, Navarra) y Benasque (Huesca). En euskera actual sobrevive en el términomenats = “cabellera” (pero en origen “copete, extremo”).

 

     Ezqueta u Osqueta: En principio parece que estaríamos ante un ezkieta = “los chopos”, aunque la O- inicial de la segunda variante es desconcertante. De todas maneras, oscilaciones semejantes no son nada raras en euskera, pues las podemos ver en alternancias dialectales como ezpal ~ ozpal = “estaca”.

 

 

FUENMAYOR

 

     Los alabacos: Aunque se trata de un topónimo de creación netamente romance, parece reproducir el antiguo gentilicio euskérico *Alabako (actualmente Arabako) = “de Álava, alavés”, con la desinencia -ko de origen. Así pues, éste sí sería un topónimo que indicaría la presencia de gentes alavesas de habla vasca en La Rioja, aunque, como ya hablamos ampliamente en los capítulos dedicados a la toponimia y onomástica antigua en la región, la presencia del idioma en la zona es muy anterior a estos movimientos de población.

 

 

 

G

 

GALBÁRRULI (GALBARRURI)

 

     Defesa de Baranzo (Barantzu): “Serpolar, tomillar”. Aparece en un documento datado entre 1173-1194. Debe de tratarse de un compuesto de baran = “serpol” (una planta parecida al tomillo), más el sufijo abundancial -tzu.

 

     Chandamendi (Txanda-mendi): “Monte de turnos”. Debe de tratarse de un monte cuyos pastos eran aprovechados por los usuarios mediante un sistema de turnos.

 

     Galbárruli (Galbarruli): “Villa del raso” De galbar = “calvo, terreno raso, pelado”, más (h)uri = “villa”. Aunque la hipótesis de que el elemento galbar corresponda a un antropónimo podría ser también razonable, parece preferible la opción de pensar en un elemento descripitivo del terreno, ya que en la toponimia vasca aparece el término galbar para designar zonas llanas carentes de vegetación. En todo caso, a nivel fonético lo que sí está claro es que la forma primitiva fue Galbar-huri, y que el paso a la forma moderna en -ULI- se debe a un proceso de disimilación consonántica -RR- + -R- > -RR- -L-, que tiene buenos paralelos dentro del propio euskera.

     Disponemos de una amplísima documentación medieval para el nombre de esta villa: Galvarruli 1151, Galvarruri 1173-1194, 1257, 1285, 1294, y 1299, Galuarruli 1229, Galbarruli 1278, Galbarruri 1298.

 

     Horcamendi: “Monte de la horca”. De horca, préstamo romance, y mendi = “monte”. Tal vez se trate de un lugar expuesto a la vista, utilizado como patíbulo, aunque en toponimia con frecuencia los términos del tipo horca, horcajo, horcajuelo etc, suelen definir un lugar donde confluyen barrancos, asociado la forma de confluencia con la de las horcas de usos agrícolas.

 

     Hurduendo: Topónimo de 1420, que puede venir de *(h)ortu-ondo = “junto al huerto”.

 

     Fuente Marrauri: Puede ser similar a *Marau-huri = “villa del moro o moreno”, aunque también se puede pensar en marra = “línea”.

 

     Rozabala: Lo más probable en este caso es que se derive de un *arro-zabala = “llano del barranco o arroyuelo”, con arro = “barranco”, que habría perdido la A- inicial, seguramente por la costumbre de denominar al lugar añadiéndole el artículo femenino castellano “la”. Así a partir de un *La Arrozabala, se habría evolucionado a un posterior *La Rozabala, del que se habría extraído erróneamente por etimología popular la forma definitiva Rozabala. De todas maneras, también se podría pensar en *berro-zabala = “la plana de la roza”.

 

     Zabaleta: “Los llanos”. De zabal = “llano”, más la desinencia de plural -eta. Se sitúa precisamente junto al término de “Los Llanos”.

 

 

GALLINERO DE CAMEROS

 

     Aracil (Arakil): “Zona de leñas”. De arakil = “rama de mediano grosor”, y en toponimia “leña, zona leñera”. Se trata claramente de un antiguo genérico de extensión universal en el ámbito vascófono, que cuenta con infinidad de paralelos, y que en este caso ha sido alterado según las leyes fonéticas romances, con evolución -K- > -C- similar al Araciel de Corella.

     Aracil es un antiguo despoblado situado encima de Gallinero, justo en la cumbre del cerro que separa esta localidad de la población vecina de Laguna de Cameros.

 

 

GIMILEO

 

     Aunque el corpus de topónimos vascos modernos en Gimileo es relativamente escaso, sin embargo, tal y como sucede en el caso de Villalobar, el recurso a las fuentes medievales nos aporta un conjunto muy amplio de nombres de clara etimología euskérica. Gimileo presenta características sumamente interesantes dentro de todo el conjunto de La Rioja, ya que sus términos presentan características fonéticas inconfundibles, que evidencian un uso real de la lengua vasca a comienzos del siglo XIII, lo cual nos aleja una vez más de la idea que tiende a considerar a Ojacastro como una isla lingüística, sin conexión con el resto del mundo vascófono. Gimileo es en efecto, todo un nexo de unión con el área alavesa.

 

 

     Achalde (Atxalde): “Zona de peñas”. De atx = “peña”, y alde = “comarca, región, área”.

 

     Haralucea: “El valle largo”. Otro de los topónimos de 1212, que presenta el detalle de la conservación plena de la aspiración vasco-aquitana, indicador de uso como lengua todavía viva. Sin duda está formado a partir de haran (en composición con frecuencia hara-) = “valle”, luze = “largo”, y el artículo singular -a.

 

     Harbehea: “Bajo la peña”. De harri (en composición har-) = “piedra”, behe = “bajo, debajo”, y el artículo singular -a. Éste es acaso uno de los topónimos más interesantes de las listas del año 1212, ya que presenta el componente behe en perfecto estado de conservación fonético y morfológico, lo cual implica casi con total seguridad que a comienzos del siglo XIII el euskera era una lengua plenamente viva en Gimileo.

 

     Harrate (Harrate): “Portillo de la peña”. De harri (en composición har-) = “piedra, peña”, y ate = “portillo, lugar de paso”. Se documenta ya en 1087 un lugar denominado “Viña Harrate”.

 

     Hurarca (Hurarka): “Presa, balsa de agua”. De (h)urarka = “embalse, presa, depósito de agua”. Un ejemplo más de las listas de 1212 en el que vuelve a aparecer la aspiración.

 

     Ugartea: “Entre aguas”. De ur (en composición ug- / ub-) = “agua, río”, arte = “entre”, más el artículo singular -a. Aparece en la lista de topónimos de 1212, en la cual también surge una forma romance denominada “la isla”, que podría ser precisamente la traducción castellana de este topónimo.

 

 

GRAÑÓN

 

     Agro de Ozanco: En 951 se registra un topónimo de esta manera, en el cual se intuye el antropónimo *Otxanko = “lobito”, lobezno”, variante del habitual Otxando, aunque en este caso con la diferencia de presentar el sufijo de diminutivo -(a)nko.

 

     Varrio Sparsa: Así aparece denominada una zona de Grañón en una cita de 1068. Podría tratarse de *espartza, formado a partir de espar = “estaca o tutor de viñas”, aunque en origen quizás significaba más bien “tronco en general”, con el sufijo de abundancial -tza. También se podría partir para el primer componente de esparru = “cercado, zona acotada”.

 

     Villa de Zahal: Despoblado cercano a Grañón, que en 953 aparece de esta manera, y también con la variante Villa de Zahale. Posteriormente, en 1068 aparece la forma corrupta Villa Zahac. Sea como fuere, no parece haber muchas dudas de que se trata del abundante zabal = “llano, llanura”, con pérdida de la -B- intervocálica, que evoluciona a una aspiración (> zahal), fenómeno que todavía se observa en áreas del espacio vascófono actual, como por ejemplo en el dialecto bajo-navarro de Arberoue.

 

 

GRÁVALOS

 

     Corral de Asquín: Situado bajo una zona empinada y fuertemente peñascosa, podría derivar de *haitz-gain = “cumbre de peñas”, con ensordecimiento típico euskérico *haitzgain > *haizgain > *aizkain > asquín.

     Recuerda a topónimos como Ascaine en Lapurdi, Azkin en Ezcurra, Axkin o Askín en Sumbilla.

     Sin embargo, el estudio de las formas antiguas de la toponimia navarra, revela que este tipo de nombres son el resultado de fuertes simplificaciones: el Axkin de Sumbilla aparece como Asquiguin o Asquigin en 1710 y 1711, Asquirin en 1710, Asquiguin en 1711, y Asquieguin en 1716. Esto nos conduciría hacia interpretaciones diferentes.

 

 

 

H

 

HARO

 

     Arrauri: “Villa del barranco”. De arro (en composición arra-) = “barranco”, y el clásico (h)uri = “villa, lugar poblado”. Aparece como Arhauri en 1104. Hay quien defiende que éste pudo ser el nombre primitivo de Haro, aunque más bien se trata de una pequeña aldea muy próxima a la población, con la que no lo debemos confundir.

 

     Azcorria (Azkorria): “Peña pelada”. De (h)aitz = “peña”, y gorri (en composición tras sibilante -korri) = “rojo, pelado, áspero”.

 

     Bardauri: “Villa de zarzas”. De barda = “zarzal, mata espinosa en general”, y (h)uri = “villa, lugar poblado”.

 

     Goicogana (Goikogana): “La cumbre de arriba”. De goi = “arriba”, la desinencia de genitivo-locativo -ko = “de”, gan = “cumbre, parte más elevada de un monte”, más el artículo singular -a.

     El nombre aparece en una referencia de 1513.

 

     Guisalza o Quisalza (Gisaltza): “Aguas saladas”. De gisal / kresal = “agua salada”, y el abundancial -tza.

 

     Iraza (Iratza): “Helechal”. De iratz = “helecho”, más el sufijo abundancial -tza.

 

     Iturrimurri (Iturri-murri): “Fuente murria, de poco caudal”. De iturri = “fuente”, y murri = “escaso, pobre, seco”.


     Mendico (Mendiko): “Montecillo”. De mendi = “monte”, más el sufijo arcaico de diminutivo -ko. Documentado desde 1476.


     Mutilluri (Mutiluri): “Villa de Mutil”. De mutil = “muchacho”, utilizado seguramente como nombre o apodo de varón, y (h)uri = “villa, lugar poblado”. Sería pues un antropónimo de características similares al que se presenta en Valdegastea de Logroño y Alberite.

     Las referencias medievales son sumamente abundantes: Mutilluri 1062, Motillori 1076, Mutilori y Mutillori en 1083, Mitallori 1085, Mutillori 1092, etc. 

 

     Viña Páceta (Patzeta): “Los barros”. Parece un compuesto de pats / patz = “orujo de uva”, aunque también “desperdicio, residuo en general”, más la desinencia de plural -eta. En este caso la duda está en si quería expresar una idea relacionada en torno a las uvas y viñas, o acaso se refiere más bien al barro del Ebro que se acumula en este punto, lo cual parece una opción razonable.

 

     Potanzuri: “Villa de Potentius”. De Potentius = nombre de persona latino, deformado en romance en la forma Potanzo o Potenzo, más el extendido (h)uri = “villa, lugar poblado”. Se trata de un despoblado que se nombra de esta manera en un documento de 1184.

     Uno de los monjes del Valle de Cárdenas que realizaron el juramento de obediencia al nuevo abad Pedro en 921, porta este antropónimo Potentius.

 

     Riaran (Harriaran): “Val de peñas”. De (h)arri = “peña, piedra”, y (h)aran = “valle, hondonada”. La pérdida de la vocal inicial en este tipo de compuestos tras la pérdida de la lengua vasca es un fenómeno sumamente habitual, debido a procesos de ultracorrección.

 

     Urturi: “Villa de Fortún”. De Fortún = nombre de persona muy común, deformado frecuentemente en Orti / Urti, y (h)uri = “villa, lugar poblado”.

     Se podría proponer una explicación alternativa a partir de urte = “arroyada, avenida de aguas”, aunque vista la gran extensión del antropónimo mencionado, parece por el momento más lógico plantear la primera opción.

 

 

HERCE (HERTSI)

 

     Eligüerri: Simple variante del Ligüerri de Bergasillas, que podría haberse formado a partir de la fusión del artículo masculino castellano “el” con el antiguo topónimo.

     Dada la pérdida seguramente temprana del euskera en el lugar, lo más lógico parece partir de un antiguo *ili-gorri = “villa roja”, que habría experimentado la típica diptongación romance -O- > -UE-. A esta hipótesis se suma González Bachiller[xix], que sigue las consideraciones de Irigoyen acerca de los varios casos de Ligüerri y Ligüerre en la provincia de Huesca, quien consideraba a estos últimos derivados sin duda de ili-gorri[xx].

     Otra opción sería pensar en liguerri = “linar”, pero no es seguro.

 

     Herce (Hertsi): “Angosto”. De hertsi / ertzi = “estrecho, apretado, angosto”. El topónimo se deriva de la peculiar situación de este pueblo, pues se encuentra literalmente empotrado en un barranco rodeado de cortados rocosos por un lado, y el lecho del Cidacos por el otro, quedando el casco urbano como “ensartado” entre estas barreras.

     Tampoco es descartable asociarlo con ertz = “esquina”, ya que las masas rocosas del lugar se presentan en forma de aristas y cúspides bastante agudas.

     La documentación antigua es sumamente abundante (Erce 1152, Herz 1152, Erze 1162, Erz 1201 y 1202, Erçi 1455, y Herçe 1455), y aunque las formas con -I final son tardías y meramente testimoniales, parece que el topónimo original tuvo que portar esta -I final, ya que la evolución fonética habitual en la región es la de adaptar las frecuentes terminaciones euskéricas de este tipo con una -E[xxi].

     De todas maneras, no hay que olvidar que el término euskérico hertze / herze / hertse = “intestino”, derivado sin duda de un sustantivo verbal formado a partir de hertsi y el sufijo -tze, significaba en origen “cerramiento, estrechura, canal estrecho”, y que podría haber sido perfectamente el origen del topónimo.

     En Oroz-Betelu (Navarra), existe un lugar llamado Ertsi, que parece repetir el mismo componente, apareciendo en Zúñiga un Erze.

     Una opción alternativa sería pensar en eretz = “lado, ladera”, pensando en una antigua contracción, fenómeno que sabemos sucedió en el caso de Ircio (Burgos).

 

     Sierra La Hez (Alaitz): “Pastizal”. De *al(h)aitze / *alaitza = “pastizal, zona de pasto”, un término perdido en el habla moderna, pero que sobrevive en el roncalés alatzera eraman = “llevar a pastar, al pasto”. Se trataría de una derivación del verbo al(h)atu = “alimentar, pastar” (sin duda de ale = “grano, cereal”), más el frecuente sufijo de acción verbal -(i)tze / -(i)tza, que parece relacionado con el -tza / -tze de plural, y que presenta en muchos casos una -I- (recordemos términos como egoitza, emaitza,epaitza, iragaitza, etc), por lo que no parece ser demasiado arriesgado plantear la existencia de un antiguo *alhaitze / *al(h)aitza / *al(h)aitz, que explicaría perfectamente la larga serie de topónimos de similar aspecto que se extienden a lo largo y ancho de toda la superficie vascófona antigua y moderna. De hecho, tenemos el caso del muy abundante olatz / olatze / olatza / olaitz = “majada, zona pastoril”, compuesto de ola = “cabaña, choza o pequeño refugio pastoril”, al que se le debió de añadir el mismo sufijo -(i)tza / -(i)tz(e). En efecto, este olaitz / olatz parece ser una variante de olatze = “domesticación, acto de calmar”, sustantivización del verbo olatu = “llevar al monte el ganado”, derivado a su vez de ola = “chozo, cabaña pastoril”, por lo que podemos establecer un claro palalelismo entre alatze / olatze por un lado, y alaitz(a) / olaitz por otro.

     Los paralelos del componentealaitz(a) son muy abundantes en la toponimia del mundo vascófono reciente —Sierra de Alaiz (Navarra), Alaitza (Zufía de Metauten), Alayçauarrena en 1371 (Arizala, Navarra), Alaiza (Álava), etc—.

     La sierra riojana aparece como Alaiz en 1795, y Sierra de Laiz en 1846 (diccionario de Govantes), aunque ya entonces presentaba la variante moderna “La Hez”. Hoy en día el nombre original aún pervive en el pico de Sierralai, uno de los mayores de esta relativamente pequeña cadena montañosa.

 

     Barranco Ugarre: El nombre se trata como en tantos otros casos, de una tautología. En efecto, ugarre significa literalmente “agua fangosa, agua de riadas”. Sin duda al barranco de este nombre primero se le denominó ugarre, en una época en la que el euskera estaba vivo, y posteriormente, con la llegada del romance se rebautizó el lugar con el apelativo castellano “barranco”, porque el lugar seguía presentando las mismas características.

 

 

HERRAMÉLLURI (HERRAMELLURI)

 

     Casildagurría (Casilda-gorria): “Casilda la pelirroja”. De Casilda = “Casilda”, nombre de mujer, gorri = “rojo/a”, más el artículo -a. Típico topónimo creado a partir del nombre de un antiguo propietario, del que además se nos especifica su apodo. Se observa el paso fonético habitual riojano O > U.

 

     Guipuzaire (Giputzahuri): “Villa del guipuzcoano”. De giputza = “el guipuzcoano”, y (h)uri = “villa, lugar poblado”. Aparece en referencias de 1067 con la forma originaria Gipuzauri, y es casi seguro que sea el mismo lugar que el Gurpuzuri que aparece en una cita del siglo XII, en este caso deficientemente transcrito.

 

     Herramélluri (Herramelluri): “Villa de don Ferramel”. De Ferramell = “Ferramell”, nombre medieval de varón, más (h)uri = “villa”. Hay quien ha pretendido asociar este topónimo con un conde alavés llamado de esta manera, aunque es un detalle sumamente difícil de comprobar. Quizá se trata sin más de una persona absolutamente anónima, que portaba este nombre (fue en efecto un apelativo bastante habitual durante cierta época). Sea como fuere, el topónimo se repite en Labastida en la forma Valderremelluri.

     Las citas del nombre son sumamente abundantes: Harramellori 1067, Harramelluri 1073, Herramellori 1111, Ferramelor 1173, Ferramellori 1177, Ferrameluri 1199, Ferramelori 1212, Ferramelluri 1257, Fferramellor1334, Fferramellori 1464.

 

     Velasco (Belaskohuri): “Villa de Velasco”. Disponemos de una abundantísima documentación medieval acerca de este lugar, en la que aparece persistentemente el término (h)uri = “villa, lugar poblado”, que al final no se ha conservado en el nombre moderno: Velasco en 1054, Blascori 1068, 1181-1199, 1192, y 1257, Brascori 1089 (el cual revela un paso -L- > -R- de características fonéticas netamente vascas), Blaschori 1153, Blascuri 1186 y 1189, Belascuri 1203 y 1225, Blascor 1247, Velascor 1173 y 1334, Velascuri 1482, etc.

 

 

HERVÍAS

 

     Arpide: “Calzada, camino de piedra”. De (h)arpide = “calzada, camino de piedra.

 

     Orreturre: “Fuente de oro”. De urre = “oro”, e iturri = “fuente”. Equivalente exacto del extendido concepto romance de Hontoria ( < Fonte aurea), aunque se podría realizar una interpretación alternativa desde *orre / orri-iturri = “fuente del enebro, o arbusto espinoso”. Aparece en el catastro de la Ensenada en 1752.

 

     Mendiguillo (Mendigilo): “Montecillo”. De mendi = “monte”, y el viejo sufijo diminutivo -gilo / -kilo (presente por ejemplo en voces como elurgilo = “copo pequeño de nieve”, zarankilo = cestito, cesto pequeño).

 

 

HORMILLA

 

     Poza Basarán: “Val de bosque”. De baso (en composición basa-) = “bosque, zona boscosa”, y (h)aran = “valle, hondonada”. También podría tratarse del popular basaran / patxaran = “endrino, ciruelo silvestre con el que se prepara el licor del mismo nombre”, aunque es menos probable.

 

 

HORNILLOS DE CAMEROS

 

     Sagarra: “La manzana”, o quizás mejor “el manzano”. De sagar = “manzana”, más el artículo singular -a.

 

 

HORNOS DE MONCALVILLO

 

     Laguchu: “Lagunilla”. De lagu / laku = “lago” (préstamo romance), y el sufijo de diminutivo -txu. Las listas de Antonino González traen la variante “Legucho”, que parece presentarse algo más alterada..

 

 

HUÉRCANOS

 

     Iracho (Iratzu): “Helechal”. De iratz(e) = “helecho”, y el sufijo abundancial -tzu.

 

     Alto de Torruza: Aunque en este caso podría entrar en su formación el componente románico “torre”, parece más fácil plantear una etimología a partir de *Iturri-hotza = “fuente fría”, que sería fácil de hacer evolucionar hasta la forma actual del topónimo.

 

 

 

I

 

 

IGEA (ETXEA)

 

     Igea (Itxea): “La casa”. De itxe / etxe = “casa”, y el artículo -a = “el / la”. Aunque se ha pensado que el cierre vocálico E- > I-, tal vez se ha debido a la influencia fonética de la conocida como “imela arábiga” (fenómeno que altera las vocales), lo cierto es que no sería necesario recurrir a tal explicación, puesto que tenemos perfectamente documentada la forma itxe en los dialectos de la región entre Oyarzun y Vera de Bidasoa, lo cual implica que también desde parámetros de evolución exclusivamente vascos se puede producir este cierre.

     Sea como fuere, el término primitivo etxea se documenta para esta población ya desde su primera cita en el famoso documento de la donación de Cameros de 1366, donde se menciona literalmente la existencia de “la casa de rrio de xea”. Hay que señalar que se trata de una cita de gran interés, ya que nos coloca frente a una típica tautología, que nos habla de nuevo de la existencia en el lugar de una fase anterior de bilingüismo. En la actualidad, y a escasos kilómetros de Igea se encuentra la población de Rincón de Olivedo, también llamada Las Casas, que podría representar la continuación del topónimo consignado en el documento de 1366.

     Por otra parte, no podemos olvidar que el río que discurre por ambas localidades, denominado actualmente Linares, era conocido generalmente como río Igea o Ixea en documentos antiguos (de hecho en la actualidad todavía se conserva tal apelativo en la zona de Las Ventas y Las Casas), lo cual corrobora la cita medieval que nos habla de ese “rrio de xea”.

     Posteriormente recogemos citas del nombre de la localidad como Ixea de 1384, o Exea en 1484 y 1556.

 

     La Rañe: Aunque a primera vista podría parecer incuestionable que se trata del frecuente término románico rañe / raña / herraña, etc, con el sentido de “pequeña pieza de cultivo en las inmediaciones de la casa”, la presencia del artículo femenino implica una cierta posibilidad de que sea una readaptación romance del término euskérico larrain = “era, espacio abierto”. En efecto, en territorio vascófono moderno tenemos ejemplos virtualmente idéntico al topónimo riojano, como Larrañe (en francés Larrau) de Zuberoa (País Vasco-Francés), de creación netamente vasca, por lo que al menos hay que mantener la hipótesis de este origen.

     De hecho, desde hace ya tiempo existe bastante confusión entre los especialistas en torno a la relación difícil de establecer entre el euskera larrain y el romance raña / herraña. Aunque muchos defienden un origen latino para ambos términos, en el caso vasco no parece haber duda de que se trata de un término de creación autóctona, en el que se encuentra el elemento larre- / larra- = “prado, campo, zona de pasto o cultivo”.

 

 

 

J

 

JALÓN DE CAMEROS

 

     La Minteria: Parece muy razonable pensar  que se trata de  una mera variante  fonética de mintegia = “el vivero o semillero”, ya que el sufijo -tegi que indica lugar, y también conjunto de individuos o entidades del tipo que sea, se deforma con frecuencia en -teri, especialmente cuando designa a un grupo de algo.

 

 

 

L

 

LABASTIDA (INCLUYE SALINILLAS DE BURADÓN)

 

     Achalde (Atxalde): “Zona de peñas”. De atx = “peña”, y alde = “zona, lugar en general”.

 

     Arbina: “El estrecho”. De arbin = “estrechura, paso estrecho”.

 

     Bortuza (Bortutza): “Los puertos”. De bortu = “puerto, lugar de paso” (aunque también tiene un sentido de “lugar desierto”), y el abundancial -tza

 

     Larrazuri: “Prado blanco”. De larra = “prado”, y zuri = “blanco”. Es posible que se refiera a un campo pelado o carente de vegetación, es decir lo que en castellano se define como “alvero”.

 

     Lejoste (Elexoste): “Tras la iglesia”. De elexa = “iglesia”, y oste = “tras, detrás de”.

 

     Mentoste: “Tras el monte”. De mendi = “monte”, y oste = “detrás de”.

 

      Pedazuría: Seguramente este nombre se corresponde con el Otero de Pedro Çuria, que se registra en 1470 como término de Labastida. En tal caso, el topónimo es simplemente un derivado del apelativo de una persona con propiedades en el lugar: Pedro “el blanco” (zuri = “blanco/a), más el artículo singular -a).

 

     Puente Saigoba (Sai-koba): “Cueva de buitres”. De sai-koba (sai = “buitre”), del mismo significado. Se observa la típica adaptación romance mediante la sonorización de la -K- intervocálica en -G-.

 

      Salbide: Si bien actualmente salbide tal cual tiene literalmente el sentido de “comercio, demanda de productos”, parece más lógico pensar en un compuesto como*sala-bide = “camino del cortijo”, aunque también es posible partir de *sale-bide = “camino del enrejado o vallado” (sale es una forma arcaica de sare = “red”, por lo que también podríamos pensar en una idea asociada a “redil”).

 

     Uzmendi (Auzmendi): “Monte comunal”. De auzo (auz- en los compuestos) = “barrio, vecindad, comunidad de personas”, y mendi = “monte”.

 

     Zabala: “La plana”. De zabal = “llano, zona llana”, más el artículo singular -a.

 

     Zarrabidi o Zarrabide: “Camino de arrastre”. De zarra = “arrastre de objetos”, y bide / bidi “camino”. Debe de tratarse de un antiguo camino por el que pasarían narrias y elementos similares de transporte cargas. También se podía pensar para el primer elemento en zerra = “loma, colina”, o acaso en zarra = “escoria de metal”.

 

 

LAGUARDIA

 

     Biurco (Bihurko):  “Recodillo del terreno, retortillo”. De bihur = “torcido”, y el sufijo de diminutivo arcaico -ko.

     Disponemos de una amplia documentación acerca de este lugar, ya que en él se situó durante la Edad Media un despoblado de cierta importancia, que aparece con frecuencia en las fuentes documentales: Bihurko en 1057, Biurco 1059 y Bihurco 1138.

     En opinión de Knörr[xxii] hay que interpretarlo como “pequeño meandro”.

 

    Murriarte: El término murri nos plantea algunas dudas en cuanto a su significado.  Existe la palabra murria con el sentido de “muro, muralla”, por lo que podríamos pensar en un *murria-arte = “entre murallas”. No obstante también existe una forma murri / urri / murru de origen autóctono, que significaba primitivamente “montón de algo, bulto, cumbre”, y que podría aplicarse a elevaciones del terreno. De hecho, me inclinaría más bien por esta segunda interpretación: *murri-arte = “entre colinas”.

     Knörr[xxiii] defiende una evolución *Murruarte > *Murruiarte > Murriarte, que es igualmente posible, decantándose por el sentido de “muro” para el primer término.

 

     Musco (Musko): “Pico”. De musko = “pico, extremidad”. Se refiere a un cerro. No sería de todas maneras imposible la presencia del antropónimo medieval Amusco, aunque a la vista del relieve del lugar, la primera opción parece más lógica.

 

     Zabala: “La plana”. De zabal = “sitio llano”, más el artículo singular -a.

 

 

LAGUNA DE CAMEROS

 

     Valle Altazarre: “Alto viejo”. De altu / alte / alta- = “alto, zona elevada”, y zahar / tzar = “viejo”, aunque con un sentido de aumentativo de tono despectivo. En las listas de Merino Urrutia se transcribe erróneamente como Altazane.

 

     Ireguiz (Irahegitz): “Helechales”. De irahegi = “lugar de helecho”, más el sufijo pluralizante-tze / -tza, que ha sufrido una pérdida de la vocal final, fenómeno sumamente frecuente dentro de la toponimia vasca. En La Rioja aparecen paralelos como Hoteiz (Tricio) o Alaiz (Herce-Arnedillo-Ocón).

 

     Ligorra: “Zona seca”. De ligor = “seco, árido, terreno reseco”, y el artículo singular-a.

     Aunque el topónimo resulta en apariencia de sentido muy transparente, González Bachiller planteó la posibilidad de que se tratase de otro caso del ubicuo ili-gorri = “villa roja”[xxiv], propuesta que también se debe tener en cuenta.

 

     Valdemilarte: Ante el nombre surge la duda de si se trata de un derivado de *amil-arte = “entre despeñaderos”, o bien de *milo-arte = “entre altibajos o sinuosidades del terreno”.

 

     Sagardo: Sagardo tal cual significa en euskera actual “sidra”, aunque aquí más bien parece que se está refiriendo a un compuesto de sagar = “manzana”, y también por extensión “manzano”, más el sufijo de aumentativo / diminutivo -to, que habría experimentado una sonorización -T- > -D- tras la -R-, fenómeno normal en vasco[xxv], con el significado final de “manzana silvestre” (recordemos el roncalés sagarko del mismo significado), o simplemente “zona de manzanos”.

 

     Zaballa (Zabala): “La plana”. De zabal = “llano, plano”, y el artículo singular -a.

 

 

LAGUNILLA DE JUBERA

 

     Larra (Larra): “Prado”. De larra = “prado”, variante occidental del más frecuente “larre”.

 

     Valgarán: Podría tratarse de una tautología a partir del castellano val(le) y el euskéricoharan, del mismo sentido, aunque parece también muy razonable partir deugaran = “vaguada, hondo de aguas”.

 

 

LANCIEGO Y ASSA

 

     Assa (Atsa): Diminuta aldea que aparece desde las primeras citas con la misma forma que en la actualidad (por ejemplo, Asa en 926, 1193 y 1277).

     Con bastante seguridad lo podemos interpretar a partir de ats = “lugar fangoso, barroso”, y el sufijo de plural -tza, aunque también podríamos pensar en el artículo singular -a. Sea como fuere, su situación en la misma orilla del Ebro, en un punto en el que el río forma un alargado meandro, surgiendo incluso frente a la población una isla fluvial, parece confirmar esta etimología.

     Existen varios paralelos de este tipo de topónimo en ámbito navarro: Asa o Assa en Urdánoz, Asa, despoblado de Villanueva-Hiriberri, o Asa en Ihabar. Parece tratarse pues, de un antiguo genérico.

 

     Oyanco (Oihanko): “Bosquecillo”. De oihan = “selva, bosque”, y el sufijo de diminutivo -ko. También podría tratarse de un diminutivo en -anco del romance hoya = “hondonada, vaguada”.

 

 

LAZAGURRÍA (ELIZAGORRIA)

 

     Lazagurría (Elizagorria): “La iglesia roja”. De eliza = “iglesia”, gorri = “rojo/a”, más el artículo singular -a. Aparece como Licagorria en 1027, Liçagorria en 1120, Eliçagorria en 1257, y Elçagorria en 1268.

     M. Belasko plantea la duda de si la forma de 1257, a pesar de su transparencia no se trataría de una etimología culta de la época[xxvi], aunque esto parece poco probable. En todo caso, si las formas sin E- inicial fueran las verdaderas, y no el resultado de una pérdida de la vocal, se podría pensar en una etimología alternativa desde *leiza-gorria = “la sima roja”, con el sentido figurado de “sima o cueva terrible, inmensa”.

 

 

LEDESMA DE LA COGOLLA

 

     La Barria: “La nueva”. De barri = “nuevo/a”, más el artículo singular -a.

 

     Valde Narriate: En principio parece que lo podemos analizar como *narria-ate = “portillo o paso de narrias”, siendo narria un tipo de aparato para arrastrar cargas muy usado antiguamente. De todas maneras, no podemos olvidar que Narriate tal cual era un nombre de persona medieval, derivado del euskera narriatu = “deforme, persona con defectos”, y que por tanto podría tratarse del apelativo de un antiguo propietario del lugar.

 

     Cogote los vascones: Topónimo que indica muy expresivamente la presencia de gentes vascoparlantes en el lugar.

 

 

LEIVA

 

     Cucuza (Kukutza): “La cumbre”. De kukutz = “cumbre, extremo”, y el artículo singular -a, aunque también podría ser un derivado con el sufijo abundancial -tza. Kukutz es un componente bastante extendido por la toponimia riojana.

 

 

LEZA ( SONSIERRA)

 

     Larrein: “Era”. De larrein = “era, plazoleta”.

 

     Leza: “Cueva o sima”. De leza = “cueva, sima”. Las citas medievales, al igual que en el caso gemelo de la población homónima situada al sur del Ebro, nos aportan siempre la misma forma: Leza 1410.

 

     Sorrondo: “Rincón”. De zorrondo = “rinconcillo, parcela pequeña de terreno”. Se repite en Zorrondo de Treviana, y Zurrondo de Canales de la Sierra.

 

 

LEZA DE RÍO LEZA (LEZA)

 

     Beraza: “Pastizal”. De beraza = “pastizal, praderío”. Se repite en la relativamente cercana Mendavia.

 

     Leza de río leza (Leza): “Sima”. De leza = “sima, garganta, cueva, foz”, en clara relación con las hoces que el río del mismo nombre ha labrado en las inmediaciones de esta localidad. Disponemos de registros tan antiguos acerca del topónimo como Leça de 891, Leza de 933, 950 y 974, o Leccenses (gentilicio) en 950. Una cita de 1222 en la forma Rryo de Lenza, resulta sumamente interesante, porque nos indica una conservación de la -N- entre algunos hablantes, lo cual es un detalle llamativamente arcaizante.

 

 

LOGROÑO

 

     Alto de Caracocha: Es posible que nos encontremos frente a un antiguo *garaikoetxea = “la casa de lo alto”. La evolución fonética hasta la forma actual no presentaría muchos problemas, ya que se habría producido una simple contracción de la parte final según un esquema habitual en euskera, además de un ensordecimiento de la consonante inicial G- > C-, debido a la influencia de la -C- intervocálica, fenómeno también muy frecuente.

     Otra opción sería pensar en garkotxa / karkotxi = “nuca”, con el sentido toponímico de “extremo de un cerro, elevación”, que habría sufrido un proceso de anaptixis (introducción de un sonido vocálico entre consonantes, para facilitar la pronunciación).

 

     Igay (*Ikai o *Igahegi): “Costarral”. Sin duda es similar al topónimo alavés Igay, que aparece en la Reja de San Millán (1025) como Igahigi, e Higahegui en 1295, el cual significa literalmente “lugar de cuestas”, por lo que es posible que el logroñés también provenga de un mismo compuesto. En todo caso existen vocablos en el euskera actual como ikai / ika / ige = “cuesta”, derivados del verbo igan = “subir” (igaite / igaitze / igaipen = “subida, ascenso”), de los que ha podido surgir directamente el topónimo.

 

     Valdegastea (Gaztea): “Hoya de Don Gaztea”. De gaztea = “el muchacho”, nombre medieval de varón. se documenta otro Valdegastea en Alberite.

 

 

LUMBRERAS

 

     Alto de Altazarre (Altazarre): “Alto viejo”. De altu = “alto” (préstamo románico), y (t)zar = “viejo, grandazo”. Parece que la -E final se debe a un proceso bien conocido de fosilización de una antigua vocal de las desinencias de caso, aunque también podría ser la adaptación romance de una antigua -I final. Ver Subizarre en Ventosa.

 

     Larramo (Larramo): “Vivar”. De larra / larre = “prado, pradera de espinos”, más un componente -(a)mo = “brote de vegetal, retoño”, variante dialectal de amu / muin (obsérvese la alternancia ernamo / ernamuin = “brote vegetal”). A no mucha distancia hacia el este se encuentra el lugar denominado “El Vivero”, que parece relacionado con Larramo.

     Este curioso topónimo sería en cuanto a su significado un simple sinónimo de otros más extendidos por La Rioja como Mosquilcia en Ezcaray.

 

     La Vasco: Otro clásico ejemplo de la presencia de gentes vascófonas en la región.

 

 

 

M

 

MAGAÑA

 

     Magaña (Magaña): “Encima de la meseta”. De mai = “mesa” (en toponimia “meseta o elevación del terreno coronada por un pequeño rellano”), y gaina = “encima de, sobre”. También podría ser interpretado a partir de la voz dialectal mahaina = “la mesa”, aunque la gran extensión del componente -gaña en la toponimia vasca antigua y moderna hace más aconsejable la primera opción.

     El pueblo aparece desde sus primeras citas siempre bajo la misma forma, al margen de las diversas ortografías: Maganna en 1181 y 1276, Magaña en 1387 y 1481.

 

 

MANSILLA DE RIOJA

 

     Aranguecia (Arangaitza): “El valle grandazo”. De (h)aran = “valle, hondonada”, gaitz = “grande, basto, malo, áspero”, más el artículo -a = “el / la”. Señalemos que, a pesar de la connotación negativa que suele tener hoy en día gaitz, en principio solamente expresaba la idea genérica de algo grande o de dimensiones amplias.

 

     Garvijo (Garbitzu): “Rasos”. De garbi = “limpio”, pero en toponimia “raso, zona desprovista de vegetación”, y el sufijo de abundancia -tzu. Presenta la típica evolución de adaptación romance -TZU > -JO, cuyo ejemplo más conocido es el caso del apellido Urquijo.

     En la zona de Belorado se documenta en 945 un topónimo muy similar, Garuissaro (con saro = “redil, dehesa”) que revela la antigüedad del término y su uso generalizado en toda la región.

 

     Monte de Matajurría a Gorrincheta: El primer componente parece una deformación de mata-gorria = “mata rubia”, mientras que el segundo parece un compuesto degorrintxo = “rojillo, rojito”, que en algunas zonas de La Rioja todavía se utiliza para designar a la planta de la gayuba, y también a otras similares, con la desinencia de plural -eta.

 

 

MANZANARES DE RIOJA (INCLUYE GALLINERO DE RIOJA)

 

     Mendirasque (Mendi-iraski): “Monte sofocado”. De mendi = “monte”, e iraski = “sofocar, apagar un fuego”. El topónimo hace referencia sin duda a un gran incendio acaecido hace cientos de años, del cual no obstante ha quedado recuerdo en la toponimia. Viene documentado ya desde antiguo: Mendirasqui en 1074. En la actualidad las formas escritas oscilan entre las variantes Mendigasque y Mendilasque.

 

     Val de Zabaledo: En 1494 aparece un lugar denominado Baldeçabaledo, en el que podemos ver ya castellanizado y deformado el clásico zabaleta = “los llanos”.

 

 

MEDRANO

 

     Larreta (Larreta): “Los prados”. De larre = “prado”, y la desinencia de plural -eta.

 

     Valbendía (Mendia): “Valle del monte”. De mendi (arcaico *bendi) = “monte”, más el artículo -a = “el / la”. El topónimo es un híbrido romance-vascuence que presenta un gran interés filológico, ya que es uno de los pocos casos en los que la forma arcaica bendi ha logrado sobrevivir hasta la actualidad.

     Disponemos de otro caso parecido en el topónimo “Bendisco” de la localidad de Iriso (Navarra), que debe de ser sin duda el antecedente directo del término euskérico actual mendisko = “montecillo” (sufijo de diminutivo -sko / -xko). Este lugar es en efecto un pequeño cerro, lo cual nos confirma la evolución bendi > mendi.

     En el habla de Oñate se conoce igualmente una voz bentertz con el significado de “divisoria de aguas de un monte”, que nos aporta otro testimonio de la misma raíz en su forma original:bentertz < *bendi-ertz (ertz = “esquina, extremo”).

 

 

MENDAVIA

 

     Arbeiza: En 1076 se cita la existencia de un lugar situado junto al puente de Mendavia denominado “pieça de Arueyça” o “Arbeiça”. Podría ser una variante de arbitza = “rabanera, lugar de nabos”, aunque tampoco sería descartable una etimología alternativa desde *arba-hegi-tza = “los lugares de ramas, leñas”.

 

     Beraza: “Pastizal, praderío”. De beraza, del mismo significado. Antigua zona de pastoreo, que ocupa una extensión muy amplia.

 

     Imas: Antiguo despoblado que aparece desde 1201 con la misma forma que hoy en día. Podría tratarse de un derivado de ima = “sangría para desagüe que se abren en caminos y campos”, más el sufijo abundancial -tza / -tze (también de acción verbal), con pérdida de la vocal final, y adaptación a la fonética romance -TZ > -S.

     Es posible que esté haciendo referencia al sistema de regadíos de la zona, pues de hecho, la etimología se vería apoyada por la existencia de la voz emaitz = “don, dádiva, donación”, etimológicamente relacionada con ima (recordemos emai = “dádiva, don”, pero también “fuente por donde salen los humores del cuerpo, golpe de líquido”, debido a una extensión del sentido de eman = “dar” como “emitir, emanar”).

 

     Incharte: No está claro si se trata de un apellido, o procede realmente de la lengua hablada en la zona hasta fines de la Edad Media. De todas maneras, Incharte puede haberse derivado de *intxaur-arte = “entre nogales, zona de nogales”, o acaso de *lintsa-arte = “entre barrizales”.

 

     Zabaleta: Se trata del mismo topónimo que aparece en Sesma con este nombre.

 

     Calleja de Zamaca (Zamaka): “Zona de leñas”. Otro ejemplo del ubicuo zamaka.

 

 

MIRAFUENTES

 

     Lamiñarra: Seguramente “barranco o arroyuelo de lamias”. De lamin = “lamia, genio femenino vinculado a las aguas”, y arra = “cañada, valle, vallecito” (Mujika), variante de arru / arro = “barranco, regachuelo”.

 

 

MOREDA DE ÁLAVA

 

     Cuestayesta (Ayesta): “Costarral”. De aiher = “inclinación, cuesta”, y el abundancial -tza. Es el mismo topónimo que aparece en Barriobusto (Oyón), con la característica evolución fonética “occidental” -RTZ- > -RZT- > -ZT- > -ST-.

 

     Larrén: “Era”. De larrain / larren = “era”.

 

 

MUÉS

 

     Calizquerra: La documentación acerca del topónimo es amplia, pero un poco confusa: Calizquerra en 1703 y 1830, Caviez Querra en 1700, Cara Ezquerra en 1705, Carvizquerra en 1896, Cabizquerra en 1808, etc. Da la sensación de que se encuentra ya muy alterado el componente bizkarra / bixkerra = “la loma, el cerro o colina”, más un primer elemento que podría ser el castellano “cara a”.

 

 

MUNILLA

 

     Asa: En una cita de 1076 se habla de un lugar denominado “Asam in Munella”. Si la transcripción es correcta, se trataría de un homónimo del Assa de Lanciego, correspondiente al euskera ats = “fango, lodo, lugar fangoso”, aunque en la actualidad no es fácil saber dónde se situaba este término.

 

     Barranco y Umbría Ezquerra (Ezkerra): El topónimo sin duda se corresponde con el apelativo de algún antiguo propietario del lugar, derivado de ezkerra = “hosco, insociable”.

 

     Munilla: “Colinilla”. Diminutivo romance sobre una base más antigua muña- / muno = “colina, cerro”. Desde las primeras referencias (como las de los años 1064, 1076, 1156 y 1189), siempre aparece la forma Munella, evolucionando después hasta la estructura fonética actual.

 

     Casilla Urría (Urria): Parece derivado de urria = “la cumbre redondeada”, aunque también podría tratarse de una variante en -RR- doble de huri = “villa, lugar poblado”.

 

 

MURCHANTE

 

     La Guirlanda (Agir-landa): Las diferentes citas antiguas de este topónimo como La Girlanda de 1820, Guirlanda de 1824, La Aguirlanda en 1839, La Guirlanda en 1844 y 1862, Aguirlanda 1891, o Guirnalda en 1851, implican un punto de partida en un compuesto euskérico *agir(i)-landa, donde vemos landa = “landa, campa de matorral”, y el abundante agiri / agirre / agerri = “enfrente de, cara a”, y también “zona descubierta, lugar abierto”. También se podría pensar en agira / agiri(ka) = “pelea, contienda”, que es de hecho, el sentido que tenía dentro de la onomástica antigua ibero-aquitana del Valle del Ebro.

     Disponemos de construcciones parecidas en el Agiri de Uharte-Arakil, Agerregi de Zubieta, que es una ladera despejada, o el Agiregi / Ageregi de Unzue, todos ellos situados en Navarra.

 

 

MURILLO DE RÍO LEZA

 

     Miñaspe: Nos encontramos aquí frente a un topónimo que recuerda bastante a Viñaspre. Se puede pensar por tanto en un primitivo *benaspe = “bajo la loma”, evolucionado después a la forma actual, por un intermedio *Menaspe.

 

MURO DE AGUAS

 

     Aldoma: Cabe la posibilidad de que se trate de una variante de términos como alde / aldamen = “lado, costado, costarral”. No hay que perder de vista el verbo aldondu, variante de aldendu (que porta el elemento alde), o la expresiónaldo-maldoka = “haciendo eses, tambaleándose”, que parecen indicar la existencia de una variante dialectal *aldo para alde.

 

     Peña de Zeina o Zaina: ¿Acaso de zaina = “la veta o vena de un mineral”? También se puede pensar en zaina = “el vigilante, guardián, acechador”.

 

 

 

N

 

NÁJERA (NAHIERA)

 

     Artaza (Artatza): “Carrascal”. De arte (en composición arta-) = “encina, carrasca”, y el abundancial -tza. En 1054 aparece ya documentado el Pago de Artaza o Artazu.

 

     Iracho (Iratzu): “Helechal”. De iratz = “helecho”, y el sufijo de abundancial -tzu.

 

     Nájera (Nahiera): “Costarral, ladera”. De nahiera = “deseo, apetencia, inclinación”, pero que en toponimia pudo significar “cuesta, zona inclinada”.

     Si bien se han ofrecido etimologías árabes para explicar el nombre, asociándolo con el componente ajara = “peña”, mientras que otras lo han hecho con el antropónimo Nasser, un estudio detallado de las variantes de las referencias más antiguas nos encamina hacia una etimología de tipo vasco arcaico.

     A nivel fonético, se observa en los primeros siglos una gran abundancia de variantes con -L-: Naiele en 943, Nagela en 972, Naila 1040, Naylensis (gentilicio) en 1040, Nailensis 1044, flumen Naialiellam 1054 (es el río Najerilla, derivado del nombre de la población), fluvium Naialensem / Naialensis (otro gentilicio) 1014, fluvium Naielensem 1014, dompno Lupe Naielense 1036, Nagelensis 1059 y 1075, fluvium Naiele 1067, Naiale / Naiala 1054, Naiale 1067, valle Naiela 1073, rivo de Molino et de Naiela 1086, o rivulo de Nayla en 1092.

     A pesar de esto, las variantes con -R- también surgen desde antiguo: Naiera en 946, 957 y 971, Naiara 1044, 1052, 1056, Nagerella 1052, Nayram 1056, Naiera flumen 1076, flumen Naiariella 1060, o Nayera en 1081. Según Asín en las citas árabes se registran formas como «nasra», «hsn nâšir», o «nâĵira»[xxvii].

     Sólo a partir del siglo XII se estabiliza definitivamente el topónimo en su forma definitiva en -R-. Esto nos indicaría casi sin lugar a dudas, que la forma originaria presentaba precisamente la -L- intervocálica, y que se ha producido el típico paso fonético -L- > -R- tan característico del euskera.

     A nivel morfológico, nahiera podría tratarse de una simple variante con N- inicial de términos todavía presentes en el habla actual como aiera = “costado”, diminutivoaieka = “costado” (diminutivo), y ai = “declive, cuesta”, que por su clara orientación hacia lo topográfico nos confirmarían este tipo de interpretación. Dentro del mundo vascófono más reciente, el componente tendría un paralelo en el Valle de Ayala (Álava), que se repite por ejemplo en el Ayalaga de Iturmendi (Navarra).

     Parece pues deducirse que existió un antiguo término *(n)a(h)i que en principio querría expresar la idea general de “inclinación”, y que después fue evolucionando en variantes de diversos sentidos, aplicándolo por un lado al comportamiento humano con el sentido de “querer, deseo”, y a la toponimia con el de “inclinación, ladera, zona en cuesta”. Posteriormente se le añadió la desinencia -ela de modo (que aún se conserva fosilizada en expresiones como nola = “cómo”, honela = “de esta manera”, etc), la cual experimentó la evolución netamente euskérica -L- > -R-, dando lugar al fin a términos como nahiera / nahiara o aiera.

     Todavía se observan en algunos dialectos oscilaciones L ~ R como por ejemplo en egiara / egiala = “ciertamente, verdaderamente”, o la convivencia de formas del adlativo en -ala y -(e)ra en suletino y salacenco, que son los últimos supervivientes de este proceso.

     Por último, señalar que la alternancia de formas dialectales con N- inicial y sin ella que se observa en nahiera ~ aiera, es también un fenómeno netamente euskérico, que se observa al contraponer diversas variantes locales: negel ~ igel = “rana”, norban ~ orban = “mancha”, nekaitz ~ ekaitz = “tormenta”, etc.

     Parece lógico pensar que además de en el Río Najerilla, se encuentra el mismo elemento en la población de Neila (Riojilla Burgalesa), en la que nace precisamente el río, y que se caracteriza por hallarse en terreno muy empinado.

     Otro paralelo es el Río Nela de Burgos, que aparece en el año 959 como fluminis Nagela. Esto indicaría que estamos ante un antiguo genérico.

 

     Vallarán (haran): “Valle de valle”. Se trata de nuevo de otra típica tautología en la que se repite un mismo concepto en euskera y romance a la vez. En Santurde existe un topónimo similar.

 

 

NALDA (INCLUYE ISLALLANA)

 

     Nalda: “Cuesta”. Simple variante fonética en N- inicial de malda / alda = “ladera, cuesta, terreno empinado”. El lugar aparece documentado desde el principio bajo la forma actual: Nalda en 1049, 1187 y 1196, Naldam 1225 (con -m de acusativo latino). Existen no obstante, algunas formas alteradas como Natla de 1060 (seguramente de *Nalta, recordemos la oscilación dialectal euskérica entre alde y alte), o Nalla 1257, con reducción -LD- > -LL-, típicamente vasco-ibérica.

 

     Peña Guerra: Aunque ya sumamente alterado, podría tratarse de un último superviviente de un topónimo euskérico del tipo haizkorri / harrigorri = “peña roja, peña pelada”, con traducción del primer elemento mediante un componente romance (o incluso utilizando el castellano peña como préstamo dentro de la modalidad de lengua vasca que existiera en la zona), y transformación fonética del segundo a través del complejo proceso *-gorri > *-gorre > *-güerre > -guerra, del que se dispone de paralelos en Mendiguerra de Briones, o Trasguerras / La Guerra de Arnedo.

     En el ámbito navarro, encontramos los interesantísimos Peñagorri de Muniáin de Arce, y Peñagorria de Urzainqui, que nos aportan elementos de comparación a través de los cuales confirmar que este tipo de construcciones han sido frecuentes en el espacio toponímico euskérico.

 

 

NAVAJÚN

 

     Zubia: “El puente”. De zubia = “el puente”. En las listas de Antonino González aparece una variante Tubia, que según González Bachiller sería una forma transcrita erróneamente[xxviii].

 

 

NAVARIDAS

 

     La Umaya: Podría tratarse de una variante de zumaia = “El forraje, el heno”, con pérdida de Z- inicial, fenómeno fonético habitual en euskera, observable en alternancias dialectales como zumel ~ umel = “marchito”, o zenbor ~ enbor = “tronco”.

 

     La Zarata (Zarata): “Portillo de matorrales”. De zara = “jara, matorral en general”, y ata / ate = “portillo, lugar de paso”.

 

 

NAVARRETE (NABARRATE)

 

     Alabaco: “Alavés”. De Alaba = “Álava”, más la desinencia de origen -ko. Es el mismo que Los Alabacos del vecino Fuenmayor.

 

     Fuente Mingorria o Mingorra: Podría derivar de mingorria = “el sarampión”, tal vez porque sus aguas fueron usadas para curar esta enfermedad, aunque esto es bastante complejo de establecer.

 

     Navarrete (Nabarrate): “Portillo de navarros”. De nafar / nabar = “navarro”, y ate = “puerta, portillo, lugar de paso”.

     Existe a lo largo y ancho de toda la zona vascófona antigua una serie de topónimos, que en sus primeras fases suelen presentar la forma “Navarrate / Nafarrate”, y que tienden a deformarse en la variante castellanizada Navarrete. Da la sensación que se trata de los restos de un antiguo sistema de comunicaciones que unía las distintas áreas del reino mediante cañadas y caminos, y del cual ha quedado recuerdo en esta serie de topónimos. Un buen ejemplo de estructura paralela es el Nafarrate de Ecala (Navarra), que se repite en el Nafarrate o Nafarrete de Eulate.

     La población riojana se documenta en formas como Navarrete de 1196, Nauarret en 1200 y 1214, Nauarreth 1214, o Navarreta de 1483.

     De todas maneras, no es del todo rechazable plantear una etimología alternativa a partir de *nabarreta = “los lugares de color pardo, abigarrado”, término que aparece por ejemplo en Mendavia.

 

 

NÁZAR

 

     Zarazo (Zaratzu): “Zona de matorrales”. De zara = “jara, arbusto muy frecuente en zonas de matorral”, y también “arbusto en general”, más el abundancial -tzu. En el habla vasca moderna se conservan expresiones íntimamente emparentadas con esta construcción, como xaratsu / txaratsu = “jaroso, abundante en jaras”.

     De todas maneras, como explicación alternativa para su primer componente también se podría pensar en zaratz = “rastrojo”, con lo que obtendríamos el sentido de “rastrojera”. Al margen de este detalle, el topónimo se documenta siempre en la forma Zarazo desde 1703.

 

 

NEILA

 

     Neila: Parece que el nombre de la localidad proviene del mismo origen que el del Río Najerilla y la ciudad de Nájera: nahiera < *nahiela = “inclinación, cuesta”.

 

 

NESTARES

 

     Aranas: Podría tratarse del habitual (h)arana = “valle”, con la -s de plural romance, aunque tampoco es descartable considerarlo una adaptación de topónimos euskéricos como Aranaz y Echarri-Aranaz (Navarra), derivados claramente de aranatz(e) = “planta o mata de endrino”.

 

 

NIEVA DE CAMEROS

 

     La Cocucha (Kokotza):“La cumbre”. De kukutz / kokotz = “cumbre, cúspide, punta en general”, más el artículo -a = “el / la”, aunque también podría tratarse del sufijo abundancial -tza.

 

     Nieva (Neba): “El hermano”. De neba = “hermano de mujer”, con la típica diptongación romance -E- > -IE-. En toponimia suele emplearse los conceptos de hermano / hermana para calificar a elevaciones del terreno o peñas gemelas situadas a corta distancia. En este caso parece que podrían haber sido dos de los cerros situados sobre esta población los que produjeron el topónimo.

     Alarcos Llorach consideraba por el contrario que debía derivar del latino nívea = “blanca, reluciente como la nieve”[xxix].

     Las citas antiguas se presentan siempre con la forma actual: Nieua en 1155, Nieva en 1196, etc.

 

     La Reate (Larre-ate): “Portillo del prado”. En este caso parece que nos encontramos ante un término de sentido diferente al común larrate, formado por un compuesto de larre = “prado”, y ate = “puerta, portillo”.

 

     Zorrozuela (Zorrotza): “Terreno áspero, empinado”. De zorrotz = “áspero, afilado, empinado”. Se repite en Sorrozuela de Soto en Cameros. Véase lo que comentamos al respecto en su apartado.

 

 

 

O

 

OCHÁNDURI (OTXANDURI)

 

     Alcaure o El Caure: Posiblemente de *alka-huri = “villa del henar”, con alka = “heno, hierba de forrajeo para el ganado”, y huri.

 

     Vega Azauri: A primera vista parece ser aza-huri = “villa de berzas”. Tiene un buen paralelo en el romance «berzosa», que da lugar a gran cantidad de topónimos.

 

     Garaguta (Garagueta): “Los tallares o lugares donde surgen renuevos de la vegetación”. De *gara-gune = “tallar, lugar en el que crecen rebrotes de árboles y arbustos” (de gara = “brote” y gune = “espacio, lugar”), más la desinencia de plural -eta. Da la sensación de que *gara-gune debió de ser un sinónimo de gara-toki, el cual posee el mismo significado.

     El topónimo parece morfológicamente idéntico al bosque de Garagüeta en Montes Claros (Soria), que debe su nombre al hecho de haber surgido de un rebrote masivo de acebos tras la tala de los primitivos rebollares.

 

     Nuestra señora de Legarda: Lugar documentado ampliamente, con citas como illa Gardia e Yllegardia en 1168, Santa Maria de Legarda en 1481, o vega de Legarda en 1492. Una relación con legardia = “la gravera o cascajera” parece razonable.

 

     Mendicas o Mendijas: Podría ser un compuesto de *mendi-ika = “cuesta del monte”, castellanizado después, aunque igualmente podría tratarse de un antiguo *mendiko / *mendika = “montecillo”, con el diminutivo arcaico -ko / -ka.

 

     La Mentoste (Mentoste): “Tras el monte”. De mendi = “monte”, y oste = “detrás, tras”, forma típicamente vizcaina.

 

     Ochánduri (Otxanduri): “Villa de Don Otxando”. De Otxando = “lobito”, nombre de varón muy frecuente en la Edad Media, equivalente al románico Lope, más (h)uri= “villa, lugar poblado”. La documentación medieval es muy abundante: Oggandori 1090, Ogganduri 1111, Ochanduri 1257 y 1464, Ochanduri / Vchanduri 1380, Ochandury / Vchandury 1481, etc.

 

     Tellarza (Teilartza): “Pedregal, gravera”. De teilar / tellar = “piedrecilla mezclada en la masa de los ladrillos y tejas”, relacionado posiblemente con teilarri = “piedra de afilar”, más el abundancial -tza.

 

     Tirgussoloha: “El campo o finca de Tirgo”. Interesantísimo topónimo registrado en 1186, que presenta un gran valor por razones fonéticas y etimológicas, ya que además de aportarnos la pronunciación vasca del pueblo de Tirgo, conserva la H- primitiva del artículo singular -a, que como es bien sabido, no es sino una simple derivación del pronombre primitivo que da lugar a formas como haren = “de él / aquél”, hara = “allá”, etc.

 

 

OCÓN

 

     Ocón (Oka): “Barranco”. Nos encontramos aquí ante un aumentativo mediante el sufijo romance-ón de un topónimo anterior (aunque también es posible un origen más antiguo para la terminación, vinculado al -on latino gentilicial), que sin duda era originalmente *Auka > *Oka, de forma similar a lo que sucede en el caso del río y montes de Oca, documentados antiguamente bajo la forma Auca.

     *Auka / *oka aplicado a la toponimia es un término desaparecido en el habla vasca moderna (aunque en el diccionario de Múgica aparece una palabra ok de origen vizcaino, a la que le concede el significado de “hondonada o barranco”, y que se trata de la única cita del término con este sentido, pero que por su abundancia en toponimia parece ser correcta).

     Sea como fuere, Ocón / *Auka haría referencia en origen a los muchos barranquillos torrenciales que descienden de la sierra de La Hez, en cuyas laderas se sitúa esta población. Además encontramos un homólogo burgalés (Ocón de Villafranca), inmerso justamente en los Montes de Oca, en los cuales nace el Río Oca, tratándose éste último nombre sin duda de otra de tantas tautologías. Por el valle de Guernica (Vizcaya) discurre también otro río Oca.

     Las citas antiguas del nombre de la población riojana son abundantes, y siempre en la misma forma: Okon 1074 y 1092, Ocon entre 1094-1108, y 1065, 1068, 1145 y 1192, Ocone 1185, Okona 1117, etc.

     Según Knörr[xxx], el de Ocón podría tratarse incluso de un caso de toponimia transportada, ya que existe una ermita de Okon junto a Bernedo (Álava), aunque esta coincidencia quizás sea producto simplemente de la presencia de un mismo sustrato lingüístico.

 

 

OJACASTRO (OIAKASTRO)

 

     Alarcia: Posiblemente de aldar / alagar = “terreno empinado, escabroso”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a. Si este topónimo es el mismo que el Alarzuya de 1751, entonces se encontraría presente también el clásico olha > ulla > uya = “chozo pastoril”, con palatalización romance, y posterior confusión de consonantes -LL- ~ -Y- por yeísmo.

 

     Amunartia: “El paso de doña Amuna”. De Amuna = nombre femenino medieval derivado del euskera amuna = “abuela”, arte = “espacio intermedio, paso estrecho”, más el artículo -a. La idea de un lugar de paso relacionado o propiedad de una persona tiene paralelo en Galindarte de Tafalla, donde observamos claramente el antropónimo Galindo.

 

     Aralucia (Haraluzia): “El valle largo”. De (h)aran = “valle”, luze = “largo/a”, y el artículo -a, con pérdida de la -N- frente a -L-, y armonía vocálica -E + A > -IA, fenómenos regulares de la fonética vasca.

 

     Aransay (Aranzadi): “Espinal”. De arantz(a) = “espina, espino”, más el sufijo de colectivo -di. El topónimo ha perdido en su evolución la -D- intervocálica, fenómeno muy habitual en castellano (por ejemplo, acabado > acabao, perdido > perdío, etc).

 

     Arbiza (Arbitza): “Rabanera”. De arbi = “rábano, nabo”, más el abundancial -tza.

 

     Cuadrilla de Arrupia, Arrutia o Aldeurrutia: “Allende la zona”. De alde = “lado, zona, territorio en general”, y urrutia = “al otro lado de, allende, más allá de”. Aldeurrutia es una cuadrilla de aldeas situadas en la orilla izquierda del Oja, insertadas entre una serie de cerros y barrancos.

     La variante arrupia ha debido de formarse a partir de una etimología popular que interpretó el topónimo desde arru = “barranco”, -pe = “bajo, debajo de”, más el artículo singular -a.

 

     Artamendia: “El monte de encinas”. De arte (en composición frecuentemente arta-) = “encina”, y mendia = “el monte”.

 

     Artaso: En principio de artatzu = “encinar”, con adaptación fonética romance, aunque no se puede descartar del todo una derivación a partir de *arta-baso = “bosque de encinas”.

 

     Ascarcia (Azkartzia): “El arcedo o lugar de arces”. De azkar = “arce”, el abundancial -tza, y el artículo -a. Documentado en 1509, es el único caso de la zona en el que el nombre de este árbol aparece con A- inicial, ya que en todos los demás topónimos siempre aparece bajo la forma escar(ro) / ezkar. Tal vez esta excepción se deba a un antiguo proceso de asimilación vocálica E- -A- > A- -A-.

 

     Belascuña: Como en el caso de Amuscuña, tal vez nos encontremos ante otro caso de un anterior *Belasculla < *Belasko-olha = “choza de Belasko”, en el que se habría producido una confusión de -LL- y -Ñ-.

 

     Beroque (Beroki): “Abrigo, lugar abrigado, al resguardo del frío”. De beroki, del mismo significado. Debe de tratarse de una zona protegida del viento, aunque también podría hacer referencia a una antigua edificación que servía de abrigo para los pastores en caso de imprevistos meteorológicos. En un documento de 1678 se cita ya este lugar.

 

     Barranco de Bigorria: De *(i)bai-gorria = “río rojo”, entendiendo gorri en este caso con el sentido de “grande”. El barranco de Bigorria es en efecto el más importante de un grupo de barranquillos de la zona, y hace de sumidero de las aguas de ese punto.

 

     Hoyo de Chaspura (Txazpura): Aunque la presencia de ezpura = “laguna” es segura, el primer componente lo mismo podría ser etxa- = “casa, lugar poblado”, que itsas- = “retama, mata espinosa”. 

 

     Crociga: “La cruz”. Una de las variantes que aparecen en la zona para definir el máximo símbolo del cristianismo.

 

     Escazarna (Ezkartza-harana): “El valle de los arces”. De ezkartza = “arcedo, lugar de arces”, más harana = “el valle”.

 

     Esquicia (Ezkitzia): “La chopera”. De ezki = “chopo, álamo”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a.

 

     Esquizarna (Ezkitza-harana): “El valle de la chopera”. De ezkitza = “chopera, alameda” (aunque ezki también significa “tilo”), más harana = “el valle”.

 

     Escorraldia o Ezcorraldia: “La zona de robles”. De ezkur = “roble”, y aldea = “la zona”. No sería descartable una derivación alternativa desde *ezkar-aldea = “la zona de arces”. También podría tratarse de un *haizkorri-aldea = “la zona de la peña pelada”, aunque es menos probable.

 

     Gallarcia (Galhartzia): “El lugar de leñas”. De galhar = “tronco que queda seco en los montes”, y por extensión “leña en general”, el abundancial -tza, más el artículo singular -a. Aparece citado en 1668.

 

     Garducia (Gardutzia): “El lugar de cardos”. De gardu = “cardo”, el abundancial -tza, más el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Guisala (Gisala): “El agua salitrosa”. De gisal = “agua salitrosa” más el artículo -a.

 

     Fuente Guisalsia (Gisalsia): “El saladar”. De gisal = “agua salitrosa”, el abundancial -tza, y el artículo -a. Se observa un proceso de asimilación consonántica progresiva -S- -TZ- > -S- -S-.

 

     Ipusçarana o Lipurçarana (Iputz-harana): “El valle del guipuzcoano”. Iputz / liputz es el gentilicio antiguo que se utilizaba para denominar a los guipuzcoanos. En la actualidad presenta las formas giputz / kiputz / iputz, aunque por cuestiones de eufonía, los autóctonos de este territorio prefieren autodenominarse gipuzkoar. El topónimo se documenta en 1487.

 

     Fuente de Iturricalia (Iturri-kalia): “La calle de la fuente”. De iturri = “fuente”, ykalea = “la calle”, con armonía vocálica -E + A > -IA.

 

     Laminiturri: “Fuente de lamias”. Las «lamias» son unos seres mitológicos con pies de pato, aunque cuerpo y rostro de mujeres bellísimas, que según los relatos surgen en las fuentes, ríos y lagunas, donde peinan durante horas sus largos cabellos. Aunque el término euskérico lamin / lami parece en sí de origen románico, el personaje deriva seguramente de un estrato de creencias más antiguo.

     Este nombre ha sido adoptado además desde su fundación por la asociación «Laminiturri», que promueve el conocimiento del pasado vasco de la región riojana.

 

     Larrizabala: “Era ancha”. Este topónimo de 1487 procede seguramente de *larri, variante sin -N final de larrain / larrin = “era, espacio abierto, raso”, y zabal = “ancho, amplio, llano”.

 

     Mariambarrena (Mari-haran-barrena): “Bajo el valle de Mari”. De Mari, apócope de María, empleado en la mitología vasca para nombrar a una diosa de las montañas, haran = “valle”, y barrena = “debajo de”.

 

     Marichipia (Mari-txipia): “Mari la chica”. De Mari = “Maria” (diminutivo cariñoso), txipi = “pequeño/a”, y el artículo -a. Típico topónimo creado a partir del nombre y apodo de una persona.

 

     Casas de Motilzuria: El topónimo procede sin duda de un antiguo apodo de su propietario, derivado demotil / mutil = “muchacho”, zuri = “blanco/a, pálido”, más el artículo singular -a.

 

     Río Oja (Oiha): “Lecho fluvial”. Del vizcaino oia = “cama”, y por extensión “lecho de un río”. Existen muchas variantes dialectales para expresar este concepto, como ohe, oida, oie, obe, oke, uge, etc, que parecen emparentadas con oi / oe = “encia, alveolo dentario”, y quizás en parte con hobi = “fosa, hoyo, hondonada, encía”. El topónimo de Villalobar «Val de Oiaco Harana» nos aporta una prueba indudable de que la -A del nombre del río era orgánica, y por tanto no se corresponde con el artículo singular vasco, tal y como sucede con el término oia. Además disponemos también del viejo Oiaxarra de Canales de La Sierra, que nos confirma el mismo detalle, así como el hecho de que el término debió de ser un genérico de uso habitual en la zona.

     Las citas del río que da nombre a todo el territorio riojano son muy abundantes, aunque un poco tardías. Podemos citar formas como rivo de Ogga en 1082, fluminis Oggensis en 1087, riuo de Oiha en 1120 —éste sumamente interesante, porque con casi total seguridad transcribe la pronunciación de los hablantes vascos del valle, con la inconfundible H vasco-aquitana que se corresponde claramente con la -H- de ohe—, rivum de Oia en 1120, rivo Ogia en 1121, rivo de Oia en 1122 y 1133, rio d’Oia 1183 y 1198, rio de Oia que dizen la Glera en 1275 —donde observamos la doble denominación que sigue recibiendo el río hasta la actualidad, en la cual existe una cierta tautología, ya que la voz romance glera o lera expresa la idea de un lecho fluvial cascajoso—, o los Rivogi de 1192, Rivogia de 1210 y Rrioia de 1270, en los cuales observamos muy gráficamente cómo surgió el nombre de todo el territorio de La Rioja, como simple contracción de la denominación Río Oja.

 

     Ojacastro (Oia-Kastro): “Castro del Oja”. De Oia = nombre primitivo del Oja, y kastro = “poblamiento fortificado” (préstamo romance). El orden en la composición es genuinamente euskérico (en castellano sería *Castro-Oja).

     Entre las principales citas del nombre de la población podemos citar formas como Olia Castri de 1045, Olia Castri en 1056, Oia Castro en 1074, Oggacastro de 1087, Olia Castrum 1117, Olia Castro 1135, Oiacastro 1137, 1164, 1206 y 1211, Ogga Castro 1199, Hoiacastrum 1198, u Oya Castro en 1270.

 

     Pareta-gaña: “Encima de la ladera”. De pareta = “pendiente, ladera de un monte”, y gaina = “encima, punto más elevado, ápice, cumbre”. Aunque pareta es un simple préstamo romance equivalente al castellano pared, y se emplea para nombrar muros o paredes, en toponimia se tiende a usar con el sentido que acabamos de señalar de “zona empinada de una montaña”.

 

     Pascolojorna o Pasquelejarna: A primera vista da la sensación de que se trata de un antiguo *Pascualejo-harana = “el valle de Pascualejo”, derivado evidentemente de un apelativo personal.

 

     Quericia o Quiricia (Kiritzia): “El escobar”. De kiri = “retama, mata espinosa”, y el abundancial -tza.

 

     Sagastia: “El manzanal”. De sagasti del mismo significado, más el artículo singular -a.

 

     Tologorria o Tolgorria: Quizás “monte pelado”, con tolo, voz prerromana de aspecto indoeuropeo, relacionada seguramente con el astur-leonés tolo = “chichón, abultamiento”, gorri = “rojo, pelado”, y el artículo singular -a. El verbo euskérico tolatu = “acumular, amontonar” podría ser el último superviviente en el vocabulario actual de este tolo.

 

     Torrochipia o Torrechipias: Seguramente de *iturri-txipia = “la fuente pequeña”, aunque también se podría pensar en un préstamo del castellano torre.

 

     Fuente de Turres: Lo más probable es que se trate de un derivado ya muy deteriorado de iturri, con posterior pluralización romance.

 

      Urdamendia: “El monte de cerdos”. De urde (en composición urda-) = “cerdo, marrano”, y mendia = “el monte”.


     Uyarra (Oiharra): “El quebrado”. De oihar = “torcido, quebrado, terreno áspero y fragoso”, variante del más habitual oiher, más el artículo -a = “el / la”. Se observa el clásico cierre vocálico riojano O > U. La apertura vocálica -ERR- > -ARR- que se observa aquí, es un rasgo muy típico de los dialectos occidentales, grupo al que pertenecía el antiguo riojano.   

     En Baríndano (Navarra) se repite el mismo topónimo: Uiarra.

 

     Valcidorra o Barcidorra: Es segura la presencia de zidorra = “el sendero, caminejo”, pudiendo derivar el primer componente lo mismo del romance val = “hondonada del terreno”, o acaso del euskera ibar = “vega, valle”, o ubar = “agua turbia, barro”.

 

     Zabárrula o Zabárrola: “Choza del vagabundo”. De zabar = “vago, perezoso, persona abandonada, arlote”, más ol(h)a = “chozo pastoril”. Debe de ser la antigua vivienda de algún personaje sumamente humilde. Aparece como Sancte Marie Magdalene de Zabarrula en 1198, y Zauarrula en 1222.

 

     Zalaya: “La pradera”. Otro ejemplo del abundante componente zalaia.

 

     Zaldua: “El soto”. De zaldu = “soto”, más el artículo singular -a. Aparece ya en  una cita de 1487.

 

     Zamaca (Zamaka): “Zona de leña”. De zamaka = “leña gruesa”.

 

     Zamacorana (Zamakorana): Seguramente de *zamaka-ko-harana = “el valle de pequeñas leñas”.

 

     Zumadia o Zumaya: “La mimbrera”. De zumadi = “mimbrera, lugar de mimbres”, más el artículo singular -a.

 

 

OLLAURI (OLHAHURI)

 

     Churrumendi (Txurrumendi): “Monte de la fuente”. De txurru = “chorro de agua en general”, y mendi = “monte”.

 

     Cuzcurritilla: Se trata sin duda de un simple diminutivo romance de Cuzcurrita. Es posible que en el lugar existiera antaño un pequeño barrio o despoblado, denominado en origen igual que la población del Tirón, y que para diferenciarlo se le añadiera el sufijo de diminutivo, fenómeno habitual en toponimia (piénsese por ejemplo en el caso de Uruñuela en La Rioja, o el de Cordovilla, junto a Pamplona). Véase lo que decimos en el apartado dedicado a Cuzcurrita de Río Tirón.

 

     Marisabel (Mari-sabel): “Hondo de Mari”. De Mari = “Mari” (apócope de María), y sabel = “vientre, barriga, ondulación de un terreno”. Ver Arizabel en Briones.

 

     Mendiguerra (Mendigorria): “Monte pelado”. De mendi = “monte”, y gorri = “rojo”, pero en toponimia “pelado, falto de vegetación”, con diptongación romance -O- > -UE-.

 

     Ollauri (Olhauri): “Villa de cabañas”. De ol(h)a = “cabaña, chozo pastoril”, y (h)uri = “villa, lugar poblado”. Se verifica la adaptación fonética romance -LH- > -LL-. Las citas medievales del nombre de la población son abundantes: Olauri 1182, Olhauri 1185 —esta última acaso la más próxima a la pronunciación primitiva—, Hollauri 1215, Olauri 1257, Hullauri 1488, etc.

 

 

ORTIGOSA DE CAMEROS

 

     La Cocucha o Cucucha (Kukutza): “La cumbre”. De kukutz = “cumbre, cúspide”, más el artículo -a = “el / la”. Se repite en Torrecilla en Cameros.

 

     Gobate: “Portillo de la cueva”. De koba = “cueva”, y ate = “portillo, lugar de paso”. Se observa la sonorización K- > G- de la sorda inicial, fenómeno regular en euskera, a la hora de adaptar términos romances.

 

     Vallescona: El topónimo podría portar un primitivo *haizkona = “la peñuela, peñasco”, con el sufijo de diminutivo arcaico -ko(n), aunque también cabe pensar enazkona = “tejón”.

 

 

OYÓN (INCLUYE  LABRAZA Y BARRIOBUSTO)

 

     El Hondalán: “El trabajo de excavación”. De (h)ondalan, que significa literalmente “trabajo de ahondar, excavar”. Se refiere a las labores agrícolas en general, de trabajar el suelo con laias y azada, para abrirlo y realizar plantaciones. Hondalan es un término totalmente integrado en el habla local de gran parte de la zona vasco-navarra, y en este caso podría tratarse de un topónimo creado ya en una fase de dominio romance, aunque lo incluyo aquí por sus características morfológicas netamente euskéricas, que implican un sustrato anterior de este tipo.

 

     Larrá  (Larrate): “Rad, terreno dejado para leñas”. De larrate / larratz = “baldío, campo sin cultivar”. Otro ejemplo del universal la rate.                         

 

     Costayesta (Aihertza):  “Costarrales”. De aiher = “cuesta, inclinación”, y el sufijo abundancial-tza. Como se puede observar, se ha montado el componente castellano “cuesta” o “costado” sobre el viejo nombre vasco, hasta el punto de fundirse en un solo nombre puramente tautológico.

     La evolución fonética -RTZ- > -RZT- > -ZT- > -ST- es típica de los dialectos occidentales o vizcainos, dominantes en el área riojano-alavesa (recuérdense por ejemplo las alternancias dialectales beste ~ bertze, ostegun ~ ortzegun, etc).

 

 

 

P

 

 

PAZUENGOS

 

     La toponimia de esta zona viene sumamente caracterizada por la existencia de una lista del año 1074, en la que se registra una larga serie de nombres de rincones de la zona, de aspecto sumamente arcaico. Algunos de ellos realmente se encuentran en la actualidad fuera de los terrenos pertenecientes al municipio de Pazuengos, y otros son de ubicación desconocida.

 

 

     Bendico (Bendiko): “Montecillo”. De bendi = “monte”, más el sufijo de diminutivo arcaico -ko. Aunque en la actualidad la forma para “monte” ha evolucionado en todos los dialectos hacia mendi, quedan algunos restos dispersos en el vocabulario y al toponimia que evidencian su estructura fonética primitiva, como por ejemplo en Medrano, donde existe el término de «Valvendía», un claro híbrido romance-vascuence “*Valle de Bendia”, es decir, “Valle del monte”. Así mismo, se observa también en el topónimo «Bendisco» de la localidad de Iriso (Navarra), que debe de ser el antecedente directo del término euskérico actual mendisko = “montecillo” (sufijo de diminutivo -sko / -xko). En el habla de Oñate se conoce una voz bentertz con el significado de “divisoria de aguas de un monte”, que nos aporta otro testimonio de la misma raíz en su forma original:bentertz < *bendi-ertz (ertz = “esquina, extremo”).

 

     Escarza (Ezkartza): “Arcedo, lugar de arces”. De ezkar = “arce”, más el suyfijo abundancial-tza. Se trata de un viejo despoblado.

 

     Cabaña Ezquerra: Documentado en 1155 como Kabanna Ezkerra, y fuentes de Cabaña Ezquerra en 1464, hace referencia a una persona apodada ezkerra = “retraído, esquivo, insociable”.

 

     Hapgutur: Otro de los topónimos de 1074, que parece portar el componente gotor = “monte empinado, zona fragosa”.

 

     Harriçuria (Harrizuria): “La peña blanca”. De harri = “peña, piedra”, zuri = “blanco/a”, más el artículo singular -a. Es otro ejemplo del conjunto toponímico de 1074. Parece además lógico pensar que el nombre Hiruzuria que se observa en la misma lista, no es sino una forma corrupta de este mismo topónimo.

 

     Hiarça y Campo de Yarza (Ihartza): “Secarrales”. De ihar = “terreno o vegetación marchita, absolutamente reseca”, más el sufijo abundancial -tza. Otro de los topónimos de 1074.

 

     Ollora: Documentada como Horolla en 1464, y Orolla en 1493, parece llevar olha = “cabaña, choza pastoril”, y un primer elemento que podría ser hor = “perro” (con -R suave), aunque también existe el raro término hor = “oveja estéril”. Otra opción sería pensar que la H- inicial era el último resto de una antigua S-, lo cual nos plantearía una protoforma *Sorolla, coincidente con el apellido del célebre pintor valenciano. En este caso habría que pensar por el contrario en soro = “pieza de terreno, huerto”.

 

     Vigaray (Ibigarai): “Vado alto”. De ibi (que sufre con frecuencia la pérdida de la I- inicial en compuestos) = “vado, paso de un río”, y garai = “alto, elevado” (adjetivo).

 

 

PINILLOS

 

     Bácarre: Documentado como Bacarre en 1751 y 1876, y Bacarri en 1943, presenta un fuerte aspecto fonético euskérico, aunque resulta difícil alcanzar una traducción precisa. Una opción sería un hipotético *ebakarre = “cortadura, tajo”, derivado del verbo ebagi / ebaki = “cortar, tajar”, y el viejo sufijo de acción verbal -karre / tzarre (hilkarre = “matanza”, bilkarre = “reunión”, etc), pero esto es una mera conjetura.

 

     La Naturre (Landa-iturri): “Fuente de la landa”. De landa = “landa, terreno de monte bajo”, e iturri = “fuente”. Se observa la típica simplificación -ND- > -N-, así como la adaptación romance -I > -E. Se documenta desde 1751.

 

     Lazalde: Existe una cierta duda de si se trata de algo así como “zona de cuevas” —de leza = “sima, cueva”, más alde = “zona, área”—, o bien deriva de un latsalde = “zona de regachuelos”. Se designa así a un llano.

 

     Uerza (Uhertza): En 1751 se nombra así a un paraje del municipio. Sin duda de uhertza = “barrizales”, con uher = “fango, agua con lodos”, y el sufijo abundancial-tza.

 

 

PRADILLO

 

     Ezcarada: Podría tratarse de una castellanización de un antiguo *ezkarahi < *haitz-garahi = “peña alta”, aunque se trata solamente de una hipótesis.

 

     Cueva Lazura: Parece tratarse de un compuesto de leza = “sima, pozo, cueva” y ur(a) = “agua”, de estructura paralela a la amplia familia de voces como lintzura / aintzura / intzura / inzpura / izpura = “laguna, charca, lugar encharcado”.

 

 

PRADOLUENGO (INCLUYE GARGANCHÓN)

 

     Ajeta (Atxeta): “Las peñas”. De atx / haitz = “peña”, y la desinencia de plural -eta. Existen citas de un lugar denominado Ojetta, que podría ser el mismo que éste.

 

     Alauna: “Dehesa, pastizal”. De alaune / *alauna, del mismo significado. En esta zona se observa constantemente la aparición de la variante vizcaina una / guna del común une / gune = “espacio lugar”.

 

     Bagadia: “El hayedo”. De bagadi = “hayedo”, más el artículo singular -a.

 

     Basardia, Barardia o Bacardia: Quizás de *baserr(e)-dia = “el lugar de montes quemados”, con apertura -ER- > -AR- por influencia de la -R-.

 

     Baserguna, Bazerguna o Basergune: Posiblemente de *baserre-gune = “lugar del monte quemado”. En este caso el término baserre estaría haciendo referencia seguramente a una zona de quemas periódicas con fines ganaderos o agrícolas. También se podría pensar en baserri = “caserío”.

 

     Bigorria, Bigurria o Bigurrea: “El río grande”, de ibai = “río”, gorri = “rojo/a”, pero en este caso con el sentido de “grande, importante”, más el artículo singular -a. Se trata de un antiguo genérico muy extendido en toda la toponimia del mundo vascófono antiguo y moderno.

 

     Bizcarraga (Bizkarraga): “Donde la loma”. De bizkar = “loma, cerro”, más la desinencia de locativo-aga.

 

     Elesa: “La iglesia”. De elexa / eleiza = “iglesia”.

 

     Galardia: “El monte de leñas”. De galar = “leño seco que queda en los montes”, el sufijo abundancial -di, y el artículo singular -a.

 

     Garatia: “El paso de monte”. De garate = “portillo o paso de montaña”.

 

     Guitavelarza (Igita-belartza): “Prado de siega”. De igita = “siega”, y belartza = “herbazal, pradera”. Este tipo de términos hacen referencia a prados que se siegan periódicamente, para obtener reservas de paja y hierba para el ganado.

 

     Arroyo Iturbero: “Fuente caliente”. De iturri = “fuente” y bero = “caliente”.

 

     Huerta de Iturrioz (Iturri-hotz): “Fuente fría”.

 

     Laiza (Alaitza): “Pastizal”. Seguramente se trata de un antiguo *al(h)aitza, con pérdida de la A- inicial. Véase lo dicho en el apartado dedicado a la Sierra de La Hez.

 

     Maiziturri: “Fuente perenne”. De maiz = “frecuentemente, con frecuencia”, e iturri= “fuente”. El concepto maiz-iturri, que tiene un paralelo en el Maiziturri de Uharte-Arakil, hace referencia a fuentes que no se secaban ni aun en épocas de sequía.

 

     La Remendia (Erroi-mendia): “El monte de cuervos”. De erroi-mendia del mismo significado.

 

     Tatacolata (Tatakolata): Tal vez de *tata-kolato = “collado de residuos”, con tata = “excremento, inmundicia, suciedad”.

 

     Turraldea (Iturri-aldea): “La zona de la fuente”.

 

     Turruzaga (Iturrihotzaga): “Donde la fuente fría”. De iturri = “fuente”, hotz = “frío/a”, y la desinencia locativa -aga.

 

     Turrizarras, Turriozarras o Turruzarras (Iturrihotz-zaharra): “La vieja fuente fría”. De iturri-hotz = “fuente fría”, más el adjetivo zar / zahar = “viejo/a”, con el artículo singular -a, y posterior pluralización romance.

 

     Urdinarana: Aparentemente “el valle de lo azul, grisáceo”. Urdina es un apelativo utilizado a veces para designar a personas de pelo canoso.

 

     Zorrazaga (Zorrotzaga): Seguramente se trata de una variante fonética de *zorrotzaga = “donde el lugar áspero”, pues el término zorrotz = “áspero” presenta variantes conzorraz- en un par de compuestos (zorroztu ~ zorraztu = “afilar”,zorroztarri ~ zorraztarri = “piedra de afilar”, etc), presentes en el diccionario de Landucci, que presenta un tipo de vocabulario netamente alavés —el más íntimamente emparentado con el antiguo riojano—, por lo que es casi segura la existencia de una variante *zorratz en dialecto riojano.

 

 

PRÉJANO

 

     Fuente Garme: A primera vista parece una simple variante alterada por el fonetismo romance del aragonés garmo = “zona situada en terreno áspero y peñascoso”, el cual deriva sin duda del euskera (h)armo = “peñasco”.

 

     Peña Isasa (Isasa): “Ulagar”. De isasa / isats = “ulaga, retama, arbustillo espinoso de flores amarillas, y en general cualquier clase de arbusto espinoso”.

     Actualmente existen dos peñas conocidas con este nombre, situadas justo a ambos lados de la población de Préjano, por lo que es posible que en principio el nombre se utilizase para designar a toda la comarca de este pueblo, que aparece cubierta de un manto de vegetación seca y espinosa, adaptada al árido clima local.

     En una cita de 1797 se habla de la “peña que se llama Issassa”.

     Tiene un paralelo idéntico en Fresneda la Sierra Tirón, en Betelu (Navarra), así como muchos otros derivados a lo largo y ancho de la toponimia vasco-navarra como Isasmendi (Igantzi), Isasti (Leiza), Isasaga, etc.

 

     Fuente Velaza: El lugar lleva sin duda el nombre de una persona propietaria de la fuente. Se trata del habitual belatsa = “persona gris, severa, adusta”.

 

 

 

Q

 

QUEL

 

     Bagal: “Cerro, cuesta”. Sin duda se trata de la forma arcacica del euskera moderno magal = “regazo”, pero en toponimia “elevación del terreno, ladera, costarral”. Aparece como Vagal en una referencia de 1450

     Sobre este término hablamos ampliamente en el capítulo dedicado a la toponimia antigua, en el apartado de Tritium Magallum.

 

     Yasa Barlas: Quizás de *ubar-lats = “yasa de barros”, con ubar = “agua fangosa de crecida, agua turbia de barranco”, y lats = “yasa, regachuelo torrencial”.

 

 

QUINTANAR DE RIOJA

 

     Uriondo (Uriondo): “Junto a la villa”. De huri = “villa, lugar poblado”, y ondo = “junto a, al lado de “.

 

 

 

R

 

RABANERA

 

     La Saladaña: Aunque puede estar haciendo referencia a un lugar salitroso, no hay que perder de vista el viejo zaldaina = “la pasarela”, presente en varios topónimos del Pirineo navarro, como Zaldain de Berroeta, o Zaldaña de Ibilcieta y Esparza. La forma actual del topónimo se debería a un proceso de anaptixis (introducción de un sonido vocálico entre consonantes, para facilitar la pronunciación).

 

     Zabazo (Zuhatzu): “Arboleda”. De zuha(i)tz = “árbol”, y el abundancial -tzu.

 

 

RÁBANOS

 

     Aizpuro (Haizpuru): “Peñasco, cabezo de piedra”. De haitz-buru = “cabeza de piedra”, deformado con frecuencia en haizpuru, utilizado para designar a  masas rocosas.

 

     Alarcia (Alartzia): “El lugar escabroso”. De aldar / alagar / algar = “monte costanero, empinado, escabroso”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a.

 

     Chorrúa (Txorrua): “El chorro de agua”. De txorro / txorru = “chorro, grifo, caño de agua”, más el artículo -a.

 

     Chortela (Txortela): “Manantial”. De txortela = “gota, gotera, chorrete de agua”.

 

     Peña Churguina (Txurgina): Gómez Villar defiende una relación con sorgina = “la bruja”[xxxi], aunque, dado que el lugar se trata de una peña caliza, quizás se podría pensar en un primitivo *atx-urdina = “la peña gris, azulada”, posteriormente deformada por etimología popular.

 

     Gurapeta (Gorapeta): “Los refugios”. De gorape = “atrio, zona bajo techado, lugar protegido bajo un alero”, más la desinencia de plural -eta. Se observa el típico cierre vocálico riojano -O- > -U-.

 

     Mazeturre o Maziturre (Maiziturri): “Fuente perenne”. De maiz = “con frecuencia, frecuentemente”, e iturri = “fuente”. Maiz-iturri es un antiguo genérico empleado para definir fuentes que no se secaban ni siquiera en los momentos de mayor sequía veraniega.

 

     Zaizola (Zaitzola): “Cabaña de guardia”. De zaitza / zaitze = “guardia, vigilancia”, y ola = “choza, cabaña pastoril”.

 

 

EL RASILLO DE CAMEROS

 

     Achóndite: Parece un compuesto de atx = “peña”. Forzando un poco la estructura, se podría plantear una forma original *atxondegieta = “los lugares junto a la peña”, pero esto es meramente hipotético.

 

     Bellónite: Topónimo sumamente deformado, al que siguiendo el caso anterior, se podría hacer derivar de *belhaun-hegi-eta = “los lugares de recodos del terreno”.

 

     Campo de Landay: Quizás derive de un antiguo *landa-hegi = “lugar de campas”, con evolución fonética similar a Higahegui > Igay (Álava).

 

     Orquiza: Tal vez de urki = “abedul”, y el sufijo abundancial -tza, aunque no podemos olvidar del todo una etimología alternativa a partir de *orokitza = “los llanos”.

 

 

EL REDAL

 

     Escarrillo: “Pequeño arce”. Castellanización del extendido ezkar = “arce”.

 

     Valdemingaña: “Valle de puntas”. Mingaña significa literalmente “punta de la lengua”, pero a juzgar por su presencia en la toponimia riojana, parece que significaba “punta en general”, y quizás incluso “brote de plantas o árboles”.

 

 

RIBAFRECHA

 

     Puente de La Idiez (Eretz): “Costarral, ladera”. La Idiez es un término áspero y montuoso situado al sur del casco urbano de Ribafrecha, en el que también existe una fuente del mismo nombre. Dadas las características del terreno y las leyes de evolución fonética romance-vascuence, no hay ningún problema para derivarlo deeretz = “lado, ladera de monte en general”, con una evolución eretz > ire(t)z > iriez > idiez. Tanto el cierre E- > I- como el paso -R- > -D- son rasgos netamente euskéricos, mientras que la diptongación -E- > -IE- es ya un fenómeno romance.

     Aparece en una cita de 1242 como “puente de Iriez”, registrándose profusamente en documentos posteriores de los siglos XVIII (Lairiez, Lairdier o La Iriez), XIX (La Idier), y XX (Laidiez)[xxxii].

     Se repite en otro topónimo idéntico de San Millán de la Cogolla, así como en la población burgalesa de Ircio.

 

     Virgen de Veraza (Beraza): “El pastizal”. De beraza = “pastizal, zona fértil de una vega, etc”. Recibe este nombre un antiguo santuario documentado desde hace cerca de un milenio (aparece como Sanctam Mariam de Baraza en 1081, o Santa María de Veraza 1267 y 1374, Sancte Marie de Baraço 1225-1255, Sancte Marie de Uerazo 1222). Se trata de otro ejemplo de las características predominantemente “occidentales” del dialecto riojano, ya que beraza es un término documentado sobre todo en el dialecto vizcaino, y derivado de berar = “hierba”, más el abundancial -tza. El más extendido baratza / baratze = “huerta”, proviene sin duda de la misma palabra. 

     En ámbito navarro disponemos de paralelos exactos como los Beraza de Artavia y Goizueta.

 

     Vizcarrao (Bizkar-aho): “Boca de la loma”. De bizkar = “loma, cerro”, y a(h)o = “boca, extremo”. El lugar está situado en las primeras cuestas del Monte Laturce.

 

 

ROBRES DEL CASTILLO

 

     La Cruz de Zarracas:Zarraka tal cual significa “chubasco, chaparrón”, por lo que el topónimo podría estar haciendo referencia a una antigua cruz utilizada para conjurar las tormentas, especialmente las de granizo, tradición de la que se conocen muchos ejemplos. Pero zarracas también se usa en algunas partes con el sentido de “persona torpe”, así que podría tratarse simplemente de un antiguo apodo.

 

 

RODEZNO

 

     Churrumendi (Txorro-mendi): “Monte de chorros o fuentes”. De txorro = “chorro, flujo o canal de agua”, término onomatopéyico, y mendi = “monte”. Su situación en un cerro junto al “Arroyo de las Fuentes” parece confirmar esta traducción. Merino Urrutia aporta la variante Churrimendi.

 

     Galzarra / Galazarra: “La cuesta”. Aunque en la actualidad galtzarra significa literalmente “brazo”, “seno” e incluso “sobaco”, en toponimia describe una sinuosidad del terreno, y más concretamente pequeñas lomas y costarrales. La segunda variante, Galazarra, es sin duda una forma derivada de la primitiva, que ha sufrido el frecuente fenómeno fonético de la anaptixis (introducción de un sonido vocálico entre consonantes, para facilitar la pronunciación).

 

     La Guerra: Quizás sea un último resultado ya muy deformado de un topónimo que portaba en origen el componente gorria = “rojo, pelado”.

 

     Lancherri  o Lauserria: Quizás “zona de charcas”, con la(i)ntz- / lauso, raíz que expresaba la idea de humedad, y herri = “zona, área” (y que actualmente se ha estabilizado en el sentido de “población, pueblo”).

 

     Virgen de Olartia / Olarcia: “Entre cabañas”. De ol(h)a = “chozo, cabaña pastoril en general”, arte = “entre”, más el artículo singular -a, que al añadirse a la -E final de arte produce el efecto de armonía vocálica (fenómeno de adaptación fonética euskérico) -EA > -IA. La segunda variante es una mera castellanización fonética del nombre primitivo, por el típico paso -TI- > -CI-.

 

 

 

S

 

SAJAZARRA

 

     Arrinda (Arri-inda): “Senda de piedra”. De (h)arri = “piedra”, e inda = “senda” (préstamo romance). Debe de tratarse de algún viejo camino pavimentado. En todo caso, se trata de una construcción morfológica muy frecuente en el mundo vascófono.

 

     Ascarza o Escarza (Ezkartza): “Arcedo”. De azkar / ezkar = “arce”, más el sufijo abundancial -tza. Concepto ubicuo en la toponimia riojana.

 

     Río Ea: Tal vez de ehea = “agua de la colada”.

 

     Mendia o Mindia: “El monte”. De mendi = “monte”, más el artículo singular -a.

 

     Mendibuchi (Mendibutxi): “Montecillo”. De mendi = “monte”, y gutxi = “pequeño”. Las alternancias BU- ~ GU- son normales en euskera: burdi / gurdi = “carro”,buraso / guraso = “padres”, etc.

 

     Relucea (Larreluzea): “El prado largo”. De larre = “prado, campo, lugar de pasto”, luze = “largo”, más el artículo singular -a. Se repite con ligeras variantes en Ribas de Tereso, San Vicente de la Sonsierra y Santurdejo. Se trata de un equivalente exacto al romance Pradoluengo.

 

     Sajazarra (Saila-zaharra): “La finca vieja”. De saila = “pedazo de terreno, finca”, zahar = “viejo”, aunque también con la connotación aumentativa de “grandazo”, y el artículo -a = “el / la”.

     Dado que al igual que en el caso de gaitz, el término tzar / zahar significaba en un principio “cosa grande, basta”, sería aceptable una traducción del tipo “la gran finca”, e incluso “La Saja grande”, esto último deducible por comparación con Sajuela(= pequeña Saja), lugar situado a poca distancia de la villa.

     Las citas medievales acerca del nombre de la población son abundantes: Saggazahar en 1075, Saayazaarra en 1204, Saiaçaharra 1229, Saiia Çaharra 1257, o Saxa Zaharra 1298.

 

     Saja (Saila): “Finca”. Similar al anterior. Aparece como Sagga en 1065-1076, 1081 y 1088, Sagga maior 1075, Saia 1172, Sagia 1192, etc.

 

 

SAN ASENSIO

 

     Olivar de Ardanza: Si no se trata de un apellido, el topónimo es totalmente transparente desde ardantza = “viñedo, viña”.

 

     Virgen de Arizeta (Haritzeta): “Las encinas”. De haritz, actualmente “roble”, pero que en el pasado presentó el valor de “encina” en la zona.

 

 

SAN MARTÍN DE LA VIRGEN DEL MONCAYO

 

     Río Irués (Iros): “Barranco, regacho”. De *iros / *iraus = “fluido, líquido, emanación”. Existe toda una amplia familia de topónimos como Irujo, Iriso o Erauso (Navarra), relacionados íntimamente con términos como erau(n)tsi / eraso = “chubasco, avenida de aguas”, y que derivan de una variante de este mismo término, sin la -I final, que únicamente se ha conservado en el habla moderna en voces como herau(t)s =  “verraco, marrana en celo”, herausi / isuri / iraus / iroxi / irausi = “celo de la marrana”, pero que en origen se referían al flujo líquido que emanaba de estos animales en el celo.

     La raíz es de una antigüedad enorme. Ya aparece en la divinidad prerromana Heravscorritsehe de Tardets (Zuberoa), originalmente un topónimo que significaba “ríos o manantíos grandes”.

 

 

SAN MILLÁN DE LA COGOLLA

 

     Majada Lizarre o Lizarde (Lizardi): “Fresneda”. De lizar = “fresno”, y el sufijo de colectivo -di.

 

     Pico Mendaiza o Mendiaza: Debe de tratarse de una forma ya desgastada del compuesto mendigaitza = “monte grande, monte malo”, con mendi = “monte”, y gaitz = “malo, basto, grandazo”, aunque también podría pensarse en *mendi-haitza = “la peña del monte”. Las abundantes terminaciones en -aiza necesitan un estudio en profundidad.

 

     Ucarce (Ukartze): “Torrenteras”. Se trata sin duda del mismo nombre que el Hurcarcea de Jubarte registrado en 1251, así como el Úcar de Navarra. Sin duda debió de ser un genérico de uso muy extendido en la zona riojano-navarra.

 

     La Barranca Ullare (Olhauri): “Villa de cabañas”. De olha = “cabaña, chozo pastoril”, más (h)uri = “villa”. Vemos aquí un topónimo sumamente deformado, pero que se puede reconocer todavía, ya que disponemos de formas parecidas, derivadas claramente de este tipo de compuestos con huri.

 

 

SAN MILLÁN DE YÉCORA

 

     Cuesta de Río Arto: Documentado como Arto en 937, costa de Arto en 951, o Foios de Arto en 1042, parece relacionado con arto = “mijo”, aunque pudo ser empleado para denominar otro tipo de vegetal.

 

     Valdeles / Valdelez: Resulta difícil decidirse si se deriva de *val de elez, con elez = “iglesia”, o de *val de lez(a), con leza = “cueva, sima”.

 

 

SAN PEDRO MANRIQUE

 

     Casilla Barrena: Podría tratarse de un apodo, con el elemento barrena = “bajo, debajo de, zona baja”.

 

     Legaza o Legasa: Podría tratarse de un viejo *legartza = “cascajar, zona de gravas”, pero también sería posible derivarlo de una forma romance ya muy alterada *finca llecaza (de leco / lleco = “terreno en barbecho”).

 

     Nava de Uruña (Uruina): “El castro”. De uruina / iruina = “la población fortificada, el castro”. En el cartulario de Fitero se cita la existencia en San Pedro de Yanguas (así se denominaba a esta población en tiempos medievales) de un lugar conocido como naue de Urunna en 1177, y naua de Urunia en 1179.

 

     Vea (Ibeia): Seguramente “el río”. Aunque ibi / ibei actualmente significan más bien “vado”, parece que en origen estos términos se confundían con ibai = “río, curso de agua”. Se sitúa en el mismo lecho del Río Linares. Aparece como Bea en 1182, Vea en 1272 y 1384.

 

 

SAN ROMÁN DE CAMEROS (INCLUYE AVELLANEDA, MONTALVO EN CAMEROS, SANTA MARÍA EN CAMEROS, VADILLOS, VALDEOSERA Y VELILLA)

 

     Alartea: “Entre pastizales”. De al(h)a = “pasto, pastizal”, arte = “entre”, más el artículo singular -a.

 

     La Coguza (kokutza): “La cumbre”. De kukutz / kokotz = “ápice, extremo, cumbre de una montaña”, más el artículo singular -a. Muy repetido en la toponimia riojana.

 

     Idaceda: Parece lógico pensar que se trata de un anterior *iratzeta = “helechales”, con paso -R- > -D- típicamente euskérico, y sonorización -T- > -D- de tipo romance. No obstante no hay que perder de vista un término como idartza = “arvejal” (lugar donde crece un tipo de guisante, o legumbre), en plural idartzeta, que también ha podido producir este nombre.

 

     Fuente Logarza (Lokartza): “Barrizal”. De *lokartza = “barrizal”, variante con el sufijo pluralizante -tza, de términos como lokartsu / lokarda / lokatza = “barrizal”, derivados todos ellos de lohi / lokar- = “barro, fango, lodo”.

 

 

SANSOL

 

     Perrujo: La variante de 1894 Perujo indicaría que aquí se encontraría el antropónimo medieval Pe(d)rutxo = “Pedrito”, ya bastante alterado.

 

 

SAN TORCUATO

 

     La Arana (Harana): “El valle”. De haran = “valle”, más el artículo singular -a.

 

     Arpide: “Calzada”. De (h)arpide = “calzada, camino de piedra”. Es posible que en algún momento la antigua vía romana por la que discurría a muy poca distancia de aquí el Camino de Santiago (y que de hecho da el nombre a Santo Domingo de la Calzada), fuera denominada también así.

 

     Saspuri (Zazpuri): “Siete villas”. De zazpi = “siete” y huri = “villa o ciudad”. Clásico término construido a partir de la unión de un numeral más el concepto de “población”, y que antaño se emplearía para calificar una zona en la que aparecería una serie de pequeñas villas o barrios agrícolas dispersas. Tiene su paralelo romance en la conocida comarca riojana de las “Siete Villas”.

 

 

SAN VICENTE DEL VALLE (INCLUYE LAS POBLACIONES DE ESPINOSA DEL MONTE Y SAN CLEMENTE DEL VALLE)

 

     Almendia o Armendia: “El monte de la peña”. De harri (en composición (h)arr-) = “piedra, peña”, y mendia = “el monte”.

 

     Amecia (Ametzia): “El rebollar”. De ametz = “roble rebollo (quercus pyrenaica), y también el quejigo (quercus faginea)”, el abundancial -tza, y el artículo -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Cerrito de Andeleturria (Andere-iturria): Ver su explicación en el apartado de Villagalijo y Santa Olalla del Valle.

 

     Bedárcula (Bedarko-ola): “Choza del prado”. De bedar = “hierba” (y por extensión “herbazal, pradera”), la desinencia de genitivo-locativo -(e)ko, y ol(h)a = “choza, cabaña pastoril”.

 

     Chaburtún, Chabortún o Chaburdún: Casi con toda seguridad del antropónimo *Aita o Echa Fortún = “el señor Fortún”. En tiempos medievales fue muy habitual utilizar el elemento vasco aita = “padre”, variantes principales eita / echa / acha / cha, como una especie de forma de expresar la idea de “el señor tal, el señor cual…”.

 

     Elhorzaha: “Espinosa”. De elhorri (en composición elhor-) = “espino”, y el sufijo abundancial -tza, arcaico -tzaha. En 1129 se registra este topónimo, del cual Peterson se pregunta si no será el nombre antiguo de la aldea de Espinosa del Monte.

 

     Esquijarana (Ezkitza-harana): “El valle de la alameda”. De ezki = “álamo, chopo”, aunque a veces también significa “tilo”, el abundancial -tza, yharana = “el valle”.

 

     Hoyos de Garastia: “El regadío”. De garasta = “riego, aguamiento, chorro de agua”, más el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA. Garasta es un término que expresa la idea indefinida de “humedad, agua” y “riego”, y que en la actualidad se utiliza mucho en la terminología de los cultivos de regadío. En este caso lo mismo puede designar una zona regada, que igualmente una hondonada húmeda y encharcada de forma natural.

 

     Lameturria o Lamiturria: “La fuente de las lamias”. De lami(n) = “lamia, ser femenino fabuloso de patas de pato”, e iturria = “la fuente”. Topónimo sumamente arcaico.    

 

     Larrahederra: “El prado hermoso”. Topónimo del año 950, del cual, aunque no sabemos con seguridad su ubicación exacta, parece que se encontraba aproximadamente en esta área.

 

     Mendico Zorroza (Mendiko-zorrotza): “Montejo áspero”. De mendiko = “montejo, montecillo” (con el sufijo de diminutivo arcaico -ko), zorrotz = “áspero/a”, más el artículo singular -a.

     Documentado ya en 1090, y aunque su ubicación exacta es desconocida, debía de estar cerca de Espinosa, y más en concreto, en su vía de acceso.

 

     Osastia, Usastia u Onsastia: Parece una variante de intxaustia / insaustia = “la noguera”. Recordemos que de intxaur = “nuez”, existe una variante untxaur / unsaur que parece ser la que ha sido empleada aquí, y más si tenemos en cuenta que unsaur pertenece al viejo vocabulario de Landucci, de ámbito dialectal alavés, el más próximo al riojano.

 

     Turrioza (Iturri-hotza): “La fuente fría”. De iturri = “fuente”, y hotz = “frío/a”, más el articulo singular -a.

 

     Zabaletas o Zabalitas: Posiblemente de zabaleta = “los llanos”, aunque la variante Zabalitas nos hace dudar si no habrá algún componente desaparecido, o tal vez la presencia de la -I- solamente se deba a un proceso de deterioro fonético, o incluso diptongación romance del tipo -E- > -IE- > -I-.

 

 

SAN VICENTE DE LA SONSIERRA (INCLUYE RIBAS DE TERESO Y PECIÑA)

 

     Arana (Harana): “El valle”.

 

     Azcueta (Haizkoeta): “Las peñuelas”. De haizko = “peñuela, peña pequeña”, más la desinencia de plural -eta.

 

     Carubi (Karobi): “Calera, horno de cal”. De karobi / karaubi = “calera, horno de cal”.

 

     Crísturi: A primera vista da la sensación de que se tratase de un compuesto de Cristo más huri = “villa, lugar poblado”, con el resultado final de “villa de Cristo”. ¿Hará referencia a alguna antigua ermita? ¿O acaso a un apodo? El nombre es en verdad enigmático.

 

     Escorri u Oscorri (Haizkorri): “Peña pelada”. De haitz = “peña”, y gorri = “rojo”, pero en toponimia habitualmente con el sentido de “pelado, desnudo, carente de vegetación”.

 

     El Alto de Gobate: “Portillo de la cueva”. De goba / coba = “cueva”, más ate = “portillo, lugar de paso”.

 

     Iscorta: Posiblemente de *haitz-korta = “cuadra o establo de la peña”.

 

     Mendiarte (Mendiarte): “Entre montes”. De mendi = “monte”, y arte = “entre”.

 

     Mugazabal: “Llano de la frontera”. De muga = “mojón, frontera, límite”, y zabal= “llanura, plana”.

 

     La Rasqueta o Resqueta (Larrasketa): “Las dehesillas”. De larraska / larrazka = “dehesilla, pequeña zona de malezas y hierbas para el pasto”, más la desinencia de plural -eta.

 

     La Reluce (Larreluze): “Campo largo”. De larre = “campo”, y luze = “largo”. Típico ejemplo del fenómeno conocido como “deglutinación”, por el cual un segmento de topónimo pertenenciente a una lengua anterior, es reinterpretado por la nueva como si se tratase de un elemento propio de su sistema lingüístico (en este caso el castellano, que tomó el LA- inicial como el artículo femenino).

     Es el equivalente exacto del romance Pradoluengo.

 

     Barranco Riparán (Riparan): “Val de cerrillos”. De ripa = “orilla, pequeña elevación del terreno” (préstamo latino), y (h)aran = “valle”.

 

     Rotalde (Errotalde): “Zona del molino”. De errota = “molino”, y alde = “zona, área, lugar”.

 

     Salbiaza (Salbiatza): “Lugar de salvia”. Seguramente se trata del nombre de la planta conocida como salvia, introducido como préstamo castelano o romance en el léxico local vasco, al que se le unió el sufijo abundancial -tza. En efecto, el uso del término salbia para definir a esta planta, todavía permanece en uso en las zonas vascófonas de Navarra.

 

     La Cruz de Torrentegui (Torrentegi): “Lugar de torrentes”. De torrent = “torrente, arroyada de aguas”, y (h)egi = “lugar en general, zona, área”.

 

     Barranco de Uriarte (Uriarte): Entre villas”. De huri = “villa, lugar poblado”, y arte = “entre”. Tiene varios paralelos en Álava y Vizcaya.

 

     Vizcarra (Bizkarra): “La loma”. De bizkar = “loma”, y el artículo -a = “el / la”.

 

     Zabala: “La plana”. De zabal = “plano, lugar llano”, más el artículo singular -a.

 

 

SANTA COLOMA

 

     La Icara: Recuerda a ikara = “temblor, miedo, inquietud”, aunque es difícil precisar su valor en toponimia.

 

     Río Legochu: Seguramente de lakutxu = “laguneja, charca”.

 

     La Ordantica (Urdantegi): “Pocilga, porqueriza”. De urdantegi = “pocilga, habitáculo para los cerdos”. A la vista del fonetismo que presenta, el topónimo ha debido de surgir de una variante ensordecida *urdanteki. En efecto, el término teki, simple variante fonética de tegi = “cuadra, establo”, igual que jaiki / jeiki = “levantar(se)” lo es de jegi / jagi, existe todavía en algunas zonas de Vizcaya.

 

     La Rea (Larrea): “El prado”. De larre = “prado, campo”, más el artículo singulart -a.

 

 

SANTA CRUZ DEL VALLE URBIÓN (INCLUYE SOTO DEL VALLE)

 

     Almigia (Almitzia): “El henar”. De almitz / albitz = “heno, planta de forraje para el ganado”, el abundancial -tza, y el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Altuzarra: “El alto elevado”. De altu = “alto” (préstamo romance), (t)zar = “viejo, grandazo (se trata en cierta medida de un aumentativo)”, y el artículo-a = “el / la”.

 

     Charreturre o Charriturri (Txar-iturri): “Fuente mala”. De txar = “malo/a”, eiturri = “fuente”. El orden normal sería *iturri-txar, pero en este caso la traducción es válida si partimos de algo así como *ur-txar-iturri = “fuente de agua mala”. También se podría pensar en *txarri-iturri = “fuente del cerdo”, pero es menos probable.

 

     Cisquezalaia: Seguramente de *zisku-zalaia = “la pradera del hondo o del escondrijo”.

 

     Erbineta o Ermineta: “Los estrechos”. De erbin / ermin = “callejuela estrecha, lugar de paso estrecho entre montes o campos” (variante de arbin / armin = “estrecho, apurado”), más la desinencia de plural -eta.

 

     Espurzia: Posiblemente de *haizpurutzia = “el lugar de los peñascos”, con haizpuru = “peñasco”, el abundancial -tza, y el artículo -a.

 

     Esquizalaya (Ezki-zalaia): “La pradera del chopo”. Ezki es un término que en la zona parece haberse empleado con el sentido principal de “chopo, álamo”, aunque en algunos casos puede hacer referencia también al tilo. Zalaia = “la pradera”, es un genérico habitual en la zona.

 

     Guarza (Ugartza): “Barrizal”. De uhar / ugar = “agua fangosa, agua turbia”, más el abundancial -tza.

 

     Iturburu: “Manantial”. De iturburu, del mismo significado.

 

     Lamicuturre (Lamiko-iturri): “Fuente de la lamia”. De lamiko = “diminutivo de lamia (ser mitológico)”, e iturri = “fuente”.

 

     Mozalsaro: “Dehesa de potros”. De mozal / motxal / moxal = “potro, rocín”, y saro / saroi = “praderío, majada, sel pastoril”.

 

     Ordoquia (Ordokia): “El llano”. De ordoki = “terreno llano”, más el artículo singular -a.

 

     Cerro de Orquilanda (Orkilanda): Resulta difícil determinar si se refiere a un *oroki-landa = “campa del llano”, o acaso a un *urki-landa = “campa de abedules”.

 

     Fuente de Turrealdea (iturri-aldea): “La zona de la fuente”. De iturri = “fuente”, alde = “zona, lugar”, más el artículo singular -a.

 

     Urdántiga (Urdantegi): “Pocilga, establo de cerdos”. De urdantegi, del mismo significado. También presenta las variantes Ordántiga y Ordanitiga. Se podría pensar igualmente en una derivación a partir de *urdantegiaga, pero da la sensación que la terminación en -GA se debe a la presión fonética romance sobre un antiguo -GI.

 

     Uzkiza (Uzkitza): Es casi seguro que se trata de una simple contracción de *euzkitza = “solana”, de euzki / eguzki / iuzki = “sol”, más el sufijo abundancial -tza.

 

     Vallegorría: Si no se trata de un valle en el que algún individuo apodado gorria = “el rojo” tuvo posesiones, lo más probable es que se trate de un híbrido castellano-vasco, heredero de un antiguo *haran-gorria = “el valle pelado”.

 

 

SANTA CRUZ DE YANGUAS

 

      Hoyos de Amboto (Anboto): Si no se trata del apellido de una persona, el nombre deriva de *anboto / *lanboto = “neblinoso, zona húmeda y encharcada”, y en efecto, se trata de una hondonada con hayedos en la que se carga la niebla y humedad de la serranía.

    Aunque el término *anboto tal cual no sobrevive en el habla moderna, se puede reconstruir a partir de anbo = “trigo enfermo por moho”, que deriva realmente de lanbo = “niebla, bruma”, por una asociación de ideas con el aspecto de los mohos, más el sufijo de aumentativo arcaico -to. Otros derivados como el verbo lanbotu / anbotu = “quedarse huero un fruto, anublarse la espiga”, se aproximan mucho al mismo concepto.

     Aparte del Monte Anboto de Vizcaya, disponemos de paralelos en ámbito navarro como el Unboto u Onboto de Lecároz, y el Enboto de Etxarri.

 

     Arroyo de Vaya-Bascones: Seguramente de ibaia = “el río”, con el étnico empleado en la Edad Media para designar gentes de habla vasca.

     En Navarra existen varios de topónimos como Baya (Ollobarren), y Baya (Arróniz), que han sufrido el mismo proceso de pérdida de la I- inicial.

 

 

SANTA ENGRACIA DE JUBERA (INCLUYE LAS ALDEAS DE BUCESTA, EL COLLADO, JUBERA, REINARES, SAN BARTOLOMÉ, SAN MARTÍN, SANTA CECILIA Y SANTA MARINA),

 

     Galarde (Galardi): “Troncos secos”. De galar = “tronco seco de árbol que queda en pie”, y el abundancial -di. Similar a otros muchos topónimos. Se repite en Viniegra de Abajo, así como en muchos otros sitios.

     Un buen paralelo es el Galardi de Errazkin (Navarra).

 

     Torritondo: “Junto a la fuente”. Aparece en una lista de términos de Jubera del año 1100. Quizás venga de un anterior *iturritondo, compuesto a partir de iturri = “fuente”, más ondo = “junto, al lado de “, con una -T- epentética, aunque también sería posible derivarlo a partir de una forma *iturrieta-ondo = “junto a las fuentes”, con el morfema -eta de plural.

 

     La Uría (Uria): “La villa”. De huri = “villa, lugar habitado”, más el artículo -a = “el / la”.

 

 

SANTA EULALIA BAJERA Y SOMERA

 

     Anabicabra: Parece que estamos ante un híbrido vascuence-romance, con anabi = “arándano” y el castellano cabra. Tal vez se refiera a una planta específica, parecida al arándano, y apetecida por las cabras.

 

 

SANTO DOMINGO DE LA CALZADA

 

     Oliaguti: Este lugar se recoge en una cita de 1183, y a la vista de su aspecto, parece posible una interpretación desde oia = “lecho fluvial”, y el adjetivo guti = “pequeño/a”. Debe de hacer referencia a un pequeño barranquillo, o incluso cabría pensar en un afluente del propio Oja, por lo que se podría hacer una interpretación alternativa como “pequeño Oja”. En todo caso, el topónimo nos estaría indicando un uso generalizado del término oia en la zona.

 

     Val de Vadran: Entre 1137 y 1146 se nombra un valle de este nombre situado aparentemente no muy lejos de Santo Domingo. Parece lógica una relación con el nombre del pueblo de Badarán, y al igual que allí cabe plantear una etimología a partir de beda- = “hierba” y (h)aran = “valle, vaguada, hondonada”, posteriormente alterado por un proceso de asimilación vocálica -E- -A- > -A- -A-, y con el sentido general de “valle de prados”.

 

     Zurriburri: “Desorden, barrizal”. En 1482 y 1492 se cita la existencia de un lugar denominado Çurriburri, que evidentemente no es otra cosa que el euskera zurriburri = “desorden, revoltijo, cosas de poco valor”, y que además todavía se mantiene presente en el léxico local riojano. Aplicado a la toponimia, seguramente señala un lugar utilizado como vertedero, o acaso un barrizal o rincón donde se acumulan aguas torrenciales y restos arrastrados por las arroyadas.

 

 

SANTURDE DE RIOJA

 

     Bustuzuri: Topónimo que en 1392 aparece como Bustunçiry, y en 1464 como Bustuçuri, lo cual nos hace pensar en buztun-zuri = “creta, greda, tipo de tierra de color blanco” (buztun-zuri significa literalmente “arcilla blanca”).

 

     Gascoracia (Gaskoratzia): “El espinal”. Topónimo de 1684, derivado claramente de kaskola / gaskola = “tojo enano, mata pequeña y espinosa”, el abundancial -tza, y el artículo -a, con armonía vocálica -A + A > -IA, y paso -R- > -L-. Aunque la variante gaskola se atribuye a un error de Azkue, lo cierto es que tiene todo el aspecto de ser la forma primitiva del término kaskola.

 

     Val de Sagarras: Documentado como Val de Sagarras en 1392, Valdexagarras en 1464, y Valdezagarras en 1587, parece derivar sin más de sagarra = “manzana, manzano”.

 

     Vallarana o Vallerana (Harana): “Valle del valle”. El topónimo se parece haberse formado mediante la unión del romance valle, y el euskera (h)arana = “el valle”. Nos encontramos por tanto ante una típica tautología (repetición de un mismo concepto en dos o más lenguas diferentes dentro de un solo topónimo).

 

     Yestoquita (Jeztokieta): ”Los ordeñaderos”. Topónimo de 1074, derivado claramente de jeztoki = “lugar de ordeñar”, más la desinencia de plural -eta.

 

     Dehesa zaldo (zaldu): “Soto”. De zaldu = “soto”, con típica castellanización de la -U final en -O.

 

 

SANTURDEJO (SANTURDETXO)

 

     Araluce o Aralucea (Haran-luzea): “El valle largo”. De haran = “valle”, luze = “largo/a”, y el artículo singular -a. Merino Urrutia aporta una variante Arriluce, que, o bien se trata de otro lugar, o bien es el resultado de una recomposición del topónimo a partir de (h)arri = “piedra, peña”.

 

     Barrio de Chavarre (1463), Chavarri, Siabarri, Siabarre o Sabari (Etxabarri): “Casa nueva”. De etxe (en composición etxa-) = “casa”, y barri = “nueva”.

 

     Galparra: “La cumbre o cresta”. De galpar / kalpar = “cresta, copete, extremidad”, más el artículo -a.

 

     Larra: “Prado”. De larra / larre = “prado, campo”. Topónimo de 1574.

 

     Muniquiturri o Moniquiturre: “Fuente de la colineja”. De munaka / *munika = “pequeña colina”, e iturri = “fuente”.

 

     La Reluce (Larre-luze): “Prado largo”. De larre = “prado, campo”, y luze = “largo/a”.

 

     Santurdejo (Santurdetxo): Aunque casi todas las formas en las que aparece transcrito el nombre del pueblo en época medieval indican la presencia del sufijo de diminutivo romance -ejo, la existencia de una cita en la forma Santurdecho, podría indicar la existencia paralela de una variante utilizada entre los euskaldunes del lugar, con el sufijo de diminutivo euskérico -txo.

 

     Barranco de Tapiara (Tapiaran): “valle de tapias”. De tapia = “tapia” (préstamo romance), y (h)aran = “valle”. El lugar tiene la rara suerte de gozar de gran cantidad de referencias medievales, entre las que se incluyen diversos componentes que revelan un uso en activo de la lengua vasca durante todo el siglo XIII, como Tapiaranburu en 1211 (donde vemos la presencia de buru = “cabeza”, que en este caso indica la zona más elevada del lugar), rivi de Tapiaran también en 1211, o cerro que dice Tapiaranguti en 1272 (con el adjetivoguti / gutxi = “pequeño/a”).

 

     Vagan Dicoturri (Bagandiko-iturri): Topónimo de 1272, derivado claramente de *bago handiko iturri = “fuente de la gran haya”.

 

     Zaldo (Zaldu): “Soto”. De zaldu = “soto, arboleda junto al río”. Se trata de un antiguo préstamo latino (saltus, del mismo significado), de gran éxito en la toponimia de toda el área vascófona histórica.

 

     Zaldubarre (Zaldu-barri): “Soto nuevo”. De zaldu = “soto, arboleda”, y barri = “nuevo/a”.

 

 

SESMA

 

     Almuza: Aunque no está claro si el nombre de este antiguo despoblado es de tipo euskérico, lo cierto es que sabemos que en el siglo XIV era una población plenamente vascófona, tal y como indica M. Belasko[xxxiii].

 

     Aran Luçea (Haran-luzea): “El valle largo”. Pertenece a la pequeña lista de 1245.

 

     Arbingorria: “El paso estrecho”. De arbin = “estrecho, punto de paso estrecho”, gorri = “rojo”, metafóricamente “apurado, extremo”, y el artículo singular -a. Aparece como Aruingorria en 1213, y Arbigorria en 1245.

 

     Gayneco Çauala (Gaineko Zabala): “La llanura de arriba o de la cumbre”. topónimo de 1245.

 

     Gurpideta: “Las carreteras”. De gurpide = “carretera, camino de carros”, más la desinencia de plural -eta.

 

     Zabaleta: “Los llanos”. Aparece como Sabaleta en 1603, y como Zabaleta en 1615, forma que ha venido repitiéndose desde entonces hasta la actualidad.

 

 

SOTÉS

 

     Garay (Garai): “Alto”. De garai = “alto, elevado, elevación del terreno”. Muy habitual en la toponimia del mundo vascoparlante antiguo y reciente.

 

     Laguchu (Lagutxu): “Pequeño lago”. De lagu = “lago” (préstamo romance), más el frecuente diminutivo -txo.

 

     Larrea (Larrea): “El prado”. De larre = “prado”, y el artículo -a = “el / la”.

 

 

SOTO EN CAMEROS (INCLUYE LUEZAS, TREGUAJANTES Y TREVIJANO)

 

     García Bargarra (Gartzia Bargarra): “García el calvo”. De Gartzia = “el muchacho”, nombre de varón muy abundante en la Edad Media, y *balgar = “calvo, vago”, metátesis de galbar, del mismo significado.

     Parece un apelativo de algún antiguo dueño del lugar (tiene un paralelo románce en Garcicalvo de Grávalos), aunque no se puede descartar del todo una relación con balgar = “tierra quebrada, despeñadero”.

 

     Lorrea o Lorria: Acaso relacionado con orre / orri = “enebro”, y también con ilaurri = “brezo, yezgo”.

 

     Revilla Lundia (Ilundia): “La umbría”. De ilun = “oscuro”, el abundancial -di, y el artículo singular -a. Revilla es un término romance utilizado antaño para definir pequeños lugares elevados.

 

     La Sorrozuela: “La áspera o empinada”. De zorrotz = “áspero, afilado”, aplicado a un terreno costanero o áspero, con el sufijo de diminutivo romance -uela. El nombre original puedo ser *Zorrotza, luego deformado por la adaptación al romance. Se repite en Zorrozuela de Nieva de Cameros.

     El nombre aparece también en la toponimia de la zona vascófona reciente, como en Zorrozuela de Abanto (Vizcaya), y Zorrozilla de Carranza, términos estudiados por Irigoyen[xxxiv].

 

 

 

T

 

 

TERNERO

 

     En el caso de Ternero nos encontramos ante un buen ejemplo de territorio que en la actualidad carece de este tipo de toponimia, pero que en cuanto se echa mano a la documentación medieval, nos aporta un interesante conjunto de nombres, que revelan el uso de la lengua vasca incluso hasta el siglo XIV, y quizás más tarde.

 

 

     Babagorri: “Haba roja”. De baba gorri = “haba roja”. Aunque en la actualidad baba-gorri tiene el sentido literal de “alubia roja”, no hay que perder de vista el detalle de que baba en sí no es más que la adaptación vasca del latín faba, castellano haba, y que las alubias no llegaron a Europa hasta la conquista de América, por lo que sin duda el término hace referencia a un lugar en el que se criaban más bien habas de esta tonalidad, y no alubias. Aparece en una referencia de 1347.

     Modernamente se conserva en el Babaurre de Villalba de Rioja.

 

     Hurtucopecha (Hurtukopetxa): “Pieza de regadío”. De hurtu = “meter en agua, inundar, llenar de agua”, y en este caso se refiriéndose sin duda a una zona de regadío, la desinencia de genitivo-locativo -ko = “de”, y petxa / pexa / peza = “pieza, pedazo de algo, pedazo de terreno”.

     Aunque la forma petxa tal cual no se registra en la actualidad en el vocabulario vasco (lo normal espeza o pexa), no hay problema fonético alguno para aceptar este significado.

     Una traducción alternativa a partir de petxa = “impuesto, tributo”, aunque no imposible, es poco probable. Sea como fuere, el nombre del lugar aparece ya en 1360, y reviste cierta importancia filológica, puesto que la conservación de la H- implicaría razonablemente un uso de la lengua por aquellas fechas en el lugar.

 

     Progunturri (Proguniturri): En 1359 se cita un “camino que diçen de Progunturri”, que sin duda conducía a una fuente de este nombre. La traducción parece muy fácil a partir de progu(n) / pregun = “proclama, pregón”, e iturri = “fuente”, quedando algo así como “fuente de las proclamas o pregones”.

     Se trata de un término que suele asociarse sobre todo con las proclamas y promesas de casamiento, por lo que lo más probable es que se trate de la típica fuente utilizada para realizar este tipo de juramentos, lo cual es una costumbre que tiene bastantes paralelos en el folklore de muchos lugares. Sin ir más lejos, las mitologías de toda Europa están llena de historias de fuentes custodiadas por entes femeninos, así como pozos de los deseos en los que se tiraban monedas, etc.

 

 

TERROBA

 

     La Artea: “La encina”. De arte = “encina”, más el artículo singular -a. Tampoco sería imposible pensar en arte = “espacio intermedio, lugar de paso”, pero en principio parece más probable la primera opción.

 

 

TIRGO (TIRGU)

 

     Aldegibela: “Tras la cuesta”. De alde = “lado, ladera, cuesta”, gibel = “detrás, tras, espalda”, y el artículo singular -a. Aparece como Aldegybela o Aldigybela en 1492.

 

     Aranbida: “Camino del valle”. De (h)aran = “valle, hondonada”, y bide / bidea (deformado frecuentemente en bida) = “camino”. En el documento de 1492 se habla literalmente de la existencia de unos “Pynos de Aranbyda en el Balle”, lo cual se trata de otra típica tautología. Así mismo no hay que perder de vista la existencia en la actualidad de un lugar denominado Vallarana (< valle-harana), que puede ser el continuador moderno de este topónimo.

 

     Murubai: “Río de la zona amurallada”. De muru = “muro”, e ibai = “río”. Se trata de un antiguo despoblado, del que disponemos de una abundantísima documentación medieval, con infinidad de variantes fonéticas y gráficas, que no obstante, no parecen presentar muchas dudas acerca de su significado primitivo: Muruhahi / Morafay / Murafay 1156, pago de Morufay 1156, Murufay 1209, Moruhai / Muruhai 1210, Muruahy-Muruvahy 1251, Nurruvay / Marubay / Maruvay / Marubare 1336, etc.

     Además las diversas variantes nos ofrecen hasta comienzos del siglo XIV testimonio de la pronunciación con la -H- euskérica (en fecto, ibai derivaría de un anterior *ibahi, detalle que quedaría definitivamente confirmado gracias a este topónimo), dato que revela un uso de la lengua por aquellas fechas, así como su progresiva desaparición como lengua dominante.

 

     Salaya (Zalaia): “La pradera”. De zalai = “prada, pradera” (variante riojana del habitual “zelai”), más el artículo -a = “el / la”.

 

     Tirgo (Tirgu): Gracias a una cita de 1186, que menciona la existencia en el área de Ochánduri de un lugar denominado “Tirgussoloha”, podemos confirmar la existencia de una variante vasca del nombre del pueblo en la forma Tirgu, coherente con la pronunciación habitual euskérica de los nombres romances acabados en -O como -U, debido a la conservación del vocalismo latino.

 

     Zamaca (Zamaka): “Zona de leña”. Del clásico riojano zamaka. En la lista de 1492 aparece un lugar denominado Çamara, que parece una mala transcripción de este topónimo.

 

     Zarrate: “Portillo de escoria”. De zarra = “escoria de fundiciones, chatarras”, yate = “portillo, lugar de paso”. Podría tratarse también de una variante del frecuente zarate = “portillo de matorrales”, con confusión típicamente euskérica entre -R- y -RR-.

 

 

TOBÍA

 

     Armolla (Armola): “El pedregal”. De armol = “pedregal”, y el artículo -a. Parece una variante del muy extendido harmaila = “escalón de piedra, cantil rocoso”.

 

     Fuente Chicurra: “Fuente seca”. De txikorra = “encogido, arrugado”, pero con el sentido original de “seco”, y cuyo valor de “encogido” surgió a partir de una idea intermedia de “arrugado por la marchitez”. Parece darse también aquí el típico cierre riojano -O- > -U-.

     Aunque no sería imposible que el adjetivo estuviese definiendo a una fuente de pequeño tamaño, resulta mucho más lógico pensar que el sentido exacto es el de sequedad, sentido por otra parte documentado para txikor en el diccionario de Mujika, existiendo la variante de uso general txigor / txiur del mismo significado.

 

     Tobía: Tal vez provenga de una forma dialectal *tobia = “la hondonada, la hoya”, variante del habitual hobi. Véase lo que ya señalé en el capítulo acerca de la toponimia antigua, apartado dedicado a Obiona.

 

 

TORRALBA DEL RÍO (INCLUYE LA POBLACIÓN DE OTIÑANO)

 

     Chorrota (Txorrota): “El chorro o fuente”. De txorrota = “grifo, llave de la fuente”, variantezorrota / xurruta = “chorro, cascada”. Aunque se trata evidentemente de una expresión básicamente onomatopéyica, se puede considerar en esta forma como elemento ligado al sustrato vasco.

 

     Larrá: Sin duda otro ejemplo del ubicuo larrate.

 

     La Lusa: Seguramente de elutsa = “la umbría”. La forma más antigua del topónimo, La Lussa de 1702, parece indicar una procedencia a partir de este témino, con pérdida de E- inicial. Véase el topónimo Uza del mismo municipio.

 

     El sombrío de Uza: Seguramente de elutsa = “la umbría”. En 1894 se documenta la variante Sombrío de Euza, lo que indicaría, además de una tautología, una pérdida de la -L- intervocálica.

 

 

TORRECILLA SOBRE ALESANCO

 

     Valdezalama: Híbrido romance-vascuende, con *zalama = “barro, agua fangosa”, forma primitiva del actual zarama. Es similar a La Zaramilla de Cintruénigo.

     Un buen paralelo es el Zalama de Echávarri (Navarra).

 

 

TORRECILLA EN CAMEROS

 

     Cucucha (Kukutza): “La cumbre”. De kukutz / kokotz = “cumbre, cúspide, punta”, más el artículo -a = “el / la”. En Merino Urrutia se transcribe como Cocucha, lo cual sería una forma ligeramente más arcaizante, pues el nombre habría sufrido el clásico proceso de cierre riojano -O- > -U-.

 

 

TORREMONTALBO

 

     Olarte: “Entre cabañas”. De ol(h)a = “cabaña, chozo pastoril”, y arte = “entre”. Falta la típica adaptación romance -LH- > -LL-, por lo que podría tratarse de un apellido, aunque quizás una situación fonética ligeramente diferente para la zona, con pérdida temprana de la -H-, pudo producir esta excepción.

 

 

TORRES DEL RÍO

 

     Equiza: Aunque puede tratarse de un apellido (recordemos la existencia de la pequeña localidad del mismo nombre en el Valle de Arce), también podría derivar de un *ekitza = “solana”. Se documenta solamente en 1907.

 

     Majagurría (Maizagorria): Aunque la presencia de gorri = “rojo/a” es segura, con el artículo -a, la primera parte del topónimo es extraña. Aparece como Maizagurria y Mazagurria en 1894.

 

     Torza o El Torzo: El lugar aparece como El Torzo en 1720, y Torza en 1894. Podría venir de *iturritza / *iturritzu = “fuentes, fontaneda”.

 

 

TOSANTOS

 

     Aranas: En principio parece que nos encontramos ante una pluralización castellana de un antiguo (h)arana = “el valle”, aunque nunca se puede excluir del todo la presencia de la voz aranatz(e) =  “endrino, mata espinosa”.

 

     Zurricueta (Zurrikueta): Es posible que se trate sin más de un antiguo *zorrokieta = “leñas de encina que se dan como alimento al ganado”, relacionado con euskera txorroki, y que en este caso habría experimentado el clásico cierre vocálico riojano -O- > -U-, pero es difícil de asegurar.

 

 

TREVIANA

 

     Auzmayor: ¿Acaso un híbrido vascuence-romance de auzo (en composición auz-) = “barrio”, y el adjetivo mayor? También podría tratarse de un anterior *fauce-mayor.

 

     Zorrondo: “Rincón”. De zorrondo = “rinconcillo, parcela pequeña de terreno”.

 

 

TRICIO

 

     La Turra: Parece que una vez más nos encontramos ante una forma ya muy desgastada fonéticamente del clásico iturria = “la fuente”.

 

     Ulzeta (Ultzeta): En 1074 se documenta la existencia en las inmediaciones de Tricio de un lugar de este nombre. Aunque no hay ninguna duda de que la terminación es la desinencia de plural -eta, existen ciertas dudas acerca del primer componente, que puede ser holtz / oltza = “empalizada, entablado, pared”, aunque también se podría pensar en untze = “prado”, o incluso ultze = “clavo, objeto puntiagudo”.

     Tampoco sería nada descartable un origen en la voz homófona ultze, que es una medida de longitud equivalente a unos 100 pies, por lo que quizás el topónimo nos estaría hablando de unas fincas o lugares de determinado tamaño.

 

     Villa Hoteiz (Hoteitz): Así aparece en 1074 una pequeña localidad próxima a Tricio. Sin duda se trata del mismo componente que Oteiza (Navarra), con el euskera otei / otegi = “retamal, lugar de arbustillos espinosos”, y el sufijo de plural -tze / -tza ya contraído. Por lo que se ve, nos encontramos ante otro caso en el que vocablos vascos que hoy en día carecen de la H- inicial, se presentan en riojano antiguo con ella, lo que supone un dato interesante para la reconstrucción del euskera arcaico.

 

 

TUDELA

 

     Adorri: Parece que se trata de un antiguo *adorri = “líquido, fluido”, que haría referencia a un antiguo humedal o manantial junto al río, y que en la actualidad presenta formas íntimamente emparentadas como adur = “baba”, gador = “espuma de un líquido”, y gadurria = “evacuación líquida de una herida”. El lugar aparece en 1294 como Caynar de Adorre, y en 1390 como soto de Adorri.

 

     Baster: De bazter / baster = “orilla, borde, margen, extremo, linde”. También puede significar “campo, terreno, finca”. Se trata de un concepto bastante polisémico. Aparece como Rio Baster en 1708 y 1822, Bastel en 1820, Vastel 1889, Pradilla Bastel 1889, y Pradilla Baster 1889.

 

     Río Narangel: Aunque tiene un aspecto muy similar a otros topónimos que portan el diminutivo mozárabe -el(l), a la vista de que el lugar hace referencia a una acequia de riego, situada en el mismo cauce del Queiles, resulta muy atractivo asociarlo con el euskera arangel = “arroyada, avenida de aguas”, cuya N- inicial podría haberse producido por simple reduplicación fonética. El lugar se documenta como Rio Narangel en 1622, y Albea Narangel en 1889 (albea significa justamente “cauce de un río”). En una cita de 1913 aparece como Naranjal, pero esto evidentemente se trata de una etimología popular.

 

     Ubiercas (Uberka): “Acequia, canal de agua”. De uberka, del mismo significado, formado a partir de ur (en composición ub- / ug-) = “agua”, y erka = “surco, canal”, variante del clásico erreka = “arroyo”.

     Se documenta como Bubierca en 1139, 1703, 1704, 1822 y 1825, Bubercha en 1167, Bouerca 1244, Ubierca en 1827, Ubielcas 1889, o Ubiercas de 1889 hasta la actualidad.

     Aunque Mikel Belasko piensa en una derivación desde el céltico *Uo-berga = “bajo la montaña”[xxxv], lo cierto es que el lugar es de principio a fin un amplio término llano, bajo, y cubierto completamente por huertas de regadío, por lo que la etimología vasca tiene todo el aspecto de ser plenamente correcta. La B- inicial puede deberse a un proceso de reduplicación, aunque es cierto que parece observarse una variante local *bur para ur, que se rastrea en topónimos como Bureta, Borja, Burcemay (Corella), etc.

 

 

TULEBRAS

 

     Sorbán: Es similar al Sorbán de Calahorra. Se trata de un antiguo despoblado situado en un cabezo que domina una zona de vega. El nombre aparece siempre en la misma grafía desde 1531.

 

 

U

 

UBAGO

 

     Ubago: A pesar de M. Belasko piensa en un origen a partir del latino opacu(m) = “sombrío, paco, lugar oscuro”[xxxvi], lo cierto es que también podemos pensar en el euskera ubago = “surtidor de agua, fuente”, compuesto de ur (en composición ub-) = “agua” yago = “boca”.

 

 

URUÑUELA (URUÑA)

 

     Uruñuela (Uruña): “La población”. De iruin / uruin = “pueblo fortificado”, más el artículo-a = “el / la”, y el diminutivo románico -ela. Coincide con el apelativo que los pastores roncaleses daban antaño a Pamplona, aunque en este caso se trata de un término netamente riojano. Existe un paralelo exacto a Uruñuela en la aldea de Iruñuela (Navarra).

     Las citas medievales son sumamente abundantes: Eroniola en 945, flumine contra Irunia en 945, campo de Erunia / via de Erunia ad Naiera 1024, Uruniola 1050, Eruniola 1052, Oruniola 1054, Urunia / Erunia 1055, Urunola 1151, Orunnuella 1189, Huruñuela 1396, etc.

 

     Río Yalde (Ihalde): “Juncal”. Disponemos de una relativamente abundante documentación acerca del nombre de este río a partir del siglo XI, y concretamente en formas como riuus de Ialde, rigum Ihald y riuus Iald en 1054, Ihalt en 1196, y riuum Isalde de 1226. Si bien la terminación a partir de alde = “zona, lugar” no presenta ningún problema, la duda está en saber si la primera parte del topónimo presenta la forma ihitza = “juncal”, después adaptada al habla castellana en una forma con -S-, finalmente resuelta en -H- intervocálica, o más bien hay que partir desde el primer momento de ihi = “junco”, y pensar que las formas más antiguas son en efecto las más correctas. En todo caso en ninguno de los dos casos cambia apenas el sentido del término, que por cierto tiene un paralelo bastante similar en el Río Izalde, que después de atravesar el extremo occidental alavés, desemboca en el Cadagua vizcaino, muy cerca de la población de Azkarai, la cual también es homónima de la riojana Ezcaray.

     Los paralelos dentro del ámbito vascófono reciente son abundantes. Sin ir más lejos, tenemos un Ialde en Eulate (Navarra), que presenta variantes documentales como Yaldea en 1633, 1637 y 1766, Eyaldea en 1637, en los que además de observarse la misma variación que en el euskera ihi / ei / ia = “junco”, parece deducirse la existencia de un antiguo genérico en la forma *(e)ialde, empleado con el sentido de “charca, juncal, zona de agua”.

 

 

 

V

 

 

VALDEMADERA

 

     La Zubia (Zubia): “El puente”. De zubi = “puente”, más el artículo singular -a. En algunas grafías aparece como Tubia, que González Bachiller da como forma errónea[xxxvii].

 

 

VALGAÑÓN (INCLUYE ANGUTA)

 

     Altiria corta y Altiria larga: Podría ser una variante arcaizante de aldiri = “vecindad, comarca”, con artículo singular -a. En los dialectos orientales en efecto, se registra una variante alte del habitual alde = “zona, lado, ladera”, raíz del término aldiri.

 

     Aricia (Haritzia): “El robledal”. De (h)aritz = “roble” (a veces también se emplea para definir “encina”, el abundancial -tza, más el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Monte Arreturia: En principio parece que hay que pensar en *arri-iturria = “la fuente de la peña”, pero tampoco sería descartable una etimología alternativa desde *larre-iturria = “la fuente del prado”.

 

     Cerro de Corcusa (Korkusa): “El cerro”. De un antiguo *korkots / *korkos = “cúspide, punta, cumbre”, que no se conserva con este significado tal cual en el léxico actual de la lengua vasca, pero que persiste ya muy evolucionado en términos como korkotx / korkoitz = “joroba”, y kurkuts = “penacho, crsta o copete de las aves”, más el artículo singular -a.

 

     Chadebarren (Etxadi-barren): “Bajo el caserío”. De etxadi = “conjunto de casas, caserío, aldea”, y barren = “bajo, debajo de”. Topónimo de 1504, que también se podría interpretar alternativamente a partir de etxalde, a la postre de idéntico significado que etxadi, aunque a la vista del aspecto del topónimo. sigue pareciendo más viable nuestra primera propuesta.

 

     Las Cucuchas (Kukutza): “Las puntas”. De kukutz = “cumbre”, variante de términos como kukuts = “cresta”, o kokots / kokotx = “hocico, morro”, todos ellas íntimamente emparentadas con korkotx / korkoitz = “joroba”, que comentamos anteriormente en el apartado dedicado al monte Corcusa.

     De todas maneras, como es evidente, la expresión original euskérica ha quedado fuertemente castellanizada.

 

     Erizola (Eretzola): “Chozo de la ladera”. De eretz = “ladera, cuesta, costado de un monte”, más ola = “cabaña pastoril”. Aunque se podría pensar perfectamente en una derivación a partir de *haritz-ola = “choza o cabaña del robledo”, a la vista de otros topónimos riojanos como La Idiez (Ribafrecha), o Eriez (Berceo), en los que se observa una clara evolución erez- > eriez- > eriz-, parece muy razonable la etimología principal que proponemos aquí.

 

     Ezquetas (Ezkieta): “Alameda”. De ezki = “tilo”, pero en la zona con el sentido de “álamo, chopo”, más la desinencia de plural -eta. Se registra desde 1582.

 

     Fuente de Ibaya (Ibaia): “El río”. De ibai = “río, curso de agua”, más el artículo singular -a.

 

     Montecito Izarcia (Izartzia): “La fresneda”. Seguramente se trata de un derivado de *lizartzia = “la fresneda”, con pérdida de la L- inicial.

 

     Arroyo Reca (Erreka): “Arroyo”. Otra clásica tautología en la que encontramos el sustantivo castellanoarroyo unido al euskérico erreka = “arroyo, barranco, río”.

 

     Sumicia (Sumitzia): “El mimbredo”. De sumitz / zumitz = “mimbre”, el pluralizante -tza, y el artículo singular -a. Es una continuación del término del mismo nombre de Fresneda de la Sierra Tirón.

 

     Torrechipia(s) (Iturri-txipia): “La fuente pequeña”. De iturri = “fuente”, más el adjetivo txipi = “pequeño/a”. La etimología popular ha hecho evolucionar el topónimo hacia  el rérmino castellano torre.

 

     Turgaiza (Iturgaitza): “La fuente mala o fontaza”. De iturri = “fuente” (en composición itur-),gaitz = “malo/a, grande, basto”, más el artículo singular -a. Da nombre a la Peña de Turgaiza. En la toponimia navarra son frecuente los topónimos del tipo “Iturgaitz”, por lo que parece que el término fue un genérico de uso habitual.

 

     Ubarca (Ubarka): “Presilla”. De ubarka = “pequeña presa que se hace en regachuelos de poco caudal”, aunque en algunos casos este término también puede significar “cauce fluvial” o “arroyo en general”. En 1572 el lugar se cita como Ubarcas, con -S de plural castellano.

 

     Yriza (Iritza): “Retamar”. De giri = “retama, mata espinosa”, más el sufijo abundancial-tza. Al igual que sucede en el topónimo siguiente, todo parece indicar que en esta zona ha existido una tendencia fonética a la pérdida de la G- inicial. El nombre aparece citado en 1582.

 

     Zaldua: “El soto”. De zaldu = “soto”, y el artículo -a.

 

 

VALMALA

 

     Aizpuru (Haizpuru): “Peñasco”. De haizpuru o haitz-buru = “cabeza de piedra, masa de piedra”.

 

     Alluzarra (Alhozarra): “El campo viejo”. De alhor = “campo, pieza de terreno cultivado”, zar / zahar = “viejo/a”, más el artículo singular -a. Se trata de un equivalente exacto, aunque de significado opuesto, de Arrúbal < Alubarri < *Alhor-barri = “campo nuevo”. En efecto, el término alhor parece perder en La Rioja su -R final frente a adjetivos como barri / berri o zahar, al igual que sucede a su sinónimo lur = “tierra, terreno”, dando lugar surgiendo estos dos topónimos riojanos, equivalentes exactos a las expresiones euskéricas lu(r)berri = “terreno labrado recientemente”, y lu(r)zahar = “terreno cultivado desde hace tiempo”.

     Por otra parte, también observamos nuevamente el típico cierre vocálico -O- > -U-, que se repite en Arrúbal, y la palatalización -LH- > -LL-, típica de La Rioja Alta, pero no de la Baja, debido a que en esta última zona se perdió tempranamente el uso del fonema H.

     Tiene un buen paralelo en los dos lugares denominados Alorzarra de Izalzu y Leiza (Navarra).

 

     Artolla (Artolha): “Cabaña de ovejas”. De ardi (en composición art-) = “oveja”, y ol(h)a = “cabaña, chozo pastoril”. El término arthola tal cual todavía sobrevive en dialecto suletino, con el sentido de “cabaña de pastores en la montaña”.

 

     Ezpea o Zizpea (Haizpea): “Bajo la peña”. De haitz = “peña”, -behe / -pe = “bajo, debajo de”, más el artículo singular -a. En 1127 se cita la existencia de la iglesia de San Andrés de Ezpea[xxxviii]. La aparición de la Z- inicial en la segunda variante debe de haberse producido por un proceso de reduplicación fonética, fenómeno del que existen paralelos en la lengua vasca[xxxix].

 

     Mendiguillo o Mentiquillo (Mendikilo): “Montecillo”. De mendi = “monte”, más el sufijo de diminutivo *-kilo / *-gilo, que se rastrea en términos como elurgilo = “copo pequeño de nieve”, o zarankilo = “cestito”, y parece relacionado de algún modo con otros mejor conocidos como -kail o -skila. Incluso se podría pensar que el primitivo nombre del lugar fue *Mendiko, y después habría sufrido el añadido del sufijo de diminutivo romance -illo. Sea como fuere, el mismo compuesto se repite en el Mendiguillo de Hervías.

     Por otra parte, la variante Mentiquillo, en la cual se observa un proceso de ensordecimiento -D- > -T- por influencia de la sorda -K- de -killo, indicaría tal vez que la forma primitiva del topónimo fue *Mendikillo, siendo la variante Mendiguillo resultado de la sonorización romance -K- > -G-.

     Un paralelo es el Mendikila de Leránoz.

 

     Mezeturri (Maiz-iturri): “Fuente perenne”. De maiz = “con frecuencia”, e iturri = “fuente”. El antiguo genérico maiz-iturri hace referencia a una fuente que no se seca ni aún en lo peor del verano.

 

     Sarove (Sarobe): “Sel, prado en el monte”. De sarobe = “prado de usos ganaderos en pleno monte, más o menos acotado”.

 

     Vallegorria: Podría tratarse de una hondonada perteneciente a una persona apodada gorria = “el rojo o pelirrojo”, aunque también podría tratarse de un híbrido castellano-vasco, derivado de un primitivo *haran-gorria = “el valle raso o pelado”.

 

     Zaballa (Zabalha): “La plana”. De zabal(h) = “llano, llanura”, más el artículo -a, aunque podría tratarse de una -A orgánica, como parece deducirse del siguiente topónimo.

 

     Zaballazu (Zabalhatzu): “Llanos”. De *zabalha = “llano, llanura”, más el abundancial -tzu. Parece en efecto que la -A final es orgánica, a diferencia de la forma que conserva el euskera moderno zabal, aunque también se podría pensar en que el sufijo -tzu derivase de una forma más arcaica *-atzu.

 

 

VENTOSA

 

     Haggazar: Recogido por Merino Urrutia, y documentado en 1020, acaso sea una forma corrupta de *saila-zar = “finca vieja”.

 

 

VENTROSA

 

     Alparza: Tal vez de *galpartza = “las cumbres”, con galpar / kalpar = “cresta, copete, extremidad”, más el artículo -a.

 

     Pico Izquiolla (Ezkiolha): “Cabaña del chopo o álamo”. De ezki = “tilo”, aunque también álamo blanco” (sentido muy frecuente en la zona), y olha = “chozo, cabaña pastoril en general”. El cierre E- > I- es habitual en euskera, y el paso -LH- > -LL-  es una adaptación romance del sonido vasco.

 

     Hoyo Laurrez (Urretz): Sin duda de urretx / urritz = “avellano”.

 

 

VIANA

 

     La Cruz de Amiaga: Topónimo de 1723, que acaso podría venir de *lamiaga = “donde la lamia”, con pérdida de L-, por lo que se trataría de una cruz levantada con la finalidad de ahuyentar a las lamias, o al menos eliminar esta creencia entre la gente.

 

     Chavatte: En una referencia de 1768 se habla de una “viña que llaman de Chavatte”. Podría derivar de *etxabe-ate = “portillo del techado o paraje bajo una casa”.

 

     Barranco de La Rea (Larrea): “El prado”. Aparece en citas de 1816 y 1817.

 

 

VIERLAS

 

     Vierlas: ¿Acaso de un anterior *uher-lats = “arroyo de barros”? Fonéticamente no habría grandes problemas para aceptar una evolución fonética del nombre actual a partir de esta reconstrucción hipotética. La evolución habría sido *uher-lats > *werlas > *verlas > vierlas (diptongación romance -E- > -IE-).

 

 

VIGUERA

 

     Urrillla: Parece un diminutivo castellano de urri = “cumbre redondeada de una montaña”.

 

 

VILLAGALIJO-GARIXURI (INCLUYE EZQUERRA Y SANTA OLALLA DEL VALLE)

 

     Aizaga (Haitzaga): “Donde la peña”. De (h)aitz = “peña”, más el sufijo de lugar -aga.

 

     Cerrito de Andeleturria (Andere-iturria): “La fuente de la dama”. De andere = “señora, dueña, dama”, e iturria = “la fuente”. Es casi seguro que hace refencia a una dama de tipo mítico, relacionada con las lamias y Mari.

 

     Arzea (Hartzea): “El pedregal”. De hartze = “pedregal, lugar de piedras o peñas”, más el artículo -a.

 

     Bagadia: “El hayedo”. Se repite en el vecino Pradoluengo.

 

     Eizegana o Eizegaña: Seguramente “monte de caza”, con eize = “caza”, y gaina = “cumbre, elevación, extremo de un monte”.

 

     Ezcargaña (Ezkargaina): “Sobre el lugar de arces”, o también “cumbre o monte de arces”. De ezkar = “arce”, y gaina = “cumbre, encima de , sobre”. Se registran tambián las variantes Ezcarbaña, Escarbaña, Ezquergaña y Escargaña.

 

     Garaya (Garaia): “El alto”. De garai = “alto, altura, elevación”, más el artículo singular-a.

 

     Cerrito de Iraza (Iratza): “Helechal”. De iratza del mismo significado.

 

     Manchacoarana, Manchancoarana o Manchanguarana (Mantxako-harana): “El valle del manchego”. De Mantxako = “de la mancha, manchego”, más harana = “el valle u hondonada”. También se podría pensar en matxango = “macaco”, pensando en un antiguo apodo, pero parece mucho más razonable la primera propuesta, ya que la variante Machanguarana no parece ser más que el resultado de la evolución fonética típicamente euskérica -NK- > -NG-, y además la otra variante Manchancoarana, se intuye que no es más que el resultado de la reduplicación de la -N-. Se repite en Villarejo.

 

     Mutilla (Mutila): “El muchacho”. De mutila del mismo significado. Debe de hacer referencia a un apelativo personal.

 

     Oyarrate (Oiharrate): “Portillo del monte”. De oihar = “zona escabrosa, empinada”, más ate = “portillo, lugar de paso”.

 

     Ugarra o Ubarra: “El barrizal”. De ubar / ugar(re) = “agua turbia, agua fangosa de crecidas, arroyada”, más el artículo singular -a.

 

     Val de Urgana o Urgaña: El topónimo resulta un poco ambiguo, ya que no está claro si deriva de *uru-gaina = “sobre el solar”, o acaso de *ur-gaina = “sobre el agua o río”, aunque la primera opción podría ser la correcta.

 

     Vizcarra (Bizkarra): “La loma”. De bizkar = “loma, cerro, colina”, más el artículo singular -a.

 

     Zabalitas: Seguramente se trata de un antiguo *zabaleta = “los llanos”, aunque el nombre podría haber derivado de formas más complejas como *zabal-ibi-eta = ”los vados del llano”, o *zabal-egi-eta = “los lugares de llanos”.

 

     Zaballuza: Parece una variante de nombres como Zaballazu (Valmala) < *zabalhatzu = “llanos”.

 

 

VILLALBA DE RIOJA

 

     Artaza (Artatza): “Encinar”. De arte = “encina” (en composición arta-), y el sufijo de abundancia -tza.

 

     Babaurre (Babagorri): Todo parece indicar que se trata del Babagorri que aparece como asociado al área de Ternero en 1347, aunque en este caso mucho más deformado por la fonética romance, ya que se trata de una forma mucho más tardía, registrada en 1752. 

 

     La Chalde (Latsalde): “Zona de arroyuelos o regatas”. Lats = “arroyo, regachuelo torrencial”, yalde = “zona, lado en general”. No obstante, podría tratarse igualmente de un *etxalde = “caserío, zona de casas”.

 

     Maricarán (Marikaran): “Hoya de Marica”. De Marica = antiguo diminutivo del nombre personal María, más (h)aran = “valle o pequeña hondonada”.

 

     Uriso (Urizu): “Villas”. De huri = “villa, lugar poblado”, y el sufijo abundancial -tzu.

 

     Zurtegui (Zurtegi): “Lugar de leñas”. De zur = “leña, madera”, y tegi = “lugar”.

 

 

VILLALOBAR DE RIOJA

 

     Si bien en la actualidad la toponimia de origen vasco brilla por su ausencia en esta población, resulta verdaderamente llamativo comprobar cómo en cuanto se echa mano a la documentación medieval, surge ante nosotros todo un corpus toponímico rico y variado, en el que surgen algunos de los nombres más interesantes lingüísticamente hablando de toda La Rioja.

 

 

     Otero de Azmendia: Documentado como otero de Azmendia en 1373, y Azamendia en 1380, parece un compuesto de haitz = “peña” y mendia = “el monte”. Pero queda la duda acerca del primer componente, que también podría ser aza = “berza” o “colleja”, e incluso el romance haza = “zona de cultivo”.

     La existencia de una cita que nombra a un «otero que dizen de Car(r)amendia» en 1380, plantea de todas maneras algunas dudas acerca de este primer elemento.

 

     Val de Oiaco Harana (Oiako-harana): Topónimo de 1380, acaso uno de los más interesantes de toda La Rioja, pues en él encontramos claramente la expresión “valle del Oja”, referido a la hondonada por la que discurre el río, pero que en cierto modo parece una especie de nombre del territorio de La Rioja primitiva.

 

     Biñas que dizen de Oiaurry: El lugar aparece en una cita de 1373, y quizás provenga de *Oiha-hurri = “población del Oja”. Véase aquí mismo Saiurrias.

 

     Rrio de Sagarça (Sagartza): “Manzanar”. Uno más de la amplia lista de 1380.  

 

     Zuazo (Zuhatzu): “Arboleda”. De zuha(i)tz = “árbol en general”, más el abundancial -tzu.

 

     La Puente de Çuviete: Perteneciente a la serie de 1380, parece derivar de *zubi-ate = “paso del puente”, aunque también se puede pensar en *zubieta = “los puentes”.

 

 

VILLAMEDIANA DE IREGUA

 

     Yangüela: Aldea hoy desaparecida, situada a medio camino entre Alberite y Villamediana de Iregua, se registra como Yangua en 1056, Iangua en 1075 y 1196, Ianua en 1077 y entre 1094-1108, o Janva en 1097.

     Aunque tradicionalmente se ha venido asociando con el latín iānua = “puerta, acceso, camino”, podría perfectamente ser un derivado del euskera jangua = “el pastizal, el lugar de pasto, dehesa acotada” (literalmente “lugar de comer”, aunque utilizado frecuentemente en referencia al ganado). Véase todo lo que decimos en el apartado de Yanguas.

 

     Vallespasa (Espartza): Aunque podría tratarse de un topónimo de origen romance, con el sentido de “zona de poblamiento esparcido”, es perfectamente razonable plantear una traducción euskérica a partir de espar = “rodrigón o tutor de las viñas” (aunque en origen quizás “tronco en general”), y el sufijo abundancial -tza, formando el compuesto espartza, que aparece muy frecuente mente en la toponimia navarra, donde existen varias localidades de este nombre. También se podría pensar en esparru = “cercado, terreno vallado donde se guardan animales”. El término se documenta como Vallespassa en 1449, existiendo en Grañón un barrio Sparsa en una cita de 1068.

 

 

VILLANUEVA DE CAMEROS

 

     Barranco la Araña: Seguramente de *haraina = “el valle, la hondonada”, variante más arcaizante del común harana, que aparece también en algunos puntos de la toponimia navarra.

 

     Fuente Iscona: Posiblemente de *haizkona = “la peñuela”, de haitz = “peña”, más el sufijo de diminutivo arcaico -kon, y el artículo singular -a.

 

     Virgen de Ollano: Parece un derivado de *olhano = “cabañuela, pequeña choza pastoril”. Se observa la típica adaptación romance en -LL- del grupo vasco -LH-.

 

     Urreci o Urrecie (Urretzia): “La avellaneda”. De urretx / urritz = “avellano”, el abundancial -tza, el artículo -a. Se observa el proceso de armonía vocálica -A + A > -IA, así como el cierre vocálico -A > -E por efecto del habla romance local.

     Urreci es uno de los muchos despoblados medievales que se encuentran a lo largo y ancho de toda La Rioja, especialmente en Cameros.

 

     El Cerro de Zavalle (Zabalha): “La plana o lugar llano”. De zabal(h)a, del mismo significado”. La -E final del topónimo podría explicarse si en realidad la forma primitiva fue *Zabalegi > *Zabalei = “lugar de llanos”, aunque a la vista del nombre anterior, parece que en la zona es habitual la evolución -A > -E.

 

 

EL VILLAR (SONSIERRA)

 

     Bizcarcos (Bizkarko): “Lomilla, pequeño cerro”. De bizkar = “cerro, loma”, más el sufijo de diminutivo arcaico -ko.

     Ya fue identificado correctamente en su significado por Knörr[xl].

 

     Mosarrico: Existen los términos mosarri = “piedrecillas con las que juegan las niñas”, así como mosarre = “piedra de pizarra”. Podría tratarse de un derivado con el sufijo diminutivo -ko de una de estas dos palabras, quizás con el sentido de “roca” o “peña”.

 

 

EL VILLAR DE ARNEDO

 

     Artajea: Podría tratarse de un antiguo *artatzea = “el encinar”, con arte (en composición arta-) = “encina”, y el sufijo abundancial -tza / -tze. En este caso se habría producido el mismo proceso de adaptación romance -TZ- > -X- > -J- que se observa en Arguijo (Soria), o en el vasco Urkijo.

 

 

VILLAR DE TORRE

 

     Zaballo (Zabala): “Llano, llanura”. De zabal. Como podemos observar ambos topónimos han sufrido un intenso proceso de castellanización.

 

 

VILLAREJO

 

     Cocucha (Kokutza): “La cumbre”. De kokotz / kukutz = “cumbre, cúspide, extremo de una montaña o cerro”, más el artículo singular -a.

 

     Gorricheta: Parece que habría que interpretarlo como *gorritxoeta = “los gayubares”, con gorri(n)txo = “rojillo”, usado aún en alguna zona para denominar a la planta por sus frutos de color rojo brillante.

 

 

VILLAVELAYO

 

     Alrucea (Harluzea): “La peña larga”. De harri (en composición har-) = “piedra, peña”,luze = “largo/a”, y el artículo -a = “el / la”. Ha sufrido una metátesis en sus componentes -L- y -R-.

 

     Artaza (Artatza): “Carrascal o encinar”. De arte = “encina” (en composición arta-), más el sufijo abundancial -tza.

 

     Peñón Espelcia (Ezpeltzia): “El bujedo”. De ezpel = “boj” (arbusto de color verde oscuro), el abundancial -tza, y el artículo -a = “el / la”, que da lugar a la secuencia “-ia” tras una -a final de adjetivos o sustantivos.

 

     Vega Galardes (Galardi): Se encuentra claramente el componente galardi = “zona de troncos secos, zona de leñas”, aunque fuertemente deformado por la fonética romance, además de haber sido pluralizado.

 

     Gortazas: Acaso de *gortatza = “establos, cuadras”, aunque podría tratarse de una construcción romance con el aumentativo -aza. La G- inicial indica no obstante, sustrato fonético euskérico.

 

     Izalla (Itzala): “La umbría”. De itzal = “sombra, umbría”, más el artículo -a = “el / la”. Se observa como en Ollauri y otros muchos ejemplos el clásico paso romance -LH- > -LL-. En este caso se trata de una -LH en posición final, similar a lo que sucede en el caso del clásico *Zabalha > Zaballa (por ejemplo el topónimo de este nombre en Zarratón).

 

 

VILLAVERDE DE RIOJA

 

     Larra (Larra): “El prado”. De larra = “prado” (variante occidental de larre).

 

 

VILLOSLADA DE CAMEROS

 

     La Irruz (Erruitz): “Barranco o despeñadero”. De erruitz / erroitz = “barranco, tajadura o cortado de un terreno”, que tendría una variante *irruitz, derivada de la clásica alternancia de E- ~ I-, típica de la lengua vasca. El fenómeno es patente por ejemplo en el caso del verbo ikusi = “ver”, que alterna conekusi, o también en irakurri y erakurri = “leer”, etc.

     Aunque recuerda fonéticamente al Irués de San Martín de la Virgen del Moncayo, se trataría de una raíz diferente, relacionada con la misma familia de voces como herronka, erreka, lerro, que analizamos más ampliamente en el apartado dedicado al Río Iregua.

 

 

VINIEGRA DE ABAJO

 

     Albarrueta: No está clara su etimología, pero parece segura la presencia de la desinencia de plural -eta, más un primer elemento de claro aspecto fonético euskérico. Podríamos pensar tal vez en *albo-arru-eta = “los barrancos de la ladera”.

 

     Collado de Alrrucea (Harluzea): “La peña larga”. De harri (en composición har-) = “peña”, luze = “largo/a”, y el artículo singular -a.

 

     La Eviollaza (Ebiolhatza): “Majada del vado”. De ol(h)atz(a) = “majada, lugar donde pastan los ganados”, y un componente como *ebi, que parece variante arcaica de ibi = “vado, lugar de paso”, ya que la voz dialectal ebi = “lluvia” no tiene mucho sentido en este contexto.

 

     Pico Laicia: Tal vez de *alaitzia = “el pastizal”, con alaitza / alaitze = “pastizal”, y el artículo singular -a, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Rearte (Larre-arte): “Entre campos”. De larre = “prado, campo”, y arte = “espacio intermedio, entre, en medio de”. Se ha debido de producir una aféresis de la sílaba inicial LA- por asociación con el artículo singular femenino castellanola.

 

     Fuente de Turza (Iturritza): “Fuentes”. De iturri = “fuente”, y el abundancial -tza. Otra típica tautología (repetición de un mismo concepto en lenguas diferentes, dentro de un solo topónimo).

 

 

VINIEGRA DE ARRIBA

 

     Las Alarañas: Puede llevar el elemento haraina = “el valle, la hondonada”.

 

     Arroyo de Sanchorena: “El de Sancho o lo de Sancho”. De Sancho = nombre de varón, -ren- = “genitivo” (de), más el artículo -a = “el / la / lo”. Se trata sin duda de un apellido o apelativo de un antiguo dueño del lugar.

 

 

VIÑASPRE

 

     Carrasquide: “Camino a Esquide”. El topónimo tiene el interés de presentarnos un último superviviente en la toponimia del nombre del viejo despoblado de Esquide, derivado del euskera ezkidi = “chopera”.

 

     Viñaspre (Binasperi): Según Knörr[xli] es un nombre de aspecto vasco, a pesar de su etimología desconocida. La forma Binasperi tal cual se registra en 1094.

     Tal vez se trata de un antiguo compuesto a partir de *benats = “elevación del terreno”, componente presente en otros puntos de La Rioja, el elemento -pe / behe = “bajo, debajo de”, y el sustantivo (h)iri / herri = “lugar, zona, espacio, territorio”, en la actualidad asentado en el sentido de “ciudad, población”.

     El uso de iri como sufijo con el sentido de “zona, área cercana a” está extendendido incluso en zonas occidentales donde en teoría deberían encontrarse exclusivamente formas con huri.

 

 

 

Y

 

YANGUAS

 

     Yanguas: Aunque tradicionalmente se viene asociando el nombre de la población con el latino iānua = “puerta, acceso, camino”, por el contrario podría venir perfectamente del euskera jangua = “el pastizal, la dehesa, terreno de pastos acotado”, con posterior pluralización castellana, tal y como sucede en muchos otros casos. Dada la gran tradición ganadera de la zona, la coherencia de la etimología sería muy elevada.

     Resulta además bastante llamativo el hecho de que las primeras citas de la población en el siglo XII (por ejemplo en los años 1144, 1145, 1188 y 1192), su nombre fuera transcrito siempre como Anguas, lo cual nos hace recordar inevitablemente la alternancia paralela que se produce en euskera, entre las distintas variantes dialectales del término, que oscilan entre jangu / jangia / jango / jangi / xangu / xangio por un lado, y angi / angio por otra, detalle que nos acerca aún más hacia una etimología vasca. El mismo fenómeno parece observarse en los elementos de sustrato ibérico del lusitano ango(m) (Lamas de Moledo), yangio(s) (Botorrita), de los que hablamos más ampliamente en el capítulo dedicado a la toponimia antigua.

     De hecho, disponemos también de paralelos muy expresivos dentro de la toponimia de las zonas vascófonas actuales, como el lugar de Oitz (Navarra) que aparece como Yangoa en 1703, conocido actualmente como Jango borda, es decir, “la borda o barrio pastoril del pastizal”.

 

 

YÉCORA

 

     Esquide (Ezkidi): “Chopera, alameda”. Documentado como monasterium de Squidio en 1183, o Esquivi 1257, ya ha sido identificado correctamente con el genérico vasco ezkidi por autores como Knörr[xlii].

 

     Yécora: Documentado con formas como Iecora en 1138, sancto Micael de Iecora en 1180, Iechora / Yechora en 1183, o Sancti Michael de Yequora en 1196. Acerca de los problemas que plantea el topónimo, véase todo lo dicho en su homólogo San Millán de Yécora.

 

 

 

Z

 

ZARRATÓN

  

     Monte Galzarra (Galtzarra): “El cerro”. De galtzar = “seno, brazo, costado del cuerpo”, concepto que en toponimia adquiere el valor de “ondulación, elevación del terreno”, más el artículo -a = “el / la”.

 

     Sarria (Sarria): “La espesura”. Del arcaico sarri = “espeso, cerrado, espesura”, más el artículo -a = “el / la”. Elemento sumamente extendido tanto por la toponimia del mundo vascófono como por el resto de la Península Ibérica.

 

     Urartea: En 1282  se cita un lugar con este nombre. Podría ser el mismo que el actual «Río Uriarte» o «Zamaca», por lo cual tendríamos la duda de si el topónimo procede deur-arte = “entre aguas”, o de huri-arte = “entre villas”.

 

     La Zaballa (Zabala): “La plana”. De zabal = “llano, plano, ancho”, y el artículo -a = “el / la”. Se verifica la evolución fonética romance -LH- > -LL-.  En 1477 se registra un «maiuelo de Çaballa».

 

 

ZARZOSA   

 

     Hoya Larre: Delarre = “prado”.

 

 

ZORRAQUÍN

 

     Aranguena o Arangurena: “Sobre el valle”. De (h)aran = “valle”, guren / goren = “lo más elevado”, más el artículo singular -a. La primera variante es de 1538.

 

     Arricia (Arritzia): “El peñascal”. De arri = “piedra, peña”, el abundancial -tza, y el artículo -a, con armonía vocálica -A + A > -IA. Se documenta en 1538.

 

     Bizcarra (Bizkarra): “La loma”. De bizkar = “loma, colina”, más el artículo singular -a.

 

     Hoyo de Cháspura o Cházpura (Txazpura): Posiblemente de *etxa-ezpura = “laguna de la casa o lugar poblado”.

 

     Cróciga o Croziba: “La cruz”. Una variante riojana del euskera gurutze.

 

     Escarcia (Ezkartzia):“El arcedo”. De ezkar = “arce”, el abundancial -tza, y el artículo -a = “el / la”, con armonía vocálica -A + A > -IA.

 

     Escarraldia (Ezkarraldea): “La zona de arces”. De ezkar = “arce”, alde = “zona”, más el artículo singular -a. Presenta otro ejemplo del fenómeno de “armonía vocálica” -E + A > -IA.

 

     Escárrulla (Ezkarrola): “Cabaña del arce”. De ezkar = “arce”, y ol(h)a = “chozo, cabaña pastoril”. Se observan una vez más los pasos -O- > -U-, y -LH- > -LL-.

 

     Mendiguivela (Mendi-gibela): “Tras el monte”. De mendi = “monte”, y gibela = “tras, detrás de”.

 

     Cerrito Mingaña (Mingaina): “El cerro”. De mingain = “punta de la lengua”, pero que en toponimia debió de servir para definir puntas del terreno en general, más el artículo singular -a.

 

     Fuente de Turza (Iturritza): “Fuentes”. De iturri más el abundancial -tza.

 

     Turzarana (Iturritza-harana): “El valle de Turza”. De turza < iturritza = “fontaneda, fuentes”, más (h)arana = “el valle”.

 

     Zila: “La hoya”.

 

 

 

 

 

NOTAS

 

 

[i] Aspectos fonéticos…, pag. 26.

[ii] En concreto, y teniendo en cuenta la existencia de la variante oriental del mismo significado ordoki, evolucionada después en alto navarro meridional hacia el término oroki = “escalón” (y que llegó a este concepto a través de la idea intermedia de “rellano, pequeño espacio llano”), hay que plantear una protoforma común a todas *gordenkai, producto de la unión del término *gorden con el sufijo de iterativo *-kai, que en el euskera moderno se ha descompuesto sobre todo en el sufijo -ka, pero que en su variante -ki subsiste en algunos «pseudogerundios» de las hablas vascofrancesas como ibilki = “andando”, erorki = “cayendo”, joaki = “yendo”, eramaki = “llevando”, etc, equivalentes a las formas más habituales ibilka, erorka...

     Sea como fuere, este *gordenkai expresaba la idea de “bamboleándose, tambaleándose”, sentido que sobrevive en la expresión kordoka / kurdunka, en la que, aparte del amoldamiento del sufijo al esquema del iterativo actual -ka, se observa la doble asimilación, consonántica G- -K- > K- -K-, y vocálica -O- -E- > -O- -O-.

     *Gordekai evolucionaría desde este sentido inicial al de “mantenerse en equilibrio”, a través de la asociación entre un objeto que oscila pero mantiene el equilibrio (por ejemplo un barco, o un balancín), transformándose después hacia el término ya en proceso de dialectalización *gordeka / *gordeki, el primero de los cuales se simplificaría en unas partes según el esquema -RD- > -R- (patente por ejemplo en la oscilación dialectal ordots ~ orots = “verraco”), dando lugar al término *goreka, que es la forma primitiva del topónimo riojano, y en otras pérdiendo la G- inicial aunque sin llegar a simplificar el grupo consonántico -RD-, generando el ordeka del vizcaino moderno.

     Ambos, *goreka y ordeka, habrían adquirido el sentido de “llanura, zona sin elevaciones”, a partir del anterior de “equilibrio”. Curiosamente, este último sentido se vería desplazado en parte, sobreviviendo tan solo en una forma ya bastante desgastada fonéticamente como es la moderna oreka, normalizada con este sentido en el “batua” o lengua vasca estándar.

     Por último, en el área oriental, *gordeki experimentó una evolución hacia el actual ordoki, siguiendo esquemas paralelos al de ordeka, para finalizar su transformación en el alto navarro meridional oroki = “escalón”, último paso en un proceso sumamente largo.

[iii] Diccionario etimológico…, pags. 280-281.

[iv] Toponimia vasca en la comarca de Belorado (Burgos).

[v] La Sierra de la Demanda en la Edad Media: el valle de San Vicente (ss. VIII-XII).

[vi] Aspectos fonéticos…, pag.82.

[vii] Palabras y topónimos vascos de Briones.

[viii] Palabras y topónimos…, pag. 152.

[ix] Palabras y topónimos…, pags. 150-151.

[x] El Valle del Cidacos, pag. 454.

[xi] Frantzisko Ondarra, Javier Ramon de Lakoizketa Bertiz-ek izan zituen testuak. FLV 65. También en José Miguel de Barandiarán, Obras Completas, tomo II, pags. 459-460, La Gran Enciclopedia Vasca, 1973.

[xii] El Valle del Cidacos, pag. 164.

[xiii] El euskera en tierras del romance: Rioja alavesa, La Rioja, Burgos, Encartaciones, pag. 47.

[xiv] Acerca de la presencia del concepto “patada” en toponimia, véase el artículo de Arturo Martín Criado, Antiguas creencias populares, en la Revista de Folklore, nº 217, Fundación Joaquín Díaz 1999, consultable en la dirección http://www.funjdiaz.net/folklore/07ficha.cfm?id=1698.

[xv] Merino Sánchez, Fueros y ordenanzas municipales en el valle del Alto Oja, pag. 147.

[xvi] La comarca de Belorado…, pag. 35.

[xvii] La comarca de Belorado…, pag. 182.

[xviii] La comarca de Belorado…, pag. 182.

[xix] Aspectos fonéticos… pag. 24.

[xx] En torno a la toponimia… pag. 198.

[xxi] Como en el clásico ejemplo de Galardi > Galarde, o Maruri > Marure.

[xxii] El euskera en tierras del romance: Rioja alavesa, La Rioja, Burgos, Encartaciones. Pag. 47.

[xxiii] El euskera en tierras del romance… pag. 47.

[xxiv] Aspectos fonéticos… pag. 25.

[xxv] Así por ejemplo de bizar (“barba”) + sufijo aumentativo -to, obtenemos el derivado bizardo = “barbudo”.

[xxvi] Diccionario etimológico…, pag. 266.

[xxvii] Alarcos Llorach, Apuntaciones sobre toponimia riojana, pag. 478, Berceo nº 16.

[xxviii] Aspectos fonéticos… pag. 105.

[xxix] Alarcos Llorach, Apuntaciones sobre toponimia riojana, pag. 481, Berceo nº 16.

[xxx] El euskera en tierras del romance… pag. 50.

[xxxi] La comarca de Belorado…, pag. 55.

[xxxii] Datos tomados de un artículo acerca del puente del mismo nombre, publicado en la revista “Comunidad”, nº 109 de marzo de 2008, editada por el Gobierno de La Rioja. Por cierto, en este texto se afirma que el topónimo no aparece hasta el siglo XVIII, lo cual no es correcto, ya que como acabamos de ver se registra desde 1242.

[xxxiii] Toponimia y panorama lingüístico en la Ribera navarra y zonas circundantes. Pag. 76.

[xxxiv] En torno a la toponimia… pag. 24.

[xxxv] Toponimia y panorama lingüístico de la Ribera navarra y comarcas circundantes. Pag. 63.

[xxxvi] Diccionario etimológico…, pag. 392.

[xxxvii] Aspectos fonéticos… pag. 105.

[xxxviii] La comarca de Belorado…, pag. 32.

[xxxix] Fonética Histórica Vasca, pag. 292.

[xl] El euskera en tierras del romance… pag. 47.

[xli] El euskera en tierras del romance… pag. 48.

[xlii] El euskera en tierras del romance… pag. 47.

 

  

 

 

 

REPERTORIO BÁSICO DE TOPONIMIA
EUSKÉRICA EN LA RIOJA

 

 

EDUARDO AZNAR MARTÍNEZ
Historiador y antropólogo