Decoración estannífera (sobre barro bizcochado se aplica el esmalte cerámico.Pintura a pincel con óxidos colorantes azules.Dominante óxido de cobalto) TALAVERA DE LA REINA. Antonia Donoso

 SOBRE EL LÉXICO BÍBLICO DE BERCEO 


OLEGARIO  GARCÍA DE LA FUENTE 

     Una somera comparación entre el vocabulario de Berceo y el de las antiguas versiones castellanas de la Biblia pondrá en evidencia dos cosas: la verdadera originalidad del poeta riojano en la incorporación de cultismos, y  la posible  influencia sobre su vocabulario culto de las antiguas versiones castellanas de la Biblia.

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Biblioteca Gonzalo e Berceo

                    

     En una reciente obra sobre el cultismo léxico medieval se lamenta Bustos Tovar de que «los más recientes estudios sobre Berceo no hayan abordado el tema del vocabulario en toda su amplitud, máxime si tenemos en cuenta la importancia que éste tiene en cualquier análisis estilístico.1 Y un poco más adelante añade: «Berceo intenta enriquecer el vocabulario culto como nadie lo ha hecho, con tal intensidad, en la literatura española. La fuente habia de ser forzosamente el latín, por varias razones: a) por la formación eclesial del poeta; b) por ser el latín la lengua de sus fuentes a las que tanto respeto aparenta tener el poeta; c) porque la tradición erudita en la que se inserta Berceo le proporcionaba un manantíal de voces que se hallaban ya en proceso de integración en romance; y d) por ser el latín la lengua culta de toda la cristiandad europea occidental»2.

     Dando por válidas estas afirmaciones, pero dejando para otros la tarea de investígar el léxico de Berceo en toda su amplitud, vamos a intentar aquí una aproximación al léxico bíblico del poeta riojano, partíendo de dos presupuestos: 1. que una parte considerable del vocabulario culto de Berceo procede de la Biblia latína; 2. que la lengua de la Biblia latína puede y debe distinguirse del «latín cristíano». entendido como lengua especial de los autores cristianos en general y que para algunos comprendería desde los origenes de esta lengua hasta el final de la época merovingia3, y con mucha más razón puede y debe distínguirse del «latín eclesiástico», si se entiende por tal «el latín de la Iglesia en cuanto vehículo expresivo fundamental de la espiritualidad medieval»4, y cuyo ámbito temporal se extendería hasta el final de la Edad Media.

     De acuerdo con estos presupuestos, nuestro trabajo se centra en el estudio del léxico de Berceo que pueda documentarse con términos presentes en la Biblia latina. No pretendemos sostener con ello que Berceo los haya conocido o tomado directamente de la Biblia latína. Ha podido conocerlos a través de la liturgia o de los escritos de los Padres o de sus fuentes latinas inmediatas. Pero en cualquier caso, estas fuentes inmediatas reflejan el vocabulario de la Biblia latina. Nuestro trabajo demostrará que la mayoría de los términos «bíblicos» de Berceo están encuadrados en contextos bíblicos y que por tanto su origen en últímo análisis es la Biblia latina.

     Segun Gormly5 , el papel que desempeña la Biblia en los poemas de Berceo puede analizarse desde dos puntos de vista principales, a saber, 1. Naturaleza de las referencias bíblicas; 2. Léxico de las referencias bíblicas. El estudio del primer punto pondrá en evidencia la amplitud de la utilización de la Biblia por parte de Berceo, qué líbros emplea más, qué personajes conoce mejor, y en definitiva, cuál es su conocimiento del texto sagrado. El estudío del léxico pondrá en evídencia el influjo del vocabulario de la Biblia sobre el de Berceo.

     Gormly clasifica y dístribuye el material bíblico empleado por Berceo en cuatro apartados: dos corresponden a las citas y las reminiscencias ( = ecos), demostrables sobre todo por las semejanzas verbales con la fuente bíblíca; y los otros dos a las alusiones y a las paráfrasis, identificables por tratar una temática paralela6. Algunos ejemplos aclararán la teminología anterior.

     Con respecto a las citas: 1) Berceo reproduce a veces pasajes bíblicos en latín en los que cita breves frases tomadas casi siempre de los salmos, que reflejan el canto diario del oficio divino en los monasterios. Así, por ejemplo, en los versos siguientes se cita el Salmo 118, 1 :

     Mándote cada día un salmo recitar

     «Beati immaculati».. bien bueno de rezar (Milag. 262 cd). Y el Salmo 111,9 en estos otros:

     Diolos todos a povres, onde / diz la leyenda:

     «Dispersit, dedit pauperibus»; fizo rica facienda (Lor. 46cd)7.

     2) Por lo que se refiere a las citas en lengúa vernácula, aunque es difícil establecer una regla válida para todos los casos, no obstante, puede encontrarse un número abundante de citas bíblicas introducidas por el verbo decir o sus sinónimos. Así, por ejemplo, el verso:

    Dicién: Adruna Christo quí te dio la colpada» (Duelo 42d), remite al texto de Mat 26,28: «... dicentes: Prophetiza nobis, Christe, quis est qui te percussit?»8.

     
Con respecto a las reminiscencias, que consisten en semejanzas verbales entre la Bíblia y las obras de Berceo, caben dos tipos: 1) uno, basado en frases breves, conocidas y divulgadas a través de la Biblia, como, por ejemplo: «Rey de los reyes» (Signos 49a), «Señor de los señores» (Duelo 73a), que recuerdan las frases bíblicas: Rex regum et Dominus dominantium (1 Tim 6, 15), o el verso:

     «Sennor -dixo- que eres pan de vida clamado» (Domingo 451a), que recuerda la frase evangélica: «Ego sum panis vitae» (Jn 6, 35,46), o este otro:

    Del libro de la vida que non sea echada (Sacrif. 141b), que remite al texto del Apoc 3,5: Non delebo nomen eius de Libro vitae. Y otros ejemplos parecidos9.

     2) El otro tipo de reminiscencia consiste en el uso de ciertas palabras en determinados contextos o en el empleo de metáforas de evidente origen biblico, junto a una identidad sustancial de conceptos. Así, por ejemplo, el verso:

     La buena oración encienso es clamada (Sacrif. 36b), recuerda el Salmo 140,2: Dirigatur oratio mea sicut incensum in conspectu tuo; y los versos:

     De las tus largas faldas una fimbria tanner ,
     ca non me siento digno ante ti parescer (Loores 2bc),

recuerdan los textos evangélicos: Et rogabant eum ut vel fimbriam vestimenti eius tangerent (Mat 14,36), y Domine, non sum dignus... (Mat 8,8). Y otros muchos ejemplos semejantesl0.

     Las alusiones se hallarían en aquellos textos en que las palabras no constituyen el elemento principal del juicio, sino el contenido del relato. Así, por ejemplo, no es dificil descubrir una alusión al relato del Buen Pastor (Jn 19, 11-13) en textos de Berceo como los siguientes:

     Guiava bien so pueblo el pastor derechero,
     non como mercenario nin como soldadero (Millán 95cd).

     Guiava bien su grey non como soldadero,
     mas como pastor firme que está bien facero (Milagr. 314cd).

     A esta misma categoría pertenecen las alusiones a personajes bíblicos del tipo de las siguientes:

      ______________________ del dolor
     de que nos heredaron Adán y su uxor (Sacrif. 44d);

     Cambióse en Caín el qe fuera Avel (Milagr. 718d);

     Ella es vellocino qe fue de Gedeón.

     Ella es dicha fonda de David el varón,

     con la qual confondió al gigant tan fellón (Milagr. 34acd).

Y otros muchos ejemplos similares11.

     Las paráfrasis aparecen en ciertos pasajes de Berceo, que, tomando como base un texto biblico, lo desarrollan y amplían considerablemente. Un ejemplo claro se encuentra en Los signos, que amplían el texto de Mat 25,34-42: Venite, benedicti Patris mei, possidete paratum vobis regnum, esurivi enim..., con el siguiente pasaje:

     Venit los benedictos de mi Padre precioso,
     recebit el mi regno largo e delicioso.

     Ca quando ovi famne vos bien me apeciestes (Signos 27cd y 28b), etc.

,Hay otros ejemplos igualmente claros12.

     Con respecto al léxico, Gormly afirma que es lógico suponer que la Biblia haya desempeñado un papel importante en la creación y conservación dé palabras cultas en el léxico medieval y por tanto en el de Berceo, y para probarlo analiza algunos pasajes del Sacrificio de la misa y de otras obras, para terminar con estas conclusiones: 1) En muchos pasajes en los que el texto de Berceo reproduce una fuente bíblica, el autor muestra su independencia con respecto a ella en la elección del vocabulario. 2) Cuando Berceo reproduce material bíblico, predominan en él las palabras o circunlocuciones populares sobre los térmínos cultos, incluso cuando toca temas técnicos. 3) Aunque la fuente inmediata del léxico de Berceo haya podido ser la liturgia o los escritos de los Padres, hay en él numerosas palabras y frases cultas, que reflejan el vocabulario y la sintaxís de la Bíblia latina13.

     Como decíamos antes, el estudio que abordamos aquí se centra en el léxico bíblico de Berceo, tema sólo esbozado por Gormly, y no tratado hasta ahora.

     En el presente trabajo damos casi siempre el texto de la Vulgata actual14 por razones puramente prácticas, es decir, para citar los textos de una manera uniforme. Esta edición, por lo demás, coincide sustancialmente con la Vulgata Clementina del 1592, que a su vez es una reedición, corregida, de la Vulgata Sixtina del 1588, y ésta se halla en la línea de la tradición textual de la Biblia Parisiense del siglo XIII, llegando así a la época en que escribió Berceo. Por otra parte, las lecciones variantes de las distíntas tradiciones textuales no afectan prácticamente para nada al presente estudio, ya que el significado bíblico de las palabras latinas que vamos a estudiar está atestiguado y confirmado generalmente por más de un texto bíblico. Si en algún caso acudimos a la Vetus Latina lo haremos notar expresamente.

     Los límites que nos imponemos en la selección del vocabulario son estrictos, es decir, sólo estudiamos los términos empleados por Berceo que tienen su correspondiente en la Biblia latina. Así, por ejemplo, estudiamos el térmíno apóstol, pero no apostólico, cielo, pero no celestial, cristiano, pero no cristiandad ni cristianismo, confortar pero no confortador, demonio, pero no demoniado, etc., porque sólo los términos citados en primer lugar son estrictamente bíblicos, siendo los otros de origen cristiano o incluso medieval.

     Las palabras de Berceo que vamos a estudiar a contínuación son bíblicas: a) o por el significado; b) o por su forma externa.

     1 . Palabras bíblicas por el significado
     
Este grupo constítuye el mayor ingrediente del presente vocabulario. Muchos términos latinos han experimentado cambios de significado en la Biblia latina por influjo del hebreo y del griego. Cuando se verifica este fenómeno lingüístico, la Biblia generalmente no excluye o desconoce los significados tradicionales. La palabra ensancha únicamente su campo semántico, produciéndose entonces un caso de polisemia. La polisemia puede producirse de varias maneras15, presentes todas ellas en el vocabulario bíblico que estudiamos. Estas maneras son: 1) el cambío de aplicación, como sucede, por ejemplo, con el adjetivo damnatus, que significa el «condenado» en un juicio y el «condenado» en el infierno; 2) especialización de un medio social, como sucede con la palabra sancta, que designa las «cosas santas» y el «santuario» hebreo; 3) el lenguaje figurado, como, por ejemplo, corona, que significa la «corona» en sentido real y la «corona de la gloria», el «cielo»; 4) la influencia extranjera, como, por ejemplo, pasa con angelus que por influjo del hebreo y del griego significa «mensajero» y «ángel» o caro que por influjo del hebreo significa, además de «carne», «naturaleza humana sometida al pecado».

     Esta situación la encontramos igualmente en las palabras castellanas correspondientes. En la mayoría de ellas no sólo pervive el significado bíblico, sino que se conservan ya veces actualizan los significados profanos.

     Los medios que han contribuido al cambio de significado son principalmente los siguientes: 1) Restricción del significado. La causa más frecuente de la restricción del significado es la especialización del término en un medio social determinado. A esta categoria pertenecen, por ejemplo, scriptura con la acepción de «Sagrada Escritura» o arca con el significado de «arca de la alianza», etc.

     2) Extensión del significado. Desde el punto de vista lógico, la ampliación semántica es lo opuesto a la restricción, es decir, la palabra se aplica a una mayor variedad de cosas, como, por ejemplo, fornicari que, además de «fornicar», significa también «pecar», o parabola que, además de «comparación», termina significando «palabra».

     3) Desplazamiento del significado. Este es el factor que más ha influido en el desarrollo del vocabulario biblico. El cristianismo necesitaba expresar el contenido de su nueva doctrina a través del léxico ya existente. Esto podia verificarse o por el camino de la asociación de ideas o de la metáfora o de la metonimia. Asi, palabras que en la lengua clásica expresaban hechos o situaciones externas, por una asociación de semejanza o de contigüidad se elevan en el latin biblico al campo moral o espiritual, como confundere, «sentir vergüenza moral», humilis, el que practica la «virtud de la humildad», temptatio, «inducción al mal», etc. Otras palabras, que pertenecían ya a la esfera psiquica o moral, se trasladan al campo teológico, como fidelis, «el que ha aceptado la fe de Cristo», credere, «creer en Dios o en Cristo», redemptio, «la redención de Cristo», salus, «la sa!vación espiritual o eterna», etc. Por la via de la metáfora propiamente dicha, calix pasa a significar «los sufrimientos de Cristo en la pasión», vas es el «cuerpo humano», via es la «conducta». Por el camino de la metonimia circumcisio designa el «rito judío de la circuncisión», sanctum, el «santuario hebreo o cristiano», virtus, el «milagro sobrenatural», visitare, «castigar», etc.

     Pero conviene señalar que la Biblia latina no realiza en todos los casos la fijación definitiva del significado. Algunas veces la Biblia constituye solamente el punto de partida del nuevo significado, que evoluciona luego a través del latín cristiano y del latin medieval hasta llegar a las lenguas románicas que heredan y recogen estos nuevos matices. Hay, pues, un punto de arranque, constituido por el latin clásico, y un punto de llegada, formado por el latin medieval. La Biblia latina constituye la fase intermedia de ambivalencia. El término clásico merces, por ejemplo, que significa «recompensa», «paga», recibe en la Biblia latina el influjo de la idea cristiana de «recompensa gratuita por parte de Dios» y termina significando «gracia», «favor» en el latin cristiano y medieval. Tradere en el latin biblico se encuentra a medio camino entre «entregar» -acepción clásica- y «traicionar» -acepción cristiana y medieval-.

     Sucede a veces también que la Biblia latina presenta un primer cambio de significado, mientras que el español medieval refleja una evolución posterior. Se trata en estos casos de acepciones postbíblicas secundarias, desarrolladas a partir de las lenguas especiales de grupos sociales concretos o debido al influjo de la lengua popular .

     La lengua popular ha influído también en los cambios semánticos postbíblicos. bíblicos de ámbito semántico aún impreciso, como diachonus, presbyter, episcopus, etc., recíban en la lengua de la Iglesia la acepción concreta de los cargos y funciones eclesiásticos que todos conocemos. En el latín bíblico, palabras como confessio, poenitentia, sacramentum, etc. no poseen aún la acepción dogmática que alcanzarán más tarde en la lengua de la Iglesia.

     La lengua popular ha influido también en los cambios semánticos postbiblicos. Palabras castellanas de significado bíblico, como gracia, merced, misericordia, humildad, paz, etc., usadas constantemente por el pueblo, terminaron desgastándose y perdiendo por consiguiente parte de su valor semántico primitivo. Otras veces la tendencia popular hacia lo concreto hace que términos de significado más amplio acaben significando algo concreto, como, por ejemplo, caridad, que significa primero «amor al prójimo» en general y luego «limosna» en concreto. Otras veces la tendencia hacia la afectividad y expresividad, propias de la lengua popular, consiguen afianzar y robustecer el aspecto positivo o negativo de determinadas palabras. Piénsese, por ejemplo, en la carga expresiva de los términos religiosos maldito y bendito, fiel y renegado, etc. usados por los autores medievales.

     2. Palabras bíblicas por la forma externa.
     
En las obras de Berceo, como en las de otros autores medievales, se encuentran a veces paráfrasis de textos bíblicos. En estos casos, Berceo adopta con facilidad palabras latinas de la Biblia que no expresan ningún concepto específicamente cristiano y que por lo tanto podrían haber sido sustituidas por otras palabras de la lengua vulgar. Detrás de estas transcripciones se oculta probablemente una larga tradición de traducciones bíblicas vulgares que han adoptado y dado curso a tales palabras. A este tipo de palabras pertenecerían, por ejemplo, architriclino, fimbria, limnar, refictorio, malgranada, etc. Puesto que términos como éstos tienen significados profanos, tropezamos con la dificultad de diferenciarlos de los préstamos cultos que el latín clásico ha podido transmitir a la lengua vulgar. Para que se pueda afirmar con seguridad que tales palabras tienen orígen bíblico han de cumplirse por lo menos las siguientes condiciones: a) que la palabra en cuestión se encuentre por primera vez en la Biblia latina con ese significado específico, y b) que el autor aluda directa o indirectamente a algún pasaje o tema bíblico. Si no se dan estas condiciones, es dificil poder establecer el origen bíblico del término.

     Con respecto a los campos semánticos en que podrían distribuirse los términos bíblicos de Berceo advertimos que renunciamos totalmente a este planteamiento por considerarlo demasiado arbitrario y sujeto siempre a errores. Bustos Tovar en su excelente estudio del cultismo léxico medieval establece para cada autor analizado los siguientes campos semánticos: 1) cultismos litúrgicos y devotos; 2) cultismos de carácter teológico-filosófico; 3) cultismos morales; 4) cultismos jurídicos y de cancillería; 5) cultismos escolares y científicos16 .

     Por lo que se refiere a Berceo, entre los cultismos litúrgicos y devotos menciona, entre otros, los términos demonio, regeneración, redención, gloria, etc., que podrían ponerse igualmente entre los de carácter teológico-filosófico. Entre los cultismos morales menciona, por ejemplo, virtud, que, además de «virtud moral», significa muchas más veces «milagro sobrenatural», o passión, que, además de «afección del alma», designa muchas más veces la «pasión de Cristo». Entre los cultismos jurídicos aparece, por ejemplo, regno, que casi siempre designa el «reino de Dios» o el «reino de los cielos»; o signo, que significa frecuentemente «milagro sobrenatural»; o servicio, que se refiere casi siempre al «servicio de Dios». Entre los cultismos escolares y científicos incluye, por ejemplo, edificación, que designa el «buen ejemplo», o confusión, que es la «vergüenza por el pecado», o patriarca, que es un vocablo tipico para designar a ciertos personajes del Antiguo Testamento17 .

     Todos éstos son términos bíblicos, que Berceo adopta con las especiales connotaciones bíblicas que llevan consigo. Por eso, en contra de lo que piensa Bustos Tovar, creemos que «la íntíma conexión que existe entre todos los campos de significación», no es tanto el ambiente evocado, perteneciente a la naciente escuela de Clerecía»18 , cuanto la dependencia de Berceo del vocabulario bíblico, o de una manera más general, del vocabulario cristíano. y naturalmente, tratándose de términos bíblicos, no cabe hablar de campo juridico, cancilleresco, escolar o científico, sino únicamente de campo religioso-moral.

 

LEXICO DE BERCEO Y LEXICO DE LAS VERSIONES BIBLICAS MEDIEVALES ROMANCEADAS

     Una somera comparación entre el vocabulario de Berceo y el de las antiguas versiones castellanas de la Biblia pondrá en evidencia dos cosas: por una parte, la verdadera originalidad del poeta riojano en la incorporación de cultismos, y, por otra, la posible influencia sobre su vocabulario culto de las antiguas versiones castellanas de la Biblia. Al hablar de versiones bíblicas medievales romanceadas nos referimos concretamente a las conservadas en los manuscritos escurialenses I-I-6 -citado en adelante por la sigla E6-, e I-I-8 -citado por la sigla E8-. El primero conserva una traducción castellana de la Biblia desde Proverbios hasta el Apocalipsis, cuya antigüedad se remonta por lo menos a la primera mitad del siglo XIII y del cual se han publicado ya numerosos fragmentos19 .El segundo contiene la traducción de la Biblia desde el Levítico 7 hasta el Salmo 70, y, aunque la copia en que se conserva, es del síglo XV, la versión es mucho más antígua, quizá también de la primera mitad del siglo XIII. De esta versión se han publícado también numerosos fragmentos20 .Las dos traducciones están hechas sobre la Vulgata latina. En la comparación que vamos a hacer a continuación sólo utilizamos el material de E6, salvo casos aislados, que señalaremos oportunamente, pues, según todos los indicios, es la versión más antigua y contemporánea de Berceo.

     Partiendo de los cultismos documentados por primera vez en Berceo, recogidos por Bustos Tovar en su citada obra21 , y que según el autor alcanzan cerca del 25 por ciento de los cultismos totales usados por el poeta riojano, constatamos que, de esos 211 cultismos, 38 corresponden a nuestro léxico bíblico22 y de ellos 16 por lo menos están atestiguados en la versión E6, y son los siguientes:

Abysso (Ecclo 42, 18).
Arcángel (Judas 9).
Architriclino (Jn 2, 8, 9).
Blasfemia (Col 3, 8).
Cántico ( = cántigo) ( Ef 5, 19) .
Celicio (= cilicio) (Mat 11, 21).
Fariseo (Mat 5, 20).
Festividat (Jn 7, 37).
Oratorio (Judit 9, 1: E8).
Palpar (Luc 24, 39).
Reconciliar (Coll, 22).
Redemir ( = redimir) ( Luc 1, 68) .
Trono (Coll, 16).
Visitación (1 Pe 2, 12).
Ypocrisía (2 Cor 4, 2).
Ysopo (Hebr 9, 19).

     Veamos ahora cómo traduce la versión E6 los otros 22 términos de nuestro vocabulario bíblico:

Báratro (Jue 5, 15: E8 omite la palabra).
Compunción (= punnimiento: Rom 11, 8; (vino) emponzoñado: Sal 59, 5: E8). Congregación ( = ayuntamiento: Ecclo 4, 7; Is 24, 22; etc.; allegamiento: Jer 6, 18; Ez 22, 20, etc.).
Crimen ( = pecado: Mat 12, 5; Act 23, 29, etc.; pecado mortal: 1 Tim 3, 10; pecado criminal: Tit 1, 6, 7).
Edificaci6n ( = edificamiento: Mar 13, 2; Ecclo 40, 19, etc.; cimiento: 1 Cor 14, 5; Ef 2, 21, etc.; raygamiento: Rom 15, 2; 2 Cor 10,8, etc.).
Exaudido (= oído: Jn 9, 31; Is 1, 15, etc.; escuchado: Dan 9, 19).
Exorcista (= coniurador: Act 19, 13).
Fraternidat(= hermandat: Rom 12, 10; Hebr 13, 1, etc.).
Honorificencia (= onrra: Judit 15, 10: E8).
Humeral ( = pannyo: Lev 8, 7: E8; onrramiento en los ombros: Ecclo 45, 10). 
Hymno ( = alabança: Ef 5, 19; bendición: Mat 26, 30; Mar 14, 26; loor: Col 3, 16). 
Luminaria (= lumbrera: Ecclo 43, 7; Ez 32, 8).
Mácula (= manziella: Ef 5, 27; Prov 9, 7; Sab 7, 26, etc.).
Mortificar ( = mortiguar: Rom 7, 4).
Pacto ( = postura: Dan 9, 4, 27; Is 28, 15, etc.; paramiento: Prov 2, 18, etc.). 
Persecutor ( = perseguidor: Rom 12, 14).
Recitar ( = leer: Bar 1, 14; fazer (oración): Tob 3, 25: E8).
Refección ( = refitor: Mar 14, 14; fartura: Ecclo 40, 5; folgura: Sal 22, 2: E8). 
Regeneración ( = renacimiento: Tit 3, 5).
Salvación ( = salvamiento: Is 37, 32; Jer 25, 35, etc.; defendimiento: Abd 17). 
Sanctificar ( = sanctiguar: Mat 6, 9).
Vivificar ( = hacer vivir: Rom 8, 11; Jn 5, 21, etc.; viscar: Act 7, 19; avivar: 1 Pe 3, 18; resucitar: Luc 17, 33; Ez 13, 18, etc.).


     De los 173 cultismos restantes, que ya no entran en nuestro vocabulario bíblico, hay todavía otros 40 más, atestiguados igualmente en esta versión bíblica, y son los siguientes:

Absincio ( = assensio: Prov. 5, 4; ascienso: Jer 9, 15; acensio: Apoc 8, 11) . 
Adiutorio (= ayudorio: Ecclo 17,5).
Adversidad (1 Tes 2, 2; 2 Tim Pró1).
Aquilón (Luc 13,29).
Audiencia (Act 25, 23).
Consagración ( Lev 8, 33: E8) .
Coro (Luc 15,25).
Deidad (Col 2, 9).
Devinal ( = divinal) (2 Pe 1,3).
Entegredat (Tit 2, 7).
Fantasía (Ecclo 34,6).
Fimbria (Zac 8, 23) .
Fundir (Bar 6,23).
Gémito ( = yemto: Ecclo 7, 29; yemdo: Sab 11, 13; yemido: Sal 11, 6: E8) . Infernal (Fil 2, 10).
Limnar ( = Limbrar: Sof 2, 14; limbral: Ez 10,4, 18).
Morador (Mat 4, 16).
Nesciedat ( = neciedat) (2 Cor 11, 1 ).
Orador (Act 24, 1 ).
Ordenador (Jer 48, 12).
Orqano (Sab 19, 17).
Paralítico (Mat 4,24).
Perfección (Ef Pr61; Fil Pr61).
Perseverar (Mat 24, 13).
Pestilencia (Mat 24, 17).
Presencia (2 Cor 10, 10).
Procurador (Luc 8, 3).
Providencia (Sab 14, 3).
Quaderno (Luc 16, 7). ,
Refictorio (= refitor) (Mar 14, 14). ,
Reformar (Rom 12, 2).
Requerir (Luc 2, 44).
Sepelida (= sobollida) (Luc 16, 22).
Transformar (2 Cor 3, 18).
Tributo (Mat 17, 24).
Umanal ( = humanal) (Rom 6, 19).
Vanaqloria (Gal 5, 26).
Vípera ([bívora]) (Is 30, 6; Mat 3,7).
Voto (Act 18, 18).
Ymagen (Apoc 19, 20).

     Según estos datos, hay que rebajar un poco el número de cultismos propios de Berceo, ya que 56, de los 211 que da Bustor Tovar, se encuentran también en la versión E6, y dos más en E8. Y es de suponer que habrá algunos más, ya que nuestra búsqueda se ha limitado a la versión E6, que sólo abarca la mitad de la Biblia, y solamente hemos confrontado aquellos pasajes bíblicos en que aparecen las palabras latinas correspondientes a las respectivas castellanas de Berceo, y naturalmente el traductor ha podido utilizar otras palabras castellanas distintas para traducir las latinas que encontraba; así, por ejemplo, fundir es la traducción de conflare (cf. Bar 6, 23; Ecclo 28, 29) y no de fundere; vanagloria la de inanis gloria (cf. Gal 5, 26; Fil 2, 3) y no de la vanagloria que no existe en la Vulgata; morador la de habitans (cf. Luc 13, 4) y habitator (cf. Is 5, 3) y no la de morator que no existe en la Vulgata; deidat la de divinitas (cf. Col 2, 9); divinal la de divinus (cf. 2 Pe 1, 3), etc.

     La presencia de estos cultismos en las Biblias medievales romanceadas parece indicar que se trata de palabras relativamente corrientes en el lenguaje popular, ya que estas versiones iban destinadas a un público no muy docto. Montgomery describe así las características de la versión E6: «El traductor de esta Biblia produjo una obra admirable, tanto por su exactitud como por la belleza de su lenguaje. La versión sigue escrupulosamente el sentido de la Vulgata, pero sin imitar demasiado las expresiones o los vocablos latinos. El lenguaje es sencillo y claro, como era conveniente en una Biblia preparada para el uso de personas no muy doctas en latín»23 .
     Conviene advertir además que de esos 211 cultismos propios de Berceo hay 82 que son términos que no aparecen en la Vulgata y que son palabras del latín cristiano o medieval. Se trata de las síguientes: acoplar, amito, apostólico, arciagnado, autoricia, cancellario, cannon, cartulario, catedral, citarista, claustrero, crisma, crucifixo, cruzada, cruzar, cubrición, deificada, dormitorio, elector, enclín, enfermería, escapulario, essencia, eufanía, evangelistero, exorcismo, familiar, farmario, festival, fossalario, gesto, lápida, latinidat, lisionado, metropolitano, millesimo, misal, nutrición, organista, parroquial, parroquiano, patena, pascual, perentoria, pergamino, plural, pontifical, prolixidat, prosa, protomártir, provincial, psalmista, púlpito, purgatorio, reconoscencia, reguncerio, reiterar, reliquiario, representar, responsorio, salispacio, salmodia, salteriado, sequencia, sofismo, special, terminación, transitoria, trentanario, versificador, vestuario y vicaría.

      
A esta lista hay que añadir las 10 palabras siguientes, que tampoco aparecen en la Vulgata, pero que están atestiguadas en la versión castellana E6 y que ya citamos antes: audiencia, deidad, devinal, infernal, morador, nesciedat, quaderno, refictorio, umanal y vanagloria.

      
En la nómina de cultismos propios de Berceo hay otras varias palabras que sólo están atestiguadas en la Vulgata con uno o dos ejemplos. Son las siguientes, con la correspondiente traducción castellana de E6:

Adornar (2 Mac 3, 25: texto no consultado).
Catino ( = escudiella: Mar 14, 20; bacín o vaso: Luc 11, 39) .
Consignar (Sab 2, 5: texto ilegible).
Contemplación (Gen 30, 41: no hay texto de E6 ni de E8).
Controversia (= contienda: Hebr 6, 16 y EZ 44, 24).
Dulcísimo (= muy dulce: Prov. 24, 13).
Elación (Sal 92, 4: no hay texto de E6 ni de E8).
Exilio ( = desterramiento: Esdr 7, 26: E8).
Genitales ( = logares engendraderos: Num 25, 8: E8).
Illeso (= sin danno: Sab 19, 6).
Privilegio ( = derecho: Rut 4, 6: E8) .
Procurar ( = estar adelantado: Luc 3, 1 ).
Professión ( = descobrimiento: Act 5, 37) .
Sagrario (= eglesia: 1 Cor 9, 13 (dos veces».

     De los datos anteriores se deduce que casi la mitad de los cultismos propios de Berceo (103 de 211) o no están atestiguados en la Vulgata (82 cultismos) o sólo lo están con uno o dos ejemplos (21 cultismos). Pero los restantes -108 en total- corresponden todos a palabras presentes en la Vulgata latina.

     Veamos ahora cómo traduce E6 el resto de los términos de Berceo no considerados en los puntos anteriores.

Aurora ( = albor: Cant 6, 9; lumbre: 2 Sam 23, 4: E8) .
Candelabro ( = candelero: Jer 52, 19; Zac 4, 2, etc.; cirial: Dan 5, 5, etc.). Címbalo (= sueno: Is 18, 1; campana: 1 Cor 13, 1).
Clemencia ( = piedat: Act 24, 4; Prov 11, 19; 16, 15; 20, 28; 31, 26).
Concordia ( = acuerdo: Sab 18, 9; Ecclo 25, 2).
Confinio ( = término: Jer 49, 32; Ez 45, 9; 47, 16, 20).
Conservar ( = guardar: Luc 4, 10; prov 6, 20, etc.).
Constitución ( = afirmamiento: Ecclo 40, 25; establimiento: Mat 13, 35; compe(:amiento: Mat 25, 34; Apoc 17, 8, etc.).
Custodia ( = guarda: Mat 27, 65; Is 21, 8, etc.; vela: Apoc 18, 2; Ez 40, 45; cárcel: Act 8, 3; 16, 25, etc.).
Demorar ( = morar: Act 14, 3; 15, 35, etc.; tardar: Ecclo 6, 22; 17,26).
Dición ( = poder: Dan 2, 38; 11, 5).
Dormitar ( = dormir: Mat 25, 5; Prov 6, 4, etc.; adormir: Prov. 6, 10).
Enferir (= aducir: 1 Tim 6, 7, etc.; echar: Act 17, 20, etc.; meter: Jn 20, 27, etc.).
Escápula ( = espalda: Zac 7, 11) .
Estatua ( = figura: Dan 2, 31, 32, 34, 35, etc.; imagen: Dan 3, 2; ídolo: Ez 26, 11 ). Familia (= companna: Mat 24, 45; Miq 2, 3, etc.).
Futuro ( = avenidero: Rom 5, 14; 8, 18; Ecclo 48, 28, etc.; adelant: luc 13, 9; Sof 3, 8, etc.; otro: Mat 12, 32, etc.),
Idiota ( = nescio: 1 Cor 14, 16; 14, 24; necio: 1 Cor 14, 23).
Incorrupto ( = sin corrompimiento: 1 Cor 9, 25; sin corrupción: 1 Cor 15, 52; sano: Sab 18, 4).
Increpar (= maltraer: Mat 17, 17; Is 50, 6, etc.; sosannar: Is 17, 13; Jer 2, 19, etc.; estultar: Mat 16; 22).
Mercenario (= soldadero: luc 15, 17; Jn 10, 12, 13, etc.; collaço: luc 15, 19; obrero: Mal 3, 5; hombre logado: Mar 1, 20) .
Mérito (= merecimiento: Ecclo 10, 31; 16, 15; 38, 18).
Mirable (= maravilloso: Apoc 15, 1; Ecclo 43, 31, etc.; maravilla: Mat 21, 42, etc.). Miseria ( = mezquindat: Eccle 6, 2; Is 47, 11, etc. ) .
Natal ( = del nacimiento: Mar 6, 21) .
Negligencia ( = depreciamiento: Ecclo 7, 34; Num 5, 6: E8) .
Noticia ( = connoscencia: 2 Cor 2, 14; conocer: Rom 1, 28; Hebr 10, 26).
Pacífico ( = paciente: Mat 5, 9; Cant 8, 12, etc.; de paz: Prov 3, 17; Ez 45, 15, etc.). Perturbar(= torbar: Sab 17, 3, 4, 9, 10, etc.).
Postular ( = demandar: luc 1, 63; Bar 6, 40, etc.; rogar: Act 12, 20; 25, 3; pedir: Act 13, 21; Sab 19, 11, etc.).
Precursor ( = entrar por delante: Hebr 6, 20) .
Pronunciar ( = decir: 1 Cor 14, 25; Dan 3, 14; Eccle 6, 3).
Prudente (= entendudo: luc 10, 21, etc,; sabio: luc 14, 42; Prov. 10, 19, etc.; cuerdo: Prov 14, 6; 15, 21, etc.; sesudo: Prov. 19, 14; Sab 6, 1, etc.; razonado: Is 3, 3; sabidor: Is 5, 21; Ez 27, 9).
Quadragésima (no hay textos de E6).
Querimonia ( = querella: Eccle 7, 15).
Recluso ( = cerrar: Sab 5, 12; encerrar: Sab 17, 15).
Satisfacción (= emienda: Act 17, 9; respuesta: 1 Pe 3, 15).
Sociedat(= compannía: 1 Cor 1, 9; Ga12, 9, etc.).
Sollícito (= afacendado: luc 10, 41; Prov. 11, 7, etc.; agucioso: 2 Cor 8, 22; Miq 6, 8; aver cuedado: Ga12, 10, etc.).
Tedio (= enojo: Sab 8, 9; 11, 13, etc.).
Traslatión ( = mudar: Hebr 7, 12; 12, 27; levar: Hebr 11, 5).
Túmulo (= foyo: Jer 51, 37; fuessa: Ez 37, 13; sepultura: Ez 37, 12).
Ungir ( = untar: Mar 6, 13; luc 4, 18, etc.; oliar: Ez 16, 9; Act 4, 27; enoliar: Dan 9, 24).
Venia ( = perdón: Sab 12, 11; Ecclo 3, 15; suelta: Ecclo 25, 34) .
Violencia (= fuerça: Prov. 22, 22; Ez 46, 18; Eccle 4, 1).
Violento ( = forçado: Eccle 5, 7; Is 9, 5).

     De la comparación entre los cultismos propios de Berceo y el vocabulario de la versión bíblica E6 se deduce que el traductor de esta obra utiliza un lenguaje mucho más popular que el de Berceo y confirma lo que decía Montgomery; de que esta versión «no imita demasiado las expresiones o vocablos latinos». y esto es tanto más llamativo en cuanto que el traductor de la Biblia tenía ante sus ojos los términos latinos correspondientes a los catellanos de Berceo que hemos mencionado. El análisis anterior demuestra también, aunque sea de una manera indirecta, la originalidad del poeta riojano en la introducción de cultismos, ya que el traductor anónimo de la Biblia, contemporáneo de nuestro poeta, desconoce un gran número de esos cultismos, cuya incorporación a su obra le hubiera resultado sumamente fácil, por encontrarlos en el texto latino que traducía.

     Para que el estudio comparativo que hemos hecho entre el vocabulario de Berceo y el de la versión bíblica E6 quede completo, falta aún el análisis de otros términos, no exclusivos ya de Berceo, pero sí empleados por él, que entran dentro de nuestro léxico biblico del poeta riojano. Nos vamos a referir únicamente a aquellas palabras bíblicas que lo son por la forma externa o por el significado y que no aparecen en la versión E6, para ver con qué otras palabras las sustituye el traductor. Señalamos con un asterisco * las omitidas por Bustos Tovar en su obra citada.

     a) Palabras bíblicas por la forma externa

Aflictión
( = quexa; Eccle 4, 6, 8, 16; 5, 13, etc.; quexamiento; Sab 3, 2; Jer 17, 17, 18, etc.; premia; Act 7, 34; Jer 24, 9, etc.; quebranto; Eccle 12, 12; Jer 19, 3, etc.; angostura; Ez 35, 5).
Alba ( = pannos albos; Jn 20, 12; vestiduras blancas; Apoc 2, 4).
Ave María ( = Dios te salve; Luc 1, 28).
Corpus Domini * (= cuerpo de Christo; 1 Cor 10, 16; 11, 29, etc.).
Dilección (= amor; Jn 17, 26; Sab 3, 9, etc.).
Encensar (el verbo incensare no aparece en la Vulgata, sino en la Vetus Latina, cf. Ex 30, 1; 40, 5, 25; no lo hemos encontrado en las versiones castellanas) .
Exaltar (= enalzar; Luc 1, 52; Dan 12, 12, etc.; alzar; Dan 5, 19; Mat 11, 23, etc.). Melodía *(= son; Ecclo40, 21).
Pater Noster * ( = Nuestro Padre; Mat 6, 9) .
Remembrarse* (= amembrarse; Hebr 10, 32, etc.).
Sancta (= cosas santas; Hebr 9, 3; santidat; Hebr 9, 12; 13, 11, etc.).
Sancta sanctorum ( = santas cosas de los santos; Hebr 9, 3, etc.).
Telonio ( = tabla de camio; Mat 9, 9; Mar 2, 12; Luc 5, 27).

     b) Palabras bíblicas por el significado

Captividat*
( = cativerio; Dan 5, 13; Ef 4, 8, etc. ).
Consistorio (sólo aparece una vez consistorium en Est 5, 1, y lo omite E8).
Démon* (= demonio; Mat 8, 31, etc.; las versiones bíblicas ignoran la forma démon). Denegar ( = negar; Mar 8, 34; Prov. 30, 7) .
Discreción ( = departimiento; 1 Cor 12, 10; Hebr 5, 12).
Domne*(= Señor; Mat4, 7, 10; etc.).
Iniquitad (= maldat: Jer 2, 5, 22; Prov. 4, 17, etc.; pecado: Bar 3, 5, 7; Mat 23, 28, etc.; desagualdat; Hebr 1, 9; yerro; Dan 4, 24; 9, 5; fallimiento; Dan 9, 24; nemiga; Dan 13, 5, 38, etc.; tuerto; Is 5, 7; Rom 2, 8, etc.; mal; Act 24, 20; Rom 9, 14).
Lepra (= gafedat; Mat 8, 3; Mar 1, 42, etc.).
Magnificar ( = loar; Mat 15, 31; Sab 18, 1, etc.; alabar; Is 33, 5; Abd 12; Fil 1, 20, etc.; engrandecer; Miq 5, 4; Ecclo 33, 10; amuchigar; Is 1, 3, etc.; fazer grand; Luc 1, 58, etc.; enalzar; Sab 18, 8; 19, 20, etc.; alzar; Dan 8, 11).
Ministerio (= servicio; Act 6, 1; 20, 24, etc.; mester; Apoc 2, 19; Ez 40, 46; 44, 14); officio; Act 1, 17; 12, 25; dignidat; Is 22, 19; apostoligado; Act 1, 25).
Ministración (= officio; 1 Cor 12, 5).
Ministro ( = sirviente: Rom 13, 6; Ez 44, 11; Joel 1, 9, 13, etc.; servidor: Rom 13, 4; Is 61, 6, etc.; siervo: 2 Cor 11, 23; 1 Tim 4, 6; ministrador: Gal 2, 17; despensero: 1 Cor 4, 1; mandadero: Rom 15, 8; Hebr 1, 7; sergente: Joel 1, 13, etc.).
Penitenciar ( = repentir: Act 3, 19; Jer 4, 28, etc.; fazer penitencia: Mar 1, 15; Luc 10, 13, etc.).
Próximo ( = vezino: Mat 5, 43; Is 3, 5, etc.).
Revisclar* (= resucitar: Luc 15, 24, 32; Ez 37, 9; vivir: Rom 7, 9).
Rezar* (cf. antes recitar).
Seniores
( = adelantados: Apoc 4, 4, 10, etc.; antigos: Hebr 9, 3, etc.;viejos: Mar7, 3, 5; 8, 31, etc.).
Soror y seror(= hermana: Mat 12, 50; Os 2, 1, etc.).
Símila* (= farina: Apoc 18, 13; farina escogida: Dan 14, 2; flor de farina: Ez 16, 13, 19).
Tártaro* (el único texto de 2 Pe 2, 4 omite la palabra).
Vocación ( = llamamiento: Rom 11, 29).

     Para poner punto final a esta comparación entre el vocabulario biblico de Berceo y el de las versiones biblicas medievales romanceadas -para ser más exactos, con la versión E6, salvo raras excepciones, que hemos señalado-, debemos decir que Berceo en el tema bíblico utiliza un lenguaje ampliamente. conocido en su tiempo y no es tan innovador como a primera vista pudiera parecer o como lo es efectivamente en cuanto a vocablos de origen cristiano o medieval.

 

HELENISMOS EN EL MESTER DE CLERECIA Y EN BERCEO EN PARTICULAR

     Bustos Tovar, en su magnífica obra tantas veces citada, dedica un apartado al tema que nos ocupa, bajo el título de: El latín medieval y el helenismo24 .Aunque el asunto sólo roza indirectamente nuestra materia, merece la pena dedicarle un poco de atención.

     Y antes de empezar el análisis de los 90 términos recogidos por Bustos Tovar25 , conviene señalar con toda claridad que el helenismo en el latín medieval desempeña un papel totalmente secundario, por no decir nulo, en lo que atañe a la creación de términos nuevos pasados efectivamente al vocabulario del Mester de Clerecía en general y al de Berceo en particular. El papel del latín medieval en este terreno ha consistido más bien en la conservación de voces que ya tenian una larga historia en la evolución de la lengua latina.

     Para mayor claridad, vamos a distribuir en 5 períodos el origen de los helenismos que, según el testimonio de Bustos Tovar, adopta el Mester de Clerecía del siglo XIII.

 

     1. Helenismos de las épocas arcaica y clásica latinas.

     
Pertenecen a estas épocas 33 helenismos, 19 de los cuales se encuentran en Berceo, 22 en la Vulgata latina, y 17 están atestiguados en la versión castellana E6. Señalamos con una B los que aparecen en Berceo, con una V los que aparecen en la Vulgata y con E6 los atestiguados en la versión E6. Damos las listas en latín, sin la correspondencia castellana, que se supone por evidente.

 

Absinthium: B; V; E6 
 Allegoria: V; E6 
Anchora: V; E6 
Barathrum: B; V 
Barbarus: B; V; E6 
Cathedra:
B; V 
Catinus: B; V 
Cithara:
B; V; E6 
Cymbalum:
B; V 
Eclipsis 
Elephans: V; EB 
Epistola: B; V; E6 
Gigas:
B; V; E6 
Grammatica 

Hydropicus: V; E6 
Idiota:
B; V 
Melancholicus

Mitra: B; V; E6
Myrrha: B; V; E6
Mysterium: B; V
Patena: B
Philosophia
Philosophus:
B; V; E6
Phoenix
Physica
Physicus:
B; E6
Prologus: B; V; E6
Purpura: B; V; E6
Rhetorica
Rhetoricus
Sceptrum:
B; V; E6
Syllogismus
Tapete:
V; E6

                  
     
2. Helenismos de la época postclásica, pero anteriores al s. III d. C.

     
Pertenecen a esta época 14 helenismos, 10 de los cuales se hallan en Berceo, 8 en la Vulgata latina y 8 están atestiguados en la versión E6.

 

Acephalus
Authenticus:
B
Balsamum: B; V; E6
Catholicus: B
Chronica
Crystallus:
B; V; E6
laspis: V; E6

Idolum: B; V; E6
Necromantia
Paralyticus:
B; V; E6
Phantasia: B; V; E6
Phantasma: B; V; E6
Scoria: B; V; E6
Sophisma: B

     3. Términos bíblicos, según nuestra terminología, atestiguados ya desde la Vetus Latina y anteriores al siglo IV d. Cr.

     
Pertenecen a este tipo de latín 29 helenismos, de los cuales 27 aparecen en Berceo, los 29 en la Vulgata y 27 están atestiguados en la versión E6. Señalamos con un asterisco * los que faltan en Berceo y con dos asteriscos ** los que faltan en la versión E6.

 

Abyssus
Angelus
Apostolus
Baptismus/-ma
Baptizare

Ecclesia 
Eleemosyna 
Episcopatus 
Episcopus 
Evangelista 
Evangelium 
Exorcista** 
Holocaustum* 
Hymnus** 
Hypocrisis

Blasphemia
Christianus
Christus
Daemonium
Diachonus
Hyssopus
Martyr
Paradisus
Patriarcha
Propheta
Prophetare
Prophetizare
Psalmus
Scandalum*

                

     4. Términos del latin cristiano, algunos ya de la época de Tertuliano, y todos anteriores al siglo VII d. Cr.

     
Pertenecen a este tipo de latín 11 helenísmos, 9 de los cuales se encuentran en Berceo, ninguno en la Vulgata y uno en la versión E6. Señalamos con la sigla NB los que faltan en Berceo y con un asterisco * el que aparece en E6.

 

Acedia: NB
Christianismus
Christianitas Coemeterium
*
Enthecatus
Epistolarius

Epitaphium: NB
Exorcismus
Protomartyr
Psalmodia
Tumba
 

     Sobre la lista anterior hay que advertir que coemeterium y exorcismus se remontan ya a Tertuliano; que christianitas y epistolarius son helenismos indirectos, formados ya dentro de la lengua latina, a partir de Christus o christianus y epistola, respectivamente.

     5. Términos del latín medieval

     
Pertenecen a esta época del latín tres vocablos: alitropia, usado por Alexandre (1453 a), no documentado en los diccionarios del latín medieval, y que es la transcripción del griego allotropia, y bispalía, derivado del latín medieval episcopalia (plural de episcopalis), como bispo, de episcopus y bispado de episcopatus y evangelistero de evangelistarium, voces usadas por Berceo, y que también son helenismos indirectos, a partir de episcopus y evangelista, respectivamente.

     Según los datos anteriores, de los 90 helenismos citados, pertenecientes al Mester de Clerecía, 67 aparecen en Berceo; que es con mucho el autor más representado. De esos 67 helenísmos, 51 coínciden con términos de la Vulgata latina. Con respecto a la versión castellana E6, de los 67 vocablos de Berceo, 45 están atestiguados en ella. En el cómputo total, la Vulgata latina está representada con 59 helenismos, y la versión E6 con 53.

     Todos estos datos nos llevan a concluir que los mencionados helenismos del Mester de Clerecía no eran sentidos en la Edad Media como tales helenismos, sino como voces latinas iguales que las demás, ya que estaban totalmente incorporadas al sistema latino desde hacía muchos siglos, la mayoría desde hacía más de un milenio. Sólo tres se remontan al latín medieval. Como la mayoría de estos helenismos -59 de 90- se hallan atestiguados en la Vulgata Latina, no es arriesgado pensar que la vía de introducción en la lengua castellana haya sido la Biblia. Excluyendo los tres vocablos medievales y otros tres -melancholicus, rhetorica y rhetoricus- que no aparecen en los escritores cristianos, todos los demás -25 en total- son términos del latin cristiano o incorporados a este latin por sus autores.

     Con respecto a los 29 helenismos que designábamos como pertenecientes al «latin bíblico», no cabe duda de que su vía de introducción en castellano ha sido en último análisis la Biblia latina, aunque el camino inmediato haya podido ser en algunos casos la liturgia.

     Por último, hay que decir que más de la mitad de estos helenismos -53 de 90- eran voces corrientes en el siglo XIII, pues están atestiguados en la versión de la Biblia E6 de carácter eminentemente popular .

 

 


 

NOTAS

1   J.J de Bustos Tovar, Contribución al estudio del cultismo léxico medieval, Madrid 1974, p.236.
2   J.J. de Bustos Tovar, o.c., p. 240.
3   Este es el período que abarca el díccíonarío de A. Blaíse. Dictionnaire latin-francais des auteurs chrétiens, Turnhout 1954.
4   Así se expresa J.J. de Bustos Tovar, o.c., p. 109, al hablar de «latín eclesiástico».

5   F. Gormly. The use of the Bible in representative works of Medieval Spanish Literature 1250-1300, Washington 1962. p. 4.
6   F. Gormly. O.C., p. 4.
7   F. Gormly. O.C., p. 6. con otros varios ejemplos.
8   Véanse otros varios ejemplos en F. Gormly. O.C., p. 7.
9   Cf. F. Gormly. o. c., p. 8.
10 Cf. F. Gormly. o. c., p. 9.
11 Cf. F. Gormly. o. c., p. 11.
12 Cf. F. Gormly. o. c., p. 13 ss.

13 Cf. F. Gormlv, o.c., p. 26.
14 Biblia Sacra iuxta Vulgatam versionem, ed. A. Weber, 2 vols., Stuttgart 19752.
15 S. Ullmann, Semántica, Madrid 1972, p. 180 55. Prescindimos de los «homónimos reinterpretados», porque esta forma de polisemia no es clara y además es bastante rara.

16 J.J. de Bustos Tovar, o.c., pp. 111 ss., y luego repite la misma terminologia para cada uno de los autores estudiados.
17 J.J. de Bustos Tovar, o.c., pp. 243 ss.
18 Cf. o.c., p. 249.
19 Se ha publicado ya todo el NT: T. Montgomery , El Evangelio de San Mateo según el manuscrito escurialense 1-1-6 (Anejos del Bol. de la Real Acad. Esp. VII), Madrid 1962; T . Montgomery-S. W. Balwin, El Nuevo Testamento según el manuscrito escurialense 1-1-6 (Anejos del Bol. de la Real Acad. Esp. XXII), Madrid 1970; y, además, el Cantar: J. Cornu, «Das Hohelied in castilianischer Sprache des XIII. Jahrhunderts nach den Handschrift des Escorial 1-1-6», en Beiträge zur romanischen und englischen Philologie, Festgabe für W. Foerster (Halle 1902), pp. 121-128; Daniel: J. Llamas, «Muestrario inédito de prosa biblica en romance castellano», en La Ciudad de Dios 162 (1950) 123-170; Macabeos: L. Weise, «Los libros de los Macabeos nach den Cod. I-I-6 des Escorial», en Spanische Forschungen der Giirres.qesellschaft, Münster 1930, pp. 300-360, y algunos otros pequeños fragmentos.

20 Se han publicado los siguientes fragmentos: Pentateuco: A. Castro -A. Millares Carlo A.j. Battistessa, Biblia medieval romanceada según los manuscritos escurialenses 1-1-3, 1-1-8
e 1-1-6,
Vol. I, Pentateuco, Buenos Aires 1927; Tobias: J. Llamas, «Muestrario inédito de prosa biblica en romance castellano», en La Ciudad de Dios 161 (19491 451-481; Salmos 1-36: J. Llamas, «La versión biblica castellana más antigua. Primera sobre el texto original», en La Ciudad de Dios 159 (1947) 547-598, y algunos otros pequeños fragmentos.
21 J.J. de Bustos Tovar, o.c., pp. 251-252.
22 Para los términos bíblicos de Berceo remitimos a nuestra obra, El latin biblico y el español medieval hasta el 1300, Vol. I, Gonzalo de Berceo, Logroño 1981, en donde se justifican los vocablos biblicos incluidos.

23 T. Montgomerv, El Evangelio de San Mateo(o.c.), p.13.
24 Cf. J.J. de Bustos Tovar, o.c., pp. 62-67.
25 No 85, como afirma el autor, cf. o.c., p. 66, como se verá a lo largo de nuestra exposición.

 

Actas de las III JORNADAS DE ESTUDIOS BERCEANOS
(Logroño y Monasterio de Cañas 3-5 diciembre 1979)
IER Logroño 1981

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