PILA BAUTISMAL ROMÁNICA DE LA IGLESIA  DE SANTA MARGARITA DE MURO EN CAMEROS (LA RIOJA)

▲ PILA BAUTISMAL ROMÁNICA DE LA IGLESIA  DE SANTA MARGARITA DE MURO EN CAMEROS (LA RIOJA) ▲                       

 

 

La poesía medieval es poesía social en el más amplio sentido del término: no se concibe un juglar, un trovador o un poeta goliardo sin el público al que se dirige, al que pretende enseñar o adoctrinar. El poeta es el más eficaz difusor, a veces creador, de la mentalidad oficial, y sus versos son, al mismo tiempo, una fuente inestimable para el historiador si sabe acercarse a los textos y «pierde el tiempo» leyéndolos atentamente. Antes incluso que la poesía, y con más fuerza, llegan al pueblo las palabras de los predicadores que cada domingo o día festivo enseñan qué ha de hacer el cristiano para lograr la salvación, y a las enseñanzas de poetas y predicadores contribuyen modestamente los cronistas medievales y los escasos científicos existentes.

 

La fuerza de la poesía

En un artículo de esta naturaleza no es posible analizar con detalle la obra de todos y cada uno de los poetas hispánicos y forzoso es limitarnos a unos cuantos casos; entre los posibles he seleccionado los poemas escritos por Gonzalo de Berceo en loor de la Virgen y de los santos, para estimular a los fieles al rezo cotidiano 1; no predica en el sentido literal del término sino que narra casos que sabe pueden interesar al oyente, describe realidades que éste conoce, y de forma natural y lógica, nada forzada, termina recordando la conveniencia y los beneficios que se obtienen de la oración.

 

Al cielo a través de la devoción a la Virgen y los santos. El saber de los médicos medievales, muy superior a lo que normalmente se cree, alivia el dolor y cura numerosas enfermedades, pero ni siquiera recurriendo a la magia pueden reanimar, volver a la vida a quienes tienen un pie en el más allá, a los muertos aparentes, que en la Edad Media sólo regresan a la vida a través de la virtud de los santos. Gonzalo de Berceo es el principal cantor de estas reanimaciones de las que es protagonista la Virgen María, con o sin la ayuda de otros santos.

El esquema de las narraciones es siempre el mismo: un devoto de la Virgen o de cualquiera de los santos celestiales muere en pecado, sin morir del todo pues su alma es capaz de tener pesadillas, de ver cómo se la disputan ángeles y demonios hasta que los primeros, con la ayuda de María, logran hacerse con el alma y la devuelven al cuerpo para que pueda arrepentirse y ganar el cielo al que tiene derecho por haber rezado cada día una oración a la Virgen o haber implorado la ayuda de algún santo. La uniformidad es más aparente que real y cada resucitado ofrece peculiaridades que merece la pena recordar a través de algunos ejemplos.

En ocasiones, el resucitado vuelve a su ser anterior sin cambios en su cuerpo, como el monje fornicador que muere ahogado al cruzar un río para visitar a su amiga: el alma, disputada por ángeles y demonios es concedida a éstos hasta que María recuerda que nunca dejó de rezar el «Ave María» al pasar delante de su imagen y devuelve el alma al cuerpo.

 Confesóse el monje e hizo penitencia
          mejoróse de toda su mala continencia,
          Sirvió a la Gloriosa mientras tuvo potencia,
          Finó cuando Dios quiso, sin mala rependencia.

Otro monje, no menos fornicador, se salva por intercesión de San Pedro que arranca el alma a los demonios, la entrega a los ángeles y éstos a un monje honrado, y más que de una resurrección puede decirse que despierta de una pesadilla, somnoliento y aturdido; el alma es devuelta

Para tomarla al cuerpo con gran seguridad...
         Llevóla él al cuerpo que yacía amortajado.
         Resucitó el monje. Dios sea por ello alabado...
         Pero por un gran día estuvo muy aturdido;
         Aunque volvió al cabo en todo su sentido.

El apóstol Santiago salva a un romero que se dirigía en peregrinación a Compostela, al que el demonio, presentándose como Jacob, convenció para que se castrara y se diera muerte como castigo a sus pecados, pero no resucita completo sino mutilado:

 

 Dijo el falso Jacob: este es el juicio,

Que te cortes los miembros que hacen el fornicio.

 En cuanto te degüelles harás a Dios servicio,

Que de tu misma carne le harás el sacrificio.

Creyólo el astroso loco y dessesado:

Sacó su cuchillo que tenía afilado,

Cortó sus genitales el loco mal aventurado...

Fue el alma mezquina en el cuerpo tornada...

Levantóse el cuerpo que yacía trastornado...

Estuvo un ratito como quien es descordado,

Como hombre que duerme y despierta airado.

De la herida que tuviera de la degolladura

 Apenas aparecía la sobresanadura...

Mas lo de la natura cuanto que fue cortado,

No le creció un punto, quedó en su estado.

De todo era sano, todo fue bien encuerado,

Para verter su agua quedóle el Jurado.

 

Si el romero tiene como prueba del más allá la falta de su miembro, el romano Esteban volverá con moratones en el brazo, causados nada menos que por un San Lorenzo vengativo y compasivo al tiempo. En vida, Esteban se había apoderado de tres casas pertenecientes a la iglesia de San Lorenzo y de un huerto de Santa Inés, y cuando muere

 

Viólo San Lorenzo, mirólo feamente,

 Pellizcóle el brazo tres veces duramente...

Viólo Santa Inés a la que quitó el huerto,

Volvióle las espaldas, lo miró con rostro tuerto,

 

pero el mal recibido no impidió que Lorenzo e Inés buscaran alguna buena obra en la vida de Esteban hasta encontrar que era devoto de San Proyecto, motivo por el que se le volverá a la vida para que pueda arrepentirse de sus pecados, y reanimado

 

Demostraba el brazo que tenía morado,

El que San Lorenzo le hubo apretado.

 

Las pesadillas que atormentan a los muertos-resucitables mientras están en la frontera del más allá, se convierten en un claro delirium tremens en el caso del monje que

Entró en la bodega un día por ventura,

Bebió mucho del vino, sin mesura,

Emborrachóse el loco, salió de cordura,

Permaneció hasta hora de vísperas en la tierra dura,

 

y cuando, bajo los efectos de la resaca, se dirige a la iglesia ve cómo se le aparece el demonio amenazante en forma de toro bravo primero, de perro rabioso más tarde y, finalmente, de fiero león; de los tres peligros lo salva la Virgen que amenazó al toro con la falda del manto como si de un capote se tratara y espantó a perro y león. Recuperado el sentido, el monje se arrepintió y jamás volvió a beber, pero su vuelta a este mundo no fue milagrosa sino la típica del borracho:

 

El monje que por todo esto había pasado,

De la carga del vino no era bien holgado,

Que vino y miedo tanto lo habían sobado

Que tornar no pudo a su lecho usado...

La Reina preciosa y de precioso hecho

Tomólo por la mano, llevólo al lecho,

Cubriólo con la manta y con el sobrelecho,

Púsole bajo la cabeza el cabezal derecho...

 

Una gloria castellana. «Mantener vivos» a los muertos es en muchos casos ocupación de los políticos que, a veces, ocultan la muerte del rey o de importantes personajes hasta que tienen la situación bajo control, y en ocasiones se presentan como la reencarnación de héroes populares para mejor combatir al poder, o a sus enemigos, como sucedió con Rodrigo Díaz, el héroe castellano, del que bien pudo decirse que estaba vivo después de muerto: fue embalsamado y ungido... y quedó tan yerta la carne y tan hermosa y el rostro tan hermoso y los ojos abiertos y la barba luenga y muy apuesta, que no hubo en el mundo hombre que no lo supiese y lo viese, que no creyera que estaba vivo; con esta presencia y un buen montaje teatral, sujeto al caballo por dos tablas redondas, una en las espaldas y otra en los pechos... para que el cuerpo no se moviese... vistiéronle una vestidura... pusiéronle su escudo al cuello... su espada Tizón en la mano y el brazo atado bajo la vestidura, el Cid ganará su última batalla después de muerto, aunque, todo hay que decirlo, contando con la inestimable ayuda del apóstol Santiago que se presentó en el combate al frente de sesenta mil caballeros llevando en una mano una bandera blanca y en la otra una espada de fuego.

El cuerpo del guerrero muerto llega a Cardeña tan yerto que no se podía doblar en ningún sentido, pero su carne sigue tan lisa y colorada que no parecía que estuviera muerto y la impresión de vida se acrecienta cuando en lugar de darle sepultura se decide que permanezca sentado en una silla, vestido con sus armas, de las que parece hacer uso siete años después de su muerte cuando un judío intenta mesar al barba al caballero castellano; aún no había llegado la mano al rostro del Cid cuando cayó la mano derecha de éste de las cuerdas del manto, se enganchó en la cruz de la espada y la sacó de su vaina cosa de un palmo. Cuando esto vio el judío, tuvo tan gran miedo que cayó de espaldas y comenzó a dar grandes voces fuera de sí... Desde aquel día, permaneció de la misma forma el cuerpo del Cid de manera que nunca más pudieron cambiarle las vestiduras ni apartar la mano de la espada, ni sacar ni meter ésta en la vaina y así permaneció durante tres años pasados los cuales el cuerpo comenzó a descomponerse, cayósele al Cid el pico de la nariz y se decidió darle cristiana sepultura junto a su mujer Jimena, pasados diez años desde su muerte en Valencia del Cid 2.

 

Los predicadores justifican la pobreza y aconsejan resignación

Entre los grupos sociales aceptados en el mundo medieval no hay sitio para los pobres, sin duda, como explica Eiximenis, porque «cada persona de la comunidad es y debe ser miembro vivo y debe guardar la manera que los miembros vivos tienen en el cuerpo en el que viven'», es decir, ha de ser útil a la comunidad del mismo modo que brazos, piernas, ojos y oídos son útiles al cuerpo, y los pobres, que nada producen, no son útiles a la comunidad,

Inexistentes socialmente, mal vestidos y peor alimentados, los pobres medievales pueden, sin embargo, ser un peligro para el orden social puesto que nada tienen que perder y, por otra parte, la sociedad medieval necesita explicar la existencia de los pobres y ofrecerles alguna salida a su situación y, de paso, buscarles alguna utilidad,

La causa última por la que hay pobreza y existen pobres en el mundo es ignorada o confundida con la justificación de la pobreza, No faltan autores como Ramon Llull, que aluden al acaparamiento de los bienes por unos pocos, a la mala distribución de la riqueza, como origen de la pobreza, pero a esta causa natural añade inmediatamente una causa «divina»: por el gran amor que Nuestra Señora tiene a la limosna quiere que haya muchos que pidan", y por esta razón hay tantos pobres en el mundo que piden limosna 4, María ama la limosna y por esta razón existen los pobres, para que se les pueda dar limosna, En definitiva, la existencia de los pobres es algo querido por Dios, en quien se halla la última causa, y Lull oscila entre las recomendaciones a los ricos para que den limosna, y a los pobres para que acepten con resignación su pobreza,

Con ligeros matices se expresa la misma idea en obras como los Castigos e documentos del rey don Sancho, obra en la que se justifica la pobreza por la necesidad que tiene el hombre de dar limosna para salvarse, ca la limosna lava los pecados del pecador 5 y la idea trasladada al terreno humano lleva a Eiximenis a decir que los pobres han sido puestos en el mundo para que los hombres puedan salvarse a través de la limosna, para que -comparando su situación con la de los pobres- den gracias a Dios por haberles liberado de la miseria y para que, a la vista de las dificultades y necesidades que padecen los pobres, los demás se esfuercen en su trabajo y hagan cuanto les sea posible para evitar la pobreza; el autor anónimo de la Doctrina Compendiosa va un poco más lejos y culpabiliza a los pobres si intentan romper la diferenciación económica y social querida por Dios: No te maravilles ni te extrañes si Dios te da tales oficiales y otras adversidades, porque tus pecados lo merecen y tus méritos lo exigen 6. Menos dura con los pobres es la doctrina que intenta hacer más llevadera la suerte de los pobres justificándola con la frase de todos conocida: Bienaventurados los pobres porque de ellos será el reino de los cielos.

La salvación en el otro mundo siempre que en éste se acepte con resignación la pobreza es defendida de manera clara por Vicente Ferrer cuando comenta la parábola de los invitados descorteses y la del rico epulón y del pobre Lázaro en sermones que podemos considerar como una obra maestra de la interpretación de textos para ponerlos al servicio de una idea: los pobres son los hijos predilectos de Dios y, si llevan su pobreza con resignación y se humillan, verán compensadas las calamidades de este mundo con la salvación en el otro 7.

Con la orden: trae aquí a los pobres, tullidos, ciegos y cojos, se inicia el sermón basado en la parábola de los invitados descorteses que con diversos pretextos rehusaron asistir a una cena especialmente dispuesta para ellos y vieron cómo su puesto era ocupado por los desheredados de la fortuna llamados a toda prisa por el criado del anfitrión.

El párrafo inicial de la parábola: Homo quidarn fecit cenarn magnam et vocabit multos, oculta tres secretos: quién invita, qué cena ofrece y quienes son los invitados. El anfitrión es Cristo; la cena que se ofrece es la gloria del paraíso que se recibe al final de la vida, razón por la que se habla de cena y no de almuerzo, contraposición que permite afirmar que Cristo ofrece a sus fieles mal almuerzo (vida difícil) y buena cena (la gloria del paráiso) mientras el diablo da a quienes se dejan seducir por él buen almuerzo en esta vida y mala cena (el infierno), o, lo que es lo mismo, quien vive bien en este mundo corre el peligro de pasarlo mal en el otro, y quienes pasan necesidad en esta vida tendrán la gloria eterna según se demuestra en la parábola del rico epulón y del pobre Lázaro, intercalada en el sermón de los invitados descorteses.

La frase Había un hombre rico y a su puerta estaba un hombre pobre llamado Lázaro, basta para descubrir el primer secreto; cuando Cristo habla del rico no da su nombre -epulón no es nombre sino adjetivo equivalente a comilón o tragón: el texto latino utilizado por Ferrer habla de un hombre que epulabatur diariamente, que estaba continuamente de comilonas- y cuando habla del pobre lo nombra: el nombre de quienes hacen penitencia, oraciones y ayuno está escrito en los cielos, mientras que el nombre de los ricos está en el infierno. Por esta razón Cristo no quiere que los nombres de los ricos estén escritos con los de los justos sino sólo los nombres de los pobres que con paciencia sostienen los afanes y tienen paciencia en las enfermedades.

El párrafo Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado al seno de Abraham,. murió también el rico y fue sepultado en el infierno... tiene también su secreto: cuando Jesucristo habla de la vida humana, habla primero del rico y cuando habla de la otra vida, habla primero del pobre... para demostrar que los ricos son en todas partes los primeros en este mundo, en la mesa, en el concejo, en la iglesia... mientras que en el otro mundo los pobres  van por delante de los ricos, como podrán entender los oyentes con la semblanza que les cuenta Vicente Ferrer:  dicen algunos que hay tanta diferencia entre el rico y el pobre como entre el halcón y la gallina. Al halcón el señor lo tiene en su mano y cuando en el verano hace calor si es necesario le echará agua por el pecho, salpicándolo para refrescarlo,. y en el invierno, cuando haga mucho frío, tanto lo ama el señor que lo hará dormir en su habitación... y cuando muere, tira su cadáver al estercolero. Ysi la gallina se pone ante el señor no la dejará vivir y la harán permanecer en el establo; ningún honor se le hace en vida pero cuando está muerta la llevan ante el señor en bandeja de plata... Ved aquí por qué Jesucristo habla primero del rico que del pobre cuando habla de la vida humana.

Volviendo de nuevo a la parábola de los invitados descorteses, Vicente Ferrer explica a los oyentes que las excusas dadas corresponden a tres grupos de personas que no se salvarán: los soberbios, los avaros y los lujuriosos figurados respectivamente en las frases villam emi (he comprado una villa, un señorío), iuga boum emi quinque (he adquirido cinco yugos de bueyes) y uxorem duxi (acabo de casarme); su lugar será ocupado por los cojos, mancos y tullidos de toda clase, por los pobres, cuya vida difícil está simbolizada en una palabra, en un verbo cargado de sentido. Cuando el texto bíblico habla de los primeros llamados a la cena utiliza el verbo vocare (llamar); cuando éstos fallan, el señor ordena a su criado: sal a las calles y cuantos cojos, ciegos, débiles y pobres encuentres introdúcelos aquí (introduc huc), hazlos entrar; y como aún quedan puestos libres en la mesa, el señor ordena que salgan de nuevo a la calle y obligue a entrar (compelle intrare) a los pobres que encuentren. Los primeros son invitados, los segundos introducidos con una cierta fuerza y los terceros claramente obligados a entrar: cada verbo indica una forma de salvarse y los pobres van forzados por sus tribulaciones, enfermedades, muerte de hijos..., por las desgracias que les ocurren en esta vida.

Con los pobres Dios actúa como el siervo con los cojos, ciegos y tullidos recuerda Vicente Ferrer: les ordena que vayan a cenar y si se niegan los golpea, acuchilla, empuja hasta lograr que la casa del Señor esté llena; a la vista de los manjares, las heridas desaparecen y los invitados a la fuerza dan gracias a quien los hirió porque el dolor pasado nada es en comparación con el placer que se les ofrece, la gloria eterna a cambio de los sufrimientos de esta vida.

 

La Ciencia al servicio de la fe

De la Historia Natural escrita por el franciscano Juan Gil de Zamora en los años finales del siglo XIII 8 sólo se ha conservado la parte inicial: el libro primero correspondiente a la letra A y el prólogo de la B, parte insignificante en el conjunto pero suficiente para permitir acercarnos prácticamente a todo el saber medieval, a las preocupaciones de los hombres del siglo XIII y a los remedios que conocen para curar enfermedades o quemaduras, embellecer la piel, abortar, expulsar las lombrices, dar muerte a los animales venenosos... y contribuir a la salvación del alma, que todo esto y mucho más puede aprenderse, por ejemplo, de la lechuga llamada de oreja de asno o de mulo 9 cuyas propiedades físicas permiten a Juan Gil recordar que del mismo modo que la lechuga excoria la piel, el avaro despoja al prójimo; y así como el jugo de la lechuga masticada con calma da muerte a los animales venenosos, una decisión pensada concienzudamente impide las desgracias futuras; porque lo que se puede prever hiere menos y aceptamos más resignadamente los males del mundo, si nos protegemos contra ellos con el escudo de la prudencia.

Juan Gil no es original y su obra es en muchos casos, como ha probado García Ballester, copia literal de las enciclopedias del saber recopiladas por Bartolomé Ánglico, Tomás de Cantimpré, Vicente de Beauvais o Alberto Magno 10, y como sus predecesores y contemporáneos está convencido del paralelismo existente entre el mundo físico, el moral y el religioso. Interesa conocer el mundo, pero interesa sobre todo extraer las enseñanzas morales que de él se desprenden, hablar de las propiedades de las cosas naturales, y de las que se desprenden de las cosas naturales, y recordar que se busca el conocimiento del mundo físico con el fin de disponer de un medio más adecuado para conocer y amar más al creadorl  11. Quien aspire al conocimiento del mundo natural debe recurrir a los libros sagrados y, además, a los dichos de Aristóteles, Avicena, Plinio, Jorath, Isidoro y otros filósofos y santos 12 y a los escritos, podríamos añadir, de su intérprete Juan Gil, plenamente convencido del valor científico de su obra a pesar de las críticas que, sin duda, no le ahorraron sus contemporáneos: Sepan no obstante mis detractores, quienes no saben otra cosa que proferir ladridos contra las personas que trabajan de verdad, que hasta el día de hoy no se ha escrito nada tan completo y acabado sobre la naturaleza y propiedades de los animales... como lo que, con la ayuda de Dios, se va a tratar en esta obra sin prejuicio de ningún tipo I3... para conocer la realidad física y extraer las enseñanzas morales correspondientes, aunque no siempre se expliciten o incluyan las consideraciones morales porque, como señala al hablar de la alheña, son evidentes a los ojos de las personas inteligentes... y porque si se incluyeran en todos los casos, si pretendiera tratar en detalle todos los temas, aburriría con toda seguridad a los expertos y entendidos y esta obra se prolongaría demasiado l4, y demasiado se alargaría éste artículo si seleccionáramos todos los ejemplos posibles15.

Como en el caso de la lechuga de oreja de mulo, las virtudes y propiedades físicas de la mandrágora, del abrótano o de la piedra absicto tienen también su correspondiente utilización moral: lo mismo que la mandrágora embriaga y priva al hombre del sentido corporal, así los placeres carnales privan al hombre del sentido espiritual 16; y así como el abrótano hace crecer el pelo de la barba y de la cabeza, y detiene la hemorragia de las encías, el buen juicio del hombre bueno hace nacer los buenos pensamientos de la mente... (y) ataja el flujo de los malos pensamientos 17; el absicto sirve para llamar la atención sobre el alma con la que tiene una fuerte similitud: la piedra es negra y pesada, y pesada y negra es el alma viciosa; tiene el absicto unas venas o rayitas rojas, que pueden verse en el alma cuando se arrepiente; la piedra retiene el calor durante cuatro o siete días, y el alma tocada por el fuego del Espíritu Santo guarda el amor de Cristo durante las cuatro estaciones del año o durante los siete días que dura la vida humana 18, y las comparaciones pueden extenderse al campo de labor, rico en frutos como el alma virtuosa, o parecido al alma viciosa cuando está encharcado 19. A la garza real se parece el alma contemplativa: aquélla vuela muy alto para evitar la lluvia y contemplar las cosas elevadas, y el alma se eleva sobre sí misma para quedar suspendida de Dios 20.

La alheña antes mencionada simboliza la humildad que cura el orgullo humano y junta lo que ha dispersado la vanidad lo mismo que la planta cura apostemas y consolida los huesos rotos. También cura apostemas el almidón, otro símbolo de la humildad, que cura la soberbia del espíritu 21, y no menor simbolismo encierra un árbol parecido a la alcaparra llamado adrifugin con el que comparte el poder de ablandar apostemas y aliviar las picaduras de avispa: la humildad alivia y suaviza la jactancia y la arrogancia 22.

Amargo de sabor es el ajenjo, y de propiedades y efectos dulces, como la penitencia: el primero protege paños y papeles de la corrosión, de los ratones y de los gusanos, y la penitencia libra de las tentaciones del demonio, el mundo y la carne; da el ajenjo buen aspecto corporal al hombre, y embellece el alma la penitencia. Mata el ajenjo las lombrices y gusanos del cuerpo y destruye la penitencia los deseos carnales; espabila la hierba la embriaguez física y elimina la penitencia los placeres de los pecados; fortalece el estómago y devuelve el apetito el ajenjo, y la penitencia hace desear los manjares espirituales. Como cura todo el ajenjo, lava la penitencia todos los pecados: La penitencia rechaza la avaricia, aborrece la lujuria, ahuyenta el orgullo, fortalece el amor, pisotea la soberbia, pone freno a la lengua, reforma las costumbres, odia la malicia, excluye la envidia. Lo mismo que el ajenjo combate la embriaguez, la oftalmía, la dureza del bazo, la opilación del hígado, los gusanos de las orejas, las tinieblas de los ojos, la ictericia y otras enfermedades 23. Virtudes parecidas a las del ajenjo-penitencia tiene el aloe, que simboliza el espíritu de la penitencia y la meditación en la pasión de Cristo: el primero preserva de la corrupción, conforta y depura, y nada hay que cale tan hondo en el alma del pecador como el recuerdo del pecado... y la meditación frecuente de la amarga pasión de Cristo 24. Efecto de la penitencia es la gracia, comparable ala medicina india llamada Accamarath, cuyas hojas evitan la epilepsia; así como la medicina hace que el epiléptico no caiga al suelo, así la gracia hace que el pecador no caiga ya más en el pecado 25.

Las múltiples virtudes del vinagre tienen cumplida correlación en la abstinencia: el primero enfría, seca, constipa y rompe, y la segunda enfría el ardor de la lujuria, seca, el humor de la lujuria, constipa el flujo de la lujuria, rompe los lazos de la lujuria y los enerva 26. No menos poder tiene el arbusto o árbol llamado agnocasto cuyo nombre -cordero casto- indica las virtudes que posee: reprime la líbido como podrá comprobar quien esparza agnocasto sobre la cama, se ponga un fomento sobre los genitales, o quien beba un poco de castoreo cocido en el jugo de agnocasto. Lógicamente, este árbol es símbolo de la abstinencia y la sobriedad que generan castidad porque el vientre que rebosa comida y bebida afloja las riendas de la líbido 27. Abstinencia y continencia son, por otra parte, comparables a la amatista, que si toca una prenda de vestir, la prenda se torna resistente al fuego y aunque la pongas al fuego no arde, sino que vuelve más clara y resplandeciente y las virtudes citadas reprimen las inclinaciones de la concupiscencia y se oponen al espíritu de fomicación 28.

Con la acedera se puede comparar la virtud de la misericordia, buena la primera para la aspereza de las úlceras, para el impétigo, para las escrófulas y para las apostemas, mientras la segunda socorre a los enfermos, a los débiles ya los necesitados, en quienes las úlceras, la aspereza, los impétigos y las escrófulas se producen a causa del hambre y de la miseria. La acedera es buena para la ictericia y para los apostemas, y la misericordia seca los apostemas y hace desaparecer de ellos el color de la ictericia, gracias al buen corazón ya las limosnas piadosas. La planta es buena contra la picadura de escorpión, y la misericordia se opone a la tiranía del hombre malvado que no respeta al pobre 29.

La caridad está simbolizada en el diamante con el que comparte numerosas cualidades: el diamante no cede al hierro ni a otras materias y la caridad de los mártires nunca cedió ante la rabia de los tiranos; el diamante es la piedra de la reconciliación 30 y a la reconciliación mueve la caridad; así como el diamante sólo se rompe si derramamos sobre él sangre reciente y caliente de chivo, la caridad sólo cede al amor de Cristo, y por ser la más valiosa de las virtudes, es comparable la caridad al áurea alejandrina, el mejor de todos los electuarios.

La paciencia tiene su equivalente físico en la almártaga, piedra que refrena la ira y calma el ánimo. De valor curativo universal es el agárico, especie de hongo que crece al pie de las raíces del abeto, y de la misma forma que el agárico cura casi todas las enfermedades, la piedad socorre todas las miserias o, actuando como el ámbar -que fortalece el corazón y alivia la sofocación de la matriz-Ia piedad levanta y conforta al pobre y al necesitado, al debilitado y al sofocado y los eleva y exalta para que se sienten en el trono de los príncipes en la gloria celestial 31... y así podríamos continuar con las figuraciones de los vicios de los que recordaremos que la, entonces y ahora, temida calvicie o alopecia se compara a la indiscreción de la mente porque así como el pelo de la cabeza simboliza la discreción de la mente, así la caída del pelo representa la indiscreción. Y lo mismo que la cabeza pierde toda su belleza cuando empieza a perder la cabellera, así también desaparece todo el ornato de las virtudes cuando la mente pierde la discreción, como sin duda podría atestiguar Sansón, privado de su fuerza, al perder el cabello por culpa de la navaja de la astucia femenina 32.

El amplio estudio sobre los bostezos finaliza con la comparación entre los bostezos y estiramientos y las pasiones desordenadas del espíritu, que provocan pensamientos, complacencias, consentimientos y actos diversos de carácter nocivo y ligero, las cuales a su vez, arrastran al hombre a la perdición de su cuerpo y de su espíritu y hacia el fuego eterno 33. Juan Gil se limita aquí a seguir las enseñanzas de Hipócrates, Galeno y Avicena y aunque incluye con Galeno el bostezo, la tos, el eructo, el estornudo, el estiramiento y el castañeteo de dientes en una clase común, o sea, el movimiento malo, nada dice del estornudo como símbolo y anunciador de la muerte, aspecto al que se ha referido Juan Gil cuando, en otra de sus obras, habla de las Letanías con las que se pretendió combatir la gran peste que asoló Roma durante el pontificado de san Gregorio Magno: algunos estornudaban frecuentemente y con los estornudos exhalaban el espíritu, y por esta razón cuando se oía estornudar a alguien inmediatamente se decía Dios te ayude y de este hecho ha quedado la costumbre de que cuando alguien estornuda inmediatamente decimos: El Señor te ayude (Jesús)34.

La envidia es como el azogue y como él separa, corroe y carcome todas las cosas; el envidioso adelgaza cuando las cosas le van bien al vecino..., sufre y llora con la fortuna ajena, se alegra con sus fracasos y se felicita por las miserias ajenas..., la virtud le molesta, la felicidad lo hiere, la dicha lo humilla, la alegría lo atormenta 35.

El hombre y su mundo tienen también símbolos de los que el más representativo es el árbol: la raíz es el símbolo de la cabeza con el pelo; el tronco es el cuello; las ramas los pies y las manos; las hojas los dedos. La actividad del hombre tiene gran similitud con las operaciones de los árboles, según puede apreciar el sabio por si sólo (y) en su correspondiente lugar hablaremos de cada una de ellas 36 .La organización jerárquica de la sociedad humana está determinada por la de los ángeles para cuyo estudio en profundidad remite Juan Gil al amplio tratado que dedicó a los ángeles en su obra Armario de las Escrituras 37 de la que aquí ofrece un amplio resumen: entre los servidores del rey hay algunos muy próximos al monarca como son los consejeros, ministros y encargados de cámara (primera jerarquía de ángeles que se encargan de la asistencia directa de Dios y están siempre pendientes de él y se caracterizan por un amor inmenso..., un conocimiento perfecto... y una perpetua comprensión y fruición de Dios); otros se cuidan de los asuntos de gobierno del reino en general como los jefes del ejército o los administradores de la justicia (segunda jerarquía, que tiene como función y razón de ser el cuidado y gobierno de los hombres en general, función que se desdobla entres: presidir y mandar.., ejecutar las órdenes... (y) apartar los obstáculos e impedimentos ), y otros están al frente de una región o parte del reino como regidores, gobernadores y cargos de menor importancia (tercera jerarquía, en la que se distingue entre quien realiza funciones similares a las de los gobernadores persas, quien gobierna una colectividad o quienes, como los ángeles, están al cargo de una persona concreta)38.

La conexión entre el mundo terrenal y el celestial se organiza a través de la Iglesia, comparable a la península de Acaya. La Iglesia es como una isla de este mundo, rodeada del gran oleaje del mal; es decir envuelta en tribulaciones, por sus méritos elevadísima, muy defendida por las virtudes y fundada por el Hijo del sumo rey, como Acaya, que es casi toda ella una isla cuya capital es Corinto, lugar muy estratégico... ya que es casi imposible el acceso a ella debido a la altura del lugar a la multitud de gente que la habita, a su situación estratégica y a la cercanía de la ciudad al mal: Fue fundada por Corinto, hijo de Orestes 39.

No menos justificadamente representan a la Iglesia las amazonas descritas por san Isidoro: son las esposas de los godos... que, al haber sido asesinados a traición sus maridos... empuñaron las armas de ellos y se tomaron la correspondiente venganza... y decidieron vivir en adelante sin el consorcio de los varones. Cuando la Iglesia se sustrae a los placeres mundanos actúa como las esposas que se alejan del marido, como las amazonas que viven lejos de los hombres; es como si se cortara los pechos de los placeres carnales, y del mismo modo que la amazona toma las armas del marido, la Iglesia toma las armas de Cristo y lo venga cuando ataca al ejército de los vicios 40.

Y para finalizar esta larga aunque incompleta relación de comparaciones, símbolos y prefiguraciones, recordaremos que el oro es símbolo del apóstol Santiago, prefigurado en el libro de Job: hay un lugar cuyas piedras son zafiros y su polvo es oro, y oro fue la vida de Santiago que se mostró radiante y lleno de gracia en vida y tras su muerte: su sepulcro, visitado por gentes procedentes del mundo entero, es un zafiro, por su múltiple utilidad, y su polvo, los caminos de su vida, son oro a causa de su santidad. El oro no se consume ni pierde peso en el fuego, no se rompe al trabajarlo, es el más valioso de los metales y mezclado con la comida preserva de la lepra, virtudes que pueden contemplarse en Santiago: mostró valentía y fortaleza al aguantar los azotes, humildad y obediencia al cumplir los preceptos, un amor increible al prójimo y en su predicación fue como médico que devuelve la salud. El zafiro simboliza los milagros del apóstol: cura la fiebre, es bueno contra los venenos, eficaz contra la pérdida de vista, buen remedio contra las dolencias cardiacas, y Santiago repara los daños anteriores de sus peregrinos, los preserva de los peligros posteriores, los purga de los pecados inmundos y les concede gracia suficiente 41.

 

Los cronistas al servicio de la idea unitaria

La idea de una España unitaria y la realidad de una España fragmentada hunde sus raíces en los primeros años del siglo VIl cuando los musulmanes pusieron fin al largo período de unidad hispánica iniciada el año 218 a. C. con el desembarco de los romanos en Ampurias. Tras la batalla de Guadalete, la unidad desaparece y durante la Edad Media coexisten los reinos de León, Castilla, Portugal, Aragón, Navarra, el Principado de Cataluña... y se mantiene la idea de que todos estos territorios más al-Andalus controlado por los musulmanes forman y deben recuperar la unidad bajo la dirección de los herederos directos del último monarca visigodo, título que corresponde a los reyes asturleoneses. La defensa de esta unidad y del predominio astur-leonés-castellano es obra de los cronistas medievales como puede verse tras un análisis somero de las crónicas escritas entre los siglos IX y X1II42.

El modelo del que parten todos son las llamadas Crónicas Asturianas en las que se inicia la vinculación de la dinastía con los monarcas visigodos a través de Pelayo. Aunque escritas en un mismo círculo cultural, la «Rotense», «A Sebastián» y «Albeldense» presentan algunas diferencias en este punto: la primera se limita a indicar que Pelayo había sido espatario de los reyes Vitiza y Rodrigo, la segunda lo considera hijo del antaño duque Fávila, de linaje real, dato que amplía la última para informamos de la vieja rivalidad existente entre Vitiza y la familia de Pelayo: Vitiza en vida de su padre vivió apartado en Tuy, ciudad de Galicia. Allí al duque Fávila, el padre de Pelayo, al que había enviado allí el rey Egica, por causa de su esposa lo golpeó con un palo en la cabeza, por lo cual más tarde murió. y cuando el mismo Vitiza recibió el reino de su padre, a Pelayo, el hijo de Fávila, que después se rebeló con los astures contra los sarracenos, por la razón de su padre que ya dijimos, lo expulsó de la capital regia, y unas líneas más adelante ofrece una genealogía que pone en relación directa a los reyes asturleoneses con el último monarca visigodo: Pelayo, hijo de Bermudo, nieto de Rodrigo, rey de Toledo. Él fue el primero que se metió en las ásperas montañas bajo la peña y cueva de Auseva según la versión primitiva mejorada en los años iniciales del siglo X para recordar que desde Pelayo hasta la era 966, cuando reina Alfonso, hijo de Ordoño -han pasado- 211 años 43. La vinculación con la familia real visigoda se establece también a partir del duque Pedro de Cantabria, cuyo hijo Alfonso casó con la hija de Pelayo y sucedió a éste en el trono astur tras el breve reinado de Fávila. Pedro era de regio linaje según la Rotense cuyo relato amplía la crónica «A Sebastián» que hace a Pedro descendiente del linaje de los reyes Leovigildo y Recaredo; en tiempo de Egica y de Vitiza fue jefe del ejército.

El autor de la Crónica Silense, que se propone contar la vida y hazañas de Alfonso VI, inicia el capítulo segundo con una declaración clara: Alfonso nació de la ilustre prosapia de los godos 44 y para probarlo traza la genealogía del Emperador de las Españas, Alfonso, desde el visigodo Pelayo, espatario del rey Rodrigo, hasta Fernando I con cuya muerte acaba el relato, por lo que no podemos saber hasta qué punto las hazañas de Alfonso lo hicieron digno sucesor de los visigodos; no obstante es posible entrever la vinculación ideológica en el destierro toledano a que es obligado Alfonso por su hermano Sancho; para el cronista, la estancia en Toledo fue decidida por Dios para dar al rey leonés la información precisa para saber cómo aquella ciudad, en otro tiempo espejo de los cristianos de toda España, podría sacarse de manos de los paganos, y los enfrentarnientos y guerras entre los hijos de Fernando I, Alfonso, Sancho y García, no son sino una manifestación más del visigotismo de los reyes hispanos que no dudan en combatir a sus propios familiares para conseguir la regia autoridad; la vinculación con la familia real visigoda no se realiza aquí a través de Pelayo, que sólo es citado como espatario de Rodrigo, sino de Alfonso I y de su padre Pedro de Cantabria, de la estirpe de Recaredo con el que se relaciona el que será emperador toledano incluso a través del nombre que recibe en la pila bautismal, el de Alfonso que indica la vinculación leonesa-visigoda: el primogénito de Fernando y Sancha recibe el nombre navarro-castellano de Sancho, y al segundo, por uno y otro padre plugo llamar Alfonso, nombre leonés, y cuando Fernando I divide el reino entre sus hijos, el cronista antepone Alfonso a Sancho y dice de aquél que le era querido sobre todos sus hijos palabras con las que, tal vez, pretenda sugerir que por este motivo le confió el reino leonés y los Campos Góticos 45.

Llama la atención el interés del cronista por leones izar al castellano-navarro Fernando que se hace ungir en la iglesia leonesa de acuerdo con la vieja tradición; durante dieciséis años tuvo que centrar su actividad en combatir y someter a los leoneses descontentos pero la resistencia de éstos no puso freno a su leonesismo que le lleva a combatir a los musulmanes ya vengar la muerte de su suegro Alfonso V de León: combate y ocupa Viseo para castigar la muerte de Alfonso y lo primero que hace al entrar en la ciudad es buscar al arquero responsable de la muerte del leonés y ordenar que se le corten las manos; inicia Fernando la marcha hacia tierras portuguesas en los Campos Góticos ya los Campos Góticos regresa tras aceptar el vasallaje del rey toledano; aunque había elegido para su sepultura el monasterio de Arlanza, junto a los condes de Castilla, o el de Oña, se deja convencer por la leonesa Sancha y decide enterrarse en el cementerio real de León donde descansaban en Cristo su padre el príncipe Alfonso, de digna memoria, y su hermano Bermudo, serenísimo rey.

La bondad de sus campañas contra los bárbaros, objetivo de un digno sucesor de los reyes visigodos 46 es reconocida por Dios a través de milagros y visiones cuyos protagonistas son el apóstol Santiago y el arzobispo Isidoro de Sevilla: el primero se aparece en Compostela, en sueños, a un griego incrédulo que duda de la actividad militar del apóstol y le comunica el día y la hora en que Fernando tomará la ciudad de Coimbra; y el segundo, también en sueños, se aparece al obispo Alvito de León, le comunica la voluntad divina de que su cuerpo sea trasladado a la ciudad leonesa y le indica el lugar donde está sepultado 47.

Pelayo de Oviedo se propone continuar la Historia escrita por los dos Isidoros, el obispo pacense o pseudo-Isidoro y el sevillano, por Julián de Toledo, Sebastián de Salamanca y Sampiro de Astorga y lleva su relato desde el reinado de Vermudo II hasta la muerte de Alfonso VI. Pelayo recuerda que Fernando I ocupó militarmente León y que allí recibió la corona y fue hecho rey en el reino de León y de Castilla, expresión cuyo sentido de legitimación leonesista-visigoda se prueba cuando refiriéndose a Sancho II de Castilla recuerda que tras derrotar a Alfonso y desterrarlo a Toledo el rey Sancho recibió el reino de su hermano Alfonso y se impuso a sí mismo la corona en León 48; cuando Alfonso une ambos reinos y ocupa Galicia, no se hace coronar, quizá porque el título leonés incluía todo el antiguo territorio y Alfonso ya había sido coronado rey de León; Pelayo se limita a decir que Alfonso recibió el reino de su hermano Sancho..., decidió ocupar el reino de su hermano García..., recibió los reinos de sus hermanos... El leonesismo de Fernando se observa igualmente en la confirmación de las leyes que su suegro el rey Alfonso había dado a León. También Alfonso VI merecerá un milagro en los últimos días de su vida: la muerte del conquistador de Toledo es anunciada por Dios haciendo que manen agua las piedras de la iglesia de San Isidoro de León, agua que simboliza y anuncia el luto y las tribulaciones que caerán sobre España tras la muerte del rey: ideo ploraverunt lapides et manaverunt aquam 49.

La Crónica Latina de los Reyes de Castilla que se inicia prácticamente con el reinado de Alfonso VI 50 recuerda que Fernando I tuvo el reino de León por razón de su mujer; pues había casado con la hija del rey Vermudo de León. También en esta crónica se atribuye al designio divino la ocupación de Toledo: le inspiró Dios el saludable consejo de ocupar Toledo...,. por virtud divina los toledanos entregaron la ciudad al rey Alfonso...

La Crónica Najerense se inicia con la mención del reinado de los godos desde Atanarico hasta Suintila, es decir durante el período tolosano que resume diciendo que entre uno y otro reinado transcurrieron doscientos cincuenta y seis años; a partir de este momento, desde el punto en que los visigodos se instalan en Toledo, la narración es per- sonalizada, rey por rey, hasta llegar a Rodrigo, con cuya historia finaliza el libro primero; se inicia el segundo con la elección de Pelayo espatario de los reyes Vitiza y Rodrigo cuya genealogía se sigue hasta llegar a Fernando I, que recibió el reino leonés por Sancha, su mujer y hermana de Vermudo III, y fue consagrado, símbolo del poder, por el obispo católico Servando en la iglesia de Santa María de León a pesar de lo cual no fue plena- mente aceptado hasta dieciséis años más tarde, aspecto en el que, como en otros muchos, sigue a veces casi literalmente la narración de la Crónica Silense: elección de sepultura por Sancha y Fernando, predilección hacia Alfonso, campañas militares, intervenciones de Santiago y San Isidoro, entrega de los Campos Góticos a Alfonso, mencionado antes que su hermano Sancho 51...

Alfonso VI, conquistador de la ciudad regia visigoda, es también, según el cronista, quien pone fin al rito mozárabe cuya defensa asumen paradójicamente los castellanos: ante la falta de unanimidad sobre el rito que se ha de seguir, se somete la decisión a un juicio de Dios, a un combate de dos caballeros, uno del rey Alfonso por la ley romana y otro castellano... por la ley toledana y fue vencido el caballero del rey; no conforme con esta decisión divina, el monarca hizo encender un gran fuego en medio de la plaza y pedir un nuevo juicio de Dios: se echarían al fuego dos libros uno conteniendo el oficio Romano, otro el Toledano y se adoptaría el rito que lograra salir ileso, pero como el Toledano diera un gran salto fuera del fuego, el rey lo echó en él de nuevo diciendo,. 'dobléguense las leyes al deseo de los reyes` origen del refrán allá van leyes do quieren reyes, como recordarán literalmente algunos años después el arzobispo toledano y los redactores de la Primera Crónica General...

Lucas de Tuy escribe su crónica a petición de la reina Berenguela, madre de Fernando III, en los primeros años del siglo XIII, y aunque inicia su trabajo como uno de tantos espejos de príncipes indicando las cinco condiciones que ha de reunir el monarca para regir bien a los súbditos pronto confía la educación de los reyes a la Historia que va a escribir siguiendo a Isidoro ya los cronistas posteriores que se han ocupado de los reyes Godos, anteriores y posteriores a Rodrigo pues tan godos son Rodrigo, el conde Julián y los hijos de Vitiza responsables de que la Gothorum gloriam et patriam subdidit Agarenis como los reyes Ramiro III y Vermudo II de León, Regum Gothorum, o los Gothis militibus que colaboraron con Almanzor en el saqueo y destrucción de las ciudades leonesas a fines del siglo X haciendo verdad el dicho de que jamás fueron vencidos los godos sino combatiendo contra sí mismos, expresión que probará su validez a la muerte de Fernando I cuando los enfrentamientos entre sus hijos lleven a la muerte y desaparición de non modica Gotthorum militum parte. Unificados los dominios paternos por Alfonso VI, éste no tardará en ocupar la ciudad de Toledo quae olim fuerat mater et gloria regni Gotthorum, éxito que unido a otras victorias sobre los musulmanes le permitirán hacerse llamar lmperatorem Hispaniae 52. Cuando busca marido a su hija Uraca lo encuentra en el noble Raimundo qui erat de regali genere Gotthorum, vt de tali coniugio Regum semen suscitaretur, semilla a la que deben su origen Alfonso VII y la infanta Sancha.

Pocas novedades aporta el Tudense en otros campos respecto a los cronistas anteriores si exceptuarnos la insistencia en el proyecto de Fernando I de combatir a los musulmanes y en el terror que embargó a éstos cuando vieron Legionem et Castellam in vnam corcordiam conuenire et Regem fortem et sapientem illis imperare. Como sus predecesores, menciona los Campos Góticos o la colaboración del apóstol Santiago en la lucha contra los musulmanes, en la defensa de la fe patrum suorum Regis Recaredi atque Regis Adefonsi al que seguramente habrá que identificar con Alfonso V de León, cuyas leyes reciben aquí el nombre concreto de leges Gotticae en clara referencia a Isidoro de Sevilla: Quia... Isidorus Doctor et Legislator Hispaniarum extiterat, Rex Fernandus statuit ut in eius Ecclesiae leges Gotticae a Legionensibus omnibus discernerentur. La devoción a Isidoro y a lo que éste representa lleva al cronista a recordar la vigencia del rito mozárabe-visigótico y a omitir la recepción del rito romano de tal manera que si no dispusiéramos de otros textos el hecho habría pasado desapercibido: In praedicta vero Synodo almi Sacerdotes de fide Catholica colloquentes statuerunt vt secundum regulam beati Isidori Hispalensis Archiepiscopi ecclesiastica officia in Hispania regerentur, y sólo la mención a las letras Gallicam y Toletanam permite intuir los conflictos planteados en León por las exigencias de Gregorio Vil. Lucas de Tuy parece creer o hacernos creer que todo el problema se reduce al uso de un tipo determinado de letra: el Sínodo dispuso, también, vt scriptores de caetero Gallicam litteran scriberent et praetermitterent Toletanam in officiis ecclesiasticis vt nulla esset diuisio inter ministros Ecclesiae Dei 53. El arzobispo sevillano tiene un papel aún más destacado en la versión castellana de la crónica, que lo hace intervenir en la ocupación de Toledo con un papel semejante al que los textos señalan al apóstol Santiago en la ocupación de Coimbra: si el Apóstol anuncia a un peregrino griego el día y la hora de la ocupación de la ciudad, cuando Alfonso asedia Toledo con la hueste de los godos, Isidoro se aparece en sueños al obispo Cipriano de León y le comunica que antes de quince días Alfonso ocupará Toledo, la muy noble çibdad de las Españas, porque yo seré presente y echando los moros yo restituyré la çibdad que non se puede combatir a la honrra christiana, la qual adelante no será dada en las manos de los moros...

Rodrigo Jiménez de Rada vincula la historia castellano-leonesa a la visigoda desde el prólogo en el que explica cómo accedió a escribir la Historia de los hechos de España atendiendo la petición hecha por Fernando m de Castilla y León: entre todos los príncipes los siglos tuvieron por principales a los reyes de los godos y los transmitieron de generación en generación, y sus grandezas las he continuado hasta el tiempo que me precedió... vinculando a los reyes con Pelayo y a éste indirectamente con Rodrigo: Vitiza hizo sacar los ojos a Teodefredo, padre de Rodrigo, y también pretendía aplicar un castigo semejante a Pelayo, a cuyo padre había matado en Tuy con un palo, pero al refugiarse en Cantabria esquivó el odio de su perseguidor; ya que el Señor quería que se mantuviera en España un refugio de salvación; páginas adelante, recuerda con la Rotense que Pelayo había sido espatario de Vitiza, y con la crónica A Sebastián que Pedro de Cantabria era descendiente del gloriosísimo príncipe Recaredo, nombre que añade a la vinculación familiar la religiosa a través del autor de la conversión de los godos al cristianismo; indirectamente se vincula a los reyes astures con los visigodos al incluir en la lista de los monarcas muertos violentamente a Ataulfo que fue muerto a traición en Barcelona por uno de los suyos,.. Sigerico... Turismundo... Teodorico". Eurico... Amalarico... Theudis, Theudisclo..., Agila... Hermenegildo,.. Liuva,.. Witerico.., Witiza... Rodrigo", y Fruela que mató a su hermano Vímara con sus propias manos, y los suyos, en venganza, lo asesinaron en Cangas; la lista puede ampliarse considerablemente y así lo recordará el arzobispo toledano al justificar los enfrentamientos de Alfonso VI y Sancho II: como los reyes de España deben a la feroz sangre de los godos el que los poderosos no soporten a nadie igual ni los débiles a nadie superior; con bastante frecuencia las exequias de los reyes se empaparon con la sangre del hermano entre los godos. Así, el rey Sancho.., digno sucesor y heredero de la crueldad goda, empezó a sentir sed de la sangre de sus hermanos...»

Pocas novedades aporta el arzobispo toledano en otros puntos: justifica como sus antecesores la ocupación del reino leonés por Fernando I al que correspondía a través de su esposa Sancha, pues no había otro heredero, a pesar de lo cual tuvo que vencer militarmente la oposición de los leoneses antes de ser coronado por el obispo Servando de León; tal vez para atraer a los reticentes, Fernando refrendó las leyes de los godos, y aun- que había dispuesto ser enterrado en Sahagún o en San Pedro de Arlanza, no sólo se dejó convencer por su esposa y ordenó ser enterrado con ella en la iglesia de San Isidoro de León por él construida sino que hizo trasladar desde el monasterio de Oña al panteón real leonés los restos de su padre Sancho de Navarra, monarca que se había hecho conceder, como Fernando I, el título de emperador desde el momento en que ocupó militarmente la ciudad regia sucesora de Toledo; entre las realizaciones de Fernando I se incluye la orden de que las leyes de los godos tuvieran vigencia en todo el reino de León...

Cuando en 1085 se ocupa Toledo, el centro de gravedad ha pasado claramente de León a Castilla y así lo declara el Toledano al identificar el reino con Castilla: la asegurada Castilla puso sitio a Toledo disponiendo campamentos para siete años y bloqueando sus entradas.", pero cuando narra la implantación del rito romano, Rodrigo no hace -como la crónica Najerense- que Castilla defienda el rito toledano frente al monarca, influído por su esposa Costanza y presionado por Roma, sino que atribuye la defensa del rito mozárabe al pueblo y al ejército: andaba alborotado el clero y el pueblo de toda España porque el legado y el rey los presionaban para que adoptaran el oficio francés,.,,' mientras el clero, el ejército y el pueblo se negaban rotundamente a que cambiase el oficio, el rey, instigado por la reina, defendía lo contrario amenazándoles con toda clase de calamidades. Finalmente la firmeza del ejército fue decisiva para que se acordase poner fin a la disputa mediante un duelo. y habiéndose escogido dos caballeros para que lucharan uno por el rey en defensa del oficio francés y otro por el pueblo y el ejército en defensa del toledano, fue vencido en el duelo el caballero del rey estallando el júbilo del pueblo porque había triunfado el caballero del oficio toledano; el rito visigodo supera también la segunda prueba o juicio de Dios y mientras el libro romano se quema en el fuego, el toledano saltó fuera de las llamas,., sin haber sufrido un rasguño ni la más ligera quemadura, pero por encima de los juicios de Dios estuvo la decisión del monarca y desde entonces el oficio francés, tanto en el Salterio como en lo demás, se observó en las Españas, donde nunca antes había tenido vigor; aunque en algunos monasterios se conservó ( el mozárabe) durante algún tiempo y aún hoy se sigue entonando su traducción del Salterio en muchas catedrales y monasterios; con el rito mozárabe se abandonó la escritura toledana que había inventado el obispo de los godos Ulfilas 54.

De las crónicas citadas, especialmente de los relatos del Tudense y del Toledano, toma sus datos la Primera Crónica General de España redactada en el círculo de Alfonso X, que ofrece numerosos testimonios de la aspiración unitaria y de la vinculación de los reyes leoneses con los últimos monarcas visigodos y aporta algunos datos significativos que, en ocasiones, son el resultado de traducir al castellano los textos latinos de sus fuentes: donde el toledano afirma que in regem ab omnibus est receptus et regali diademate... insignitus, los colaboradores del Rey Sabio escriben que fue recebido y luego de todos por rey et sennor; et el... obispo de León unciól estonces por rey en la eglesia... et púsolla corona del regno en la caber;a, traducción en la que destaca la referencia a la unción regia, propia de los reyes visigodos; unas líneas más adelante, se indica que Fernando, rey de Castilla y de León, ganó Navarra y Portugal, Galicia y Asturias et fue después sennor de Espanna; cuando divide el reino entre sus hijos, Sancho le recuerda que no podía hacerlo ca los godos antiguamente fizieran su postura entre sí que nunqua fuese partido el imperio de Espanna mas que siempre fuesse todo de un sennor; también esta crónica atribuye la ocupación de Toledo al rey de Castilla, que fija en la ciudad su residencia, su trono, esto es su siella real. Al hablar de los juicios de Dios que tuvieron lugar para adoptar el rito y la letra francesa, el monarca ofrece una versión original: el libro del officio francés quexávase con el fuego et queríesse apegar a él, et el libro estonces dio salto sobre todas las llamas, et saliósse de la foguera veyéndolo todos...,' et el libro dell oficio de Toledo fincó en la foguera sin todo danno, de guisa que en ninguna cosa non le contanxo el fuego nin le fizo mal ninguno.

Poco aportan las crónicas particulares de Rodrigo Díaz, de Sahagún 55 o de Zamora y tan sólo tiene algún interés la Compostelana cuando recuerda en el prólogo cómo se perdió el recuerdo del sepulcro de Santiago durante la ocupación musulmana y cómo Dios mostró el lugar donde estaba el santo cuerpo cuando quiso restaurar el reino de Hispania, en tiempo del obispo Teodomiro 56.

También en las crónicas musulmanas pueden verse referencias al período visigodo y a los «derechos «de los monarcas leoneses, puestos siempre en boca de cristianos: en el relato del monarca granadino se ponen en boca de Sisnando, el mozárabe puesto por Fernando I al frente de Coimbra, las siguientes palabras: Al-Andalus... era en principio de los cristianos, hasta que los árabes los vencieron y los arrinconaron en Galicia, que es la región menos favorecida por la naturaleza. Por eso, ahora que pueden, desean recobrar lo que les fue arrebatado..., idea que, con parecidas palabras pone Ibn 'Idari en labios de Fernando I: Nosotros hemos dirigido hacia vosotros los sufrimientos que nos procuraron aquellos de los vuestros que vinieron antes contra nosotros, y solamente pedimos nuestro país que nos lo arrebatasteis antiguamente, al principio de vuestro poder; y lo habitasteis el tiempo que os fue decretado; ahora os hemos vencido por vuestra maldad. i Emigrad, pues, a vuestra orilla allende el Estrecho y dejad nos nuestro país i porque no será bueno para vosotros habitar en nuestra compañía después de hoy; pues no nos apartaremos de vosotros a menos que Dios dirima el litigio entre nosotros y vosotros...

Ibn al-Kardabus atribuye a Alfonso VI el proyecto de reclamar la península de al-Andalus entera para sí y acusa al rey leonés de haberse atribuído el puesto de los césares. Se familiarizó tan íntimamente con el orgullo, que consideró despreciable a todo el que andaba sobre la tierra. Tomó el título de emperador.. y empezó a titularse en los documentos que procedían de él, de Emperador de las Dos Religiones. Juró a los embajdores de los príncipes musulmanes que no quedaría en la Península ningún faccioso -taifa- ni les dejaría un refugio...

El adoctrinamiento de la sociedad medieval se realiza de otras muchas formas pero confío en que los ejemplos presentados sean suficientes para reconocer el papel que poetas, predicadores, científicos y cronistas desempeñan en este campo y para llamar la atención de los historiadores sobre la necesidad y el interés de revisar las obras de juglares, trovadores y goliardos, predicadores y herejes, científicos, cronistas, literatos y filósofos.

 

NOTAS

1. Sigo la versión incluida en Obras Completas de Gonzalo de Berceo, Logroño 1971

2. El relato detallado puede verse en la obra de Ramón MENÉNDEZ PiDAL, Primera Crónica General de España, vol II, Madrid 1955.

3. Traduzco al castellano los textos catalanes utilizados.

4. Obres esencials Barcelona 1957-1960, vol, I, Libre de Santa Maria, pág, 1231,

5. El libro está incluido en Escritores en prosa anteriores al siglo XV, Biblioteca de Autores Españoles, U, Madrid 1922, y el texto puede verse en las páginas 98-99.

6. Doctrina Compendiosa, Barcclona 1929, págs, 94-95.

7. SANT VICENT FERRER, Sermons, Barcelona 1932-1934 (reed. de 1971).

8. IOHANNES AEGIDIUS ZAMORENSIS (Juan Gil de Zamora). Historia Naturalis. Estudio y edición Avelino DOMÍNGUEZ GARCÍA y Luis GARCÍA BALLESTER, 3 volúmenes, Valladolid 1994. Sobre Juan Gil puede verse el trabajo de José-Luis MARTÍN y Jenaro COSTAS, Juan Gil de Zamora, De preconiis Hispanie o Educación del Príncipe, Zamora 1997.

  9.Cuando se rocía con vinagre es buena para la morfea. Excoria la piel Con harina de cebada elimina la erisipela... Hace desaparecer las escrófulas cuando se la aplica con sebo. Se pone con cera sobre todo tipo de úlceras y principalmente sobre las quemaduras con fuego. La raíz... asienta el estómago y su cocción con agua de... cártamo... es eficaz para el dolor del bazo y para la ictericia , para el dolor de riñones o para la piedra en los mismos. Cuando una mujer se aplica por bajo su raíz, aborta. Sus hojas, cocidas en vino, estriñen el vientre... Resuelve los humores coléricos. Y la raíz de la variedad que tiene las hojas cetrinas, con hisopo y mostaza, mata las lombrices y las saca fuera... La cocción de raíz... es buena para las fiebres rebeldes. Cuando se mastica un poco de la variedad cetrina. ..y se arroja sobre los animales venenosos, los mata. Las otras dos variedades son buenas para las mordeduras de serpiente, tanto bebidas como untadas o escupidas, según indica Avicena (I, pág. 133).

10. Ob. cit., vol. I, pág. 55 y siguientes.

11. Págs. 1551 y 1559.

12. Pág. 1559.

13. Págs. 1559-1561.

14. Pág. 301, o, como señala en las páginas dedicadas a la alopecia: lo dicho sugiere muchas lecciones morales. Por eso es suficiente indicar el camino en algunas cuestiones, no en todas, con el fin de evitar una extensión excesiva de esta obra (pág. 363). De lo dicho se desprenden consideraciones morales evidentes, recuerda una vez más al hablar del amidén (pág. 379) o del acederaque: De lo dicho puede el hombre sabio sacar fácilmente tema de rejlexión moral (pág. 1549).

15. V. en su día el artículo enviado para su publicación en el Anuario de Estudios Medievales con el título de Comparaciones, símbolos y prefiguraciones: el mundo físico y su proyección moral y religiosa.

16. Es la mandrágora un poderoso anestésico recomendado, por ejemplo, cuando es preciso amputar un miembro: Si alguien quiere amputarse alguno de sus miembros, que beba tres almucet de mandrágora en vino y le producirá subeth, es decir, cierre violento de los ojos, obturación del cerebro y un sueño profundo y continuo (págs. 133-135).

17. Recordemos solamente, por su actualidad, las virtudes "capilares" del abrótano, mencionadas ya por Avicena: va bien para la calvicie... favorece el nacimiento de la barba tardía, cuando se cuece con determinados aceites, gracias a su virtud aperitiva... Cuando se cuece con aciete, calienta la cabeza y elimina su frigidez... (pág. 137)

18. Puede verse el texto correspondiente al absicto en la página 139.

19. Pág. 267.

20. Pág. 1019.

21. Pág. 381.

22. Pág. 237.

23. Id., págs. 139-147. Entre las muchas propiedades del ajenjo se incluye la de reducir el apetito, aunque ha de tomarse con mucho cuidado porque sus semillas dañan la boca del estómago.

24. Pág. 333.

25. Pág. 167.

26. Págs. 175-181. Como curiosidad copio la fórmula de fabricación del vinagre: pon vino bueno en un vaso lleno sólo hasta la mitad y déjalo sin tapar... Si quieres hacerlo más rápidamente, calienta un metal o una piedra y ponla en el vino, sin tapar la boca del vaso. O bien déjese el vaso al sol durante dos o tres días (pág. 177).

27. Pág. 289-293. Por sus poderes contra la lujuria, las mujeres romanas acostumbraban a llevar consigo los frutos del agnocasto en los funerales, cuando por motivos de pública dignidad era preciso guardar continencia,

28. Pág. 371. Además, la amatista es parecida al alumbre por sus propiedades de resistencia a los maleficios de los magos,

29. Págs, 173-175.

30, Pág. 1491, Según Dioscórides, si la mujer se hubiera apartado del marido, el poder del diamante hace más fácil el retorno de la mujer a su perdón... Si con la debida precaución se coloca un diamante auténtico junto a la cabeza de la esposa dormida, su marido podrá saber si le es fiel; pues, si es fiel, la fuerza del diamante la empuja a abrazar al marido, en cambio, si no la es, la fuerza del diamante la aparta de él y, como si fuera ya indigna de la presencia del diamante, cae de la cama (Pág, 233),

31. Pueden verse las comparaciones en las páginas 267 y 375, El poder curativo del agárico se extiende a la epilepsia,el asma, la úlcera de pulmón, la ictericia, el dolor de estómago y de hígado, las flemas; provoca la orina y calma el dolor de riñones, las fístulas y hemorroides...

32. Págs. 361-363. En la obra de Juan Gil no faltan recetas contra la calvicie, como la que reproducimos a continuación: Se diluye dragacanto blanco y goma arábiga en agua de rosas; se mezcla con igual cantiduad de ungüento y se unta la cara del enfermo, permaneciendo toda la noche con la cara envuelta en un paño; por la mañana se lava la cara y se limpia con leche de semillas frias o con leche de cabra o con el vino donde haya cocido una serpiente -se dice que el vino gusta mucho a las serpientes- (Pág. 361).

33. Pág. 321.

34. Publica una traducción del texto latino J. L. MARTÍN, Juan Gil de Zamora: Maremagnum de escrituras, Dictaminis epithalamium, Libro de las personas ilustres, Formación del Príncipe, Zamora, 1995, págs. 39-42. Otro símbolo precursor de la muerte es el bostezo: cuando alguno bostezaba varias veces moría al instante y por esto cuando alguien tenía ganas de bostezar se apresuraba a hacer la señal de la cruz sobre sí mismo, costumbre que ha quedado entre nosotros desde entonces.

35. Pág. 1025. Para el envidioso no hay consuelo; su enfermedad es incurable, un sufrimiento sin respiro, un suplicio ininterrumpido... es la peste que arrojó al ángel del cielo y al hombre del paraíso..., la peste que golpeó a los hijos de Israel en el desierto; la envidia armó contra José a sus hermanos, arrojó a Daniel al foso de los leones y fue la envidia, finalmente, quien clavó en la cruz a Cristo, cabeza nuestra. No de otra manera actúa el azogue o mercurio, cuyo humo destruye el oído y hace que huela malla boca cuando pasa por ella..., estropea la vista... es mortal a causa de su enorme poder corrosivo... (pág. 1025)

36. Dedica a los árboles las páginas 951-1009 , pero en ellas no se encuentra ninguna otra consideración aplicable a la sociedad humana.

37. Sobre esta y otras obras de Juan Gil, v. las páginas escritas por José-Luis MARTÍN y Jenaro COSTAS, De preconiis Hispanie o Educación del Príncipe, Zamora 1996.

38. Págs. 453-469.

39. Págs. 171-173.

40. Págs. 371-373.

41. Págs. 1531-1535.

42. Los textos utilizados son la Crónica Silense, de Pelayo de Oviedo, Najerense, Latina de los Reyes de Castilla, el Chronicon Mundi de Lucas de Tuy, y la Historia de los Hechos de España del arzobispo toledano Rodrigo Jiménez de Rada, textos anteriores a la Primera Crónica General de España de Alfonso X, suficientemente conocida tras la edición de Menéndez Pida! que indica para cada capítulo las fuentes en las que se basaron los "historiadores" del círculo alfonsino. Se añaden a las crónicas generales del reino las Gesta Roderici Campidocti, las crónicas anónimas de Sahagún, la Historia Compostelana de Diego Gelmírez y la Historia y Alabanza de Zamora, de Juan Gil; las crónicas musulmanas que utilizo son las Memorias del rey granadino Abd Allah, la Crónica Anónima de los Reyes de Taifas y AI-Bayan al-Mugrib de lbn 'Idari y la Historia de al-Andalus de lbn al-Kardabus.

43. GIL FERNÁNDEZ, J. y otros, Crónicas Asturianas, Oviedo 1985.

44. En la parte no original de la Crónica en la que el Silense sigue a los cronistas de Alfonso III o a Sampiro pueden verse otras muchas referencias al mundo visigodo identificado con el leonés: el muladí Muza es godo de nación; Alfonso III de León que establece su cuartel general en los Campos Góticos como años más tarde harán Fernando I y Alfonso VI, se casó con Jimena, de la familia real goda; la muerte de Almanzor liberó al Género de los Godos de la destrucción...

45. ...Regnum suum filiis suis dividere placuit. Aldefonsum itaque, quem prae omnibus liberis carum habebat, campis Gothorum praefecit atque omne Legionensium regnum suae ditioni mancipavit. Constituit quoque Santium primogenitum filium suum super Castellam Regem... en la versión latina en la que el término quoque incluye una cierta subordinación y la referencia a los Campos Godos ensalza el poder de Alfonso. Sigo la versión latina dada a conocer por BERGANZA, FRANCISCO DE, Antigüedades de España propugnadas en las noticias de sus reyes, en la Corónica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, en Historias, cronicones y otros instrumentos manuscritos, que hasta aora no han visto la luz pública, Parte Segunda, Madrid MDCCXXI, págs. 521-548.

46. ...luego que, muertos el hermano y el cuñado, ve todo el reino sometido a su obediencia sin obstáculo, seguro ya por lo tocante al país, dispuso emplear el tiempo restante en rendir a los bárbaros y afianzar las iglesias de Cristo

47. Desde este momento, Isidoro no será de Sevilla, sino de León o, dicho de otra manera, sin dejar de ser visigodo se hará leonés y como tal defenderá a los suyos en las guerras contra los musulmanes, anunciando la fecha de ocupación de algunas plazas e incluso combatiendo al Iado del apóstol Santiago -según Lucas de Tuy o Juan Gil de Zamora- en época de Alfonso IX. Un leonés, Isidoro, ocupa el lugar del castellano San Millán cantado por Berceo.

48. Fernando es coronado; Sancho, usurpador del reino leonés, tiene que coronarse él mismo; el primero se entierra en León y llevan al segundo a enterrarse en Castilla en el monasterio de San Salvador de Oña.

49. El protagonismo del visigodo Isidoro de León se manifiesta de múltiples maneras, además de las señaladas en la nota 13; aquí son las piedras de su iglesia las que lloran para manifestar el llanto de España tras la muerte de Alfonso VI, y cuando años más tarde una imagen de la Virgen con el Niño lloren, en la iglesia de San Esteban extramuros de León, lágrimas de sangre, símbolo de la sangre que correrá en las guerras entre castellanos y leoneses durante los reinados de Alfonso VIII y Alfonso IX, la imagen milagrosa será llevada a San Isidoro, iglesia y fortaleza en la que se decidirá la sucesión de Alfonso IX en favor de Fernando III: el leonés Lucas de Tuy recuerda que Isidoro, para ayudar a Fernando, llegó a amenazar de muerte al noble que pretendía mantener León para las hijas de Alfonso IX...

50. En breves líneas traza la historia de los condes de Castilla tras la muerte de Fernán González hasta el reinado de Fernando I del que recuerda la conquista de Coimbra y la división del reino entre sus hijos.

51. Sigue a Pelayo de Oviedo en la narración de las señales que precedieron a la muerte de Alfonso VI y del envío de embajadas a Roma para sustituir el rito mozárabe por el romano, al que aludimos a continuación.

52. Paradójicamente, Alfonso VI, el conquistador de Toledo, es para Lucas de Tuy responsable directo de la entrada en la Península de los almorávides a los que habría llamado de acuerdo con su ..suegro" el rey de Sevilla para que ayudaran a éste frente a los demás reyes musulmanes y debilitaran a éstos ante los cristianos: Accepit filiam Regis Benabeth... quasi pro vxore... Deinde, habito consilio cum Benabeth euocauit ad Hispaniae partes barbaras, transmarinas gentes quae Almorabides siue Almophades vocantur; putauerat enim Rex Adefonsus quod paedictae gentes pugnarent cum ceteris Sarracenis et mutuo gladio barbari delerentur.

53. La falta de una edición crítica del texto de Lucas de Tuy impide sacar conclusiones sobre el silencio del cronista que conoce y, en ocasiones, sigue al pie de la letra crónicas anteriores en las que se narra con detalle el enfrentamiento entre "toledanos" y "romanos", La versión castellana de esta crónica llega incluso a suprimir el párrafo que se refiere al Sínodo.

54. Se ocupan del tema los capítulos XXIIII y XXV; en el primero se recuerda que todavía entonces se observaba en toda España la escritura gótica, la traducción del Salterio y el oficio de la misa instituido por lsidoro y Leandro, que junto con la escritura y la traducción se conoce por toledano, y el segundo se titula Sobre la sustitución del oficio toledano.

55. El anónimo cronista se limita a recordar que Alfonso estaba en este tienpo ocupado en fechos de armas, virilmente guerreando contra los ynfieles, e en esperial contra la muy abastada e famosísima çibdad dellos, conviene a saber, Toledo...

56. ...tempore persecutionis ingruente et superba paganorum tirannide Christiani nominis dignitatem conculcante totus fere Christiane religionis cultu longo iam tempore inde euanuerat. In toto igitur tempore sarracenorum et longo etiam tempore post restitutionem fidelium ueneranda beati Apostoli tumba... fruticum siluarumque spissitudine mansit diutissime cooperta nullique usque ad tempus Teodomiri Hiriensis episcopi fuit reuelata aut cognita. Sed quando omnipotenti Deo placuit ecclesiam suam laborantem uisitare... regnum Hispanie transtulit... et... Christi sui nomen atque fidem inibi suscitauit.



EL ADOCTRINAMIENTO DE LA COMUNIDAD:
JUGLARES, PREDICADORES, CIENTIFICOS E HISTORIADORES


José-Luis Martín
(UNEn. Madrid)

 

ACTAS DE LA
VIII SEMANA DE ESTUDIOS MEDIEVALES


LA VIDA COTIDIANA EN LA EDAD MEDIA

NÁJERA DEL 4 AL 8 DE AGOSTO. 1997
INSTITUTO DE ESTUDIOS RIOJANOS
LOGROÑO 1998

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