Biblioteca Gonzalo de Berceo Crucero entre viñedos de Arenzana de Abajo, y al fondo, tras las choperas del río Najerilla,el montículo Santa Lucía, ara de ritos ancestrales.

 

     La falta de estudios sobre el rico folklore riojano y, concretamente, de un romancero, pone en peligro de desaparición total el conjunto de tradiciones y leyendas que aun sobreviven en los más apartados rincones de la provincia. Como muestra de estas manifestaciones del arte popular reproducimos varias composiciones de carácter religioso recogidas de la tradición oral en los lugares que se indican; posiblemente, ninguna de ellas será totalmente ignorada: de algunas indicamos versiones análogas que pueden verse en algunas colecciones de tierras próximas, pero no indicamos las variantes por ser tan profundas las diferencias que, casi siempre, se trata de redacciones diferentes de un mismo tema.

 

Los cuatro primeros romances han sido dictados por José Gil Rubio, de 82 años de edad, natural de la villa de Ocón:

 

1.-Romance de la Virgen y el Niño.

Allá arriba en aquel alto
hay una iglesia muy linda
que la ha labrado Jesús
para la Virgen María.

Los pilares tiene de oro
el color de plata fina

y entre almena y almena
tres mil ángeles había.

En medio de todos ellos
está la Virgen María;

a Jesús tiene en sus brazos;
Jesús teta le pedía.

-¿Por qué llora usted mi madre?
¿Por qué llora madre mía?
-Lloro por los pecadores
que yo mucho los quería.
-Si mucho los quiere Madre
yo por ellos moriría.

El comienzo es análogo al de los romances recogidos con los núms. 371-74 por José María Cossio y T. Maza Solano, en su Romancero Popular de la Montaña, tomo II.

 

 

2.-Este romance-oración ha sido recogido en Pradejón con algunas variantes locales:  

      

Virgen María,
que bien seria

con su librito de oro
que en la mano tenía;
por un lado rezaba,
por otro leía,

por otro soñaba,
la Virgen María.
-¿Qué haces ahí María?
-Ni duermo ni velo
ni sueño que tengo.

Esta noche he soñado

que a Cristo han clavado
en el monte Olivar

con ciento cuarenta y úna espina

y todas de un espinar.

El que esta oración dijese
tres veces al acostar,
bajará la Virgen María

una hora antes de expirar.
El que la sabe y no la dice

el que la oye y no la aprende
llegará el día del juicio
y verá lo que sucede. (1)

 

(1) V. el n.º 479 de la citada obra de Cossío-Maza Solano. tomo II.

 

 

 

3.-Existe otra versión más breve del mismo romance que suprime los dieciseis versos cerrados por los corchetes:

 

Allá arriba en un Belén,
siete leguas del Calvario,

me encontré una mujercita

con su librito rezando.

-Le dije: Mujer cristiana,

¿Has visto a Jesús amado?

-Si le he visto o no lo he visto
por aquí mismo ha pasado

con una cruz a los hombros

y una cadena arrastrando

y una soga a la garganta

que de ella le iban tirando.

San Juan y la Magdalena

le llevaban de la mano.

[Sentadita está la Virgen
a los pies de una alameda,
por allí pasó José

le dijo de esta manera:

-¿Cómo no me hablas, mi Virgen?
¿Cómo no me hablas mi bella?
-¿Cómo quieres que te hable

tan triste y en tierra ajena?

¡Ay! ¡Si yo tuviera a mi hijo

y sin dolores lo tuviera!

Si me lo queréis bajar

os diré de qué manera;

San Juan os ayudará

y también la Magdalena.
Yo también os ayudara

si mis fuerzas me valieran].

Caminemos hijos míos
caminemos al Calvario

que, para bien que lleguemos,
ya le habrán crucificado.

Ya le clavan las espinas
ya le remachan los clavos
ya le daban la lanzada

en su divino costado.

La sangre que le caía
caía en cáliz sagrado.

y el hombre que la bebiese
seria rey coronado.

El que esta oración dijese
todos los viernes del año
sacará una alma de pena
y la suya de pecado. (1)

(1) V.los núms. 455·60 de la citada obra de Cossio-Maza, II.

4. Tilín, tilín

las campanillas de San Martin.

San Martín está en la cuesta,
con las campanillas puestas,
esperando la oración,
la oración del peregrino,
cuando Jesucristo vino
y se puso de rodillas
a rezar la Magdalena.

Magdalena, Magdalena,
no te canses de llorar;
a los hijos dales teta
y a los grandes dales pan,
del de la tierra oconesa
que ese será buen pan.


 

 
 

Los romances 5, 6. 7 y 8 han sido recogidos en Baños Río Tobía de labios de una anciana venerable.

 

5. En aquel peñasco duro
hay una niña sentada

con su Rosario en la mano
rezando a la Virgen Santa.

Vió venir a tres doncellas  
y
vió venir a tres damas,

las dos vestidas de blanco,  
la tercera de morada.

    Le preguntan a la Niña,
que ¿de quién son esas cabras?
-De usté, de usté son, Señora,
porque en vuestro amparo andan.
-¿En qué me conoces, niña?
¿En qué me conoces, alma?
-¿En qué la he de conocer,
si es usté la Virgen Santa?
-Por esta razón que has dicho
te he de llevar en mi banda.

A eso de la media noche
su padre estaba en la cama:
-¿Dónde estará la hija mía,
a estas horas con las cabras?

Oyó una voz que decía
que decía estas palabras:

-«Su hija ya está en los cielos
que la ha llevado la Virgen

en su bendita compaña».

6. En aquel pradíto verde
hay una fuente muy clara
donde se lava la Virgen
su cuello y su linda cara.

Cuanto más ella se lava
más bendición tiene el agua;
bendíta sea la mujer
que a esta fuente va por agua.

La hija del Rey que la vió
del Palacio donde estaba 
muy aprisa se vestía
más aprisa se calzaba.

Coge los cántaros de oro
y a la fuente va por agua;
en medio del caminito
se encuentra a la Virgen Santa:
-¿Dónde la hija del Rey?
¿Dónde va tan de mañana?
-¿Dónde tengo de ir, Señora?
A coger la flor del agua;
y le vengo a preguntar
si he de ser monja o casada.

-Casadita has de ser, niña,
con el Príncipe de España;
tres hijas has de tener

la una Isabel, la otra Juana
la otra Santa Catalina
pa servir a Santa Clara.

 

 

7.-Damos dos modalidades distintas de este romance-oración, ambas encontradas en Baños de Río Tobía.

A.-Aquel portillo abierto
nunca lo vi cerrado

pasa la Virgen María

vestida de azul y blanco.

El vestido que llevaba
nunca lo vi manchado
manchóselo Jesucristo
con sangre de su costado.

Jesucristo a decir Misa
con tanta divinidad

lleva la hostia en el cáliz
para ir a consagrar.

A un lado lleva a San Pedro
al otro lado a San Juan

y en medio sus doce apóstoles
a su mesa a comer pan.

-Esta noche, hijitos míos,
Yo os he de confesar,

mañana por la mañana

os daré de comulgar.

El que esta oración dijere
tres veces al acostar

las puertas del paraíso
abiertas encontrará;

las del infierno cerradas
por toda la eternidad.

 

B.-Virgen, que virgen parísteis
y a todos nos recogisteis,

recógeme a mi, Señora,

que soy alma pecadora.

Escalera sois del cielo,
escalera sois, Señora, a
rco de la Trinidad;
Jesucristo va a decir misa
con grande divinidad.

A su lau lleva a San Pedro
y también lleva a San Juan

y también lleva a sus doce

a la mesa a tomar pan. --
-«Hijos míos esta noche

os daré de confesar

y mañana a la mañana

os daré de comulgar».

Quien esta oración dijere
tres veces al acostar

verá a la Virgen María

una hora antes de expirar.

Las puertas del paraíso
abiertas las hallará;
cerradas las del infierno
por toda la eternidad.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime una:

-Una la casa santa,
casa de Jerusalén;

Gloria al Padre, gloria al Hijo
gloria al Espíritu Santo. Amén.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime dos:

-Dos las tablas de Moisés,
una la casa santa,
casa de Jerusalén;
gloria al Padre, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime tres:

-Tres las tres Marías,
dos las tablas de Moisés,
una la casa santa, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime cuatro:

-Cuatro los cuatro evangelistas,
tres las tres Marías, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime cinco:

-Cinco las llagas de Cristo,

cuatro los cuatro evangelistas

tres las tres, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime seis:

-Seis los seis candelillos

cuando ardían en Galilea,

cinco las cinco llagas, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime siete:

- Siete los siete cielos,

seis los seis, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime ocho:

-Ocho los ocho coros,

siete los siete; etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime nueve:

-Nueve los nueve meses,

ocho los ocho coros, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime diez:

-Diez los diez mandamientos, nueve, etc.

De las doce palabras de Cristo;
alma buena, dime once:
-Once las once mil vírgenes,
diez los diez, etc.

De las doce palabras de Cristo,
alma buena, dime doce:
-Doce los doce apóstoles,
once, etc.

 

 

 

9. - Villancico

Se trata de un villancico muy difundido en el ámbito nacional, p. e.: Extremadura, Andalucía, Galicia; lo hemos recogido en Huércanos de labios de una venerable anciana, y tanto por las diferencias peculiares observadas en el texto musical, como en el literario-especialmente en la 2.a parte-, podría constituir una modalidad regional:

 

                     1ª.-parte     
 

Madre en la puerta hay un Niño

más hermoso que el sol bello
y dice que tiene frío

porque el pobre viene en cueros.
-Anda y díle que entre se calentará
porque en este mundo ya no hay caridad.

Entra el Niño y se calienta
y
después de calentado

le pregunta la patrona:

¿En qué patria se ha reinado?

El Niño contesta:
-Soy de lejas tierras,
mi madre en el cielo
y Yo bajé a la tierra .

 -Niño, si quieres cenar
te pondremos de contado.

¡Hale a hacer la cama al Niño
en la alcoba y con primor!

-No me la haga usted, señora,
pues mi cama es un rincón;

mi cama es el suelo

desde que nací

y hasta que me muera
ha de ser así.

A la mañana siguiente,
el Niño las puertas abre;

lo primero que le dice:
-Señora, Dios se lo pague.

 

 

2ª.-parte

 

    La Madre buscando al Niño
por veredas y por plazas:

-¿Y habéis visto al Niño,
al sol de los soles,
al que nos alumbra
con sus resplandores?

 

    Ya encuentra la Madre al Niño
lo primero que le dice:

-¿Dónde has pasado la noche
que no te has helado de frio?

-¡Si viera usted Madre

qué cama me han dado!

He llegado a casa de un rico
los alanos me han echado,

y he llegado a casa de un pobre
y una limosna me han dado;

y yo les prometo,

aunque soy muchacho,

darles el castigo

según me lo han dado.

                      

 

10.-Saliendo Dios a cazar.

Romance recogido en Matute, recitado por Leona Armas de Diego, de 90 años de edad. Del mismo existe otra versión con pequeñas variantes en Villaverde de Rioja.

 

Saliendo Dios a cazar
a la caza que solía,

ni encontraba caza muerta
ni encontraba caza viva.

Se ha encontrado con un rico
que era de mala encolía (1)

--Le ha dicho: si había Dios

-y ha dicho que Dios no había.

-Mira lo que dices, rico,

que hay Dios y Santa María
y te puede dar la muerte
como te ha dado la vida.

- Yo no le temo a la muerte
ni tampoco a quien la envía.

A eso de la media noche
la muerte a por él venia ...
-Detente, rabiosa muerte,
detente, siquiera un día.
-No me puedo detener

que es Dios quien a ti me envía,
a llevarte a los infiernos,

a los más hondos que habría.

 

 

(1) Encolía=mala saña.

 

Redacciones bastante diferentes pueden verse en N. Alonso Cortés, Romances tradicionales (Revue Hispanique, 1920, L.) y en J. M.a de Cossio y T. Maza Solano, Romancero  popular de la Montaña, s. a., I, n.º 263-65.

 

 

 

11.-La Virgen y S. José.

Romance para acostarse, recogido en Badarán. Recitado por la anciana Agustina Armas. Al final se reza un Ave,María.

 

La Virgen y San José
iban a la romería:

la Virgen iba tan cansa
que ni caminar podía.

Cuando llegan a Belén
toda la gente dormía.

-Abra la puerta, portero,

a San José y a María.

-Estas puertas no se abren
mientras no amanezca el día.

Se fueron a establecer
a un portalito que había
y entre la mula y el buey
nació el hijo de María.

La mulita le coceaba
y el buey manso le lamía.

Era tan pobre la Virgen
que ni pañales tenía;

se quitó la toca blanca
que sus cabellos cubría;
la hizo cuatro pedazos
y a su niñito envolvía.

Ya bajó un ángel del cielo
y los pañales traía:

los unos eran de lino

los otros de holanda fina.

Marchó el ángel a los cielos
cantando el Ave,María.

 

 

12.-Jueves Santo.

Romance de Pasión para cantado en la liturgia popular de Semana Santa: Calvarios, procesiones etc., usado en los pueblos de la cuenca del Rio Najerilla.

 

Jueves Santo y Viernes Santo,
días de mucha Pasión,

día en que crucificaron

a Cristo Nuestro Señor.

Por los pies echaba sangre
por las manos mucha más.
Pasó por allí la Virgen

y se la quiso limpiar.

-Madre mía no me limpie,
no me haga usted tanto mal
que éstas son las cinco llagas,
que yo tengo que pasar

por los vivos y los muertos,
todita la Cristiandad.

Haga usté una limosnita ~  Variante 
que en el cielo la hallará ~  adicional

 

 

13.-Camina la Virgen.

Reproducimos este romance, tan conocido en el cancionero de Castilla, no sólo por las diferencias textuales que contiene, sino también para delinear mejor la geografía que ocupa. Ha sido recogido en Matute..

 

Camina la Virgen Pura,
camina para Belén ...

como era el camino largo
pidió el Niño de beber.
-No pidas agua, mi vida,
no pidas agua, mi bien,
que bajan los ríos turbios
y no se puede beber.

Allá arriba en aquel alto
hay un lindo naranjal
cargadito de naranjas

que no se puede tener;

el guarda que los guardare
es un ciego que no ve.
-Dame, ciego, una naranja
pa este Níño que trae sed.
-Coja, usté, la mi Señora,
 las que sean menester.

La Virgen coge una una,
florecen de tres en tres;
cuanto más coge la Virgen
más vuelven a florecer.

¡Válgame Dios de los cielos!
¡Jesús, María y José!

¿Quién es aquella Señora,

que a mí me ha hecho tanto bien?
-La Madre de Jesucristo

que va con su hijo a Belén.

 

 

14.-El Descendimiento.

En este romance, como en el siguiente, podemos observar un fenómeno frecuente en la literatura popular: la agrupación, en una misma composición, de elementos distintos por su origen; fenómeno explicable por la analogía de argumento, o mejor por la pérdida de estrofas en la transmisión vocal de los romances. Este, recogido en Abalos, parece ser el desarrollo completo de las estrofas: «Sentadita está la Virgen», insertadas al romance «Allá arriba en un Belén».

 

Sentadita está la Virgen
cosiendo paños de seda;
pasó por allí José,

le dijo de esta manera:

-¿Cómo no me hablas, la Virgen;
cómo no me hablas, la bella?
-¿Cómo quereis que yo os hable
tan sola y en tierra ajena;

si un hijo que yo parí,

-sin dolores lo pariera-

ahora lo veo clavado

en una Cruz de madera?

Si me lo quereis bajar
yo os diré de qué manera:

San Juan os ayudará

y también la Magdalena;
yo también os ayudara

si las fuerzas me valieran.

En el monte del Calvario
hallareis una escalera,

que allí dirá quién murió,
que ahí dirá quién muriera:
-«Aquí murió el Redentor ,
de los cielos y la tierra

para abrirnos con su sangre
de la Redención las puertas».

El que esta oración dijere
todos los viernes del año,
sacará una alma de pena

y la suya de pecado.

 

 

 

15.- Tengo un escapulario.

     He aquí un romance que, tal como ha sido recogido, resulta un mosaico abigarrado de fragmentos de distinta procedencia.

Comienza con las estrofas de «Jueves Santo», sigue con las dos primeras de «Aquel portillo abierto» y continúa:

 

Yo tengo un escapulario
de la Virgen del Rosario;
cada vez que me lo pongo
me acuerdo de San Antonio;

    Cada vez que me lo quito
me acuerdo de Jesucristo.
Jesucristo es mi padre.
Santa María, mi madre,
los ángeles, mis hermanos.

Me llevaron de la mano,
me llevaron a Belén

y del Belén al Calvario,

y del Calvario a una fuente
que allí estaba San Vicente.

    
     Ni de día, ni de noche
a la hora de nuestra muerte
con una cruz en la frente.

Allí está mi Dios
en un monumento
pagando las penas
que yo merezco.

Santo Dios, Santo Fuerte,
Santo Inmortal,

libranos, Señor,

de todo mal. (1)

 

(1) V. Cossío-Maza Solano, loc. cit .. II, n.º 311

 

 

 

 

16.-Allá arribita.

Recogido en Matute.

Allá arribita una ermita
que la llaman San Simón,
donde damas
y doncellas
iban a hacer oración.

Llevan saya, sobre saya
y jugón sobre jugón (2)

y en cada carrillo llevan
onza y media de color,

y en cada zapato llevan
onza y media de talón.

      Cuando entraban en la Iglesia

se vió un grande resplandor;

el cura diciendo misa

por mirarlas se turbó;

el que echa las vinajeras

por mirarlas las rompió

y el que toca las campanas

por mirarlas se mató.

 

(2) Jugón=cintas del zapato que se atraviesan por el cubrepié.
           (Ex
plicación de la recitadora): Será jubón.

 

 

Los versos que siguen a continuación  parecen estar desligados del tema anterior no solo por el argumento sino también por la métrica:

 

Madre, si yo me muriese
no me entierren en sagrado,
que me entierren en un prado
donde no pazcan ovejas

ni ningún otro ganado.

Por cabecera me pongan
un librito colorado
con cuatro letras que digan:

«aquí ha muerto Jesús Amado»;
que no ha muerto de tercianas
ni de punta de costado,

que ha muerto de mal de amores
de que Dios le había dado.

 

 

 

17.-Valdominos.

Recogido en Badarán; presenta analogías con la canción infantil de corro «El Marínerito» que desarrolla el mismo pensamiento, y tiene también semejanzas con el romance «Mañanita de San Juan», recogido en Asturías por D. Agustin Durán y publicado en su Romancero. El nombre «Valdomi­nos» es de vieja tradición en los romances caballerescos.

 

Se pasea Valdominos
del comedor a la sala
y le daban tentaciones
de irse para la Habana.

A eso de medio camino
el caballo cayó al agua;
se le apareció el demonio
en figura de una dama.
-¿Qué me darás Valdominos
si te he de sacar del agua?
- Te daré mi cadenita
que a mi cuerpo va arrodeada.
- Más me darás Valdominos
si te he de sacar del agua.
-Te daré mi cuerpecito;
más no puedo darte nada.
-Pues ya que me das el cuerpo,
¿Qué te' cuesta darme el alma?
- Marcha demonio al infierno
que contigo no quió nada;
la alma se la mando a Dios,
el corazón a Santa Ana,
el cuerpecito a los peces
y a las anguilas del agua;
los huesos a un compañero
para que haga una campana,
para que toquen a muerto
la mañana de Santa Ana.

 

 

NOTAS PARA UN ROMANCERO RELIGIOSO DE LA RIOJA
JOSE MAGAÑA

BERCEO
IER
NÚMERO IV
AÑO II
LOGROÑO 1947

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