Biblioteca Gonzalo de Berceo De estas nieves de la Sierra de la Demanda nace el río Oja.

 

     

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          Desde principios de siglo tuve oportunidad de pasar largas y continuadas temporadas en Ojacastro, mi pueblo natal, y pronto me llamaron la atención las costumbres y el habla de ganaderos y campesinos de ese pueblo y de los demás de la cuenca alta del río Oja, tipismos que hasta entonces habían conservado su peculiaridad, por ser región poco influenciada por formas idiomáticas extrañas.

     Pasaron varios años sin que comenzara a recoger los vocablos y modalidades de tal habla popular, que después amplié a la de los vecinos de los pueblos restantes de la cuenca del Oja.

     Ordenadas esas voces, fui dándolas a conocer en varias publicaciones sucesivas que verá el lector a continuación. La primera lista se publicó en 1948, con motivo de un Concurso Literario de Juegos Florales al que me presenté con el trabajo "El folklore en el Valle de Ojacastro". En él incluí el vocabulario que había recogido hasta entonces. Fue premiada mi aportación y se publicó por el Instituto de Estudios Riojanos (1). Unos años después de 1954 publiqué nueva lista de voces en la "Revista de Dialéctica y Tradiciones Populares" (2). Y por fin, en mi libro "El río Oja y su comarca", publicado por la Diputación de Logroño en 1968, incluí otra nueva lista de los que había recogido hasta esa fecha, aumentada con frases y refranes localistas (3).

     Hacía ya algún tiempo que tenía idea de refundir las citadas listas, añadiendo a la vez las voces recogidas después, singularmente las de la cuenca baja del río Oja, a fin de que el lector, y sobre todo el lingüista, se dieran cuenta de las características del léxico del habla de la comarca, que no se había podido acusar por razones obvias en las citadas publicaciones parciales.

     Proyecto que, al fin, se ha hecho realidad en esta publicación gracias a la buena acogida que me ha dispensado el Instituto de Estudios Riojanos.

     Vocabularios y estudios publicados del habla de la Rioja

    No han sido demasiados los estudios que hasta la fecha se han hecho en la Rioja, y sobre todo es de lamentar que, salvo uno de ellos, los demás, incluso los míos, han sido demasiado tardíos y por lo tanto no se pudo recoger en ellos muchas voces que estaban ya en desuso.

    La primera colección de voces data de finales del siglo XVIII. Fue el "Diccionario Etimológico de Voces Provinciales de la Rioja", del Padre fray Manuel de Echevarría, manuscrito que se conserva en la Biblioteca de la Diputación de Logroño. Se hallaba inédito, hasta que Goicoechea lo incluyó en su "Vocabulario", como él nos cuenta. De esta obra nos ocuparemos de nuevo.

     Pasan cerca de dos siglos sin que conozcamos nueva publicación, hasta que, en 1946, Luisa Yravedra publicó las voces de Cervera del Río Alhama (4). Se trata de una aportación de gran utilidad que nos da a conocer los rasgos fonéticos de esa alejada zona cerverana, que tiene muchas diferencias dialectales con las que presento en esta publicación, por estar muy influenciada y en constante lucha con el léxico de los dialectos de Navarra, Aragón y Soria.

     Sigue después el trabajo del malogrado Rvdo. D. José Magaña (5), cuya prematura muerte le impidió, como era su proyecto, publicar otras aportaciones que tenía preparadas y que incluyó Goicoechea en el suyo, como veremos. El trabajo de Magaña es de gran calidad y se nutre con voces de 15 pueblos de la Rioja, entre ellos los de Cervera del Río Alhama y Cornago.

    A este trabajo sigue el "Vocabulario" de Fernando Fernández de Bobad'illa (6), del que sólo se publicó hasta la letra E, a pesar de que el autor prometía terminarlo. Nos dice que las voces están tomadas de viva voz entre los vecinos de Arnedo, que con las publicadas de esa zona dan idea más completa del habla de esos pueblos de la Rioja Baja.

     Viene después el "Vocabulario Riojano", de Cesáreo Goicoechea (7), publicación que merece mayor comentario. Se trata de un libro premiado por la Real Academia Española, en el que su autor reunió todas las voces que hasta esa fecha se habían publicado por los autores citados en los trabajos que acabo de reseñar. Empieza por incluir las 405 voces que dio a conocer en su "Diccionario" el Padre Echevarría, según hemos visto. Sigue Goicoechea incluyendo las voces recogidas en Cervera por la Srta. Yravedra, las que publicó D. José Magaña y las que tenía inéditas antes de su muerte, según refiere Goicoechea. Hace lo propio con el "Vocabulario arnedano". Incluye también Goicoechea las voces publicadas por mí en 1949, pero no cita las 112 de mi segunda lista de 1954, que también copia. Y por fin añade en su "Vocabulario" una serie de aportaciones de una lista de colaboradores que cita en la introducción de su libro. Todas las voces reunidas por Goicoechea alcanzan el número de 3.000 y, aunque se trata de una labor de gabinete, sirve este copioso vocabulario de la Rioja de índice de las voces publicadas hasta entonces.

     Otro de los autores que se han ocupado de las características del habla de la Rioja es el profesor Antonio Llórente Maldonado de Guevara (8). Se trata de un buen estudio lingüístico que está basado en las voces recogidas en 12 pueblos de las distintas comarcas de la Rioja que cita, y destaca la diversidad del habla fronteriza de los pueblos estudiados por la influencia que reciben, y agrega el profesor que la entonación de sus vecinos es parecida a la vasca, y no a la castellana. Se ocupa con detención de la influencia vasca y dice: "...Alta mención merece el elemento vascuence, tanto el patrimonial como el recientemente incorporado, aunque el sustrato euskérico no sea tan abundante como era de esperar, tratándose de una comarca que habló vascuence hasta el siglo XIV...".

     Sigue la reciente publicación de "El habla de Anguiano", que tiene mucho interés, pues ha sido tomado "in situ" a base de encuestas entre varios vecinos, cuyas voces se grabaron en cinta magnetofónica. Este trabajo, hecho con buen criterio lingüístico, tiene, además, interés por ser Anguiano la capitalidad del extenso valle alto del río Najerilla, que es un centro geográfico importante, situado al comienzo de la garganta por donde discurre ese río, al que sigue la carretera que después de un recorrido muy quebrado llega a la provincia de Burgos, con altura superior a los 1.000 metros. Los vecinos de este pueblo, ganadero en su mayoría, han conservado su rica fonética y etnografía, poco contaminada de influencias extrañas dada su situación geográfica.

     Todos los vocabularios y trabajos que he citado completan la colección de publicaciones de quienes se han ocupado de dar a conocer el habla de las distintas regiones de la Rioja.

    Voy a incluir otros trabajos que, aunque se refieran a provincias limítrofes, conviene conocer por tratarse de zonas lindantes con la cuenca del Oja, puesto que por razones geográficas y de vecindad están más o menos interinfluidas sus respectivas voces, y por eso se repiten buen número de ellas.

    La primera publicación aludida es de Federico Baráibar (9), que es el pionero de esta clase de temas en las provincias del Norte y ha reunido en su libro, publicado en 1903, buen número de voces alavesas. La colección está presentada con buen criterio y añade muchas referencias en cada voz.

     Otro tanto ocurre con otra larga colección alavesa que recoge Gerardo López de Guereñu (10), que, por la misma razón indicada a propósito del libro de Baráibar, repite voces de ese autor, como afirma el primero en su preámbulo: "Todos hemos espigado los mismos rastrojos", y agrega que las ha incluido por corresponder a ciertas zonas o para demostrar su continuidad en el habla popular.

     Hace unos años se publicó otro extenso vocabulario, en el que el profesor Fernando González Ollé (11) hace un acabado estudio del habla de la Bureba, región limítrofe de toda la zona noroeste de las tierras de la cuenca del Oja, por cuya cercanía se verán muchas voces comunes.

     Terminada la reseña de los vocabularios y estudios que anteceden, hemos visto las diferencias dialectales existentes entre el habla de la Rioja Baja, influenciada por las de Aragón y Navarra, y, en cambio, la analogía de las voces vascongadas y de la Bureba con las muchas que se ven en el vocabulario que presento, prueba clara de la conveniencia de que estos trabajos se realicen por zonas geográficas separadas y se recojan de viva voz.

     Datos históricos, geográficos, etnográficos y lingüísticos de la cuenca

    La Rioja ha sido muy codiciada en todos los tiempos, y es una región natural muy definida. Sus tierras llanas han sido siempre muy feraces por su clima de tipo medio y por estar regadas por varios ríos que descienden de las sierras de la Demanda y Cameros para desembocar en el Ebro.

    Fue poblada por las tribus de los berones, y una pequeña parte por la de autrigones. Los romanos ocuparon con más detención la parte llana de la Rioja. Todas sus tierras fueron atravesadas de Sur a Norte por la Calzada, vía de comunicación importante que atravesaba sus tierras. Por San Torcuato entraba en la cuenca del Oja, y descendía a la llanura de ese río, que lo pasaba por el vado de Villalobar de Rioja, para continuar después por las ruinas actuales de Libia, sobre el pueblo de Herramélluri, y seguir a Briviesca. Esta vía sirvió de comunicación a caudillos romanos con sus legiones para guerrear contra cántabros y astures.

    El Camino de Santiago que entraba por Logroño utilizó esa Calzada hasta que Santo Domingo la desvió y la hizo pasar por la población que fundó, construyendo el famoso puente sobre el río que mejoró el paso a los peregrinos que venían de todas las naciones de Europa.

    El paso de la Calzada y el Camino de Santiago fueron grandes vías de comunicación que influyeron notablemente en el cruce de lenguas, pues coincidió con la llegada del romance de las montañas del Norte, que fue desplazando a la lengua vasca, cuyos restos han quedado en la toponimia de la cuenca, según queda probado en mis publicaciones sobre este tema. La penetración alavesa, ya en la época medieval, volvió a llevar nueva corriente vasca a la cuenca baja del Oja, en la que quedaron los nombres que hoy perduran, tales como Morcuri, Cihuri y Vermoduri, entre otros.

    La cuenca del río Oja se compone de alta montaña y en el primer ensanchamiento de esa sierra se asienta Ezcaray, cuyas numerosas aldeas están repartidas entre sus montañas y valles. No lejos de Ezcaray se hallan los pueblos de Zorraquín y Valgañón. A corta distancia está Ojacastro con sus aldeas, pueblo que con los tres anteriores formó el valle de su nombre, que fue un ensayo de división administrativa medieval, donde se mantuvo el vascuence hablado más tiempo que en el resto de la Rioja.

     Poco poblada esta sierra, en 1350 se dio a sus habitantes amplio fuero de repoblación y a su amparo se debe el primer brote de fabricación de paños en Ezcaray y pueblos cercanos, industria artesana que da ocupación a una parte de sus habitantes.

    A Ojacastro, ya en la zona media, le siguen Santurde y Santurdejo. La zona baja empieza en Santo Domingo, en plena llanura, que sigue hasta la desembocadura del Oja, pasando por los pueblos de Villalobar de Rioja, Baños de Rioja, Castañares, Casalarreina y Cihuri, cerca de la desembocadura de dicho río en el Tirón, ya en el término de Anguciana.

    La ocupación de los habitantes de la cuenca ha sido muy variada. Desde la primera época hasta principios de este siglo, los serranos se dedicaron principalmente a la ganadería, alternando con cortos cultivos en laderas y pequeñas huertas, para obtener algunos productos para sus necesidades. Los moradores de la zona media son también ganaderos y se dedican a la agricultura con mayor intensidad, lo mismo que los de la cuenca baja. Los que viven en los pueblos finales del río alternan la agricultura con el cultivo de la vid.

Ojacastro y su entorno. El río Oja de la imagen no corresponde con absoluta exactitud a la realidad  

Hasta principios de este siglo, los serranos siguieron viviendo de la ganadería, y el resto de los habitantes de la cuenca entregados a las mismas tareas ganaderas y agrícolas de siempre. Unos años después empezó la emigración a las zonas industriales vascongadas, más abundante como es natural la de los vecinos de la Sierra, singularmente los de las aldeas de Ezcaray y Ojacastro, que van desapareciendo al reducirse la ganadería a los más insospechados cálculos.

     También han emigrado los vecinos de los pueblos de la zona media y los de la llanura donde empezó pronto el uso de maquinaria agrícola, que ha reducido el empleo de mano de obra.

     Finalizo brevemente estos datos para hablar sobre el cultivo del viñedo, cuyo retroceso comenzó hace un par de siglos, ya que, en la época de la economía cerrada, los viñedos y parrales crecían hasta en los pueblos de la sierra, donde hoy quedan los términos de las "viñas" o de los "parrales" como ejemplo vivo de tal aserto. Así puede verse en uno de mis trabajos (12). En la actualidad sólo quedan algunas viñas en Castañares y pocas más en Casalarreina y Cihuri, ya en el fin de la cuenca.

    En estos pueblos quedan todavía "cuevas" que se abrieron bajo tierra en la época de la mano de obra barata, que se utilizaba para abrir los largos calados de tales cuevas.

    No es de extrañar que la reducción del cultivo tradicional y la reciente emigración hayan contribuido también a que se vayan perdiendo las voces que quedaban del habla de estos contornos que a la vez había de afectar a la vitivinicultura. En efecto, hasta primeros de siglo esas labores se hacían de forma tradicional, pisando la uva en grandes tinas, sistema que se fue perfeccionando con el empleo de prensas de hierro, de las que aún pueden verse algunas en las bodegas de los pueblos de Casalarreina y Cihuri, y acaban de establecerse en sus cercanías bodegas cooperativas, muy modernizadas (13).

    Ya he hablado en el anterior apartado de la importancia que el vascuence tuvo en toda la Rioja y los motivos de reducción, que por un lado se debió a la llegada del romance y por otro a la invasión árabe, que llegó hasta la zona baja de la cuenca del Oja.

    El vascuence siguió siendo hablado a pesar de esos motivos en casi toda la cuenca, como lo prueba el dato que tuve la suerte de descubrir en una de mis pesquisas. Se trata de una "fazaña" publicada en mis libros que dice así: "22. De una fazanya de Don Morial Merino Mayor, et del Alcalle de Oia-Castro. Esto es por fazanya que el Alcalle de Oia-Castro mandó prendar a D. Morial que era Merino de Castíella, porque juzgara que el ome de Oia-Castro si le demandase ome de fuera de la Villa o de la Villa, que el recudiese en Bas-cuence. Et de si sopo Don Morial en verdad, que tal fuero habian los de Oia-Castro, e mandol dexar e dexaronle luego, e que juzgase su fuero" (14).

     Después de varias pesquisas pude deducir que esta "fazaña" se podía fechar de 1234 a 1239, y, por consiguiente, el vascuence tuvo que ser lengua hablada en la cuenca alta por lo menos hasta el siglo XIV. Nótese, como ya he dicho antes, que por esas fechas el Valle de Ojacastro era una entidad medieval de gran extensión territorial, que llegó hasta el Ebro, y que nada tiene que ver con la que ahora tiene el Ayuntamiento de ese nombre.

    El vascuence continuó reduciéndose en los pueblos de la cuenca que estudio por el natural influjo del castellano, y de ahí que en mi vocabulario se vean pocas palabras vascas y únicamente puede apreciarse algún resto enlazado con vocablos castellanos.

     Después de cuanto vengo diciendo de la influencia del vascuence, me interesa comentar aparte el enclave constituido por un grupo bastante amplio y diferenciado que habitó en las aldeas de Ezcaray y que fue desapareciendo hasta extinguirse a mediados de este siglo. A los aldeanos que lo constituyeron se les designaba con el nombre de chuetes (15). Este extraño grupo, dedicado a la ganadería, hablaba un lenguaje más cerrado que el resto de los vecinos de las cercanías. Entre las voces que usaron destaco "antier" por "antes de ayer", "diquia luego" por "hasta luego", "mequita" por "tajadita" y "tonjón" por "trozo de carne". El resto de las palabras que pude recoger en los últimos tiempos de su existencia se verán en mi vocabulario. Yo llegué a conocerlos y recuerdo que esos chuetes vestían una indumentaria muy particular. Entre otras prendas y detalles usaban chaquetas cortas de paño de buriel con dos filas de botones, y en ellos efigies de reyes, y cadeneta de metal amarillo, pantalón corto y abarcas. Las mujeres también se tocaban con un traje diferente de las demás. La facilidad de las comunicaciones y una serie de factores ya comentados ocasionaron, como en otros muchos casos, la pérdida de este tipo humano muy diferenciado y extraño totalmente a los que habitaron las aldeas de Ojacastro y Valgañón. Los chuetes bajaban ensombrerados a Ezcaray, casi en su totalidad, el día 24 de septiembre, y su atuendo festivo descrito llamaba fuertemente la atención ese día, que se celebraba la fiesta de la Virgen de Allende, y todos ellos asistían a la procesión.

     
  Recreación de un CHUETE. A los lados imágenes provenientes de la web oficial de Ojacastro (www.ojacastro.org)

 

     

     Este grupo, de gran tipismo, mereció haberse estudiado a tiempo para compararlo con otros semejantes de distintas regiones españolas.

    Por mi parte he creído que este enclave fuera descendiente de quienes fueron a vivir a esas aldeas al amparo del derecho de asilo que se concedió a Valdescaray (comprendía Ezcaray, Zorraquín, Valgañón y Ojacastro) por el Fuero de 1350 que se dictó para repoblar la sierra.

     Termino insistiendo en la idea expuesta en el anterior apartado de la conveniencia de que la recogida de voces se realice por medio de encuestas entre el vecindario y que los estudios se reduzcan a zonas geográficas, que dan idea más clara de las diferencias dialectales que si se hacen por provincias enteras.

     Sobre ambas ideas recibí, al comenzar mis colecciones de voces, interesantes sugerencias del ilustre académico D. Vicente García de Diego, y pronto conocí sus publicaciones, sobre todo "Encuestas dialectales" (16), en cuyo trabajo anima a realizar estudios de los dialectos de la Península que van desapareciendo inmersos en el castellano. Entre las regiones que interesan estas encuestas se hallan Logroño, Burgos y Santander, y, respecto a la Rioja, dedica un párrafo de gran interés que voy a copiar: "La Rioja, situada en la confluencia de varias civilizaciones, pieza de disputas y cambios en la Edad Media y siempre paso de culturas por la gran vía del Ebro, tiene que atraer.

    por su inquietud histórica y por su variedad la curiosidad de los lingüistas".

     Después de este párrafo presenta algunos ejemplos de voces de gran interés para los estudios citados, varias de las cuales figuran en los vocabularios de la Rioja y también en el mío.

     Características del habla de la cuenca

    Con el fin de que conozca el lector algunos detalles de las características del habla que estudiamos, me ha parecido de interés reunir aquí varias voces tomadas del vocabulario, agrupándolas por figuras de dicción:

     Adición de vocal inicial

Abeldar por beldar
Apiensar por piensar
Arradio
por radio

     Supresión de la vocal inicial (aféresis)

Bujero por agujero
Cadañar
por acadañar
Cademia
por academia
Desipela
por erisipela
Maginar
por imaginar
Tacuñar
por atacuñar

     Supresión de consonante interior

Magalena por Magdalena

     Supresión de prefijo

Canecer por encanecer

     Aumento de prefijo

Enjamás por jamás

     Cambio de prefijo

Esgalichado por desgalichado
Estajo
por destajo

     Metátesis

Belros por berros
Calros por Carlos
Mandurria por bandurria
Melruza por merluza
Curbetera por cubertera
Estentino por intestino
Estilla por astilla
Riguero por reguero
Sastifecho por satisfecho
Linzuelo por lenzuelo
Mispero por níspero
Yelso por yeso

    Cambio de acentuación (vulgarismos)

Méndigo por mendigo
Pántano por pantano

    Grupo MB por M

Cambión por camión
Cambioneta por camioneta.

     

    Vocabulario

    Me interesa hacer algunas indicaciones respecto a las voces que he incluido en esta refundición, que, como he dicho al principio, tienen por base mis primeras listas publicadas, en las cuales he suprimido algunas ya desfasadas, he modificado voces y acepciones que no estaban bien encajadas o que no era pertinente figurasen en la actualidad. He agregado las voces que había conseguido en mis pesquisas a partir de mi última publicación de 1968, entre ellas las recogidas en los pueblos vitivinícolas de la cuenca baja del río Oja.

    He admitido en el Vocabulario palabras que aunque figuran en el D. R. A. E. de la última edición (1970), tienen lógica inclusión en el mío, las unas porque tienen distinta acepción, y otras porque tenían lugar adecuado en mis listas dada la importancia de cada voz, ya que en muchos casos ocurre que el D. R. A. E. clasifica de una manera amplia como riojanas voces que deben clasificarse, según mi criterio, bien de la Rioja Alta o de la Baja, dada su diferencia dialectal. Por otro lado, incluyo voces que, aunque figuran en el D. R. A E., su tipismo y riqueza fonética dentro de la zona me obligan a su inclusión.

    He recogido entre mis listas algunas frases completas que he estimado con importancia suficiente para su inclusión, y entre las listas van también unas cuantas frases ordenadas por ideología, así las que he titulado: Abejas, Corderos, Juegos, Telares y Vientos.

    El conjunto de las voces reunidas en este Vocabulario se acerca a 500, que, dado lo tardío de la recogida y que se trata de zona poco extensa, es un número interesante para dar a conocer su léxico y otros extremos del habla de la cuenca del río Oja.

    Y, por fin, me interesa manifestar que, al presentar este Vocabulario, ha sido mi propósito no cargarlo con excesivos datos, y por eso solamente en algunas voces anticuadas aparece el documento donde han sido recogidas. He seguido la misma norma en los casos de coincidencia de las voces con las de otras regiones limítrofes, por cuya razón quedan sin especificarse.

     Para el planteamiento de esta publicación he tenido en cuenta algunas orientaciones del libro "El habla de la Bureba", del profesor González Ollé.

     ABREVIATURAS

Adj.................................. adjetivo
Ant..................................
anticuado
C. A................................ Cuenca Alta
C, B................................ Cuenca Baja
C. S. I. C......................... Consejo Supperior de Investigaciones Científicas
D. R. A. E........................ Diccionario de la Real Academia Española, edición de 1970
F.....................................
femenino
R. F. E............................
Rev. de Filología Española. Madrid
Fam................................ familiar
M.................................... masculino
Pref................................. prefijo
R. D. T. P........................ Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. C. S. I. C.
U. en p............................
úsase también en plural
U. c. s............................. úsase como sustantivo
Vasc...............................
vascuence
Vulg................................ voz muy divulgada.

     NOTA.—Cuando no se indica pueblo alguno se sobreentiende que la voz es de uso general en la cuenca o que por alguna causa no conozco el lugar donde se ha recogido, que es el menor número de casos.

      

     

R E L A C I Ó N   D E   V O C E S

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B

C

CH

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Ñ

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    A

     Ababol: C. A. Amapola. Se dice: "Estás más roja que un ababol".

     Abeldar: Vulg. Por "beldar". Se refiere a la labor de beldar la paja en las eras. En el suplemento del D. R. A. E. aparece como verbo transitivo.

     Abejas y colmenas: Van a continuación algunas palabras que tienen relación con este título. COGEDOR: Recipiente d'e hojalata que se utiliza para coger los enjambres cuando salen del colmenar, y se consigue atraerlas tocando dos tejas desde prudente distancia de aquél. GENTE: Se aplica a las abejas, y así se dice: "Tengo colmena con gente". PIE: Se refiere a cada una de las colmenas de un colmenar.

     Abocinar: Recular las caballerías en las bajadas.

     Acollar: Arrimar la tierra al lado de los troncos de los árboles y sobre todo al de las viñas. Figura en el D. R. A. E.

     Achitabla: C. A. Planta de hojas anchas y alargadas que se cría en los prados y regadíos. Tiene sabor amargo y se come en verde.

     Adra: Ant. C. A. Voz similar a "turno". Se aplica para designar los hornos de pan de varios dueños cuyo aprovechamiento se turna. Día de ayuda que corresponde a cada dueño de ganado en los casos de pastoreo en común. Figura en el D. R, A. E.

     Afriz: C. A. Es el fruto de las hayas, semejante a una pequeña bellota que comen los cerdos en los montes en el otoño. Comúnmente se le llama "friz".

     Agora: Por "ahora", enseguida.

     Aguadojo: Ojacastro. Pequeña acequia para riego de las huertas del pueblo.

     Agüelo: Vulg. por "abuelo".

     Agilitando: Vulg. por "aguinaldo". Es el regalo que se da en Navidad o en la fiesta d'e Reyes.

    A guitón: Se trata de la teja árabe de mayor tamaño que se coloca en la parte alta de los tejados y que sirve para dividir las dos vertientes de tejas.

     Anida: Vulg. por "hacia". Que quiere decir ir hacia un lugar determinado. Es una frase del habla de los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray.

     Aladrero: C. A. Artesano que en los pueblos se dedicaba a construir el arado de madera y además de esa ocupación hacía horquillos, bieldos, jalmas y toda clase de útiles para labranza.

 

     

     Aladro: Vulg. C. A. Así se llamaba el arado de madera que a mediados de este siglo fue sustituyéndose por el de camba de hierro y después por otros artificios de hierro de mayor rendimiento.

 

     Alampar: Se dice cuando los pimientos están muy picantes, hasta el extremo que llegan a producir molestias en el paladar.

     Alargar: C. A. Se emplea esta voz cuando los padres entregan los bienes y ganados de labranza a los hijos, sus presuntos herederos.

     Albañar: Ant. C. A. Labor que hacía en los pueblos un albañador que con el triguero limpiaba los cereales, sobre todo el trigo, para quitar todas las impurezas y fuera apto para la venta o para el consumo familiar.

     Alcanduz: C. A. Tubo de barro cocido para conducción de agua de riego, que se hacía en las tejeras de los pueblos.

     Algarada: Lluvia suave y de corta duración.

     Allegar: Ant. C. A. Lo mismo que alcanzar una cosa.

    Ama de las mujeres: Ant. Ojacastro. Así se denominaba en los pueblos de la Sierra a la partera. Tomo esta frase del reparto vecinal de ese pueblo de 1575.

     Almuerza: C. A. Porción de grano que cabe en las dos palmas unidas de la mano.

     Amargradero: Valgañón. Lugar donde se echaban a remojo los cáñamos antes de formar la hilaza.

     Amengo: C. A. Piel fina de cordero que cubre el peal que se pone con objeto de que no se cale el pie. Se emplea por los labradores para regar en invierno los prados.

     Amochar: C. A. Se dice cuando las vacas luchan unas con otras o también cuando persiguen a las personas.

     Amorrar: Vulg. Se llama asi cuando las ovejas bajan la cabeza hasta el suelo para evitar la insolación en verano.

     Amuñugar: Ojacastro. Este verbo y las distintas formas a que da lugar se aplican para dar a conocer que las ropas de casa y las de uso personal están arrugadas y en mal uso.

     Anabias: C. A. Es un fruto de una mata baja de los montes que tiene algún parecido a la fresa de monte, que como se sabe es más pequeña que la que se cultiva en las huertas.

     Anega: Por "fanega". Medida de capacidad de granos equivalente a 12 celemines y 42 kilogramos.

     Anjambre: Vulg. por "enjambre". Así se llama la cría de las abejas que en cierta época del año sale de las colmenas, buscando otro lugar para hacer nueva colmena.

     Ansa: Vulg. por "asa" de un cacharro.

     Antier: Ant. C. A. Por "anteayer". Frase que se decía por los "chuetes" que habitaban en las aldeas de Ezcaray.

     Añusgar: C. A. Ant. Lo mismo que atragantarse en las comidas o en las bebidas. Voz que decían los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray. Figura en el D. R. A. E.

     Apiensar: Vulg. por "piensar", que significa el momento de echar el pienso en las pesebreras. Así se dice "he apiensado el ganado".

     Apiar: C. A. Ant. Por apear o amojonar. Palabra que se decía en Ezcaray.

     Arpa: U. c. s. Herramienta con tres o cuatro dientes curvos de hierro para cargar y descargar basura y de mango largo.

     Arradio: Vulg. por "radio"; agrega "a" delante de "r", como en vasco.

     Arrebullar: C. A. Este verbo se emplea para manifestar que las ropas de casa o las de uso personal están arrugadas y en mal uso. Se emplea también el sustantivo REBULLO.

     Amatar: C. A. Llevar las caballerías atadas unas detrás de otras.

     Arrecido: Vulg. Se usa también como f. Se dice de la persona que por haber estado mucho tiempo al frío tiene todo su organismo pasmado o yerto.

     Asina: Vulg. por "así". Adverbio con el que se afirma alguna cosa. Tiene otras acepciones.

     Astíal: Así se llama al alero prolongado que tenían algunos pajares edificados en las eras, que .servían para apilar la mies cuando se suspendía la trilla por alguna tormenta.

     Astra: C. A. Vulg. Hacia tal sitio. Por "hacia". Palabra que decían los "chuetes" en las aldeas de Ezcaray.

     Atadero: C. A. Así se llama a un solar que destina el Ayuntamiento de Ezcaray para el mercado semanal de ganado vacuno en los meses de invierno.

     Ato: Ant. C. A. Así se llamaba a unas cuantas ovejas que no llegaban a la cantidad de rebaño y que en general las pastoreaba el dueño. Figura en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562, prescindiendo de la "h" inicial, como aparece en el D. R. A. E.

     Aunecer: Ant. Aumentar una cosa que se está haciendo, y que da la sensación de haber hecho más labor.

     Aviespa: Vulg. por "avispa". Se trata del conocido insecto de la familia de las abejas que en general hace sus colmenas en los campos o alrededores de los poblados.

     Azufrador: C. A. Aparato para secar ropas y calentar camas. Frase corriente: "Eres más hueco que un azufrador".

     

     B

     Babuja: C. A. En los caminos, barro pegajoso que se forma cuando llega el deshielo.

     Bálago: C. A. Paja larga generalmente de cebada que se recogía en las eras después de quitar el grano. Se utilizaba para llenar los jergones que antiguamente servían para las camas.

     Batato: Ant. Ojacastro. Parece se aplicaba por "barro". En las Ordenanzas de Ojacastro de 1562.

     Baldragas: Vulg. Se llama así al hombre descuidado y de poco carácter.

     Bailarte: C. A. Parihuela fuerte de madera con dos mangos, uno a cada lado, para transportar pesos fuertes entre dos hombres.

     Ballico: C. A. Es la simiente de hierba que se guarda en los pajares durante el invierno y acabado éste se recoge en el suelo para sembrarla en los lugares de los prados que se hallan calvos.

     Banca: Se trata de un banco más bajo de lo corriente que se emplea, entre otros usos, para matar el cerdo una vez bien sujeto por varios hombres, hasta que queda degollado.

     Bardusca: Ojacastro. Rama delgada de un árbol que utilizan los que montan a caballo para arrearle.

     Baticol: Trozo de cuero o de cuerda fuerte que pasa debajo de la cola de las caballerías para sujetar las monturas. En el D. R. A. E. se llama "socola".

     Belezos: Útiles de labor que se usan para designar los de la vendimia generalmente.

     Belros: C. A. Por "berros". Planta acuática que crece en los lugares de remanso en los arroyos y se come como ensalada y es de sabor picante.

     Herbajo: Ojacastro. Caldo espeso que se forma en la comida de los cerdos hecha con harina y agua.

     Berozo: Vulg. Por "brezo", conocido arbusto que crece en los montes de la Rioja Alta, que se utiliza para quemar los hornos de cal y para hacer escobas.

    Berrojo: Por "cerrojo"; es el conocido herraje que se pone en las puertas. Figura en el D. R. A. E. como de uso en Logroño y escrito con "v".

    Biercol: C. A. Se trata del "bercol", arbusto de los montes que a fin de primavera tiene una flor amarilla que liban las abejas y que por cierto da mal gusto a la miel.

    Biezmar: Vulg. por "bizmar". Voz ant. del emplasto de pez con que se curan las roturas de las patas de las ovejas.

    Bizcoba: C. A. Arbusto que se cría en los montes y sirve para hacer escobas. También se llama genéricamente "escoba".

    Bochinche: Vejiga grande de los cerdos que se destina a llenarla de manteca durante la matanza, para su conservación.

    Bodoque: Ant. Se dice de la persona torpe que no sirve para ciertos quehaceres. Lo cita G. Manrique en su "Vocabulario de Soria". Figura en el D. R. A. E.

    Borreguil: C. A. Lugares de buen pasto en los montes, rodeados de monte bajo o de hayedos, donde pastaban las ovejas y vacunos. En general eran de propiedad particular.

    Botador: Es el hierro fuerte que se mete en un orificio que tiene el puntal del carro para que quede sujeto al yugo y lo puedan arrastrar los bueyes.

    Bóveda: Ant. Espacio que queda entre cuartón y cuartón que se cubría con masa de yeso mezclada con cascotes de tejas y ladrillos. Figura en el D. R. A. E. con otras acepciones.

     Brincóla: C. A. Balancín de madera para enganchar las caballerías al trillo.

    Bronca: U. c. s. Se dice de la tierra con terrones, que hacen difícil ararla.

     Brunete: Ant. Valgañón. Se relaciona con los tintes y se aplicaba a una clase de paños que tenían mucha aceptación en la época de la artesanía.

     Bujero: Vulg. por "agujero". Abertura redonda en alguna cosa, según vemos en el D. R. A. E.

     Buriel: Ezcaray. Paño que se fabricaba en los telares de ese pueblo, de color pardo oscuro, del que se hacían los trajes de los aldeanos de Ezcaray y Ojacastro, y servía también para cubrir el pie y la pierna cuando se calzaban abarcas.

     Butraco: Vulg. Por "agujero". Se dice en general de los huecos o agujeros que hay en las tapias o paredes, y que alguna vez utilizan los pájaros para hacer sus nidos.

     Butre: Vulg. por "buitre". Ave de rapiña de grandes dimensiones que se alimenta de animales muertos.

     
 

 

     

     

     C

     Cabecilla: Ojacastro. Se llama así corrientemente a la cabeza de cordero que se vende en las carnicerías. Es muy apreciada por la gente de campo y no falta algún labrador que la lleva a la taberna para comerla echándose un trago.

     Cabezal: U. c. s. Es la viga más alta que divide al tejado en dos partes.

     Cabrada: C. A. Conjunto de las cabras de un pueblo que formando rebaño salen a pastar con el cabrero, pagado hasta hace pocos años en grano, con arreglo al número de cabras de cada vecino.

     Cachiburrio: Es el jefe de los danzadores, que ya van desapareciendo de los pueblos. Se cubre con boina y lleva falda corta, pantalón de color y en la mano un zorro de crin de cola efe caballo, con el que impone su autoridad. Se llama también "cachimbao" y otros nombres semejantes.

     Cadañar: Vulg. Por "acadañar". Se dice de las tierras óptimas en general. Se siembra todos los años, uno de cereales y otro de patatas o habas.

     Cademia: Ant. por "academia". Le decían los padres a los hijos que eran díscolos: "Voy a meterte en cademia".

     Cagurria: Vulg. C. A. Voz que se dice en las aldeas y pueblos de la Sierra a la niña de poco crecimiento y atrasada.

     Calado: C, B. En los pueblos vinícolas se llama al lugar debajo de tierra que se había excavado para poner las cubas de vino. Ahora se conoce esta voz con el nombre de "cueva". El conjunto de las mismas forma un barrio entero en algunos pueblos.

     Calce: Vulg. C. A. Por "cauce". Es el lecho de los ríos y arroyos donde discurre agua para los molinos o fábricas de paño.

     Calce: Vulg. Se aplica esta voz a la piedra o madera que se pone detrás de las ruedas del carro cuando está parado, para evitar que se mueva.

     Calceta: C. A. Palabra que se aplica a los intestinos para hacer embutidos. La tomo del refrán "carne de calceta, que la coma quien la meta".

     Calerón: Ojacastro. Abundancia de agua en un momento dado que se observa en los arroyos que se utilizan para el riego de las huertas, abundancia que perjudica la labor.

     Callo: Ant. Ojacastro. Así se llama el trozo gastado de herradura de los ganados que generalmente quedaba en poder del herrador cuando se herraban bueyes y caballos. Uno de los vecinos de Ojacastro decía que ese nombre se ajustaba bien a la actitud callada del dueño del animal al verse desposeído de ese trozo de hierro, porque creía debiera ser suyo.

     Calros: Vulg. por "Carlos". Nombre propio.

     Campanero: Ojacastro. Así se llama al tordo o estornino que llega en grandes bandadas en octubre y emigra en el mes de febrero.

     Candaja: Esta voz se refiere a la mujer habladora. Se aplica también a la cacharra que emplea el ganadero para recoger la leche que se entrega al comprador.

     Candaina: Ojacastro. Persona entrometida. Se usa también como apodo.

     Candela: Ojacastro. Así se llamaba al tocino derretido que se envolvía en papel de barba y que se echaba sobre los asados para mejorarlos. Esta típica labor se hacía en los antiguos fogones de las casas viejas, sobre todo cuando se asaban rostrizos, que era el plato más apetitoso de las grandes solemnidades y fiestas.

     Candonga: Ant. C. A. Palabra anticuada que significa "decir tonterías".

     Canilla: Pequeño caño de madera con llave. Se mete en las espitas que se hacen al fondo de los bocoyes o cubas de vino, para sacarlo para la bebida.

     Canina: Ant. Se dice aludiendo a quien tiene hambre o gazuza. Así se dice "tenía un hambre canina".

     Canecer: Por "encanecer". También se dice de las frutas que canecen o se pierden por no comerse a tiempo o estar mal cuidadas.

     Canso: Ant. Tiene varias acepciones, siendo la más corriente la que se aplica al que está cansado. También se utiliza para decir que determinada persona es cansada o pesada en sus conversaciones.

     Cantarada: C. A. Se refiere a la entrega de una cántara de vino que los mozos de los pueblos exigían al que llegaba a dicha edad, y así podía ir de ronda por las noches y asistir a las meriendas de los mozos.

     Capacete: Ant. Ojacastro. Caspa que se forma a los niños pequeños en la cabeza y que las madres suponían les protegía la masa encefálica, por lo cual no se la quitaban hasta que crecían.

     Caparra: C. A. Vasc. Se trata de un parásito que se adhiere a la piel de los vacunos. También se aplica a la persona molesta y pesada.

     Caparrón: Se llama así al tipo do alubia más redondeada que ésta, que en algunos sitios recibe el nombre de "alubia agarbanzada" por su semejanza con el garbanzo. Tiene el sabor más fuerte que la alubia y es de más difícil digestión.

     Caponera: C. A. Así se llamaba el compartimento que debajo del asiento de los escaños servía para meter las aves que se querían engordar para las comidas importantes de la familia, sobre todo en Navidad.

     Capota: Ant. Así se llamaba la hojaza del maíz que se utilizaba para llenar los jergones de las camas antiguas.

     Carama: Vulg. Hielo filamentoso que permanece en el suelo y en los árboles en las heladas fuertes.

     Cargada: Vulg. C. A. Se aplica a la tierra que no se puede labrar por encontrarse muy húmeda.

     Carra: C. B. Se antepone esta palabra en los pueblos de la Cuenca Baja del Oja a las localidades hacia donde van los caminos. Así se dice en Casalarreina "Carrabriones", "Carrazarratón", etc.

     Cárnica: Vulg. C. A. Manzana pequeña y arrugada.

     Cascajo: Se designa así a las grandes cantidades de piedras redondas y pequeñas que mezcladas con canto y arena forman el lecho del río Oja, el cual queda sin agua durante el verano y otoño.

     Catar: Se aplica a la labor periódica que hacen los dueños de colmenas, que para hacerla llevan bien protegida la cara y las manos, para sacar la miel sin temor a sufrir las picaduras de las abejas.

     Cava: Se aplica, al trabajo que se hace en la tierras para conducir el agua en la época de lluvia por un surco, evitando que la tierra se encharque.

     Cebo: Ant. C. A. Así se llamaba al conjunto de hierba seca y paja que se guardaba en los pajares para alimentar al ganado en invierno.

     Cédulas de Ubaga: Ezcaray. Se trata de una hoja impresa, editada clandestinamente, que se vendía antiguamente por un antiguo monje del Monasterio de Ubaga, vendido en la desamortización y arruinado desde hace tiempo. Las compraban los ganaderos para ponerlas en las cuadras para ahuyentar a las brujas. Esta superstición sigue durando, aunque muy aminorada.

     Cellar: Ant. Ojacastro. Trabajo de artesanía que consistía en poner cellos a las cubas. Esta voz la tomo de un documento de 1545, que dice: "Cellando una cuba en la aldea de Larrea".

     Cenaco: Vulg. C. A. Tierra húmeda que se encuentra cerca de los arroyos y se utiliza con masa de yeso para revocar tabiques.

     Cencerros: Ojacastro. Bajo este epígrafe se recogen sus nombres de menor a mayor tamaño. Los primeros se destinan a las ovejas, con el nombre de esquilas, y los demás a los carneros y al ganado vacuno. Son esquilas BILORIANO y CHANGARRILLO; son cencerros CHANGARRA, PEDRERO, PUCHERA y MEDIANA. Los últimos se llaman también ZUMBOS.

     Cenzai: Ant. Vasc. Niñera.

     Cepo: Ant. Ojacastro. Lote de madera o leña que los vecinos podían sacar de los montes. Se cita en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562.

     Ceras: C. A., f. Voz que se aplica al apuro o miedo. Se dice: "¡Tiene unas ceras!".

     Cerco: Vulg. Se dice así al halo o nubosidad que algunas noches claras se forma alrededor de la Luna. Así se dice: "Hoy lleva cerco la Luna".

     Ceruga: Vulg. Se llama así a la envoltura de la vaina de las legumbres tales como alubias, caparrones, guisantes, etc. También se aplica a esa envoltura la voz "vaina" cuando están aún sk< granar, sobre todo en las Vascongadas.

     Cerval: C. A. Nombre del escuerzo o sapo que vive en lugar húmedo y que produce mucho miedo a los niños cuando sale de noche de su escondite. Por eso esta voz se aplica al miedo y se dice: "Tienes un miedo cerval".

     Ciéspede: Vulg. C. A. Por "césped", que es la hierba menuda y tupida que en determinado lugar cubre el suelo y que arrancándola del lugar donde crece sirve para reponer faltas en otros sitios donde escasea.

     Cilate: Ant. C. A. Pequeño ribazo que separa las fincas unas de otras. Se dice también "zúmbate".

     Cillisca: C. A. Por "cellisca". Temporal de agua muy menuda que arrastra el viento. Figura en el D. R. A. E.

     Ciomo: Vulg. Barbarismo de la palabra "Ecce homo", y que se aplica despectivamente a las personas entristecidas o de mal aspecto. "Estás como un ciomo".

     Cirria: C. A. Basura de ovejas que al secarse y pisarla se desmenuza pronto.

     Cocar: Hallarse los frutos en sazón. Sobre todo se dice con referencia a las nueces.

     Cocino: C. A. Recipiente generalmente de piedra donde se echa la comida a los cerdos.

     Cocón: C. A. Cascara verde de la nuez. Se dice que "las nueces están aún en cocón". Dulce de cocón, cuyo amargor se quita a base de azúcar.

     Coico: Vasc. Sitio que queda entre la camisa y el estómago, que antaño cubrían los labradores con la faja y que utilizaban para meter varias cosas personales, en vez del bolsillo.

     Colleta: C. A. Planta de berza que se obtiene en los semilleros para plantar luego en las tierras esa planta, cuando hay buen tempero.

     Colodra: C. A. Se llama así al trozo de cuerno de ganado vacuno que en la época de la siega de los prados sirve para llevar la piedra de afilar los dalles, a fin de tenerlos bien preparados para esa labor. La colodra va con agua y se lleva colgada de la faja o del cinturón del segador.

     Comporta: C. B. Recipiente de madera muy conocido en los pueblos vinícolas, cuya anchura aumenta en la boca. Se emplea en la vendimia para el transporte de las uvas, que en algunos pueblos se hace en caballerías o en carros, hasta la bodega.

     Comuña: Pan mixto de trigo y centeno que se cocina en los hornos comunales o de adra. Se usa también esta voz en sentido figurado y es de empleo general.

     Conocencia: Ant. Con esta palabra se daba a entender el mucho trato o amistad de personas influyentes que podían servir para recomendaciones, en cuyo caso se decía de una de las personas: "Tiene mucha conocencia".

     Corambe: Vulg. Se dice también "colambres", y se aplica a toda clase de pellejos o recipientes en los que se guarda el vino.

     Corderos: Se clasifican con los nombres que siguen: Corderos de 1 año, BORREGOS o BORROS; corderos de 2 años, PRIMALES; corderos de 3 años, ANDOSCOS.

     Cornigón: Vulg. Se dice de la cría de codorniz que acaba de salir del nido y que aún sigue a la madre.

     Corquete: Herramienta de corte curvo unida a un mango usado para cortar uva en la vendimia. Adaptado a palo largo, se utiliza un aparato parecido para cortar las ramas bajas de los plantones de chopo.

     Corte: Se dice de la cuadra donde se cierran los cerdos.

     Costero: Es el que vive a costa de otro, y se dice con referencia al que es así: "Ese es un costero".

     Coto: Ant. Multa al ganado. Se emplea aún en Valgañón.

     Cozarra: C. A. Recipiente largo de madera, empleado para echar el pienso al ganado lanar en invierno.

     Cozuelo: Grano de trigo mermado con pajas que se separan al cribarlo en las eras y se destina para pienso.

     Cuadrilla: Las aldeas de Ojacastro se dividían en dos cuadrillas hasta principios de este siglo, conservando los nombres vascos de "Arrupia" y "Garay", y cada una elegía un jefe, llamado Rey, a primeros de año.

     Cuajada: Se trata de un postre que se hace agregando a la leche trozos del cuajo de los rumiantes o el peristilo de la flor de la alcachofa, y que proporciona a la leche un sabor acre agradable, sobre todo si se le echa mucho azúcar.

     Cuartón: Ant. Cuartizo labrado a mano que se apoya en las vigas, que van espaciados, rellenándose los huecos con las bóvedas que se apoyan en los cuartones para formar así los pisos de las casas antiguas, que generalmente se cubrían con baldosa fabricada en las tejeras comunales. Figura en el D. R. A. E. con otras acepciones.

     Cuatropea: En las ferias era el lugar destinado a las caballerías. Sirve a la vez para hacerlas correr y que el comprador decida si le conviene el ganado ofrecido,

     Cuco: Se aplica en los pueblos de la Rioja a los cerdos de color negro. Se llama así al "pecu", que en primavera alegra con su canto a los labradores.

     Cuchamena: Ant. Comida de chicos en las aldeas de Ezcaray. Voz que usaban los vecinos llamados "chuetes" de Ezcaray.

     Cucharón: Ojacastro. El que se mete en asuntos ajenos.

     Cuezo: Así se llama a los trozos de árboles de haya o roble gruesos que quedan huecos; se utilizaban para hacer las colmenas y aún se ven en muchos colmenares de los pueblos de la Rioja.

     Cunacho: Cesto pequeño para labores de labranza.

     Cular: Se llama así a la morcilla que se hace con el intestino más grueso del cerdo. Figura en el D. R. A. E.

     Curbetera: Vulg. Por "cubertera" de los pucheros.

      

     
 

 

     

     CH

     Chabola: Vasc. Voz con que se designa a las construcciones de una sola planta que se hacen en los pueblos y en algunas fincas para guardar herramientas o materiales. Figura en el D. R. A. E.

     Chabisque: Ojacastro. Voz que se aplica a un rincón oscuro de las casas o bien de las cuadras para guardar objetos d'e poco uso.

     Chacurrar: Vasc. Poner los cerdos muertos sobre heléchos para que se les queme el pelo antes de descuartizarlos. También se dice "chamuscar".

     Chamba: Vulg. Se refiere al cambio de cosas y aun de fincas algunas veces que se supone hecho con ventaja.

     Chaparro: Vasc. Adj. Se dice de las personas de poca estatura y gruesas. Esta voz la recoge Manso de Zúñiga en su obra citada. El D. R. A. E. recoge la acepción corriente de aplicarse a la mata baja de encina o roble, cuyas ramas se extienden sin crecer.

     Chaplis: Ojacastro. Onomatopeya. Se dice: "Pasar el río a chaplis".

     Charramplín: Vasc. Se dice también "zarramplín". En general se llama así al aprendiz de albañil.

     Chil: Vulg. Guindilla muy picante.

     Chilindrajo: C, A. Se aplica al que lleva el vestido raído y caído.

     Chilingar: Ojacastro. Se dice cuando los chicos suben a los árboles altos gateando y se columpian en las ramas.

     Chilla: Vulg. Se dice de la tabla estrecha y delgada que se clava en los cuartones de los pisos de habitaciones para hacer el cielo raso con raseo de yeso.

     Chillón: Ant. Así se llamaba al carro en tiempos anteriores y servía para el transporte por caminos estrechos. Este carro era de ruedas macizas y perdió uso al ampliarse los caminos. Se ha seguido usando en las Vascongadas.

     Chillones: C. A. Se llama así a las crías de gorrión cuando aún están en el nido que hacen en los tejados de las casas de los pueblos, y que para pedir comida chillan todos a la vez, a fin de llamar la atención de los padres. Los chicos de los pueblos los cogen para organizar alguna merienda.

     Chimenea: Cihuri. Es el respiradero de las antiguas cuevas de las bodegas donde se almacenaba el vino.

     Chincharía: Vasc. Parte carnosa que queda al derretirse la manteca de cerdo y se come con deleite.

     Chirpia: Ant. Esqueje o planta que se cultiva por los plantelistas y que venden para reponer árboles en general maderables.

     Choca: Ojacastro. Raíz de brezo que se utiliza para carbonear en el monte.

     Chopa: Ant. Chopo cortado a uno o dos metros del suelo para que críe plantones.

     Choto: C. A. Se llama así al ternero hasta que deja de mamar y se alimenta en los prados.

     Chozo: C. A. Pequeña construcción en las tierras y montes apartados para guarecerse de las lluvias labradores y ganaderos.

     Chuma: C. A. Vasc. Se trata de la copa de un árbol alto. "Me subí hasta la chuma".

     Chumarro: Ojacastro. Vasc. Lomo de cerdo que sirve para el almuerzo de las personas que se reúnen con motivo de las matanzas de cerdos.

     Chupa: Adj. Palabra despectiva. También se aplica al que sufre buena mojadura o borrachera, y con referencia a estos casos se dice: "Se ha puesto como una chupa".

     Chuzo: C. A. Se dice del hielo que cuelga de los aleros de los tejados en las heladas fuertes, aludiendo a su forma puntiaguda. Se llama "carámbano" entre la gente ilustrada.

 

      D

     Dende aquí: Vulg. Frase que decían los aldeanos de Ezcaray llamados "chuetes" por la frase corriente "desde aquí".

     Denguno: Vulg. Se decía entre los "chuetes" de Ezcaray por "ninguno".

     Delibral: Ant. Ojacastro. Se decía del hombre suelto y ágil.

     Descocar: Se dice así de la labor de quitar el cocón de las nueces, que por cierto deja una mancha renegrida en las manos difícil de quitar.

     Descocotar: Vulg. Por "descogotar". Se dice del que se cae sobre piso o lugar de piedras que se da con el cogote y sufre un fuerte golpe.

     Desgusto: C. A. Vulg. Por "disgusto".

     Deshojar: Casalarreina. Palabra que se aplica en los pueblos de viñedos a la labor de quitar las hojas de la vid que pegan a las uvas, a fin de que les entre el aire y el sol.

     Desmostar: C. B. Sacar el mosto del lago o de la tina donde antiguamente se pisaban las uvas para llevarlo a las cubas de fermentación. Anteriormente se hacía con pellejos que se llamaban "mosteros".

     Desnietar: C. B. Labor que se hace en las viñas en invierno para cortar los brotes de la vid llamados "nietos", que sólo dan pámpanos.

     Despuntar: Casalarreina. Se trata de la labor de cortar las puntas a los sarmientos largos, a fin de que no estorben el paso de los viñadores y del forcate.

     Deservicio: Ant, En perjuicio de alguien. Lo tomo de las Ordenanzas de Ojacastro de 1562.

     Diforme: Vulg. por "disforme", que carece de forma regular. Figura así en el D. R. A. E.

     Dijon: C. A. Ant. Por "dijeron". Voz que decían los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray. La cita V. García de Diego.

     Dimuda: Se emplea en dos acepciones. Una de ellas para manifestar el cambio en la salud y otra para indicar que se acerca cambio de tiempo. Así se dice: "El tiempo está dimuda".

     Diquia luego: Vulg. Por "hasta luego". Frase que decían los aldeanos de Ezcaray llamados "chuetes".

    Dir: Vulg. Por "ir", o sea, la acción de trasladarse de un lugar a otro.

     

    E

     Empugar: Vulg. Ojacastro. Deformación que se emplea en la Sierra por "injertar", con la que se relaciona el sustantivo "puga".

     Endino: Vulga. C. A. Por "indigno".

     Enjamás: Vulg. Por "jamás". Adverbio que refuerza el sentido de una u otra voz, como figura en el D. R. A. E.

     Engabillar: Preparar las gavillas de hierba en los prados para atarlas con vencejos.

     Engericar: Ant. Voz que se emplea para significar el derecho de pastos: "Los montes se engerican todos los años". Esta frase se ve en muchos documentos antiguos de los pueblos rurales. También se dice "gericar".

     Enjambrar: Es el momento en que la cría de las abejas sale volando de las colmenas en busca del lugar para hacer nueva colmena donde poner la miel.

     Enramada: Ant. Guirnalda que se forma con ramas y flores con las que los mozos adornan las ventanas de sus novias el día de San Juan.

     Enverar: Se emplea este verbo para indicar que la fruta y las uvas empiezan a madurar. Está en el D. R. A. E.

     Entecar: Vulg. Se trata del exceso de cariño que en general dan las madres y abuelas a los nietos, hasta el extremo de que llegan en algunos casos a perder la salud y sobre todo su futura personalidad.

     Entenado: Ant. Palabra antigua que designa al hijastro. Se usa también en femenino.

     Escabalado: C. A. Por "descabalado".

     Escalambrujo: Planta silvestre que se cría en las cerraduras y produce una pequeña fruta de color rojo parecida a una ciruela, a la que se aplicaban muchas desdichas a quien la comía. Se llama también "calambrujo".

     Escanciano: Ant. En las comidas de las aldeas de Ezcaray y Ojacastro era el que se encargaba de repartir el vino. Es frase de los "chuetes". Sustantivo del verbo "escanciar".

     Escardar: Labor de quitar los cardos y otras hierbas que perjudican a los cereales y que se hace a principio de primavera, muchas veces por mujeres.

     Escavanar: C. B. Se dice también "alumbrar". Se trata de una palabra que se refiere a la labor de quitar la tierra de alrededor del tronco de las cepas.

     Escoba: C. A. Arbusto en los montes de la Sierra de la Demanda que servía para los hornos de las tejeras y d'e las caleras, parecido al brezo.

     Esconderite: Se dice así a los sitios oscuros y recogidos de las casas que sirven para esconderse los chicos en algunos de sus juegos.

     Esculla: Ant. La parte de la comida que se sirve a cada uno de los comensales. Esta voz la tomo de los aldeanos de Ezcaray llamados "chuetes", que la usaban en sus reuniones concejiles. Sustantivo del verbo "escullar".

     Escute: Vulg., f. Liendre parásita de los bueyes que vive adherida a su piel.

     Esgalichado: Vulg. Por "desgalichado".

     Esgollecer: Ant. Madurar los frutos del campo.

     Eslegir: Vulg. Por "elegir".

     Espregurar: C. B. También se dice "espergurar". Es la labor que se hace en invierno de quitar los pámpanos que se considera no producirán la uva para la próxima cosecha.

     Estajo: Vulg. Por "destajo". Es el trabajo hecho a tanto alzado. Es voz muy conocida, que está en el D. R. A. E.

     Estentino: C. A. Por "intestino".

     Estilla: Vulg. C. A. Por "astilla".

     

    F

     Falfula: Huevo sin cascara que pone la gallina de vez en cuando fuera del nidal, a veces en el campo.

     Farras: Se dice de las personas mal vestidas y desaliñadas.

    Fato: Se dice despectivamente de los vecinos de Haro por los de los pueblos cercanos y los conocidos, por creerlos presumidos.

     Filastería: Es el arte de hacer "filasteras", o sea, nervaduras que servían de adorno en los finales del barroco. Se construían en un taller de Santo Domingo de la Calzada a mediados del siglo XVII, según se ve en documentos de esa época. Tiene acepción parecida a ésta que se aplica a los chicotes o cabos de amarre de embarcaciones.

     Forcate: Arado que lleva una sola caballería para arar en las viñas entre cada uno de los renques. Figura en el D. R. A. E.

     Fraguar: Ant. Se trata de una voz que figura en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562, y se aplicaba a la construcción. Se lee en una de ellas: "Madera para fraguar casas o hacer otro edificio".

     Fresco: Ant. Esta voz agrupaba a las sardinas, besugos y demás pescados que se vendían en los pueblos. Lo tomo de las Ordenanzas de Ojacastro de 1562.

     Frinca: C. A, Por "finca".

     Frisca: Ant. Maleza en el bosque, producto de los hayedos.

     Fruñir: Vulg. Perjudicar, fastidiar.

     Frusleda: Ant. Metal que se forma de las raeduras del latón con las que se hacían por los artesanos los utensilios de cocina de ese nombre.

     Fundearse: Vulg. Columpiarse. Se dice también "jundearse".

     

     G

     Galápago: Escalera primitiva. Tiene otras acepciones.

     Gardama: C. B. Plaga de la vid.

     Garnacha: Cihuri. Es una variedad de uva negra.

     Garrió: Ant. C. A. Tenedor de hierro para pescar truchas a mano. El pescador lo usaba y cuando estaba a la vista la cobraba clavándola. Ya no se emplea este artificio.

     Garulla: Tener hambre, y así se aplica para decir: "Tengo una garulla muy grande".

     Gaznápiro: Vulg. C. A. Se dice en sentido despectivo, al calificar a una persona poco formal.

     Gaznate: Se dice así del cuello de los hombres, pero generalmente se llama así al de los bebedores de bota que resisten mucho el vino. Refiriéndose a ellos se dice: "Ese tiene buen gaznate".

     Gollete: Voz que se aplica al acto de beber en las botas. Así se dice: "Fulano está bebiendo a gollete".

     Golorito: Así se llama entre los labriegos al jilguero. Figura en el D. R. A. E.

     Gorrón, gorronera: Es el dispositivo antiguo para hacer girar a las puertas, que consistía en el gorrón de hierro que llevaba saliente la hoja de la puerta, y que entraba en el agujero de la parte alta, y debajo giraba sobre un trozo de hierro con pequeña hendidura en el centro, llamada GORRONERA.

     Güey: C. A. Ant. Por "buey". Palabra que decían los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray,

     Graciana: C. B. Es una clase de uva negra que se cosecha en toda la Rioja.

     Guindilla: Pimientos muy picantes. Se aplica también a las personas que son muy punzantes y alborotadoras. Se usa también como apodo.

     Granzas: Se refiere al conjunto de paja gruesa, restos de espigas que quedaban en las eras sin dar el grano y excrementos de las caballerías, cuyos desperdicios quedaban en el triguero con el que se separaban del grano limpio.

     Grijo: Se dice de las pequeñas piedras que en las graderas y sobre todo en el cauce del río Oja se recoge para la^ obras de reposición de casas y otros empleos.

     Guerguillo: C. A. Dispositivo de ejecución rural que se utiliza para arrastrar los troncos al cargadero cuando se hacen talas en los montes. Consiste en una argolla de hierro que lleva una punta muy afilada que se clava en la testa de los troncos y una cadena con la que hacen el tiro los bueyes o las caballerías.

     Guchillo: Vulg. Voz empleada por los aldeanos de Ezcaray llamados "chuetes", en vez de "cuchillo".

     Gurriato: Poca cosa, al calificar a una persona. Esta voz se aplica también a los gorriones.

     

    H

     Habita: Así se llama a un pájaro de tamaño pequeño, acepción que se extiende a personas pequeñas y de poco carácter.

    Ha sabido: Ant. Es una frase que se decía por los recién llegados al final de una comida para interesarse por una buena digestión. Esta versión es semejante a la más moderna "que aproveche".

     Hastial: Es el cobertizo que se hace con frecuencia para guarecer de la lluvia la paja en las eras, en la época de la trilla.

     Hocicar: Caída de las caballerías en el suelo en general por defecto de las rodillas.

     Honras: Ojacastro: Así se llamaban los funerales en los pueblos. Una de sus categorías era "la honra mayor", que encargaban los más pudientes de los pueblos.

     Horquillo: Ant. Útil que los labradores empleaban en las eras. Era de madera con dos puntas separadas y se utilizaba para dar vuelta a la parva, sacar la paja larga al final y apilar las mieses.

     Huesera: En Ojacastro se conoce con este nombre el cementerio antiguo que estuvo en los alrededores de la iglesia.

     

     I

     llera: Vulg. Es la voz con que se conoce al río Oja por los vecinos de los pueblos de la cuenca. Se trata de una corrupción de "Glera".

     

     J

     Jabalín: Vulg. Por "jabalí", conocido animal que es un variedad salvaje del cerdo con algunas diferencias. Figura en el D. R. A. E.

     Jalma: C. A. Se trata del antiguo útil de madera que se pone encima del basto de las caballerías para facilitar el transporte de mieses, leña, etc., por sendas y caminos quebrados y pendientes. Se dice también "salma".

     Jarrero: Apelativo con que se conoce a los vecinos de Haro, de cuyo origen se ha ocupado G. Manso de Zúñiga en su artículo "Modalidades de la Rioja Alta".

     Jarifo: C. A. Vulg. Se dice de la persona tiesuda y contestona y de reacciones duras. Lo cita G. Manrique en su "Vocabulario de Soria". Figura en el D. R. A. E.

     Jebenes: Ojacastro. Planta de regular altura que cubre los campos y sembrados y se desarrolla mucho y por consiguiente es muy dañina para la agricultura. Da gran cantidad de simiente.

     Juegos: Se han reunido aquí los distintos juegos que deben figurar en este Vocabulario, y son, a saber: ARGOLLA: Juego que ha llegado hasta principios de siglo y consistía en intentar meterla en un trozo de madera semejante a un bolo, puesto a cierta distancia. Lo encuentro en un documento de Ojacastro del siglo XVII. CALVA: Juego semejante al anterior, con alguna diferencia, que se jugaba en Ojacastro en la fecha anterior. MUS: Es uno de los más populares, extendido por toda la Península, que tiene procedencia de las Vascongadas. En los distintos momentos de este juego se emplean las voces siguientes: Amarreco, envido y ordago. La voz querite la emplean los jugadores por "querer" cuando a juicio de uno de los jugadores debe aceptarse el envite. UTA: Juego ya en desuso que tenía alguna semejanza con los bolos. Encima de la "uta" o bolo se coloca el dinero, que tratan de tirar los jugadores para conseguir ganarlo.

     Jumera: C. B. Se dice por "borrachera" y se canta en Haro la siguiente copla popular: "Venimos de San Felices / detrás del procurador. / Traemos una "jumera" / que vale lo menos dos".

     

     L

     Lagarejo: Vulg. C. B. Es una broma pesada que tiene lugar en los pueblos durante la vendimia. Consiste en que los chicos tratan de remostar en la cara de las chicas principalmente los racimos de uva negra, con la consiguiente oposición de la que recibe la broma. Se dice también "legarejo".

     Lago: Voz que se toma de la palabra "lagar" y se refiere al depósito de cemento que se construye en las bodegas, al cual va directamente el mosto de las prensas.

     Lamber: Vulg. Por "lamer", que se dice cuando se pasa la lengua varias veces por la misma cosa.

     Lambiotada: Vulg. Ojacastro. Acción de sacar la lengua los ganados para acercarse con ansia al pienso.

     Lampazos: Ojacastro. Planta muy alta con semillas anchas que se desarrolla con mucha profusión en las orillas de los campos y de las seturas.

     La setiembre: C. A. Se trata de una frase que se empleaba antiguamente en los meses u'e julio y agosto y que se aplicaba a las labores que se aplazaban para esa época; muchas veces sólo quedaba en buena intención.

     Lata: C, A. Se denomina así a todo palo largo que en la Sierra sirva para varear las nogueras a fin de que en otoño caigan al suelo las nueces. También se utiliza para otros menesteres agrícolas.

     Lecheriega: También se llama "lechiriega". Se trata de una hierba que se cría en los erios y que destila un líquido blanco al quebrarse.

     Lechigada: C. A. Se aplica al conjunto de crías de un solo nacimiento de los animales de cerda.

     Leerse: Ojacastro. Se aplica esta voz al ritual que precede a las bodas y que consiste en las tres proclamas o amonestaciones que tienen lugar en las iglesias tres días de fiesta consecutivos. Así se dice "Estos ya se han leído". Se conoce una frase muy adecuada y gráfica entre los vecinos relacionados con tal requisito, a saber: "Echar del pulpito abajo", que se decía cuando las proclamas se leían en el coro alto.

     Ligaterna: Vulg. Igual que "lagartija".

     Limpión: C. A. El que deja a otro sin nada de dinero o alguna otra cosa de valía. "Te han dejado de limpión", frase ya en desuso.

     Linraielo: Vulg. Por "lenzuelo". Tela fuerte que se hacía con cáñamo, de la dimensión de una manta grande. Se destina a varios menesteres agrícolas y el más importante servía para cribar los granos sobre ella en las eras a fin de que no se mezclen con tierra, y también para llevar paja de las eras a los pajares.

     

     LL

     Llavija: Por "clavija" que se emplea en las puertas. Lleca: Tierra que no se siembra con frecuencia por falta de buena sustancia o poco fondo.

     

    M

     Macear: Cihuri. Se trata de la labor de machacar las uvas de las comportas a fin de que quepa más cantidad.

     Machar: Vulg. C. A. Acción de golpear el centeno en las eras sobre una madera para sacar el grano y dejar la paja larga preparada para hacer mascones para atar las mieses.

     Machorra: Vasc. C A. Mujer estéril. Tiene otras acepciones.

     Macuca: C. A. Voz que se aplica cuando se tiene hambre. Se usa también como apodo. G. Manrique.

     Maestriar: Casalarreina. Se refiere a la labor que se hace entre las cepas de los viñedos con el "forcate".

     Magalena: Ojacastro. Ant. Así se decía este nombre por Magdalena, y tuve ocasión de oírlo varios años en la reunión que sobre pastos se ha venido celebrando cerca de su ermita en la antigua aldea de Zabarrula, a la que asisten los Ayuntamientos de Ojacastro y Redecilla del Camino, a la que acuden pastores y uno de ellos, descubierto, invitaba a rezar "una Salve a la bendita Magalena". Sigue la reunión de los Ayuntamientos, pero se ha perdido el costumbrismo anterior.

     Maginar: C. A. Por "imaginar" alguna cosa.

     Majo: Adj. Es una frase amable que se dicen los amigos^ semejante a bueno, bonito, etc.

     Majuelo: Vulg. C. B. Así se llama a las viñas recién plantadas que todavía no dan fruto.

     Mala correa: Vulg. C. A. Frase que se dice por los que han sufrido una dolencia que les ha dejado con pocas fuerzas para el trabajo.

     Manantío: C. A. Terreno de poco valor para la agricultura, que llega a ser inservible si es mucha el agua detenida.

     Mandurria: C. A. Por "bandurria". Instrumento de cuerda parecido a la guitarra.

     Mantazo: Grañón. Se trata de una broma de mal gusto que en las fiestas de los pueblos daban los mozos, y consistía en tirar de las mantas donde dormían las chicas forasteras, a cuyas habitaciones llegaban los bromistas con engaños.

     Mantellines: Ezcaray. Era una mantilla muy larga que usaban antiguamente las mujeres para ir a misa.

     Mantenimientos: Ant. Es una voz que se aplicaba en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562, con referencia a los abastos de aquella época. Uno de sus títulos era "Los mantenimientos y los precios".

     Marcena: Trozo de tierra que se marca con el arado antes de sembrar para repartir bien las semillas.

     Marcenear: Hacer las márcenas. Es la labor de señalar con un surco antes de sembrar las tierras, para que el sembrador sepa hasta qué sitio va la simiente.

     Marimangorra; Por "limaco" o ''babosa".

     Mariselva: Vulg. Por "madreselva". Es la conocida trepadora con flores muy olorosas y que figura en el D. R. A. E.

     Marrano: Trozo fuerte de madera d'e buena escuadra que con otro trozo llamado "aguja" se utilizaba como pieza de las prensas o trujales para prensar la uva. En femenino, "marrana", se aplica a la división de agua en los cauces.

     Mascullido: Vulg. C. A. Acción de coger entre dos a los pastores jóvenes y golpearles contra el mojón de los pueblos, con el fin de que no se les olvide el sitio, y que suele hacerse en las visitas a los mojones de las autoridades.

     Mascón: C. A. Paja larga de centeno que se separa en la era y después de sacudido el grano sirve para hacer vencejos, con los que se atan los cereales y el heno.

     Matanzas: Voz que se aplica al conjunto de los quehaceres que dan lugar a la muerte del cerdo y a reunirse cierto número de personas, familiares y amigos. Se dice también "moraga".

     Mázuela: C. B. Se trata de una clase de uva que se produce en la Cuenca Baja del río Oja.

     Mefo: Se dice de la caballería que no ajusta bien su dentadura, lo que es un defecto que supone una depreciación en los feriales.

     Melruza: Vulg. Por "merluza".

     Mendema: C. B. Por "vendimia". En la Sierra, refiriéndose a esta palabra dicen: "Los jóvenes han ido a la Rioja a mendemar".

     Mendimiar: C. B. Por "vendimiar". La labor de recoger la uvas durante la vendimia.

     Mentar: C. A. Es un verbo con el que se indica que se ha designado o dicho con anterioridad alguna cosa de la que se está hablando. Está en el D, R, A. E.

     Mequita: Ant. Voz que equivale a "tajadita". Forma anticuada que se decía por los "chuetes" que vivían en las aldeas de Ezcaray.

     Mergencias: Vulg. Por "emergencias". Es un accidente que sobreviene impensadamente, según define el D. R. A. E.

     Mesmo: Por "mismo". Adj. que se aplica a una persona o cosa que se ha visto.

     Mestura: Ant. En las Ordenanzas de Ojacastro de 1528 designaba así una forma de prueba que en los juicios obligaba al declarante a jurar contra sí.

     Miente bellaco: Ant. C. A. Alusión de esta frase a la mala nota que tiene el mentiroso.

     Mimbral: Vulg. Por "umbral". Losa que se pone en la entrada de las casas. La voz "mimbral" figura en el D. R. A. E. como "sitio poblado de mimbres".

     Minuesa: Ojacastro. Trozo pequeño de heredad.

     Miseria: Se aplica en general a las personas que por abandonadas tienen parásitos que les molestan. Se dice "Está lleno de miseria".

     Míspero: Vulg. Por "níspero". Es un árbol muy conocido cuyo fruto recibe su mismo nombre y es originario del Japón.

     Mocha: "Desorejado". Se aplica principalmente al que le falta una oreja. Se dice también de la cabra que no tiene cuernos. Caro Baraja, R. D. T. P., 1972, "La ganadería en la montaña alavesa".

     Moceta: C. A. Se llama así cierta clase de manzana muy apreciada por cierto.

     Moñiga: Vulg. Es el excremento del ganado vacuno. Se trata de una variante de "boñiga", que trae el D. R. A. E.

     Morisca: Ant. Nombre que se da a una azada de tipo intermedio.

     Mostelas: Así se llaman las hileras de hierba que se hacen en los prados una vez que está seca, para ir formando las gavillas, que se atan con vencejos.

     Mostero: C. B. Así se llamaba el pellejo hecho en general de piel de cabra que servía para transportar el mosto desde el lagar a las cubas donde fermentaba. Lo llevaba, bajo el sobaco, el operario que se llamaba "mostelero".

     Mucho bueno: Vulg. Es dicho muy corriente que se aplica a las cosas que se quieren ponderar.

     Mucho guapa: Frase que se emplea para lisonjear a las mujeres.

     Murciégalo: Vulg. Por "murciélago". Conocido insectívoro nocturno que hace sus nidos en los desvanes de las casas.

     

    N

     Nación: Ant. C. A. Se dice por "nacimiento" con respecto a personas. Así cuando se discute el defecto de una de ellas, se dice: "Lo tiene de nación".

     Nasa: Vulg. Cesta fuerte hecha de esparto que tiene la boca ancha y de poca altura, que se usa para tener harina o grano en las casas.

     Nevera: Hondonada que se reservaba en los montes cercanos al poblaub, a fin de que en invierno se llenase de nieve para conservarla cuando hacía falta para algún enfermo.

     Nevaja: C. A. Ant. Por navaja. Voz que decían los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray.

     Nidrio: Lleno, harto. "Se ha puesto nidrio de fruta".

     Nublo: C. A. Toque de campana que se hacía en las iglesias a media mañana y que se llamaba "tentenublo", y tenía por origen alejar los nublados, y servía a la vez de aviso a las mujeres para llevar la comida a los maridos que trabajaban en el campo fuera del poblado.

     

    Ñ

     Ñaco: Ant. Ojacastro. Persona floja y de poca disposición para el trabajo.

     

    O

     Obrada: C. B. Medida de superficie que se aplica a los terrenos plantados de viñedo; en la Rioja comprende 200 cepas.

     Ojeo: C. B. Voz que se aplica a Ir. vigilancia de las cubas de vino después de fermentar, a fin de rellenar las mermas, labor que en general se hace cada semana.

     Olia: Ant. Comida en común de vecinos en las aldeas de Ezcaray. Esta voz era usual entre los "chuetes"

     Otana: Ant. Se decía también "hogaza". Pan grande de un kilo de peso. Este era el tipo de los panes que se cocían en los hornos propiedad de varios vecinos, y en ellos cada uno seguía un turno, que se llamaba "adra".

     

     P

     Pacentar: Vulg. Por "apacentar". Dar de comer a los ganados en general en las praderas y también en los pastizales del campo.

     Paice: C. A. Por "parece". Vocablo que decían los "chuetes" de Ezcaray.

     Pajera: Lugar que había en las cuadras que servía de depósito para la paja que se daba en el pienso al ganado.

     Palomina: Excremento de las palomas que se emplea como abono.

     Panes: Ant. Ojacastro. Es una voz que se aplicaba a las tierras sembradas de trigo o cebada.

     Paniguado: Ant. Ojacastro. Nombre que se daba al pago de las rentas en grano de las tierras que se ajustaban por 8 pagas y 4 paniguados.

     Pantano: Vulg. Por "pantano". Se aplica en general a las hondonadas que hay en los terrenos donde se recoge el agua de lluvia y a los grandes depósitos de agua. Figura en el D. R. A. E.

     Paralís: Vulg. Por "parálisis". Disminución del movimiento en una o varias partes del cuerpo, producida en general por enfermedad. Figura en el D. R. A. E.

     Parvero: Era el montón de paja y grano que se formaba en las eras después de la trilla de los cereales, y que se colocaba a favor del viento reinante para beldarlo bien.

     Patorrillo: Vulg. Guiso que se hace con patas de cordero y en algunos casos con el cuajo y las visceras de estos animales.

     Pecu: Nombre que se da al "cuco" que anida en los bosques, donde se oye en primavera su conocido canto.

     Pedrera: Vulg. C. A. Armazón de madera que se coloca sobre las caballerías para transportar piedras.

     Pelaire: C. A. Ant. Se designaba así a los que se dedicaban a distintos oficios en las fábricas de paños de Ezcaray. Figura en el D. R. A. E.

     Pelechar: Vulg. Se dice cuando las caballerías mudan el pelo.

     Pelingar: C A. Ant. Por "balancearse". Palabra que decían los "chuetes" en las aldeas de Ezcaray.

     Pella: C. A. Se llama así en los pueblos de la Sierra a la coliflor.

     Pernada: C. B. En las viñas es la tierra que se levanta al pie de las cepas para que mejoren éstas con la humedad.

     Pero: C. A. Nombre del árbol que da la clase de manzanas algo alargadas que tienen forma de pera.

     Personal: Vulg. Se dice así de los forasteros que llegan en fiestas a los pueblos. Así se dice: "Vino mucho personal".

     Perta: Vulg. Pérdida. Se refiere bien a pérdidas materiales o de dinero o bien a pérdida de alguna otra cosa.

     Peruco: Es un tipo de pera pequeña muy temprana, que por esta razón es muy apreciada.

     Pescado: C. A. Nombre con que se designaba exclusivamente al bacalao, y así se ve en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562. En los pueblos de la Sierra, los aldeanos no olvidaban llevar en la faja una raspa de pescado como estimulante para beber unos tragos de vino en la taberna.

     Pial: C. A. Vulg. Por "peal". Es el trozo de paño que se colocaban los ganaderos y labradores cuando usaban abarcas en los pies; actualmente está ya muy en desuso.

     Picachón: Se llama así a la herramienta con pico y azadón que se utilizaba para trabajar en terrenos duros y fuertes, sobre todo de piedra.

     Pico: Insecto que se cría en los graneros y se desarrolla por exceso de amontonamiento de los granos, y que se come toda la parte harinosa, dejando limpia la cáscara, con la pérdida total del grano.

     Picote: Estaca. Pieza de madera que se hincaba en los límites de las fincas.

     Pichote: Vulg. Tonto. "Eres más tonto que Pichote".

     Pielga: Ant. C. A. Trozo de madera que se adapta a una de las patas de las caballerías para que no se salgan de los prados.

     Pincho: Vulg. Hombre pinturero y majo.

     Pingar: Vulg. Se dice aludiendo al que se tenía colgando de algún lugar alto, sobre todo de la rama de un árbol. Así se dice: "El chico está pingado de un árbol".

     Pipi: Vulg. Piojo.

     Pisón: C. A. Se emplea también en plural y se refiere esta palabra a los artefactos de artesanía que aprovechando las corrientes de agua tenían una rueda que accionaba una gran maza para golpear los paños y ensanchar la urdimbre. Nombre de un barrio de Ojacastro.

     Pitañal: Vulg. C. A. Se aplica a todo lo pobre y pequeño, calificándose así a los terrenos que se siembran en las aldeas.

     Pochas: Vulg. Se llama así a la alubia o al caparrón que no madura a tiempo y que desgranada se come en verde con aderezos varios.

     Podón: Se llama así a la guía del árbol que desaparece y al crecer queda en forma de muñón.

     Prensar: Casalarreina. U. c. s. Se dice de la labor de prensar las uvas para sacar el mosto que va bien a las tinas o a los lagos, para seguir a las cubas de fermentación, que tienen aproximadamente de 300 a 400 cántaras, y en algunas bodegas se llega hasta 1.000.

     Puga: Vulg. Ojacastro. Se dice por "púa",o sea, el pequeño trozo de rama de árbol preparado para injertar en otro que sirve de patrón. La citada voz es el sustantivo del verbo "empugar".

     Puntido: Se trata del descansillo de las escaleras, y así se dice: "Puerta del puntido".

     

    Q

     Quejana: Vulg. Persona insatisfecha que no cesa de quejarse, muchas veces sin motivo.

     Quita meriendas: Vulg. C. A. Se llama así a una flor que aparece generalmente en las eras a finales de agosto, de color violeta claro, y recibe el nombre indicado porque supone que ya desaparece la merienda que en las eras se daba a los agosteros, que en las demás labores de otoño no se dan.

     Quisquete: Vulg. Se llama así al pestillo o picaporte que se pone en las puertas. En el Diccionario de Azkue de 1905 se recoge la palabra "kisket" por picaporte.

     

    R

     Rabicandil: Vulg. Pájaro con manchas blancas y negras que sigue detrás del arado para comer las orugas o lombrices que salen en el surco de la tierra.

     Rabistaca: Vulg. Madera medio partida que se aplica a la cola de los perros oprimiéndoles para que corran por las calles de los pueblos, con gran algazara de los chicos.

     Racimar: C. B. Se llama así a la recogida de los racimos de uva que han dejado olvidados los vendimiadores, que hacen grupos de mujeres de corta economía en los pueblos vitícolas.

    Rad: C. A. Se emplea con el artículo "la" delante. Se denomina así a los terrenos comunales plantados en general de robles, que se van extinguiendo por reparto del terreno entre los vecinos una vez vendidos los árboles.

     Rampla: Vulg. Filamentos ásperos de las espigas de cereales, sobre todo de la cebada.

     Ranglanes: Ant. C. A. Así se llamaba a los capotes de paño pardo oscuro, con o sin caperuza, que usaban también los "chuetes" y ganaderos de Ezcaray. En general, eran del paño llamado "buriel".

     Rasero: Trozo redondo de madera que sirve para pasarlo encima de la media fanega, a fin de que salga bien medido el grano y quede fuera lo que sobra.

     Raspe: Vulg. Esta voz se toma del áspid de la culebra que recibe este nombre, y se aplica a las personas que son muy mordaces de expresión en sus conversaciones. También se dice "respe".

     Rebenchín: Ant. El mal humor que queda después de una discusión fuerte.

     Rebollo: Ant. C. A. Propina que se da a los mozos que dan serenata en las bodas de los pueblos rurales. En algunas regiones se dice "rebodo".

     Rebus: Vulg. C. A. Pequeña porción que queda por considerarse inservible o despreciable con referencia a comestibles almacenados u otros detalles del hogar.

     Recial: C. A, Es la huella que queda en el lecho del río Oja después de una crecida y tiene forma de canal algo profundo, por donde pasa el agua muy apretada y corriente al volver otra crecida.

    Ren: Ant. Palabra anticuada lo mismo que "herrén". Tomada de un documento de Ojacastro de 1650.

     Renieblas: C. A. En algunos pueblos, voz anticuada equivalente a "cuestiones". Así se dice: "Han tenido unas renieblas". En singular, se dice de la lluvia fina que produce la niebla.

     Renque: Se llama así a las filas de cepas de cada viñedo.

     Rey: Ant. Ojacastro. Así se llamaba en las aldeas de Ojacastro al que se elegía cada año por las cuadrillas de Arrupia y Garay, en que se dividían las aldeas. Véase "El Folklore en el Valle de Ojacastro", p. 85.

     Riguero: Vulg. C. A. Por "reguero". Corriente de agua o arroyo pequeño que servía para el reparto de agua en los pueblos.

     Robadera: Vulg. C. A. Recipiente de hojalata que se usaba en los graneros para cambiar de sitio el grano o llenar las medidas de capacidad.

     Rodal: Vulg. Se llama así a las dos ruedas que van a cada lado del eje de los carros. También se aplica a la rodadura que queda en los caminos donde éstos pasan.

     Romazas: Vulg. Ojacastro. Planta no muy alta con flores y semillas de color marrón.

     Romper: Vulg. Se aplica esta voz a la primera labor de arado que se hace en las tierras y en las viñas.

     Ruedos: Vulg. Así se llamaba a una de las habitaciones de las casas grandes en la que se iban metiendo los muebles y otros objetos caseros de poco uso.

     

    S

     Sabuco: C. A. Por "saúco". Conocido arbusto que tenía a veces destino medicinal casero.

     Salce: Vulg. Por "sauce". Es un arbusto que en general crece en las orillas de los ríos o sirve para cerramientos de prados, cuyas ramas tienen varias aplicaciones.

     Sangrecilla: Vulg. C. A. Se llama así a la sangre que se recoge en las matanzas, que, una vez cocida, sirve a los que ayudan en esa labor como uno de los platos de la comida. También se aplica a la que se vende en las carnicerías.

     Sapado: Se usa también en femenino. Se dice así de la fruta o de otros productos del campo que están dañados porque tienen sapo dentro.

     Sarmental: C. B. Montón de sarmientos que se apilan para irlos gastando.

     Sastifecho: Vulg. Por "satisfecho".

     Simienza: Vulg. Por "sementera" o "siembra". Es la época de sembrar las tierras, labor que se hacía en general a voleo y por marcenas para repartir bien la simiente.

     Seso: Vulg. Hierro grueso casi circular con un apoyo central que servía para sostener los pucheros a fin de que no se cayeran entre la lumbre del fogón.

     Soles: Vulg. C. A. Derecho de pastos de los Ayuntamientos, ya en desuso, sobre jurisdicción ajena, que duraba de sol a sol. Este derecho se ve en documentos de los siglos XIV y XVI. Más datos, en p. 89 del "Río Oja y su comarca".

     Supurado: Vulg. C. B. Vino cocido de gusto dulzón que se guardaba en botellas para obsequiar a los amigos.

     Surquear Vulg. Se dice cuando en las tierras se echan surcos, generalmente antes de la siembra.

     

    T

     Tabarnera: Vulg. Por "tabernera". Es la mujer del tabernero, que se ocupa de vender vino en las tabernas, o bien su sustituta.

     Tabla: Se llama así a la ceruga del caparrón verde antes de formarse el grano. Así, se dice: "Los caparrones están aún en tabla".

     Taborma: C. A. Ave de rapiña algo menor que el buitre.

     Tacuñar: C. A. Por "atacuñar".

     Tafo: C. B. Voz que se aplica a todo olor que sale de las cocinas. Se aplica al que emana de las cuevas o bodegas de la Rioja cuando está fermentando el vino, por cuyo olor se descubre el peligro de llegar a las cubas o tinos, que puede ser mortal. A esta última emanación se llama también "tufo".

     Talanquera: Armazón de picotes que servía para agrandar la capacidad del carro en la época del acarreo de mieses.

     Talenques: Palabra anticuada. Se refiere a las orillas de los prados de una manera general.

     Tamal; Es el montón grande de paja menuda llamada "tamo" que queda apilada en las eras y en general se destina para echarla en las cuadras durante el invierno.

     Tamborino: Palabra anticuada con que se designaba al actual tamborilero de los pueblos. Lo tomo de un reparto vecinal de Ojacastro de 1574.

     Tapabullero: Juego infantil que consiste en tirar barro a la pared en cierta forma para que quede hueco.

     Tastabín: Ant. Chico revoltoso y travieso.

     Taute: Ant. Persona que actúa de tercero en los tratos, a veces ilícitos.

     Telarata: Vulg. Por "telaraña". Tela que forma la araña.

     Telares: Van a continuación los nombres de los distintos artefactos de que se componen las antiguas máquinas artesanas que se conocían con ese nombre genérico y aún siguen funcionando, mejoradas, en la industriosa villa de Ezcaray. Los nombres van por orden alfabético para identificarlos en el croquis:

    A) ANTEPECHO: Pieza longitudinal adosada a la estructura del telar por donde pasa ya la urdimbre tejida.

    B) BASTIDORES: Pieza de forma rectangular donde se acoplan los lizos. Generalmente llevan dos o cuatro bastidores, según el tipo de tejido que se vaya a fabricar.

    C) CAMPANARIO: Son dos o cuatro piezas con rueda transversal por donde pasa una cuerda que se ata al bastidor.

    D) CANAL: Se compone de:

    1.° Andariz: Pieza longitudinal con dos puntos de apoyo de hierro sobre los travesaños altos del telar.

    2.° Aspas: Son dos piezas paralelas ensambladas en la parte inferior en el resto de la canal.

    3.° Canal propiamente dicha: Pieza longitudinal por donde se desplaza la lanzadera.

    4.° Estilla: Pieza adosada a la canal con ranuras finísimas donde pasa la urdimbre.

    5.° Sobrecanal: Pieza acanalada acoplada a las aspas, cuya misión es sujetar la estilla y que el tejedor mueva acompasadamente al paso de la lanzadera,

    6.° Cajones: Dos, uno en cada extremo de la canal, son piezas acanaladas por la parte superior por donde se desplaza el ratón:

    a) Ratón: Pieza estriada de madera y cuero que sirve para el lanzamiento y recogida de la lanzadera.

    b) Látigo: Cuerda atada al ratón y al andariz, cuyo extremo de cuero va a la mano del tejedor.

    E) CARCEL: Parte trasera del telar compuesta de respaldo y cárcel (lugar donde descansa y se apoya el otro extremo de las pisaderas).

    F) CORTAPISAS: Cuerdas sujetas a los bastidores que impiden que éstos suban o bajen mas de lo debido.

    G) CHARLATERAS: Unas chapas para sujetar la urdimbre.

    H) INJULIO: Rodillo sobre el cual se enrolla la urdimbre.

    I) LANZADERA: Instrumento alargado, cuyos extremos terminan en punta. Por la parte inferior lleva una rueda de madera en cada extremo que gira sobre ejes de madera también y en la parte superior lleva cavidad donde se introduce la canilla, que a través de los desplazamientos de la lanzadera de extremo a extremo de las cajas, va dejando la trama.

    J) LIZOS: Cuerda especial con un ojo en el centro por donde pasa el hilo de la urdimbre.

    K) PISADERAS: Son dos o cuatro piezas que comunican con las primaveras y las mueven.

    L) PRIMAVERAS: Son dos o cuatro piezas articuladas por el centro que comunican a su vez con los bastidores.

    M) RODETA: Pieza dentada con un perrillo que hace funciones similares a la romana.

    N) RODILLO: Pieza que va de extremo a extremo del telar, cuya misión es la recogida del tejido.

    O) ROMANA: Pieza acoplada al injulio para contrapesar la tensión del urdimbre.

    P) SOBREINJULIO: Soporte transversal que da altura a la urdimbre.

     Teñada: C. A. Voz que también se aplica a las pequeñas corralizas extendidas por los montes de la sierra de la Demanda. También se dice "teñazo".

     Terciar: Se dice cuando las tierras se aran por tercera vez dentro del año agrícola.

     Tejada: C. A. Ant. Por "tajada". Voz que decían los "chuetes" en las aldeas de Ezcaray.

     Tijereta: U. c. s. Se trata de un insecto de cuerpo alargado, de unos 3 cm., que vive en las cortezas, de los árboles, sobíe todo cuando son viejos.

     Tinanco: Es un recipiente de madera que se utiliza en las bodegas para transportar vino de una cuba a otra o para rellenar cubas. Tiene también empleos caseros.

     Tino: C. B. Se usa también como f. Recipiente que en las bodegas servía para llenar de mosto y tenía una capacidad de 1.000 cántaras (la cántara son 16 litros). Desde dicho recipiente el mosto pasaba a las tinas de fermentación,

     Tirar el pantalón: Alusión al momento de hacer aguas mayores en el campo.

     Titos: Se llama así a una legumbre parecida a los arbejos o guisantes.

     Toca y baila: Decíase en Grañón de un gaitero que a la vez que tocaba la flauta o gaita, bailaba.

     Todojunto: Ant. Ojacastro. Así se llamaba el traje único que las madres ponían a sus hijos cuando empezaban a andar. Se componía de pantalón y chaqueta formando una sola pieza. Este traje se usaba sólo en el buen tiempo.

     Tonzón: Ant. Es una palabra de uso entre los "chuetes" de Ezcaray, que se refería a un trozo grande de carne comestible.

     Topinar: Es el defecto que tienen algunas caballerías en las patas delanteras, que las hace caer, y que es fácil conocer haciendo correr al ganado.

     Torco: Se dice de la tierra cuando está muy pesada y al pisarla se lleva una parte en el calzado.

     Tórdiga: Trozo compacto y seco de basura que se aprecia cuando se saca de las cuadras.

     Torrollo: Así se dice del dispositivo lleno de paja y cubierto de terliz o de cuero que se pone en el cuello de las caballerías para hacer al tiro.

     Tragasoles: Se dice de las personas poco trabajadoras, refiriéndose a las que se dedican demasiado a tomar el sol. Así se dice: "ese es un tragasoles".

     Traiban: C. A. Por "traían". Se decía por los "chuetes" de las aldeas de Ezcaray.

     Traído a la vergüenza: Ant. Frase que se repite en las Ordenanzas de Ojacastro de 1562 y se aplica a la pena de exponerle al delincuente a la afrenta pública con algún estigma que denotara su delito. Se aplicaba en los casos graves.

     Tropiezos: Pequeños trozos de comida semejante a los entremeses que se servían antiguamente en las casas y algunos se echaban a la sopa.

     Troquiaos: C, A. Es la figura que hacen los danzadores en Ojacastro y pueblos limítrofes tocando los palos uno con otro al estilo vasco de la "makildanza".

     Trujo: C. A. Ant. Por "trajo". Es voz que decían los aldeanos de Ezcaray llamados "chuetes".

     Tufo: En la cuenca baja del río Oja. Voz que se aplica al gas que se desprende durante la fermentación del mosto, que tiene una proporción de ácido carbónico con peligro de muerte. Se dice también "tafo".

     Turna: C. A. Trozo de carne que los lobos arrancan por mordedura de los ganados cuando pastan en el bosque sin pastor.

     Turrar: Escozor que producen las heridas.

     

    U

     Uñazco: Vulg. Ojacastro. En las épocas de temperatura muy baja se designa con este nombre al dolor que en las uñas se produce a las personas que están en el campo.

     Urción: Vulg. C. A. Pequeña culebra de 30 cm. que aparece con frecuencia al recoger la hierba de los prados.

     Uva: C. B. Además de ese nombre genérico se aplica en los pueblos de la Rioja a un racimo entero. Así se dice: "Me he comido una uva".

     

    V

     Vareta: Vulg. Ojacastro. Lo mismo que "diarrea". Así se dice: "Estoy de vareta".

     Vellón: Vulg. C. A. Se dice de la hierba de los prados que se siega en junio y después de seca re ata en gavillas para guardarla en los pajares para alimentar el ganado en invierno.

     Vencejo: C. A. Se llama así a la paja larga de centeno que se une por el lado de la espiga a fin de que sirva para atar las gavillas de las mieses y las de hierba de los prados.

     Vendegar: Ant. C. A. Por "vengar".

     Vereda: C. A. Se llama así a la prestación personal a que estaban obligados los vecinos de los pueblos para trabajar en obras del Ayuntamiento, sobre todo las de arreglo de caminos y calles.

     Vergajo: Rama delgada de un árbol, que algunas veces no se limpia y que sirve para arrear las caballerías por el que las monta.

     Verraco: Vulg. Así se llama al cerdo semental.

     Vicacaro: Vulg. C. A. Niño mentiroso y refitolero.

     Vientos: Nombre con que se designan los puntos cardinales y la dirección de los vientos hasta principios del siglo XX. En la distinta documentación que he visto hasta fines del siglo XIX figuran esos nombres antiguos en los linderos para los límites de las fincas. CIERZO: designa el viento del Norte. ÁBREGO: designa el viento del Sur. SOLANO: designa el viento del Este. REGAÑÓN: designa el viento del Oeste.

     Vispras: Vulg. Por "vísperas". Se llama así al día que antecede a otro. Se aplica esta voz también a la función que por la tarde se celebra en las iglesias rurales los días festivos.

     

    Y

     Yelsera: Vulg. C. A. Por "yesera", es la pequeña fábrica artesana en cuyo horno antiguo se fabricaba el yeso en algunos pueblos.

     Yelsero: Ant. C. A. Por "yesero", se llama así al que fabrica el yeso.

     Yelso: Ant. Por "yeso", bien en las canteras o ya fabricado.

     Yesco: Ant. C. A. Prominencia que nace en los troncos de las hayas y que se arranca para macerarla a fin de obtener yesca.

     Yubada: Vulg. C. A. Por "yugada". Pareja de bueyes que, unidos por el yugo, aran la tierra o transportan el carro.

     Yuncir: Vulg. Por "uncir". Es la labor de uncir los bueyes al yugo.

     

    Z

     Zaborro: Vasc. Vulg. C. A. Piedra terciada que se usa en las obras como relleno. También se aplica a personas torpes y retraídas.

     Zagones: Vulg. Por "zahones". Era la prenda que usaban los "chuetes" y ganaderos, que era de cuero liso hasta la rodilla, por delante tenía doble abertura, que se sujetaba a la cintura; ésta se cubría con ancha y larga faja.

     Zancajo: Vulg. C. A. Es el hueco del tobillo. Se dice de la persona que está junto a otra y que le estorba. Así se dice: "No me deja del zancajo".

     Zarra: Vasc. Vulg. Voz con que se designan los picotes o palos largos acabados en punta que se ponen en las talanqueras del carro para el acarreo de mieses.

     Zarramplín: Vulg. Vasc. Aprendiz del oficio de albañil, cantero, etc.

     Zumbate: Ant. C. A. Pequeña altura en las tierras de labor, que ahora se llama "ribazo". También se dice "cálate".

     Zurracapote: Es de uso muy general en la cuenca y se llama así a la bebida que se prepara con vino, agua y azúcar, a la que se agrega limón y canela, y se bebe en las fiestas patronales de los pueblos, con cuya bebida los Ayuntamientos convidan a forasteros y vecinos. Palabra de uso en Álava (L. de Guereñu).

     Zurriburri: Vulg. Se dice de un montón de cosas distintas de poco valor por lo general, que con frecuencia se amontonan en las casas.

     Zurrupia: C. A. Se dice de la mujer que tiene mala fama. Lo cita también G. Manrique en su "Vocabulario de Soria".

     

     

 

     

     BIBLIOGRAFÍA

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     Manso de Zúñíga, Gonzalo: Modalidades de la Rioja Alta. Berceo, 1948, t. IV, págs. 37-42.

     Manrique, Gervasio: Vocabulario popular de la provincia de Soria. R. D. T. P. Madrid, 1965.

     Menéndez Pidal, Ramón; Toponimia prerrománica hispana. Madrid, 1952.

     Merino Urrutia, José J. Bta.: El folklore en el Valle de Ojacastro. Logroño, 1948. El retroceso del cultivo de la vid en la Rioja Alta. Berceo, 1956, núm. 41. El vascuence en la Rioja y Burgos. San Sebastián, 1962. El río O ja y su comarca. Logroño, 1968.

     Yravedra, Luisa: El habla de Cervera de Río Alhama. Berceo, 1946, núm. 1.

 

     

     

     NOTAS

    (1) El vocabulario aparece en las págs. 29-31.

    (2) Vocabulario de palabras recogidas en el Valle de Ojacastro (Rioja), año 1954, t. X, cuad. 3.°, págs. 323-330.

    (3) Págs. 251-4.

    (4) El habla de Cervera del Río Alhama. BERCEO, 1946, núm. I, págs. 143-5,

    (5) Contribución al estudio del vocabulario de la Rioja. R D. T P Madrid, l948, cuad. 2°.

    (6) Vocabulario arnedano. Berceo, 1950, núm. 16, págs. 595-602; núm. .18, 1951, págs. 127-143.

    (7) Publicado como anejo VI del "Boletín de la Real Academia Española". Madrid, 1961.

    (8) Algunas características lingüísticas de la Rioja en las hablas del Valle del Ebro. R. F. E., X. Madrid, 1965, págs. 321-350.

    (9) Vocabulario de palabras usadas en Álava. Madrid, 1903.

     (10) Voces alavesas. Academia de la Lengua Vasca. Bilbao, 1958.

     (11) El habla de la Bureba. Madrid, 1964.

     (12) El retroceso del cultivo de la vid en la Rioja Alta. Berceo, num. 41, 1956,

     (13) Me ha facilitado los datos que aquí figuran y las voces sobre la vitivinicultura el párroco de Casalarreina, don Efrén Merino, a quien agradezco su colaboración.

     (14) El vascuence en la Rioja y Burgos. San Sebastián, 1962. Obra citada, página 21

     (15) El folklore en el Valle de Ojacastro. Obra citada, pág. 33. El río Oja y su comarca. Obra citada, págs. 248-9.

     (16) "Encuestas Dialectales", R. D. T. P., 1951, t. VIl. cuad. I, pág. 3. R. F. E., 1948, pág. 34.

     

 

 

VOCABULARIO DE LA CUENCA DEL RÍO OJA

José Juan Bautista Merino Urrutia

     José Juan Bautista Merino Urrutia nació en Ojacastro (La Rioja) el 25 de septiembre de 1886. Sus padres se trasladan a Bilbao, cuando contaba con tres meses de edad. En esta ciudad vivió y realizó estudios de Profesor Mercantil en la Escuela de Santiago Apóstol. Al terminar estos, se instala en la casa de Ojacastro donde posteriormente fue alcalde en los años 1912 y 1913, siendo concejal dos años más.
Durante la Segunda República, aunque era de ideas monárquicas, fue concejal del Ayuntamiento de Guecho (Vizcaya). Más tarde, entre 1946 y 1960 fue alcalde de esta localidad.
     Enamorado de su rincón riojalteño, en Ojacastro encontró un enorme acervo de material para sus investigaciones filológicas sobre la etimología del nombre de La Rioja y el vascuence hablado en La Rioja y Burgos. Trató el tema desde el punto de vista prehistórico, aduciendo en el territorio la presencia de tribus de berones, vascones, autrigones y várdulos. Hizo un estudio comparativo de la etnología de Rioja y el País Vasco y ofreció documentos de que en el siglo XIII se usara el vascuence en Ojacastro.
     Fue presidente de la Comisión Provincial de Monumentos de la provincia de Logroño, así como vocal del Patronato de Archivos, Bibliotecas y Museos.
     También fue miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca en el año 1964, y el 15 de junio de 1974 fue nombrado académico honorario de esta institución en San Millán de la Cogolla.
     Falleció en Algorta (Guecho), el día 6 de mayo de 1982, a los 95 años.
     (Biografía tomada de la Enciclopedia digital Wikipedia)

[del editor web] "Componiendo" este artículo del riojano Merino Urrutia, he recordado multitud de vocablos de este pequeño valle en boca de mi lejano y buen amigo Vicente Robredo, a quien dedico esta remenbranza de nuestra historia personal.
 

 


Para saber más:
Fuero comarcal de Ojacastro, Ezcaray, Zorraquín y Valgañón 
Una danza contra judíos de finales del siglo XVI

 

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