Anotaciones sobre su geología regional e histórica,
paleontología, paleogeografía y minerales

 

Félix Pérez Lorente
Profesor de la Universidad de La Rioja.
Director Centro Paleontológico de Enciso 
 

 


Imágenes del periodo

RESUMEN:

Se muestra una revisión de La Rioja examinando las formaciones geológicas que salen a la superficie, desde las más antiguas a las más modernas. Es cierto que en su subsuelo hay minerales, rocas y fósiles que no afloran, algunos de los cuales se conocen por los sondeos, se deducen por el estudio, o se suponen por el análisis de los datos del suelo que pisamos. Es verdad que algunas de las opiniones vertidas son hipótesis, pero se ha elaborado un modelo, acorde con el conocimiento geológico, que pretende conducir al lector desde el tiempo en que sedimentan los Esquistos de Anguiano (más de 500 millones de años de antigüedad) hasta que el hombre puso aquí sus pies. Se nombran y colocan en su lugar de formación o de aparición, los fósiles, minerales, manantiales, rocas y formas de relieve que quizá hayan influi do más en la vida de los hombres antiguos, y que destacan en esta tierra. No se ha pretendido una historia geológica total, propia de especialistas, sino escribir sobre una secuencia de acontecimientos que sirvan para explicar la disposición actual de la gea en La Rioja.



PALABRAS CLAVE:

Geología
Dinosaurios
Piritas 
Formaciones geológicas
Nájera



    Una persona no experta en geología, al andar por el campo es capaz de distinguir los terrenos. Para hacer la separación, no es preciso ver los tipos de roca. Su composición particular favorece que la vegetación que se asienta sea de un tipo o de otro, según contengan sales o no, según sean calizos o silíceos, .... También influye su dureza y erosionabilidad en el aspecto que los diferencia; el relieve asociado a limos y arcillas es diferente al de las calizas o al de las cuarcitas ... El tipo de rocas y su disposición es muy importante porque condiciona muchos aspectos de la vida humana, mucho más en el pasado que actualmente. Los materiales y estructuras geológicas no rigen tan sólo las acumulaciones de minerales útiles o preciosos, sino también condiciona y determina los manantiales de agua, las cuevas, la facilidad para las comunicaciones con regiones próximas…. Ahora bien, la persona no experta, puede conocer, además de la posición actual de las rocas que afloran en nuestro entorno, cuales fueron las etapas seguidas en los procesos de formación y de evolución posterior, así como cual es su composición y contenido en fósiles, en minerales o en elementos químicos.

    El hombre sobre la Tierra lleva unos cuantos millones de años, mientras que la Tierra que lo sustenta ya lleva varios miles de millones de años existiendo. Si no se tiene costumbre de plantearse esta diferencia de tiempo, resulta chocante imaginar por ejemplo: que el Ebro tuvo que comenzar en algún momento – porque no ha existido siempre - a fluir por su valle, hacia el Mediterráneo; o que las rocas de Peña Isasa se depositaran en el fondo del mar. Cada periodo geológico produjo rocas sedimentarias, de composición y espesor diferente, que se acumulaban en cuencas de depósito continentales o marinas. Cada etapa orogénica acercó o separó regiones de la corteza de la Tierra formando zonas deprimidas en algunos lugares y cadenas montañosas en otros.

    El relieve de La Rioja se caracteriza por dos zonas montañosas laterales separadas por una zona más baja y menos accidentada; los tamarices y los cultivos extensos hay que buscarlos en la parte baja; las hayas, en la montañosa, en donde las parcelas cultivadas son muy pequeñas. En la zona deprimida central, ocupada por el valle del Ebro y el paso limitado por las líneas Haro-Pancorbo y Santo Domingo Tormantos aproximadamente, afloran rocas blandas en las que se encuentra: sales dejadas por evaporación de agua, arcilla, limo, arena, areniscas y conglomerados sueltos. En las zonas montañosas laterales afloran rocas más duras (calizas, cuarcitas, pizarras). Si llamáramos “dominios” a las tres partes separadas – las dos zonas montañosas y la zona deprimida central - les podríamos dar el nombre de:

    - Dominio del Norte, o Dominio de la Sierra de Cantabria – Montes Obarenes.
    - Dominio del centro, o Dominio de la Depresión del Ebro.
    - Dominio del Sur, o Dominio de la Sierra de la Demanda – Sierra de Cameros.

    Las rocas que hay en los tres dominios se originan por algún fenómeno geológico y en alguna época de la “historia” de la Tierra. En la Tierra hay rocas ígneas que proceden de magmas del interior, y rocas sedimentarias que resultan del depósito de las partículas que transporta el agua, el hielo o el viento. Las rocas sedimentarias se transforman con el tiempo, a veces tanto que, según las condiciones en que se encuentran (profundidad, por ejemplo) llegan a fundirse, pasando a ser rocas magmáticas. No hay en ninguno de los tres dominios mencionados, señales de actividad ígnea fuerte, pero sí las hay de sedimentación continental y marina. Bien es verdad que se encuentran rocas volcánicas (efusivas, que salen fundidas al exterior de la Tierra) o subvolcánicas (que penetran fundidas hasta muy cerca de la superficie y solidifican allí), pero en cantidad muy pequeña. Quizá las dos masas mayores se hallan, una en San Felices (ver foto), cerca de las Conchas de Haro y la otra entre Grávalos y las Ventas del Baño. 

    Las divisiones del tiempo de la Tierra desde su formación hasta el momento actual, admitidas por todos los geólogos, se resumen en el siguiente cuadro1.

Eras

Períodos

Empezó hace (millones de años)

 

 

 

Cenozoico

Cuaternario

2

 

Terciario

65

 

 

 

Mesozoico

Cretácico

140

 

Jurásico

200

 

Triásico

230

 

 

 

Paleozoico

Pérmico

280

 

Carbonífero

345

 

Devónico

395

 

Silúrico

435

 

Ordovícico

500

 

Cámbrico

600

 

 

 

Precámbrico

 

>4.000

 

 


 
    Muy probablemente La Rioja actual es el resultado de la unión de dos fragmentos continentales que estuvieron separados durante mucho tiempo. El del Sur unido con una parte del Norte de África – o con una prolongación de ella; el del Norte, en continuación con el Sur de Francia. Entre ambos, un espacio enorme. Esta unión termina durante el Mioceno (que es un piso del periodo Terciario).

    La teoría conocida con el nombre de Tectónica de Placas se basa en que los fragmentos que forman la corteza continental de la Tierra, encajan unos con otros como si de un rompecabezas se tratara. El encaje no sólo es de forma, sino que las rocas que hay a cada lado de los límites de las piezas son continuación unas de las otras; el encaje es casi perfecto. Las placas, que por una parte se separan, por otra chocan entre ellas uniéndose y dando cadenas montañosas que sacan a la luz las partes más profundas y escondidas.



EL MAR PRECÁMBRICO Y PALEOZOICO.

Hace unos 600 millones de años ...

    Es así como se debe comenzar el relato de lo que ha pasado aquí y de lo que se tiene registro. Las rocas más antiguas que se encuentran en la superficie de la Tierra en La Rioja son unas pizarras y areniscas de tonos oscuros que afloran al Sur de Anguiano y en las proximidades de Cilbarrena y que se llaman los Esquistos de Anguiano2. El tono oscuro se lo da el grafito diseminado que contienen. Se conoce el medio originario de las rocas mediante el estudio de su composición mineral, de sus fósiles, o del tipo y la forma de ordenación de sus elementos constituyentes (estructuras sedimentarias). Los Esquistos de Anguiano proceden del depósito de arena y arcilla en el fondo del mar. Por la cantidad de grafito diseminado que contienen se deduce que era un mar de vida rica, aunque en esa época todavía no existiesen los vertebrados. Ahora bien ¿estaban los Esquistos donde los encontramos hoy? La respuesta es no, como se verá más adelante.

    Sobre los Esquistos de Anguiano siguieron depositándose rocas de origen marino (periodos Cámbrico y Ordovícico) y continental (periodos Carbonífero, Pérmico y Triásico en parte). En estos periodos vivieron y nos quedan restos fósiles de trilobites y sus pistas (crucianas), bibalvos y otros restos marinos. Entre los fósiles se encuentran el trilobitoideo Riojaia perezi3y el trilobites Urbionia felixi descubiertos por primera vez en La Rioja. Del periodo Ordovícico hay varios yacimientos conocidos de crucianas, o pistas dejadas por trilobites sobre el barro del fondo del mar. Del Carbonífero se conservan plantas y otros restos continentales. 

    Si se habla del clima en este intervalo de tiempo, hay que decir que se pasaron varias etapas glaciares, y que parte de estas rocas también estuvieron algún tiempo atravesadas por el Ecuador de aquella Tierra antigua4. Estas variaciones de clima no influyeron sobre los hombres. Estamos hablando de hace más de 450 millones de años, época en la que ni siquiera los mamíferos habían aparecido.

    La Sierra de la Demanda, dada la naturaleza de los sedimentos que la componen, ha permitido que nacieran en ella la mayor parte de las minas explotadas. El hierro en muchos de los lugares en los que hay calizas de edad cámbrica. El cobre, posiblemente asociado con oro en alguna de las minas, en filones dispersos. El plomo, asociado con plata, en los alrededores de Mansilla y de Viniegra. Muy probablemente algunos de estos metales se obtuvieran del beneficio de los minerales que los contienen, y quizá el hierro desde épocas muy remotas. Es muy posible que la minería del cobre, oro y plata, se desarrollara durante y después de la invasión romana. Además de los que contienen los metales anteriores se han explotado otros (por ejemplo, la baritina) pero, en estos casos, su aprovechamiento ha sido muy reciente. La edad en la que se formaron las menas metalíferas es variable, porque mientras que algunas son del Paleozoico (unos 290 millones de años o más) otras están relacionadas con la Orogenia Alpina, y son mucho más recientes (unos 10-20 millones de años). Las rocas encajantes son siempre más viejas que las venas metalíferas que contienen. 



LAS PRIMERAS MONTAÑAS.

     Hubo al menos dos orogenias antiguas que produjeron montañas y plegaron las capas sedimentarias horizontales: la Cadomiense, antes del Cámbrico; y la Hercínica, durante el Carbonífero. Después de la Orogenia Cadomiense (se supone que en el Cámbrico inferior) hubo una primera etapa que arrasó las montañas debida a la acción del agua del mar, y, otra etapa después de la Orogenia Hercínica, pero en este caso debida a erosión fluvial. Durante el Carbonífero – en plena segunda etapa de arrasamiento por la erosión posthercínica - todavía quedaban montañas, y parece que había una línea de costa por la parte Oeste de la Sierra de La Demanda. Quedan restos de deltas y de cantos procedentes de morrenas glaciares de ese último periodo (Carbonífero) en la parte burgalesa de la Sierra5



EL PRIMER CONTINENTE.

    En las últimas fases de plegamiento de la Orogenia Herciniana, emergió al menos parte de la región; hay elementos sedimentarios que prueban que el Este de la Demanda estaba emergido. Los sedimentos posteriores (pérmicos y triásicos) se extendieron por una gran llanura continental que volvió a cubrir el mar en el Triásico Medio. El Triásico superior, fue de nuevo continental en La Rioja. En resumen, desde el Carbonífero superior hasta la base del Jurásico, aproximadamente unos 100 millones de años, nuestra región permaneció emergida – excepto durante el Triásico medio.

    El clima, a partir del Carbonífero, debió de ser bastante árido, e incluso muy seco. En el Triásico superior lo fue tanto que se depositaron rocas específicas de estas condiciones. La gran cantidad de yeso y sal (rocas que pertenecen al grupo de las evaporitas) que afloran, es el registro que lo indica.

    Las materias pétreas utilizadas por el hombre procedentes del Pérmico y Triásico son: “ofitas”, evaporitas (sal y yeso) y areniscas. Aunque se han encontrado utensilios de piedra de rocas similares a las “ofitas” de las Conchas de Haro (incluidas en el Triásico superior), desconozco si se ha empleado la ofita de San Felices en esos menesteres; son abundantes las hachas y martillos de piedra pulimentada que hay de este tipo de rocas en muchos lugares de la Península Ibérica. Las evaporitas del Triásico superior con tienen sal y yeso. Son tan abundantes que de la primera se ha extraído sal gema y el segundo se sigue explotando actualmente en Viguera, Ventas Blancas y Leza. Finalmente, las areniscas pardas y rojas del Triásico inferior, por la facilidad con que se obtienen sillares de ellas, se han usado en construcción, sobre todo en las localidades del interior de La Demanda.



EL MAR JURÁSICO. 6, 7, 8

    Al inicio del periodo siguiente, el Jurásico, el mar cubrió todo lo que hoy es La Rioja. Este es el periodo de los ammonites, belemnites, rhynchonellas, terebrátulas, ... En general fue un mar poco profundo que a la vez hacía el papel de unión entre el Thethys y un mar boreal. En la Rioja. El mar jurásico fue disminuyendo de profundidad aunque antes de desaparecer totalmente, la unión entre los dos anteriores se realizaba a través de un brazo estrecho que pasaba por Torrecilla en Cameros y que estaba flanqueado por arrecifes de coral.

    En el fondo de este mar se depositaron calizas que hoy dan barras muy potentes que resaltan en el paisaje, cuya importancia es enorme en lo que se refiere a la vida humana en La Rioja. Son las que dan los relieves más agrestes. Los pasos de los ríos que van a desembocar al Ebro, procedentes del Sistema Ibérico, se construyen sobre ellas. Las cuevas más importantes del Dominio Sur también se abren en las calizas del Jurásico: zona de Ventas del Baño – Grávalos – Villarroya – Turruncún- Muro- Préjano – Arnedillo; zona de Jubera – Santa Engracia – Lagunilla; zona de Pinillos – Nieva – Ortigosa – Brieva – Ventrosa – Mansilla – Villavelayo - Canales; zona de Nestares – Torrecilla – Nieva – Anguiano – Tobía; zona de Ezcaray – Valgañón.
También están asociados con ellas las fuentes con mayor caudal e incluso las fuentes termales. 

    La actividad humana y su relación con las rocas de edad Jurásico marino, es más indirecta en cuanto se relaciona no con el empleo de las calizas como rocas, sino con la posibilidad de cuevas que se utilizaron de cobijo y para vivir en ellas, y con la de los manantiales grandes, que en épocas de sequía podrían haber sido los únicos puntos de agua en muchos quilómetros a la redonda.



LA EMERSIÓN DEL SUR.

    Después del mar Jurásico se produjo la última emersión de la región Sur. La costa se alejó hacia el Este y quedó una enorme llanura, por sitios pantanosa, en la que depositaban turbios los ríos procedentes del Sudoeste. 

    Esta “historia” del mar que se relata no era igual en el dominio de la Sierra de Cantabria – Montes Obarenes, porque, entre otras cosas en este dominio, después del Jurásico, durante parte del Cretácico, estuvo ocupado por el mar. La Sierra de la Demanda no existía, ya que sobre ella también se extendía la llanura mencionada. 

    Parece ser que el clima en esta época era árido, aunque La Rioja era una zona muy húmeda, en parte encharcada. En ella se asentaron los dinosaurios que fueron dejando sus huellas. 

    Las estructuras sedimentarias atestiguan que había ríos que discurrían por zonas llanas y que debían proceder de lejos – aquí apenas hay conglomerados asociados a los depósitos fluviales cretácicos – que divagaban por y entre los charcos. Las paredes de los ríos no son muy profundas, y los sedimentos que dejaron en los cauces al abandonarlos o al colmatarlos, son arenas silíceas. Desde los márgenes de los ríos se extendían llanuras de inundación arcillosas, generalmente colonizadas por plantas (raíces) y por animales invertebrados.

    Dentro de las capas de arcilla se acuñan otras de calizas que corresponden a las zonas encharcadas en las que la cal se produce por precipitación del carbonato cálcico contenido en el agua. En muchas de estas capas calizas se encuentran acumulaciones de fósiles tales como bivalvos (unios) y varios tipos de gasterópodos de enrollamiento turriliforme9. No es difícil encontrar escamas de pez, a veces ensambladas, y dientes de los mismos animales; son del género Lepidotes, muy abundante en estos charcos de agua dulce. La evaporación intensa y, a veces la entrada de agua del mar, producía condiciones de salinidad del agua que sólo permitía la vida de las algas, responsables de las estructuras laminadas muy delgadas, y de una especie de nódulos formados por capas calizas concéntricas, también muy finas, que se conocen con el nombre de oncolitos.

    Al quedarse secos los charcos se producían grietas de desecación en el barro, de las cuales quedan abundantes ejemplos fósiles. Otras estructuras que también proliferan son las llamadas rizaduras de oleaje, que en este caso están producidas por la corriente del agua al pasar sobre los sedimentos, de la misma manera que el aire forma las dunas en los desiertos arenosos. Finalmente, encontramos también en el techo de los estratos, los huecos dejados por los pies de los dinosaurios al transitar.

    Son muy conocidas las piritas contenidas en rocas de esta edad. El empleo de estos minerales parece que estaba relacionado con supersticiones (piedras de lobo, piedras de tormenta, ...). Hoy son motivo de explotación porque son elementos codiciados por su belleza. También se han trabajado minerales que contienen cobre, aunque no tengo ningún criterio que indique cuando se comenzó a extraerlos. Quedan por citar las calizas negras, duras, utilizadas en construcción entre Soto e Igea. Hasta el año 1970 se benefició carbón en algunas minas que se encuentran entre Grávalos, Villarroya, Turruncún, Préjano y Arnedillo, pero, como ocurre con otras sustancias, no se empleó el carbón hasta muy avanzada la historia del hombre. 



LOS DINOSAURIOS.10

    ¿Era La Rioja una zona de paso de dinosaurios?. Decir eso implica afirmar que los dinosaurios eran animales migratorios, y, aunque es posible que muchos lo fueran porque la mayor parte de ellos iban en manadas, no se puede hacer una afirmación tan rotunda. Uno de los tópicos respecto a esta cuestión es que donde hay muchas huellas de dinosaurio casi no hay huesos, y viceversa. Ningún especialista ha deducido de esto que hubiera lugares donde los dinosaurios vivieran o fueran a morir (acumulaciones de huesos fósiles) y lugares por donde los dinosaurios pasaban (acumulaciones de huellas fósiles).

    Por el número de huellas estudiadas en La Rioja y por el número de estratos que las contienen y que aún se encuentran bajo tierra, en la región geológica de Cameros debieron pisar millones de dinosaurios, de los cuales morirían bastantes incluso suponiendo que estuvieran de paso. Aunque pocos, se han encontrado restos de vertebrados, entre los que se incluyen: un cráneo de cocodrilo, huesos de pterosaurios y de varios dinosaurios. Estos últimos pertenecen a dinosaurios pequeños (Hypsilophodon)11, también hay restos de Baryonyx12en dos localidades (Igea y Enciso) y aún quedan huesos fosilizados de otro dinosaurio de talla mayor que se está estudiando. El que se haya hallado solamente un cráneo de cocodrilo no nos inclina a pensar que también estos animales estuvieran de paso y por eso no hay más huesos.

    Según las publicaciones científicas consultadas, el número de huellas que se encuentran en lo que en el lenguaje geológico se entiende por la Región de Cameros, es superior a la citada en ninguna otra parte del mundo. Su estudio ha permitido distinguir las pisadas dejadas por manadas grandes de dinosaurios ornitópodos y saurópodos, y las dejadas por grupos de dinosaurios carnívoros (carnosaurios y celurosaurios) en los que, aparentemente, había menos individuos. Se han descrito en revistas científicas dos tipos nuevos de huellas: Hadrosaurichnoides igeensis13 y Theroplantigrada encisensis14. Los trabajos sobre nuevos yacimientos que se encuentran todos los años y las consideraciones estadísticas y de pautas de comportamiento deducidas de las icnitas, se multiplican cada año. 

    La disposición de algunos conjuntos de icnitas permiten suponer que había grupos familiares de pocos individuos. La agrupación de huellas iguales, que coexisten con otras agrupaciones, hacen pensar que, sino todos, la mayor parte de los dinosaurios o iban en grupos o se concentraban en los mismos lugares. 

   El número de pisadas es tan grande que, sin necesidad de recurrir a huellas de otros yacimientos de fuera de La Rioja, se pueden aplicar tratamientos estadísticos y obtener conclusiones del análisis de las nubes de puntos que se concentran en la representación gráfica de los datos disponibles.



LA UNIÓN DE LA RIOJA NORTE CON LA RIOJA SUR.

    Parece ser que hacia el Albiense (un piso del periodo Cretácico) se produce el acercamiento y el choque entre el Sur y el Norte de la actual Cuenca del Ebro. Las cosas no son sencillas porque, entre otras cosas el Sistema Ibérico (o algunas partes de él) estaba a unos 35 km. al Sur de su posición actual15, y la Sierra de Cantabria/Obarenes (o algunas partes de ella) estaba al menos 15 Km. al Norte de su posición actual16. Al principio del Cretácico había en La Rioja y aledaños una zona extensa, llana, y sin montañas próximas. Desde el Albiense hasta el Mioceno Superior, se han estado acercando los dos sistemas montañosos superponiéndose a un bloque central hundido (la base de la Cuenca del Ebro). Los sistemas montañosos se erosionan desde que empezó su aproximación, y han dado material que ha suministrado elementos rocosos (desde conglomerados a arcillas) al dominio central.

    El acercamiento de las dos partes originó los sistemas montañosos del Norte y del Sur. En lenguaje geológico es la Orogenia Alpina. Se elevaron las partes más profundas y se levantaron sobre terrenos más modernos los sedimentos antiguos. Así, los citados Esquistos de Anguiano, que debían venir desde la costa del Este de América del Norte, se preparaban para llegar a ocupar su posición actual.

    La elevación de las montañas hace que los cauces fluviales del Terciario erosionen los dominios que se van levantando, y suministren material al dominio medio, más bajo. Los ríos arrancaban fragmentos rocosos de los montes y los dejaban en la llanura: los más pesados (conglomerados) en los bordes montañosos; los más ligeros (areniscas, limos y arcillas) a continuación, ya en plena llanura; finalmente, en el centro de la Depresión, se depositaban los compuestos disueltos en el agua (caliza, yeso y sales solubles) porque allí se evaporaba. Esta imagen es muy clara en cualquier viaje: los bordes del conjunto geológico Demanda-Cameros y de una parte del conjunto Cantabria-Obarenes son conglomerados (Ojacastro, Santurdejo, Tobía, Matute, Anguiano, Serradero, Viguera, Islallana (ver foto), Clavijo, Sierra de la Hez y Sierra de Yerga por el Sur y borde de las Conchas de Haro por el Norte); evaporitas abundantes en Leiva, .... por el Oeste, y Arrúbal, Alcanadre, Pradejón, Calahorra, Autol (ver foto), ... por el Este; entre ambos tipos de rocas, areniscas, limos y arcillas.

    Los fósiles encontrados son sobre todo de vertebrados y plantas. En las llanuras de inundación y en los cauces del Terciario, hay huesos de cocodrilos y de roedores (algunos citados por primera vez en La Rioja como es el caso de Ebromys autolensis o Ebromyx bachius)17y de huellas de mamíferos18carnívoros (en el Cristo). También se encuentran abundantes dientes de roedores en los yacimientos de Autol Bergasa asociados a sedimentos cíclicos con calizas y capas carbonosas.

    Quizás sea un hecho destacable que, en algunas partes del límite de los depósitos yesíferos, hay yacimientos de silex que parece fueron trabajados por el hombre primitivo. Estos yacimientos los hemos localizado en una franja que va desde Autol a Bergasa, y entre Badarán y Estollo. Las areniscas, sobre todo las que se encuentran en lo que los geólogos llamamos la Formación de Haro, son sillares buenos de trabajar y de resultado excelente. Sobre todo se han empleado en donde esta formación ocupa más extensión, desde Logroño hacia el Oeste y Noroeste.



EL CUATERNARIO.

    Antes del Plioceno estaban los tres dominios en la posición actual, aunque el relieve no era todavía como lo vemos hoy. Ya estaban levantadas las cordilleras del Norte y del Sur, pero todavía quedaba que cambiara de dirección el agua de los ríos. El Ebro no existía y gran parte del agua de La Rioja iba a una depresión que existía por Miranda. Quedaba también que pasaran las épocas glaciares cuaternarias.

    Han transcurrido muchos millones de años desde que se formó la primera roca de La Rioja, que en todo este tiempo ha pasado en varias ocasiones desde ser parte del mar a ser parte de una llanura continental o a ser una zona montañosa. Hay referencias de todas estas etapas y formas del relieve. En el Cuaternario, quedan ejemplos con conglomerados de origen fluvial, de una llanura más alta que la terraza actual cuyos restos están en lo alto de Salinillas-Valpierre en Hormilla, del monte Cantabria en Logroño, de La Estrella en Tudelilla, ... algunos a más 300 metros por encima del perfil de equilibrio de los ríos próximos, lo cual quiere decir que el río Ebro y sus afluentes se han encajado y han dejado testigos de su acción erosiva.

    Al principio se ha recalcado que La Rioja consta de tres zonas fisiográficas diferentes que se distinguen por sus relieves. El Norte y el Sur están ocupados por montañas: al Norte el sistema Sierra de Cantabria Montes Obarenes; al Suroeste el Sistema Ibérico. Por entre ambas y hacia el Este, la Depresión del Ebro.

    En las montañas de los lados salen rocas más antiguas y resistentes a la erosión. En la zona del centro, de menores cotas topográficas, afloran rocas más modernas y erosionables. Los materiales que dan
los relieves más agrestes son las cuarcitas paleozoicas y cretácicas de la Sierra de La Demanda, Sierra de Urbión, Cebollera y Archena (Dominio de la Sierra de La Demanda – Sierra de Cameros), y las calizas mesozoicas que hay a ambos lados, tanto al Norte como al Suroeste. Esta disposición ha creado barreras naturales que favorecen la comunicación a lo largo de la Depresión y hace difíciles los accesos hacia los lados. Hacia el Norte solamente se encuentra el paso de las Conchas de Haro; hacia el Sur, los pasos estrechos de Ezcaray, San Millán, Anguiano, Islallana, Leza, Jubera, Arnedillo y las Ventas del Baño. Esta disposición no ha sido siempre así, ya que al principio del Cuaternario (o finales del Plioceno) el fondo de la Depresión estaba, en relación con las sierras marginales, más de 300 metros por encima de su nivel actual. La erosión, mayor en los sedimentos del Terciario, ha hecho que se instaurara el Ebro y que el nivel del fondo de la Depresión descendiera más que el de las montañas de sus bordes19.

    No debe ser ajena tampoco, al menos en la parte Sur, a la diferencia de nivel la elevación tectónica reciente del Sistema Ibérico. En las salidas de los ríos por los pasos estrechos citados antes, se encuentran dos hechos que lo registran:

    1- el perfil de los ríos cambia de pendiente en estos lugares
    2- adosadas a ambos lados de los pasos, suele haber más terrazas relacionadas con los ríos que las que se encuentran a lo largo de sus cauces.

    Que el perfil de los ríos cambia de pendiente en estos lugares quiere decir que el fondo de los cauces, que va ascendiendo desde su desembocadura de manera continua, se quiebra. Que haya más terrazas quiere decir que la inestabilidad del terreno en los pasos es mayor que en el resto de los valles, ya que no da tiempo a que se establezcan los mismos sistemas de terrazas. Geológicamente esto se explica por que el borde montañoso coincide con fallas (superficies largas y profundas de rotura de las rocas) que en la actualidad son activas. 

    A medida que se avanzó en el tiempo Cuaternario, desde el Plioceno hasta hoy, la diferencia de relieve y la dificultad de acceso del Ebro hacia las sierras se ha hecho mayor como consecuencia del encaja miento de la red fluvial.

    De esta edad, se han utilizado en construcción los conglomerados, la arcilla, y también algunas tobas calcáreas que se han formado en la salida de los manantiales. En Torrecilla hay ejemplos del empleo de estas últimas.



LA RIOJA PRIMITIVA.

    Este apartado no es sino la reiteración de algunos detalles que se han comentado en el texto pero que son de importancia para el hombre. Desde hace unos 600 millones de años han ocurrido hechos geológicos que son los responsables de la actual Rioja. Su aspecto comenzó a perfilarse en la Orogenia Alpina al acercarse las dos partes, pero fue durante el inicio del Cuaternario cuando se definió la forma que hoy muestra.

    En el primer momento en el que el hombre vino a La Rioja, la Depresión del Ebro era buen terreno de tránsito y de acceso. Las montañas laterales eran refugios naturales de arribada difícil. A algunos de ellos sólo se podía llegar a través de pasos estrechos y profundos. Había cuevas grandes y oquedades en las calizas del Jurásico del Dominio Sur y en las del Jurásico y Cretácico del Dominio Norte.

    El agua, abundante en los sistemas calizos de los dominios Norte y Sur, tampoco debería faltar en la Depresión, en este caso asociada a los acuíferos de las terrazas del Ebro. No debería faltar ni incluso en las épocas de sequía más fuerte. 

    Con respecto a los materiales pétreos y minerales que fueron útiles, hay sílex, cobre, hierro, plata y posiblemente oro.

    El sílex se encuentra en capas del Terciario entre Autol y Bergasa y entre Badarán y Estollo. El cobre está tanto en filones como en capas sedimentarias, lo mismo que el hierro, aunque cada uno en materiales de caja diferentes. La plata y el oro, la que se ha citado en literatura minera, está asociada a minera les de plomo y de cobre.

    El silex forma parte del borde de lechos sedimentarios de yeso, al menos entre Autol y Bergasa. Entre Badarán y Estollo también están asociadas ambas rocas (sílex y yeso) pero no se ve la relación anterior. 

    Los minerales de cobre están en filones y capas sedimentarias de la Sierra de la Demanda. El filoniano arma sobre todo en las rocas del Paleozoico, mientras que el sedimentario lo hace preferentemente en capas continentales del Cretácico (facies Weald). Tanto en unas como en otras, hay labores de minería.

    De minerales de hierro hay muchas acumulaciones en la Sierra de la Demanda - en el valle del Oja, aguas arriba de Ezcaray, o en el valle del Cárdenas aguas arriba de San Millán de la Cogolla. Este hierro está asociado a calizas del Cámbrico, y no son estos los dos únicos lugares en los que hay este tipo de yacimientos. Además se encuentra también en filones distribuidos por gran parte de la Sierra, que atraviesan tanto las calizas como las cuarcitas o pizarras.

    Las mineralizaciones de plomo – Mansilla, Viniegra, Jubera – no debieron ser interesantes, posiblemente hasta la llegada de los romanos que eran capaces de separar la plata. En aquella época, cobre, plata y oro eran metales de mucho valor que se empleaban en acuñación de moneda. De la misma manera que el plomo y la plata están asociados en muchos minerales, el cobre y el oro también lo están. Es posible que se extrajera este último metal aunque, si así fue, sería en cantidad muy pequeña. 

Este es el escenario.

 


 

Notas

1. VAN EYSINGA, F.W.B. Geological time table
2. COLCHEN,M. Geologie de la Sierra de la Demanda (chaînes ibériques. Espagne)
3. LIÑÁN,E. “Riojaia perzi, un nuevo trilobitoideo del Cámbrico medio de la Sierra de la Demanda”. Estudios Geológicos.
4. GARCIA RUIZ,J.M. PÉREZ-LORENTE,F. “Sobre una probable glaciación de edad Carbonífera en la Sierra de la Demanda” I Congreso Español de Geología.
5. GUARÁS GONZÁLEZ,B., PÉREZ-LORENTE,F. “Excursión: Logroño-Pineda de la Sierra” Excursiones geológicas por La Rioja. Ciencias de la Tierra.
6. COMAS RENGIFO,M.C., GOY,A., YÉBENES,A. “El Lías en el sector suroccidental de la Sierra de la Demanda” III Coloquio de Estratigrafía y Paleogeografía del Jurásico de España. Ciencias de la Tierra.
7. URETA,M.S. “El Aaleniense en el borde nororiental de la Sierra de los Cameros (Muro de Aguas. Logroño)” III Coloquio de Estratigrafía y Paleogeografía del Jurásico de España. Ciencias de la Tierra.
8. MAS,R., ALONSO,A. “El complejo arrecifal progradante de Torrecilla en Cameros (Kinmeridgiense inferior) III Coloquio de Estratigrafía y Paleogeografía del Jurásico de España. Ciencias de la Tierra.
9. BRANCAS,R., BLASCHKE,J., MARTINEZ,J. Huellas de dinosaurio en Enciso
10. PÉREZ-LORENTE,F., FERNÁNDEZ,A., URUÑUELA,L. Pisadas de dinosaurios (algunos ejemplos de Enciso)
11. VIERA,L.I., TORRES,J.A. “Hypsilophodon foxii (Reptilia, Ornithischia) en el Cretácico Inferior de Igea (La Rioja. España)”. Munibe.
12. VIERA,L.I., TORRES,J.A. “Presencia de Baryonyx walkeri (Saurischia. Theropoda) em el Weald de La Rioja. Nota previa”. Munibe.
13. CASANOVAS,M.L., EZQUERRA,R., FERNÁNDEZ,A., PÉREZ-LORENTE,F., SANTAFÉ,J.V. “Tracks of a herd of webed ornithopods and other footprints found in the same site”. Revue de Paléobiologie
14. CASANOVAS,M.L., EZQUERRA,R., FERNÁNDEZ,A., PÉREZ-LORENTE,F., SANTAFÉ,J.V., TORCIDA,F. “Icnitas digitígradas y plantígradas de dinosaurio en el yacimiento de El Villar-Poyales (La Rioja. España)”. Zubía monográfico.
15. CASAS SAINZ, A.M. El frente norte de las Sierras de Cameros: estructuras cabalgantes y campo de esfuer zos. Zubía monográfico.
16. RIBA ARDERIU,O., JURADO,M.J. “Reflexiones sobre la geología de la parte occidental de la Depresión del Ebro”. Acta Geológica Hispánica.
17. CUENCA BESCÓS, G. Los roedores (Mammalia) del Mioceno inferior de Autol (La Rioja). Ciencias de la Tierra.
18. LÓPEZ,G., MAYORAL,E., MUÑOZ,A., SANTAMARÍA,R., “Nuevas icnitas de mamíferos carnívoros en el Mioceno inferior del sector occidental de la Depresión del Ebro (Logroño, La Rioja). Revista de la Sociedad Geológica de España.
19. PÉREZ-LORENTE,F. “El cuaternario en La Rioja Alta”. Cuadernos de Investigación Geográfica.

LA RIOJA, TIERRA ABIERTA, 2000

 


Imágenes del periodo

Islallana San Felices de Bilibio (Haro) Cellorigo Autol
Los conglomerados de Islallana constituyen una potente acumulación de gravas semirrodadas empastadas en un cemento calcáreo muy  resistente, lo que permite la conservación de escarpes verticales y torreones. Esta imagen es consecuencia, por un lado, del frente de cabalgamiento que delimita la Sierra de la Depresión del Ebro, en gran parte exhumado, y por otro de la reducida acción de la erosión sobre las calizas, lo que ha permitido el mantenimiento de bloques y paredes que se elvan a modo de torres y murallones. La fotografía tomada desde el promontorio de la ermita de San Felices de Bilibio muestra los plegamientos y la erosión del Ebro en la parte central de la imagen. Los Montes Obarenes muestran un relieve parcialmente agreste como consecuencia de la presencia de estratos calizos verticales. En la foto, Cellorigo. El Picuezo y la Picueza son dos formas de relieve típicas de Autol, labradas caprichosamente por los agentes erosivos sobre las areniscas inclinadas del borde sur de la Depresión del Ebro.
Riojaia Perezi Terebrátulas de Valgañón Trilobites y huella Belemnites de Muro de Aguas
Riojaia perezi, fósil autóctono riojano del Cámbrico Medio, procedente de Mansilla de la Sierra. Fósiles de terebrátulas, conchas con un apéndice para fijarse a las rocas submarinas. Su antigüedad es de 175 millones de años y fueron obtenidos en Valgañón. Trilobites de Ateca en Aragón.Junto a él, en la parte inferior, la huella que dejaba sobre el terreno al nadar o reptar, la llamada ´cruziana´ obtenida en el Monte San Lorenzo. Belemnites, molusco parecido a los calamares actuales y del que sólo se conserva la concha interna. Fósil del Jurásico Inferior (190 millones de años) obtenido en Muro de Aguas.
Ignita de Enciso Iginitas proveniente de Munilla  Ignitas de Munilla
Detalle de ignita de Enciso, uno de los yacimientos de huellas fósiles más importantes de La Rioja. En el Cretácico, hace 120 millones de años, en un clima apacible y húmedo, los dinosaurios poblaban las tierras riojanas.En las fotografías ignitas, huellas fósiles de tres dedos, dejadas por los Iguanodontes; animal herbívoro que vivía manadas y de aspecto  de canguro, de 5 metros de altura, 9 de longuitud y 5 toneladas de peso. Esta huellas provienen del yacimiento de Peñaportillo en Munilla, donde se puede apreciar un rastro de 17 huellas muy bien conservado. En el Cretácico, hace 120 millones de años, en un clima apacible y húmedo, los dinosaurios poblaban las tierras riojanas.En las fotografías ignitas, huellas fósiles de tres dedos, dejadas por los Iguanodontes; animal herbívoro que vivía manadas y de aspecto  de canguro, de 5 metros de altura, 9 de longuitud y 5 toneladas de peso. Esta huellas provienen del yacimiento de Peñaportillo en Munilla, donde se puede apreciar un rastro de 17 huellas muy bien conservado.

 

LA RIOJA, TIERRA ABIERTA, 2000

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