San Miguel de Cornezuelo (Burgos). Tímpano de la portada románica : guerrero luchando con un león y árbol de la vida debajo.

 

 

 

1. HISTORIA Y LEYENDA

La figura de Alejandro se levanta gigantesca desde sus primeros biógrafos y cronistas. Las hazañas del Macedonio, difícilmente superables, han quedado refrendadas con el calificativo de GRANDE que la posteridad le ha asignado. Su paseo militar por casi todo el mundo conocido en su época, su llegada al Indo y a la India -tierra de ensueño. placeres. riquezas y extravagancias para la Grecia de entonces-. su corta vida súbitamente truncada por el destino haciendo una vez más realidad el dicho de "los amados de los dioses mueren jóvenes'', su extraña personalidad plagada de delicadezas y orgías, de amistades y lealtades, de traiciones y crímenes: su compleja humanidad, en suma, prestaron materia más que suficiente a biógrafos. historiadores y poetas a través de los siglos'. Consecuentemente, al margen de la más o menos auténtica historia del héroe, se fue edificando un entramado de leyendas y relatos. con frecuencia asombrosamente fabulosos, viniendo a constituir una auténtica novela: de aventuras, de viajes, de caballería.... Es el homenaje, a una relevante figura de la Historia, de una de escritores a los que, muy brevemente, nos referiremos para, manteniendo una cadena desde la Antigüedad a la Edad Media, justificar la selección de textos a los que en concreto nos referiremos.

Onesícrito acompañó a Alejandro en sus conquistas e, inspirándose en la Ciropedia de Jenofonte. compuso una Historia de Alejandro que terminó cuando ya el héroe había muerto: el libro no fue bien acogido si tenemos en cuenta las opiniones de Aulo Gelio en sus Noches áticas2. CALISTENES, historiador y filósofo, sobrino de Aristóteles y condiscípulo de Alejandro al que acompañó en algunas de sus campañas militares por Persia. escribió otra obra sobre el héroe y, pese a su camaradería, cayó en desgracia por no aceptar la divinización del caudillo siendo por ello condenado a muerte. Calístenes fue un escritor prolífico y, entre sus obras, destaca la Historia de Alejandro que gozó de defensores y detractores e influyó en escritores posteriores. En opinión de Polibio, en su Historia, la obra era la apoteosis del Macedonio. Otro contemporáneo, CLITARCO DE EOLIDA, nos dejó una nueva Historia de Alejandro que. al decir de los investigadores, fue aprovechada por DIODORO DE SICILIA, JUSTINO y QUINTO CURCIO RUFO para sus obras sobre Alejandro. La obra de Clitarco se nos presenta llena de puerilidades, estupideces, fábulas y falsedades siendo negativamente criticada por no pocos escritores entre los que parece oportuno citar a Cicerón, tanto en su Brutus como en las Leyes.

Nuevas generaciones, posteriores a Alejandro, fueron surgiendo como noveladores más que como historiadores del héroe. Constituyen una verdadera cohorte y, entre ellos, podemos recordar a HEGESIAS DE MAGNESIA con su Historia de Alejandro severamente enjuiciada por Longino en De lo sublime, llegando a escribir que Hegesias, en su obra, "'No hacía más que jugar como los niños". Otro recordado detractor de la obra de Hegesias fue Dionisio de Halicarnaso que en Sobre la disposición de las palabras afirmó que "nunca vio una frase bien escrita de Hegesias". DAIMACOS DE PLATEA, al escribir sobre la India, se refirió al Macedonio demostrando que desconocía tanto la India como al héroe. MEGASTENES, historiador y geógrafo, abundando en las fábulas sobre Alejandro y la India, nos dejó su Indica. obra de la que sólo se conservan fragmentos, mereció la aprobación de Plinio El Viejo en su Historia natural y de Estrabón en su Geografía.

El carácter fabuloso de esa historiografía tiene dos evidentes y principales causas: una, adulación al señor o al héroe; otra, la natural inclinación hacia lo fantástico que siempre han conllevado las grandes gestas. Al parecer, el propio Alejandro se reía, o enfadaba, en no pocas ocasiones ante tanta fantasía sobre su persona y sus hechos: así, al oir a Aristóbulo cantar sus hazañas, dijo: "Aristóbulo, debería arrojar también tu cabeza ante todos para que aprendieras a no colocarme en tales batallas, ni a pretender que yo mato elefantes de un solo lanzazo"; así nos lo cuenta Luciano de Samosata. escultor, filósofo e incansable viajero, en Cómo debe escribirse la historia, diatriba contra buena parte de los historiadores de la segunda guerra púnica. La gigantesca fabulación también fue justificada por Estrabón en su Geografía: "... viendo honrados a aquellos cuya profesión consistía en relatar fábulas, un gran número de escritores se jactaron igualniente de complacer a los lectores presentando, bajo forma de narración verdadera, cosas que ni habían visto ni oído. Gran parte de sus obras consistía en la divinización de Alejandro v su asimilación a dioses como Zeus, Poseidón. Vulcano, Hermes, Mitra y Diónisos; o a héroes como Heracles y los Dióscuros". Estrabón. que dedicó muy interesantes páginas a España, acertó en su juicio sobre los noveladores de Alejandro.

De esta historiografía, sobre todo de Clitarco, proceden obras de DIODORO DE SICILIA, autor de la Biblioteca histórica, de cuyos cuarenta volúmenes sólocon-servamos quince, de interés por las fuentes que maneja; PLUTARCO, prolífico escritor, particularmente recordado por sus Vidas paralelas, en las que dedicó un libro a Alejandro; JUSTINO con su epítome sobre la Historia universal de TROGO POMPEYO que recoge informaciones desproporcionadas sobre el héroe e influyó bastante en obras de la Edad media; Quinto Curcio Rufo, uno de los más famosos historiadores de Alejandro por el interés que confiere al relato, por la vida que sabe comunicar a sus personajes, por el agrado que suscita su lectura', pero no por su veracidad ni por sus conocimientos geográficos; su afición por lo maravilloso, su deseo de agradar al público, sus amenas y a veces bellas fábulas. le hacen aceptar datos y tradiciones muy dudosas aunque es innegable que su obra fue muy leída sirviendo de fuente, parcial o total, de obras posteriores sobre el Macedonio.

A los citados podríamos añadir muchos otros: QUERILOS, AGÍS, SOTERICOS DE OASIS, MARCO ANNEO SÉNECA El Retórico en dos de sus Suasoriae, DIÓN CRISOSTOMO, famoso orador, autor de al menos ochenta discursos, DIOGENES LAERCIO, filósofo y autor de biografías confeccionadas con fidelidad y riqueza de datos; DÉCIMO JUNIO JUVENAL, vehemente, caustico, realista, que dedicó fragmentos de sus Sátiras a Alejandro; PLUTARCO que en sus discursos aludió en ocasiones a la fortuna o virtud del héroe,. .. En todos siempre hay unas constantes: Alejandro es presentado unas veces como héroe y otras como azote de la Humanidad; bien como admirable y envidiable personaje bien como hombre despreciado por su orgullo y afán de poder.

En los primeros siglos de nuestra Era asistimos a una etapa de aún mayor deformación de la historia de Alejandro y ya no estaremos. prácticamente, ante una historia sino ante una verdadera novela. Así, en Alejandría, nació una historia escrita al parecer por un tal ESOPO -¡es curioso las atribuciones literarias atribuidas a tal nombre! - que, deseando conferir a su obra visos de autenticidad, la antefechó y la ofreció firmada por CALISTENES, el ya aludido filósofo e historiador contemporáneo de Alejandro. Los especialistas. comprobada la falsa atribución, dieron oportunamente a la obra el nombre de Pseudo-Calístenes4.Se trata de una novela extensa, lenta, pesada, llena de absurdos, de inverosimilitudes. de errores,. .., pero que resultó atractiva durante generaciones alcanzando un éxito asombroso en la Edad Media, tanto en Occidente como en Oriente, siendo traducida al latín, a las lenguas romances y a una serie de lenguas orientales. La novela griega del falso Calístenes disfrutó de dos importantes versiones: la de JULIO VALERIO y la del ARCIPRESTE LEÓN alcanzando, a través de ellas, una sorprendente difusión . De la versión de Julio Valerio se conservan numerosos manuscritos, incluso en forma de epítomes5. Valerio dividió su obra en tres partes: Ortus Alexandri, Actus Alexandri y Obitus Alexandri. El texto de J. Valerio tiene para nosotros un interés personal y filológico: ofrece un latín con notables diferencias respecto al considerado normal; además, la obra sirvió, a través de sus maravillosos y exóticos relatos, de fuente de obras posteriores y entre ellas nuestro Libro de Alexandre.Como notables textos, que parten de J. Valerio, debemos citar una serie de epítomes entre los que destaca Epitoma rerum gestarum Alexandri et liber de morte eius, más conocido como Epítome de Metz 6. Respecto a la versión del Arcipreste León, igualmente derivada del Pseudo-Calístenes, la conocemos como Historia Alexandri Magni, regis Macedoniaede proeliis, o más habitualmente como Historia de proeliis, perteneciente al siglo X y también fuente del Alexandre castellano7.

En Oriente, en donde Alejandro llevó a cabo sus más recordados triunfos, debían haberse conservado muy vivas tales gestas, pero de hecho no son muy abundantes: poco en la India, confusa y breve en la tradición iraní... Mas sí floreció la leyenda del lskander, o Aiskander; como hace pocos días oí en un programa televisivo; desde la India a Etiopía aparece Alejandro en las tradiciones locales existiendo al menos ochenta versiones de su vida en veinticuatro lenguas: siríaca, turca, armenia, georgia. copta, etíope, malaya,... En la tradición judía la leyenda nos presenta a un Alejandro arrodillado en el templo de Jerusalén. Por su parte los árabes identifican al caudillo griego con el hombre de dos cuernos, que menciona el Corán, peregrinando a la Kaaba. Los poetas iraníes FRIDUSI, NIZAMI y GIAMI y los historiadores NOVAIRI y MIRKHOND escribieron también sobre él 8. En alguna leyenda oriental, como la conocida Historia de Dulcarnaín, vemos al Macedoriio ascender a los cielos ayudado por sendos grifos y descender a las profundidades del mar en un tonel embreado con un largo tubo de goma que comunica con la superficie para poder respirar .

En Occidente, Alejandro se convierte en una noble figura de la caballería medieval tras recibir una auténtica formación escolástica. Se crearon gestas popularizando sus triunfos. Puede que el ciclo empiece en el siglo X con un poema de ALBERIC DE BRIANÇON, poema en estrofas octosilábicas del que sólo quedaron unos fragmentos; surgió a continuación otra versión en versos decasilábicos, íntegramente conservada en dos manuscritos que se encuentran, respectivamente, en las Bibliotecas del Arsenal y de Viena. En el siglo siguiente la leyenda alcanzó más actualidad y categoría literaria gracias a la Alexandreis latina de GAUTIER DE CHÂTILLON, brillante poema que nada tiene que envidiar a los más estimados clásicosi 10. Estaba inspirada, en buena medida, en la obra de Quinto Curcio Rufo pero enriquecida con una gran dosis de alegorías y ficciones muy del gusto de la época. La Alexandreis es una obra realmente hermosa habiendo sido, en consecuencia, mimada por los investigadores.

Junto con la Alexandreis, la obra más relacionada con nuestro castellano Libro de Alexandre, aparece en el siglo XII el poema de los trovadores LAMBERT LE TORS y ALEXANDRE DE BERNAY, obra galorrománica que comprende más de veintidós mil versos en estrofas monorrimas. El período de formación de esta desmesurada obra es realmente complejo: en el último tercio del siglo XII Lambert le Tort de Châteaudun había rimado en dialecto pictavino las novelescas aventuras de Alejandro por la India colocando su narración a continuación de un anónimo que parece ser derivaba del poema del citado Alberic de Besançon; con anterioridad al 1177, Alexandre de Bernay, culto letrado de París, refundió y amplió el poema pictavino en versos picardos cuya forma métrica recibió, en adelante, el nombre de alejandrina: versificó, además, los hechos que rodearon la muerte de Alejandro y los unió, parte como principio y parte como final. a la obra de Lambert. En fin: una redacción diferente de la muerte de Alejandro, atribuible al poeta del Roman de Renart. PIERRE DE SAINT CLOUD, vino a confundirse con la primera. .. y de la amalgama de tanto material surgió Li Romans d'Alexandre 11, obra exhaustivamente estudiada y muy relacionada con nuestro Libro de Alexandre.

Es evidente que historia y leyenda en torno al héroe macedónico no se detuvieron aquí. Podríamos seguir añadiendo textos como los de GUY DE CAMBRAY (La venganza de Alejandro). JACQUES DE LONGUYON (Voeux de Paon), BRISSEBARRE (Rector de Paón). JEAN DE LA MOTTE (Parfait du Paon), etc.

En España la leyenda gozó de gran tradición en verso y en prosa siendo, por supuesto, el texto más conocido el Libro de Alexandre12.

 

2.-JUSTIFICACIÓN Y SELECCIÓN DE EPISODIOS

Deseando caminar desde la Antigüedad a la Edad Media con la historia y la leyenda de Alejandro, y dispuestos a seleccionar unos episodios para relacionar diferentes textos, se nos plantea el conocido e incómodo problema de las fuentes. Denostado asunto en muchas ocasiones ya que si unas veces puede parecer una operación injusta y casi sacrílega, otras lo consideramos absolutamente necesario. Es cierto que recibimos con reservas determinadas desarticulaciones del mundo literario de algunos autores, pero no es menos seguro que no se trata de la misma posición cuando lo hacemos con algunos textos medievales: en este caso no sólo no nos parece vana ni sacrílega la disección, si es que se la puede llamar en verdad así, sino imprescindible para una cabal valoración del autor y de su originalidad, para una absoluta comprensión de un método de trabajo habitual en la Edad Media. Los propios autores nos invitan a ello ofreciendo sin disimulos sus fuentes. Desean manifestar claramente que son receptores de una cultura escrita u oral, que portan sobre sí la casi sagrada misión de difundir conocimientos, de refrescar la memoria posiblemente perdida sobre personas y libros, de mostrar que tienen la misión de enseñar, de moralizar en ocasiones; para ello trasladan, transforman, ambientan en su tiempo historias muy alejadas. En este sentido es admirable la veneración que sintieron por la palabra escrita, casi sagrada, al mismo tiempo que por la tradición oral.

En el libro base de nuestro trabajo, el Libro de Alexandre, la alusión a las fuentes es continua:

"En escripto yaz'esto, sepades, non vos miento" "

 Fizo l'un elefante, como diz la scriptura "

"Sabesmolo leer; dizlo la scriptura"

Etc.

No basta al autor aludir genéricamente a la escritura: con frecuencia manifiesta de dónde procede la inspiración:

"Como lo diz Galter en su versificar"

"Pero Galter el bueno, en su versificar"

"Ca lo diz Sant Esidro, que sopo la manera"

"Estos trayén treinta. como lo diz'Omero"

"non lo quiso Omero en su livro poner"

Etc.

Y no olvida, por supuesto. cuando la fuente de información le ha llegado por tradición oral:

"demás otra fazaña oí ende dezir"

"una fazaña suelen las gentes retraer"

Etc.

El escritor medieval en general, y el autor del Alexandre en particular, tiene como honor demostrar sus conocimientos y hasta su erudición; y lo manifiesta más o menos según su formación histórica y literaria. Desea. pues.. actualizar, revivir a ciertos personajes con frases pintorescas y rasgos llamativos propios de su época y, por tanto. del agrado de sus lectores o público.

Llegados a este punto, manifestamos que no es intención nuestra diseccionar el Libro de Alexandre, aspecto por otra parte ya hecho incluso por nosotros en nuestra Tesis Doctoral 13. Sólo pretendemos enfrentar unos textos de diferentes libros para dejar constancia del paso nada traumático de los temas y las lenguas clásicas a las romances o neolatinas. Viendo en esos textos cómo se va formando un héroe griego, Alejandro Magno. en perfecto caballero medieval.

Para ello hemos seleccionado los siguientes episodios del Libro de Alexandre:

Aristóteles y Alejandro. Educación de Alejandro (estrfs. 32-47).

Consejos de Aristóteles a Alejandro antes de que el Macedonio sea armado caballero (estrfs. 29-38 y 51 -85).

Sueños del infante Alejandro (estrfs.86-88).

Vestimenta y armas del militandus Alejandro (estrfs. 90-1 07).

Doma de Bucéfalo, imprescindible cabalgadura del futuro caballero (estrfs.108-118).

Alejandro vela sus armas ante el altar y pide a Dios su protección antes de armarse caballero y salir al combate (estrfs. 121-123).

Los episodios del Alexandre seleccionados serán relacionados con algunas de sus indubitables fuentes: Alexandreis, de Gautier de Chátillon, Historia de proeliis. del Arcipreste León, y Li Romans d' Alixandre galorrománico.

 

 

3.- BREVE PRESENTACIÓN DE LOS TEXTOS SELECCIONADOS

3.1."Libro de Alexandre"

De los textos que vamos a cotejar es, en el tiempo, el último en aparecer. Suficientemente conocido a todos los niveles, recordaremos que se trata del poema más extenso del mester de clerecía: unos 10.000 versos conservados en dos manuscritos, más unos fragmentos, varias veces editados y bien estudiados por R.S.Willis 14. El manuscrito más antiguo es de pergamino, de fines del siglo XIII o principios del XIV, perteneció a la biblioteca del Duque de Osuna y hoy se encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid. El segundo manuscrito, en papel, está fechado como del siglo XIV y se encuentra en la Biblioteca Nacional de París. En la estrofa final del primer manuscrito aparece como autor Juan Lorenzo Segura de Astorga; en el segundo, y también en la última estrofa, aparece como autor Gonzalo de Berceo. El Libro de Alexandre ha sido magistralmente atendido por brillantes investigadores en todos sus aspectos15. Para nuestras citas, como hemos precisado, manejaremos la edición de Cañas aunque conservamos una verdadera veneración por la edición de R.S.Willis. La edición de Cañas es espléndida: anotaciones oportunas, completo prólogo en el que plantea y expone los principales problemas del libro (autoría, datación, estructura, etc.), amén de una ordenada y extensa bibliografía. Lamentamos sólo que no conociera nuestra Tesis.

3.2. "Alexandreis"

Es el poema más logrado, de entonación virgiliana, que produjo la Edad Media en latín. Los elogios a la obra han sido generales y constantes. María Rosa Lida de Malkiel escribió que "era la mejor imitación medieval de la epopeya dórica"^. Su traductor al castellano. Pejenaute Rubio, afirmó que era "unpoema latino en espléndidos hexámetros que constituye, a muchos siglos de distancia, un tardío pero muy digno homenaje a aquél que ningún poeta, ni griego ni latino, nos ha dejado un poetna épico contando sus hazañas"".

La obra de Gautier de Chátillon, sin duda la que más ha prestado al Libro de Alexandre, se presenta dividida en diez libros (unos 5.000 hexámetros) iniciándose cada uno de ellos con una de las letras de la palabra GUILLERMUS. mecenas al que dedicó su obra. El poema ha sido mimado por los investigadores alcanzando posiblemente su máxima altura con la traducción, anotada. e introducción de Pejenaute Rubio, verdadero ejemplo de investigación ordenada. En nuestras traducciones de fragmentos la usaremos. Para los textos latinos, y aunque no agrade particularmente a P. Rubio 18, citaremos por la edición que de la Alexandreis efectuó F.A.Müldener 19.

3.3. "Historia de proeliis"

Ya hemos indicado que entre las traducciones del Pseudo-Calístenes griego figura la Historia de proeliis del Arcipreste León. Una estancia en Constantinopla, a donde llegó el Arcipreste en misión diplomática, propició su encuentro con la obra griega, que copió. A su regreso: el Duque de Campania, que estaba formando una nutrida biblioteca, le animó a traducir el texto y el Arcipreste llevó a cabo masque una traducción una reelaboración que resultó muy importante para la difusión de la leyenda de Alejandro por Occidente.

En los episodios que vamos a cotejar sólo aparecerá la Historia de proeliis en una ocasión y. en tal caso, citaremos por la edición de Pfiester"'.

3.4. "Li Romans d' Alexandre"

Se trata de una de los primeras y más importantes versiones neolatinas, concretamente galorrománica, de la leyenda de Alejandro. Sus casi 20.000 versos constituyen un conglomerado formado a través de una serie de manipulaciones, como hemos indicado anteriormente. De Li Romans d'Alexandre se sirvió sin duda el autor del Libro de Alexandre como, acertadamente, estudiaron Albert Henry, Paul Meyer, R.S Willis, Alarcos Llorach,..., y nosotros mismos?'.

Tal conglomerado nos ha llegado en una serie de manuscritos y fragmentos. De entre los 23 estudiados por Paul Meyer hemos manejado en nuestro trabajo la versión B, teniendo en cuenta asimismo tanto la edición antigua de H. Michelant 22 como la de más facil acceso y mejor dispuesta de C. Armstrong, en seis volúmenes 23.

 

4.-COTEJO DE EPISODIOS

4.1. Aristóteles y Alejandro. Educación de Alejandro (estrfs. 32-47). Del latín al castellano

Dice Aulo Gelio que, cuando nació Alejandro, Filipo envió a Aristóteles una carta que decía: "Doy gracias a los dioses no sólo por el nacimiento del niño sino porque ha nacido en tu tiempo; porque espero que será un alumno tuyo y se mostrará digno de nosotros v del trono'"24'. Años después, estando el filósofo en Asia Menor, recibió otra carta que nos la ofrece Quinto Curcio Rufo: "Filipo a Aristóteles, salud: Hagoos saber que me ha nacido un hijo, de cuyo beneficio no he dado tantas gracias a los dioses porque me lo hayan concedido cuanto que haya sido en vuestro tiempo. Espero que por medio de vuestros preceptos y cuidado en su educación, saldrá de vuestra escuela digno discípulo vuestro, no indigno hijo mío, y capaz de sucederme en tan gran reino, porque juzgo por mejor no tener hijos que dejarlos para deslustre y ultraje de la sangre y de los predecesores"?'. Diógenes nos dice que Aristóteles pasó de allí a Macedonia a estar con Filipo y recibió de él por discípulo a Alejandro 26.

Muchos serían los principios y conocimientos para buen gobernar que Aristóteles intentaría infundir en el alma del discípulo, según deducimos de los textos: "Al principio admiraba a Aristóteles y le tenía, según decía él mismo, no menos que a su padre, pues si del uno había recibido el vivir; del otro el vivir bien (...), el amor y el deseo de la filosofía que aquél le infundió"27. Alejandro recibió educación no sólo de Aristóteles: Lisímaco de Acarnani también fue su profesor; Leónidas, pariente de Olimpias, hombre de inflexibles costumbres y sutil cortesano, lo fue igualmente. Pero Filipo alimentaba para su hijo más altas ambiciones y llamó a Aristóteles al que recompensó de antemano reconstruyendo su patria, Estagira, destruida hacía pocos años por el propio rey, haciendo regresar a ella a sus antiguos moradores supervivientes. Maestro y discípulo tuvieron asignada una residencia en Mieza, apacible lugar que Filipo hizo transformar en un hermoso claustro coronado de pórticos 28. En este marco, probablemente en el curso de largos y frecuentes paseos por sombreadas avenidas, durante tres años compartió Alejandro las lecciones del filósofo con algunos camaradas: Efetió, Leonat, Nicanor, Marsias,... Aristóteles les enseñó filosofía, política, literatura, retórica, dialéctica, historia, geografía, las ciencias "acroaniáticas" y "epópticas" junto a las "exotéricas", más populares.

De Aristóteles, hijo de médico y amante de la medicina, aprendió Alejandro igualmente medicina por la que sintió gran afición y siempre le gustaba practicar. Más tarde, por más completar su formación y usar de sus consejos, el héroe aparecerá siempre rodeado de filósofos como Anaxarco, Xenócrates, Dandamis, Calamos,... Hacia 335, cuando el filósofo había fundado la escuela peripatética en Atenas, las relaciones aparecen enfriadas. Aristóteles sólo sobreviviría un año a su real discípulo. Muerto el Macedonio ( en el año 323 a. de C.), el ascenso de los nacionalistas y una nueva situación política antirnacedónica le lleva a retirarse a su tierra, a la península de Calcidia, donde estaba su ciudad, Estagira, ya reconstruida2'1.

Hasta aquí la historia o la leyenda. Veamos, ahora. cómo queda la educación del Macedonio reflejada en los textos.

El Libro de Alexandre ofrece con precisión las relaciones entre Aristóteles y Alejandro y la educación por éste recibida:

"El padre. de siet'atios púsol' a leer;

diól maestros honrados. de sen e de saber;

los niejores que pudo en Grecia escoger

quel en las siete artes sopiessen enponer" (estr: 16).

Alude, pues. a diversos maestros como hemos indicado aunque distinguiendo entre todos a Aristóteles:

"Maestro Aristótiles, que lo avié criado " (estr. 32 a)

Partiendo de hechos históricos o legendarios ofrece el autor del Alexandre uno de los episodios más simpáticamente anacrónicos: el héroe griego será educado siguiendo los cánones de clerecía, será adiestrado en las siete artes liberales atendiendo a la dignidad del hombre que al lucro. El saber de clerecía queda traspasado a un héroe griego: el trivium (gramática,retórica, dialéctica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía), añadiéndose otros saberes que convierten a Alejandro en un enciclopédico héroe, en un auténtico sabio medieval. El mismo Macedonio habla en cierta ocasión:

"Maestro, tú me criaste, por ti sé clerecía;

mucho me as bien fecho, graçir non tel sabría;

a ti me dio mi padre quand siet'atios avía,

porque de los maestros avies gran mejoría" (estr.38).

En este episodio educación de Alejandro- el autor del Alexandre construye una serie de estrofas de absoluta originalidad. Aunque conoce la historia y leyenda se muestra personalísimo al versificar todo un sistema educativo, el escolástico, el de su época: Alejandro entiende bien de "gramática", conoce las "ciencias de la natura", manifiesta que "dicto e versifico bien", que sabe emplear adecuadamente las "figuras ", conoce "todo livro", sabe "lógica" y "construir silogismos", es "retórico fino", sabe "fermoso fablar" y "colorar las palabras ", tiene conocimientos de "física" y es experto "metge" hasta el extremo de "conocer bien los pulsos" así como "judgar l'orinal", sabe "arte de música", "por natura cantar", "fer sabrosos puntos", "las voces acordar", "los tonos com`empiezan e com deven finar", para acabar rotundamente:

"Sé de las sietes artes todo su argumerlto:

bien sé las qualidades de cad'un elemento,

sé de los signos del sol siquier del fundaniento,

nos me podriá celar quanto val 'un acento" (estr.45).

No hay, pues, fuentes concretas para el episodio. Sí un profundo conocimiento de la ciencia medieval. Estamos, pues, ante un tratamiento original.

 

4.2. Aristóteles, sabio medieval. Inquietud del infante Alejandro (estrfs. 29-38). Consejos de Aristóteles a Alejandro antes de ser armado caballero (estrfs. 51-85). Exclusiva fuente latina

El texto castellano muestra el habitual método de trabajo de un escritor de clerecía: toma como base un dictado en este caso la Alexandreis de Gautier de Châtillon- y lo trata con personalidad y originalidad: añade, suprime, interpola, lo sitúa en su tiempo y en su cultura.

El dictado se lo ofrecía el texto latino al abrir el libro, en el Argumentum del Liber I: Aristóteles ofrece a Alejandro sus consejos antes de que el Macedonio vista sus armas de caballero para iniciar sus conquistas. Dos versos del Argumentum provocan el episodio castellano:

"Primus Aristotelis imbutum nectare sacro

ScribitAlexandrum. sceptroque insignit et armis"30.

Aparece en escena el estudioso, el sabio Aristóteles. prototipo de hombre dedicado a los libros: "encerrado" con los escritos. "estudiando lógica", confeccionando "silogismos día y noche", con "ojos cansados", "macilento", "cabellos revueltos", "mejillas enjutas", tan "débil que un leve empujón lo echaría por tierra". Como en una viñeta coloreada así lo hallamos en la fuente, la Alexandreis:

"Forte macer, pallens, incompto crine magister

(Nec facies studio male respondebat) -apertis

Exierat thalamis, ubi nuper corpore toto

Perfecto logices púgiles armarat elencos.

O quam difficile est studium non prodere vultu!

Lívida nocturnam sapiebat ora lucemam,

Nulla repellebat a pelle parenthesis ossa,

Seque maritabat tenui discrimine pellis

Ossibus in vultu, partesque effusa per omnes

Artículos manuum macies ieiuna permebat"31.

Inmediatamente, siguiendo los cánones retóricos medievales, el autor del Alexandre nos presenta al discípulo. al joven Alejandro, ansioso por combatir: el príncipe aparece encolerizado, demudado, deseoso de venganza contra Darío y los Persas, impaciente por liberar a su padre. Filipo, y a la Hélada, su país. del yugo al que están sometidos (estrfs. 35-36). Ante tal visión Aristóteles siente pena y preocupación mostrando interés por conocer la causa de sus males y aconsejarle oportunamente (estr. 36). El texto latino. una vez más, es sostén del castellano:

"Ergo ubi flammato vidit Philippida vultu,

Accusabat enim occultum rubor igneus iram,

Flagitat, unde animus incanduit, unde doloris

Materiam traxit, quae tanta efferbuit ira?" (vv.72-75) ".

En este episodio, las estrofas 36 y 50 son ejemplo de abrevatio, de original tratamiento de la fuente: contemplamos, reverente, a Alejandro ante su maestro, sin atreverse a mirarlo, sentado a sus pies, rogando licencia para explicarse y justificar su impaciencia. Situación similar a la que encontramos en la Alexandreis de la que seleccionamos unos versos, 76-81:

"Ille sui reverens facieni monitores ocellos

Supplice deiecit vultu, pronusque sedentis

Affusus genibus senium lugere parentis

Oppresum imperio Darii patriamque iacentem

Conqueritur lacrimans, lacrimisque exaggerat iras,

Atque haec dicentem vigili bibit aure magistrum" 33

Tras intercalar el autor del Alexandre una serie de estrofas, 38-46, -larga exposición en la que muestra la perfecta formación de Alejandro en clerecía como ya hemos indicado- empiezan los consejos de Aristóteles que constituyen un breve tratado de espejo de príncipes. Inicia el episodio el autor castellano admitiendo Aristóteles que su discípulo ya ha alcanzado la edad y formación necesarias para vestir sus armas e iniciar sus combates (estrfs. 51 -52): ya posee "grant caballería", faltándole sólo recibir los últimos consejos:

"Indue mente virum, Macedo puer, arma capesse

Materiam virtutis habes, rem profer in actum,

Quoque modo id possis, aures adverte, docebo" (vv. 82-84)M.

El paralelismo de ideas, en ambos textos: latino y romance, es evidente. Citemos algunos ejemplos:

Conviene -dice Aristóteles en el Alexandre- que el caudillo no enaltezca excesivamente a los siervos pues corre el peligro de que se revuelvan contra su señor al verse elevados (estrfs. 55-56), idea presente en los vv. 86-91 de la Alexandreis:

"... nec quos humiles natura iacere

Praecipit, exalta: nam qui pluvialibus undis

lntumuit torrens fluit acrior amne perenni.

Sic partís opibus et honoris culmine servus

In dominum surgens, truculentior áspide surda,

Obturat precibus aures, mansuescere nescit" 35.

Aristóteles prosigue: que Alejandro considere y honre al hombre bueno, eco de la idea expresada en los versos 92-100 latinos:

"Nom tamen id prohibet rationis calculus, ut non

Exaltare velis, si quos insignit honestas,

Quos morun sublimat apex, licet ampla facultas

Et patriae desit et gloria sanguinis alti.

...........

Quem vero morum, non rerun copia ditat,

Quem virtus extollit, habet quod praeferat auro "36

La originalidad del autor castellano queda patente, en muchas ocasiones, por su capacidad para sintetizar, en una sola estrofa, una larga tirada de versos latinos. Así. la estrofa 58, en la que Aristóteles aconseja al caudillo que no sea borracho ni mujeriego, que desoiga las lisonjas y sea firme en su palabra, es síntesis de un extenso fragmento de la Alexandreis cuyos más significativos versos, 164-172, transcribirnos:

"Cetera quid moneam? Sed non te emolliat intus

Prodiga luxuries, nec fortia pectora frangat

Mentís morbus amor; latebris et murmure gaudens

Si Buccho Venerique vacas, qui cetera subdis,

Sub iuga venisti: periit delira vacantis

Libertas animi. Veneris flagrante camino.

Mens hebet interius. rixas et bella moveri

Imperat et suadet rationis vile sepulcrum

Ebrietas: rígidos enervant haec duo mores" 37.

Aconseja Aristóteles en el Alexandre al héroe griego que sea buen juez, que al juzgar no le venza la ira, el despecho, la codicia o la amistad: todo ello está relacionado con los vv. 105-109 latinos:

"Si lis inciderit te iudice, dirige libram

ludicii, nec fletat amor; ne munera palpent,

Nec moveat stabilem personae acceptio mentem:

Muneris arguitur accepti censor iniquus.

 Munus enim a norma recti distorquet acumen

ludicis et rectam involvit calígine mentem " 38.

Las conexiones ideológicas y formales entre ambos textos son tan frecuentes que nos es preciso abreviar presentando sólo unos ejemplos. Las estrofas 62-64. en la que se aconseja al militandus que sea dadivoso cuando proceda y pueda, ya que quien no lo es ""non vale nulla res", proceden del texto latino, vv.144-154:

"Cumque vel intraris victis tradentibus urbem,

Vel, si restiterint, portas perfregeris urbis,

Thesauros aperi, plus donativa maniplis,

Vulneribus crudis et corde tumentibus aegro

Muneris infundas oleum, gazisque reclusis

Unge ánimos donis, aunque appone liquorem.

.........

At si forte animo res non respondeat alto,

Copia si desit vel si minuatur acervus,

Non minuatur amor, non desit copia mentís,

Allice pollicitis proniissaque tempore solve"39.

El buen conquistador -indica Aristóteles- debe ser el primero en la batalla y jamás volver la espalda al enemigo; a un rey sólo le vale vencer o morir. Mas debe ser prudente y, antes de batallar, calibrar las fuerzas del enemigo al tiempo que, por muy numeroso que lo vea, anime a su ejército gritándole que son pocos, que semejan mujeres, que en vez de treinta mil son tres mil. Todo ello aparece en los versos 128-135 latinos:

"Hostibus ante alios fugientibus itista.

(.....)

Interea nietire oculis, quot militibus instent,

Quot peditum turniae, quot fusi in vallivus adsint,

Quot solem galeis equites clipeisque retutidant'"".

Las estrofas 69-74 (veinte versos) del Alexandre son un amplio desarrollo de los ideas expresadas en unos pocos versos (69 y 73-74) de la Alexandreis: En ambos textos se aconseja al joven macedonio que combata sonriente, animoso, para que su le siga con el mismo espíritu:

"Castra move, turnias instaura, transfer in hostem.

(....)

Te tamen armatum videant hilaremque catervae

Pugnanteni, precibus motiitisque minisque tonantem "47.

En ocasiones, el texto latino es un simple recuerdo o guía, en modo alguno inspiración literal, que también existe. Así, cuando Aristóteles aconseja a Alejandro que sea condescendiente con las súplicas, que trate con respeto a los vencidos, que no tome venganza sin reflexión, etc., para con este comportamiento alcanzar la fama. es un claro recuerdo de lo leído en los versos 179-183 de la Alexandreis:

"....mamsuescere rogatus,

Legibus insuda, civiliter argue sontes,

Vindictam differ, doriec pertranseat ira,

Nec meminisse velis odii post verbera: si sic

Vixeris, aeternum exterides per saecula nomen "42.

El conquistador jamás debe sentir, y mucho menos manifestar. terror ante el enemigo; el caudillo debe ser el primero y el mejor combatiente mostrando no sólo valor sino conocimiento del arte de la guerra. En estos consejos presentes en el Alexandre resuenan los versos 136-140 latinos:

"Nec te terruerit nunierus: si molliter illos

Videris instantes, rue primirs in arma sequentum,

Primus equum verte, pressoque relabere freno.

Hic victor emineat tuus affectirsque tuorum,

Et fervens animus durique peritia Mariis "43

 

 

4.3. Alegría y sueños del infante (estrfs. 86-88). De la fuente latina a los textos galorrománicos y castellano

Alejandro, animoso (estr. 86) tras los consejos. está en disposición de llevar a cabo su destino luchando contra Darío y Poro (estr.87). Ya se ve amo de Babilonia, de Egipto, de Sión, de toda África "cori Marruecos",... Estrofas que suponen una muy recordada lectura tanto del texto guía latino como de otras fuentes francesas. En la Alexandreis encontramos:

"Talibus informans monitor virtutis alumnum,

lmbuit irriguas fecundis imbribus aures,

Et talamo coráis mores impimgit honestos,

Ille libens sacris bibulas accommodat aures

Vocibus, extremae commendans singula cellae.

Mens igitur laudum stimulis sibi credula fervet,

Germinar intus amor belli, regnique cupido.

Iam timor omnis abest. iam spes praeiudicat annis,

Iam fruitur voto, iam mente protervit in hostem,

lam regnat, iam servit ei quadrangulus orbis.

......

Non solum in Persas, quos contra iusta querelae

Causa sibi fuerat, parat insanire, sed ipsum

Et totum, si fata sinant, coniurat in orbem" 44.

El escritor castellano recoge de la Alexandreis el deseo de Alejandro de conquistar el "quadrangulus Orbis", "los cuatro extremos de la tierra", pero tiene más conocimientos: puede aportar datos más concretos sobre las futuras conquistas, datos que le ofrecen otros textos. Por ello, en la estrofa 88 versifica:

"Ya contaba por suya torre de Babilón.

e Egipto, la tierra de Sión,

África e Marruecos, quantos regnos y son,

Quanto que Carlos ovo bien do el sol se pon ".

Y tales detalles, tales conquistas, aparecen y las recoge de otras lecturas: de fuentes francesas, en este caso de Li Romans d'Alixandre:

"Mult fu li enfes largues et preus de totes riens,

Carde lui commença li doners et li biens;

Ki de l'sien demanda, de l'veer ne fu riens.

Il conquist les Hermins, Persans et suriens.

Et la gent de l'Orient, et tous les Indiens

Et trestous d'Aufrike, et les Eutropiens;

Ce conte l'escripture que tous li mons fu siens,

Et k'il fu tous li miudres des princes terriens"45.

Alguna coincidencia textual muestra. inequívocamente, la presencia del muy conocido conglomerado francés, como ya advirtió Morel-Fatio. Nos referimos al verso de la estr.88: "quanto que Carlos ovo bien do el sol se pon", inspirado sin lugar a dudas en el 252 de Li Romans:

"Molt par tu proz, plus fiz que Charlemaine"46

 

4.4. Vestimenta y armas del futuro caballero Alejandro (estrfs. 90-107). Fuentes francesas

En los textos latinos que posee el autor del Libro de Alexandre sólo encuentra una sugerencia para el episodio que va a versificar; el infante ha llegado a la edad de vestir las armas y combatir, como hemos anteriormente transcrito:

"Ergo ubi ferulae pueros emancipat aetas

Advenit, Macedo civiliter induit arma,

Non sibi. sed patriae, regnatque in principe civis " 47.

La Alexandreis no ofrece a nuestro escritor el material para el personaje que se dispone a crear: un Alejandro, no soldado ni caudillo griego sino caballero medieval. con todo un proceso de formación. Resultará agradable contemplar a Alejandro sometido a un ritual similar a los que se sometían los caballeros de San Jorge, de San Pedro, de Jerusalén, etc.

Vestirá sus ropas. que le confieren especiales virtudes y estarán confeccionadas por seres extraordinarios y serán de calidad excepcional; velará su hermosa armadura ante el altar y rogará a Dios que le proteja de sus enemigos y le otorgue el triunfo sobre ellos. Un auténtico caballero cristiano. Un caballero que en modo alguno ha pasado desapercibido para los eximios investigadores de nuestra literatura castellana de todos los tiempos. Ya en el siglo XVIII el Padre Sarmiento, en sus Memorias para la historia de la poesía y poetas españoles 48 escribió que " El héroe, más que como un personaje de la Antigüedad, está tratado como un personaje caballeresco". La afirmación me parece muy acertada ya que no sólo formalmente será investido caballero sino que a lo largo de la obra castellana, confirmará su categoría como tal con ciertas precisiones: mientras que de otros caballeros como Cifar, Oliveros, Amadís, etc., sólo se relatan hazañas por ellos realizadas, en el Libro de Alexandre. además de las hazañas individuales y personales de Alejandro, se nos ofrecerá una serie de gestas colectivas por el Macedonio dirigidas. Alejandro será perfecto caballero luchando contra Poro en combate singular pero también se comportará como regio caballero dirigiendo su ejército.

Como caballero pasó Alejandro a obras posteriores en las que influyó y en donde su figura es citada. Jesús Cañas cita oportunamente algunos ejemplos 49 del Poema de Fernán González y del Victorial. Del primero, estos acertados versos:

"Non cuentan d`Alexandre las noches tiin los días,

cuentan sus buenos fechos e sus caballeryas"50.

Y del Victorial las siguientes líneas:

"E por quanto este libro es compuesto sobre razón de armas e caballería ... ante que entre en tratado, quiero hacer mención de algunos de los grandes prinçipes que fueron en el mundo... El primero fue Salomón, el segundo fue Alexandre" 51.

María Rosa Lida de Malkiel se recreó en la figura de Alejandro al que dedicó varios estudios. En uno de ellos escribe: "(...) en parte porque la figura del héroe se presta de suyo a la elaboración caballeresca, como lo prueba la abundante floración de poemas que suscitó en diversas lenguas"52.

Valbuena Prat, a quien tanto divertían los anacronismos literarios y artísticos, nos dejó escrito: "Vamos a ver a un Alejandro de Macedonia acompañado de los Doce Pares, siendo recibido en la caballería con una espada confeccionada por Don Vulcano, domando, como buen caballero, en su tierna infancia, a un feroz Bucéfalo engendrado en animales extraños... y, todo ello, no por ignorancia del poeta, ni mucho menos, sino mediante un proceso de adecuada adaptación de la historia al medio y necesidad de hablar a un público en la única lengua que entendía y con los motivos que le agradaban... Alejandro vive en la Edad Media como las figuras del mundo antiguo en los cuadros de la época. De la misma manera que en una tabla sobre la Crucifixión y aún sobre el tiempo de Adán y Caín (pensemos en el Museo de Vich) los fondos cogían las murallas o los templos góticos medievales, el poeta concibe los estudios del protagonista a base de silogismos y de las siete artes enseñadas por donAristótil (Aristóteles), concebido como un escolástico... Indudablemente estos anacronismos dan un color extraordinario a los hechos contados, pues nos permiten reconstruir; como la plástica, las costumbres y usos de la Edad Media: el asunto antiguo es sólo un pretexto" ", reflexiones que se hacen casi todos los historiadores de nuestra literatura. como Alborg que recoge las ideas aunque citando a Manuel de Montolíu: "En su conjunto el Poema de Alexandre viene a ser el primer precursor de los libros de caballería en la literatura española. Alejandro, en efecto, está en él pintado en figura de perfecto caballero medieval y espiritualmente emparentado con los caballeros de la corte del rev Artús; el ambiente poético y maravilloso que le rodea es el mismo del mundo fantástico en que más tarde habían de respirar los Lanzarotes y Amadises "54.

Veamos, pues. algunos de los textos que venimos manejando que han provocado tan sabroso comentarios.

Habíamos precisado la actitud del autor castellano en el momento en el que Alejandro no está ya sometido a las "ferulae" ("palmetazos") ni a las "scuticae " ("latigazos") muy usados en la educación griega. Ya Alejandro es un infante inquieto, nervioso, formado, deseoso de vengar las afrentas sufridas por su pueblo y por su padre. Para proseguir, para que Alejandro sea recibido en la orden de caballería, la Alexandreis latina no le sirve y el autor castellano acude a fuentes francesas; en concreto a algunas de las versiones de Li Romans Alexandre: las LT (pp.18-25), B (vv.8 y ss.) y L (vv,l 167 y ss.), según estudió magistralmente Willis 55 demostrando la soltura del anónimo autor del Libro de Alexandre para manejar otros textos y en otras lenguas. Nos referiremos a algunos detalles para dejar constancia de la relación existente: la "camisa" de Alejandro, "que bien valié tres mill marcos", el "brial" que "non serié bien comprado por Pisa", el "manto" al que el autor graciosamente no sabe poner precio, todo ello presente en la estrofa 90, aparecen con los mismos valores y virtudes en los textos franceses: "chenzise"(B100), "bliaut" (B101) y "mantel (B102).

El escudo, confeccionado por "Don Vulcano", es descrito con todo detalle siguiendo los cánones retóricos medievales. Algunos versos y detalles evidencian la filiación francesa. Así, a y b de la estr. 97:

"En medio de la tavla  estava un león

que tenie so la grafa a toda Babilón"

evidentemente inspirados en los franceses

"Tres en meleu ot escrit un lion, se senefie la fierté de baron" 56

La "camisa" (estr. 100) aparece confeccionada por seres especiales y contiene particulares virtudes:

"Fizieron la camisa dos fadas so la mar

diéronle dos bondades por bien la acabar

quisquier que la vistiesse nos pudiés enbeddar,

e nunca lo podiesse uxuria retentar ".

Hadas que, con sus poderes, también confeccionan la camisa en el texto francés concediéndole virtudes especiales; son algunos de los versos franceses de B, 257-258:

"Car quatre fees lo firent

Ovvrée fut sur l 'aiqua de Tamise".

. . .

"Hom qui I'aporte ja ni aura mal de vin

tant n 'en soit boire al soir tze al nzaitin "

...

"Que la vestue ja sa char n'est nzalmise

Ne de luxurie ne sera trop esprise"57

La descripción del "manto" (estrfs. 102- 104) también nos dice que posee poderes especiales: quien lo lleve será "mesurado", "omne quel vistiesse non serié cansado". estaría siempre "alegre" y "sin pavor", tal como aparece en los versos franceses; pero hay un detalle de la fidelidad absoluta: el manto fue arrebato a Jerjes. hijo de Darío:

"Oval'el rey Philippo, como dicen, ganado

otro tiempo quand'avo a Serses arrancado",

que coincide con el texto francés:

"Li reis Felipes et li macedonés

cil lo tollirent ou force au rei Cersés"58.

 

 

4.5. Doma de Bucéfalo (estrfs. 108-118). Inspiración francesa

Bucéfalo forma parte inseparable de la leyenda y la historia de Alejandro. La fiereza y bravura del animal está siempre presente en todas las fuentes clásicas. Al hablar Plutarco de la fuerte voluntad de lucha del héroe de Macedonia escribe: "Un ejemplo de ello es el caso de Bucéfalo. Un día, un tesaliano, Filónicos, ofrece un caballo a Filipo y le pide por él la suma de trece talentos. Bajan a la llanura para probarlo, pero ningún palafrenero del rey consigue montarlo, ni tan sólo acercársele. Convencido Filipo de la imposibilidad de domar a tan salvaje animal, decide dar por terminada la prueba y ordena que se lleven el caballo. Alejandro que ha presenciado aquellos intentos, protesta: "Dejadme a mí, yo podré con él". El rey accede, pero estipula que si fracasa Alejandro pagará el precio del caballo. Trato hecho. Alejandro obtiene el éxito de que se jactaba por anticipado y deja sorprendidos a cuantos contemplaban la escena. Su padre llora de alegría, y cuando descabalga, le abraza: "Hijo mío -le dice-, Macedonia es poco para ti, debes conseguir un reino digno de tu fuerza"59.

León Homo, en su Alejandro el Grande, recoge una serie de textos clásicos sobre Bucéfalo 60. A los historiadores les parecía injusto que en el palmares de gloria que circunda la figura de Alejandro no hubiera un lugar para su fiel compañero de batalla. El bravo animal murió en la India a la edad de treinta años, por heridas recibidas al atravesar el Río Hidaspes según unos, de pura fatiga y por edad según otros. Arriano escribe de Bucéfalo: "Había compartido los trabajos de Alejandro y salvado de muchos peligros. Sólo se dejaba montar por él. Era fogoso, alto, de pelo negro. Según unos tenía la cabeza parecida a la de un buey; según otros, este aspecto se lo daba una mancha blanca sobre la frente, ya fuera natural o artificial. Un día Alejandro, habiéndolo perdido entre los uxianos, les hizo saber que los despedazaría a todos si Bucéfalo no aparecía. Tal era la pasión que el conquistador sentía por su caballo. Se atemorizaron y éste apareció en seguida. Si he descendido a estos detalles es porque están unidos a la historia de Alejandro"61.

Sabemos por los historiadores que. al día siguiente de la muerte de Bucéfalo, Alejandro fundó en la orilla del río Hidaspes la ciudad de Bucefalia que identifican con Dshalalpur 62.

El caballero Alejandro aparecerá, pues, siempre acompañado de su fiel caballo y de sus Doce Pares: Tolomeo, Clincón, Lincanor, Filoteo, Dante Emenidón, Pérdicas, Lione, Antígono, Arides. Aristo, Cannon y Antíoco.

Para el episodio de Bucéfalo y su doma poca ayuda podía prestar la Alexandreis al escritor castellano: sólo aparece en un par de ocasiones, muy poco relevantes, y en nada relacionadas con el Libro de Alexandre. El autor, por tanto. acude a recuerdos de lecturas de la Antigüedad al tiempo que toma datos muy concretos de los textos franceses que conocía. Así. en 108b leemos:

"Nunca en este sieglo ovo mejor nin tal".

traducción evidente de B 115:

"Anc en ceste siegle non fu mais un artals "63

El verso a de la estrofa 109 precisa:

"En tres redes de fierro estaba encerrado"

siendo eco, sin duda, de B 116-117:

"En un cartre lo tient ton pere eticlaus,

Vers lui non osse habiter senescals "64.

El verso b de la estrofa 109 precisa cómo se había criado Bucéfalo:

"y fuera con pan cocho e con vino criado",

inspirado evidentemente en B 97-98:

"Pan cuit manjoe e beit vin e piment" 65.

El verso 110c castellano,

"Avié muchos de omnes dormidos e dañados ",

es un eco de los franceses 97-98 de B:

"C'est un chival que manjue la gent,

de inerecals a niaizgié plus de cient"".

Muy curiosos, para seguir comprendiendo la erudición de ciertos escritores medievales, son los siguientes versos de la estrofa 111:

"Un rey de Capadoçia, - el nombre he olvidado-,

ávol al rey Philippo en present enviado;

domar nuncal pudieron que assí fue donado ".

Los versos, salvo el detalle de haber sido indomable, no podían derivar ni de la Alexandreis ni de las fuentes francesas; los cuatro datos de los versos: "un rey de Capadocia", al rey Filipo un "present enviado", que el presente era un caballo que "domar nuncal pudieron"y, sobre todo, el cuarto detalle: "el nombre he olvidado" del donante, aparecen exactamente en otra fuente que el escritor castellano, más adelante de su libro, manejará con asiduidad: me refiero a la Historia de proeliis, del Arcipreste León. en la que leemos:

"In ipsis denique temporibus quídam princeps Capadocie attulit Philippo regí equum indomitum "67.

He pensado. con frecuencia, en la posibilidad de que si hasta este momento el escritor castellano no ha usado de la obra del Arcipreste es que la desconocía; pero. una vez conocida, acudirá muchas veces a ella.

El uso de la fuente francesa continúa; para 111d,

"quisquier que cabalgase serié rey venturado",

que coincide, a su vez ideológicamente con 117c,

"todos dizién: "Aqueste será emperador",

no ofrecen duda sobre su filiación:

"Et dient tout ensemble li grande li menour

k 'Alixandre doit ester par droit empereour"68

versos, tanto los castellanos como los franceses que recuerdan las palabras de Filipo. narradas por Plutarco que anteriormente hemos transcrito. Y todos demuestran la clara línea de continuidad: desde los autores clásicos a los medievales latinos y romances. Los versos a y b de la estr. 112 tienen similar inspiración:

"Fízol`un elefante, como diz la scriptura.

en una dromedaria por muy gran aventura ",

evidentes recuerdos de los de B 748-749:

"Engendrez fu en I'isle de Micene

D'un olifant et d'un dromedere "69

En el continuo entrecruzarse de versos e ideas propias originales del poeta castellano con los de otras fuentes. encontramos muchas situaciones raras, curiosas, extrañas. Algunas son ciertamente simpáticas, como el cruce de acciones entre Alejandro y Bucéfalo: en el texto francés las acciones de "coger un mazo" y "romper los cerrojos" son atribuidas al fiero Bucéfalo. Pero el autor castellano advierte la incongruencia y atribuye a cada uno su actividad: quien coge el "maco defierro" y con el "quebrantó los berrojos" es Alejandro. Sin duda, el simpático escritor latino haría sonreír al castellano que, con anterioridad, ya había escrito que Bucéfalo con los dientes había roto "muchos fuertes calnados" y "muchos fuertes cerrojos a coces quebrantados ".

En todo caso, y a tenor de todos los textos, el "feroz" bucéfalo no se comportó como tal con quien sería su caballero, Alejandro, pues. apenas ve al futuro conquistador, le rinde, como un verdadero vasallo, pleitesía y obediencia, tal como leemos en los versos a y b de la estrofas 116:

"Buçifal, quando lo vido, enclino los jenojos,

encorvó la cabeça e abaxó los ojos ","'

actitud que se corresponde con la que nos ofrece B en 126-127:

"Les piez devant començe a fletir,

baisse lo chief, signe fait d'amor"

 

 

4.6 Vela de las armas y oraciones de Alejandro ante el altar antes de armarse caballero y lanzarse a las conquistas (estrfs, 121 -123) Versos originales.

Ya el militandus el futuro caballero ha recibido sus ropas, sus armas, tiene su caballo y ha sido adiestrado en las artes humanas y en el arte de la guerra. Como en los rituales medievales sólo le falta las bendiciones (ad calcaria, ad clipeum, ad ensem. etc.) y el imprescindible acto de velar ante el altar e impetrar de Dios su bendición para que le proteja de sus enemigos. Y el autor castellano medievaliza el episodio. Así vemos al caballero Alejandro y así le oímos:

"Tú da en estas armas, Señor; tu bendición.

que pueda fer con ellas atal defunción

qualque nunca fue fecha en esta definición,

porque saque a Grecia de grant tribulación ".

Como verdadero cristiano, como hizo en el templo de Jerusalén, tras rezar se arrodilla, besa el altar, se ciñe la espada hecha por Don Vulcano y se dispone a liberar a Macedonia de las afrentas:

Quand la oración ovo fecha el infant acababa.

enclino los ynojos e besó en la grada

desent alços un poco e ciñós la espada,

es día dizo Grecia que era arribada" (estrfs.122-123).

El miles cristiano monta su caballo, embraza su escudo, blande su espada y, rodeado de sus doce Pares, parte con el ejército a cumplir su destino. Los triunfos le acompañarán por casi todo el mundo conocido de entonces. Hasta que llegue el momento -estamos ante textos medievales con un sentido trascendente- en el que su desmedido poder, su insaciable ambición provocan el fin: la Providencia cerrará el paso al como castigo a su orgullo.

El anónimo autor castellano, sus fuentes clásicas, sus fuentes latinas medievales, los textos neolatinos usados le han venido a ayudar para mostrar cuanto pretendía: mantener vivo a un héroe de la Antigüedad, recordar una historia y una leyenda a través de diferentes libros y de distintas épocas. Ha medievalizado a un héroe de antes de Cristo. Y lo ha cristianizado. Ha dejado constancia, en suma, del sencillo, del natural paso del mundo antiguo y de las lenguas clásicas a un mundo medieval y a unas lenguas romances. Y lo ha efectuado con personalidad.

 

San Miguel de Cornezuelo (Burgos). Portada románica : guerrero luchando con un león y árbol de la vida debajo.

 

         NOTAS

'Páginas homenaje al Prof. Martín Mas. a quien dirigí su Tesis: y él me entenderá muy bien: también homenaje a nuestro Alejandro, a quien tanto tenemos que agradecer, especialmente su amistad.

1 La bibliografía existente sobre historia y leyenda de Alejandro Magno es realmente exhaustiva con dos épocas claramente definidas: una larga etapa del siglo pasado y últimos cuarenta años del presente. Es difícil referimos a un aspecto que no haya sido en cierto modo analizado. En consecuencia, nos limitaremos a ofrecer aquellos textos que consideremos fundamentales o simplemente que les tengamos, por razones personales. especial afecto. Téngase en cuenta que, en 1971, presentamos nuestra Tesis Doctoral sobre la Revisión de las Fuentes del Libro de Alexandre. Tesis posteriormente publicada en 1988.

Sobre la historia. las gestas y la persona de Alejandro. véanse. entre otros muchos. los siguientes: WEIGALL. A.: Alexandre le Grand (traduít de l´anglais par Théo VALETF. París. 1955: HOMO. L.: Alejandro el Grande, versión española por Mª Rosa CORTÉS. Biografías Gaudesa. Barcelona-México. 1963: SEIBERT. J.: Alexander der Grosse. Darmstadt. 1972; TARW. W.W.: Alexander the Great, 1-11. Cambridge ,1979.

Sobre aspectos de la leyenda del Macedonio. bien en si misma bien como parte de introducción a una edición, v.: CASSAROLI, D.: "La leggenda di Alexandro Magno", Romanía. 1894: LIDA DE MALKIEL. Ma. R.: "La leyenda de Alejandro en la literatura medieval". Romance Philology, XV. 3. 1962 y XV. 4, 1962,= "La tradición clásica en España". Barcelona. 1975: CARY. G.: The Medieval Alexander, edited by D.J.A. ROSS, Cambridge, 1956. reimpreso en 1967: FRUGONI.CH.: La fortuna di Alessandro Magno dall'antiquita al Medioevo. Florencia. 1978: ISRAEL. L.: "La legende d'Alessandre dans le Talmud'. Revue des études juives. t.II. 1981: MARCOS MARÍN. F.: Libro de Alexandre. estudio, edición, anotación, transmisión de la leyenda, etc.. Alianza Universidad, Madrid. 1987.

Hay ediciones de textos alejandrinos con espléndidos estudios iniciales en los que, con detalle, se analiza loda una serie de aspectos sobre historia, leyenda, etc.. de Alejandro. De muy fácil acceso son las siguientes: CANAS. Jesús: Libro de Alexandre, Cátedra, Letras Hispánicas, segunda edición. Madrid. 1995; contiene una muy extensa bibliografía: PEJENAUTE RUBIO. F.: ALEJANDREIDA de Gautierde Châtillon. Akal. Clásicos Latinos Medievales, Madrid. 1998: contiene un estudio introductorio excelente y muy bien organizado sobre variados aspectos relacionados con el héroe griego.

2 De las opiniones de historiadores, filósofos, etc., de la Antigüedad sobre Alejandro, hay magníficos libros: una excelente síntesis se encuentraen HOMO.L.: Alejandro, o.c. Casi nos atreveríamos a decir que los juicios en monografías y artículos relativamente modernos han surgido de indirectas lecturas de textos de fines del siglo pasado y principios de 1900. He aqui algunos: AUSFELD, A.: Zur Kritik des Griechischen Alexanderromans, Prog. Brushal, 1894; CRISTENSEN, H: Alex. d. Gr. bei den Rom. Dichtern, Ylbergsj, 1909; EICKE. L.: Veterum philosophorum qualia fuerint de Alexandro iudicia. Rostock. 1909: HOFFMANN, W.: Das literarische Portrat Alex. d. Gr. im griesch. und Rom. Altertum, Leipzig, 1907; WEBER, F.: Alexander der Gr. im Urteil der Griechen und Romen bis zur constant. Zeit. Leipzig. 1909.

3 Nos vemos obligados a restringir nuestras notas. Por tanto, sólo indicaremos que sobre Quinto Curcio hay estudios brillantes de los que seleccionamos dos: uno, antiguo: DOSSONS, S.: Etude sur Quinte-Curce, sa vie et son oeuvre. Paris, 1887; otro, moderno: PEJENAUTE RUBIO, F.: Historia de Alejandro Magno, de Quinto Curcio Rufo, intr., trad. y notas de. (Biblioteca Clásica Gredos, 96). Madrid, 1986.

4 El Pseudo-Calístenes ha sido muy atendido por los investigadores. He aquí algunas de las ediciones más manejadas en diferentes épocas: ZACHER J.: Pseudo-Callisthenes,Halle. 1867; MÜLLER. C. : Pseudo-Callisthenes, Dübner, Paris, 1946; BOUNOUKE et BLANDINE, G: Le Roman d'Alexandre: la vie et les hauts faits d'Alexandre de Macédoine; Pseudo-Callisthenes; traduit et commenté par, Paris. Les Belles Lettres, 1992. Muy accesible y brillante es el Pseudo Calístenes. Vida y hazañas de Alejandro de Macedonia, introd., trad. y notas de Carlos GARCIA GUAL (Biblioteca Clasica Credos, 1 ). Madrid, 1977.

5 Citaremos por la edición manejada en nuestra Tesis: KÜBLER, R: Julii Valerii Alexandri Polemi res gestee Alexandri Macedonis, translatae ex Aesopo graeco, Leipzig, Teubner, 1888.

6 Usamos en nuestra Tesis el Epitoma rerum gestarum Alexandri et liber de morte eius. edición de THOMAS, P.H.. en Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Teubneriana, 1966.

7 LANDGRAFFT, C.: Die Vita AlexandriMagnides ArchipresbytersLeo ("Historiade proeliis"). Erlangen. 1885. Más accesible es la de THOMAS. PH. En Bibliotheca Scriptorum Graecorum et Romanorum Teubneriana, 1966. Para nuestras citas hemos manejado la edición de PFISTER. F.: Der Alexanderroman des Archipresbyter Leo, "Samml. Mittellat", T.VI, Heidelberg, 1913.

8 HOMO. L.: Alejandro, o.c, p.348 y ss. Respecto a las citas bíblicas hemos de indicar que conocemos dos al menos. Una de ellas, biográficamente interesante, aparece en el Libro I de los Macabeos: en el Preámbulo,I, se lee: "Alejandro de Macedonia, hijo de Filipo, partid del país de los Kittirn. derrotó a Darío, rey de los persas y los medos, y reinó en su lugar, empezando por la Helada. Suscitó muchas guerras, se apoderó de plazas fuertes y dio muerte a reyes de la tierra. Avanzó hacia los confines del mundo y se hizo con el botín de multitud de pueblos. La tierra enmudeció en su presencia y su corazón se ensoberbeció y se llenó de orgullo. Juntó un ejército potentísimo y ejerció el mundo sobre tierras, pueblos y príncipes, que le pagaban tributo (...) Reinó Alejandro doce años y murió". El texto transcrito exige unas breves notas: a) los "kittim" eran los habitantes de Kitión. de forma más general de la isla de Chipre: el término se extendió a las islas y regiones del oeste como Macedonia y luego a los romanos: b) la "Helada " designaba a una región más amplia que Grecia propiamente dicha; c) Alejandro murió en junio del año 323 a. de C.

9 La bibliografía sobre la leyenda de Alejandro en Oriente es extensa: LEVY. I.: La légende, o.c.; ABEL, F.M.: "Alexandre le Grand en Sirve et Palestine", Revue Bénédictine, XLIV, 1935; GARCÍA GÓMEZ, E.: Un texto árabe occidental de la leyenda de Alejandro, Madrid, 1929; LIDA DE MALKIEL Mª. R.: "Alejandro en Jerusalén", Romance Philology, X. 3, 1957.

10 Hay excelentes ediciones y estudios: PRITCHARD, R.T.: Walter of Châtillon, "The Alexandreis", translated with and Introduction and Notes by, (Mediaeval Sources in Translation, 29), Toronto, 1986: Walter of Châtillon, "Alexandreis". Das Lied von Alexander dem Grossemz; ubersetzt. Kommentier und Nachwon versehen von S. STRECKENBANCH, unter Mitwirkung von O. FLINGNER; mit einer Einführung von W. BERSCHIN; Heideiber. 1990. Añadamos la ya citada de PEJENAUTE RUBIO.

11 Más adelante citaremos la bibliografía fundamental y usada. Para una cómoda visión del conglomerado de textos, v. BOSSUAT,R.: Le Moyen Âge. en Histoire de la Littérature Française, publiée sous la direction de J.CALVET. Paris. 1967; SABATIER, R.: La Poésie du Moyen Âge, Albin Michel, 1968; CRENTE, G.: Dictionnaire des Lettres Françaises. Le Mogen Âge, Librairie Arthéme Fayard, Publié sous la direction du Cardinal: el volumen Le Moyen Âge fue preparado por BOSSUAT, R.- PICHARD. M.L. -RAYNAUD DE LACE, G., Paris, MCMLXIV.

12 Sobre el Libro de Alexandre citaremos bibliografía específica más adelante. Nuestras citas textuales siempre las haremos por la edición de J. CANAS.

11 HERNÁNDEZ SERNA. I: Revisión de las fuentes del "Libro de Alexandre". Murcia, 1971: MOREL-FATIO, A. : "Recherches sur le texte et les sources du L. de A.". Romania, IV. 1875: MOREL-FATIO. A.: El Libro de Alexandre, Dresden, 1906; HENRY, A.: "Étude sur les sources du Roman d'Alixandre ", Romania. LXII; ALARCOS LLORACH, E. : Investigaciones sobre el Libro de Alexandre, Anejo XLV de la Revista de Filología.Española, Madrid. 1948; MICHAEL. I.: The Treatment of Classical Material in the "Libro de Alexandre",Manchester. 1971; ARIZALETA A.: La translationa Alexandre. Recherches sur-les structures et les significations du "Librode Alexandre", Tesis Doctoral no publicada. Paris. 1994; RICO. F.: "Letteratura latina nel secolo XllI. Atti del I Convegno Internazionale di Studi dell' Associazione per il Medievo e il Umanesimo Latini, Perugia, 3-5 ottobre, 1983;...

14 WILLIS, R.S.: El libro de Alexandre, Texts of the Paris and the Madrid manuscripts prepared by. Princeton, 1934, Ellio Monographs 32, reimpreso posteriormente en 1965. Nueva York, Kraus Reprint Corporation: MARCOS MARÍN, F.: Libro de Alexandre Estudio critico, Madrid. 1987: CANAS, J: El "Libro de Alexandre",Madrid. 1988; CANAS, J.:Libro de Alexandre, edición de Cátedra. Letras Hispánicas. 1995; GARCÍA GASCÓN, E.: "Los manuscritos de P O del Libro de Alexandre y la fecha de composición del originai', Revista de Literatura Medieval, 1. 1989;...

15 ARIZALETA. A.: "Hacia una bibliografía del Libro de Alexandre",en soporte informático, en Internet; MICHAEL. I.: "Estado general de los estudios sobre el Libro de Alexandre", Anuario de Estudios Medievales, II, 1965.

En la edición citada de Jesus CANAS se encuentra una casi completa bibliografía por temas y aspectos de autores tan importantes como F.HANSSEN. Mª.ROSA LIDA DE MALKIEL, E. GARCÍA GÓMEZ, R. MENÉNDEZ PIDAL, L. PISTOLESI, R. CILLERO. G. HILTY, N.J.WARE, F. MARCOS MARÍN, etc.

16 La leyenda de Alejandro en la literatura medieval". O.c. p.417.

17 Alejandreida, o.c. p.7.

18 Pejenaute R.: "Aunque el editor presenta una relación de seis manuscritos y de las cinco ediciones anteriores como base de su propia edición, como quiera que el texto no viene acompañado de aparato crítico alguno, no se sabe en ningún momento sobre qué manuscrito está basada la lectura ofrecida. La edición no tiene, tampoco, ningún tipo de notas ni índices; ni siquiera va precedida de una Introducción o Prólogo. Es, pues, una edición muy poco fiable y ya desde su aparición fue duramente criticada"; ibid., p.79: añade en nota 375 de la misma página: "M.L. COLKER (lntrod.,pág.XXII.n.4) ofrece una reseña de títulos y autores que han venido demostrando su desconfianza ante la edición de F.A.W. Müldener"'. No comparto las afirmaciones de Pejenaute. Creo que resulta fácil, en el momento actual, hablar de defectos de ediciones de siglos pasados a las que tanto debemos; y, sobre todo, afectivamente estoy obligado a citar por la edición de Müldener aunque, por supuesto, reconociendo la magnífica edición de Pejenaute cuyos textos traducidos ofreceremos.

19 La edición puesta en entredicho es la siguiente: M.Philippi Gualteri ab insulis dicti de Castellione "Alexandreis", ad fidem librorum mss. et impress. Recensuit F. A.W MUELDENER; Lipsiae, in aedibus B.G. Teubneri, MDCCCLIII.

20 PFISTER: Der Alexanderroman des Archipresbyter Leo, "Somml.Mittellat", T.Vl. Otras ediciones, además de las citadas, son las siguientes: BERGMEISTER, H.-J.: Die "Historia de proeliis" Alexandri Magni. (Der Lateinische Alexanderroman des Mittelalters). Synoptische Edition der Rezensionem des Leo Archipresbyter und der interpolierten Fassungen Jl, J2, J3, (Buch I und II); Herausgebeben von, Meisenheim am Glan. 1975. LANDGRAF. G. Die vita Alexandri Magni des Archipresbyter Leo ("Historia de proeliis"), Erlangen. 1885...

21 Ut supra. De resaltar es WILLIS, R.S.: The Debt of the Sp. L. de A to the French Roman d'Alexandre, Princeton. 1935, Nueva York, 1965: del mismo The relation ship of Spanich Libro de Alexandre to the Alexandreis of Gautier de Châtillon, Nueva York. Kraus Reprint Corporation, 1965 (antes Princeton University Press. 1934).

22 Li Romans d'Alixandre, par Lambert li Tors et Alexandre de Bemay, Sttugart, 1846.

23  The medieval french "Roman d" AIexandre".,édit. critique sous la direction de C. ARMSTRONG, 6 vols., 1937-1955, in Elliot Monographs, ms. 36-41, Princeton University Press.

24 Noches áticas, o.c., III,2.

25 Cit. por PEJENAUTE RUBIO: Historia, o.c. p.334

26  Noches áticas, o.c, III,2.

27 PLUTARCO. Vidas paralelas. Historia de Alejandro Magno, o.c. VIII

28 Léonidas, filósofo bastante fátuo, pariente de Olimpias, tenía por costumbre llamar a Filipo con el nombre de Aquiles, a Alejandro con el de Peleas y a sí mismo con el de Fénix. V. HOMO, I.: Alejandro el Grande, o.c, p.77. Tras la destrucción de Assos, Aristóteles se trasladó a Mitilene para unirse a Filipo como preceptor de Alejandro Magno. Tras la muerte de Filipo. en el año 335 a. de C.. vuelve el filósofo a Atenas. funda su propia escuela, el Liceo, y se dedica a la investigación y a la enseñanza.

29 Sobre la posible educación recibida v. MARROU. H.I.: Historia de la educación en la Antigüedad. Buenos Aires. 1965: CORTE, M. DELLA: " L'educazione di Alessandro Magno nell'Enciclopedia in un tríptico megalografico di Pompei", en Mittheilungen des deutschen archäologischen Institut, Roem.

El tríptico posee un valor documental muy importante sobre la vida de Alejandro de Macedonia. Se divide en tres escenas; en la del centro se ve una gruta artificial y a Aristóteles dando lección a Alejandro; Olimpias, su madre, aparece sentada y, junto a ella, su nodriza. La escena de la derecha representa a dos elefantes guiados por dos amorcillos: la de la izquierda contiene a cuatro mujeres sentadas que representan a la pintura, la escultura, la música y la poesía. Es evidente, como demuestran nuestros textos, que se quiere dar a entender la educación enciclopédica recibida por Alejandro.

30 "El libro primero nos muestra a Alejandro imbuido del néctar sagrado de Aristóteles y lo presenta engalanado con el cetro y las armas" (p.107).

31 "Casualmente su maestro, macilento, pulido, despeinado, (su aspecto estaba en consonancia con sus estudios) salía de sus habitaciones en donde tras haber dado fin a todo un tratado de Lógica estaba armando sus combativos silogismos. ¡Oh qué difícil no reflejar el estudio en el aspecto del rostro! Su faz. lívida, sabía a candil nocturno; la piel de su cara estaba prácticamente pegada a los huesos y una delgadez, extrema, extendida por todos sus miembros, reprimía las articulaciones de sus manos; ninguna barrera separaba la piel de sus huesos. Y es que el intenso esfuerzo en el estudio debilita las articulaciones y consume la carne y lo que el alimento nutre desde fuera lo consume el hombre en su interior como pábulos de su trabajo" (p.l 13).

32 "Asi pues, al ver al hijo de Filipo con su rostro inflamado (su rubor de fuego era síntoma de su cólera oculta), le pregunta cúal es el motivo de su irritación, cúal el origen de su ardiente cólera"(p.l.13)

33 "Agriél. como muestra de respeto ante su maestro, baja la vista en actitud sumisa, y postrándose ante su preceptor: que estaba sentado, se lamenta en un mar de lágrimas de la pena que le produce la opresión de su anciano padre por parte de la tiranía de Darío así como el desmoronamiento de su patria, con sus lágrimas aumenta su cólera, y con oído atento escucha a su maestro que le habla de esta manera" (pp.113-114).

34 "Revístete de hombre en tu espíritu. ¡Oh joven Macedonio!, y toma las armas. Estás dotado de valor, así que ponlo en práctica. En qué medida puedes conseguirlo te lo voy a decir; por consiguiente, presta atención a mis palabras" (p.l 15).

35  "...no enaltezcas a los que la naturaleza obliga a vivir a ras de tierra, pues el torrente que se hincha con las aguas de lluvia se torna más turbulento que el río que fluye sin cesar; de igual manera, cuando ha conseguido el poder y ha llegado a la cima del honor, el siervo, alzándose contra el señor con más fiereza que una sorda víbora, cierra sus oídos a las súplicas y no sabe ablandarse" (pp.l 14-115).

36 "Ahora bien, el buen sentido no te impide poder exaltar a los que engalana honestidad, a los que enaltece la excelencia de sus cualidades por más que les falte un rico patrimonio y la gloria, tanto de una patria como de una encumbrada ascendencia".

"El que es más rico en cualidades, no en hucieridas. quien se ve encumbrado por la virtud tiene en sí algo preferible al oro, algo que compensa la humildad de su origen, algo que le confiere tanta prosapia como belleza" (p.115).

37 "¿ Qué más te voy a aconsejar? Procura que no te afemine la suntuosidad manirrota, ni permitas que el amor, enfermedad del alma, que se goza en susurros y citas clandestinas, quebrante tu esforzado corazón. Si te entregas a Baco y a Venus, por más que tengas bajo tu dominio todo lo demás, viniste a caer bajo un yugo: desapareció la libre autonomía del espíritu, presa del delirio. Cuando se pone incandescente el horno de Venus, la mente se embota interiormente. Ambos, el amor y el vino, hacen languidecer las rígidas costumbres" (p.l 17).

38 "Si tienes que actuar de juez en un litigio, ten enhiesta la balanza del juicio. No te desvíe el amor: no te tienten las dádivas ni haga tambalear la estabilidad de tu proceder ninguna acepción de personas. Juez injusto es considerado quien recibe regalos, pues los obsequios apartan de la norma recta la agudeza del juicio y envuelven a la mente en negra oscuridad" (p.\ 15).

39 "Cuando entres en una ciudad (bien sea que el enemigo le abra las puertas, bien que las eches abajo si ofrecen resistencia) abre de par en par los tesoros y haz caer sobre tu tropa una lluvia de obsequios. Ahora bien, si por casualidad, los recursos no responden a las grandes expectativas y fallan las posibilidades, o si el botín es escaso, no por ello disminuya tu afecto: atráete a los tuyos con proezas y. en llegando la oportunidud, cúmplelas" (p.f 17).

40 "Sé tú el primero, antes que ningún otro, en hostigar al enemigo . Mientras tanto, mira y calibra cuántos son los soldados presentes desparramados por los valles, cuántos jinetes reflejan los rayos del sol en sus celadas y escudos" (p.f 16).

41 "Pon en movimiento el campamento, dispon los escuadrones, condúcelos contra el enemigo ... que. a pesar de ello, los escuadrones te vean con las armas en la mano luchando sonriente y atronando con ruegos, advertencias y amenazas" (p.l 16).

42 "...muéstrate condescendiente ante las súplicas, esfuérzate con ahinco en el estudio de las leyes y a los culpables trátalos con humanidad. Retrasa la venganza hasta que haya pasado la cólera y. una vez que ha sido infligido el castigo, procura olvidarle del resentimiento. Si vives así, prolongarás tu reputación eternamente a lo largo de los siglos" (p.117).

43 "Y no te aterrorice el número: si ves que te persiguen con poco ímpetu, arrójate tú el primero contra las armas de tus perseguidores: da vuelta a tu caballo y reteniéndolo con el freno, sé tú el primero en volver al combate. Este es el momento en que debe aparecer tu valor, y el interés por los tuyos, y la fogosidad de tu espíritu, y el conocimiento del duro Marte" (p.116).

44 "El profesor de virtud, modelado con tales consejos el espíritu de su alumno, empapa sus oidos con fructíferos ruegos e implanta en el tálamo de su corazón virtuosas pautas de comportamiento. El joven bebe a porfía, aprestando sus oidos a las sagradas palabras y confía cada cosa a la celda más recóndita de su espíritu. Su mente, segura de sí misma, se engrandece con el estímulo de las alabanzas y germina en su interior el amor a la guerra y la pasión por el reino. Ya está ausente todo temor; ya la esperanza se adelanta a los años; ya sus deseos se ven cumplidos; ya su corazón se muestra insolente con el enemigo; ya reina; ya le rinden pleitesía los cuatro ángulos del orbe ... Y no sólo se dispone a acometer como un loco a los Persas, contra los que tenía un justo motivo de queja, sino que si los hados se lo permitieran, conspiraría contra el orbe mismo por entero" (p.l 18).

45 "El niño quedó alegre y animado pues comenzaron para él los dones y bienes; quien le pidió de lo suyo no le negó nada. Conquistó a los Armenios, a los Persas y a los Asirios, y a la gente del Oriente, y u todos los de la India, y a todos los de África, y a los de Etiopía: esto cuenta el libro: que todo el mundo fue suyo y que él fue el mejor príncipe de la tierra".

46 "Por ti hizo más que Carlomagno".

47 "Así, pues, al llegar la edad que libera a los muchachos de la palmeta, el Macedonio, como un ciudadano más. se reviste de sus armas, no en provecho propio sino en beneficio de la patria, y, siendo príncipe, su vida no se distingue de la de un ciudadano más", (p.l 18).

48 En Obras postumas por Joaquín IBARRA. Impresor de Cámara de S. M.. 1775, tomo I, Madrid. pp.25-249. Cita recogida por Ángel del RÍO. Historia de la literatura española. Nueva York. Holt Rinehart and Winston. 1966. p.73.

49 Libro de Alexandre, o.c, p.60.

50 Id., citando por la edición de A. ZAMORA VICENTE. Poema de Fernán González, Madrid. Espasa-Calpe, Clásicos Castellanos. 1963.

51 CANAS, J.: id.

52 La idea de la fama en la Edad Media castellana, México, FCE. 1952, p. 167

53 Historia de la literatura española. T. 1, sexta edición, p.96. Editorial Gustavo Gili. S. A., Barcelona. MCMLX. Valbuena cita una serie de textos aljamiados sobre la leyenda de Alejandro y. por supuesto, alude a la historia de "Dulcarnaín": Un texto árabe occidental de la leyenda de Alejandro Magno según el manuscrito árabe XXVII de la Biblioteca de la Junta para la Ampliación de Estudios. Madrid. 1929, bella edición con simpáticas viñetas, obra citada de GARCÍA GÓMEZ.E.

54 ALBORG, J.L.:Historia de la literatura española, vol.l.. Edad Media y Renacimiento, Gredos. Madrid. 1966. Alborg recoge las ideas de VALBUENA en p. 107 así como el texto que hemos transcrito de MONTOLIU, tomado de la Literatura española. Barcelona, 1937, p.54.

55 WILLIS, R.S :The debt of theSpanish 'Libro de A' to the French 'Roman d'Alixandre'. o. c. realmente imprescindible.

56 "Justo en el centro hay dibujado un león, que significa la firmeza del varón".

57 "...porque cuatro hadas la hicieron, fue elaborada bajo el agua del Támesis... Quien la vista, no verá corrompida su carne ni será prisionero especialmente de la lujuria".

58 "El rey Filipo y el Macedonio se lo arrebataron por fuerza al rey Jerjes".

59 " Vidas paralelas. Historia, o.c. VII (citado por León HOMO, Alejandro el Grande, o.c, pp.14 -15).

60 o.c, p. 14 y ss.

61 Arriano. Anábasis. V.14,4; V, EP., G; Plutarco. 61.1 (textos citados por HOMO, id.).

62 Sobre el nombre Bucéfala o Bucefalia. Quinto Curcio, o.c IX,3,23. Sobre el hermoso y fiel animal, también Diodoro. XVII. 76 y ss.; Plutarco. 6, 1 y ss. y 61.1-2: etc. Toda una serie de textos han sido recogidos y estudiados por A.R. ANVERSON: "Bucephalas and his Legend", Transactions and Proeding of the American Philological Association. 1929, XXIV. posteriormente reeditado.

63 "Antes en este mundo no existió otro igual"

64 "En un cuarto lo tiene su padre encerrado, hasta él no osa acercarse un senescal"

65 "Comía pan cocido y bebía vino y pimienta".

65 "Es un caballo que devora a la gente, ha devorado a más de cien mariscales"

66 "Así pues, en aquel tiempo cierto príncipe de Capadocia llevó al rey Filipo un caballo no domado".

67 "Y todos juntos, los grandes y los pequeños, dicen que merecidamente Alejandro ha de ser emperador".

69 "Fue engendrado en la isla de Micenas, de un elefante y de una dromedaria".

70 "Hiere con un martillo, con las herraduras hace saltar los cerrojos".

71 "Comienza a doblar los pies delanteros, baja la cabeza, hace signos de respeto".

 

(Nota del EditorWeb: al parecer la edición original en formato PDF cometió algunos errores que nosotros tampoco hemos sabido aclarar, por tanto, hemos transcrito al pie de la letra algunas palabras cuya grafía no es la correcta.)

 

 
 

 

De las lenguas clásicas a los romances:
el macedonio Alejandro «Magno», clérigo y caballero

Joaquín HERNÁNDEZ SERNA
Dpto. de Filología Francesa, Románica, Italiana y Árabe.

Universidad de
Murcia

Anales de filología francesa, ISSN 0213-2958, Nº. 9, 1998‑2000 (Ejemplar dedicado a: Homenaje al profesor D. Francisco Martín Más) , pags. 99-130