La forja del hierro

Que en la Sierra de la Demanda hubo explotaciones de mineral de hierro dan prueba las ruinas de ferrerías que aún se observan en la lona, Hasta el siglo XVIII funcionaban los ferrones, los cuales instalaban su propia ferrería cerca de las minas y de abundancia de madera y de agua, imprescindibles para poder mover el martinete. Con los áltos hornos .desaparecieron en el XIX las ferrerías.Pero quedaron los herreros que hoy reparan maquinaria agrícola, hacen puertas, rejas y balcones a base de soldadura autágena, en localidades como Bañares, Zarratán, Hervías, Nájera, Igea, Herce, Haro, Autol, Grañán y Santurde. Quedan también herradores, que fabrican herraduras para las caballerías, en Entrena, Tricio, Briones, Herce y Villamediana de Iregua. Quedan armeros y caldereros en Calahorra y Arnedo, y un cencerrero en Santurde de Rioja, llamado Florencio Díez González, que puede considerarse artesano puro, pues hace los cencerros según el oficio aprendido de su padre, aleando metales y dándoles el toque preciso final del afinado. También funcionan talleres de hojalateros en Logroño, Arnedo y Nájera, donde se fabrican utensilios de uso doméstico, como cazos, aceiteras, espumaderas, faroles, diversos moldes, etc. Pero la artesanía del hierro se ha centrado en los últimos tiempos en la forja artística y en ese sentido trabajan Julián T ofé en Bañares y sü hermano Alejandro en Zarratón, elaborando púlpitos, puertas, rejas, lámparas de araña, artísticamente imitadoras a los estilos renacimiento y barroco. Forjadores hay igualmente en Logroño, Alberite, Lardero, Cervera del Río Alhama, Ezcaray, Haro y Alfaro, que forjan el hierro sobre el yunque. Mención aparte merecen los joyeros, los que trabajan manualmente los metales preciosos, que, dada su juventud y dedicación en sus talleres de Logroño, prometen crear escuela propia, continuación de aquellos admirables orfebres de la platería logroñesa de siglos pasados.