Gonzalo de Berceo
MILAGROS DE NUESTRA SENNORA  
 


I
II
III  
IV
V  
VI  
VII  
VIII  
IX  
X  
XI  
XII  

Prólogo
La casulla de S. Ildefonso
El sacristán impúdico
El clérigo y la flor
El premio de la Virgen
El pobre caritativo
El ladrón devoto
El monje y San Pedro
El romero de Santiago
El clérigo ignorante
Los dos Hermanos
El labrador avaro
El prior y el sacristán

XIII
XIV
XV
XVI
XVII
XVIII
XIX
XX
XXI
XXII
XXIII
XXIV
XXV
El nuevo obispo
La imagen respetada
La boda y la Virgen
El niño judio
La Iglesia profana
Los judíos de Toledo
Un parto maravilloso
El clérigo embriagado
La abadesa en cinta
El naúfrago salvado
La deuda pagada
El milagro de Teófilo
La iglesia robada

 
 

 

  
     

                     El clérigo ignorante

MILAGRO IX

220. Era un simple clerigo pobre de clereçia,
Diçie cutiano missa de la Sancta Maria,
Non sabia deçir otra, diçiela cada dia,
Mas la sabia por uso que por sabiduria.

221. Fo est missacantano al bispo acusado
Que era idiota, mal clerigo probado:
Salve Sancta Parens solo tenie usado,
Non sabie otra missa el torpe embargado.

222. Po dura-ment movido el obispo a sanna,
Diçie: nunqua de preste oí atal hazanna:
Disso: diçít al fijo de la mala putanna
Que venga ante mi, non lo pare por manna.

223. Vino ante el obispo el preste peccador,
Avie con él grant miedo perdida la color,
Non podie de verguenza catar contral sennor,
Nunqua fo el mesquino en tan mala sudor.

224.Dissoli el obispo: preste, dime la verdat,
Si es tal como diçen la tu neçiedat:
Dissoli el buen omne: sennor, por caridat
Si dissiese que non, dizria falsedat.

225.Dissoli el obispo: quando non as çiençia
De cantar otra missa, nin as sen, nin potençia,
Viedote que non cantes, metote en sentençia:
Viví commo mereçes por otra agudençia.

226.Fo el preste su vía triste e dessarrado,
A vie muy grant verguenza, el danno muy granado,
Tornó en la Gloriosa ploroso e quesado,
Que li diesse conseio, ca era aterrado.

227.La Madre preçiosa que nunqua falleçió
A qui de corazon a piedes li cadió,
El ruego del su clerigo luego gelo udió:
Non lo metió por plazo, luego li acorrió.

228.La Virgo Gloriosa madre sin diçion
Apareçiol al obispo luego en vision:
Dixoli fuertes dichos, un brabiello sermon,
Descubrioli en ello todo su corazon.

229.Dixoli braba-mientre: don obispo lozano,
Contra mi por qué fuste tan fuert e tan villano?
Io nunqua te tollí valia de un grano,
E tu asme tollido a mi un capellano.

230.El que a mi cantaba la missa cada dia,
Tu tovist que façia ierro de eresia:
Judguestilo por bestia e por cosa radia,
Tollisteli la orden de la capellania.

213.Si tu no li mandares deçir la missa mia
Commo solie deçirla, grant querella avria.
E tu serás finado hasta el trenteno dia: 
Desend verás que vale la sanna de Maria! 

232.Fo con estas menazas el bispo espantado, 
Mandó enviar luego por el preste vedado:
Rogol quel perdonasse lo que avie errado,
Ca fo el en su pleito dura-ment engannado

233.Mandolo que cantasse commo solie cantar,
Fuesse de la Gloriosa siervo del su altar,
Si algo li menguasse en vestir ó en calzar,
El gelo mandarie del suyo mismo dar.

234.Tornó el omne bono en su capellania,
Sirvió a la Gloriosa Madre Sancta Maria,
Finó en su ofiçio de fin qual yo queria,
Fue la alma a la gloria, a la dulz cofradia.

235.Non podriemos nos tanto escribir nin rezar,
Aun porque podiessemos muchos annos durar,
Que los diezmos miraclos podiessemos contar,
Los que por la Gloriosa denna Dios demostrar.

 
       

 

 

Obras Completas de Gonzalo de Berceo,
Instituto de Estudios Riojanos, Logroño 1974

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