Cerámica vidriada firmada por Bruno, de Puente del Arzobispo en Toledo (España).

 

 

 

El formulismo expresivo de la poesía de Berceo, detenidamente estudiado por Dana Nelson1, responde a una doble realidad retórica. Por un lado, forma parte de la tópica culta del poeta. Por otra, en su formulación inicial asimila los modelos característicos de la épica. No es difícil encontrar epítetos o esquemas de relación de los personajes (Dios-señor / santo-vasallo; demonios traidores / santo caballero) tomados de las gestas, como ya advirtió Brian Dutton en su magistral edición de la Vida de san Millán2.

En nuestro estudio de esta hagiografía berceana hemos encontrado nuevos tipos de ecos en las fórmulas estilísticas que confirman la presencia activa de los estilemas épicos en la poesía inicial del mester de clerecía. El primero de ellos descubre motivos del Mio Cid en pasajes sin ninguna relación temática con la actividad guerrera o judicial de la gesta. El segundo rastrea en un fragmento de tono épico (tomado de los Votos) la posible presencia estilística del poema cidiano.

 

Motivos expresivos del Cantar de Mio Cid en la Vida de san Millán

En varias ocasiones los ecos épicos de motivos y estilemas asaltan la caracterización de los personajes o acciones del poema de Berceo. Veamos algunos de los más significativos:

a) El obispo Dimio concluye sus argumentos en favor de la ordenación del santo con una promesa:

recibirás por ello de Dios buen gualardón (89d)3.

Es el mismo galardón que Minaya promete a los «Varones de Sant Estevan»:

¡Afé Dios de los cielos, que vos dé dent buen galardón!— (2854)4

b) «El varón don Onorio», cuitado por los demonios que profanan su casa, acude al santo y le solicita:

por Dios qe.l acorriesse, e por santa María (187d)

El Cid, al despedirse de Burgos, también necesita «acorro»:

¡ Vuestra vertud me vala, Gloriosa, en mi exida,

e me ayude e me acorra de noch e de día! (221-222)

Idéntica situación sufren en la batalla el Campeador o los suyos:

Félez Muños, so sobrino del Campeador; desí adelante, cuantos que y son

acorrren la seña e a mio Cid el Campeador. (741-743)

A Minaya Álbar Fáñez matáronle el cavallo,

bien lo acorren mesnadas de cristianos. (744-745)

c) Vencer la batalla es el objetivo inmediato del guerrero castellano. ¡Y a fe que lo consigue!:

Vencido á esta batalla el que en buena ora nasco (1008).

Tras la victoria, se regresa al campamento con el botín capturado:

Con estas ganancias ya s'ivan tornando.

Sabet, todos de firme robavan en el campo,

a las tiendas eran llegados

do estava el que en buena ora nasco. (2429-2432)

De igual forma, tras vencer en su combate a los demonios de la casa de Onorio, el héroe a lo divino regresa a sus cuarteles:

tornó a su ecclesia la batalla vencida (198b)

d) La conspiración de los diablos contra el santo termina, gracias a la intervención protectora de Dios, como una auténtica batalla campal... entre ellos mismos. El final de la lucha se cierra con estos versos:

dándose espoladas e fuertes aguijones

por fer toda nemiga metién los corazones (221cd)

Estos versos adaptan al formulismo de la cuaderna vía las fórmulas propias de la descripción del encuentro épico:

Enbraçan los escudos delant los coraçones,

abaxan las lanças abueltas de los pendones,

enclinaron las caras de suso los arzones,

ívanlos ferir de fuertes corazones. (715-718)

 

Abraçan los escudos delant los coraçones,

abaxan las lanças abueltas con los pendones,

enclinavan las caras sobre los arçones,

batién los cavallos con los espolones. (3615-3618)

e) El motivo de la venganza, uno de los móviles clásicos del héroe, también aparece en la «az alevosa» de los demonios derrotados:

nunqua más non podieron el despecho vengar (224d).

En el Cid este motivo de la venganza también se vuelve contra los antagonistas del héroe:

—De nuestros casamientos agora somos vengados, (2759);

¡La desondra del león assí s'irá vengando!— (2762).

f) En un momento de clara dificultad, cuando los carpinteros descubren que la viga es demasiado corta, el santo anima a sus obreros:

Dios nos dará consejo, la sue virtud complida (230d).

En una situación similar, Minaya Álbar Fáñez alienta a su señor:

Aun todos estos duelos en gozo se tornarán,

Dios, que nos dio las almas, consejo nos dará.— (381-382).

g) Los demonios y Dios en sus enfrentamientos contra sus antagonistas (el santo, los hombres pecadores) utilizan uno de los motivos básicos en la trama de la gesta: «dar derecho» de una infamia previa:

quando el ávol omne tal derecho li dava (243b)

ovo el vuestro fecho el Criador rencura (275c)

quiso prender derecho de vuestra desmesura (275d)

Este motivo dinámico aparece también en la gesta cidiana moviendo las acciones de antagonistas y protagonistas:

porque me entró en mi tierra, derecho me avrá a dar.— (Rey Tamín: 642)

mandaré cómmo y vayan Infantes de Carrión

e cómmo den derecho a mio Cid el Campeador.(Rey Alfonso: 2965-2966)

h) Otros motivos épicos, la ira del personaje, la ponderación mediante « tan» , la geminación, se dan juntos en un verso de Berceo:

dióli una respuesta tan fuerte e tan irada (266c).

Tres ejemplos distintos han de aportarse del Cantar, porque no aparecen fundidos en una única expresión:

pesó al conde don Garcíae era mal irado (1859)

Veriedes tantas langas premer e algar,

tanta adáraga foradar e passar,

tanta loriga falsar e desmanchar (726-728)

Passan las montañas, que son fieras e grandes (1491)

i) Uno de los diálogos más típicamente épicos, testigo dramático del conflicto, es el «mentís». Ante la infame acusación de mantener relaciones inconvenientes con las dueñas que atienden su vejez y enfermedad, san Millán se enfrenta airadamente con su acusador:

«Mientes traïdor falso, e non dices verdad (267a)

En las cortes del rey Alfonso se oyen palabras parecidas:

¡Mientes, Ferrando, de cuando dicho has (3313)

—¡Calla alevoso, malo e traidor! (3382).

j) Una situación tópica en los enfrentamientos bélicos es la pérdida del esfuerzo. Tras la airada contestación del santo el demonio desaparece de su vida:

quitóse del buen omne, el esfuerzo perdido (270c)

Este motivo también aparece en el héroe, pero es capaz de superar los duros momentos de desánimo:

—Cid, ¿dó son vuestros esfuerzos? ¡en buen ora nasquiestes de madre! (379).

k) Un último motivo de comparación: la «rencura», entendida en su sentido de causa de una querella judicial, real o metafórica. En este sentido la utiliza Berceo:

ovo del vuestro fecho el criador rencura (275c).

La última parte del Cantar de Mio Cid se promueve desde ella:

Adúgamelos a vistas o a juntas o a cortes,

commo aya derecho de ifantes de Carrión,

ca tan grant es la rencura dentro en mi coraçón.— (2914-1916)

La rencura mayor non se me puede olbidar;

oídme toda la cort e pésevos de mio mal;

los ifantes de Carrión, que.m desondraron tan mal,

a menos de riebtos no los puedo dexar. (3254-3257)

De lo visto se advierte cómo Berceo ha ido diseminando ecos estilísticos épicos a lo largo de todo su poema. ¿A qué intención expresiva responde este hecho? ¿Es común este fenómeno a otros poemas del Mester?

 

Motivos épicos en las estrofas 416-428 de San Millán

El análisis de fragmentos de la Vida en los que se describen batallas puede aclarar la posible vinculación del formulismo de Berceo con los motivos y estilemas propios de la épica. La similitud del tema hace que voluntariamente Berceo siga este modelo. Valgan los ecos intuitivos de tres estrofas para probarlo:

Moviéronse las uestes, tovieron sue carrera,

por acorrer al rei, ca en porfazo era;

mas quando aplegó la punta delantera

ya pisavan los reys el suelo de la era (433)

Ya eran en el campo entrambas las partidas,

avién ambos los reys mezcladas las feridas,

las azes de los moros ya eran embaídas,

 ca la ira de Christo las avié confondidas. (434)

Quand estavan en campo los reys azes paradas,

mezclavan las feridas las lanzas abaxadas,

temiénse los chistianos de las otras mesnadas,

ca eran ellos pocos e ellas muy granadas. (436)

Sin embargo, la comparación de un claro pasaje de materia épica en Berceo puede precisar la respuesta a esos interrogantes. Sobre todo, cuando sabemos que las estrofas 416-428 de los Votos han sido utilizadas por Dana Nelsón para señalar la relación entre sus tópicos y estilemas con el Libro de Alexandree. Por ello, comparar estas estrofas con el Cantar de Mio Cidnos permitirá advertir su posible influencia en Berceo y, en caso de producirse, si este influjo es también generalizable a otras obras del Mester.

Podemos adelantar las conclusiones de nuestra comparación:

a) El Mio Cid ofrece sus motivos formulares a los poemas clericales. El modelo narrativo de la Épica romance se extiende a la narración del Mester.

b) Los poemas clericales formalizan léxicamente los motivos épicos de manera similar. La métrica de escuela uniforma sus tópicos expresivos.

Comprobemos ambos extremos, comenzando por los motivos que aporta el Mio Cid en cada verso 6:

416a: El cuend Ferrán Gongálvez, qe Castiella mandava

Cid: Galind Garciaz, el que fue de Aragón (1996)

La caracterización del héroe según su relación geográfica, mediante la aposición formular de una proposición adjetiva, es similar entre el poema clerical y el épico.

416b: no lo puso por plazo, ca de cuer li pesava;

Cid: El bueno de mio Cid non lo tardó por nada (1803)

de cuer pesó esto al buen rey don Alfonso (2825).

Alex: por plazo non lo puso, maguer era cansado (1426d)

El motivo de evitar la demora («no lo tardó por nada») se expresa con construcciones sintácticas (que vienen a coincidir con los hemistiquios) similares en la Épica y en los dos poemas del Mester («no lo + verbo + por + término»). El sentimiento cordial («de cuer») se expresa literalmente igual en el Cid y San Millán vinculados al formulismo «pesar de cuer».

416c: plegó los castellanos qe él mucho preciava,

No advertimos ecos, ni tampoco los ha señalado Nelson, en este verso.

416d: teniése por fallido qui más tarde uviava.

Cid: no lo quiero fallir por nada de cuanto á y parado (2224)

Esso fue apriessa fecho, que no.s quieren detardar (1506)

Alex: el que vinié más tarde tenié se por fallido (2437d)

El faltar al deber («fallir») con la ponderación de la premura en el cumplimiento de la obligación caballeresca (con eco literal en el sintagma «más tarde» de los poemas clericales) aparece en el modelo épico y se aplica a los guerreros del Mester.

417a: Fueron todos pagados con esta pleitesía,

Cid: Todos sodes pagados e ninguno por pagar (536)

Alex: del consejo de Néstor fueron todos pagados (735a)

Coinciden los tres poemas en la fórmula «Todos sodes pagados», que expresa el asentimiento general.

417b: qerién ir de buen grado en esta romería,

Cid: Essora dixo Minaya: —De buena voluntad— (1281)

Estoz dixo Minaya: —Esto faré yo de grado— (2227)

De las fórmulas de asentimiento individual: «de grado» y «de buena voluntad» que ofrece la Épica, Berceo aprovecha la primera.

417c: acordáronse todos, fueron luego sue vía,

Cid: Todos los de mio Cid tan bien son acordados (2217)

Fasta tercer día no.l' pueden acordar (1030)

Alex: acordaron se todos, que esto se pidiese (1638c)

él fincó como malo e ella fue su vía (2455d)

El motivo del acuerdo general ante la batalla, recogido en el valor técnico del verbo «acordar» y sintácticamente disperso en el verso 2217 de Mio Cid(«Todos... son acordados»), se condensa en la fórmula hemistiquial de la cuaderna vía «acordáronse todos».

417d: entablar la batalla con essa muzlemía.

Cid: Esta batalla el criador la ferá (2362)

Alex: que querié con él Poro batalla entablar (1983b)

Al igual que en el acuerdo épico, la batalla se condesa en la expresión «entablar» + «batalla».

418a: El rei don Remiro, maguer fue espantado,

Cid: el rey don Alfonso tanto avié la grand saña (22)

al rey don Alfonso, mio señor natural (1272)

El sintagma nominal en hemistiquio dedicado al rey es de claro origen épico.

418b: el so coragón firme fue aína tornado;

Cid: crécem' el coragón porque estades delant (1655)

d'aquesta arrancada que lidiaron de coragón (2508)

Alex: el su grant coragón non sabié enflaquir (690b)

sopearon aína, fueron luego tornados (1329a)

El corazón y sus sentimientos, símbolo del esfuerzo del héroe, se recogen como motivo en ambos poemas clericales con la misma función que presentan en el cantar de gesta.

418c: asembló sos poderes de todo so regnado,

Cid: grandes son los poderes por con ellos lidiar (669)

Alex: allegó sus poderes que le avién fincado (1187c)

La metonimia tópica de la épica, «sos poderes», se utiliza por el Mester para referirse a la misma realidad denotativa, propia de la temática bélica que comparten.

418d: ca sedié todas oras en Dios bien esforgado.

Cid: así viene esforgado el conde que a manos se le cuidó tomar.(972)

a las fijas del Cid danles esfuergo (2822)

En la gesta la aplicación del término «esforgado» o «esfuergo» a los personajes sirve para caracterizarlos en la situación tópica para el combate o ante el peligro. Al igual lo utiliza el San Millán para caracterizar a sus héroes ante la batalla.

419a: Los unos e los otros cerca eran del plazo,

Cid: Metióla en plazo, si les viniessen huviar (1208)

Berceo utiliza el «plazo» épico, que varía del cerco cidiano al emplazamiento de la amenaza árabe.

419b: ca ya era venida la ora del porfazao,

Cid: cerca vinié la ora del día maledicto (1646a)

En el rápido rastreo realizado no hemos encontrado esta fórmula ( «La hora venida») en el Cid, ni tampoco la recoge Chasca en su análisis, aunque sí señala la expresión «Passada es la noche, venida es la mañana» (1540)7.

419c:quál de ambas las partes caerié en el lazo

Cid: D'ella e d'ella parte cuantos que aquí son (2079)

mio Cid al rey Bucar cayól' en alcaz (2408)

Berceo utiliza en este verso la metonimia tópica en las gestas de «parte» por ejército y también el valor épico del verbo «caer».

419d:quál podrié a la otra sovar el espinazo.

Alex: ca tenién que avién a sobar la correa (1131d)

La metáfora popular de «sovar el espinazo» o «la correa» no aparece entre las fórmulas del Mio Cid y responde al uso popular y costumbrista del lenguaje que tan bien analizó Jorge Guillén en el poeta8.

420a: El rei don Remiro, de la buena ventura,

Alex: el rey de los griegos de la buena ventura (1455a)

La apelación del rey en el primer hemistiquio es igual que en 418a. El segundo hemistiquio, «de la buena ventura», recoge un epíteto épico que formula en clave culta la «buen ora» del nacimiento del Cid.

420b:asmó un buen consejo de pro e de cordura,

Cid: Asmó mio Cid con toda su compaña (524)

y estava doña Ximena con cinco dueñas de pro (239)

Alex: e asmó un consejo malo e perigloso (170d)

El plan previo de actuación, vinculado al verbo de abundante uso épico «asmar», cristaliza en los poemas clericales en la fórmula especializada «asmar consejo». La expresión lexicalizada «de pro», que comparte el ejemplo del Mio Cid y el San Millán, muestra una misma valoración positiva de los términos que ponderan.

420c: pagar a Santiago por alguna mesura,

Cid: fabló mio Cid bien e tan mesurado (7)

Los moros llaman —¡Mafómat!— e los cristianos, —¡Santi Yagüe!— (731)

Nuevamente comparten Berceo y el Cid elementos léxicos y semánticos muy significativos, en esta ocasión el campo semántico de «mesura», clave en elCid, y el protagonismo tópico de la ayuda de Santiago en la batalla. Aunque hay que reconocer que en estas coincidencias no hay presencia de expresiones formulares similares entre ambas obras.

420d: tornarlo de sue part en esta lit tan dura.

Cid: ca fuyén los moros de la part! (771)

que mio Cid Ruy Díaz lid campal á rrancado.— (784).

La metonimia «part» y la «lid campal» vuelven a ser claros ecos, en este caso con usos lingüísticamente similares, entre Berceo y el Mio Cid.

421a: Fabló con sos varones e con los ordenados,

Cid: Alegrávas' el Cid e todos sus varones (2315)

A estas palabras fabló el rey don Alfonso (3228)

Los motivos épicos de la arenga del héroe y del acompañamiento coral de «sos varones» se completan en la cuaderna vía con la referencia a su propio estamento clerical: «ordenados».

421b: con bispos e abbades qe y eran juntados;

Cid: e todos los otros que y son (1998)

en él abrién que ver cuantos que y son (3100)

Alex: de tan estrañas gentes que í eran juntadas (2526d).

Coinciden los tres textos en la utilización de la misma fórmula inclusiva de personajes: «que y son». No obstante, la homogeneidad métrica del hemistiquio clerical favorece la identidad léxica en el verbo: «qe y eran juntados».

421c: «Oídme —dixo— todos, legos e coronados,

Cid: —¡Oídme, cavalleros, non rastrará por ál (1685)

—¡Oíd, mesnadas, sí el Criador vos salve! (1115)

La fórmula tópica de inicio de parlamento: «Oídme + vocativo» parece haber pasado de la arenga épica ( «cavalleros, mesnadas») al sermón clerical ( «legos e coronados»), aunque en ambos casos estemos ante la exhortación tópica ante el combate.

421d: han.nos dado mal salto nuestros graves pecados.

Cid: Demos salto a él e feremos grant ganancia (584)

Alex: en mal tiempo nos dieron salto nuestros pecados (2656d)

Es claro, aunque en los poemas clericales tenga un uso metafórico, cómo la expresión formulística «dar salto» es un préstamo del léxico propio de la épica.

422a: Pero en una cosa era yo acordado,

No encontramos en este verso ningún eco directo del Mio Cid, ni Nelson señala ninguno referido al Alexandre. No obstante, la aparición de «acordar», como tomar una decisión, aparece en varias ocasiones en el Cantar,valga como referencia el verso 3551: «todos tres se acuerdan, ca son de un señor». También aparece «acordar» como calificativo referido a un personaje, con el valor de prudente, que tiene buen «acuerdo» o buenas decisiones:

el obispo Jerónimo so nombre es llamado,

bien entendido es de letras e mucho acordado. (1289-1290)

422b: si a vos semejasse consejo aguisado,

Cid: Allí dixo Minaya: —Consejo es aguisado— (1262)

Alex: asmaron que serié consejo aguisado (744c)

Es clara la coincidencia en la utilización literal de la misma fórmula «consejo aguisado», que está reducida a un único sintagma en la rigidez métrica del hemistiquio del alejandrino clerical.

422c: prometer al apóstolo un voto mesurado,

Cid: en el nombre del Criador e del apóstol Santi Yagüe. (1690-b)

Berceo vuelve a coincidir con el Cid en el motivo de encomendar la acción bélica a Santiago.

422d: al que yaz en Gallizia, de Espanna primado.

La amplificación del cierre de la cuaderna vía, con una perífrasis hagiográfica, no tiene presencia épica.

423a: Si a todos ploguiesse, yo esto comedía,

Cid: ¡Fuéssedes mi huésped, si vos ploguiesse, señor!— (2046)

como lo comidía el que en buena ora nació (2020)

Alex: Dios lo da, Dios lo tuelle, nos esto comedimos (1933b)

Los tres textos coinciden en el uso léxico de «comedir», al tiempo que Berceo y el juglar también presentan una fórmula tópica de cortesía en el diálogo: «Si. ploguiesse».

423b: de darli cada casa tres meajas valía,

Quizás la materia tan específica del San Millán en este verso (la formulación de sus Votos) hace que el poeta no encuentre, para una inventiotan particular, ninguna elocutio tópica.

423c: por siempre e cadaanno, en destajado día,

Alex: fue luego el logar, el día destajado (472d)

No encontramos en el Cid esta fórmula clerical para fechar acontecimientos. Aunque sí conoce el Cantar la utilización formular de «día» para indicar fechas memorables: «irlos hemos ferir en aquel día de cras» (1690).

423d: si nos esto fiziéssemos, veriemos alegría.

Igualmente este verso de claro eco homilético no lo encontramos en el texto épico.

424a: Podriemos adebdarlo pora todas sazones,

Cid: lo que non cuidava fer de toda esta sazón (2961)

La fórmula léxica del sintagma «toda sazón» ocupando el hemistiquio es similar en el poema de Berceo y en la gesta, aunque con cierta flexibilidad que impide la coincidencia literal.

424b: siempre nos serié presto en las tribulaciones;

No hay ecos con la Épica en este verso de naturaleza moralizante.

424c: Dios nos darié consejo por las sus oraciones,

Cid: Dios, que nos dio las almas, consejo nos dará.— (382)

Sí que lo encontramos, sin embargo, en este otro verso que, aunque moral, coincide con una de las oraciones formulares del Cid.

424d: guardarién lo ál todo estos tres pipiones.

De nuevo la materia específica de los Votos aleja a Berceo de las fórmulas épicas.

425a: Tovieron leoneses qe dizié aguisado,

Cid: grant bien dizen d'ellos ca era aguisado (2266)

Alex: otorgó Tolemeo que dizié aguisado (2280b)

La respuesta de las huestes, necesariamente, lleva de nuevo a una amplia coincidencia entre los poemas clericales y el cantar de gesta como vemos en el tópico del «dezir bien» o «aguisado» como expresión de aprobación.

425b: tovieron bien qe era buen consejo probado,

Alex: dio li Alixandre un buen colpe probado (1008d)

No ocurre así con la ponderación clerical de «buen.. .probado» que no encontramos en la Épica.

425c: de legos e de clérigos fue luego otorgado,

Cid: A este don Jerónimo ya l'otorgan por obispo (1303)

—Cuando a vós plaze, otórgolo yo, señor— (3415)

Alex: fue de ambas las partes el pleito otorgado (472c)

Necesariamente el «otorgar» épico (conceder un don, cargo o privilegio) también aparecerá en el verso en el que se legitima de forma legal la actuación de los personajes.

425d: con buenos privilegios fue luego confirmado.

Alex: fue luego el logar, el día destajado. (472d)

Sin embargo, la formalización jurídica del acto se vincula a fórmulas de expresión «fue luego.» posiblemente vinculadas a los formulismos notariales de indicación de tiempo y lugar, y, por ello, alejadas de la Épica.

426a: El cuend Ferrán Gongálvez con todos sos fonsados,

Cid: ¡Dios, cómo fue alegre todo aquél fonsado! (926)

el Criador vos vala con todos los sos santos! (2278)

Alex: adiesso que plegó dixo a sus fonsados (306a)

La aparición del héroe épico, Fernán González, parece obligar a Berceo a utilizar un léxico inequívocamente épico: «fonsados», incluido en una clara fórmula expresiva «con todos.». Al igual, el Alexandre utiliza este léxico cuando su materia bélica parece exigirlo.

426b: vinién a la batalla todos bien aguisados;

Cid: —Si vos ploguiere, mio Cid, de ir somos guisados (1060).

Alex: peón e cavallero, todos bien aguisados (199d)

La relación entre materia bélica y expresión épica vuelve a ponerse de manifiesto en la expresión «aguisados» para indicar el motivo de ir preparado al combate.

426c: udieron estas nuevas, estos pleitos parados,

Cid: Sonando van sus nuevas allent parte del mar (1156)

El tópico expresivo «nuevas», de importante uso épico, aparece en este verso, aunque no se vincula a la misma expresión. Hay que advertir que la utilización de «nuevas» en el siglo XIII es muy general para indicar un tipo de mensaje oral de difusión anónima de noticias, lo que quizás pueda explicar esta coincidencia más que una similitud estilística9.

426d: tovieron qe ficieron como bien acordados.

Cid: Todos los de mio Cid tan bien son acordados (2217)

Assí lo fazen todos, ca eran acordados (2488)

acordados fueron cuando vino la man (3059)

Alex: catando contra tierra como mal acordados (1814a)

Frente a la anterior aparición de «acordado», en este caso el «acuerdo» es el claro motivo épico de la coordinación estratégica frente al enemigo. La materia bélica vuelve a explicar por qué los clérigos utilizan el léxico épico romance en sus expresiones.

427a: Ficieron so consejo todos los castellanos,

Cid: mio Cid con los sos tornos' a acordar (666)

Alex: fizo luego consejo con todo su senado (1895a)

Ello vuelve a ser evidente en el motivo del consejo de guerra.

427b: con so sennor el cuende, unas donosas manos,

Cid: —Vós, Minaya Álvar Fáñez, el mio brazo mejor, (3063)

Alex: non podriemos dezir de mejores dos manos (1382b)

Y, así mismo, en la caracterización mediante epíteto épico que exalta las partes del cuerpo relacionadas con el manejo de la espada.

427c: «Oídme —dis el cuende— amigos e ermanos,

Cid: —¡ Oídme, cavalleros, non rastrará por ál (1685)

Alex: non vos empezeredes, amigos e hermanos (1344c)

Menos evidente es la utilización de la fórmula tópica de inicio de parlamento: «Oídme + vocativo». Aunque es claro su uso épico, bien puede provenir de otros usos romances, como el homilético. De hecho, el vocativo de Berceo, «amigos e ermanos», parece más propio de una predicación que el esperable «cavalleros» de la arenga militar.

427d: fizieron leoneses como buenos cristianos.

Cid: Derecho fizieron porque las han dexadas (3278)

Alex: fincaron en el campo como firmes varones (2083a)

La expresión inicial «facer.» tiene un claro valor legal en el Mio Cid,extraño al mundo juglaresco iletrado que parte de la crítica quiere ver en él, aunque cercana al mundo escolar del posible «notario» de san Millán.

428a: Prisieron buen consejo los membrados varones

Cid: con Minaya Álbar Fáñez és se va consejando (1256)

Alex: prissieron su consejo todos los mayorales(2272a)

Nuevamente coinciden los textos en el motivo épico del «consejo» previo al actuar.

428b: dexaron buen exiemplo a sus generaciones

Alex: dexan malos exemplos como malos varones (1827c)

No hay eco épico del «ejemplo» propio del didactismo clerical.

428c: non trovarién en sieglo tan ricas guarnigones

Cid: tan buena espada con toda guarnizón (3244)

Alex: non es bestia en sieglo que non fues í trobada (2311d)

El motivo épico de ponderación, las guarniciones, se presenta tanto en Berceo como en el Cid.

428d: contat que son vencidos sin falla los tazmones.

Cid: Cuando lo oyó el rey Tamín por cuer le pesó mal (636)

Alex: ¡ contad que non tenemos nuestro fecho en nada! (1846d)

Hay una extraña coincidencia fónica en dos denominaciones inventadas de «color» árabe: «Tamín / tazmones»10.

En las estrofas comparadas hemos observado cómo el cantar de gesta está dando la materia tópica de su contenido. Sin embargo, las relaciones léxicas que establece con los poemas clericales no son inmediatas. Entre el motivo épico que sustenta el avance temático y las fórmulas expresivas que utiliza Berceo (y que el Alexandre confirma y reitera) hay una evidente distancia léxica. ¿Por qué se produce?

 

Coincidencias formulares entre el San Millán y el Libro de Alexandre

Intentemos responder la pregunta anterior desde las coincidencias léxicas entre los dos poemas clericales11 en cada una de las estrofas:

416.—Hay coincidencias en dos versos, abarcando tres hemistiquios:

• Hemistiquio formular en b1: «no lo puso por plazo»

• Hemistiquios formulares en d1 y d2, desarrollados en orden inverso en el Alexandre: «el que vinié más tarde tenié se por fallido».

Como vimos en la comparación con el Cid (416b y d) los motivos desarrollados en las fórmulas de los hemistiquios son similares a los que ya había utilizado la Épica y responden a valores del mundo caballeresco, explicables por la coincidencia semántica de su materia: los preparativos bélicos de nobles castellanos. La similitud léxica que se da entre los dos poemas clericales, que no aparece en el cantar de gesta, parece provenir de la presión del molde métrico del alejandrino. Esta presión del metro es la que explica también las diferencias de orden en los dos versos para ajustarse a las necesidades de ritmo acentual y de rima.

417. —Cuatro hemistiquios formulares podemos encontrar, aunque con distinta distribución en el verso según su contexto métrico:

• Hemistiquio formular a1 (Berceo) / a2 ( Alexandre): «fueron todos pagados»

• Hemistiquio formular c1: «acordaronse todos»;

• Hemistiquio formular c2 con variantes léxicas: «fuero luego su via» (Berceo) / «e ella fue su vía» (Alexandre).

• Hemistiquio formular d1 (Berceo) / d2 (Alexandre): «entablar la batalla / batalla entablar».

La primera fórmula también la utiliza literalmente el Cantar de Mio Cid.No ocurre así con la segunda, «acordaronse todos»; en este caso, el motivo épico se recoge con una fórmula literal en los poemas clericales distinta de su posible fuente temática. La igualdad expresiva se refuerza con un segundo hemistiquio con formulismo literal, «ir. su vía», en el que sólo coinciden los textos en alejandrinos, con idéntica rima. En el último verso, la materia bélica hace que los poemas clericales vuelvan a utilizar un motivo con claros ecos léxicos de la épica: la «batalla», aunque nuevamente la homogeneidad métrica de los hemistiquios del alejandrino hace que la materia épica se exprese en un claro formulismo «entablar la batalla», cuyo orden depende de las necesidades del metro.

418.—Escaso es el formulismo común advertido en esta estrofa. De hecho, se limita a expresiones cercanas léxicamente aunque con régimen sintáctico distinto en San Millán y el Alexandre: «el so coragon firme / el su grant coragón»; «fue aína tornado / fueron luego tornados». Sin embargo, este motivo del corazón como símbolo del esfuerzo del héroe también tiene atestiguada su presencia en la Épica. En el segundo hemistiquio de este verso (b2), Nelson señala la presencia de la fórmula «fueron tornados» también en el Alexandre,aunque semánticamente es distinta en su ejemplo y en el uso de Berceo. De hecho, en el Alexandre el verbo significa «regresar», frente al verso del riojano en el que su valor es el de «cambiar» de sentimiento.

419. —Dos claras coincidencias encontramos en esta estrofa entre Berceo y el Alexandre:

• Construcción formular del verso b, léxicamente muy cercana: «ca ya era venida la ora del porfazo» (Berceo) / «cerca vinié la ora del día maledicto» ( Alexandre).

• Hemistiquio formular en d2: «sovar el espinazo» / «a sobar la correa».

La fórmula utilizada para construir el verso b, situando en el tiempo el acontecimiento narrado, no la hemos encontrado en el poema épico. Tampoco hemos encontrado en el cantar la metáfora popular «sovar + CD», propia del estilo costumbrista de Berceo y del Mester. Esta estrofa parece equilibrar los versos impares, con claros ecos estilísticos épicos, con los pares específicamente clericales.

420.—Nuevamente dos son las presencias de fórmulas coincidentes entre esta estrofa berceana y el Libro de Alexandre:

• La fórmula nominal del verso a. «El rey -------------de la buena ventura».

• La construcción formular del verso b, en términos positivos en San Millán y negativos en el Alexandre: «asmó un buen consejo de pro e de cordura» / «e asmó un consejo malo e perigloso».

Es clara la vinculación de la primera fórmula de mención del rey, reforzada con un epíteto épico, con los usos estilísticos de la Épica, aunque aquí la identidad léxica de la proposición adjetiva coincida con el molde métrico unitario de los poemas en cuaderna vía. Al igual ocurre con la utilización del verbo «asmar» con idéntico valor que en su uso épico, aunque aquí cristalizado en la fórmula especializada «asmar consejo», propia de las nuevas funciones de la corte del XIII, en la que el noble debe intervenir en público necesitado de cierta formación escolar12.

421. —Dos ecos formulares encontramos en ambos poemas de clerecía:

• Proposición adjetiva de perífrasis formular en b2: «qe y eran juntados».

• Construcción formular épica vuelta a lo divino en el verso d: «dar salto los pecados».

Nuevamente, en el primer caso, una fórmula proviniente de la Épica se reproduce en los poemas clericales con una identidad léxica (el verbo «juntar» ) distinta de su fuente y motivada, posiblemente, por la uniformidad de su molde métrico. Muy curioso es el caso de la segunda fórmula utilizada. En ella la expresión «dar salto» es literalmente idéntica en los poemas de clerecía y en el cantar de gesta; pero su significado ha cambiado, pues lo que es una acción bélica directa en el Cid es una acción metafórica, de combate espiritual, en los poemas del Mester.

422.—Sólo hay un hemistiquio formular en esta estrofa, el b2: «consejo aguisado». Como en otros casos, la materia semántica y léxica de la fórmula ya está presente en la Épica, aunque no su formulación literal que sólo coincide en los poemas clericales que lo utilizan en el mismo hueco métrico (hemistiquio heptasilábico en rima)13.

423. —Dos hemistiquios formulares encontramos en esta estrofa:

• Hemistiquio formular a2: «yo esto comedía» / «nos esto comedimos».

• Hemistiquio formular c2: «en destajado día» / «el día destajado».

Aunque en a2 Berceo y Alexandre coinciden, esta coincidencia no es exactamente literal y viene a entroncar con el uso que del mismo verbo se da en el Cid. No ocurre así con el segundo caso, pues en el hemistiquio c2 se utiliza una fórmula literal de fechar acontecimientos que parece propia de la escuela clerical.

424. —No encuentra Dana Nelson ecos estilísticos entre las expresiones de esta estrofa y las fórmulas utilizadas en el Libro de Alexandre. Por nuestra parte, en el rastreo de fórmulas épicas tampoco hemos encontrado muchas. El carácter específico de su materia, que viene a expresar el Voto de Fernán González, puede explicar la originalidad expresiva.

425.—Por el contrario, la abundante presencia de coincidencias formulares de esta estrofa parece querer compensar la originalidad de la precedente:

• Hemistiquio formular a2: «qe dizié aguisado».

• Hemistiquio formular b2 con ligeras diferencias léxicas: «buen consejo probado» (Berceo) / «buen colpe probado» (Alexandre).

• Construcción formular del verso c similar en ambos poemas: «de legos e de clerigos fue luego otorgado» (Berceo) / «fue de ambas las partes el pleito otorgado» (Alexandre).

En la primera fórmula ( «decir aguisado») coinciden los poemas de clerecía con la expresión épica, aunque nuevamente manifiestan una identidad léxica y métrica que no aparece en el Cid. El segundo formulismo ponderativo del hemistiquio b2 «buen. probado», que no aparece en la expresión épica, parece hacer referencia a los formulismo legales, más propios de clérigos que de juglares. En el tercer caso, la construcción formular del verso c se basa en el uso del verbo épico «otorgar» (conceder un don, cargo o privilegio), aunque, como ya había ocurrido con «dar salto», aquí adquiere un significado más clerical, vinculado a tecnicismos de formalización jurídica más que a concesiones del señor épico a sus vasallos. Por último, en el verso d ( «fue luego confirmado» / «fue luego el logar») no observamos, frente a D. Nelson, carácter formular, pues la reiteración «fue luego» no se desarrolla después en una fórmula métricamente equivalente (d2, Berceo/d1, Alexandre).

426. —Tres fórmulas coinciden en esta estrofa.

• Coincidencia léxica en rima (a1): «sos fonsados».

• Hemistiquio formular en b2: «todos bien aguisados».

• Hemistiquio formular d2, positivo en Berceo y negativo en Alexandre: «como bien acordados» / «como mal acordados».

La coincidencia de «fonsados» está literalmente traída de la Épica, por hacer referencia directa al acompañamiento militar del héroe. Al igual ocurre con la utilización de «aguisados», impuesta por la materia bélica coincidente con el mundo expresivo de la Épica, aunque aquí, como en otras ocasiones, la rigidez del alejandrino parece favorecer la coincidencia literal de sus fórmulas. También la fórmula final, «como. acordados», parece responder a la materia bélica similar a las gestas, aunque nuevamente en los poemas de clerecía encontramos una similitud literal explicable por los recursos unificadores de la métrica de escuela.

427.—Curiosamente, muchos de los ecos formulares que aparecen en esta estrofa tienen una común base épica:

• Construcción formular en el verso a: «Ficieron so concejo todos los castellanos» (Berceo)/ «fizo luego concejo con todo su senado»(Alexandre).

• Coincidencia léxica en rima con hemistiquios formulares léxicamente cercanos (b2): «unas donosas manos» (Berceo) / «de mejores dos manos» ( Alexandre).

• Hemistiquio formular en c2: «amigos e ermanos».

• Construcción formular en hemistiquio d2: «Como buenos cristianos» / «como firmes varones».

En la primera fórmula coinciden épica y clerecía al tratarse de un mismo motivo bélico: el consejo de guerra. De mayor significación estética es la coincidencia entre los poetas escolares y el juglar épico en la caracterización de los personajes mediante la exaltación de las partes del cuerpo que manejan la espada. Es significativo que el vocativo del hemistiquio formular c2 ( «amigos e hermanos»), de tono homilético, tenga la misma función que el épico vocativo de «caballeros». La fórmula del segundo hemistiquio del último alejandrino responde al mismo esquema sintáctico, aunque tiene una semántica claramente distinta. Moral en Berceo y épica en el Alexandre, quizás motivada por su diferente materia. Sin embargo, en ambos casos parece que nos encontramos ante una fórmula ponderativa favorecida por el bi-membrismo del alejandrino y por sus recursos de cierre14.

428.—La última estrofa de nuestra comparación abunda en construcciones formulares, aunque no coincidan en su expresión literal.

• Construcción formular del verso a: «Prisieron buen consejo los mem-brados varones (Berceo) / prissieron su consejo todos los mayorales» (Alexandre).

• Construcción formular del hemistiquio b1: «dexaron buen exiemplo» / «dexan malos exemplos».

• Construcción formular en primer hemistiquio del verso c con diferencias léxicas en Berceo y Alexandre: «non trovarien en sieglo» / «non es bestia en sieglo».

• Construcción formular del verso d: «contat que son vencidos sin falla los tazmones» (Berceo)/ «¡contat que non tenemos nuestro fecho en nada!» ( Alexandre).

Nuevamente aparece el «consejo» épico, aunque más cercano en las expresiones del Mester que se unifican en la construcción paralelística de su primer hemistiquio iniciado por la construcción con «Prender» + «consejo» y reforzado por el paralelismo constructivo que reserva el segundo hemistiquio para el sintagma nominal sujeto. Evidentemente la materia épica se está tratando con formulismos expresivos adaptados al molde métrico del alejandrino. La vinculación entre materia y tradición expresiva es también la que explica que en el formulismo del verso b, «dexar» + «exemplo», no haya ecos épicos, pues su ejemplaridad es propia de la moralización clerical. Nuevamente el sintagma coincidente en Berceo y el Alexandre, «en sieglo», parece delatar una cultura eclesiástica común vinculada a formulismos propios de la oración. Así mismo, el mundo escolar se intuye en la fórmula ponderativa «Contar que», propia de las interpelaciones retóricas al receptor, pero ajena a las tópicas apelaciones desde el «oyestes» propio del juglar.

Los datos de la comparación son ilustrativos. En un conjunto de 52 versos encontramos la siguiente presencia formular:

a) Fórmulas con ecos épicos: 18 (62% de las fórmulas / 34,6% de los versos).

b) Fórmulas épicas reinterpretadas clericalmente: 4 (13,8% de las fórmulas / 7,7% de los versos).

c) Fórmulas exclusivas del Mester: 7 (24,2% de las fórmulas / 13,5% de los versos).

En total, hay 29 fórmulas que afectan al 55,8% de los versos del fragmento analizado. Significativamente, más de la mitad de los versos tienen presencia formular y tres de cada cuatro fórmulas tiene una tradición épica anterior.

Las nuevas fórmulas aportadas por los poemas clericales, provenientes del derecho o de la moralización, sirven para indicar el tiempo de la acción ( «ca ya era venida la ora» 419b, «el día destajado» 423c, «no trovarien en sieglo» 428c), para añadir notas moralizadoras ( «buen consejo probado» 425b, «dexaron buen exiemplo» 428b) o para dar cierto color popular ( «ir su via» 417c, «sovar el espinazo» 419d).

Las fórmulas que coinciden con la Épica, aunque suelen presentar diferencias léxicas, no suelen presentar distinta materia tópica a la aportada por el Cid. Sólo en cuatro ocasiones las nuevas lexicalizaciones clericales de la fórmula épica delatan cierta especialización escolar o moral del significado original:

• En 420b el consejo de los guerreros épicos se transforma en un «asmar consejo» más propio de la nueva retórica cortesana del XIII en la que ya es necesaria la formación escolar.

• En 421d los clérigos volvieron a lo divino una expresión épica: «dar salto los pecados».

• En 425c especializan el voluntario «otorgar» de la gesta en un acto jurídico, con testigos eclesiales, que dan forma de privilegio legal a la mera voluntad del héroe.

• En la estrofa 428 hay dos vocativos formulares, propios del diálogo y de la recitación de los cantares de gesta, que se utilizan con las mismas funciones épicas, pero con motivos propios del diálogo homilético ( «amigos e ermanos», 428c) o de la lectura escolar («contat que son vencidos», 428d).

Sin ser baladíes estas precisiones, lo más importante de las coincidencias formulares entre ambas obras de clerecía es que la lexicalización de sus expresiones tiene un denominador común: su encaje métrico, con el hemistiquio como unidad más extendida. La redacción formular se liga a una tópica conformada por el patrón métrico, que ha canonizado rígidamente la expectativa cumplida15. Él es el que parece responsable de que la comparación entre los dos textos, uno basado en un episodio épico, y otro espigado

a lo largo de la obra coincidan: los huecos silábicos del verso se rellenan con unas fórmulas redactadas desde la tópica clerical.

 

Fuentes de los motivos épicos en Berceo

La redacción es clerical, como demuestran las coincidencias entre la hagiografía y la biografía de Alejandro, pero en ambos casos los motivos de su tópica expresiva coincidían con los de la Épica. ¿Por qué? La autoridad más apropiada para contestar esta pregunta es Brian Dutton. En tres trabajos aborda la semejanza entre la labor de Berceo y la épica. El primero, lo dedica a «Gonzalo de Berceo and the "Cantares de gesta"»16. En él, con ejemplos de los Votos, demuestra cómo Berceo conoce la versión castellana del Roncesvalles (por su copla 412) y señala relaciones con el perdido Cantar de Fernán González}-1. Berceo parece conocer la Épica de primera mano18.

Y la utiliza. En su aportación en homenaje a Rafael Lapesa, amen de recoger su anterior trabajo, Dutton añade la abundancia de fórmulas épicas que utiliza el poeta. Concluye así su breve recorrido:

En todo esto vemos el reflejo del lenguaje épico, y no es de extrañar que se note con tanta frecuencia. Sería hasta más sorprendente que Berceo no conociera la poesía épica y que el lenguaje y formulismos épicos no le afectasen el medio de expresión19.

En un último trabajo, Brian Dutton explica el origen común de algunas expresiones épicas y clericales20. Corrobora las tesis de Colin Smith21 sobre el origen legal de ciertas binas expresivas del tipo: «señores e amigos, de buena voluntad, de buen corazón, grandes e chicos, mayores e menores, moros e christianos, noche e día...». Argumenta en favor del conocimiento directo, de oídas, de estas fórmulas por parte del posible público berceano, testigo cotidiano de los documentos jurídicos del medievo. Registrando estos usos en documentos riojanos, concluye:

In view of this evidence, I think we can see clearly how the romance versions of latin legal formulae (and from about 1200, the Romance formulae used in vernaculars documents) passed into commoly un destood phrases, and often commoly used expresions. These could ne exploited for effect (and as ready-made formulaic hemistichs) in vernacular literature, not only as a phraseology familiar to those experience in law and diplomatic, but also as a stock of expressions that would be understood by the lay public22.

Este recurso, utilizado por profesionales o paraprofesionales del derecho como pudieron ser los autores de la Vida de San Millán y del Mio Cid,pretende hacer comprensible su obra romance por parte de un público familiarizado en su cultura oral con estas expresiones. El autor pretende hacerse entender, pero sin romper con su experiencia cultural y latina23.

Épica y clerecía vienen a coincidir en este intento de mediación cultural: sus fórmulas estéticas se ponen al servicio de un público acostumbrado a diversos contenidos (folklóricos, litúrgicos, legales) que se transmiten por vía oral. La propia vida social crea así unos modelos expresivos que van generando una retórica común en romance. Ésta era, en definitiva, la tesis a la que llegaba Colin Smith en su trabajo:

Estas parejas inclusivas forman parte del mismo sistema que las parejas sinónimas, y en las estructuras tanto de la prosa como del verso siguen las mismas pautas. Todo esto es un aspecto de lo que yo llamaría una «retórica común» de los siglos xii y xiii, retórica no especialmente culta, accesible por muy diversos modos a muchos24.

Creemos encontrar un nexo de unión en los diversos modos que señala Smith: el público que habla y entiende el romance. Esa nueva retórica es, más que retórica de autor, retórica de receptor. Son las fórmulas que la nueva literatura romance ha ido extendiendo y que el público medieval reconoce como literarias. Esta literatura narrativa, de difusión oral y juglaresca25, creó su público, tan familiar a los espectáculos juglarescos que ha de ser objeto de leyes restrictivas en el siglo xiii. Sobre el tipo de poesía que difundirían estos juglares en Castilla antes de 1230, precisa don Ramón a propósito del cedrero del Fuero de Madrid:

Y este cedrero, aunque cantaría también poesía lírica, debía de ser principalmente un juglar de poemas narrativos, ya que como juglar narrador nos presenta Berceo al cedrero, cuando, al relatar la cabalgada de los castellanos contra moros, asegura que todos los pormenores son indubitables, como sacados que están de una historia cronística: «El escrito lo cuenta, non joglar nin cedrero»26.

Estos «joglares o cedreros» son los vehículos de transmisión de esta literatura oral que asienta la retórica común del pueblo castellano. Por ello, el autor culto que pretende acercarse a un auditorio romance, sea caballeresco, popular o... eclesiástico, ha de partir de ese lenguaje literario cercano a su receptor. Máxime en una obra que deliberadamente reafirma la presencia del receptor. En la Vida de Santo Domingo Berceo se viste en ocasiones de juglar del santo y canta su gesta. No olvida su fuente culta, ni su cultura. Pero romanza su dictado. Y al romanzarlo, ha de adaptarlo a los modelos literarios que su público conoce. Necesariamente ha de acercarse a los esquemas y estilemas de la Épica, moneda común acarreada desde la oralidad formular de la improvisación juglaresca y desde experiencias cultas de naturaleza oral, como sermones o actividades jurídicas. Romanzar a comienzos del siglo xiii ha de ser sinónimo, en poesía narrativa, de vestir de caballeros a los personajes de la hagiografía. Ese es el sentido que encontramos en el román paladino de Berceo.

 

 

 

NOTAS

1 Vid. los artículos de Dana Nelson «Genericvs. Individual style: the presence of Berceo and the Alexandre», Romance Philology, xxix (1975), págs. 143-184, y «Nunca devriés nacer,clave de la creatividad de Berceo», Boletín de la Real Academia española,lvi (1976), págs. 23-82. Recoge y amplía estos trabajos en su libro Gonzalo de Berceo y el «Alixandre»: Vindicación de un estilo, Madison, Hispanic Seminary of Medieval Studies, 1991.

2 Así lo advirtió Brian Dutton en el apartado «vii.2.—Berceo y la juglaría: el santo héroe épico a lo divino», de su Vida de San Millán de la Cogolla (2a edición, Londres, Tamesis Book, 1984, págs. 188-193; aunque esta segunda edición amplía la primera de 1967, en este capítulo se mantiene el contenido de la edición original).

3 Utilizamos la edición de Dutton de 1984 (vid.nota 2).

4 Utilizamos la edición de Alberto Montaner (Barcelona, Crítica, 1993).

5 Vid. Gonzalo de Berceo y el «Alixandre», págs. 434-437.

6 Analizamos verso a verso, escribiendo en el encabezamiento el de Berceo, tras él los ecos cidianos y finalmente las concordancias del Alexandre, según Nelson (Gonzalo de Berceo y el «Alixandre»...,en este caso, citamos el Alexandre por sus lecturas, realizando las censuras que él no hace).

7 Vid. Edmund de Chasca, El arte juglaresco en el «Cantar de Mio Cid», Madrid, Gredos, 1967, pág. 360.

8 Vid. Jorge Guillen, «Lenguaje prosaico: Berceo», Lenguaje y poesía, 2ª edición, Madrid, Alianza Editorial, 1972.

9 Vid. a este respecto nuestro trabajo «Huellas textuales indirectas sobre la difusión oral de la literatura en el Libro de Alexandre», Anuario de Estudios Filológicos, xx (1997), págs. 169-190 (en especial pág. 178).

10 Este último motivo es muy dudoso.

11 A efecto del Libro de Alexandre nos hemos limitado a trabajar con las coincidencias formulares señaladas por Dana Nelson (op.cit.)

13 En un hemistiquio similar lo utiliza la Épica, también en rima y heptasílabo, aunque, al permitir la sinalefa, el texto épico no necesita condensar su expresión y puede incluir el verbo «ser» que une al sujeto y a su atributo («consejo es aguisado»).

14 Vid. para el bimembrismo y, para la métrica de Berceo en general, nuestra tesis La «Vida de San Millán de la Cogolla» de Gonzalo de Berceo, leída en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura en 1995 y el libro Ritmo y sintaxis en Gonzalo de Berceo, uex, en prensa.

15 Para el análisis métrico del ritmo de la cuaderna vía remitimos a nuestra tesis doctoral. De forma más sintética puede verse una caracterización métrica del Mester de clerecía, desde un modelo analítico tomado del formalismo ruso, en nuestros trabajos «Análisis métrico de la defunsión de don Enrique de Villena, del Marqués de Santillana», Anuario de Estudios Filológicos, xvi (1933), págs. 167-183, «Métrica y yuxtaposición en la cuaderna vía del xiii»,Actas del i Congreso de Historia de la Lengua Española, Madrid, Arco Libros, 1988, págs. 1193-1204 y Ritmo y sintaxis en Gonzalo de Berceo, uex, en prensa.

16 bhs, xxxvii (1961), págs. 197-205. Se publicó traducido en Berceo, lxxvii (1965), págs. 407416, versión por la que citamos.

17 Así la importancia de Carazo en S. Domingo 187, los nombres de los pueblos quemados por el Ábrego (est. 378-384), o la exageración juglaresca sobre los orígenes de Castilla, antiguo reino venido a menos(est. 395).

18 Ello no significa que pueda aceptarse el testimonio que de Fray Martín Martínez aduce Dutton (op. cit., págs. 413-414). Los datos que aporta este monje del xvii se derivan del Poema de Fernán González, que bien pudo conocerse en el monasterio emilianense por utilizar la misma leyenda de la batalla folklórica de Clavijo en competencia con sus intereses económicos. El arlantino conoció la versión de Berceo, pero la que utilizó éste debió ser muy lejana a la batalla de Hacinas que refleja fray Martín Martínez ( vid. para las leyendas clericales de Fernán González nuestra comunicación «Don Ramón Menéndez Pidal y las leyendas medievales de Fernán González», R. Menéndez Pidal - R. Otero Pedrayo., A Coruña, Edicios do Castro, 1991, págs. 43-61)

19 «El reflejo de las literatura romances en las obras de Gonzalo de Berceo», en especial las pág. 213-217 (cita de pág. 217). El resto del artículo se dedica a demostrar cómo Berceo también conoció la lírica provenzal.

20 «The Popularization of Legal Formulae in Medieval Spanish Literature», Medieval, Renaissance and Folklore Studies in honor of John E. Keller, Newark Del., Juan de la Cuesta, 1980,

21 Vid. «Realidad y retórica: El binomio en el estilo épico», Estudios cidianos, Madrid, Cup-sa, 1977, págs. 161-217.

22 B. Dutton, «The Popularization of Legal...», pág. 22.

23 Esta misma tendencia explica, a juicio del crítico, el uso de cultismos y semicultismos (vid. op. cit., págs. 26-28).

24 Estudios cidianos, págs. 211-212.

25 Vid. al respecto los cap. ix y x de la obra de don Ramón Menéndez Pidal, Poesía juglaresca y juglares. Orígenes de las literaturas románicas, Madrid, Espasa-Calpe, 1991.

26 Op. cit., pág. 347.

 

 

 

 
 

 

FORMULISMOS EN BERCEO:
MATERIA ÉPICA Y MÉTRICA CLERICAL

Fco. Javier Grande Quejigo
Universidad de Extremadura.

Anuario de Estudios Filológicos xxiii
(2000), págs. 205-228