Biblioteca Gonzalo de Berceo Sello del pergamino en que se concede a Logroño el título de ciudad en 1431 por Juan II de Castilla

 
 
 

ESTADO DE LA CUESTIÓN
 
    Los dos trabajos más importantes publicados sobre toponimia riojana se deben a don Emilio ALARcos LLORACH y a don José J. Bta. MERINO URRUTIA. Mientras el primero es de una gran altura, aunque a veces se resiente de falta de documentación, el segundo se ocupa de la parte vasca, con un gran acopio de datos demostrativos.
Aparte de los dos citados, otros trabajos -menores en extensión e interés- que traten de estos temas toponímicos figuran reseñados en la Bibliografía que anotamos al final de nuestro estudio.
Por lo que a nosotros respecta, hemos tenido ocasión de manejar abundante documentación, algunas veces inédita, sobre la Rioja, concretándola, sobre todo, a una rama de la Filología tan importante como es la Dialectología. Por ello, sólo nos ocuparemos de aquellos topónimos que puedan ser afectados por la documentación que hemos manejado y, dentro de éstos, sólo de aquéllos que puedan ser matizados por ella, bien sea para corregir una falsa etimología establecida en anteriores trabajos por quien no tuvo ocasión de manejar dicha documentación, o bien para confirmar otras que, a falta de pruebas escritas, no pasaban de meras hipótesis.
   Por último, no olvidamos igualmente hacer constar, desde estas líneas, nuestro agradecimiento personal a don J. G. Moya Valgañón, Conservador del Museo de Bellas Artes de Sevilla, gran conocedor de los documentos riojanos, cuya asesoría ha sido de capital importancia en nuestro trabajo.

 

 

Arenzana de Abajo

 

ALBELDA


    A menudo se ha repetido la historia de su fundación por el rey Muza, que le dio el nombre de al-bayda, "la blanca". Pero conviene recordar la opinión autorizada de ASIN, que la deriva de al-balda, "la villa". La forma actual y el adjetivo albaldensis (c. s. MILLÁN, 76, 77) parecen obedecer a esta etimología.
 

 

ALBERITE


ASIN (p. 47) la deriva de al-barid, "la posta", pero YUNGFER (VIGON, 10) lo relaciona con el nombre propio godo Albrid.
 

 

ALCANADRE


ASIN (p. 48) lo deriva de al-qanátira, "los puentes". Parece claro, dado su indudable parentesco con los numerosos "Alcántaras" distribuidos por la geografía española. Confirma esta etimología, por otro lado, la existencia entre Alcanadre y Lodosa de ruinas de un acueducto romano, según nos ha comunicado J. G. Moya.
 

 

ALESANCO


ALARCOS recuerda las teorías de FOUCHE, que lo supone de origen ligur (de Alisancum), y M. PIDAL, y lo relaciona con Alesón.
 

 

ALESON


  (Alasonis en 997), de la raíz Alis. YUNGFER (VIGON) lo supone derivado del gótico Ising.
 

 

ANGUCIANA


Teniendo en cuenta el sufijo -ana, que suele indicar el propietario de un "fundus", ALARCOS lo deriva de un posible propietario Angutius o Engutius. MERINO (p. 58) lo relaciona, sin embargo, con el vasco gutia, "pequeño", "poco".

 

ARCE


ALARCOS lo deriva de acere. Pero las formas Archi, Arce, Arz (VIGON) dan pie a una posible filiación ibérica, relacionándolos con los antropónimos Arcea, Arcius, Arciania.
 

 

ARENZANA


Reparando en el sufijo -ana, ALARCOS la supone propiedad de un Argenteus. MERINO la incluye entre la toponimia vasca bajo la forma Argenzana (p. 78). En el c. VALBANERA aparece como Arienzana, Arenzana y Arginzana (años 1050, 1073 y 1073) y en el testamento de la reina doña Estefanía, viuda de don García el de Nájera, se la cita en la forma Argenzana. Todo ello pudiera suponer una relación con el céltico Argantos, hermano del latín argentum. Los topónimos Arganda y Argandoña apoyan esta tesis celta. SCHULTEN cree, no obstante, en el etrusco Arenti con sufijo griego, en relación con dicho Argantos (citado por LAPESA, p. 13).
 

 

ARNEDO


 ALARCOS lo deriva de arena + etu, "arenal", basándose en las formas Arneto, Arnedo (c. s. MILLÁN, p. 149). YUNGFER opina que proviene de la raíz germánica Arn. No obstante, la forma Areniello que se da a Arnedillo en documentos medievales (VlGON) parece dar la razón a Alarcos, a no ser que se deba a una atracción por etimología popular.
 

 

BADARÁN


La terminación -ran hace pensar a VlGÓN en su posible origen germánico.

 

BARBARANA


ALARCOS lo piensa derivado de un onomástico Barbarus. Pero convendría matizar más y recordar al General CHAPEL ("Origine guérriere des noms de lieux"), que atribuye a la palabra Bárbara con o sin el "Santa" - el valor de un indicio para saber si hubo un campo prerromano (puesto que los romanos llamaban "bárbaros" a estos habitantes primitivos).

 

CAMEROS


ALARCOS la supone derivada de la raíz camb, "curvatura", fijándose en la forma Camberos que aparece en Berceo y en Cambero (c. s. MILLÁN, 251). El C. ALBELDA nos ofrece las formas Cambero (p. 67), Camberos (p. 146) y Campario (año 953, p. 57, 105 y 114). Esta última forma nos da la clave de su origen, que sería un campariu, derivado de campus. Es interesante este topónimo, porque denomina una región o zona bastante amplia y da nombre a muchos pueblos, que lo incluyen bajo la forma de genitivo. M. ALVAR (p. 185) estudia el cambio -MP->-MB- como aragonés, incluyendo la reducción secundaria -MB- > -M-. Se trataría de la sonorización tras nasal, rasgo muy característico del aragonés. E incluye como ejemplo un Camon y un Camoluengo<campu longu. Podríamos estar ante un rasgo dialectal, cosa no extraña dada la presencia de Alfonso I el Batallador en la reconquista riojana.

 

ENCISO


MERINO (p. 84) lo incluye en la toponimia vasca. A falta de razones que justifiquen esta inclusión, es más razonable suponerla de origen latino, de un incisu, "corte". De esta opinión son VIGÓN y ALARCOS. Todo ello viene confirmado por la posición del pueblo, que tiene un corte que une el pueblo con la zona de pastos y parideras. También respaldaría el origen romance la presencia del nombre del pueblo bajo la forma Inciso en los libros más antiguos de la iglesia parroquial, extremo este que nos ha sido comunicado verbalmente y que no hemos podido comprobar.

 

ENTRENA


ALARCOS la supone derivada de un onomástica Antherus o Antellus. MERINO la cree vasca, y pudiera apoyar su tesis la forma Entedigone (y Tidicon) recogida por VIGÓN.

 

GEMBRES


En 1092 se documenta Hiemnes en una donación a San Millán. En 1125, en una donación a Nájera de unas tierras de Anguciana, figura como testigo un D. Vela de Hiemnes. En 1170, Alfonso VIII dona a San Millán el lugar de Iemnes. En 1256, Alfonso X dona el lugar de Gembres al concejo de Sajazarra. Se trataría de una evolución de gemines, paralela a la de homine>homne > "hombre", y parece obedecer a la presencia de dos peñas gemelas, separadas por un tajo.

 

GIMILEO


ASIN lo supone árabe, de jâlmic-l-cuyûn, "aljama de las fuentes". ALARCOS rechaza la etimología de ASIN y propone como étimo un gemellus. MERINO lo da por vasco en la forma Semeglio (p. 74. El Gembres anterior y su etimología (Gimileo está cerca de las Peñas Gembres) podrían dar la razón a Alarcos.

 

HUÉRCANOS


M. PIDAL ("Orígenes del español", p. 337) lo deriva de orca, "vasija", "cavidad". ALARCOS cita la opinión de M. PIDAL. YUNGFER lo supone formado sobre el nombre propio godo Horico, Horco (VIGÓN). LAPESA pone a HUERCANOS (p. 32) como ejemplo del tipo de derivados mediante la añadidura de un incremento inacentuado con vocal a, de probable origen prerromano.

 

IBRILLOS


Bajo la forma Libriellos aparece en un documento de cambio de doña Urraca (Abadesa de Cañas), de 1231 (SÁENZ, p. 102), y en el mismo documento ya aparece la forma lbriellos. Es un curioso caso de pérdida de L- inicial. Otra posibilidad es que se trate de una falsa etimología popular, asimilada posteriormente a un derivado de libro, pues en el Cronicón Albeldense aparece como Ebrellos (GOVANTES).

 

INESTRILLAS


ALARCOS lo deriva de genesta, "hiniesta", "retama". Pero la forma Hinestrilla con que aún lo denomina GOVANTES y los abundantes Finistrillas medievales (VIGÓN), junto al Finistriellas en un documento de Fernán González, no dejan lugar a dudas sobre su etimología, fenestrellas, "ventanillas". Este nombre queda plenamente justificado a la vista del pueblo: Inestrillas se halla distribuida a lo largo de un farallón rocoso, todo él excavado por restos de antiguas viviendas rupestres, que le dan un aspecto de "ventanitas".

 

ISLALLANA


ALARCOS la deriva sin más de insula plana. Pero las formas medievales hacen pensar más bien en una reconstrucción posterior por etimología popular: Eslaniana, Esclaniana (c. ALBELDA, p. 159); Eslañana, Desdaniana, Esclananna, Elallana (VIGÓN).

 

LA CORZANA


LECUONA lo supone derivado de crux con ciertas particularidades. Pero el hecho de aparecer como Logrozana (Cfr. con Logroño) en el c. s. MILLÁN (p. 105) contradice esta hipótesis.

 

LEIVA


Se admite generalmente su origen romano, de un Libia. Por eso es interesante dejar constancia de la no tan conocida opinión de YUNGFER, que lo supone originado en el gótico Liuva.

 

LEZA


ALARCOS lo cree vasco, de leza, "sima", "abismo". MERINO (p. 62) lo cree, asimismo, vasco, de leiza, "sima". con pérdida de la i central. En realidad no necesita pormenorizar tal pérdida, porque en el c. ALBELDA aparece, al lado de Leza, un Leiza (p. 155).

 

LOGROÑO


ALARCOS cree posible su derivación de un onomástica Locrus. Por otra parte, lo relaciona con Logrozana (LA CORZANA). Una posibilidad que tiene visos de probabilidad es ésta: SCHUCHARDT ("Iberische Deklin", 55, 62) ve en Ilurcis (nombre antiguo de Gracchurris) el elemento ili, "ciudad" (Ilurco). Pues bien, este elemento aparece en Ilerda, Iluro, Ilugo, Iluero, Illiturgi. Cerca de Andújar hay un Lituergo <Ilitorgu, Iliturgis (ZAMORA, p. 23), donde se ve, al igual que en Ilerda> Lérida, la pérdida de la i inicial. Con todos estos elementos y la abundante documentación de formas como Lucronio (año 1199, c. s. MILLÁN, no parece arbitrario atribuir a LOGROÑO filiación ibérica.
 

MADRIZ


El "fuero de defesas" la llama Matrice (VIGÓN). BERCEO (Est. de S. Millán, 3, C) escribe: "El barrio de Berceo, Madriz la iaz present". Con estos testimonios, parece claro derivada de matrice. Formas semejantes a ésta tenemos en topónimos de origen dialectal. Así, en mozárabe, aparece un matric en la "Agricultura" de Gabriel Alonso de Herrera. En leonés, un madriz es "un surco abierto por la lluvia en la tierra". Y en andaluz, se llama almatriche a una reguera (ZAMORA, p. 326).

 

MANSILLA


ASIN (p. 66, 68) la cree diminutivo romance de mansa: Almansa (Albacete), Almanza (León), derivado de al-mansaf, "la mitad del camino". ALARCOS se hace eco de la opinión de ASIN y, asimismo, propone como posible la etimología al-manzila, "la posada", dada la semejanza con un Almensilla (Sevilla) que tiene ese origen. Tanto ASIN como ALARCOS se basan en la forma Massiella. En el voto de Fernán González aparece escrita Mensilla, Meciella y Mensiella. Pudo ser una asimilación posterior al mensa latino, pero su situación sobre una especie de "meseta" (recuérdese también la meseta llamada "Mesa de Oña" en la Sierra de Anguiano, GOVANTES), dan grandes visos de probabilidad a este étimo latino. La conservación del grupo -NS- en lugar de la reducción normal castellana pudiera ser un rasgo aragonés, pues este origen dialectal se atribuye a la forma ansa (por asa), de frecuente uso en la Rioja.

 

MATUTE


YUNGFER propone un origen godo: Mathgand (VIGÓN). El C. VALVANERA registra Matute, Matuti, Matut, que recuerda las grafías de ALBERITE, por las mismas fechas: Alberite, Alberiti, Alberit (c. ALBELDA). Podría tratarse de un común origen árabe.

 

NAVARRETE


LECUONA lo deriva (al igual que Navarra y Naharruri<Nafarruri) de la raíz semítica nahar, "río", y propone esta extraña evolución: nahar > nafar > navar. Parece claro lo arbitrario de esta hipótesis y el origen ibérico de la voz nava, reiteradamente reconocida como prerromana. Así lo estiman ALARCOS y VIGÓN. Hay un Navajún en el partido de Cervera.

 

PANCORBO


No pertenece a la provincia de Logroño, pero entra dentro de su zona de interés. En 1225, ya aparece en la forma actual (SÁENZ, p. 100). En el c. ALBELDA, se registra Pontcurbo (p. 85 y ss.), y en el c. VALVANERA, en 1110, Pont coruum. Su étimo, pues, no ofrece dificultades: Ponte curuu. Hay que relacionado con el Monte Corvo, que domina Logroño por el Norte.

 

PAZUENGOS


ALARCOS, habida cuenta de las formas Pazlongos (c. s. MILLÁN) y Pazluengos (CRÓNICA DEL CID), entre otras, y de la existencia de un Pradoluengo no muy lejos, supone un pasci (por pascui) longos. Claro está que no se puede negar sin más esta posibilidad, pero hay formas que enturbian la cuestión. Así, la más antigua registrada procede del año 944 y es Pazonguis (c. s. MILLÁN, p. 40) y, más tarde, hay un Pazonichos en 1090 (c. s. MILLÁN, p. 279). Esto hace posible el volver los argumentos y pensar en una contaminación del primitivo topónimo por el vecino Pradoluengo, o por otro caso de etimología popular. Sea como fuere, YUNGFER lo deriva del germánico Betzingen (VIGÓN).

 

PERALTA


En un documento de Irache de 1216 (núm. 287) se registra como Petralta y Piedra Alta. Aunque existe el castellano Pero<Petrus, al lado de Pedro, ZAMORA VICENTE (p. 241) considera esta evolución como una de las posibles del grupo -IR- en aragonés, y menciona un Peralta en Linás y Yésero, y un A Pera « illa petra) en Campol y Bergua.

 

SAJAZARRA


Parece fuera de duda que el segundo elemento de la palabra, -Zarra, proviene del vasco zaar, zar, "viejo". y en estos términos se expresa ALARCOS. En cuanto al primer elemento Saja-, ya no está tan clara la cuestión. ALARCOS propone un saxa, "roca", y pudiera confirmar su opinión la gran roca que domina Sajazarra. Efectivamente, Sagga pudiera ser una grafía de Saxa, y esta forma Sagga está ampliamente documentada. Otra posibilidad sería relacionarlo con Igea, en el partido de Cervera, que tiene el origen vasco que también se atribuye a Egea (antiguas grafías, Segia). Y, por fin, conviene no olvidar la existencia de un Saja en Santander: "El límite entre astures y cántabros estaba el río Salia" (según Pomponio Mela), es decir, el actual Saja (ZAMORA, p. 84). Asimismo, Sajambre < Saliamine

 

SANTlNES o SANTlANES


En 1172, Alfonso VIII dona a S. Millán las iglesias de Sancti Johannes, en término de Sajazarra. En 1256, Alfonso X dona a Sajazarra los términos de Santibáñez y Santibáñez. En 1326, Sajazarra vende a unos vecinos de Miranda las iglesias de S. Juan de Arriba y S. Juan de Abajo de Saja (hoy Sajuela). Con estos documentos parece, pues, clara la etimología de un Sancti Johannes.
 

 

SANTURDE


ALARCOS indica como étimo un (Ecclesia) Sancti Georgi (Cfr. con el anterior SANTINES). Por si quedara alguna duda, se registra en 1035 en S. Millán un Sancti Georgi (VIGÓN).

 

TERROBA


M. PIDAL ("Orígenes ... ", p. 116, nota 1) la deriva de un turre alba. ALARCOS, sin rechazar esta opinión, propone también un terra alba. Parece apoyar la etimología de M. Pidal da forma Torroba que registra VIGÓN, así como los apellidos frecuentes de Torroba y Torralba. Al lado de aquél, también se oye Terroba, coincidiendo con la forma actual del topónimo

 

TORREMUÑA


ALARCOS la deriva de turre Munnia (onomástico). Las formas Torramuña, Tarramunia (obsérvese una vacilación semejante a la de Torralba /Torroba/ Terroba) y Tor de Amunia y Torrearmunia (VIGÓN) confirman su opinión.

 

TREVIANA


ALARcos la juzga quizá derivada de un germano Drebs. YUNGFER, asimismo, lo deriva del godo Drebí (onomástica).

 

TREVIJANO


ALARcos la deriva quizá de un onomástico germánico Drebs> Drevilius. Por el contrario, YUNGFER, tan aficionado a los germanismos, le supone un origen romano: Trevianum

 

VALDEGUTUR


ALARCOS le supone un componente gothorum, como Campo toro, Toro o, acaso, un *Guturi, formado del onomástica medieval Goto, Godo + uri. MERINO, al ocuparse de los componentes vascos, cita la palabra gutia, "pequeño", "poco"; quizá sea aplicable aquí. No está de más recordar un Ongotituero<Fonteguttatorio en LiÍlás (ZAMORA, p. 222).

 

VELILLA


En el testamento de Rodrigo Alfonso, señor de Agoncillo (1345), figura Vililla. y VIGÓN registra Viliella y Covilella de Agoncillo (con el cum, debido a su calidad de villa adjunta). Se trataría, pues, de un villella.

 

VILLALOBAR


ALARCOS, comparándola con un Alovera «al-hu­wayra, "el olmillo", prov. de Guadalajara), la supone de origen árabe. Pero a la vista de formas como Villafabar, Billafavar. Bilafavar (VIGÓN), cabe pensar en un derivado de faba.

 

VILLARTA


ALARCOS la deriva de Villa farta. Las formas Villatarta, Villaharta confirman su etimología
 

VILLARROYA


Su etimología, ya de por sí clara, queda confirmada por las formas Fila Rubea y Fila Ruuia en IRACHE (núm. 286).

 

VILLORIA

  
Las formas Villaoria y Villaaurea nos dan sin más la propia etimología, en 1048 y 1063 (VIGÓN).

 

YANGOELA


El C. ALBELDA la cita como Iangua y Ianua (pp. 138, 139, 156), lo cual aclara completamente su origen.

 

ZARRATÓN


GOVANTES la cita como Zarratón o Zerratón. Numerosos documentos medievales la citan bajo las formas Cerratón, Zarratón (VIGÓN). Esto puede hacer pensar en un étimo latino cirru> "cerro". Pero existe otra posibilidad: ALVAR, en "El dialecto aragonés", indica unos topónimos Sarrato, Sarratón, Sarrataz ... , que provienen de serra, bien por apertura de e ante -RR-, bien por la evolución serra> siarra>sarra. Y la forma Sarratón está registrada por VIGÓN para Zarratón. Por otro lado, PIDAL (p. 120) indica algunos casos de paso de s- inicial a c- o Z-, como por ejemplo: setaceu> "cedazo", soccu > "zueco". Pero, además, el propio ALVAR (párrafo 86) da como posible rasgo aragonés el paso s- > Z-, de modo que bien pudiera tratarse de un aragonesismo.
 

 

    Y, para concluir, creemos oportuno rescatar para su origen romance algunas palabras que MERINO incluye como vascas. Es mucho más lógico, en tanto no haya pruebas de lo contrario, dar a HAYUELA un origen fageola (diminutivo de "haya") que suponer que Fayola (forma que aparece en su fuero) es un vasquismo. Lo mismo se podría decir de Valondo, Malmaterna, Enciso, Bartical, Turrientes y otros.

 

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA
 
Emilio ALARCOS LLORACH: Apuntaciones sobre toponimia riojana. Revista "Berceo", núm. 16, 1950.
J. J. BTA. MERINO URRUTIA: El vascuence en la Rioja y Burgos. San Sebastián, 1962.
C. ALBELDA, Cartulario de Albelda, publicado por A. Ubieto. Valencia, 1960.
C. S. MILLÁN, Cartulario de San Millán de la Cogolla, publicado por Luciano Serrano. Madrid, 1930.
IRACHE, Colección Diplomática de Irache, publicada por J. María Lacarra. Zaragoza, 1965.
C. VALVANERA, Libro Becerro del Monasterio de Valvanera, publicado por Manuel Lucas Alvarez. Zaragoza, 1950.
F. SÁENZ y ANDRÉS: La Beata Doña Urraca López de Haro y su sepulcro. Vitoria, 1941.
Jorge VIGÓN: Noticias geográficas e históricas de la provincia de Logroño. Logroño, 1930.
Angel C. DE GovANTES: Diccionario geográfico-histórico de España, Sección II. Madrid, 1846.
Miguel ASIN PALACIOS: Contribución a la toponimia árabe de España. Madrid, 1940.
Alonso ZAMORA VICENTE: Dialectología española. Madrid, 1967.
Rafael LAPESA: Historia de la lengua española. Madrid, 1968.
Ramón MENÉNDEZ PIDAL: Manual de Gramática Histórica Española. Madrid, 1966.
Manuel LECUONA: Notas toponímicas de la Rioja. Revista "Berceo", núm. 27, 1953.
Manuel ALVAR: El dialecto aragonés. Madrid, 1953.

 



CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LA TOPONIMIA RIOJANA
AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL

BERCEO, NUM. 82
IER
LOGROÑO 1972

 

 

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