Puente de Piedra 

"Hecho muy valeroso de un Capitán Logroñés, año de 1335.
Reinando en Castilla Don Alonso el Onceno, año 1331, acometió el Conde de Fox con mucha cantidad de Navarros y Franceses a Logroño, ciudad principal de aquella frontera, los de ella salieron a pelear, y por ir cargado muchos enemigos se hubieron de retirar a la Ciudad, en que Ruy Diaz de Gaona Capitán, y Ciudadano de Logroño, hizo un hecho memorable, defendiendo con extraña osadía, ayuda de solo tres soldados a todo el ejército contrario, no pasase el puente, en que murió con mucho valor, y con lo que hizo, y sus compañeros defendieron el lugar,hasta que es suyo.
...hicieron rostro al ejército , y le entretuvieron con gran valor, y esfuerzo, que no le dejaron pasar, hasta que los de dentro levantaron la puente levadiza..
... Y viendo el Cantabro estaba ya  segura con esto su cara patria, salto a caballo como estaba en los mas hondo del río Ebro, y desde entonces hasta hoy se llama el pozo de Ruy Diaz".(Memorial por Logroño, Fernando Alvia de Castro, en Lisboa, año de 1663)

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Los edificios descansan sobre la muralla que corre junto al río Ebro.

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 Muralla del Revellín  

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Iglesia de Santiago,portada barroca de la  fachada merídional.

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Fuente de los Peregrinos

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Iglesia de San Bartolomé

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Santa María de Palacio

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Santa María de la Redonda

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Apuntes sobre
el Camino de Santiago
 

El camino de Santigo por tierras de La Rioja

 

Logroño

      Desde el altozano navarro dominado por Viana y a media legua se alcanzan las agujas de las iglesias logroñesas. Cruzando el Ebro, la ruta jacobea entra en tierras del reino castellano, aunque durante mucho tiempo este territorio fue enseñoreado por los monarcas navarros. El dominio de éstos se inicia con la ocupación de Viguera por Sancho Garcés en el año 921, y la de Nájera por Ordoño en el 923. Pasó definitivamente a poder castellano con la conquista de Alfonso VI en 1076. En tiempos de Aymeric todavía existía el recuerdo de este señorío navarro hasta más allá de Nájera, tal como parce desprenderse de sus palabras: "Después de la tierra de éstos -los navarros-, una vez pasados los Montes de Oca, hacia Burgos, sigue la tierra de los españoles, a saber: Castilla y Campos". El carácter fronterizo del Ebro se aprecia en todas las guías e itinerarios de los peregrinos; los avisos de cambio de moneda al cruzar el puente son muy elocuentes: «acábanse los coronados -moneda navarra- y tienes que aprender a conocer los maravedís» .

      Nada se conserva del Puente sobre el Ebro que se remontaba a los tiempos de la romanidad. Sabemos que por iniciativa de san Juan de Ortega, discípulo del riojano Domingo de la Calzada, la vieja obra de la ingenieria romana fue restaurada para facilitar el paso de peregrinos y viajeros, en general. Una descripción del siglo XVII nos suministra una visión aproximada:

...tenía de largo 716 pies de vara, 12 arcos reales, 46 pies de hueco y 18 pies de anchura; hay sobre él tres torres en puestos proporcionados que han servido diversas veces a todo el reino de gloriosa defensa y es blasón de la ciudad.

      Cuando, en 1775, se produjo una gran riada, el puente, bajo la protección de su constructor Juan de Ortega, permaneció indemne, por lo que la ciudad decidió instituir al santo un voto perpetuo. En la actualidad, en el mismo sitio se levanta un puente de piedra construido en el siglo XIX.

      Como tantas otras ciudades hispanas remonta su origen a una romanidad de oscura interpretación. Su existencia parece más clara bajo el dominio musulmán, aunque su historia documentada sólo corresponde a finales del siglo XI, al iniciarse la repoblación de un pequeño lugar habitado junto al puente del Ebro. Será, en el año 1095, cuando Alfonso VI conceda los fueros que permitan un rápido desarrollo urbano.

      Del viejo planteamiento urbanístico del Logroño medieval poco es lo que resta, sin embargo es suficiente para permitirnos tener una idea de cómo era la urbe que contemplaban los peregrinos. Para el clérigo Laffi, el Logroño del siglo XVII, que él contempló, le dejó un recuerdo agradable: 

Es una ciudad bastante grande, muy bella, rica y cómoda y abundante de todo, situada en llano. Un gran río pasa junto a sus muros por el lado septentríonal, dirígiéndose al Este. Después de visitar varios conventos de frailes y monjas, bellísimos, llegamos a una gran puerta que permite salir de la ciudad. 

      Al igual que toda ciudad «caminera», su recinto murado se extendía longitudinalmente, teniendo uno de sus flancos protegido por la muralla que corría a lo largo de la orilla del río. Entre las casas, surgen fragmentos residuales de los muros de los siglos XII y XIII. Donde la muralla todavía conserva su aspecto más monumental es en la Torre del Revellín; aquí tuvo lugar la más famosa gesta bélica de Logroño: la resistencia frente al sitio de los franceses, en 1521. En este lugar, la ruta callejera adopta una forma acodada para salir de la urbe; el capricho de las construcciones modernas ha querido que las viejas soluciones del urbanismo militar persistan, aunque sea de una forma espontánea. 

      Nada más cruzar el puente, el peregrino entraba en Logroño. El Camino se convertía en rúa que recorría de Sur a Norte la ciudad, en la que más de diez iglesias centraban en su entorno los diez barrios o quiñones. Varios de estos templos mantenían un hospital o una hospedería; sin embargo, el principal el Hospital de San Juan.  

      Hacia la mitad de la rúa, habiendo dejado a la izquerda la Iglesia de Santa María del Palacio, se encontraban con la Iglesia de Santiago, parada obligatoria   donde descansar, rezar al Apóstol y saciar la sed en la Fuente de los Peregrinos. Allí cerca, en la misma Rúa Vieja, había una casa que recordaba a San Gregorío Ostiense y a dos de los santos promotores de la ruta jacobea, Domingo de la Calzada y Juan de Ortega. En el siglo XVII se edificó en su lugar la Capilla de San Gregorio, modesto oratorio una nave, con sencilla portada semicircular de dos arquivoltas. Demolida esta capilla en 1971, tan solo podemos recordar la leyenda que figuraba en su porada: 

Ésta es la dichosa casa en que bibió San Gregorio y murió en ella e año de 1044 allándose a su mu[uerte] / Santo Domingo de la Calçada y San Yuan de Ortega sus dizípulos. Y a onra y gloria su[ya] / hizo azer esta capilla don Alonso Bustamante y Torreblanca rregidor perpetvo / de esta ciudad quyas son las casas. Y se acabó año de 164[2].

      Es evidente que los datos documentales de este epígrafe responden más al pío deseo de la devoción popular por estos tres santos, que a la realidad de historia. En 1044 todavía no existía san Juan de Ortega.

      Después seguía la ruta deambulando por calles como Mercaderes, Herrerías, Mayor, cuyos nombres  hablan por sí solos de la actividad comercial y artesanal que en ellas podían encontrar. Hacia el Norte, se salía de la ciudad por la que se conoce como ( Puerta de Carlos V, junto al Revellín. 

      La dependencia que Logroño tiene con el Camino jacobeo parece justificar que la Iglesia de Santiago fuera el templo medieval más importante o, por lo menos, el de mayor protagonismo popular entre los habitantes de la ciudad. En este sentido, resulta muy significativo que en ella se guardase el archivo municipal y el del cabildo. De época medieval se conserva la imagen del patrono como peregríno, bonita talla de tamaño natural, creación gótica del siglo XIV. El edificio es ya una construcción del XVI, comenzada en 1513; sus abovedamientos fueron terminados por Pedro Urruzumo alrededor de 1560, iniciándose entonces las obras de la torre por Martín de Landerráin. La unidad de este elegante edificio, de estilo Reyes Católicos, se rompe con la gran portada barroca de su fachada merídional, obra del flamenco Juan de Raón hacia 1660. Al mismo autor corresponde el efectista conjunto en yeso representando a Santiago Matamoros que corona la portada, aunque el marco arquitectónico de la hornacina se realiza ya en la centuría siguiente. En el interíor, el retablo mayor, labrado en el siglo XVII, conserva la antigua imagen medieval del patrono.

      La Fuente de los Peregrinos o de Santiago, recientemente restaurada, muestra sobre sus paramentos las huellas reparadoras de su prolongada subsistencia. Sus vestigios más antiguos son dos escudos y una inscripción en muy mal estado de conservación, del siglo XVI, reaprovechados por Juan de Raón en 1675 para incorporarlos a una composición en forma de gran arco encuadrado por pilastras y frontón triangular. 

      Las reformas renacentistas cambiaron el antiguo nombre de Puerta del Camino por Puerta de Carlos V. Junto al rehecho Torreón del Revellín, la vieja puerta medieval se engalanó, hacia 1520, con una entrada de arco carpanel de grandes dovelas, sobre la que campean tres escudos; el central emblematiza las armas imperiales.  

      Los restos de arquitectura medieval en esta ciudad son muy limitados.
La Iglesia de San Bartolomé es un edificio de tres ábsides románicos, cuyas naves se terminaron ya en gótico.
Santa María del Palacio así llamada por levantarse sobre una vieja iglesia románica que formaba parte del palacio real, presenta su curioso cimborrio apiramidado que cobija una cúpula octogonal. Resulta de difícil clasificación, aunque lo más probable es que corresponda a una forma simplificada de hacia 1300.
Santa María la Redonda recibe este nombre por tener en su origen la forma de planta central. En el siglo XVIII, Martín de Beratúa levantó su interesante fachada occidental, con dos airosas torres y un gran nicho enmedio de clara inspiración en la portada de Santa María de Viana

Navarrete   >

Albergue de Logroño
Rúavieja, 32. Logroño
TLF. (34) 941 26 02 34
 80 plazas

ALBERGUES  DE  PEREGRINOS


Refugio de Peregrinos JOC

Hospital Viejo, 9. Logroño
TLF. 34 941 24 09 22
 15 plazas 

Residencia Universitaria
Caballero de la Rosa,36. Logroño
TLF. (34) 941 29 11 45
 75 plazas