Biblioteca Gonzalo de Berceo Virgen de Valvanera. Más informacion en http://www.geocities.com/urunuela2/valvanera/valvanera.htm  

-Catálogo general

         Cuando este artículo ya estaba en poder del editor de la Revista Berceo, llegó a mis manos la reseña que el prof. Dutton hace, en la M.L.R., a mi libro El Poema de Santa Oria (Logroño, 1976), en la que señala, con razón, que cambio el título Vida de Santa Oria, "though giving no reason for the change...". Es cierto, en efecto, que en ningún punto concreto expongo de manera explícita las razones del cambio del título, cosa que debí haber hecho. Sin embargo, en el apartado 4.0, en que se estudia la estructura del Poema, se encuentran implícitas las razones que me llevaron a eliminar del título la palabra "Vida". En efecto, en dicho estudio se descubre un esquema de composición muy distinto del "tripartito", característico de las Vidas de Santos; es decir, se pone de relieve una estructura, en la que las partes dedicadas a la vida natural de Oria son mínimas y subordinadas al relato de las visiones, las cuales constituyen, sin duda alguna, el núcleo esencial del Poema, tanto a nivel formal como a nivel de contenido, por lo que sugiero, incluso, que sería más apropiado incluirlo en la Literatura de Visiones que en el género de las Vidas de Santos.

     Ahora bien, el que la estructura de nuestro Poema no se ajuste a los modelos clásicos de las Vidas de Santos no me hubiera llevado, por sí solo, a cambiar el ya tradicional título Vida de Santa Oria; pero lo que sí me movió a hacerlo es el hecho de que este título ha condicionado la inclusión del Poema en el mismo grupo o apartado de las Vidas de Santo Domingo y San Millán, y que, en consecuencia, se tienda a estudiar la estructura de nuestro Poema en relación con la de dichas Vidas, y, al no encontrar en él el mismo esquema "tripartito" de éstas, se considere la obra como formalmente imperfecta o poco estructurada. Esta consideración es la que nos decidió a cambiar el título, Vida de Santa Oria, por el neutro y menos comprometido de Poema de Santa Oria.

     Por lo demás, no hemos cambiado ningún título original, que nos conste haya sido puesto por el mismo autor, pues -como es bien sabido- los títulos que hoy damos a los poemas de Berceo no proceden de los manuscritos medievales, sino que se los fueron dando los que estudiaron y se ocuparon de la obra de Berceo. Así, p. ej., el Ms. G., que estudiamos en este artículo, encabeza la copia del Poema con el siguiente epígrafe: "Leyenda de Sta. Oria por el monge de Silos", lo que prueba que cuando se escribió esa nota, aún no estaba fijado el título Vida de Santa Oria. Por otra parte, el único poema de Berceo del que se conserva una titulación antigua es el de San Millán, el cual, en el Códice "in folio" (s. XIV), se titula "Estoria del señor San Millán" y sin embargo no hemos respetado ese título.


 


 

 

 

      La existencia de una laguna textual entre las c. 136-137 del Poema de Santa Oria, ya sospechada por la distinguida hispanista M.ª Rosa Lida de Malkiel (1), se hace evidente en el análisis formal y estructural del Poema; análisis que hemos realizado en nuestro estudio de esta obra berceana (2), y en el que, conjugando los datos obtenidos del mismo con los del estudio de los cuadernillos del códice "in folio" (F) (3) y las noticias que al respecto nos dan el P. Sarmiento y T. A. Sánchez (4), llegábamos a la conclusión de que dicha laguna textual supone, en realidad, la falta de un folio que iría entre los actuales CIX-CX del Códice F (Ms. 4b de la RAE) y al que, por tanto, llamamos CIX'.

     Como quiera que, desde la publicación del citado estudio, nuevos datos y hallazgos han venido a corroborar las conclusiones que allí asentábamos, creemos que vale la pena volver sobre la cuestión, replanteándola desde el principio, a la luz de los nuevos datos con que ahora contamos; datos que, al ser por sí mismos pruebas fehacientes de la falta de dicho folio, nos permiten prescindir aquí del análisis formal del texto, así como del estudio de la composición de los cuadernillos, ya realizado en nuestro anterior estudio.

      El primero que da noticia de la falta de un folio en el Poema de Santa Oria es el P. Sarmiento, en sus Memorias para la Historia de la poesía y poetas españoles (5). Al tratar de Gonzalo de Berceo, en los números 582-592, informa sobre dos Códices de las obras del poeta que se guardaban en el Archivo de San Millán, uno "in quarto" (O) y otro "in folio" (F), y añade una relación de los poemas que contenía este último, con el número de hojas que ocupaba cada uno, así como el número aproximado de sus cuartetas, copiando el  principio y el final de cada Poema. Así, al referirse al Poema de Santa Oria, en el n.º  589, dice:

               "Este poema ocupaba catorce hojas, pero ya le falta una. Tengo y leí una copia de él y creo contiene más de doscientas quartetas".

 y a continuación copia la primera cuarteta, los versos ab de la segunda y las dos últimas.
       Como creo haber demostrado (6) la información sobre los dos Códices de San Millán la recibe el P. Sarmiento del P. Mecolaeta, entonces Abad de aquel Monasterio (1737-41), quien le envió una Carta o Nota con la descripción de dichos Códices, que hoy se guarda en el Archivo de Silos (Ms. 93).
       En efecto, el cotejo de ambos textos evidencia que la Nota Mecolaeta fue la fuente básica de información de los núms. 582-592 de las Memorias, pues ambos textos tienen el mismo esquema descriptivo y hay incluso frases enteras de la Nota que se repiten idénticas en las Memorias.
      
Sin embargo, hay algunos puntos discrepantes entre la Nota y las Memorias, como el suprimir Sarmiento algunos datos de aquélla, interpretar libremente ciertas observaciones del P. Mecolaeta y añadir noticias y cuartetas de los poemas de Berceo que no se encuentran en la Nota y que, por tanto, revelan el uso de alguna otra fuente.
      Pues bien, uno de los puntos en que difieren la Nota y las Memorias es el relativo al número de hojas que ocupaba el Poema de Santa Oria en el Códice "in folio" (F); así, mientras que Sarmiento dice que "ocupaba catorce hojas pero ya le falta una", la Nota Mecolaeta sólo dice:
              "Síguese la Vida de Santa Aurea en treze hojas y empieza ... "              
y copia solamente la primera cuarteta y la última, las cuales -como veremos- presentan variantes con las de Sarmiento.
      Tenemos, pues, que, según Sarmiento, el Poema de Santa Oria ocupaba catorce hojas, pero ya le faltaba una en la primera mitad del siglo XVIII. No podemos dudar aquí de la veracidad de Sarmiento, pensando que se trate de un error en el cómputo de las hojas, o de un equívoco suyo o del editor. Tal podría ser si Sarmiento sólo dijese que el Poema ocupaba catorce hojas, sin añadir más. Sin embargo, la observación "pero ya le falta una" nos revela que él tenía noticia de esta falta por otra fuente. de información, distinta de la Nota Mecolaeta. Ahora bien, como para lo referente a Berceo y su obra parece que Sarmiento no tuvo más fuentes de información que dicha Nota y las copias de algunos poemas de Berceo, dado que la Nota no le informa de la hoja perdida, creemos que este dato debió suministrárselo la misma copia del Poema que él declara tener ("Tengo y leí una copia de el. ..").
      Esta copia explica también el hecho de que Sarmiento incluya en sus Memorias tres cuartetas y media de dicho Poema, en tanto que la Nota Mecolaeta sólo contiene dos, y que entre las lecciones de Sarmiento y las correspondientes de la Nota haya las siguientes variantes:


         c. 1a: Sar. "Nomne" / Nota "nombre"
         c. 1b: Sar. "que nos quiso" / Nota "que nos vino a"
         c. 1c: Sar. "lumne" / Nota "lumbre"
     c. 205c: Sar. "la su gloria" / Nota "la su gracia".


      El segundo que nos da noticia de la falta de una hoja en el Poema de Santa Oria es T. A. Sánchez, quien, en la c. 134 de su edición de este Poema (7), pone una nota que dice:
              " Aqui falta una hoja en las copias modernas porque falta en los Códices del Monasterio de San Millán".
      Vemos, pues, que Sánchez, lo mismo que Sarmiento, señala la falta de una hoja en el Poema, con la sola diferencia de que precisa el lugar de esta falta.
      Ahora bien, ocurre que después de la c. 134 no puede faltar una hoja en el Códice F (Ms. 4b de la RAE) por la razón de que dicha cuarteta es la antepenúltima del fol. CIX de dicho Códice. Por otra parte, no hay laguna textual entre las c. 134-135, sino que, por el contrario, es imprescindible que se sucedan sin que medie entre ellas ninguna cuarteta; por tanto, tampoco es posible la falta de una hoja, en este lugar, en el Códice "in quarto" (Q), ni en ningún otro manuscrito que hubiese existido de este Poema.

      En nuestro citado estudio (8) sugeríamos que la información de Sánchez, así como el error de su nota -si no era una simple errata-, podía explicarse a partir de la copia que él utilizó para la edición de este Poema. Conjeturábamos allí que esta copia tendría una nota marginal, escrita entre las c. 134-136, para señalar la falta de una hoja después de esta última cuarteta. Sánchez interpretaría la nota como referida a la c. 134, en lugar de a la c. 136, y así la puso en su edición. Señalábamos también la probabilidad de que esta copia fuese la misma del P. Sarmiento, ya que Sánchez dice haber tenido en su poder el manuscrito de las Memorias antes de su publicación (9) y, por tanto, pudo utilizar también las copias de los poemas de Berceo que pertenecieron al erudito benedictino (10). Más adelante, veremos cómo estas suposiciones, que entonces adelantábamos, pueden hoy confirmarse (con alguna salvedad) a la luz de los nuevos datos que conocemos.

      Después de Sánchez hay un largo período de tiempo, en el que nadie vuelve a ocuparse del folio perdido del Poema de Santa Oria. Así, durante todo el siglo XIX y primeras décadas del XX, los críticos e historiadores de la Literatura que han tratado de las obras de Berceo, ni se hacen eco de las noticias de Sarmiento y Sánchez, ni revelan tener conciencia de la laguna textual que hay entre las c. 136-137 del Poema (11).
      En los años 1928-29, el hispanista americano C. Carroll Marden publica los dos importantes fragmentos del Códice "in folio" (F), perdido a raíz de la Desamortización de Mendizábal y encontrado por él en dos porciones, los años 1924 y 1925, respectivamente (12). En su estudio, Marden trata de nuevo la cuestión del folio perdido; es, pues, este hispanista el primero en nuestra época que recoge las noticias de Sarmiento y Sánchez sobre la falta de un folio en el Poema de Santa Oria.

      No obstante, Marden no llega a tomar conciencia de la laguna textual que hay entre las c. 136-137, sino que se fija solamente en que la foliación del Códice no acusa la falta de una hoja en este lugar y, obcecado por esta idea de la foliación seguida, llega a la conclusión de que el folio perdido que señalan Sarmiento y Sánchez es el fol. CV, cuya falta sí se evidencia en la foliación. Este convencimiento le lleva a hacer la siguiente observación a la nota de Sánchez de la c. 134 de su edición del Poema:
              
"Como en verdad no falta ninguna hoja en este lugar, parece que Sánchez tuvo en miente la hoja que falta después de la copla 56" (13).
      Sin embargo, es evidente que el folio perdido que señala Sánchez no puede ser, de ningún modo, el CV, pues este folio no faltaba en el siglo XVIII, ya que el Códice Ibarreta (1), hecho después de 1774, lo copia, y, además, el mismo Sánchez incluye las c. 57-72 de dicho folio, en su edición. Por tanto, la nota de Sánchez sólo puede referirse a la hoja que falta después de la c. 136, hoja que tuvo que perderse antes de hacerse la foliación del Códice en el siglo XVI, ya que ésta no acusa su falta.
      Más adelante, Marden, al demostrar que el Códice por él encontrado es el mismo que describe el P. Sarmiento en sus Memorias , señala como uno de los puntos coincidentes entre ambos el hecho de que:

              "Santa Oria ocupaba catorce hojas en los dos manuscritos y le falta una hoja en cada uno" (14).
      Pero Marden se equivoca al hacer el cómputo de las hojas, ya que el Poema ocupa actualmente, en el Códice F (Ms. 4b de la RAE), doce folios, a los que añadiendo el CV , perdido después del siglo XVIII, hacen un total de trece folios y no de catorce como dice Marden. Su error radica en contar el primero y último folios del Poema como enteros, cuando, en realidad, sólo están escritos el verso del CI y el recto del CXIV; es decir, medio folio por cada unidad.

      En suma, de todo esto se deduce que, aunque Marden conoce y utiliza las noticias de Sarmiento y de Sánchez sobre la falta de una hoja en el Poema de Santa Oria, las interpreta mal y llega a conclusiones erróneas; en cambio no percibe la laguna textual que hay entre las c. 136-137, laguna de 16 cuartetas que afecta a todas las copias modernas, ya que esta pérdida se remonta al siglo XVI, por lo menos.
         En 1956 se publican las ya citadas Notas de M.a Rosa Lida, en las que la autora advierte la transición brusca de las c. 136-137 y señala la probabilidad de que falten algunas cuartetas después de la c. 136. En apoyo de su sospecha, la Sra. Lida de Malkiel cita la nota de Sánchez a la c. 134 y hace el siguiente comentario:
                "Como no hay tal falta ni en A (F) ni en I, es verosímil que la observación de Sánchez se remonte al más antiguo de aquellos Códices, hoy perdido" (15).
        Vemos, pues, que M.ª Rosa Lida, lo mismo que Marden, se deja llevar por el hecho de que la foliación del Códice F (así como la copia de Ibarreta) no evidencia la falta de una hoja entre las c. 136-137, es decir, entre los actuales folios CIX-CX del Ms. 4b de la RAE (F), y ello le lleva a pensar que la nota de Sánchez se remonta al perdido Códice "in quarto" (Q).
Nada dice la Sra. Lida de Malkiel de la noticia que da el P. Sarmiento en sus Memorias sobre el perdido folio del Poema de Santa Oria. Tal vez no la conoció o -si la conoció- le pasó inadvertida, pues, de haberla tenido en cuenta, habría observado que Sarmiento se refiere expresamente al Códice "in folio" y no al "in quarto" y, por tanto, no habría incurrido en el error de interpretar la nota de Sánchez como referida al más antiguo de los Códices de las obras de Berceo.
       Ocurre, en efecto, que aunque Sánchez dice que al Poema de Santa Oria le falta una hoja "porque falta en los Códices de San Millan", de hecho la hoja perdida es del "in folio", como señala Sarmiento en sus Memorias, y no del "in quarto". y ello por varias razones.
      En primer lugar, es indudable que la copia utilizada por Sánchez para su edición del Poema procede del Códice "in folio" (F) y no del "in quarto" (Q), pues el texto de Sánchez presenta constancia de las formas que caracterizan la lengua de F, tales como "nombre", "lumbre", "salir", "tomar", imperfectos en -ía, etc. En cambio no tiene los rasgos lingüísticos que caracterizan los textos copiados por el Códice Q (16).

      Por otra parte, sabemos que Sánchez no llegó a ver los Códices de San Millán y que su conocimiento de ellos, sumamente vago e impreciso, era sólo a través de las Memorias de Sarmiento; así, cuando los menciona en su Colección se remite a dicha obra y cita, incluso, los números de donde toma su información (17).
      Tenemos, por tanto, que Sánchez no podía saber el estado material del Códice Q, pues ni él lo vio, ni tuvo particular información sobre el mismo, fuera de los escasos datos que da Sarmiento en sus Memorias, en las que se limita a decir que era "en quarto" y a señalar que era más antiguo que el "in folio" .

      En tercer lugar, hay que tener en cuenta que una hoja del "in folio" no se corresponde con una hoja del "in quarto", pues mientras en aquéllas se copian ocho cuartetas por cada cara, o sea, diez y seis por hoja, parece que el Códice "in quarto" (Q) estaba escrito a dos columnas y contenía unas diecisiete cuartetas y media por cara, o sea, treinta y cinco por hoja (18); es decir, que una hoja del "in quarto" equivale a dos hojas y cuarto del "in folio".

      Ahora bien, cuando el P. Sarmiento dice que al Poema de Santa Oria le falta una hoja, es evidente que se refiere a una hoja del Códice "in folio", que es el que está describiendo; por tanto, la laguna textual de nuestro Poema es de dieciséis cuartetas y no de treinta y cinco. Sánchez, al extender la falta de una hoja a los dos Códices de San Millán, revela no conocer el "in quarto", ni tener noticia de que los dos Códices no contenían el mismo número de cuartetas en sus hojas.
      Finalmente, como ya hemos señalado en otra ocasión (19), creemos que hay fuertes razones para pensar que el Códice Q no contenía el Poema de Santa Oria y que, por tanto, todas las copias modernas de este Poema tienen que proceder del "in folio" (F).
      Ocho años después de publicadas las Notas de M.ª Rosa Lida, en 1964, G. Koberstein, en su edición crítica de la Vida de San Millán (20), estudia también la versión del folio perdido del Poema de Santa Oria. Koberstein rechaza la posibilidad de que este Poema haya ocupado nunca catorce hojas en el Códice F, basándose en que la foliaciación del siglo XVI es continua y solamente acusa la falta del fol. CV que, sumado a los actuales, haría un total de trece folios y no de catorce.

                 "SOr. umfast heute in A die 12 Folios CIV-CIIIlv, CVIr- CXIIIIr; das heute fehlende 13. Folio CV mus noch im XVIII. Jh. in A gewesen sein, weil es von I (A) überliefert wird. Ein 14. Folio ist ausgeschlossen, weil die romische Foliation aus dem XVI. Jh. durchgehend ist und auserdem die Mil. auf fol. Clr.enden und SMill. auf fol. CXVr (fol. CXIIIlv blieb frei) beginnt".

        Koberstein, convencido de que la copia del Poema de Santa Oria que tenía Sarmiento procedía de Q por las formas "nomne", "lumne", etc., cree que la noticia de un folio perdido se remonta también a Q y no a F. Pero, como quiera que él mismo reconoce que Sarmiento en sus Memorias se refiere al Códice "in folio" y no al "in quarto"

                "Es bleibt noch eine divergierende Aussage BSa zu Klären: Sa behauptet, das SOr. in dem "códice en folio" 14 Folios umfasse, das aber schon zu seiner Zeit ein Folio fehle..."

supone que la fuente de Sarmiento, no sólo le informó de la falta de un folio en el Códice "in quarto", sino también de que en el "in folio" existía la misma laguna:

               "Dies konnte auf zwei Wegen geschehen: sei es, das der Schreiber seiner Kopie ein fehlendes Folio seiner Vorlage o anmerkte, das sich nicht durch A ersetzen lasse, wo die gleiche Lücke bestehe, sei es, das die ouelle, die für ihn auch o registrierte, ihn in analoger Weise informierte" .

      Asimismo, la nota de Sánchez a la c. 134 cree que sólo puede referirse al Códice o y que con respecto al Códice F sólo puede significar que en este manuscrito existe la misma laguna:

              "Diese Anmerkung kann sich ebenfalls nur auf o beziehen und nur in dem Sino A meinen, das in diesem Ms. die gleiche Lücke bestehe".


      En suma, Koberstein, lo mismo que M.ª Rosa Lida, acepta una laguna textual en el Poema de Santa Oria, después de la c. 136, pero no acepta la falta material de una hoja, después de esta cuarteta, en el Códice F, sino sólo en el Códioe Q.

      Finalmente señala que tanto Sarmiento como Sánchez cometieron el error de no observar que un folio perdido en el Códice Q no se corresponde con uno del Códice F, ya que mientras en una hoja del primero entran unas 32 cuartetas, en una del "in folio" sólo entran 16, y que, por tanto, en el texto transmitido del Poema faltan, por lo menos, 32 cuartetas después de la c. 136

              "Nimmt man diese Anzahl als Regel in O an, so würde dies bedeuten, das in dem überlieferten Text von SOr. nach Copla 136 mindestens 32 Coplas fehlen".

      Como hemos visto, el punto de partida de esta conclusión de Koberstein es el convencimiento de que en el Códice F no puede faltar ninguna hoja detrás de la c. 136, porque la foliación del siglo XVI es continua en este lugar. Ello le lleva a referir las noticias de Sarmiento y de Sánchez al Códice Q -coincidiendo en este caso con M.ª Rosa Lida- y, en consecuencia, a suponer una laguna de 32 cuartetas en el texto de nuestro Poema.
      
Sin embargo, tanto el punto de partida como las conclusiones a que le lleva son rebatibles. Así, con respecto al primero, vamos a ver que el estudio material del Códice nos revela que cuando se folió en el siglo XVI ya había perdido muchas hojas que no se tuvieron en cuenta en la foliación.
      En efecto, por la Nota Mecolaeta sabemos que al Sacrificio de la Misa le faltaban las 128 primeras cuartetas, las cuales ocuparían exactamente ocho folios; o sea un cuadernillo de cuatro pliegos. Sin embargo la foliación del siglo XVI no acusa esta falta, ya que, contando hacia atrás, a partir del primer folio hoy conservado, que es el L, (c. 74-89 de Milagros), comprobamos que el folio que recibió el número 1 en el siglo XVI contenía las c. 129-144 de Sacrificio (21), lo que nos prueba que los ocho folios que contenían las 128 primeras cuartetas de este Poema ya se habían perdido en esa fecha y que su falta no se tuvo en cuenta al hacer la foliación.
      Asimismo, en el análisis de la estructura de los cuadernillos (22) comprobamos que el tercero de los once conservados, que es de tres pliegos, contiene, entre otros, el Milagro del Niño Judío, al cual, por el Ms. I ( = Q), sabemos que le faltan 16 cuartetas, o sea un folio; falta que, sin embargo, no se acusa en la foliación.

      Estos hechos nos evidencian claramente dos cosas: de una parte, el estado de destrucción en que se encontraba el Códice "in folio" en el siglo XVI; y de otra que, al hacer la foliación en ese siglo, no se tuvieron en cuenta las hojas perdidas, numerando solamente las que entonces existían, con el fin de conservarlas reunidas para evitar mayores pérdidas (23).
      Por tanto, el argumento aducido por M.ª Rosa Lida y G. Koberstein de que no puede faltar una hoja entre los actuales folios CIX-CX del Códice F, porque la foliación es seguida en este lugar, no tiene validez, desde el momento en que se puede demostrar que, en el siglo XVI, al Códice ya le faltaban otras muchas hojas que tampoco se tuvieron en cuenta en la foliación.
      Así, pues, nada se opone a que haya existido una hoja entre los actuales folios CIX-CX, y que se haya perdido -lo mismo que los ocho folios de Sacrificio y el folio del Milagro del Niño Judío- antes de foliarse nuestro Códice en el siglo XVI. Muy al contrario, todos los datos apuntan y llevan a esta conclusión.
      Así, la estructura material del Códice F, cuyo 8.º cuadernillo, correspondiente al Poema de Santa Oria (c. 73-180), se compone de siete folios, unidos 1.º(CVI)-7.º(CXII), 2.º(CVII)-6.º(CXI) y 3.º (CV111)-5.º(CX), quedando suelto, en el centro del cuadernillo, el folio 4.º, que es, precisamente, el actual CIX, el cual habría formado pliego con el perdido CIX', resultando así un cuadernillo regular de cuatro pliegos (24).
      Por otra parte, las noticias que nos dan Sarmiento y Sánchez sobre la falta de una hoja en el Poema, las cuales no van referidas al Códice Q -como cree Koberstein-, sino al Códice F, referencia claramente expresa, en el caso de Sarmiento, y de manera implícita, en el caso de Sánchez.
      Por último, el análisis de la estructura del Poema (25) nos lleva a la conclusión de que la secuencia narrativa que falta entre las c. 136-137 comprendería la despedida de la Virgen, el despertar de Oria, la transición al episodio de la enfermedad y el encabezamiento de ésta; materia que creemos se ajusta mejor a una laguna textual de 16 cuartetas, o sea, una hoja del Códice F, que a una laguna de 32 cuartetas, Como cree Koberstein (26).
      Llegados a este punto, y dentro del planteamiento que hemos hecho sobre el perdido folio CIX' del Poema de Santa Oria, se hace necesario explicar quién informó a Sarmiento ya Sánchez de que a nuestro Poema le faltaba una hoja, y cómo descubrió dicha falta este infor~ador, toda vez que la foliación del Códice no lo indica.

      En nuestro anterior estudio (27) indicábamos que el informador de Sarmiento sería el monje que le envió desde el Monasterio de San Millán la copia del Poema de Santa Oria que el propio Sarmiento declara tener, y que la noticia de la falta de una hoja en el Poema la recibiría a través de la misma copia, que tendría una nota, indicando dicha falta. Conjeturábamos allí que, dado que el folio perdido formaba pliego con el actual CIX, era muy probable que, en la primera mitad del siglo XVIII, todavía quedase algo de dicho folio, un borde o resto de pergamino que, aún sin estar escrito, fuese suficiente para que el copista lo apreciase y lo anotase en la copia que le envió a Sarmiento. Señalábamos, además, la probabilidad de que esta copia de Sarmiento fuese la misma que luego utilizó Sánchez para su edición del Poema y que, por tanto, este erudito se informaría a través de la misma fuente que el P. Sarmiento.
      Pues bien, los nuevos datos con que hoy contamos nos permiten confirmar lo que entonces sólo eran conjeturas e hipótesis más o menos fundadas.
      En efecto, en el otoño de 1976, con ocasión de un somero reconocimiento de la Biblioteca de los herederos de D. Ignacio Alonso, en Santo Domingo de la Calzada (28), hemos tenido la fortuna de encontrar algunos datos sumamente interesantes, en relación con el perdido folio CIX' del Poema de Santa Oria.

      Estos datos se encuentran en una carpeta, en cuya portada se lee:

                "Gonzalo de Berceo- Notas- Alonso"
      La carpeta contiene papeles varios sobre Berceo y, fundamentalmente, sobre el importante fragmento del Códice "in folio", descubierto en Alesanco, en 1886, Códice que se había perdido cincuenta años antes, cuando la exclaustración de los monjes de San Millán, en 1836.
      En uno de los varios papeles de dicha carpeta, y en letra del propio D. Ignacio Alonso, se dice:
              "Códice de Berceo. Vida de Sta. Aurea".
              "Comienza al folio 101 vuelto y termina en el 114, en su primera plana completa, dejando la vuelta en blanco. Por consiguiente ocupa 13 hojas. El P. Sarmiento dijo 14, pero es fácil confundirse, dado lo dicho, no es extraño su error" .
             "Como cada plana tiene ocho estrofas ó sea 16 la hoja, resulta que la vida de Sta. Aurea consta de 16 x 13 de 208 estrofas".
             "En efecto 205 estrofas, el lugar de otra lo ocupa un letrero de tres renglones, y siguen otros dos con los versos del sepulcro de la Santa de modo que la cuenta es exacta". "Sanchez creyó que faltaba una hoja. No es verdad. Es un corte de pergamino. Hoy sí falta una, pero no la que creyó Sánchez" .

       Estas notas de D. Ignacio Alonso Martínez, referidas a la parte del Códice "in folio" correspondiente al Poema de Santa Oria, nos evidencian dos cosas: de una parte, que cuando llegó a sus manos el mutilado Códice de las obras de Berceo ya faltaba el fol. CV, que contenía las c. 57-72 de dicho Poema; y de otra, que por aquellos años de 1886 todavía quedaba un resto del perdido folio CIX' que formaba pliego con el actual CIX de dicho Códice "in folio" (Ms. 4b de la RAE).
      Naturalmente, el hallazgo de estas interesantes noticias nos acució a buscar, entre los papeles de D. Ignacio Alonso, otros posibles datos que pudieran existir sobre el perdido folio CIX', o sobre el Códice "in folio" y las obras de Berceo, en general.

      Nuestra pesquisa no fue inútil, pues pronto encontramos más notas del propio D. Ignacio, insistiendo en los mismos puntos, arriba copiados, pero con más amplitud y detalles que en la anterior nota.
      En efecto, en el tomo correspondiente a Poetas Castellanos anteriores al s. XV (Rivadeneira. Madrid, 1864), propiedad de D. Ignacio Alonso, en la página 141 y en la línea de puntos comprendida entre las c. 134-135 de la Vida de Santa Oria, hay una raya y una nota marginal que dice:
              "Mal estos puntos por no estar en el Códice" .
ya pie de página, sobre la nota de Sánchez a la c. 134, "Aquí falta una hoja. ..", se lee la siguiente observación de D. Ignacio Alonso:
              "La foliatura da a entender que falta una hoja, pero no es verdad".
y bajo la nota de Sánchez, escribe D. Ignacio:
              "No lo vio bien Sánchez; porque no falta nada, sino que hay como una hoja cortada, que es lo que equivocó aquél; sigue bien la foliatura y el contexto. Además, la hoja no acaba hasta el n.º 136 inclusive, y basta leer el sentido para conocer que la 134 y 135 son inmediatamente correlativas " .

      Estas notas nos revelan que D. Ignacio realizó un cotejo del texto del Poema de Santa Oria del Códice "in folio", por él rescatado, con el de la edición de Sánchez para ver si ambos coincidían. Al observar en éste la línea de puntos entre las c. 134-135 y comprobar que no existían tales puntos en el Códice, lo anota en la edición de Rivadeneira.
      En cuanto a las dos observaciones que hace a la nota de Sánchez de la c. 134, es necesario detenerse un poco en ellas, pues el sentido de la primera no está muy claro. En efecto, D. Ignacio dice:
              "La foliatura da a entender que falta una hoja, pero no es verdad".
      ¿Qué entiende D. Ignacio por foliatura? Es evidente que no se refiere a la foliación del Códice, puesto que sabemos que ésta no acusa la falta de un folio después del CIX. Además, el mismo D. Ignacio dice en la segunda nota:

                  "Sigue bien la foliatura y el contexto"
en donde sí está claro que se refiere a la foliación del Códice, que él declara ser seguida.
          Por tanto, si con la palabra foliatura, en la primera nota, no se refiere a la foliación del Códice, ¿a qué otra cosa puede referirse? Desde luego, cabe la posibilidad de que se trate de un simple error, digamos de un "lapsus calami". Sin embargo, por razones que enseguida veremos, se nos ocurre que esta expresión de D. Ignacio tal vez se explique referida a la nota que hay en el margen inferior del fol. CIX, del Ms. 4b de la RAE (F):
                 "No falta hoja".
         En efecto, un atento examen de los rasgos caligráficos de esta nota, tales como el grueso de la pluma y lo que podríamos llamar "caja de renglón", dentro de la cual queda comprendida la nota, nos revela que la frase no se escribió entera de una vez, sino en dos momentos y por manos distintas; es decir, alguien escribió primero "falta
  hoja" y, posteriormente, otra persona antepuso a esta frase el adverbio negativo "No".
Ocurre, en efecto, que la frase "falta hoja" está escrita con una pluma muy fina y la línea que sigue la frase es completamente recta. En cambio, la partícula "No" está escrita con trazo grueso y se sale un poco de la caja de renglón de la frase que le sigue. Todo esto nos hace sospechar, repetimos, que la nota fue escrita en distintos momentos y por dos personas.
       Debido a su brevedad es muy aventurado pretender identificar la letra de la nota con la de unas personas determinadas. Sin embargo, sí es posible señalar el lugar y la época aproximada en que se escribió la frase "falta hoja". En principio creemos que fue escrita a finales del siglo XVIII, en San Millán de la Cogolla y por algún monje del Monasterio. Ahora bien, como los copistas de Ibarreta nada dicen de dicha nota cuando copian el Poema de Santa Oria del códice "in folio", hay que pensar que se escribió después de 1775, y muy probablemente después de que apareciese la edición de Sánchez del Poema, en 1780, y como respuesta afirmativa a la nota que pone este erudito en la c. 134.
      Tendríamos, pues, que a finales del siglo XVIII, un monje de San Millán, haciéndose eco de la nota de la edición de Sánchez, escribe en el margen inferior del fol. CIX del Códice "in folio" : "falta
hoja". A raíz de la Desamortización de Mendizábal los dos Códices emilianenses de las obras de Berceo se pierden, y cincuenta años después, en 1886, el "in folio" es redescubierto en Alesanco y rescatado por D. Ignacio Alonso, quien, una vez en su poder, realiza un cotejo detenido entre el texto del Códice y el de la edición de los poemas de Berceo de T. A. Sánchez para ver si ambos coinciden.
      Al llegar al fol. CIX del Códice ve la nota escrita en su margen inferior, "falta hoja"; pero, al mismo tiempo, observa que la foliación es seguida; es decir, que al fol. CIX le sigue el CX y que, por tanto, no puede faltar una hoja entre ambos folios. Por otra parte, observa que entre ellos hay un borde de pergamino, "como una hoja cortada", según sus propias palabras, y piensa que este borde de pergamino fue lo que confundió al autor de la nota del fol. CIX, confusión -siempre según D. Ignacio- que trascendió a Sánchez y le llevó a poner la conocida nota de la c. 134 de su edición de la Vida de Santa Oria.
      
Entonces, convencido de que tanto el autor de la nota del fol. CIX como Sánchez están equivocados, porque la foliación del Códice es seguida en este lugar (29), D. Ignacio, sobre la nota de la c. 134 de la edición de Sánchez, escribe: "La foliatura da a entender que falta una hoja; pero no es verdad"; es decir, que se está refiriendo a la nota del fol. CIX del Códice "in folio".

      Reconocemos que es extraño que D. Ignacio utilice la palabra foliatura para referirse a esta nota, cuando más abajo la usa, propiamente, para referirse a la foliación o numeración de los folios. Sin embargo, pese a este uso anómalo, creemos que sólo la nota del margen inferior del fol. CIX explica su observación: "La foliatura dá a entender que falta una hoja. ..".
      Por tanto, si nuestra hipótesis es cierta, es indudable que cuando D. Ignacio recuperó el Códice "in folio", en 1886, la nota del fol. CIX sólo decía: "falta hoja".

      Ahora bien, vistas las cosas así, no nos parece aventurado pensar que el propio D. Ignacio, convencido de que el borde de pergamino sólo servía para crear confusiones, consideró que lo más sensato era eliminarlo para evitar más posibles equívocos, y, una vez eliminado, lo lógico era corregir la nota del fol. CIX, lo que fácilmente se conseguía anteponiendo el adverbio negativo "No".
      No es necesario decir que nuestras conjeturas sobre la actuación de D. Ignacio no implican, en absoluto, un juicio crítico, sino que, por el contrario, entendemos que su actitud era perfectamente lógica y comprensible, y que cualquier erudito, en las mismas circunstancias, podía haber actuado del mismo modo.
      Por ello, precisamente, creemos que ese debió ser el proceso, el cual justifica, de una parte, la observación de D. Ignacio: "La foliatura da a entender que falta una hoja. ..", al tiempo que explica el que hoy no quede ningún resto del borde de pergamino de la que él llama "hoja cortada", y que entre la partícula "No" y la frase que le sigue: "falta hoja", se aprecien esas diferencias del trazo y grueso de la pluma. así como el pequeño desnivel entre la línea en que está escrito "No" y la frase "falta hoja".
      Por otra parte, nuestra conjetura de que la copia del Poema de Santa Oria, utilizada por T. Antonio Sánchez para su edición de este Poema, debía tener una nota en la c. 136, indicando la falta de una hoja, se ve hoy comprobada con el hallazgo realizado por John K. Walsh, del que da noticia en un artículo publicado en La Corónica (30).

      Se trata del Ms. 18577/16 de la Biblioteca Nacional (=Ms. G) que forma parte de la serie de manuscritos que pertenecieron a D. Pascual de >Gayangos y hoy se encuentran en dicha Biblioteca. El Ms. Q (31) contiene una copia del Poema de Santa Oria, hecha en el siglo XVIII, con esmerada caligrafía, pero con numerosas lecciones erróneas y bastantes lagunas de palabras e incluso de algún verso. Como ya señala Walsh, esta copia ya había sido citada por D. Pedro Roca en su Catálogo de los manuscritos que pertenecieron a D. Pascual de Gayangos, publicado en 1904 (32); sin embargo, ha pasado inadvertida de la crítica posterior y -que nosotros sepamos- nadie ha vuelto a citarla, ni se ha tenido en cuenta en los estudios sobre el Poema de Santa Oria, realizados en los últimos años.

      En realidad, desde el punto de vista filológico, esta copia carece de interés, ya que -aparte de sus muchos errores y lagunas- procede del texto del Códice F, que hoy se guarda en la Real Academia Española (=Ms. 4b) y, por tanto, las variantes que presenta con respecto a este texto hay que desecharlas por espurias. Pero, en cambio, tiene un interés histórico y documental, especialmente valioso para probar nuestra hipótesis. Vamos, pues, a describir brevemente las peculiaridades de esta copia y su interés como documento probatorio de nuestras conjeturas.
      El Ms. G no está encuadernado, ni cosido, y consta de tres cuadernos, cada uno de ocho hojas de tamaño cuartilla. Primer cuadernillo: 1-8, 2-7, 3-6 y 4-5; segundo: 9-16, 10-15, 11-14 y 12-13; tercero: 17-24 (en blanco y sin numerar), 18-23 (en blanco y sin numerar), 19-22 y 20-21.
      En el margen superior de la hoja 1r. hay cuatro líneas escritas que dicen:

              "Leyenda de Sta. Oria por el monge de Silos. Publicola Sanchez en el tomo 2.º de su Colección de Poesías castellanas, p.p. 435-61".
y, en la hoja 14v., entre las c. 136-137, hay una nota que dice:
              "Falta una foxa".
      Además, entre las hojas 14 y 15 hay una hoja suelta, la 14 bis, un poco más pequeña, en blanco y con la siguiente nota en su parte superior:

              "Donde dice Falta una foxa, dexese una en blanco para suplirla quando Dios quiera".
      Las tres notas citadas son de distinta mano, pues la letra es claramente diferente en las tres (33). Pero la que realmente nos interesa, la de la hoja 14v., "Falta una foxa", tuvo que ser escrita por el mismo copista del Poema, al hacer la copia. En efecto, no se trata de una nota marginal que cualquiera pudiera haber añadido posteriormente, sino que está escrita -como hemos dicho- entre las c. 136-137, paralelamente a ellas, y la separación entre ambas cuartetas -casi tres veces mayor de la que hay entre las demás del Poema- nos revela que el copista escribió la nota al tiempo de hacer la copia. En cuanto a las diferencias caligráficas entre ésta y aquélla se explican por tratarse de una nota que se quiere destacar con letras más grandes. No obstante, en la nota, lo mismo que en la copia, se usa /x/ por /j/; así "foxa" y "fixa", respectivamente, y además el rasgo final de la /a/ de "foxa" es igual que el del reclamo "Ya", que se ve en el margen inferior de la misma hoja 14v. (y que se repite en la 4v.); detalles que, unidos a los arriba indicados, nos hacen pensar que el autor de la nota fue el mismo que hizo la copia.
      Ahora bien, como enseguida veremos, esta copia es la misma que utilizó Sánchez para su edición de la Vida de Santa Oria. En efecto, sabemos, de una parte, que el Ms. G, antes de pertenecer a Gayangos, perteneció a T. Antonio Sánchez, pues en el citado Catálago de D. Pedro Roca figura en la sección de manuscritos de aquel erudito; y de otra parte -y es el argumento decisivo-, un cotejo de ambos textos, el de la edición de Sánchez y el del Ms. G, nos evidencia que aquél procede de éste.
      Ocurre, en efecto, que las lecciones de la edición de Sánchez que no coinciden con las correspondientes del Códice F, ni con las del Ms. I, coinciden, en cambio, con las del Ms. G. Así, la forma "fixa" (y "fixos" en 15a) es constante en Sánchez y en G, frente a F ya I, que traen siempre "fija" (-o). La coincidencia en la fonética de este nombre, en G y en Sánchez, es tan absoluta, que incluso en un caso en que G copia "fijuela" (124c), Sánchez copia también "fijuela", mientras que en l172a ambos traen de nuevo "fixuela". Además, G y Sánchez tienen las siguientes lecciones y errores comunes:


         1a: G "de el" / San. "de el"
         4d: G "Gracia " / San. "Gracia"
         5c: G "Havía" / San. "Havía"
         6c: G "Havía" / San. "Havía"
       10a: G "Havemos" / San. "Havemos"
       11b: G "Gracia" / San. "Gracia"
       12d: G "acecha" / San. "acecha"
       15c: G "hovo" / San. "hovo"
       18a: G "meyor" / San. "meyor"

       21c: G "sofría" / San. "sofría"
       41d: G "puia" / San. "puia"
     178a: G "pasamiento" / San. "pasamiento"
     198c: G "pensamiento" / San. "pensamiento"


frente a F y a I que traen "del", "García", " Auía" ("auja"), " Auemos", "asecha", "ouo", "meior", "suffría", "puyada", "passamiento", "passamiento" (y no "pensamiento").
      Estas lecciones y errores comunes a G y a Sánchez (34), y la constancia de la forma "fixa" (y "fixos" en 15a) en ambos textos (35), nos prueban que Sánchez se sirvió de esta copia para su edición del Poema, si bien, sabemos que también utilizó la copia del P. Ibarreta (Ms. 1), como él mismo lo declara (36), lo que explica las numerosas lecciones de Sánchez que no coinciden con las del Ms. G, y sí, en cambio, con las de I (37).
      Pues bien, esta comprobación de que la copia del Ms. G es la misma de que se sirvió Sánchez tiene mucho interés para nosotros, pues viene a corroborar nuestra hipótesis de que la noticia de la falta de una hoja en el Poema de Santa Oria se la proporcionó la copia por él utilizada, provista de una nota, indicando dicha falta; por tanto, el hecho de que, en la edición de Sánchez, la nota aparezca entre las c. 134-135, en vez de entre las c. 136-137, hay que considerarlo como una simple errata, posibilidad que ya apuntábamos antes de conocer el Ms. G (38).

        La pregunta que surge es ¿de dónde adquirió Sánchez esta copia? Es indudable que la copia, o más exactamente su modelo (39), se hizo en el Monasterio de San Millán de la Cogolla, pues sólo teniendo a la vista el Códice F -que entonces se guardaba en dicho Monasterio- podía saberse que al Poema de Santa Oria le faltaba una hoja entre las c. 136-137; es decir, que al Códice le faltaba un folio entre los actuales CIX y CX, falta que se apreciaba por el resto de pergamino que -como hemos visto- aún quedaba del folio perdido. Ciertamente, Sánchez pudo haber pedido a los monjes de San Millán que le copiasen el Poema, pues sabemos que mantenía relaciones con el P. Romero, entonces archivero del Monasterio (40). Sin embargo, hay razones para creer que esta copia está sacada de la que tenía el P. Sarmiento y que cita expresamente en sus Memorias, la cual, a su vez, le fue enviada desde el Monasterio de San Millán.
       Efectivamente, como ya hemos visto, Sarmiento en las Memorias copia tres cuartetas y media del Poema de Santa Oria: la 1, la 204, la 205 y los versos a y b de la c. 2. Ahora bien, Sarmiento no pudo copias estas cuartetas de la Nota Mecolaeta, en primer lugar porque ésta no tiene la c. 204, ni los versos a, b de la c. 2, y, por otra parte, porque las lecciones de Sarmiento presentan variantes de bulto con las correspondiente de la Nota Mecolaeta. De esas variantes hay dos que nos interesa destacar, pues son realmente singulares, distintas no sólo de las correspondientes de la Nota, sino también de las del códice F y el Ms. I. Son las siguientes:
      1b: Sar. "que nos quiso" I Nota, F, I, "que nos vino (a) salvar" 205c: Sar. "la su gloria" I Nota, F, I, "la su gracia".
      Es evidente que las lecciones de Sarmiento son espurias, pues -aparte de ir en contra de la Nota, de F y de I- la repetición del sintagma "que nos quiso", en los versos a, b de la c. 1, ni es oportuna estilísticamente, ni es correcta a nivel de contenido, ya que el sentido exige "que nos vino (a) salvar", como traen la Nota, F, e I. Asimismo, el sintagma "la su gloria", en 205c, es incorrecto, pues lo que Berceo pide es la Gracia de Dios para no caer en el mal:

      205c: "Dios nos de la su gracia el buen Rey Spirital
          d: Que (=para que) allá nin aquí nunca veamos mal".
      Como se ve, la sustitución de "gracia" por "gloria" en el texto de Sarmiento, no es pertinente, pues no sólo cambia la forma de expresión, sino que altera (y perturba) el sentido mismo del texto.
      Ahora bien, estas lecciones de Sarmiento, anómalas y distintas de las de F, la Nota e I, coinciden, en cambio, con las del Ms. G, que copia también "que nos quiso salvar" (1b) y "Dios nos de la gloria" (205c). Semejante coincidencia, en lecciones tan singulares, es lo que nos lleva a pensar que la copia del Poema de Santa Oria que tuvo Sarmiento fue el modelo del Ms. G (41). Ello explica también el que Sarmiento supiese que al Poema de Santa Oria le faltaba una hoja, noticia que no le proporciona la Nota Mecolaeta, pero sí la copia del Poema que le enviaron desde San Millán, provista de una nota entre las c. 136-137, indicando: "Falta una foxa".

      En suma, con los nuevos datos que hemos encontrado en la Biblioteca de D. Ignacio Alonso Martínez, y el redes cubrimiento del Ms. G, realizado por J. K. Walsh, en la Biblioteca Nacional, queda definitivamente probado que antes del siglo XVI el Códice F ya había perdido un folio, al que llamamos CIX', que iría entre las actuales cuartetas 136-137 del Poema de Santa Oria. Y, al mismo tiempo, queda también probado nuestra conjetura de que la noticia de la falta de este folio la recibió Sánchez a través de la copia por él utilizada para la edición del Poema.

      Por otra parte, nuestra hipótesis de que la copia de Sánchez era la misma que tuvo -y cita en sus Memorias- el P. Sarmiento, resulta ahora, a la luz de los nuevos datos y hallazgos, mucho más probable, si bien es necesario sustituir el concepto de copia -en el sentido material- por el de texto, ya que, como arriba quedó dicho, la copia del Ms. G no se hizo en San Millán de la Cogolla, pero sí, muy probablemente, su modelo.

      Naturalmente, para probar de manera indiscutible que la copia de Sánchez (o sea, la del Ms. G) procede de la copia de Sarmiento, sería necesario encontrar ésta y comprobar que los errores y peculiaridades del texto del Ms. G coinciden, en efecto, con las lecciones de la copia de Sarmiento, tal como hemos visto que ocurre con los versos 1b y 205c, que Sarmiento incluye en sus Memorias y que se repiten iguales en la copia del Ms. G.

 

 

 

 

NOTAS

       (1) "Notas para el texto de la Vida de Santa Oria", Romance Philology, X, 1956, 19-33, En adelante citaré sólo Notas.
       
(2) El Poema de Santa Oria de Gonzalo de Berceo. Instituto de Estudios Riojanos. Logroño, 1976, págs. 69-118 y 119-141. En adelante citaré sólo El Poema de Santa Oria.
       
(3) Ibid. págs. 19-23.
       (4) Memorias para la Historia de la poesía y poetas españoles. Madrid, 1975; y Colección de Poesías Castellanas anteriores al siglo XV, 4 vols. Sancha. Madrid, 1779-1790. En adelante citaré estas obras, Memorias y Colección.
       
(5) Memorias, pág. 262, núm. 589.

       (6) URÍA MAQUA, 1.: "El P. Mecolaeta y los Códices emilianenses de las obras de Berceo", Berceo, núm. 88, 1975, 31-38. El manuscrito que contiene esta Nota o Carta es el núm. 93, no el 93 bis como señala B. Dutton (La Vida de San Millán de la Cogolla. Estudio y edición crítica. Támesis Books Limited. London, 1967, pág. 67, núm. 6).

       (7) Colección, II, pág. 452.

       (8) El Poema de Santa Oria. pág. 18.
       (9) Colección, I, pág. 1v.
      (10) Por el texto de las Memorias (núms. 583, 589 y 591) sabemos que Sarmiento tenía copias de los siguientes poemas: El Sacrificio de la Misa, La Vida de Santa Aurea (sic.) y La Vida de San Millán.
     
(11) Me refiero a las obras de Amador de los Ríos, George Ticknor, Puymaigre (Conde de), Marcelino Menéndez y Pelayo, J. Cejador y Frauca, etc., etc. ..
      (12) Cuatro Poemas de Berceo. R.F.E. Anejo IX. Madrid, 1928, y Veintitrés Milagros, R.F.E. Anejo X. Madrid, 1929. En adelante citaré Cuatro Poemas y Veintitrés Milagros.

     (13) Cuatro Poemas, pág. 23, n. I.
     (14) Ibid. pág. 25.

     (15) Notas, pág. 23.
     (16) Para las diferencias entre la lengua del Códice F y el Códice Q, vid. DUTTON, B.: La Vida de San Millán de la Cogolla, op. cit., págs. 77-79. En adelante citaré DUTTON: San Millán, o sólo
San Millán.
     (17) Vid. Colección. I, pág. 121, y II, pág. 179.
     (18) Vid. MARDEN: Veintitrés Milagros, pág. 17, y DUTTON: San Millán, pág. 66.
     (19) El Poema de Santa Oria, págs. 25-28.
     (20) Estoria de San Millán. Textkritische Edition Von G. Koberstein. Münster Westfalen, 1964, págs. 94-97, núm. 69.

     (21) Para más detalles, vid. DUTTON: San Millán, pág. 69.
     (22) Vid. El Poema de Santa Oria, págs. 19-25.

     (23) Sabemos, además, que el orden de los poemas en el Códice F (Ms. 4b de la R.A.E.) no es el que tenía originariamente, sino que se cambió en el siglo XVI, al hacer la foliación. Vid. El Poema de Santa Oria, págs. 24-25.
     (24) Vid. para más detalles El Poema de Santa Oria, págs. 19-23.
     (25) Ibid., págs. 116-118.

     (26} En realidad serían 35 cuartetas, ya que, al parecer, el Códice Q contenía 17 1/2 ó 18 cuartetas en cada cara de una hoja, o sea 35 ó 36 en total; vid. DUTTON: San Millán, pág. 66.
     (27} Vid. El Poema de Santa Oria, págs. 17-18 y 23-24.
     (28} D. Ignacio Alonso Martínez fue el poseedor del Códice "in folio" (Ms. 4b de la R.A.E.}, rescatado por él, en Alesanco, en 1886.Vid. MARDEN: Veintitrés Milagros, pág. 9. Más noticias sobre D. Ignacio Alonso, y las circunstancias del hallazgo de este Códice pueden verse en mi artículo: "Dos nuevos folios (LXXXIII-LXXXIV) del Ms. 4b de la R.A.E. (=F)", próximo a publicarse en el Boletín de la R.A.E.

     (29) Análogo convencimiento es el que llevó a Maria Rosa Lida ya G. Koberstein a sus respectivas conclusiones.

     (30) "The missing segment in Berceo's Vida de .Santa Oria", La Corónica, V, núm. 1 (1976), 30-34.
     (31) En adelante citaré Ms. Q, o simplemente Q.
     (32) Tipografía de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos. Madrid, 1904.

     (33) Hemos cotejado, detenidamente, las letras de las notas y el texto del Ms. G, con varios manuscritos de Monjes de San MiI\án, de la 2.ª mitad del siglo XVIII, pero no hemos podido identificarlas con ninguna de las caligrafías examinadas. Así, de las varias manos que intervinieron en la copia de Ibarreta (I), hecha, como es sabido, en San Millán de la Cogolla, ninguna coincide con las de las dichas notas y texto de G, y tampoco coinciden con las de las copias de los poemas de Berceo que se encuentran en los Papeles de la Congregación de Valladolid y que también fueron hechas en San Millán, en el siglo XVIII.

     (34) Es muy probable que un cotejo detenido entre los textos de G y Sánchez nos revele más lecciones y errores comunes entre ellos. Aquí sólo señalamos las observadas en un rápido y provisional cotejo.
     (35) Lo raro de la forma "fixa-os" -desconocida en las demás copias y manuscritos de los poemas de Berceo y muy poco frecuente en documentos medievales castellanos-, llamó la atención a Marden, quien sospechaba que la copia de Sánchez debía ser la misma que tuvo Sarmiento, basándose en que éste usa también "fixo", al copiar en las Memorias el último verso de Signos: "Que nos con el su fixo e con ella regnemos". Es decir, Marden suponía que la forma con "x", en "fixo-a", sería un rasgo peculiar de las copias de Sarmiento. Vid. Cuatro Poemas, págs. 37-38 y 44.
     (36) Colección, I, pág. 121.
     (37) Las lecciones de Sánchez comunes a I y discrepantes de G son, en efecto, muchas; así, 1b: "e" / "et", "que nos vino" / "que nos quiso"; 1d, 2b, 3c, etc.: "sancta" / "santa"; 4a: "preçiosa" / "preciossa", 4b: "segunt" I "segut", 4d: "en letra" / "en la letra"; 5a: "omne fue" / "como fue"; 7b: "engendrar meresçientes" / "engendrar..." (falta meresçientes); 15c: "baraia" / "badía"; 17a: "seer" / "ser"; 33d: "de lana" / "de la lana"; 36d: "te predigas" / "te..." (falta predigas); 37a: "conseio" / "conceio"; 37d: "Christus" / "Christo", etc., por citar sólo algunas.
     (38) Vid. El Poema de Santa Oria, pág. 18.  

     (39) Efectivamente, el modelo de la copia de G, pues la caligrafía de ésta parece bastante moderna y -como hemos dicho en la n. 33- no se corresponde con la de ninguno de los monjes de San MiIlán que en el siglo XVIII se dedicaron a copiar las obras de Berceo.
     (40) Vid. Colección, II, pág. VII.

     (41) En efecto, Sarmiento tendría la copia que, desde San Millán, le mandaron los monjes, y, sobre ella, el mismo Sarmiento pudo encargar a alguien que hiciese otra copia para Sánchez, quedándose él con el modelo hecho en San Millán; o bien, el propio Sánchez le pidió dicho modelo para sacar una copia, devolviéndoselo luego a Sarmiento. En cualquier caso, la copia del Ms. G no es, materialmente, la misma de Sarmiento, aunque sí sacada de ella y, por tanto, ambos textos serían esencialmente iguales,

 

 

NUEVOS DATOS SOBRE EL PERDIDO FOLIO CIX DEL CODICE F

DE LOS POEMAS DE BERCEO

Isabel Uría Maqua

(Universidad de Oviedo)

 

 

 

 

BERCEO

 

1977  JULIO-DICIEMBRE  Nº 93

Biblioteca Gonzalo de Berceo