Las Huellas
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La Rioja nos ofrece la posibilidad de realizar un auténtico viaje al pasado, de trasladarnos a un mundo desaparecido en el que los dinosaurios dominaban la fauna del planeta. Gracias a unas especiales características geológicas podemos contemplar innumerables icnitas, nombre técnico con el que se conocen las pisadas fósiles de los dinosaurios, que nos presentan en La Rioja uno de los yacimientos más interesantes de Europa y del mundo. Las huellas conservadas en nuestra Comunidad datan del Cretácico, período geológico posterior al Jurásico y momento de inicio de los movimientos de los continentes. Es un periodo de clima benigno y húmedo que reunía las características necesarias para la vida de los dinosaurios. En aquella época, hace 120 millones de años, nuestra Comunidad presentaba un aspecto muy diferente al actual con abundantes zonas pantanosas y densa vegetación, conformando el hábitat ideal para el desarollo de estos animales. Así, una extensa zona que ocupa la cuenca alta del río Cidacos, del río Linares y del río Alhama y parte de la cuenca media del Leza nos brinda hoy la posibilidad de esta aventura de pasado. Podemos además observar otra gran variedad de fósiles de diversa procedencia. Es frecuente encontrar huellas de gusanos, gran número de bivalvos fósiles o gasterópodos con forma de caracola. Es posible contemplar fósiles de plantas: raíces, troncos de árboles y algunas hojas y algas. Todavía nos quedan las marcas fosilizadas del comportamiento del barro. Por ejemplo, es fácil encontrar rozaduras de oleaje fosilizadas, idénticas a las que podemos contemplar en los fondos arenosos de los cursos de agua. Visibles son las marcas de la desecación del terreno o de los deslizamientos del barro debido a terremotos. |