La madera

La artesanía en madera tiene en La Rioja una raigambre profunda. Los bosques de la sierra han proporcionado materia prima para la fabricación de piezas que la crianza del vino necesita. T oneleros y cuberos han realizado su trabajo en los centros bodegueros de la comarca. La tonelería riojana es hoy una mezcla de técnicas de construcción francesas, catalanas, jerezanas y portuguesas, y funcionan talleres de producción en Logroño, Haro, Alfaro, Cenicero, Fuenmayor, Alberite y Lardero, además de las grandes bodegas que cuentan con talleres propios, a cuyo cargo están auténticos artesanos toneleros para reparar viejas barricas y hacer otras nuevas. El único taller de cubería se encuentra en San Vicente de la Sonsierra, donde elaboran grandes cubas o tinos de gran tamaño. La madera que usan en tonelería es de roble y también de castaño y haya para la fabricación de tinancos, embudos, cubos y barquillas. Otra de las tradiciones artesanales riojanas es la elaboración de piezas artísticas tallando la madera. En la actualidad funcionan talleres de tallistas en Nájera, Ezcaray, Anguiano y Villanueva de Cameros, localidades de municipios ricos en explotación forestal, los cuales realizan piezas de gran valor artesanal en altorrelieves, bajorrelieves, mueblería y objetos decorativos tradicionales. Las fábricas de muebles han mecanizado el proceso, como es lógico, y en rigor no pueden ser consideradas centros de elaboración de muebles como hacían los antiguos carpinteros y ebanistas. y dentro del arte de la madera, La Rioja tiene en Francisco Martín Domingo, probablemente, a uno de de los mejores reproductores de muebles antiguos de los pocos que quedan en España. En su taller de Logroño hay trabajos magistrales en talla, taracea, dorado, decoración al óleo y tinta china, ebanistería y restauración para la reproducción de bargueños y taquillones de estilo mudéjar y renacentista. La calidad técnica y artística de sus piezas ha dado la vuelta al mundo y toda su obra está vendida de antemano.