El barro: Navarrete
![]() |
La artesanía surge como una necesidad del hábitat y los materiales de los que se nutre son siempre los que rodean en abundancia los núcleos poblacionales. y ha sido el barro la primera materia prima. Ya en la época romana existían en La Rioja varios alfares y talleres de terra sigillata en T ricio, Nájera, Manjarrés, Camprovín, Bezares, Arenzana de Arriba y Baños de Río T obía. En los siglos XV y XVI están documentados alfareros en Logroño, Navarrete, Fuenmayor, Haro, Calahorra, Alfaro, Arnedo, Berceo. T orrecilla en Carneros, Nájera, Soto de Carneros, Laguna de Carneros, Lumbreras y Cervera del Río Alhama. Cuando el marqués de la Ensenada realiza su catastro, ubica seis alfares en Logroño, ocho en Arnedo, cuatro en Navarrete. tres en Haro, dos en T orrecilla en Carneros y uno en Alfaro. Hablar hoy de producción alfarera y de talleres de cerámica en La Rioja, aunque en Logroño, Haro, Casalarreina y Alcanadre operen varios ceramistas, es hablar de Navarrete, donde funcionan ocho talleres. El viajero debe saber que las innovaciones de los alfareros quitan cierta autenticidad a las piezas en serie, pero la sabiduría y la habilidad de los artesanos navarreteños se manifiesta en esa veintena de objetos tradicionales que no han dejado de fabricarse nunca, aunque tiestos, macetas, tarros y paragüeros se lleven el cupo de producción. La belleza plástica y característica de la cerámica de Navarrete se consigue en antiguos hornos árabes y en modernos a gasoil o eléctricos con las calidades del barro local. El amasado se hace mecánicamente y sólo queda un torno de pie funcionando. La pieza de diseño autÓctono es el panzudo cántaro de Navarrete, de boca ancha y babero vidriado, pero tradicionalmente también tienen fama los barreños de matanza y de confitar, las tinajas, el herradón de ordeño, el tarrizo para colar sopa, los pucheros, las botejas de leche y los botijos de agua, los jarros de vino, las orzas, los bebederos y comederos de granja, los platos escurridera y el popular caneco, que usaban, y en algunas casas se usa, como calentador. T ampoco hay que olvidar los famosos souvenirs de cerámica, como jarrones de fantasía, juegos de café, palmatorias, ceniceros, huchas, teteras, etc. Ultimamente exportan caracoleras y freseras, que son ollas o tinajas con diversos agujeros y orificios, creadas por ellos mismos. Y en esta especialidad de modelar y esmaltar el barro destaca igualmente la cerámica monacal de las monjas del Monasterio de Vico, en Arnedo, que siguen una tradición de labores de clausura. |
![]() |