LETAISAMA  

Ledesma de la Cogolla  ( La Rioja )

El ejemplar se data, según Guadán, en fechas posteriores al 82 a.C. La identificación resulta muy probable. Se conocen tres ases de esta ceca.

Valor: AS. Material: Bronce. Diámetro: 23/24 mm. Peso: 8,45 gr. Anverso: Cabeza masculina imberbe, mirando a la derecha, con peinado celtibérico de dos filas de rizos, diadema de perlas en la frente, labios largos y pronunciados y pendiente circular en la oreja. delante delfín  hacia arriba y detrás otro delfín hacia abajo.Grafila de puntos gruesos. Reverso: Caballo muy grueso con jinete hundido, con pilum muy largo, mirando hacia la derecha. Debajo, sobre la grafila y en arco, la leyenda ibérica LETAISAMA. Grafila lineal.

 

 

letaisamac.JPG (25540 bytes) letaisamacr.JPG (30800 bytes)

 

 

La ubicación de esta ceca ha sido objeto de controversia entre los distintos investigadores numismáticos.Pero, aunque existen otras Ledesmas, en Salamanca, en Soria y esta de La Rioja, parece necesario descartar la primera ubicación en tierras de Salamanca, ya que no acuñó moneda y en la antigüedad estaba identificada con el topónimo Beltisa. Algunos investigadores ubican la ceca lataisama en Ledesma, junto al río Najerilla. Beltrán así lo hace, destacando la semejanza entre las piezas conocidas procedentes de esta ceca y las de la vecina Kalakorikos y Sekisamos, de ubicación más segura.

Nosotros también nos sentimos inclinados a identificar Letaisama con la población riojana de Ledesma de la Cogolla, ya que, además de la semejanza de las piezas con otras de la zona, su ubicación en el valle del Najerilla la sitúa en un entorno industrial y supone una buena vía de comunicación entre Tricio y Clunia. Sabemos a todo ello la existencia de un potente núcleo celtibérico entre esta localidad y la vecina Bobadilla, junto al riachuelo también denominado Ledesma. Otro argumento para avalar esta hipótesis es la antigúedad del topónimo, que ya aparece en un cartulario del siglo XI con el nombre "Letesma".

Se conocen tres ases semiunciales con variaciones en el diámetro de 24 a 18 mm., presentan cabeza imberbe entre dos delfines, o delfín y grafía ibérica L; en el reverso, jinete lancero de arte muy tosco y leyenda en arco, típica de la zona de influencia de Kalakorikos.

La legalidad de una moneda no viene dada por el metal ni por la forma, sino que es la imagen representada en ella la que simboliza la autoridad que permite su acuñación y garantiza su calidad y peso. Esta autoridad puede aparecer de modo evidente con el nombre de la autoridad misma o de manera implicita, mediante un símbolo que la identifique. En la moneda celtibérica no hay alusiones expresas a magistrados o autoridades responsables de la amonedación, aunque las leyendas y los tipos que aparecen en las monedas pueden asimilarse a esa garantía.

Junto a estos tipos principales aparecen otros secundarios acompañando, generalmente, a la cabeza varonil. Son símbolos astrales(creciente, estrella), objetos varios (como palmas o arados, frecuentes estos últimos en nuestra área geográfica), o animales. En las piezas de Letaisama , aparecen uno o dos delfines, como se ha dicho. Estos símbolos pueden interpretarse como diferenciadores de emisión o valor e, incluso, pueden otorgar un carácter sagrado a la moneda.

PILAR RODRÍGUEZ MARTÍNEZ.