Observaciones finales: Ficha de cata

Para que los catadores puedan reflejar sus juicios sobre un vino, compararlos y conservarlos, debe existir un procedimiento de expresión de resultados común para todos, para ello se utiliza la ficha de cata.

Existen diferentes modelos de fichas de cata, en función del tipo de degustación que se realice, pero todas deben de reunir las condiciones de sencillez de uso, rigurosidad de apreciación y buen conocimiento por el colectivo que debe utilizarlas.

Los aspectos que se contemplan generalmente en ellas son:

  • Descripción del vino.
  • Características analíticas.
  • Estímulos pregustativos, separando visuales de olfativos.
  • Estímulos gustativos.
  • Sensación de persistencia olfato-gustativa.
  • Impresión general del vino.
  • Generalmente se añade también la hora de degustación y la temperatura del vino.

    En las degustaciones de satisfacción, practicadas asiduamente por nuestros Cofrades, deben añadirse en la ficha indicaciones sobre el estado de evolución del vino y su potencial de conservación. Igualmente pueden añadirse informaciones complementarias sobre consumo y conservación del vino, particularidades de la cosecha, datos sobre la adquisición de las botellas, etc.

    La Cofradía ha creado una ficha de degustación hedónica o de satisfacción, que recoge los puntos referidos anteriormente. Esta ficha fue utilizada por primera vez durante la cata comentada que organizada por la Cofradía, tuvo lugar en la Fiesta de la Vendimia Riojana de 1984.

    Debemos terminar esta serie de normas sobre degustación de vinos recordando, como observaciones finales, la decisiva importancia que tiene para el degustador el no dejarse influir ni condicionar sensorialmente.

    El degustador debe cuidar el no dejarse influenciar por las apariencias. Y recordando el aforismo de "el hábito no hace al monje", no dejarse impresionar por la vestimenta del vino, pues botella vieja y etiqueta apergaminada no indican necesariomente calidad (a veces es justamente lo contrario). Su primera regla debe ser "jamás opinar antes de degustar".

    Igualmente el degustador intentará no dejarse influenciar por los demás. El buen degustador conversa más con su vaso que con su vecino, no deberá dejarse condicionar por las lapidarias opiniones de "autoridades degustadoras", sino que basado en su experiencia y preparación, de la que debe preocuparse asiduamente, mantendrá su opinión contra la unanimidad de los demás si es necesario. Si vuestro gusto es diferente no debéis ocultarlo por un malentendido educado temor a discrepar.

    Por último es importante no dejarse influenciar por las modas. La excentricidad de un personaje se convierte en moda, y así un Rioja con cola o con hielo es masivamente solicitado; nuestros Cofrades no deben capitular delante de estas "genialidades", pero tampoco deben aferrarse a hábitos ancentrales sobre el vino, más fruto de la rutina que de la experiencia. No debemos dejarnos condicionar por modas ni por rutinas sobre los vinos, su servicio o su consumo, debemos elegir con libertad pero con juicio.

    Esperamos que las consideraciones que hemos expuesto, a lo largo de estas páginas sobre la degustación de vinos hayan servido para suscitar en nuestros compañeros Cofrades la curiosidad sobre el tema, basada en el conocimiento, al menos somero, de la valoración sensorial de los mismos.

    Para aquellos que deseen profundizar sobre este asunto, aconsejamos la lectura de alguna de las excelentes obras que sobre cata de vinos se pueden encontrar en las librerías especializadas.

     

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